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Serie 23

Victimología
Serie
Victimología, 23

Victimología
Respeto y Protección a las Víctimas

Córdoba - Argentina
Dirección: Hilda Marchiori

Colaboradores: Judith Biodo


Verónica Bouvier
Wilfrido Pérez

Salinas Chau, Isabel


Respeto y protección a las víctimas / Isabel Salinas Chau ; Helmut Kury ; Joachim
Obergfell-Fuchs ; dirigido por Hilda Marchiori. - 1a ed . - Córdoba : Encuentro Grupo
Editor, 2019.
Libro digital, PDF - (Victimología ; 23)

Archivo Digital: online


ISBN 978-987-779-007-8

1. Victimología. 2. Psicología. 3. Intervención Psicológica. I. Kury, Helmut. II.


Obergfell-Fuchs, Joachim. III. Marchiori, Hilda, dir. IV. Título.
CDD 158.3092

© Encuentro Grupo Editor


Archivo Digital: online
ISBN 978-987-779-007-8

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de tapa, puede ser


reproducida, almacenada o transmitida por ningún medio, ya sea electró-
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Tel/fax: (0351) 4606044 / 4609261- Pasaje España 1486 Córdoba - Argentina.
Victimología
Comité Científico Consultor
John Dussich, ex Presidente The World Society of Victimology.
Irene Melup, Experta de Naciones Unidas.
Luis Rodríguez Manzanera, Presidente Sociedad Mexicana de
Criminología, México.
Helmut Kury, Universidad de Freiburg, Alemania.
Elías Escaff Silva, Director General Víctimas del Delito, Ministerio
Público, Chile.
Emilio Viano, American University, Washington, USA.
Fely González Vidosa, Fundadora y Directora de la Primer Oficina
de Ayuda a Víctima, España.
Irvin Waller, Director International Centre for the Prevention of Crime,
Montreal, Canadá.
María de la Luz Lima,Vicepresidenta The World Society of Victimology.
Yael Danieli, Directora Group Project for Holocaust Survivors and
their Children, New York, USA.
Marlene Young. Presidente de National Organization for Victim
Assistance. USA
Zulita Fellini, Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Aida Tarditti, Profesora de Derecho Penal de la Universidad Nacional
de Córdoba,Vocal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba,Argentina.
Pedro David, Juez Ad Litem del Tribunal Penal Internacional para la Ex
Yugoslavia. Juez de la Cámara Nacional de Casación Penal de Argentina.
Ester Kosovski, Presidente Sociedad de Victimología de Brasil.
Antonio Sánchez Galindo, Miembro de Número de la Academia de
Ciencias Penales, México.
María Josefina Ferrer, Instituto de Ciencias Penales de la Universidad
Central,Venezuela.
Gabriela Fulco, Fundadora y Directora del Centro de Asistencia a la
Víctima de Violencia Familiar. Uruguay.
German Aller, Profesor de Derecho Penal y Criminología de la
Universidad de la República, Uruguay.
María Cristina Barberá de Riso, Facultad de Derecho, Universidad
Nacional de Córdoba, Argentina.
Eva Giberti, Coordinadora del Programa Las Víctimas contra la
violencia, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Argentina.
Rebeca Gonzalez Leche, Centro Victimológico, Guatemala.
Susana Medina de Rizzo, Vocal de Tribunal Superior de Justicia de
la Provincia de Entre Rios. Presidente Asociación de Mujeres Jueces de
Argentina
Rosa del Socorro Lescano, Juez de Cámara Nacional en lo Criminal.
Buenos Aires.
Jorge Trinidade, Presidente de la sociedad Brasileña de Psicología
Jurídica. Brasil.
Esther Romano, Médica Psicoanalista (APA) Miembro de la Defensoría
del niño del Colegio de Abogados de San Isidro. Buenos Aires.
Contenido

La víctima en la Justicia Juvenil Restaurativa.......................................... 11


Dr.José H. González del Solar. Argentina.
Ley Brisa. Ley de Reparación económica para las Niñas, Niños y
Adolescentes. Un escalón más con Perspectiva Victimológica. ......... 25
Dra. Matilde Sonia Alonso. Argentina.
Objeto y método de la evaluación forense en los delitos sexuales.........43
Prof.Dra. Ma. Isabel Salinas Chaud. Chile
Debates actuales en torno a la víctima del delito: la comprobación
de visu y la obligación estatal de repararla............................................. 59
Prof. Dr. Roberto V.Vásquez. Argentina.
Miedo al Delito............................................................................................. 81
Prof. Dr. Helmut Kury y Joachim Obergfell-Fuchs. Alemania.
Tratamiento Victimológico: una forma de hacer Justicia...................... 93
Lic. Angeles Roa. Argentina.
Victimólogos que enseñaron en Córdoba............................................ 101
Prof. Dra. Hilda Marchiori. Argentina.
Lineas de prevención en el Desarrollo Social Urbano....................... 135
Prof. Dr. Michel Marcus. Francia.
XVI -Symposium Internacional de Victimología. World Society of
Victimology. Sociedad Mundial de Victimología. Hong Kong 2018... 147
Prof. Lic. Lidia Flores-Bush LMFT. El Salvador.

9
Premio WSV Dra. Irene Melup a la Dra. Maria de la Luz Lima
Malvido.......................................................................................................... 157
Lic.Reyna Faride Peña Castillo. México.
Palabras pronunciadas por la Dra. Maria de la Luz Lima Malvido
cuando recibió el Premio Irene Melup de la Sociedad
Mundial de Victimología - WSV- que le otorgaron en Hong Kong
China. 2018.................................................................................................. 163
La víctima en la Justicia Juvenil Restaurativa

Dr. José H. González del Solar1


Argentina

Introducción
Es sabido que, en un momento dado, el Estado tomó en sus manos
la potestad de perseguir y castigar los delitos que antes estaba librada
a la venganza privada. Fue a partir de entonces que la persona directa-
mente ofendida por el delito quedó fuera de acción y la respuesta hacia
el ofensor se reservó a los operadores estatales invocándose razones
de justicia y equidad.
El enfoque retributivo del delito puso al Estado frente al transgresor,
con mayor acento en el sistema inquisitivo que en el acusatorio, pero en
ambos la persona ofendida, agraviada en sus Derechos por la ofensa, fue
una convidada de piedra al juzgarse y decidirse sobre la responsabilidad
penal de quien había atropellado sus Derechos, si bien se le reconoció
su facultad de reclamar el resarcimiento del daño sufrido.
La justicia juvenil nació en otro contexto. Una mirada pietista sobre
la incursión de los adolescentes en el delito motivó que, desde mediados
del siglo XIX, se procurase su apartamiento de la justicia penal para
un abordaje que contemplara su situación en cada caso, a lo que se
arribó en 1899 con la creación de la primera corte juvenil en el mundo
(Chicago, Illinois). El desplazamiento en la mirada, enseguida fortalecido
por el positivismo criminológico que avanzaba en la Ciencias Penales,
fue sustituyendo la retribución penal por un nuevo enfoque tutelar cen-
trado en la persona del transgresor-ofensor, a quien con el tiempo se
fue reconociendo como víctima más que como victimario. El sistema
judicial abrazaba así al adolescente para darle protección, mirando a la
adversidad que con frecuencia se advertía como contexto de sus ilíci-
tos, pero seguía desconociendo a quien había sido destinatario de su
embestida delictuosa, a quien no se atribuía un lugar mejor que el que
tenía en la justicia retributiva.
Dr. José Horacio González del Solar. Juez. Fuero Penal Juvenil. Poder Judicial de la
1 

Provincia de Córdoba. Argentina.

11
Victimo log í a

La fuerte crítica que despertó esta mirada pietista tras la Convención


sobre los Derechos del Niño, aprobada en 1989, pues se cuestionaba
una intervención discrecional de los jueces que terminaba cercenando
Derechos fundamentales, llevó a que se impulsara el desplazamiento de
la justicia juvenil hacia un enfoque neo-retributivo en que el proceso penal
garantizaría al adolescente Derechos que se le negaban en nombre del
“interés superior del niño”, y con un discurso dominante que deslegiti-
maba la actuación de los tribunales de menores fuimos transitando las
casi dos décadas que han transcurrido del nuevo siglo.
La concepción imperante se muestra ambigua: parece ir hacia el
adolescente para resguardar sus Derechos pero, a la vez, las mismas
garantías operan como barreras que contienen ese movimiento judicial
al tiempo que nace un universo de palabras y de gestos que se centra
en la libertad y desprecia la responsabilidad. La imagen del victimario-
víctima se debilita en nombre de sus Derechos, en tanto el ofendido por
su delito permanece como ajeno a todo, una vez más como si el delito
que ha padecido fuera sólo de incumbencia de los agentes estatales y
el ofensor.

Un giro necesario.
En este punto, luce indispensable un paso adelante en la respuesta
social ante el delito juvenil. Desechando cualquier tentación de regreso
-como la neo-retributiva- hacia aparentes soluciones que han mostrado
su insuficiencia a lo largo del tiempo, el camino a emprender debe ser
innovador pero a la vez respetuoso de la experiencia recogida en las
respuestas precedentes, en sus fortalezas y sus debilidades.
En esa dirección, el acierto en un nuevo enfoque sólo puede resultar
de la convergencia de ventajas que se han visto en los precedentes, una
convergencia que las potencie y al mismo tiempo neutralice las desven-
tajas que el pasado ha evidenciado.
Así es como ha surgido el enfoque restaurativo en una nueva con-
cepción de justicia juvenil. Aunque este es el escenario de sus primeras
incursiones, nada obsta a que ingrese en un futuro, próximo o distante,
en la justicia penal para renovar sus categorías, su discurso y sus prácticas
siempre en controversia.
Centrado en el eje de las tres “R”, que algunos extienden a un núme-
ro mayor, procura la responsabilización del transgresor, la reparación
del daño inferido en la medida de lo posible, y la reconstitución de los

12
José H. González del Solar

vínculos sociales que ha destruido el delito. Este centro de actuación


llama a todos los interesados y a los operadores que deben promover
la composición de intereses y la recuperación de la paz social sobre
la base de la mutua confianza y el respeto a los Derechos y libertades
fundamentales de los demás.
Esto así, el delito constituye la causa de la actuación y su referencia
en todo momento, evitándose la recaída en un “derecho penal de autor”,
aun con el disfraz del “tutelarismo”; convoca a la persona o al grupo
de personas que lo ha sufrido, remediando la pasividad del “convidado
de piedra” con el protagonismo de quien habla en nombre propio y lo
hace ante el mismo ofensor con la expectativa de una reparación; con-
curren representantes de la sociedad en la que el delito ha repercutido
y generado desasosiego, por lo general ausente en otros enfoques; y se
ofrece al transgresor la oportunidad de revincularse con los demás, de
demostrar su buena voluntad y recuperar la confiabilidad que su delito
le ha hecho perder.
El planteo incorpora, por lo tanto, a todos los victimizados por el
delito, cada uno desde su lugar: quienes han sido directamente víctimas,
por haber recaído en ellos la acción ilícita, por comisión o por omisión;
quien ha sido victimario-víctima como sujeto activo, pero a la vez pa-
sivo de ese propio obrar que le acarrea o le agrava un deterioro en lo
personal y lo social; y los demás que pertenecen a la sociedad agraviada
por los Derechos que el delito conculca y por la inseguridad que ello
ocasiona en la convivencia.

Víctimas en la Justicia Juvenil Restaurativa


La inquietud sobre las personas víctimas ya había brotado en las
Naciones Unidas con los Principios Fundamentales de Justicia para las
Víctimas del delito y del abuso de Poder2, y luego –de manera más es-

2 
Aprobados por Asamblea General en la Resolución 40/34 del 29 de noviembre
de 1985. En los principios, recoge los siguientes: 4. Las víctimas serán tratadas con
compasión y respeto por su dignidad. Tendrán derecho al acceso a los mecanis-
mos de la justicia y a una pronta reparación del daño que hayan sufrido, según lo
dispuesto en la legislación nacional. 5. Se establecerán y reforzarán, cuando sea
necesario, mecanismos judiciales y administrativos que permitan a las víctimas ob-
tener reparación mediante procedimientos oficiales u oficiosos que sean expeditos,
justos, poco costosos y accesibles. Se informará a las víctimas de sus Derechos para
obtener reparación mediante esos mecanismos. 6. Se facilitará la adecuación de
los procedimientos judiciales y administrativos a las necesidades de las víctimas.

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Victimo log í a

pecífica- con los principios para una “justicia restitutiva”3 que dieron el
contexto dentro del cual ha ido cobrando fuerza, particularmente en el
ámbito jurídico iberoamericano, el impulso hacia una nueva concepción
de justicia juvenil.
En marzo del año 2008 se acordaron las Reglas de Brasilia4 para
garantizar las condiciones de acceso efectivo a la justicia de las personas
en condición de vulnerabilidad, sin discriminación alguna, englobando
el conjunto de políticas, medidas, facilidades y apoyos que permitan a
dichas personas el pleno goce de los servicios del sistema judicial. Estas
Reglas consideran en condición de vulnerabilidad a aquellas personas
que, por razón de su edad, género, estado físico o mental, o por circuns-
tancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales, encuentran especiales
dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia los
Derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico. Y expresamente
comprenden, entre las causas de vulnerabilidad, a la minoría de edad, la
victimización y la privación de libertad5.
Luego, en noviembre de 2009, se realizó en Lima (Perú) el Primer
Congreso Mundial sobre Justicia Juvenil Restaurativa, organizado por
la “Fundación Terre des Hommes” (Lausanne), en colaboración con
la Fiscalía de la Nación del Perú, la Pontificia Universidad Católica del
Perú y la Asociación Encuentros - Casa de la Juventud6. De ella surgió
una Declaración sobre la justicia juvenil restaurativa, que considera tal
a la que tiene la finalidad de reparar el daño individual, social y en las
relaciones que causa un delito. Este objetivo requiere un proceso en

3 
Como resulta de la Resolución 2002/12 del ECOSOC (Consejo Económico Social)
que sienta los principios básicos para la aplicación de programas de justicia resti-
tutiva en materia penal
4 
La Cumbre Judicial Iberoamericana, dentro del marco de los trabajos de su XIV
edición, ha considerado necesaria la elaboración de unas Reglas Básicas relativas
al acceso a la justicia de las personas que se encuentran en condición de vulne-
rabilidad. De esta manera, se desarrollan los principios recogidos en la “Carta de
Derechos de las Personas ante la Justicia en el Espacio Judicial Iberoamericano”
(Cancún 2002), específicamente los que se incluyen en la parte titulada “Una justicia
que protege a los más débiles” (apartados 23 a 34).
5 
Capítulo I, Sección 2da.
6 
El Congreso reunió a alrededor de 1000 participantes de 63 países provenientes
de 5 continentes diferentes, en representación de sus gobiernos, del poder judi-
cial, de la sociedad civil, particularmente de organizaciones no gubernamentales
(ONG) y de organizaciones de profesionales que trabajan con menores, medios de
comunicación, el ámbito académico y agencias de las Naciones Unidas.

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José H. González del Solar

el que el agresor juvenil, la víctima y, de ser el caso, otros individuos y


miembros de la comunidad, participen juntos activamente para resolver
los problemas que se originan del delito.
La Declaración reconoce que no existe un sólo modelo para la prácti-
ca del enfoque de la justicia restaurativa, y que la experiencia en distintos
países indica que se practica aplicando la conciliación, las conferencias
en grupo familiar, los círculos de sentencia y otros enfoques culturales
específicos. De lo cual se desprende que la persona víctima encuentra
protagonismo en un escenario propicio para que la lesión a su derecho
se repare y los vínculos sociales se restauren para bien de todos.
En esa dirección, la Declaración cuida la libertad con que las
personas se suman a ese escenario: Así, la justicia juvenil restaurativa
debe emplearse desde el principio de la actuación estatal, sea policial
o judicial, pero siempre que exista evidencia suficiente para vincular al
menor de edad con la transgresión, y se cuente con el consentimiento
libre y voluntario de la víctima y del transgresor. Se debe permitir que
el agresor y la víctima puedan retirar dicho consentimiento en cualquier
momento. A los acuerdos hay que arribar luego en forma voluntaria y
deben contener únicamente obligaciones razonables y proporcionales.
Ni la víctima ni el agresor juvenil pueden ser coaccionados ni inducidos
por medios injustos a participar en el proceso restaurativo ni a acep-
tar los resultados restaurativos. Deben tomarse en consideración las
discrepancias que conducen a desequilibrios en el poder, así como las
diferencias culturales entre las partes.
Expresamente contempla, en garantía para las mismas, que tanto la
víctima como el agresor menor de edad, con sujeción a la ley nacional,
tengan derecho a recibir asesoramiento legal, y a contar con la asistencia
por parte de sus respectivos padres o tutores cuando sean menores
de edad.
En enero de 2015, y organizado por Suiza y la “Fundación Terre des
Hommes”, se realizó en Ginebra el Segundo Congreso Mundial sobre
Justicia Juvenil Restaurativa7, ratificando este rumbo que ya va ganando
múltiples adhesiones a nivel universal. En su Declaración final se refiere
7 
El Congreso reunió a unos 900 participantes de más de 80 países, entre los que se
encontraban funcionarios de gobierno, miembros del poder judicial y expertos de
las fuerzas del orden, representantes de los organismos y programas de Naciones
Unidas, organismos expertos en los Derechos de los niños, otras organizaciones
internacionales y regionales, la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales,
y organizaciones de profesionales que trabajan con o por los niños.

