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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


BARQUISIMETO “LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN SUPERIOR

PSICOLOGÍA EDUCACIONAL

ENSAYO

Participantes: Anadel Rojas

Facilitador: Dra. Rosa C. Zárraga

Barquisimeto, Noviembre 2019

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La Psicología, según pude entender, constituye una disciplina que se
encarga de profundizar desde una perspectiva meramente científica en el
análisis de la conducta humana, a fin de comprender las necesidades del
individuo, ofreciendo herramientas y estrategias para proporcionarle un
mayor bienestar emocional. Es preciso destacar, que dentro de la psicología
se encuentran un gran número de subdisciplinas destinadas al estudio y
comprensión de las diversas dimensiones de la mente humana y entre ellas
se ubica la educación y el proceso educativo, para optimizar el proceso de
enseñanza-aprendizaje.

En este sentido, me permito destacar lo expresado por Piaget e Inhelder


(1966), para quienes la educación debe ahondar en las bases de la
psicología del niño, así como en sus manifestaciones activas, que son
propias de la etapa de la, haciendo referencia al proceso de aprendizaje de
cada individuo, tomando en cuenta sus habilidades cognitivas y la forma de
desarrollarlas. En tal sentido puedo entender la Psicología Educacional como
una subdisciplina de la psicología, que se orienta al estudio exhaustivo del
proceso de enseñanza aprendizaje, a fin de determinar de qué forma se
aprende y se enseña, dentro de un determinado entorno, con el objeto de
comprender, mejorar e incluso hacer más efectivo el proceso educativo.

Al igual que Jean Piaget, antes citado, diversos e importantes autores


desarrollaron teorías fundamentales para la Psicología Educacional, entre los
que destacan Vygostky (1983), quien se encargó de estudiar sobre la
influencia del ámbito social y la forma en que el niño, a través de la
interacción, asimila e interioriza patrones de comportamiento. Otro importante
aporte, según pude apreciar, ha sido el de Bandura, (1984), quien al igual
que Vygotsky, se enfoca en el proceso de aprendizaje, tomando como base
la interacción que existe entre el aprendiz y su entorno, incluyendo el social,
de lo que se desprende, que la psicología educacional toma en cuenta las
características individuales de los individuos para potenciar su aprendizaje.

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Es así, que para la consecución de tales cometidos, la Psicología
Educacional adopta caracteriza indispensables para lograr su cometido, tal
como ha observado Coronado (2016), en virtud de establecer sus objetivos y
subobjetivos observables, a través de evaluaciones previas y a posteriori,
que le permiten determinar si los mismo son alcanzables. De igual manera
implementa actividades para el logro de esos cometidos, tomando en cuenta
la edad, el grado de conocimiento, el entorno del estudiante y desarrolla
estrategias que orienten la forma en que deberá ser abordada la asignatura
en estudio. Por otro lado, selecciona los medios idóneos para desarrollar la
estrategia educativa y los experimenta con los estudiantes, para evaluar
necesidades e identificar algún problema a través de la evaluación formativa.

Tomando en cuenta las características propias de la Psicología


Educacional, aunado a lo apuntado por Dewey (1967), se puede inferir que
la importancia que comporta al proceso de enseñanza-aprendizaje, radica en
la existencia de la responsabilidad por parte del docente, en escoger las
condiciones objetivas y especialmente en entender las necesidades de los
estudiantes, así como sus capacidades para el desarrollo de sus
competencias. En tal sentido, el docente adquiere un compromiso en la
búsqueda efectiva del método más idóneo para la transmisión del
conocimiento, que en mi opinión, siempre debe resultar atractivo para el
estudiante, animándole en la producción y desarrollo de su aprendizaje.

En este orden de ideas, considero indispensable el dominio que el


docente posee sobre la asignatura que imparte, no obstante su obligación de
analizar la forma más adecuada de impartirla, según el nivel educativo en el
que se desarrolla, para lo cual precisa de observar con detenimiento su
grupo de estudio, a fin de lograr es establecimiento de una comunicación
fluida entre él y sus estudiantes. Para ello, debe hacer uso de los
mecanismos que ofrece esta importante e interesante disciplina de la
Psicología Educacional.

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Considero fundamental la función de Psicología Educacional, en relación
al estudio de la realidad educativa, tomando en cuenta los resultados que
derivan del estudio de los distintos factores sociales e incluso culturales que
intervienen e influyen en el proceso educativo. En atención a este particular,
una vez obtenidos esos resultados, se está en la capacidad de impulsar la
cooperación y coordinación de las instituciones que conforman el entorno del
estudiante así como en relación al propio docente, en su reflexión sobre su
trabajo, su actuación dentro del aula, la actualización de sus habilidades
técnicas y las teorías que resulten aplicables a su disciplina educativa.

Por lo que corresponde a la problemática de la Psicología Educacional,


observo que enfrenta obstáculos que yo enfocaría desde dos perspectivas:
una intrínseca debido a que diversos autores como la psicología educacional
debe atravesar un arduo camino en la definición de sí misma, ya que se trata
de una especialidad dentro de la disciplina pesar de formar parte de la
psicología básica, según Baltar (2005). Es decir, se considera que carece de
identidad y le es difícil establecer sus límites como disciplina psicológica y
diferenciarse de la psicopedagogía y la sociología.

Sin embargo para Meira (2003), la presencia de la psicología en la


educación debería interpretarse como favorecedora, ya que cuando sujetos y
educación se encuentran, su principal finalidad debería ser apoyar la
construcción del proceso educativo, la socialización del conocimiento
acumulado y en definitiva ayudar en la humanización y reapropiación de del
pensamiento crítico, a través formación ética y política de los intervinientes.
En definitiva, esta disciplina debe coadyuvar a ir más allá del aprendizaje de
conocimiento y propender al logro de seres humanos íntegros, valiosos para
la sociedad.
En cuanto a la perspectiva extrínseca, observo obstáculos al catalogar el
esta disciplina, como una función irrelevante e incluso, a la que se le ha dado
el tratamiento irrespetuoso de asignatura relleno, dentro de la carga horaria

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de los docentes, menospreciando el apoyo esencial que representa, sobre
todo para el adolescente al momento de decidir la carrera o el oficio por el
que se inclina para avanzar en sus estudios, lo cual repercute a nivel
emocional en su personalidad y desarrollo. A lo antes dicho se une en
ocasiones, la falta de formación profesional del propio orientador, quien debe
contar con una preparación especializada en el área, que requiere de los
aportes de la psicología y la sociología, entre otras disciplinas.

A todas luces, el proceso educativo resulta complejo, toda vez que


implica una diversidad de aspectos a considerar, para aportar soluciones
concretas, idóneas, reales y acordes al contexto, que permitan fomentar la
reflexión, a la par de mejorar las condiciones de la educación. Es indudable
que el cambio histórico iniciará cuando los responsables tomen conciencia
de la necesidad de aportar soluciones efectivas, a través de la investigación
y del trabajo constante, modificando esquemas e independizando la
búsqueda de herramientas que favorezcan cada día más el proceso de
educación, especialmente los psicólogos educativos, cuya intervención va
más allá del ámbito académico.

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BIBLIOGRAFÍA

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Mexico. Editorial Trillas.

Baltar, M. (2005). Estudio cualitativo de los aprendizajes en la etapa de


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experiencias de trabajos en terreno; una mirada desde el discurso de los
estudiantes de dos instituciones formadoras de psicólogos. Tesis de
Magister, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Viña del Mar,
Chile.

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