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INTRODUCCION
El MRI
El MRI fue fundado por el psiquiatra Don Jackson, también colaborador de
Bateson, el año 1959. Junto a él participaron los psicoterapeutas Haley y
Weakland, trayendo consigo toda la influencia ericksoniana; posteriormente se
unieron Paul Watzlawick (quizás su miembro más popular) y Richard Fisch. Una
de sus principales finalidades fue estudiar la influencia de la comunicación
interpersonal en los procesos de cambio terapéutico, llegando a formular sus
propias teorías, principios y técnicas, de gran influencia en la psicoterapia
contemporánea.
Una de las características más importantes del MRI, que lo diferencia de la
corriente más psicodinámica, consiste en su centramiento en las interacciones
observadas entre los miembros de una familia, en las pautas o reglas que limitan
su actuar dentro de ciertos parámetros y que estarían sosteniendo los problemas
por los que estos concurren a terapia.
Una segunda cualidad del MRI fue la búsqueda de formas eficientes de llevar a
cabo el proceso terapéutico, de modo de abreviar las terapias hasta el mínimo,
suprimiendo de ella aquellas intervenciones inefectivas o que no estaban
vinculadas claramente a la resolución del problema del cliente. Incluso crearon el
año 1968, dentro del mismo instituto, un Centro de Terapia Breve integrado por
Weakland, Fisch, Watzlawick y Lynn Segal, que concluyó que una terapia
perfectamente podía durar 10 sesiones y generar cambios duraderos en las
personas. A continuación, se denominó a la terapia del MRI con el nombre
alternativo de Terapia Breve Estratégica1, con el que se le conoce hasta el día de
hoy (Weakland, Fisch, Watzlawick & Bodin, 1974).
Otra cualidad del MRI, de gran trascendencia para la evolución de las terapias
sistémicas posteriores, fue la asunción temprana de una forma de pensamiento
constructivista, inspirada en los postulados de Bateson. Los enfoques
constructivistas consideran que es el propio individuo quien construye un sistema
que le permite comprender su mundo y sus experiencias. De ese modo, las
personas son participantes activos y no receptores pasivos de un mundo externo
que imprime sus huellas en su mente, como la tabla rasa conductista. En este
enfoque asumimos que no existe una realidad única o universal, sino distintas
maneras de entender los fenómenos psicológicos y sociales. Lo que interesa, por
lo tanto, no es nuestra capacidad de captar al mundo tal cual es (lo que se ha
denominado «objetividad»), sino que nuestras percepciones encajen lo suficiente
como para asegurar nuestra viabilidad en el mundo.
El MRI se convirtió en una escuela que recibía a terapeutas de todo el mundo
interesados en conocer sus propuestas. De ese modo, influyó fuertemente en la
generación de otros modelos como la Terapia Breve Centrada en la Solución.
(García Martínez, Felipe E. (comp.) editores, 2013).
TERAPIA ESTRATEGICA Y TERAPIA ESTRATEGICA BREVE
Una vez que la conducta es observada y considerada bajo esa luz, la manera en
que ocurre es bastante obvia. En otras instancias, por supuesto, los
reforzamientos pueden ser más difíciles de percibir, ya sea porque son sutiles o
complejos – conductas no verbales, contradicciones entre las afirmaciones y las
acciones, diferentes conductas por varias personas – o debido a que los
terapeutas los han condicionado a aceptar estándares culturales de lógica y
corrección sin examinar si las cosas realmente funcionan de esa manera.
El establecer una meta actúa tanto como una sugestión positiva que el cambio es
factible en le tiempo asignado y también entrega un criterio de cumplimiento
terapéutico para el terapeuta y el paciente. Por lo tanto, queremos metas
establecidas claramente en términos de conducta concreta, observable, para
minimizar cualquier posibilidad de incertidumbre o negación posterior.
Para la terapia breve la identificación del problema debe ser concreto pues
muchas veces no todas las quejas del cliente son el problema si no se muestra
encubierto. Al ser una terapia breve el conseguir solucionar ya desde pequeñas
situación el problema es ya una meta conseguida, por lo que es necesario dentro
de los casos explicar claramente al cliente la solución sobre sus problemas, estas
soluciones muchas veces son disfuncionales y para su obtención las metas deben
mostrarse en términos de conductas.
PROPUESTA
Refencias Bibliografías
Garcia Aguiar A. (2012) “Terapia Breve Estratégica”. Ed. Nardons group. Magala-
Madrid
Giorgio Nardone y Paul Watzlawic (1992) “El arte del cambio. Trastornos fóbicos y
obsesivos. Ed. Herder. Barcelona-España.
Páez-Blarrina, M., & Gutiérrez-Martínez, O., & Valdivia-Salas, S., & Luciano-
Soriano, C. (2006). Terapia de aceptación y compromiso (ACT) y la importancia de
los valores personales en el contexto de la terapia psicológica. International
Journal of Psychology and Psychological Therapy,