15
Victimo log í a

a esta nueva justicia restaurativa y sanadora que conduce a la reintegra-


ción. La mayoría de los asistentes al congreso se manifestó a favor de
este nuevo enfoque que toma en cuenta a las víctimas y las incorpora al
ámbito de la justicia juvenil, al tiempo que introduce el aspecto educativo
e incrementa el respeto por los Derechos del niño, ya que se lo convoca
a asumir un rol activo en el proceso y determinar cómo responder a la
ofensa que ha inferido reconociendo cuál ha sido el resultado.
Sigue diciendo esta Declaración que esto no sólo favorece que el
adolescente asuma responsabilidades sino que el entorno calmo le per-
mita además reparar o rehacer los vínculos sociales que su conducta ha
forzado o ha roto. Estos son los evidentes beneficios de este enfoque
que toma en cuenta tanto los intereses del niño (o está orientado al
niño para usar una expresión que aparece frecuentemente en nuestros
debates) como los intereses de la víctima, sean individuales o colectivos
(la sociedad en general).
En diciembre de 2017, y en el marco de la comunidad iberoameri-
cana de naciones, se aprobó el Decálogo de Justicia Restaurativa para
los niños y adolescentes que mira a promover, respetar y velar por el
cumplimiento del carácter educativo en las medidas a tomar en todas sus
fases, respecto de la persona, niño, niña y adolescente en conflicto con
la ley penal , priorizando la desjudicialización, la aplicación de audiencias
tempranas, formas de terminación anticipada del proceso en todas sus
fases, medidas alternativas, restaurativas y terapéuticas; así como la re-
paración directa e indirecta de los daños causados por la infracción. En
su punto 5, el Decálogo dice que los acuerdos reparatorios garantizarán
que la persona menor de edad ofensora reciba una información detallada,
con un lenguaje sencillo y comprensible en el que se dé a conocer los
Derechos, obligaciones y consecuencias, y que en todos los casos se deberá
tomar en consideración las circunstancias particulares de la persona
niño, niña y adolescente en conflicto con la ley penal, en especial las de
vulnerabilidad de las partes implicadas directa e indirectamente.
Estos instrumentos internacionales, en un marco regional pero con
indudable proyección universal, emplazan a la víctima de otra manera
ante el proceso penal que sigue a un delito. Constituyen un desafío en
la búsqueda de herramientas que ofrezcan ese espacio de encuentro y
de composición de intereses cuando el transgresor es un niño o adoles-
cente, esto es cuando la lesión jurídica afecta a quien es de suyo víctima
del delito pero también a quien es también víctima actual o potencial,
por la vulnerabilidad propia de su edad, de las circunstancias que lo han

16
José H. González del Solar

llevado a delinquir y de la impronta que su delito puede dejar en su


personalidad y en su conducta con miras al futuro.

Herramientas restaurativas.
Nadie discute que el proceso penal clásico resulta inadecuado para
alcanzar la finalidad propuesta8. Su mayor avance estuvo en el tránsito
del sistema de inquisición al de acusación; si antes el supuesto autor
de un delito debía enfrentarse a un juez que pedía cuentas y castigaba
como agente de la reacción estatal, ahora lo hace ante un fiscal que
persigue y pide castigo ante un juez que debe dirimir la controversia. ¿Y
la víctima? ¿Y la sociedad en desasosiego ante la inseguridad que acarrea
el delito? No cuentan; sólo importa a la potestad punitiva del Estado
que la supremacía de la ley y el orden obtengan reconocimiento en una
sentencia condenatoria. Puede que esto explique por qué la mediación,
como una herramienta para la resolución de conflictos al margen de un
proceso judicial siga siendo desechada en la justicia penal9 no obstante
la relevancia que viene teniendo en otros ámbitos controversiales como
el de los litigios en materia civil.
Pero una saludable reacción se avizora ante esta inicua situación. Los
instrumentos internacionales de protección a la víctima de delitos y otros
atropellos a sus Derechos10 y normas nacionales que se han dictado en
consecuencia11 han despertado una mayor conciencia sobre la necesidad

8 
De allí que las Reglas de Beijing, la Convención sobre los Derechos del Niño y
la Observación General N° 10 del Comité de Derechos del Niño coincidan en el
instituto de la remisión como una alternativa al proceso judicial, confiando toda la
atención del niño transgresor al ente administrativo de protección de Derechos.
9 
La ley provincial 8858 (28/6//2000) excluía expresamente de la mediación los pro-
cesos penales por delitos de acción pública (art. 3°), y la nueva ley 10543 (9/5/2018)
los sigue excluyendo de la mediación previa y obligatoria (art. 6°).
10 
Los ya citados Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas del delito y
del abuso de Poder (1985), los Principios y directrices básicos sobre el derecho de
las víctimas de violaciones de las normas internacionales de Derechos humanos y
del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparacio-
nes (2005) a nivel universal, y otros en contextos regionales sobre las reparaciones
que se deben a las víctimas (Convenio Europeo para la Protección de los Derechos
Humanos y de las Libertades Fundamentales, art. 41; Convención Interamericana
sobre Derechos Humanos, art. 63; Carta Africana sobre los Derechos Humanos y
de los Pueblos, art. 21).
11 
Como la reciente ley nacional 27.372 en la República Argentina, que en su art.
3° reconoce expresamente los Derechos de las víctimas del delito y de violaciones

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Victimo log í a

–por razón de estricta justicia y no de mera conveniencia- de desarrollar


vías de integración y participación de quienes resultan agraviados por
los delitos en los procesos que se generan a consecuencia de ellos en
el marco de la reacción estatal. Lo que incluye al mismo adolescente
transgresor, muchas veces víctima de una situación adversa y siempre
víctima también –quiera o no- de su propia transgresión.
Se trata de dar protagonismo a todos los involucrados para la supe-
ración del conflicto que conlleva la delincuencia juvenil, una suerte de
reapropiación que empodere a los particulares al reconocerles capacidad
para generar una solución aceptable sobre la base de la responsabiliza-
ción de quien ha cometido el delito, la reparación del agravio causado
a quien ha sido víctima directa y a la comunidad que se ha visto con-
mocionada por el suceso, y el restablecimiento de los vínculos sociales
sobre la base del pleno respeto a los Derechos y libertades de todos.
De ninguna manera importa la privatización de la respuesta penal con
formas falsamente tolerables de “justicia por mano propia”, con lo que
el Estado estaría declinando su función de garante de los Derechos
fundamentales y encubriendo el regreso a la barbarie bajo apariencias
civilizadas12.
La mediación es una de las herramientas posibles para una justicia
juvenil que quiera respetar los estándares internacionales en la materia.
Supera las ventajas que pueden ofrecer otros mecanismos ya conoci-
dos tales como la conciliación de las partes en un proceso judicial o el
arbitraje como la sujeción de los interesados al criterio de una autori-
dad extrajudicial, dado que brinda un espacio extrajudicial para que el
encuentro entre el transgresor, su víctima y representantes de la co-
munidad afectada, a través de técnicas de aproximación y comunicación,
haga posible arribar a una solución del conflicto jurídico penal que sea
avistado como un logro común y sirva a la paz social. Es tan apreciada
por quienes buscan alternativas a la reacción penal tradicional que no

a Derechos humanos, y en especial el derecho al asesoramiento, asistencia, repre-


sentación, protección, verdad, acceso a la justicia, tratamiento justo, reparación,
celeridad, como asimismo todos los demás Derechos consagrados en la Constitución
Nacional, en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos de los que el Estado
nacional es parte, demás instrumentos legales internacionales ratificados por ley
nacional, las constituciones provinciales y los ordenamientos locales.
12 
Cf. Kemelmajer de Carlucci, Aída (2004): “Justicia Restaurativa. Posible respuesta
para el delito cometido por personas menores de edad”, Rubinzal-Culzoni, Buenos
Aires.

18
José H. González del Solar

han faltado autores que la identifican con la llamada justicia restaurativa13,


pese a que en su génesis ha gravitado más el propósito de descomprimir
el aparato judicial –convocando a las partes en un litigio a buscar su
propia solución al diferendo14- que a la recomposición de las relaciones
que restablezca la paz y devuelva la confianza mutua en el espacio social.
La mediación tiene distintas escuelas, y en cada una de ellas el con-
flicto y su resolución tiene una tonalidad propia.
La escuela tradicional de Harvard ha hecho, en esa línea, un impor-
tante aporte a los conflictos de intereses en lo civil y laboral. Con un
enfoque negocial, se propone lograr acuerdos reduciendo las diferencias
y aumentando las semejanzas a través de la transacción asistida entre
las partes. Sin embargo, parece no ser la más favorable en lo que hace
a la transgresión juvenil, en que no se tiende a la simple superación
de cierta asimetría que ha dejado el acto antijurídico sino a la huella
profunda y duradera que comúnmente deja en quien lo sufre y en su
entorno social el atropello que todo delito conlleva. No se trata sólo de
arreglar diferencias personales o patrimoniales entre personas o grupos
(como en un divorcio, una filiación, una locación, un despido, etc.) sino
de restañar la herida que ocasiona al tejido social quien impone su vo-
luntad particular sobre la voluntad común que expresa la ley –al decir
de Hegel- con evidente desprecio hacia los demás.
Tampoco la escuela circular-narrativa parece favorecer de manera
suficiente la composición de intereses ante el delito juvenil, ya que, con
perspectiva psicológica, pone mayor acento en el intercambio de infor-
mación entre las partes como una manera de de-construir el conflicto,
re-construir la relación y co-construir la solución.
No es que ambas carezcan de virtudes, pues sin duda procuran la
empatía necesaria para la cooperación en la búsqueda de una salida
común a partir del reconocimiento de que ambas partes tienen ex-
pectativas y pretensiones y que estos cruces no deben extrañar en la
vida de relación que implica el conjunto social. Empero, circunscriben
su empeño a los directamente involucrados en la cuestión, siendo que
el delito –y particularmente el delito juvenil- alcanza a todo un círculo

13 
Cf. Mones Ruiz, A. (2002): “Justicia restaurativa en el ámbito del sistema penal”,
en “Mediación Penal. Reparación como Tercera Vía en el sistema Penal Juvenil”,
Zulita Fellini y otros, Depalma, Buenos Aires.
14 
Que ha llevado a que sea obligatoria como paso previo a la instauración de un
proceso judicial (ley nacional 26.589, ley provincial 10543 de Córdoba, ley provincial
13.951de Buenos Aires).

19
Victimo log í a

de relaciones que es indispensable comprender para una salida exitosa.


Más útil luce la propuesta que brinda la escuela transformativa,
porque trasciende a las mismas partes para transformar el conflicto,
las relaciones y los individuos, a la vez que provocar cambios sociales.
Enraizada en la Sociología, considera el conflicto como un hecho inhe-
rente al ser humano que demanda soluciones inherentes al mismo con
potencial humano.
La mediación –sobre todo en su modalidad transformativa- ha
concitado una fuerte expectativa como vía para la desjudicialización
en favor de los niños transgresores, y en muchas jurisdicciones se la ha
incorporado como una salida alternativa, con mayor o menor amplitud
según la confianza que despierta15. Cabe hacer notar, sin embargo, que
no es la única vía ni la principal para procurar que la ruptura en la con-
vivencia que causa el delito juvenil tenga un abordaje al margen del rigor
que conllevan el proceso y la sanción penal.
Hay distintas experiencias en el mundo en esta empresa de permitir
a victimarios, víctimas y próximos a sobreponerse al conflicto, y todas
ellas reciben reconocimiento y acogida en los instrumentos internacio-
nales, universales y regionales. Que la justicia juvenil deba estar centrada
en el niño16 no quita la búsqueda de estrategias para procurar que sea
irradiante, extendiendo los beneficios a todos los interesados.
Los Círculos Restaurativos se basan en la reparación y el aprendizaje
a través de un proceso de participación y toma de decisiones grupal y
colectiva. Se sustenta en valores de inclusión, pertenencia, solidaridad
y escucha activa entre otros, a partir del trabajo de Dominic Barter en
el Brasil de los años 90, y ha sido allí que ha encontrado terreno fértil
para su desarrollo. En contacto con quienes vivían en las favelas, Barter
pudo conocer cómo los habitantes resolvían sus diferencias, y así fue
plasmando un estilo de abordaje en fases sucesivas y abarcativas que
miran a la identificación del problema y la estimulación de la empatía, en
la información y escucha recíprocas (pre-círculo), la comprensión mutua,

15 
Pese a que la legislación cordobesa no la cuenta como alternativa en materia
penal, el Tribunal Superior de Justicia, por su Acordada N° 848, del 26 de octubre
de 2017, la ha reglamentado para la justicia penal juvenil, abriendo así una puerta
que puede servir de acceso en un futuro próximo para su incorporación a la justicia
penal ordinaria.
16 
Cf. Directrices sobre los niños en contacto con el sistema de Justicia, elaboradas
por el Grupo Internacional de Trabajo de la Asociación Internacional de Magistrados
de la Juventud y Familia, Londres, 21 de octubre de 2016.

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José H. González del Solar

la responsabilización personal respecto a los hechos y los acuerdos para


la reparación y la revinculación en el contexto comunitario (círculo), y
la evaluación de los resultados (post-círculo).
Los círculos constituyen una práctica restaurativa muy versátil que
varía mucho atendiendo a diversos factores como el país o región en
que se usan, el objetivo, el número de personas o grupos convocados,
los roles que cumplen y más. Es lo que les da suma flexibilidad en pos
de una misma finalidad17. Los círculos de sentencia (sentencing circles)
se introdujeron en Canadá como un proceso alternativo a la sentencia
judicial, pero rápidamente se convirtieron en círculos que iban más allá,
que ponían el acento en realizar la toma de decisiones conjuntamente
con la víctima y el victimario y en la solución del conflicto.
Los círculos pacificadores (peacemaking circles) dan participación a la
víctima y al victimario, sus respectivas familias, personas de su comunidad,
y en ocasiones también policías y profesionales del ámbito de la justicia.
Aunque miran a la responsabilización, reparación y reintegración del
transgresor, lo más apreciado es el proceso que sigue, ya que el diálogo
entre todas las personas comprendidas en un delito, ayuda a comprender
mejor el conflicto, a superarlo en sus implicancias y a fortalecer el sen-
timiento comunitario. No siempre evitan el proceso penal ni la sanción
consecuente, pero pueden hacer aportes que reduzcan la tensión que
conlleva el juzgamiento, morigeren la pena y ofrezcan modalidades de
ejecución, la suspendan, la modifiquen o la hagan cesar según las parti-
cularidades del caso.
Los círculos sanadores (healing circles) tienen por fin principal dar
apoyo a una o más personas que han pasado por una experiencia do-
lorosa, en este caso, a personas que han sido víctimas de un delito. Lo
que se pretende es que la víctima sepa que cuenta con el apoyo de la
comunidad en general y de algunas personas que podrán ser sus refe-
rentes. Es decir, que sea consciente de que hay gente que se preocupa
por ella y que puede ayudarla.
Los círculos de apoyo (support circles) Los círculos de apoyo son
similares a los círculos de sanación, pero en este caso, a quien se quiere
apoyar es al victimario.Al igual que la víctima, la persona que ha realizado
el hecho delictivo tiene aquí la opción de narrar lo sucedido, expresar sus

17 
En la distinción de sus distintas formas seguimos “Prácticas restaurativas:
círculos y conferencias. Justicia restaurativa y nuevas perspectivas en mediación
2014-2015” de Nastia Choya Forés (http://www.pensamientopenal.com.ar/system/
files/2015/07/doctrina41593.pdf).

21
Victimo log í a

sentimientos y ser escuchada. Además de brindar apoyo, estos círculos


buscan que el victimario se responsabilice por los hechos que ha realizado
y adquiera conciencia del daño que ha causado para poder, de ese modo,
prevenir que el delito se repita. En los círculos de apoyo suelen participar,
además del victimario, personas de su confianza, miembros de la comunidad
y profesionales de la justicia, el trabajo social, la policía, etcétera.
Las conferencias familiares (family group conferencing) nacieron en
Nueva Zelanda. Han sido introducidas en la legislación nacional des-
de1989 y se basan en las tradiciones de la comunidad maorí; buscan,
mediante discusiones y reuniones de grupo familiares, una alternativa de
aplicación de justicia y puede llegar a involucrar a muchos, por ejemplo,
la víctima y sus familiares, el victimario y sus familias, las autoridades de
policía, rectores y directores de establecimientos educativos y trabaja-
dores sociales, entre otros.

Escenarios restaurativos.
Como se advierte, estas herramientas restaurativas tienden a situar
a los protagonistas en un escenario diferente al judicial. Es bueno que
así sea porque les permiten hacer personalmente la gestión del propio
conflicto a través de la empatía, la información sobre las expectativas
y las pretensiones respectivas, la comprensión de las situaciones que
viven y que en mayor o menor medida explican su involucramiento en
el asunto, y la posibilidad de lograr un acercamiento progresivo que
se traduzca en acuerdos de satisfacción para todos sobre el eje de la
responsabilización del transgresor, la reparación del daño a quien ha
sido víctima, y la reconstitución de los lazos sociales sobre la base de
la confianza y el mutuo respeto que el delito ha destruido18. Es en este
escenario en que el transgresor mejor puede comprender el dolor que
ha dejado en su víctima y el desasosiego que ha producido en otros;
es en este escenario que quien ha sido víctima y los demás que se han
solidarizado, como asimismo los que viven la inseguridad que los delitos
generan, pueden comprender cuáles son las circunstancias que llevan al
adolescente al delito, generalmente vivido como la satisfacción de una
necesidad o un deseo intenso y no como atropello a Derechos ajenos;
es, por fin, en este escenario que los miembros de una sociedad pueden
comprender que hay un vasto sector signado por múltiples carencias cuya
desatención expone a mayores y más graves transgresiones en procura

18 
Cf. Duff, Anthony (2015): “Sobre el castigo”, Ed. Siglo XXI, Bs.As.

22
José H. González del Solar

de bienes que no se tiene y que la sociedad estima sumamente valiosos.


Aunque esto configura ya un logro importante, no tanto con miras
a descomprimir los órganos judiciales con un sentido más bien utilitario
y mezquino sino a aliviar a una sociedad que vive múltiples tensiones y
conflictos como convidada de piedra ante un Estado que no está a la
altura de la responsabilidad que ha asumido al tomar en sus manos la
justicia penal, cabe todavía preguntarse si no es posible que este nuevo
enfoque restaurativo pueda penetrar y remozar el mismo juzgamiento
en lo penal juvenil. ¿Es acaso una utopía?
Desde ya que no lo es. Desechada la vía alternativa que puede ofrecer
la legislación vigente19, la intervención de los órganos estatales pueden y
deben, en todas las fases de su intervención, favorecer la responsabiliza-
ción del encausado que le permita ofrecer reparación del daño causado
a la persona y a los Derechos de quien ha sido víctima, sus familiares y
la comunidad a que pertenecen, recibir la asistencia que su situación de-
manda por la vulnerabilidad que le toca vivir en perjuicio de sus propios
Derechos20, y encontrar el lugar apropiado entre sus conciudadanos.
Así, el proceso judicial sirve como un promotor de esa ciudadanía y no
como una secuencia de actos que llevan ineludiblemente al aherrojamien-
to como escarmiento. Durante la investigación, policial o fiscal, el juicio,
o la misma ejecución de medidas educativas o punitivas, el adolescente
debe hallar estímulo y oportunidad para elaborar una respuesta a ese
entorno que lo pone en cuestión con sus leyes, procedimientos, autorida-
des e instituciones. Contribuyen las entrevistas con los equipos técnicos
que elaboran los estudios de diagnóstico personal y sociofamiliar, con
el fiscal o con el juez según el momento, y con los responsables de la
ejecución de las medidas que se hayan dispuesto por sentencia. Nunca
es tarde, como lo indica el mismo Derecho Comparado21.
Claro está que para dar un nuevo sentido a la justicia juvenil, incluso
en el juzgamiento, hay que promover un giro indispensable que disponga
19 
Y que en Córdoba se fortalece con las reglas de oportunidad que admite el art.
13 bis del Código Procesal Penal, marco ritual que rige subsidiariamente en la
justicia juvenil.
20 
Hay niños que llegan al delito porque andan a la deriva, en acertada expresión
de David Matza (2014): “Delincuencia y deriva”, Ed. Siglo XXI, Bs.As. Sin embargo,
en nuestro medio sucede que son muchos los que zozobran en aguas de la anomia
en que los pone la miseria que conlleva una pobreza estructural que no tiene pausa
para el alivio ni salida como un mensaje de esperanza.
21 
Así ocurre en muchos países, entre ellos España (Ley Orgánica 5/2000 sobre
responsabilidad penal de los menores).

23
Victimo log í a

a todos sus operadores en consecuencia. El espíritu de confrontación


que mueve a las partes, o el de neutralidad que inspira al juez, deben
ceder en lo que aquí importa. Para restaurar hace falta cercanía, la apro-
ximación del adolescente a lo que ha hecho para descubrir todas sus
implicancias, la de quien ha sido víctima al que lo ha victimizado para
darle una oportunidad de rehacerse, la de las familias respectivas y la
sociedad toda a victimario y víctima para acompañarlos en esa empresa.
Si los mediadores o los facilitadores gravitan en el escenario extrajudicial,
son jueces, fiscales, defensores y demás funcionarios judiciales los que
deben hacerlo hacia adentro del proceso judicial.
Una cierta informalidad hace falta, porque la cercanía exige que se
atraviesen los muros que levantan las formas y las garantías propias del
proceso penal. No se trata de derribar formas y garantías que preservan
Derechos, sino hacer pausas o treguas que abran esos muros: encuentros
que trasciendan la distancia, la incomunicación, el desconocimiento inter-
personal. La conversación entre el juez y el transgresor puede mucho más
que mil alegatos, el arrepentimiento sincero y los gestos de compasión y
reparación hacia el ofendido valen mucho más que mil querellas, el acuerdo
personal entre el fiscal y el adolescente vale mucho más que mil condenas.

Conclusión.
En la Argentina va asomando una luz de esperanza. El conocimiento
de las ventajas que ofrecen las prácticas restaurativas se está difundiendo
y de a poco nos vamos aproximando al amanecer de una nueva justicia
juvenil.
En tanto UNICEF y las ONG trabajan por la desinstitucionalización
de los niños y adolescentes y la desjudicialización de los más pequeños
mediante la remisión a los entes administrativos de protección de Dere-
chos, el Ministerio de Justicia de la Nación lo hace para que el conflicto
social que vive nuestra sociedad y repercute en las transgresiones que
cometen con frecuencia los más vulnerables encuentre una respuesta
adecuada y eficaz en esas prácticas de recomposición de la trama social,
de sustitución de las penas que amputan por nuevos lazos que suturen
la herida que cada delito deja en la convivencia22.
22 
Por invitación de este Ministerio, una veintena de magistrados y funcionarios que
trabajan en las distintas jurisdicciones del país han tenido oportunidad de participar
en el Curso Avanzado sobre Justicia Juvenil que, con esta nueva orientación, brinda
la Universidad de Ginebra a distancia con el concurso de la Fundación “Terre des
Hommes”.

24
Ley Brisa. Ley de Reparación económica para las
Niñas, Niños y Adolescentes. Un escalón más con
Perspectiva Victimológica.

Dra. Matilde Sonia Alonso1


Argentina

El Congreso Argentino el día 04/07/2018 sancionó la Ley N° 27.452


titulada “Régimen de Reparación Económica para las Niñas, Niños y Adoles-
centes”, la que fue publicada en el Boletín Oficial del 26/07/2018 (BO N°
33919 Página 14) y con fecha 01/10/2018 el Poder Ejecutivo Nacional
dictó su Decreto Reglamentario N° 871/2018
La Ley 27452 se difundió bajo el nombre de “Ley Brisa” en tanto
reconoce en su origen la terrorífica situación padecida por una niña,
Brisa, de tan solo cinco años y sus hermanitos, gemelos dos años mayor
que ella, que siendo tan pequeños perdieron a su madre, asesinada a
golpes por su pareja, quien, además, descartó su cuerpo en una bolsa
arrojándola al río.
“Mediante la Ley N° 27.452 se creó el Régimen de Reparación Eco-
nómica destinado a niñas, niños y adolescentes, cuyo progenitor y/o pro-
genitora afín haya sido procesado y/o condenado como autor, coautor,
instigador o cómplice del delito de homicidio de su progenitora; o bien,
que la acción penal seguida contra su progenitor y/o progenitor afín, en la
causa penal donde se investigue el homicidio de su progenitora, se haya
declarado extinguida por muerte; o que cualquiera de sus progenitores
y/o progenitores afines haya fallecido a causa de violencia intrafamiliar
y/o de género”2

Perspectiva Victimológica.
Esta normativa puede ser considerada “un escalón más”, desde una
perspectiva Victimológica, tal como se consigna en el título de éste artí-
culo, en tanto reconoce Derechos y Garantías de personas víctimas. Se
1 
Dra. Matilde Sonia Alonso. Fiscal. Poder Judicial de la Provincia de Salta. Argen-
tina. Victimóloga.
2 
Decreto Reglamentario N° 871/2018. Poder Ejecutivo Nacional. 08/10/2018

25
Victimo log í a

recuerda que en el año 2017 el Congreso Nacional dictó la Ley 27.372,


sobre Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, que
fuera oportunamente comentada3, la que marca un positivo avance a
nivel nacional. Cabe destacar que, normas como las mencionadas, de-
ben ser ampliamente difundidas para que los operadores del Derecho,
profesionales de otras disciplinas y las personas en general, puedan
estar informados y hacer de estas leyes, instrumentos útiles para la re-
clamación de los Derechos y garantías que les reconocen a las víctimas;
logrando Acceso a Justicia y posibilitando que la Tutela Judicial Efectiva y
Diferenciada, sea realidad y no simples discursos vacíos de contenidos
y aplicación real.
Progenitora; Progenitores; Progenitor Afín. La ley contempla
la situación en que la muerte de la “progenitora” “progenitores y/o pro-
genitores afines” haya sido producida por el progenitor o “progenitor
afín”, en un contexto de violencia intrafamiliar y/o de género.
El término “progenitora” “progenitores” puede responder a un
primer sentido: “pariente en línea recta ascendente de una persona”,
o, a los otros dos significados que le atribuye la Real Academia de la
Lengua Española (RAE): “2. m. y f. Biol. Ser vivo que origina a otro; 3. m.
pl. El padre y la madre”4. Se infiere que la ley comentada responde al
primer sentido dado por la RAE: “pariente en línea recta ascendente de
una persona”, en tanto engloba diversos supuestos contemplados en los
tres incisos del primer artículo de la norma5
La Ley 27.452 incorpora al “progenitor afín”, figura contemplada en
el Código Civil y Comercial de la Nación6, en coherencia con la regula-

3 
Alonso, Matilde Sonia. Artículo: “Ley de Derechos y Garantías de las Personas Víc-
timas de Delitos. Ley 27372. Argentina” Páginas 155/166. Libro: “Serie Victimología”
N° 21 “Niños – Adolescentes. Extraviados – No Localizados – Desaparecidos” Hilda
Marchiori. Directora. Encuentro, Grupo Editor. Córdoba. Argentina. Octubre 2017
4 
http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=progenitor
5 
Ley 27.452/18. Artículo 1°- Objeto. Créase el Régimen de Reparación Económica
para las niñas, niños y adolescentes cuando: a) Su progenitor y/o progenitor afín haya
sido procesado y/o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice del delito
de homicidio de su progenitora; b) La acción penal seguida contra su progenitor y/o
progenitor afín, en la causa penal donde se investigue el homicidio de su progenito-
ra, se haya declarado extinguida por muerte; c) Cualquiera de sus progenitores y/o
progenitores afines haya fallecido a causa de violencia intrafamiliar y/o de género.
6 
Código Civil. Ley 26.994/14. “Artículo 672. Progenitor afín. Se denomina proge-
nitor afín al cónyuge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el cuidado
personal del niño o adolescente.”

26
Matilde Sonia Alonso

ción de las responsabilidades, deberes y Derechos que contempla para


ese adulto. Este integrante del centro de vida del niño es considerado
un sujeto responsable, referente afectivo y significativo en la vida de un
niño, niña y adolescente7.
Homicidio. La ley refiere a la muerte de la progenitora, el proge-
nitor o progenitor afín a causa de violencia intrafamiliar y/o de género
bajo la carátula de “homicidio”.
El texto de la ley en comentario no habla de “femicidio”, “femini-
cidio”, “transfemicidio” o “travesticidio” sino de “homicidio”. Más allá
de la terminología utilizada y sin entrar en su análisis, se puede deducir
que el legislador establece un marco regulatorio suficientemente amplio
que incluya todas las carátulas o tipificaciones penales contenidas en
Averiguación Preliminar; Sumarios; Expedientes;Autos de Procesamien-
tos; Decretos de Imputación; Sentencias Condenatorias; etc. con que
se desarrollen los procesos penales a partir de la muerte violenta de
progenitores en contexto de violencia intrafamiliar y/o de género, en
todo el vasto territorio nacional, y conforme sus diversos sistemas de
enjuiciamiento penal vigentes en la actualidad.
Casos contemplados. La Ley Brisa plantea en el primer inciso
del artículo 1°, que la regulación del beneficio procede cuando se haya
dictado el procesamiento (Imputación Penal) y en casos de sentencia
condenatoria firme como autor, coautor, instigador o cómplice del delito
de homicidio de su progenitora. Atendiendo a los tiempos que insumen
realmente los procesos penales, desde la denuncia a la sentencia con-
denatoria firme, resulta destacable que el beneficio se genere a partir
del Auto de Procesamiento. Resulta también importante la inclusión
de las distintas formas de participación en el delito de homicidio de la
progenitora contempladas por la Ley en el artículo 1°, inciso a)8: “autor,
coautor, instigador o cómplice”. Los reportes penales de casos como

7 
Código Civil. Ley 26.994/14. “Artículo 673. El cónyuge o conviviente de un proge-
nitor debe cooperar en la crianza y educación de los hijos del otro, realizar los actos
cotidianos relativos a su formación en el ámbito doméstico y adoptar decisiones ante
situaciones de urgencia. En caso de desacuerdo entre el progenitor y su cónyuge
o conviviente prevalece el criterio del progenitor. Esta colaboración no afecta los
Derechos de los titulares de la responsabilidad parental.”
8 
Ley 27.452/18. “Artículo 1°- Objeto. Créase el Régimen de Reparación Económica
para las niñas, niños y adolescentes cuando: a) Su progenitor y/o progenitor afín
haya sido procesado y/o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice
del delito de homicidio de su progenitora;”

27
Victimo log í a

los que contempla esta Ley nos permiten afirmar que los femicidas/
homicidas pueden tener diversas formas de participación en el delito,
siendo todas igualmente tenidas en cuenta a los efectos de proteger a
las víctimas con el Régimen de Reparación Económica previsto por la
Ley Brisa.
La Ley 27.452 incluye en el inciso b) del artículo 1°, aquellos casos
en que la acción penal se declara extinguida por la muerte del victima-
rio9, casos de femicidios/homicidios seguidos de suicidio o cuando el
fallecimiento se produce con posterioridad al inicio de la causa penal.
Situaciones que, lamentablemente con frecuencia, llegan al sistema de
justicia penal por las cuales niñas, niños, adolescentes y personas ma-
yores con discapacidad, a partir del acto luctuoso, quedan privados de
ambos progenitores con lo que tal pérdida implica para cada una de esas
personas en sus especiales condiciones de vulnerabilidad.
El Artículo 1° de la Ley 27.452, en el inciso c) establece el tercer su-
puesto en el que se aplica el Régimen de Reparación Económica, cuando
“Cualquiera de sus progenitores y/o progenitores afines haya fallecido
a causa de violencia intrafamiliar y/o de género.” Este inciso establece
una amplitud en cuanto a los sujetos que dan origen al Régimen, como
al contexto en el que los casos se enmarcan, es decir en el ámbito de la
violencia intrafamiliar y/o de género. Serán, seguramente, muy diversos
los casos que puedan quedar subsumidos en este inciso.
Beneficiarios, Titulares. La norma define como Beneficiarios de
la Ley 27.452 a la persona menor de 21 años cuya/os Progenitora/es
muere por violencia intrafamiliar y/o de género. Si bien la mayoría de edad
en la República Argentina se alcanza a los 18 años de edad a partir del
año 2010, el Código Civil y Comercial de la Nación, desde el año 2015,
establece la obligación alimentaria de los responsables parentales, en
principio, hasta los 21 años10 y hasta los 25 años mientras éstos prosigan
sus estudios o preparación profesional11. Resulta por lo menos llamativo,

9 
Ley 27.452/18. “Artículo 1°. b) La acción penal seguida contra su progenitor y/o
progenitor afín, en la causa penal donde se investigue el homicidio de su progeni-
tora, se haya declarado extinguida por muerte;
10 
Código Civil. Ley 26.994/14. “Artículo 662. El progenitor que convive con el hijo
mayor de edad tiene legitimación para obtener la contribución del otro hasta que
el hijo cumpla veintiún años.”
11 
Código Civil. Ley 26.994/14. “Artículo 663. La obligación de los progenitores
de proveer recursos al hijo subsiste hasta que éste alcance la edad de veinticinco
años, si la prosecución de estudios o preparación profesional de un arte u oficio,

28
Matilde Sonia Alonso

que la norma reconozca el beneficio de esta ley hasta los 21 y no hasta


los 25 años en armonía con la regulación civil alimentaria, en tanto el
apoyo de los responsables parentales (progenitora/es y progenitores
afines) se ha fundamentado como necesario hasta que el joven logre su
preparación profesional, cada vez con mayores exigencias de carreras
de grado y posgrado. Se entiende que, si los progenitores estarían pre-
sentes, sus hijos podrían haber sido sostenidos económicamente hasta
alcanzar las metas de preparación profesional, garantizada por medio de
la responsabilidad alimentaria contemplada en la legislación civil actual
hasta los 25 años. En el caso de recibir el beneficio contemplado por la
Ley 27.452, los hijos cuentan con menores posibilidades en tanto solo
se extiende hasta los 21 años. Se observa que la norma implica menor
protección a la luz de los principios de no regresividad y de progresividad
de los Derechos Humanos Fundamentales.
En el artículo 6°, la Ley Brisa incluye como Beneficiarios también a
las personas con discapacidad en reconocimiento a la protección de sus
Derechos como grupo especialmente vulnerable y a las necesidades que
presenta cada una de estas personas en su contexto familiar y social.
Requisitos en relación a los Beneficiarios/Titulares: La ley
establece que el requisito para la aplicación de la norma es la condi-
ción de hija/o y residente, remitiéndonos a la legislación específica que
conceptualiza la condición de residente12. Precisa la Ley 25.871/04 que

le impide proveerse de medios necesarios para sostenerse independientemente.”


12 
Ley 25871/04. Artículo 22. Se considerará “residente permanente” a todo ex-
tranjero que, con el propósito de establecerse definitivamente en el país, obtenga
de la Dirección Nacional de Migraciones una admisión en tal carácter. Asimismo, se
considerarán residentes permanentes los inmigrantes parientes de ciudadanos ar-
gentinos, nativos o por opción, entendiéndose como tales al cónyuge, hijos y padres.
A los hijos de argentinos nativos o por opción que nacieren en el extranjero se les
reconoce la condición de residentes permanentes. Las autoridades permitirán su
libre ingreso y permanencia en el territorio. Artículo 23. Se considerarán “residentes
temporarios” todos aquellos extranjeros que, bajo las condiciones que establezca
la reglamentación, ingresen al país en las siguientes subcategorías: a) Trabajador
migrante: quien ingrese al país para dedicarse al ejercicio de alguna actividad lícita,
remunerada, con autorización para permanecer en el país por un máximo de tres (3)
años, prorrogables, con entradas y salidas múltiples, con permiso para trabajar bajo
relación de dependencia; b) Rentista: quien solvente su estadía en el país con recursos
propios traídos desde el exterior, de las rentas que éstos produzcan o de cualquier
otro ingreso lícito proveniente de fuentes externas. Podrá concederse un término
de residencia de hasta tres (3) años, prorrogables, con entradas y salidas múltiples;
c) Pensionado: quien perciba de un gobierno o de organismos internacionales o de
empresas particulares por servicios prestados en el exterior, una pensión cuyo monto

29
Victimo log í a

la persona que reclame el régimen de reparación debe presentar una


le permita un ingreso pecuniario regular y permanente en el país. Podrá concederse
un término de residencia de hasta tres (3) años, prorrogables, con entradas y salidas
múltiples; d) Inversionista: quien aporte sus propios bienes para realizar actividades
de interés para el país. Podrá concederse un término de residencia de hasta tres (3)
años, prorrogables, con entradas y salidas múltiples; e) Científicos y personal espe-
cializado: quienes se dediquen a actividades científicas, de investigación, técnicas, o
de asesoría, contratados por entidades públicas o privadas para efectuar trabajos de
su especialidad. De igual forma, directivos, técnicos y personal administrativo de en-
tidades públicas o privadas extranjeras de carácter comercial o industrial, trasladados
desde el exterior para cubrir cargos específicos en sus empresas y que devenguen
honorarios o salarios en la República Argentina. Podrá concederse un término de
residencia de hasta tres (3) años, prorrogables, con entradas y salidas múltiples; f)
Deportistas y artistas: contratados en razón de su especialidad por personas físicas
o jurídicas que desarrollan actividades en el país. Podrá concederse un término de
residencia de hasta tres (3) años, prorrogables, con entradas y salidas múltiples; g)
Religiosos de cultos reconocidos oficialmente, con personería jurídica expedida por
el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, que ingresen
al país para desarrollar en forma exclusiva actividades propias de su culto. Podrá con-
cederse un término de residencia de hasta tres (3) años, prorrogables, con entradas
y salidas múltiples; h) Pacientes bajo tratamientos médicos: para atender problemas
de salud en establecimientos sanitarios públicos o privados, con autorización para
permanecer en el país por un año, prorrogable, con entradas y salidas múltiples. En
caso de personas menores de edad, discapacitados o enfermos que por la importancia
de su patología debieran permanecer con acompañantes, esta autorización se hará
extensiva a los familiares directos, representante legal o curador; i) Académicos:
para quienes ingresen al país en virtud de acuerdos académicos celebrados entre
instituciones de educación superior en áreas especializadas, bajo la responsabilidad
del centro superior contratante. Su vigencia será por el término de hasta un (1) año,
prorrogable por idéntico período cada uno, con autorización de entradas y salidas
múltiples; j) Estudiantes: quienes ingresen al país para cursar estudios secundarios,
terciarios, universitarios o especializados reconocidos, como alumnos regulares en
establecimientos educativos públicos o privados reconocidos oficialmente, con au-
torización para permanecer en el país por dos (2) años, prorrogables, con entradas
y salidas múltiples. El interesado deberá demostrar la inscripción en la institución
educativa en la que cursará sus estudios y, para las sucesivas renovaciones, certifi-
cación de su condición de estudiante regular; k) Asilados y refugiados: Aquellos que
fueren reconocidos como refugiados o asilados se les concederá autorización para
residir en el país por el término de dos (2) años, prorrogables cuantas veces la auto-
ridad de aplicación en materia de asilo y refugio lo estime necesario, atendiendo a
las circunstancias que determine la legislación vigente en la materia; l) Nacionalidad:
Ciudadanos nativos de Estados Parte del MERCOSUR, Chile y Bolivia, con autorización
para permanecer en el país por dos (2) años, prorrogables con entradas y salidas
múltiples; m) Razones Humanitarias: Extranjeros que invoquen razones humanita-
rias que justifiquen a juicio de la Dirección Nacional de Migraciones un tratamiento
especial; n) Especiales: Quienes ingresen al país por razones no contempladas en los
incisos anteriores y que sean consideradas de interés por el Ministerio del Interior y
el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.

30
Matilde Sonia Alonso

residencia mínima de dos (2) años de manera ininterrumpida y continua,


presentando constancia de domicilio actualizada de autoridad competen-
te. Como consecuencia de ello establece que la no residencia por dos
años (“ausencia ininterrumpida y continua por más de dos (2) años del
territorio”) genera la caducidad del Régimen de Reparación Económica.
Habrá que estar atentos a casos que pueden presentar características
particulares, como por ejemplo personas, menores de edad o discapaci-
tadas, que por cuestiones de salud, educación, etc., deban ausentarse del
país por periodos prolongados y que por tales razones puedan quedar
privados de percibir el beneficio de reparación económica. La casuística
seguramente habilitará nuevas reflexiones y comentarios.
Por otra parte, en caso de Personas con Discapacidad, requiere la
norma en análisis que la discapacidad se documente con la presentación
del Certificado Único de Discapacidad vigente, emitido por autoridad
competente. El estado de discapacidad del Beneficiario se considerará
al momento en que se produce el delito.
Características del Beneficio. Se trata de un beneficio de ca-
rácter Individual, es decir que se otorga por cada hijo/a y/o persona
con discapacidad; tiene carácter Personalísimo y se extingue con el
fallecimiento del titular, sin que genere derechohabientes de la prestación,
siendo Intransferible por cualquier acto.
El Titular del Régimen determinado por la Ley 27.452 es la persona
beneficiaria, como antes se menciona. Hasta que el beneficiario cumpla
los dieciocho años, el adulto guardador, tutor, curador, apoyo, adoptante,
se encuentra habilitado a cobrar el beneficio. A partir de los dieciocho
años cumplidos, únicamente cobra el Beneficiario Titular, salvo las cir-
cunstancias en que, además presente una discapacidad que le restrinja
la posibilidad de gestionar el cobro por sí mismo.
De modo especial, la ley prevé que nunca el procesado o condenado
estará habilitado al cobro de los beneficios cuyos titulares son las personas
menores o con discapacidad.
En todos los casos que quien recibe el cobro del beneficio sea su
responsable parental o un adulto habilitado al cobro, el habilitado al
cobro deberá “acreditar” tener a cargo a la persona beneficiaria.
Otras Características. La Ley fija otros rasgos distintivos del
beneficio previsto por la Ley Brisa. Entre ellos, determina su Inembar-
gabilidad, aspecto protectivo de Derechos que merece destacarse.

31
Victimo log í a

Establece también que se trata de un haber jubilatorio mínimo


con sus incrementos móviles. Esta última determinación legal, en
tiempos como los que vive el país, resulta de gran trascendencia ante
la escalada inflacionaria vigente y la rápida pérdida del valor adquisitivo
de cualquier suma que no contenga cláusulas de movilidad. Se destaca
que se trata de un beneficio igual, para cualquiera de los diversos casos
contemplados en los tres incisos del artículo 1° de la Ley. Ello implica que
es un monto fijo que no varía atendiendo a las específicas condiciones
de vulnerabilidad y necesidades especiales de cada persona beneficiaria,
como la edad, la discapacidad, condición socioeconómica, etc.
Otra particularidad que debe resaltarse es que el Beneficio es
Retroactivo. El beneficio tiene aplicación “retroactiva al momento de
cometerse el delito, aunque el mismo se hubiera cometido con ante-
rioridad a la sanción de la ley”. Establece la reglamentación que “Para
los supuestos en donde la comisión del delito que origina la reparación
económica se haya producido con anterioridad a la sanción de la Ley
N° 27.452, su aplicación será retroactiva a la fecha de la promulgación.”
Prevé, además, que los beneficiarios tendrán Cobertura integral
de salud hasta los 21 años. La cobertura integral de salud a la que
tienen derecho los destinatarios/as será brindada mediante el Sistema
de Salud Público.
La norma establece la garantía prioritaria de la atención integral y
acceso bajo sanción de incumplimiento de los deberes de funcionario pú-
blico que no actuaran en consecuencia13. Las realidades nos demuestran
que las garantías de accesibilidad de los grupos vulnerables no siempre
encuentran plena satisfacción en los diversos espacios institucionales.
Consecuentemente, en muchos casos, tampoco se visualizan, reclaman,
denuncian, los incumplimientos de la garantía de accesibilidad pregonada
en normas como la que nos ocupa.Vulnerabilidades vulneradas no es solo
cacofonía o reiteración de términos, también es pura y dolorosa realidad.
El límite de cobertura de salud integral hasta los 21 años, merece

13 
Ley 27452/18. Artículo 10.- Atención integral. El Estado Nacional debe imple-
mentar en forma urgente todas las medidas necesarias a fin de garantizar en forma
prioritaria la atención integral de los/as destinatarios/as del Régimen instituido por
la presente ley. El funcionario o funcionaria que incumpla las acciones tendientes
a asegurar la reparación económica aquí prevista, es considerado/a incurso/a en
el tipo penal de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

32
Matilde Sonia Alonso

la misma reflexión que la antes efectuada, refiriendo nuevamente a la


obligatoria prestación alimentaria legalmente vigente. En tal sentido el
Código Civil y Comercial determina que “La obligación de los proge-
nitores de proveer recursos al hijo subsiste hasta que éste alcance la
edad de veinticinco años, si la prosecución de estudios o preparación
profesional de un arte u oficio, le impide proveerse de medios necesarios
para sostenerse independientemente.”14
La ley garantiza a los beneficiarios de éste régimen de reparación
económica, la continuidad de las otras coberturas de salud que ya venían
percibiendo15.
Extinción de la Reparación Económica: se prevé que el benefi-
cio se extingue en casos de absolución o sobreseimiento del progenitor,
progenitor afín, que había sido señalado como autor, coautor, instigador
o cómplice. La ley dispone de modo muy claro que los montos que se
hubieran percibido no son reintegrables. Comparte, en este aspecto, la
naturaleza de las cuestiones alimentarias, en tanto los montos percibidos
no deben ser restituidos por el Beneficiario/Titular, ni podrá exigirse
su reembolso.
Compatibilidad de Beneficios. Dispone la norma en comentario
que existe compatibilidad entre el beneficio previsto en la Ley Brisa y
la Asignación Universal por Hijo, las Asignaciones Familiares; los Alimentos
u otras que pueda percibir el beneficiario. Esta disposición resulta muy
relevante, atendiendo a las circunstancias en las que se encuentran las
personas (menores de edad o discapacitadas) que dependían de quien/
es perdieron la vida, como también a las situaciones que las víctimas be-
neficiadas con este Régimen, deben atravesar ante las modificaciones en
su centro de vida y atendiendo a los distintos escenarios que se puedan
presentar (mudanzas de domicilio, de establecimientos educativos, etc.)
Reparación económica: La misma ley define que el beneficio regu-
lado no tiene carácter indemnizatorio ni de reparación integral. Por ello
resulta incompatible con beneficios otorgados por el Estado Nacional,
Provincial y/o Municipal, que tengan carácter reparatorio originado en

Código Civil. Ley 26.994/14. Artículo 663


14 

Ley 27452/18. Artículo 9°. Aquellas personas menores de veintiún (21) años o
15 

personas con discapacidad que posean una cobertura integral de salud de medici-
na prepaga o de obras sociales, la siguen percibiendo en los términos de las leyes
23.660 y 26.682.

33
Victimo log í a

el mismo hecho. Dispone que en tales casos de posible concurrencia


de beneficios, el destinatario (Beneficiario – Titular) deberá ejercer su
derecho a optar por uno de ellos.
Cabe afirmar que el Derecho a la Reparación es, sin lugar a dudas, un
Derecho Constitucional (art 33 de la Constitución Nacional) reconocido
en precedentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, más allá
de que el productor del daño por acción u omisión sea un particular
o el estado como garante primario de los Derechos y garantías de
las personas en su ámbito territorial (Fallos “Santa Coloma”, “Luján”,
“Gunther”, “Aquino”, “Ontiveros”)16
A nivel provincial se destaca que la Ley N° 5861 de Ciudad Autónoma
de Buenos Aires prevé un régimen similar, en tanto existe un proyecto
de Ley en igual sentido en la Provincia de Salta.
Autoridad de Aplicación. La reglamentación de la Ley Brisa dis-
pone que la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF) es
la Autoridad de Aplicación de la norma y quien administra los recursos.
Señala también que la Administración Nacional de la Seguridad Social
(ANSES) es quien tiene a su cargo la tramitación administrativa, liqui-
dación y puesta al pago de la prestación.
El artículo 4° de la reglamentación establece una Comisión Perma-
nente de Seguimiento de la Ley N° 27.452 que tendrá por finalidad su
monitoreo y control. Determina que dicha Comisión estará integrada
por representantes de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia
y Familia (SENNAF), el Instituto Nacional de las Mujeres y la Adminis-
tración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). Señala que esta Co-
misión es el “órgano encargado de promover el seguimiento social de
los menores, su ámbito familiar y de los/las guardadores/as, tutores/as,
curadores/as, adoptantes, priorizando las solicitudes de los destinatarios/
as que acrediten situación o riesgo de vulnerabilidad socio-económica”.
Habrá que atender a las funciones que aquí se determinan y al modo
que las mismas se efectivizarán, en especial, al modo que se coordinarán
en el ámbito de la SENNAF, quien tiene a su cargo la aplicación de Ley
Nacional de protección de Derechos de niñas, niños y adolescentes

16 
Pizarro, Ramón. El derecho a la reparación integral desde la perspectiva cons-
titucional. file:///C:/Users/Optimus/Downloads/artmodernasfronterasresponsa-
bilidadcivil.pdf

34
Matilde Sonia Alonso

en el ámbito nacional. En todas las acciones que se desarrollen deberá


siempre atenderse al Superior Interés del Niño, principio Constitucional,
al que prioritariamente deberá atenderse
Asimismo, la norma reglamentaria preceptúa en el artículo 5°, b) que
la SENNAF deberá “Realizar un seguimiento periódico de la situación
penal del progenitor/a procesado y/o condenado como autor, coautor,
instigador o cómplice del delito de homicidio, debiendo informar a la
Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) cualquier situa-
ción que implique modificar lo concerniente al pago de la prestación”.
Cabe consignar que todos los resguardos que la ley establece,
aparecen como normas protectoras de Derechos de quienes resultan
beneficiarios del Régimen de la Ley Brisa. Un elemento esencial en la
consideración del cumplimiento adecuado de la norma será el tiempo
en que el beneficio se materialice efectivamente para los beneficiarios.
La casuística irá determinando si el objetivo anunciado se cumple en la
medida de lo programado.
La norma establece un régimen de Reparación a tantas víctimas
directas: niñas, niños, adolescentes y personas con discapacidad a quie-
nes se les privó, además, el derecho de vivir en su familia que tenían
constituida, integrada por su progenitora, progenitor, progenitor afín al
que se les quitó la vida.
Ante la sanción de esta norma pueden surgir algunas preguntas:
¿Estamos en presencia de una medida de acción positiva en el marco del
artículo 75, inciso 23 de la Constitución nacional?17 ¿Se enmarca la Ley
Brisa en el cumplimiento de una obligación estatal de reparación integral
ante la omisión de su deber de prevenir? ¿Responde al reconocimiento
de la vulnerabilidad de las víctimas en conformidad con las Reglas de
Brasilia18? ¿Obedece la ley al reconocimiento de la responsabilidad estatal
17 
Constitución Nacional. Artículo 75, inciso 23: “Legislar y promover medidas de
acción positivas que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el
pleno goce y ejercicio de los Derechos reconocidos por esta Constitución y por los
tratados internacionales vigentes sobre Derechos de los niños, las mujeres, los
ancianos y las personas con discapacidad. Dictar un régimen de seguridad social
especial e integral en protección del niño en situación de desamparo, desde el
embarazo hasta la finalización del periodo de enseñanza elemental, y la madre
durante el embarazo y el tiempo de lactancia.”
18 
Reglas de Brasilia sobre acceso a la justicia de las personas en condición de vul-
nerabilidad. XIV Cumbre Judicial Iberoamericana Brasilia, 4 a 6 de marzo de 2008.

35
Victimo log í a

en garantizar la protección integral de los Derechos de niñas, niños y


adolescentes a partir de la Convención sobre los Derechos del Niño y
todo el bloque de constitucionalidad?
El régimen de Reparación económica a niños, niñas, adolescentes
y personas con discapacidad es una medida de acción positiva; es un
modo de reparación que no agota la responsabilidad estatal frente a
estos asesinatos; atiende a la vulnerabilidad y al respeto de los principios,
Derechos y Garantías de las personas a quienes designa beneficiarios –
titulares (niñas, niños, adolescentes y personas con discapacidad).
Con perspectiva de género se puede afirmar que matar a una mujer
por el hecho de ser mujer no solo es un femicidio, también devela la
falta del estado en su deber integral de prevención, obligación con rango
constitucional19. Es, entonces, la violencia contra la mujer y la violencia
familiar uno de los fundamentos de la Reparación. La provincia de Salta,
Argentina, declaró legislativamente la emergencia social en materia de
violencia de género desde el año 2014, renovándola en el año 2016 y
en el año 2018. Muestra cabal del reconocimiento del flagelo, de la res-
ponsabilidad estatal y de la ausencia de políticas integrales eficientes en
materia de prevención, sanción y erradicación de una problemática que
no cesa de causar estragos. La norma que nos ocupa es un paliativo más,
ayuda, claro que sí. No obstante, se debe apuntar a la prevención con
mayor fuerza que nunca, para no seguir curando débilmente las graves
heridas que ocasionan la violencia intrafamiliar y de género al tejido social.

19
  Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer. Convención de Belem do Para. 1995. Argentina: Ley 24.632/1996;
Convención sobre Eliminación de la Discriminación de la Mujer. Argentina: Ley
23.179/1985. Constitución Nacional, artículo 75, inciso 22-

RÉGIMEN DE REPARACIÓN ECONÓMICA PARA LAS NIÑAS, NIÑOS Y


ADOLESCENTES
Ley 27452
Disposiciones Generales.
El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso,
etc. sancionan con fuerza de Ley:
CAPÍTULO I
Disposiciones generales
Artículo 1°- Objeto. Créase el Régimen de Reparación Económica para las
niñas, niños y adolescentes cuando:
a) Su progenitor y/o progenitor afín haya sido procesado y/o condenado como

36
Matilde Sonia Alonso

autor, coautor, instigador o cómplice del delito de homicidio de su progenitora;


b) La acción penal seguida contra su progenitor y/o progenitor afín, en la
causa penal donde se investigue el homicidio de su progenitora, se haya declarado
extinguida por muerte;
c) Cualquiera de sus progenitores y/o progenitores afines haya fallecido a causa
de violencia intrafamiliar y/o de género.
Artículo 2°- Destinatarios/as. Son destinatarias y destinatarios de la Reparación
Económica las personas menores de veintiún (21) años o personas con discapacidad
que cumplan los siguientes requisitos:
a) Ser hijo/a de la progenitora fallecida según lo establecido en el artículo 1°
de la presente ley;
b) Ser hijo/a de algún progenitor fallecido a causa de violencia intrafamiliar
y/o de género;
c) Ser argentino o residente de acuerdo con el artículo 22 y 23 de la ley 25.871.
CAPÍTULO II -
De la Reparación Económica
Artículo 3°- Monto. Pago. Retroactividad. La reparación económica establecida
en la presente ley, debe ser abonada por el Estado Nacional mensualmente, por
un valor equivalente a un haber jubilatorio mínimo, con sus incrementos móviles
establecidos en la ley 26.417. La misma es inembargable y se abona por cada persona
menor de veintiún (21) años o con discapacidad siendo retroactiva al momento
de cometerse el delito, aunque el mismo se hubiera cometido con anterioridad a
la sanción de la ley.
Artículo 4°- Extinción. La percepción de la reparación económica sólo se extin-
gue en caso del sobreseimiento o la absolución del/la progenitor/a y/o progenitor/a
afín procesado/a como autor/a, coautor/a, instigador/a o cómplice del delito de
homicidio respecto de la progenitora y/o progenitora afín de los/as hijos/as en
común. En estos casos, la autoridad de aplicación no podrá reclamar la devolución
de los montos percibidos. Para los/as destinatarios/as contemplados en el inciso
c) del artículo 2° de la presente ley, la ausencia ininterrumpida y continua por más
de dos (2) años del territorio, hace caducar la prestación.
Artículo 5°- Compatibilidad. La reparación económica es compatible con la
Asignación Universal por Hijo, con el régimen de Asignaciones Familiares, con las
pensiones de las que las niñas, niños y adolescentes sean beneficiarias/os, con el
régimen de alimentos que perciban por parte de su progenitor/a y/o progenitor/a
afín u otro familiar, y/o con cualquier otra prestación de la cual sean destinatarios/as.
Artículo 6°- Titularidad. Cobro. Los titulares de la reparación son las personas
menores de veintiún (21) años o personas con discapacidad, destinatarios/as de la
prestación y esta debe ser percibida por la persona que se encuentre a su cuidado,
sea guardador/a, tutor/a, curador/a, o adoptante.Al cumplir los dieciocho (18) años,
las/os titulares de la prestación la perciben directamente.
Por ningún motivo la prestación puede ser percibida por quien haya sido pro-
cesado y/o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice del delito de
homicidio cometido contra alguno de los progenitores y/o progenitores afines de
las niñas, niños y adolescentes que resulten destinatarios de la misma.

37
Victimo log í a

Artículo 7°- Administración. Para hacer efectiva la reparación económica, las


personas que administren la prestación deben acreditar ante la Autoridad de Apli-
cación tener a su cargo a la niña, niño o adolescente.
En el supuesto de personas con discapacidad, deberán presentar el certificado
único de discapacidad emitido por autoridad competente.
CAPÍTULO III
Del financiamiento
Artículo 8°- Recursos. Los recursos que demande el cumplimiento de la
presente ley deben incorporarse a las partidas del Presupuesto General de la
Administración Nacional que correspondan.
Se autoriza al Poder Ejecutivo nacional a realizar las asignaciones y modificacio-
nes presupuestarias pertinentes en el Presupuesto General de Gastos y Cálculos
de Recursos para hacer efectivo el cumplimiento de la presente ley.
CAPÍTULO IV
De la cobertura integral de salud y de la atención integral
Artículo 9°- Cobertura integral de salud. Las personas menores de veintiún
(21) años o personas con discapacidad destinatarias/os tienen derecho a que el
Estado nacional les asigne una cobertura integral de salud, la cual debe cubrir todas
las necesidades de atención de su salud física y psíquica.
Aquellas personas menores de veintiún (21) años o personas con discapacidad
que posean una cobertura integral de salud de medicina prepaga o de obras sociales,
la siguen percibiendo en los términos de las leyes 23.660 y 26.682.
Artículo 10.- Atención integral. El Estado Nacional debe implementar en forma
urgente todas las medidas necesarias a fin de garantizar en forma prioritaria la
atención integral de los/as destinatarios/as del Régimen instituido por la presente
ley. El funcionario o funcionaria que incumpla las acciones tendientes a asegurar la
reparación económica aquí prevista, es considerado/a incurso/a en el tipo penal de
incumplimiento de los deberes de funcionario público.
CAPÍTULO V
De la autoridad de aplicación
Artículo 11.- Definición. El Poder Ejecutivo nacional debe determinar la Auto-
ridad de Aplicación a los efectos de garantizar los objetivos previstos por esta ley.
Artículo 12.- Seguimiento y control. El Poder Ejecutivo nacional a través de
la autoridad de aplicación tiene a su cargo el seguimiento y control de la presente
ley. A tal fin pueden intervenir los organismos competentes en la protección in-
tegral de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes de conformidad con las
disposiciones de la ley 26.061
CAPÍTULO VI
Disposiciones finales
Artículo 13.- Vigencia. La presente ley entra en vigencia a partir de su publica-
ción en el Boletín Oficial y el Poder Ejecutivo deberá reglamentarla dentro de los
treinta (30) días de su publicación.
Artículo 14.- Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN
BUENOS AIRES, EL 04 JULIO 2018.

38
Matilde Sonia Alonso

— REGISTRADO BAJO EL Nº 27452 —


MARTA G. MICHETTI - EMILIO MONZO - Eugenio Inchausti - Juan P.Tunessi

Decreto Reglamentario 871 / 2018. Poder Ejecutivo Nacional (P.E.N.). 2018-


10-01
RÉGIMEN DE REPARACIÓN ECONÓMICA PARA LAS NIÑAS, NIÑOS Y
ADOLESCENTES
Apruébase Reglamentación de la Ley Nº 27.452.
Ciudad de Buenos Aires, 28/09/2018
VISTO el Expediente N° EX-2018-43960464-APN-DNPYPI#SENNAF y la Ley
Nº 27.452, y, CONSIDERANDO:
Que mediante la Ley N° 27.452 se creó el Régimen de Reparación Económica
destinado a niñas, niños y adolescentes, cuyo progenitor y/o progenitor afín haya
sido procesado y/o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice del de-
lito de homicidio de su progenitora; o bien, que la acción penal seguida contra su
progenitor y/o progenitor afín, en la causa penal donde se investigue el homicidio
de su progenitora, se haya declarado extinguida por muerte; o que cualquiera de
sus progenitores y/o progenitores afines haya fallecido a causa de violencia intra-
familiar y/o de género.
Que el artículo 11 de la norma mencionada en el considerando precedente,
establece que el PODER EJECUTIVO NACIONAL debe determinar la Autoridad
de Aplicación, a los efectos de garantizar sus objetivos.
Que, asimismo, el artículo 13 de la Ley N° 27.452 dispone que el PODER
EJECUTIVO NACIONAL deberá reglamentarla dentro de los TREINTA (30) días
de su publicación en el Boletín Oficial.
Que a fin de lograr los objetivos perseguidos por la mencionada Ley, resulta me-
nester reglamentar aquellas disposiciones fundamentales para su efectiva aplicación.
Que han tomado la intervención de su competencia los Servicios Jurídicos
pertinentes.
Que el presente se dicta en uso de las atribuciones conferidas por el artículo
99, incisos 1 y 2 de la CONSTITUCIÓN NACIONAL.
Por ello, EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA. DECRETA:
ARTÍCULO 1°.- Apruébase la Reglamentación de la Ley Nº 27.452, que como
ANEXO IF-2018-48036744-APN-SENNAF#MSYDS, forma parte integrante del
presente Decreto.
ARTÍCULO 2°.- Facúltase al titular de la SECRETARÍA NACIONAL DE NIÑEZ,
ADOLESCENCIA Y FAMILIA (SENNAF), en su carácter de Autoridad de Aplicación
de la Ley N° 27.452, a dictar las normas aclaratorias y complementarias y todas
aquellas medidas que resultaren necesarias para su instrumentación, en el marco
de sus respectivas competencias.
ARTÍCULO 3°.- La SECRETARÍA NACIONAL DE NIÑEZ,ADOLESCENCIA Y
FAMILIA (SENNAF) es Autoridad de Aplicación de la Ley N° 27.452 y tendrá a su
cargo la administración de los recursos dispuestos para el cumplimiento de la misma.
La ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL (ANSES),
tendrá a su cargo la tramitación administrativa, liquidación y puesta al pago de la

39
Victimo log í a

prestación implementada por la Ley N° 27.452.


ARTÍCULO 4°.- Créase la Comisión Permanente de Seguimiento de la Ley N°
27.452 que tendrá por finalidad el monitoreo y control del Régimen de Reparación
Económica para niñas, niños y adolescentes.
Dicha Comisión será el órgano encargado de promover el seguimiento social
de los menores, su ámbito familiar y de los/las guardadores/as, tutores/as, curado-
res/as, adoptantes, priorizando las solicitudes de los destinatarios/as que acrediten
situación o riesgo de vulnerabilidad socio-económica.
La Comisión estará integrada por representantes de la SECRETARÍA NA-
CIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA (SENNAF), el INSTITUTO
NACIONAL DE LAS MUJERES y la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA
SEGURIDAD SOCIAL (ANSES).
La Comisión establecerá su propio régimen de funcionamiento y será presidida
por la SECRETARÍA NACIONAL DE NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA (SEN-
NAF), en su carácter de Autoridad de Aplicación de la Ley N° 27.452.
ARTÍCULO 5°.- GESTIÓN. Instrúyese a la SECRETARÍA NACIONAL DE
NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIA (SENNAF) a:
a. Informar mensualmente y certificar ante el organismo responsable de la
liquidación y pago de las reparaciones económicas acordadas el monto total referido
en el artículo 3° de la Ley N° 27.452, como, así también, a actualizar la información
brindada en caso de producirse variaciones o ajustes en la situación de la prestación.
b. Realizar un seguimiento periódico de la situación penal del progenitor/a
procesado y/o condenado como autor, coautor, instigador o cómplice del delito
de homicidio, debiendo informar a la ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA
SEGURIDAD SOCIAL (ANSES) cualquier situación que implique modificar lo
concerniente al pago de la prestación.
ARTÍCULO 6º.- Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCIÓN NACIONAL
DEL REGISTRO OFICIAL y archívese. MACRI - Marcos Peña - Carolina Stanley
NOTA: El/los Anexo/s que integra/n este(a) Decreto se publican en la edición
web del BORA -www.boletinoficial.gob.ar-
(Nota Infoleg: Los anexos referenciados en la presente norma han sido extraídos
de la edición web de Boletín Oficial)
e. 01/10/2018 N° 72904/18 v. 01/10/2018
ANEXO
ARTÍCULO 1°.- La Reparación Económica para niños, niñas y adolescentes se
aplicará cuando se cumplan los siguientes requisitos:
a. Su progenitor y/o progenitor afín haya sido procesado y/ o condenado.Tanto el
auto de procesamiento como la sentencia condenatoria deberán encontrarse firmes.
b. La extinción de la acción penal por causa de muerte, haya sido declarada
por autoridad judicial competente.
c. La causal de fallecimiento por violencia intrafamiliar y/o de género, haya sido
determinada por autoridad judicial competente.
ARTÍCULO 2°.- Los requisitos y formalidades para acreditar el vínculo reque-
rido para aplicación de los incisos a y b del artículo 2° de la Ley N° 27.452 serán
establecidos por la Autoridad de Aplicación.

40
Matilde Sonia Alonso

Las personas con discapacidad, deberán presentar el Certificado Único de


Discapacidad vigente, emitido por autoridad competente. El estado de discapacidad
se considerará al momento en que se produce el delito.
Los residentes referidos en el inciso c del artículo 2° de la Ley N° 27.452
deberán acreditar residencia mínima de DOS (2) años de manera ininterrumpida
y continua, presentando constancia de domicilio actualizada, emitida por la Policía
Federal Argentina u organismo público jurisdiccional competente.
ARTÍCULO 3°.- Los destinatarios de la reparación económica deberán cumplir
con los requisitos formales establecidos en esta reglamentación, y su normativa
complementaria al momento de promover su inclusión al régimen.
La reparación económica a favor de los destinatarios será retroactiva a la fecha
de la comisión del delito que la origina cuando este se produjo con posterioridad
a la sanción de la Ley N° 27.452.
Para los supuestos en donde la comisión del delito que origina la reparación
económica se haya producido con anterioridad a la sanción de la Ley N° 27.452,
su aplicación será retroactiva a la fecha de la promulgación.
ARTÍCULO 4°.- La Autoridad de Aplicación podrá determinar causales y plazos
de suspensión de la percepción de la reparación económica, sin que ello implique
la extinción del derecho.
ARTÍCULO 5°.- La reparación económica del régimen es incompatible con
beneficios otorgados por el Estado Nacional, Provincial y/o Municipal, que tengan
carácter reparatorio originado en el mismo hecho.
En tal supuesto, el destinatario deberá ejercer su derecho a optar por uno
de ellos.
ARTÍCULO 6°.- El derecho a la reparación económica otorgada bajo la órbita
de la Ley Nº 27.452 es personalísimo y se extingue con el fallecimiento del titular,
sin que genere derechohabientes de la prestación.
ARTÍCULO 7°.- El/la guardador/a, tutor/a, curador/a, o adoptante deberá acre-
ditar tal carácter respecto del destinatario/a mediante documentación fehaciente
emitida por autoridad judicial competente.
ARTÍCULO 8°.- Sin reglamentar.
ARTÍCULO 9°.- La cobertura integral de salud a la que tienen derecho los
destinatarios/as será brindada mediante el Sistema de Salud Público.
ARTÍCULO 10.- Sin reglamentar.

41
Objeto y método de la evaluación forense en los
delitos sexuales.

Prof. Dra. Ma. Isabel Salinas Chaud1


Chile

Evaluación Psicológica: Clínica vs. Forense.


Como ya es sabido, actualmente es posible establecer distinciones
en la evaluación psicológica, cuyos criterios de diferenciación están da-
dos por los objetivos que persigue, por el campo de aplicación de sus
resultados y por la definición particular del evaluador dado el setting en
el que actúa. Así encontramos tipos de evaluación tales como: laboral,
clínica, educativa y forense.
El factor común que presentan estas evaluaciones psicológicas
es que pertenecen al ámbito de las ciencias psicológicas, y por tanto
poseen una base epistemológica común, sin embargo, implican proce-
dimientos específicos que las hacen diferentes en base a los criterios
antes mencionados.
Al tomar como eje temático la evaluación forense, se hace indispen-
sable referirse al desarrollo que ésta ha tenido en materia de delitos
sexuales, observándose dos tendencias o líneas programáticas que nos
plantearán un problema epistemológico de base.
La primera de ellas, toma a la evaluación forense en los delitos
sexuales desde la perspectiva de la evaluación clínica tradicional. Desde
ahí, se han aplicado modelos teóricos que han alcanzado un gran re-
conocimiento en la comunidad científica. Entre los más destacados, se
encuentran: las teorías basadas en el Desorden de Estrés Postraumático
(Post traumatic Stress Disorder, PTSD), Wolf (1989); El Síndrome de
Acomodación en Niños Abusados Sexualmente (Child Sexual Abuse
Accomodation Sindrome, CSAAS), de Summit, (1983); Los Modelos
Traumatogénicos de Browne y Finkelhor (1985).
Todos estos modelos de corte explicativo, tienen en común que se
1 
Psicóloga con post-título en Psicología Clínica. Universidad de Chile. Especialista
en Victimología. Santiago de Chile. Chile.

43
Victimo log í a

desarrollan en torno a la sintomatología asociada a los delitos sexuales


infantiles, cuyos datos han sido recabados a través de observaciones
clínicas que se presentan en el contexto de un trabajo terapéutico, en
una población infantil dividida en casos en que el delito sexual ha sido
documentado y, en otra, en que sólo existe una sospecha.
Es indudable que estos modelos proporcionan un adecuado material
clínico, útil y coherente con objetivos terapéuticos generales, tales como,
tratar las secuelas del abuso. Sin embargo, el problema se suscita cuando
dicha evaluación clínica se extrapola a un contexto diferente, en este
caso al ámbito jurídico y se la pretende homologar a una evaluación
forense, entonces se intenta usar esta información como evidencia para
probar la ocurrencia del delito sexual, hasta llegar al extremo de usar un
síndrome psicológico, como por ejemplo, el PTSD para validar el ilícito.
Esto nos conduce a una idea de verdad como correspondencia
(Chalmers, 1982), donde algo es verdadero si corresponde a los hechos
(postura realista de la ciencia), así se establece una causalidad lineal entre
el síndrome psicológico y la comisión del delito, se aplica un razona-
miento deductivo partiendo de premisas que si se suponen verdaderas
su conclusión también lo será (Chalmers, 1982).
A partir de estos modelos teóricos se han desarrollado listas de sín-
tomas que se cotejan para fundamentar la existencia de un delito sexual,
las denominadas checklist, que a juicio de Fischer (1998), se presentan
inconvenientes de confiabilidad y validez y la ausencia de estudios em-
píricos que correlacionen los listados con los modelos teóricos desde
donde fueron extraídos.
Por su parte Summit (1983), respecto del CSAAS, ha señalado que
presenta limitaciones en el ámbito forense, ya que no se trata de una
enfermedad, más bien se define como una opinión clínica y no como
un instrumento científico diseñado para probar la ocurrencia de un
delito sexual, es decir, el CSAAS no diagnostica abuso sexual, y la razón
por la que no lo hace, es sencillamente porque el abuso sexual no es
un diagnóstico psicológico. En el año 1985, en EE.UU, cien expertos en
abuso sexual trabajaron en comunión para desarrollar los criterios para
el “síndrome del abuso sexual” con el objetivo de incluirlo en el Manual
Diagnóstico y Estadístico Tres Revisado (DSM III-R). Dicha iniciativa
fracasó (Sename, 2004), sin embargo, el intento se constituye en un
dato objetivo y válido para fundamentar la inexistencia de criterios que
constituyan un diagnóstico específico para el abuso sexual.
Por lo tanto, el problema no alude a la validez de los datos arroja-

44
Ma. Isabel Salinas Chaud

dos desde los modelos teóricos sintomáticos que utiliza la evaluación


clínica como metodología de trabajo, ya que en palabras de sus propios
autores (Summit, 1983; Finkelhor, 1985), sus modelos cumplen con el
propósito de proporcionar a los clínicos e investigadores bases teóricas
para conceptualizar la forma en que los delitos sexuales pueden afectar
el desarrollo de las capacidades cognitivas, afectivas y sociales de los
niños víctimas (Condemarín, 2005). De esa manera queda esclarecido
que si bien no es posible determinar un diagnóstico específico para estos
delitos, si es posible diagnosticar sus consecuencias psicológicas (Hewitt,
1990; Kendall-Tackett, 1993; Finkelhor y Berliner, 1995; McGuire, 2002).
Entonces, la conclusión que se desprende es que la evaluación clínica
es un eficaz instrumento para diagnosticar las consecuencias psicológi-
cas del delito sexual lo que es de utilidad, en el contexto jurídico, para
describir la evaluación del daño ocasionado por la acción del delito y,
también lo es, para despejar aquellas variables de sesgo asociadas a la
credibilidad del testimonio que tienden a la descalificación de los im-
plicados como testigos válidos. En este sentido y a modo de ejemplo la
retractación de un niño puede ser vinculada, desde el mundo jurídico, con
la motivación de entregar una declaración intencionalmente engañosa,
que lo invalidaría como testigo, sin embargo, la evaluación clínica podría
fundamentar que la retractación actúa como un síntoma cuya función
es adaptativa respecto de algo que posee una importancia superior para
el niño, y que se constituye en un indicador de daño.
Este argumento permite hacer una distinción importante entre la
psicología jurídica aplicada a la Victimología, (en el sentido que el sistema
jurídico genera y se enfrenta con víctima) y la Psicología Jurídica aplicada
a la evaluación forense. En ese orden de ideas, la evaluación de daño
requiere de los conocimientos y metodologías propias de la evaluación
clínica ya que el objetivo que persigue es diagnostica, para luego, reparar
las consecuencias de la acción del ilícito, en el contexto social y afectivo
de las relaciones donde la persona afectada existe. Siguiendo la lógica del
argumento, en ocasiones se observa que los psicólogos en Chile tienden
a unificar en un mismo informe resultados obtenidos desde perspectivas
distintas, sin hacer referencia alguna de que son los datos que sustentan
la evaluación de daño, los que son utilizados, inequívocamente, para
documentar la existencia del delito.
De esta forma se conceptualiza la evaluación forense desde la
perspectiva de la evaluación clínica, provocando una confusión de orden
epistemológico, que trae repercusiones serias para el ordenamiento

45
Victimo log í a

social.
La otra forma de aproximarse a la evaluación forense es desde la
perspectiva de la Psicología Jurídica.

La Evaluación Forense desde la Perspectiva de la Psicología


Jurídica.
Desde la perspectiva de la Psicología Jurídica, la evaluación forense
en los delitos sexuales tiene por objetivo la evaluación de procesos
psicológicos que permitan realizar predicciones acerca de la credibilidad
o veracidad del testimonio. Para ello, se vale de técnicas, la más desarro-
llada y probada (pero no la única), es el “análisis de contenido basado
en criterios”, más conocida por su sigla en inglés CBCA (Criteria-Based
Content Analysis). El CBCA surge en Alemania alrededor del año 1950
con las investigaciones del psicólogo Udo Undeusch (Raskin, 1994),
quien sostenía que era posible distinguir las declaraciones basadas en
una experiencia vivida de las basadas en una experiencia no vivida, o
dicho de otro modo, fue el primero en formular la hipótesis de que las
declaraciones basadas en algo ocurrido realmente, diferían sustancial-
mente de aquéllas fruto de la imaginación (Raskin, 1994).
El cúmulo de investigaciones que se desarrollaron para estudiar este
sistema, desembocaron en la creación de un protocolo denominado
“sistema de análisis de la validez de las declaraciones”, cuyas siglas en
inglés son SVA (Starment Validity Assesment). En la comunidad científica,
como también en algunas legislaciones como las de EE.UU y Alemania,
existe acuerdo en que el SVA es el mejor procedimiento para validar
el testimonio infantil en los casos de delitos sexuales (Horowitz, 1997;
Lamb, 1997). Este protocolo está diseñado para establecer la probabilidad
de que una declaración será veraz o creíble, si muestra criterios que
indiquen que está basada en hechos experimentados por el declarante,
con independencia de la mayor o menor precisión de dicha declaración.
Para Raskin y Esplín (1991), el SVA, es un protocolo desarrollado
en el contexto de la Psicología Forense para estimar la probabilidad de
que los relatos de los niños que señalan haber sido víctimas de un delito
sexual se ajusten a una experiencia vivida realmente. Por lo tanto, su
diseño contempla un set de técnicas que incluye:
a) Una entrevista semiestructurada que no sesgue las decla-
raciones o el relato de los hechos. El objetivo central será obtener el
máximo de información posible libre de contaminantes aportados por

46
Ma. Isabel Salinas Chaud

el entrevistador, es por esa razón que el formato de la entrevista es


relevante. En las entrevistas inestructuradas aumenta la probabilidad de
sugestión y la implantación de recuerdos al declarante (Condemarín,
2005). Es obvio sostener que el elemento central de la entrevista en una
evaluación forense, está referido a la ocurrencia de un evento particular,
por lo tanto la evaluación de los procesos psicológicos del entrevistado,
a diferencia de una evaluación clínica, está en estrecha relación con el
proceso psicológico específico: la memoria. Por tal razón, es importante
que la orientación de la evaluación, en este aspecto, contemple la inda-
gación sobre si la persona conoce la diferencia entre verdad y mentira;
si es confiable y exacto en reportar sus recuerdos; y la calidad de la
memoria para retratar lo experimentado (Condemarín, 2005).
Así, tenemos que la evaluación forense en el área de la indagación
de los procesos psicológicos debe centrarse en la evaluación del nivel
cognitivo del declarante, ya que las construcciones psicológicas de-
penden de las cualidades de los procesos y estructuras que están a la
base. Desde ahí, es posible argumentar las diferencias observadas en los
relatos de niños y adultos.
A la vez, la evaluación del nivel evolutivo es de suma importancia, ya
que desde él se organiza el relato.Ambos aspectos, cognitivo y evolutivo
funcionan como parámetros, cada vez, que el declarante realiza la función
de recuperar información sobre el hecho investigado. Otro aspecto
que debe ser incorporado en la evaluación forense es el control de los
procesos que afectan el recuerdo, tales como:
• La motivación. En los niños la memoria puede estar influida por
el miedo, la vergüenza, la vulnerabilidad, la culpa, etc.
• El estrés. El estar sometido a un proceso judicial puede afectar
la memoria, lo que unido a las motivaciones de terceros que
se traspasan al declarante pueden hacer surgir declaraciones
inexactas o falsas.
• Tiempo transcurrido al momento de la entrevista. Principalmen-
te los elementos centrales del evento delictivo suelen recordarse
durante largo tiempo, no así los periféricos. El problema central
es la contaminación que se produce por entrevistas previas, de
diversa índole, tales como la de los padres, policías, abogados,
terapeutas, etc. Lo que aumenta la probabilidad de que éstos
hayan sesgado con sus preguntas el recuerdo (De Paúl, en
Vázquez, 2003).

47
Victimo log í a

En síntesis la entrevista de evaluación forense debe indagar tres


aspectos claves:
1. La hipótesis central: si existen motivaciones para hacer una acu-
sación falsa y todas las alternativas que procedan.
2. Contrastar el relato del declarante con el resto de la información
que se tiene del caso.
3. Analizar si la información obtenida es lo suficientemente deta-
llada, o bien, si presenta contradicciones en que área se observan y
establecer hipótesis sobre su etiología, lo que abrirá nuevos frentes
investigativos.
b) El análisis de contenido basados en criterios (CBCA),
Partiendo de la hipótesis de Udo Undeutsch, que señala que “las de-
claraciones basadas en experiencias vividas difieren sustancialmente de
aquéllas fruto de la imaginación”, Steller y Köhnken (en Raskin, 1994)
elaboraron un sistema de 19 criterios agrupados en 5 categorías. Para
los fines de exposición sólo se mencionarán las categorías.
Categoría 1: Características generales. Esta es la única categoría
que se aplica al conjunto de la declaración y evalúa la coherencia y la
cantidad de información aportada
Categoría 2: Contenidos específicos: Se refiere a elementos concre-
tos de la declaración que aparecen o pueden aparecer en algunas partes
del relato. Pone énfasis en la evaluación de las capacidades cognitivas y
a la presencia e importancia de ciertos detalles.
Categoría 3: Peculiaridades del contenido. Se refiere a aspectos
cualitativos contenidos en las descripciones, y que pueden aparecer en
diferentes puntos de la declaración.
Categoría 4: Contenidos relacionados con la motivación. Se refiere
a las razones por las cuales se hace la declaración.
Categoría 5: Elementos específicos de la agresión: Se refiere a la pre-
sencia o ausencia de detalles propios de los delitos sexuales en general
que reflejan las dinámicas abusivas. Es indudable que para puntuar esta
categoría el evaluador debe tener un vasto conocimiento del fenóme-
no, lo que no siempre ocurre. En las próximas páginas se entregarán
descripciones fenomenológicas que apuntan a clarificar este criterio.
c) Listado de criterios de validez. Se aplica para controlar la
validez del cuerpo entero de datos recogidos a través de diferentes
fuentes (médicas, psicológicas, declaraciones de todos los involucrados
en su calidad de testigos, querellantes, imputados y otros, análisis del sitio
del suceso, etc.). Se compone de 11 aspectos (que no serán abordados

48
Ma. Isabel Salinas Chaud

aquí), ordenados en 4 categorías:


1. Características psicológicas del declarante. Se establece el nivel
evolutivo como parámetro para que desde esa perspectiva se evalúe:
el desarrollo cognitivo (inteligencia, atención, memoria, lenguaje); el de-
sarrollo afectivo (adecuación del afecto); susceptibilidad a la sugestión;
psicopatología si fuere el caso.
2. Características de la entrevista. Valoración del tipo de preguntas
realizadas (sugestivas, cerradas, coercitivas), con el propósito de invalidar
el dato si se obtuvo a través de alguna de estas formas prohibidas. En
ese sentido, se sugiere grabar la entrevista.
3. Motivos para informar en falso. Del declarante, de su entorno
familiar, presencia de psicopatología en los padres (en uno o en ambos,
síndrome de alienación parental); forma, tipo y ubicación temporal de
la develación respecto a los hechos investigados.
4. Aspectos generales de la investigación. Análisis de la evidencia
global (medios de prueba), consistencia con otros datos que obran en
el proceso.
Hasta aquí hemos revisado los aspectos más generales de la evalua-
ción forense, tomando como eje rector el objetivo que ésta persigue en el
campo de la psicología jurídica, sin embargo aún queda por definir cuáles
serían los elementos que forman parte del psicodiagnóstico en el ámbito
forense que ya fueron mencionados en forma aislada y rotulados bajo
el nombre de “procesos psicológicos tendientes a permitir establecer
predicciones acerca de la credibilidad o veracidad de los testimonios”.
Al respecto, este tema se relaciona con los contenidos y también con
los instrumentos que se utilizan.
Es obvio que los diagnósticos de personalidad y la sintomatología son
de relevancia clínica y pueden ser usados en el ámbito jurídico cuando
el fin perseguido es otro al que hemos establecido en este segmento,
por lo tanto, si no buscamos perfiles de personalidad y sintomatología
asociada, ¿qué buscamos con el psicodiagnóstico?, la respuesta es que
se busca hacer distinciones entre la eficacia, la validez y la calidad del
relato, para llegar posteriormente a establecer una decisión sobre la
credibilidad de la declaración (Fabián, 2001).
La eficacia se refiere a la capacidad del declarante para:
• Percibir los hechos teniendo plena capacidad de las facultades
físicas y psíquicas.
• De conservar en la memoria los hechos, eventos o sucesos in-
vestigados, entre el momento en que ocurrieron y la declaración.

49
Victimo log í a

• De poseer conocimientos del idioma, comprensión y expresión


lingüística para lograr una adecuada descripción de los hechos
investigados.
• De poseer la capacidad de diferenciar entre lo realmente vivido
de la fantasía.
• De poseer la capacidad de controlar la sugestionabilidad.
La calidad de la declaración se refiere a:
La estructura misma de la declaración, en lo sustancial las declara-
ciones basadas en hechos vividos no son estereotipadas, telegráficas ni
guardan una relación temporal estricta, como tampoco se explicitan de
manera descontextualizada a la lógica de los contenidos. Por último, y
a riesgo de explicitar una obviedad, debe existir un relato el cual sea
posible de analizar.
La validez de la declaración se refiere a:
La libertad que una persona tiene para relatar lo que le ocurrió. En
este sentido pueden existir coacciones de tipo emocional, y motivacional
que restrinjan la libertad y que provoquen dudas sobre la credibilidad, por
ejemplo amenazas, influencias sugestivas o manipulaciones de diverso orden.
Una vez definidas las variables que guardan coherencia con nuestros
objetivos de evaluación, llega el momento de escoger los instrumentos
que nos servirán para recolectar la información que se requiere. Sobre
ese aspecto es necesario recordar que la evaluación forense analiza la
evidencia asociada a un evento particular, y para tal efecto los instru-
mentos estandarizados y la utilización de pruebas neuropsicológicas
permiten comparar los resultados obtenidos por una persona con
normas respaldadas por la investigación.
Gudjonsson, 2000, indica que en general la literatura anglosajona
enfatiza el uso de estos test en la pericia legal debido a que proporcionan
datos avalados por investigaciones, lo que sin duda, potencia la consis-
tencia del proceso judicial dada la especificidad de los constructos que
poseen los instrumentos, lo que permite a los jueces la toma de decisio-
nes basada en procedimientos metodológicos en donde la inferencia de
la medición se produce como resultado natural de la operacionalización
que se haga sobre el constructo que se evaluó (Condemarín, 2005).

Investigación de los Contextos de Ocurrencia de


la victimización.
Hasta ahora, hemos analizado los aspectos que hacen referencia a la
credibilidad del relato, sin embargo este relato hay que contextualizarlo,

50
Ma. Isabel Salinas Chaud

preguntas tales como: ¿en dónde se desarrollan los hechos investigados?;


¿qué relación existe entre la supuesta víctima y el imputado?; ¿Se trata
de un evento único o existe reiteración?; ¿Cuántos imputados partici-
paron?, etc. Las respuestas a estas interrogantes son parte del proceso
investigativo realizado por el organismo encargado, que el psicólogo
forense debe conocer antes de realizar la evaluación de credibilidad a
través del estudio de la copia de la carpeta investigativa, ya que en el
transcurso de la evaluación indagará en profundidad y contrastará la
información que recolecte con la información (evidencia), recopilada
hasta ese momento.
Se puede decir que actúan como parámetros para guiar las hipótesis
del caso, ya que la conclusión final requiere de un análisis detallado de
todos los aspectos involucrados. Para llevar a cabo esta función se utiliza
una entrevista semiestructurada de carácter investigativo en donde se
describirán todos aquellos aspectos de relevancia que permitan situar
los hechos investigados en un contexto de desarrollo familiar-social
específico, con énfasis en la explicitación del origen o causa de los ha-
llazgos obtenidos en el psicodiagnóstico, si fuera el caso.
Además, es en este momento de la evaluación en que se tomará la
categoría 5, que corresponde al criterio 19 del CBCA, la referida a los
elementos específicos de la agresión y se le agregarán contenidos, cuyos
detalles tienen desde un punto de vista criminal, información relevante
para construir las hipótesis que guiarán la indagación de credibilidad.
La gama de conductas que involucra la victimización sexual, debido
a los diversos tipos penales y las notables diferencias que presentan sus
contextos de ocurrencia, motivan la necesidad de establecer distinciones
que sean capaces de generar parámetros de validez, criterios de reali-
dad a la evaluación. Se refiere a la operacionalización de la categoría 4
del SVA. Los datos sobre los cuales se basa esta descripción, que es de
carácter fenomenológica, fueron recopilados a través de la experiencia
de 11 años en el trabajo con víctimas de delitos sexuales, desempeño
que se orientó tanto a aspectos psicoterapéuticos como evaluativos y
representan un aporte al análisis de la evidencia. Los elementos que se
proponen para conformar este criterio son los siguientes:
Vínculo víctima – victimario: este puede ir desde la ausencia total
de relación hasta el extremo de cercanía. Se distinguen tres categorías:
desconocido, conocido e intrafamiliar.
Categoría Desconocido: Si el victimario es un desconocido de la
víctima, la forma de sometimiento más probable será la utilización de

51
Victimo log í a

la fuerza e intimidación con el uso de armas. Asimismo este tipo de


sometimiento requiere de una situación que le otorgue el contexto
de posibilidad al delito, por lo que asumirá características asociadas
al control de variables ambientales, tales como la ausencia de testigos,
baja luminosidad, sitios eriazos, etc. A la vez, la situación presenta dos
características fundamentales para la víctima, la primera es que se trata
de un evento inesperado para ella y el segundo es que se corre un
riesgo vital. Por lo tanto, estos elementos propios de la situación y del
sometimiento determinan en un grado importante el impacto emocional
que el hecho delictivo le ocasionará.
En este escenario, es posible establecer que la victimización prima-
ria ocasiona un quiebre abrupto en el continuo vital de la víctima, el
cual es factible de dividir en un antes y un después, en donde el delito
es el hito que modifica el estado basal y emocional. La sintomatología
derivada será más bien de tipo aguda y se asociará con mayor grado de
probabilidad con los efectos del Trastorno por Estrés Post Traumático.
En esta categoría, la ubicación temporal del síntoma aparece con mayor
nitidez como reactiva a la victimización primaria, lo que no ocurre en
los otros grupos que se describirán posteriormente. Con relación a
los factores criminógenos en esta categoría, la casuística señala que los
autores presentan con mayor frecuencia un abanico amplio de conduc-
tas delictivas, por lo que la motivación delictual no es exclusivamente
sexual, el delito de más alta frecuencia es el de violación, la edad de las
víctimas se agrupa en el rango adolescente-adulto, la víctima cuenta con
mayor apoyo de su grupo familiar y se argumenta con marcado énfasis,
que la resolución del hecho pasa por encontrar al culpable, el control
social se dificulta debido a que la víctima es la única que puede reco-
nocer al autor, pero debido a las características de la situación vivida
y el impacto emocional ocasionado, no siempre puede dar referencias
precisas, lo que aumenta el rango de error asociado al reconocimiento
falso, los autores son reincidentes pero no reiterativos respecto a la
misma víctima y pueden presentar un perfil seriado, se observa mayor
cantidad de lesiones físicas, opera con eficiencia la prevención situacional
o general del delito. Finalmente, esta categoría corresponde al menor
porcentaje de incidencia del fenómeno global.
Categoría Conocido: La segunda categoría corresponde a delitos
sexuales cometidos por un conocido de la víctima, el porcentaje de
incidencia se eleva significativamente al incorporar la variable vínculo.
Aquí el escenario de la trasgresión es el afecto y/o la confianza, lo que

52
Ma. Isabel Salinas Chaud

va a incidir concretamente en la forma de sometimiento ya que la utili-


zación de la fuerza no será estrictamente necesaria, lo que disminuye la
probabilidad de que la víctima presente lesiones físicas. Es más recurrente
que la edad de la víctima sea menor que en el grupo anterior, lo que
se asocia a las características de la situación, la que se establece según
cuál sea la ubicación del victimario en la vida de la víctima a través de
tres factores:
a. Cercanía física
b. Afecto
c. Rol que el victimario cumple en la vida de la víctima.
Es importante señalar que la víctima no es necesariamente quién le
otorga la confianza y/o el afecto al victimario, éste puede ser atribuido
por las figuras significativas de ella. El sometimiento se expresará con
mayor probabilidad a través de la manipulación del vínculo, el que asumirá
diferentes formas dependiendo de los factores antes mencionados, lo que
a la vez, determinará el impacto emocional que no necesariamente será
de carácter agudo ya que es probable que se presente en trasgresiones
sucesivas, que pongan en duda la percepción de la víctima. El contexto
de soporte de la víctima, se torna vulnerable a la detección de signos
que delaten el abuso, debido a que está funcionando sobre el sistema
de creencias asociado al significado diferencial del vínculo presente en
los tres factores de ubicación del victimario respecto a la víctima, lo que
constituye uno de los elementos fundantes de la incredulidad.
Así, la respuesta de incredulidad del contexto hacia la víctima, genera
efectos o consecuencias sintomáticas que resultan difíciles de ubicar
como derivadas reactivamente de la victimización primaria, lo que le
otorga a la afectación un carácter más procesal respecto a la primera
categoría. Los factores criminógenos de relevancia en este grupo aluden
a que el control social se dificulta debido a que el contexto que alberga
al victimario tiende a reforzar la impunidad, ocasionándose un despla-
zamiento de la criminalidad y victimización secundaria a la víctima, el
delito más frecuente es el abuso sexual asociado a las características de
oportunidad de la situación, el perfil del victimario asociado al tercer
factor, sustenta la incredulidad basada en la creencia de normalidad dada
por el estatus laboral o el rol que se cumple en la comunidad, los autores
pueden ser reincidentes y/o reiterativos, no es eficiente la prevención
general del delito.
Categoría Intrafamiliar: La tercera categoría es la que representa el
grado mayor de vinculación víctima-victimario, corresponde a la ubica-

53
Victimo log í a

ción del autor dentro del escenario familiar de la víctima. Cabe hacer
notar que el concepto familiar se considera desde la dinámica relacional
y no se apegó estrictamente a la clasificación legal de la misma que
analiza el lazo consanguíneo en sucesión y los vínculos formalizados.
La afectación en este grupo no involucra sólo a la víctima directa, sino
más bien a la totalidad del sistema familiar que se ve involucrado de una
manera global en el conflicto.
Esto no es homologable a decir que en todos los casos de victimi-
zación sexual no existe una afectación familiar, lo que es razonable, aquí
se establece una distinción basada en el rol que desempeña el victimario
ya no sólo en la vida de la víctima, sino en la identidad familiar.
El escenario de la trasgresión es el vincular y la forma del someti-
miento se basa en la manipulación de este vínculo. La situación del delito
asume características asociadas a la vida cotidiana, a la cercanía física y
tareas relacionadas con el rol o bien a espacios compartidos en la con-
vivencia, lo que provoca que el impacto de la victimización no pueda ser
considerado sólo como un conjunto de síntomas (Finkelhor y Berliner,
1995), sino más bien, debe ser considerado como una experiencia, que
si se llega a comprender en su real impacto permitirá proyectar los
efectos a corto, mediano y largo plazo.
Es común encontrar en esta categoría, trasgresiones sucesivas a los
límites corporales que exhiben una escalada respecto a la severidad del
delito, la cual se puede dividir según la naturaleza de los contactos en
abusos sin contacto físico, con contacto físico (tocaciones) y penetra-
ción. De ese modo se establece una graduación que va desde menor a
mayor gravedad en relación a lo invasivo del contacto. Esta escalada se
presenta como proceso en el tiempo y, por lo tanto, es necesario con-
siderar que la afectación dependerá del estadio evolutivo de la víctima,
esto no significa que en las otras categorías no se considere el aspecto
evolutivo, sino que en ésta se involucra a modo de proceso.
Un elemento fundamental para el análisis de esta categoría, es la
descripción del contexto relacional familiar, ya que la victimización
sexual no se instala en una tabula rasa, en ese sentido el estudio de
la dialéctica entre víctima-victimario, la posición que ocupan las otras
figuras de protección respecto al autor y a la víctima, los factores de
vulnerabilidad asociados al medio social inmediato y al cultural, los es-
tresantes psicosociales presentes, etcétera, proporcionan información
valiosa para la comprensión de la dinámica abusiva.
Una vez establecido el contexto de ocurrencia de la victimización

54
Ma. Isabel Salinas Chaud

sexual, es posible agregar otras variables que, tomando como eje las tres
categorías antes descritas, le otorgan al análisis una lógica interna que
facilitará la asociación de la afectación con la dinámica que asuma el delito.
Frecuencia de la victimización: Se puede clasificar en episodio
único, reiterativo y crónico. Estas frecuencias se pueden presentar en
las tres categorías, pero en el primer grupo (victimario desconocido),
sólo puede presentarse un único episodio de victimización.
La diferencia entre episodios reiterativos y crónicos está dada por
la cualidad de la victimización, de ese modo es posible distinguir si ésta
se instalará como parte constitutiva del desarrollo vital o bien, como
experiencias vividas en un período del continuo vital.
En el primero (reiterativo), la víctima sabe qué lugar ocupa en la
dinámica abusiva, pero pese a los esfuerzos que realiza por evitarla, los
que están definidos por sus características evolutivas, cognitivas, sociales,
y de soporte afectivo-familiar o institucional, no lo logra.
En el segundo (crónico), si bien tiene un inicio igual al reiterativo,
lo que se altera severamente son las bases de socialización, donde el
victimario, que en este caso debe ser el padre, cumple un rol fundamen-
tal al entregar patrones relacionales distorsionados que terminan por
contaminar y erotizar el rol parental.
Características de la develación: Se clasifica según la dimensión
temporal en reactiva (días) o tardía en relación a la data de inicio del
delito.
Según a quién se devele, se clasifica en directa (figuras protectoras
o quién cumpla el rol) e indirecta, lo que permite hacer combinacio-
nes entre ambas dimensiones. Lo importante es que aquí se observa
motivación de la víctima por develar la victimización. La develación
circunstancial, también puede ser directa o indirecta, pero la dimensión
temporal no tiene cabida debido a que no existe motivación por relatar
los hechos, así se conoce de la victimización por indicios de diverso
orden o por casualidad.
Finalmente, la develación hacia el sistema público, que se mide por el
tiempo transcurrido entre el conocimiento de la victimización intrasis-
tema y la denuncia formal, es de importancia a la hora de responder las
preguntas relacionadas con: quién hace la denuncia y por qué la hace en
ese momento y no antes, o bien las razones por las cuales, en el pasado,
conociendo los hechos no la hizo. Esta información es importante para
el análisis global.
Clasificación de la sintomatología: Partiendo de la base de

55
Victimo log í a

que es posible diagnosticar las consecuencias del delito sexual, se hace


necesario distinguir la causa o etiología de la afectación. Así tenemos,
sintomatología reactiva a la victimización primaria, que requiere para su
diagnóstico establecer una línea base del continuo vital de la persona,
en donde el evento (delito), ocasione un quiebre específico que permita
observar con nitidez un cambio en su vida, un antes y un después, se
refiere a la ubicación temporal del síntoma en la vida de la víctima.
Luego, tenemos sintomatología producida por las consecuencias
negativas asociadas a la develación del delito. Aquí, los síntomas son
licitados por los efectos que produjo en su vida el hecho de revelarlos,
como por ejemplo, las veces en que es la víctima la que debe ser sacada
de su hogar como medida de protección.
Por último, también es posible que se produzca una respuesta de
enfrentamiento al estrés a modo de patrón, que se repetirá cada vez
que la persona se vea expuesta a una situación que la sobrepasa.A modo
de ejemplo un intento de suicidio puede presentarse como reactivo a
la acción del delito, pero ese síntoma ha sido recurrente en la vida de
la víctima, lo que no es de poca importancia cuando éste es asociado a
una etiología errada.
En síntesis, la aparición o no de los detalles propios de un delito
sexual requiere del conocimiento de sus distinciones que el exami-
nador debe manejar a la hora de evaluar la credibilidad de un relato,
como también debe saber que la afectación no es un factor aislado o
desconectado del contexto de ocurrencia de la victimización, el vínculo
víctima-victimario, la situación en que se presenta el delito y la forma de
sometimiento, están en estrecha relación con el impacto emocional y
social de la victimización y otorgan información relevante para puntuar
los criterios de credibilidad o veracidad.
A la vez la forma de develación está en estrecha vinculación con
la relación víctima-victimario, con la frecuencia y con la percepción de
daño, lo que también puede explicar fenómenos como la retractación o
simulación en delitos sexuales y constituirse en un factor de pronóstico.
En resumen, la dinámica que pueden asumir estos elementos puede
dar lugar a infinitas combinaciones, lo importante es establecer un eje
de análisis que permita ordenar los datos y vincularlos con el delito,
que finalmente es el objetivo último que se persigue en una evaluación
forense.

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Ma. Isabel Salinas Chaud

IV. Conclusiones.
De lo anteriormente expuesto se desprende a modo de conclusión,
que la evaluación forense contempla en su diseño tres pilares teóricos: la
psicología del testimonio que le otorga el conocimiento de los procesos
psicológicos implicados en la predicción de la conducta relacionados con
la credibilidad de los relatos; la Criminología que aporta información
relevante sobre la relación víctima-victimario (pareja penal), la situación,
la reacción social, los factores macro y micro sociales involucrados
(González, 1998); la criminalística que contribuye al análisis y tratamiento
científico de la evidencia.
La pregunta que cierra la discusión sobre el objeto y método de la
evaluación forense, es sin lugar a dudas, la referida a la evaluación del
daño ocasionado por la acción del delito, en el sentido de si ésta debería
o no, ser parte de la evaluación forense. La respuesta si bien refleja una
postura más bien purista, es negativa, ya que en concordancia con lo
expuesto hasta el momento, dicha evaluación corresponde a una meto-
dología de evaluación clínica, ya que posee un objetivo, contexto y setting
que la hacen distinta a una forense. La evaluación de daño requiere de
la intervención de un equipo interdisciplinario que se enmarca dentro
de la Psicología Jurídica aplicada a lo victimológico.

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minales. Editorial Desclée De Brouwer. S.A, Bilbao.
18.Raskin, D; Esplin, P (1991) Assesment of children statements of sexual abuse.
In J. Doris (Ed).The suggestibility of children·s recollections, 153-164.Washington
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19.SENAME, (2004). Estudio Peritajes Psicológicos en Abuso sexual Infantil.
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20.Steller, M; Köhnken, G (1994).Análisis de Declaraciones basado en Criterios,
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Editorial Desclée De Brouwer. S.A, Bilbao.
21.Summit, R (1983). The child sexual abuse accommodation síndrome. Child
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Wolfe, V (1989). The impact of sexual abuse on children: A PTSD formulation.
In Behavioral Assessment, 13, 359-383.

58
Debates actuales en torno a la víctima del delito:
la comprobación de visu y la obligación estatal de
repararla

Prof. Dr. Roberto V.Vásquez1


Argentina

I.- Introducción.
Desde la antigüedad hasta el presente, podría afirmarse, frente a
la disyuntiva de someter a un proceso al autor del delito o reparar el
daño sufrido por la víctima, los grupos sociales de distintas regiones
de la tierra, “sin un plan previo” aunque siguiendo “un orden peculiar”
(Elías 1987:449), ante el planteo de que algo hay que hacer y frente a la
complejidad ínsita de recorrer los dos caminos a la vez, seleccionaron
la primera opción, y, desentendidos de las desigualdades implícitas y que
se generan con la prelación, postergaron la segunda.
Es por ello que, todavía, existen controversias para determinar el
alcance de sus intervenciones en el proceso penal (v.gr.: con o sin ce-
sura del juicio, al tiempo de la individualización de la pena) así como, en
función de su tragedia, de las compensaciones que debe recibir y quién
se debe hacer cargo; temas que examinaré a continuación.
Como si perteneciera a otra dimensión, la teoría (siempre distante
de su estatus epistemológico) de la víctima no habla cuando desarrolla
los principios fundamentales del sistema penal, salvo que se trate del
autor de un delito sometido a abusos funcionales. Más de una vez, en
cambio, su relegada ubicación queda legitimada bajo la sospecha ideo-
lógica de que su reconocimiento integral siempre representa enfoques
ultra-represivos que la usan como escudo.
El predominio de las premisas dogmáticas, frente a los aportes de la
criminología, la Victimología y la política criminal, que, por el contrario,

Dr. Roberto V. Vazquez. Abogado. Universidad Nacional de Córdoba. Doctorado


1 

en Ciencias Sociales. Autor de artículos especializados de Derecho Penal. Profesor


Adjunto de “Políticas y sistemas de seguridad comparados”, Universiad Nacional
de Villa María.
Victimo log í a

destacan a la víctima en el centro de sus reflexiones, facilita el enten-


dimiento de un sistema penal que principalmente la tiene en cuenta
solo como medio de prueba; por lo demás muy pocos objetan que en
el proceso se la considere representada (junto a la sociedad) por el
despliegue del órgano público acusador2, y que cualquier expectativa
extra que tenga (reactiva, restauradora paliativa) quede pendiente de su
actividad, es decir, que caiga sobre sus propias espaldas. Por si algo faltara,
los más modernos estudios orientados a su comportamiento (también
denominados “victidogmática”), en lugar de ser enfoques globales, no
son sino la búsqueda del sentido y efectos (generalmente atenuante de
la responsabilidad del autor del delito) que tiene su “consentimiento”
o su “provocación”.

II- Enfoque relacional.


La víctima debe su existencia a la convivencia social. Elías 1987:44,
para mencionar un enfoque clásico, bajo el rótulo de “composición”,
define a las interacciones que la constituyen como el “entramado de
la remisión mutua entre los seres humanos, sus interdependencias…
las que vinculan a unos con otros…de unos seres humanos orientados
recíprocamente y mutuamente dependientes...”. En otros términos, una
porción de tales relaciones ubica en uno de sus extremos al ser humano
que padece una afectación.
La calidad es adquirida como consecuencia de la acción, eventualmen-
te delictiva, que conmueve sus Derechos. Por ser titular de los mismos,
resulta perjudicada en tanto su interés por mantenerlos indemnes ha
sido vulnerado. Si en el devenir histórico no los tiene reconocidos por
la ley (con todo lo que se sabe implican sus procesos de producción) no
será encuadrada como tal, por más ofensa que invoque haberla afligido.
Su concepto, sin dudas, es relacional.
El perfil de los generadores de tales ofensas, por otra parte, resulta
crucial para determinar las características de quienes las padecen y
los contextos de su aflicción. Aquéllos pueden ser grupos organizados
de existencia física o ideal, representantes de un Estado, o un simple
individuo que ataca a su par. En este punto nuevamente emerge un
tratamiento poco sistemático (miope) que alcanza por igual a todas las

2 
En países como Inglaterra, en época del Primer Ministro David Cameron (con-
servador) el esquema se ha reforzado (a nivel policial) mediante la constitución de
un comisionado especial para las víctimas «Victims’ Commissioner» (Moreno 39 ).

60
R o b e r t o V. V á s q u e z

disciplinas antes mencionadas, en la medida que en beneficio de un análisis


centrado en hechos cotidianos (llamados de “delincuencia tradicional”)
han abandonado el tratamiento de masacres. En otros términos, a la
referencia errática, permítaseme la expresión, el entendimiento de la
condición de “víctima” ha sido perjudicado por un enfoque totalmente
parcializado, quedando fuera de toda valoración durante mucho tiempo
las pacientes de la violencia en gran escala (colectiva e institucional).
Dicho escenario, con posterioridad a la segunda guerra mundial, ha sido
reordenado jurídicamente por la comunidad internacional, mediante una
plataforma de Derechos fundamentales consagrados por tratados que
procuran la prevención del genocidio, la tortura, la violencia contra los
niños y de género, para mencionar los más destacados.

III.-Algunos antecedentes históricos.


El continente americano registra trágicos acontecimientos en los úl-
timos 500 años. Sobresalen, en distintas fases, matanzas de sus habitantes
originarios e imposición de servidumbre a los sobrevivientes y esclavos
africanos, víctimas que no siempre recuerdan los estudiosos de la crimi-
nalidad, que suelen restringirlas temporal, territorial y cualitativamente.
Sobre tales cimientos, poco a poco, desde comienzos del 1800, en
el Virreynato del Río de la Plata algunas ofensas individuales y sociales y
las correspondientes tutelas comenzaron a ser peculiarmente contem-
pladas por el derecho patrio. Sin dudas dicho proceso fue guiado por
las proclamas de la Declaración Francesa de 1789 de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, influenciada, a su vez, por las constituciones
americanas y la filosofía de la ilustración europea (Roxin 1997 I:142).
En el célebre manifiesto se lee que la finalidad de cualquier asociación
política es la protección de los Derechos naturales e imprescriptibles
del Hombre, tales como la libertad, la propiedad, la seguridad y la resis-
tencia a la opresión (art. 2). Y que la Ley sólo tiene derecho a prohibir
los actos perjudiciales para la Sociedad (art. 5)3. De este modo se van
fijando ciertas pautas que, válidas para todos los delitos, configuran el
3 
Beccaria (1738-1794), precursor de tales expresiones, entendía que la medida de
los delitos es “el daño hecho a la sociedad”, incluso los que atacan la seguridad de
la vida, bienes, u honor de un ciudadano (Beccaria 28). Es por ello que Roxin 1997
I:55 señala que la Ilustración se había esforzado por restringir la punibilidad a los
“daños sociales”. Su versión codificada en materia penal encabeza la protección con
los bienes relacionados al Estado, y a continuación también tutela los individuales
(v.gr:. el CP de Napoleón de 1810).

61
Victimo log í a

status de víctima: no la constituye cualquier ofensa, ésta debe tener cierta


entidad, de modo tal que el ataque (aunque mas no sea a un individuo)
comprometa el interés social.
Ejemplos: El decreto del 4 de Febrero de 1813, luego modificado,
declara libres a los esclavos introducidos por vía de comercio o venta,
contra las disposiciones anteriores prohibitivas de dicho tráfico, por el
solo hecho de pisar el territorio de las Provincias Unidas, aunque excep-
tuando a los sirvientes de viajantes extranjeros. La ofensa, considerada
“tan desdoroso como ultrajante a la humanidad”, quedó reparada, sin
más, con la declaración de libertad. El amparo, a posteriori, del mismo
modo también alcanzó a los “indios”. La Constitución de 1819 (arts.
109 y 110) señala que los miembros del Estado deben ser protegidos
en el goce de los Derechos de su vida, reputación, libertad, seguridad y
propiedad4…y que los hombres son de tal manera iguales ante la ley, que
ésta bien sea penal, preceptiva o tuitiva debe ser una misma para todos,
y “favorecer igualmente al poderoso que al miserable la conservación
de sus Derechos”.
En la misma década, el CP Francés de 1810 (art. 10) va perfilando
algunos principios que luego serán receptados por proyectos y leyes en
el orden nacional. En efecto, prescribe que la condena se pronunciará
sin perjuicio de la dimensión restaurativa y resarcitoria, es decir, de las
restituciones (en la misma sede penal o bien en la civil) e indemniza-
ciones (en sede civil) que por daños y perjuicios la víctima pueda ser
acreedora. Queda claro que frente al delito la reparación complementa
la sanción penal de un modo inescindible. Dicha norma es reafirmada
por el art. 93 del CP Español de 1822, por igual, sea de la sociedad o de
un individuo el interés afectado.
El CP español de 1848 mantuvo la regla, pero se destaca su art. 123
cuando establece que “Una ley especial determinará los casos y forma en
que el Estado ha de indemnizar al agraviado por un delito o falta, cuando
los autores y demás responsables carecieren de medios para hacer la
indemnización”. La doctrina consideró a dicha fórmula “un homenage
a la justicia” (D.J.S. y D.A. de V. 74) y un “bello principio” dado que “El
ciudadano que cumple relijiosamente sus cargas, y que contribuye con
cuanto ha menester el Estado para su subsistencia, parece que tiene un
derecho para reclamar del Estado algo más que la frecuentemente estéril

Esta fórmula fue refrendada un siglo después por la Declaración Universal de los
4 

Derechos Humanos de 1948.

62
R o b e r t o V. V á s q u e z

protección, que le dispensa por lo común….sería el desiderátum de la


justicia criminal en sus relaciones individuales”, aunque de inmediato
agrega “Pero ¿cuánto pasará de ser una máxima, cuándo se convertirá
en hecho ese desiderátum?” (Pacheco I:515). En otros términos, “con-
solador” ya que se funda en que el Estado “debe extender su acción
protectora en cuanto sea posible a todos sus miembros, reparando el
mal que les provenga por toda clase de atentados y aun de accidentes a
que ellos no dieran motivo” (Vicente y Caravantes 262), aclarando que
todavía dicha ley “no existe”5.
Argentina, ya constituida en República e influenciada por tales pre-
cedentes, sabido es que recién en la segunda mitad del Siglo XIX tuvo
los primeros proyectos y ordenamientos.
Tejedor en su propuesta de 1866/7 trata en dos lugares la cuestión:
1) De las personas responsables civilmente (Libro 1,Título VII)6 y 2) Del
modo de hacer efectiva la responsabilidad civil (Libro 2,Título 2, parágrafo
V)7. Principalmente tiene en cuenta el CP de España de 1848 (salvo el art.
123 ut supra analizado, que desapareció en la recepción transatlántica),
el CP de Brasil de 18308, y el CP Peruano de 1863 (art. 18).
Dicho autor (Proyecto Tejedor 68) recuerda, con cita de penalistas
(Pacheco I:693) y civilistas (Chauveau Adolphe), que entre los roma-
nos la reparación civil era solo para “muy pocos” delitos, llegando en
5 
La fórmula fue reproducida en el CP español publicado en la Gaceta de Madrid
N° 257 el 13 de Septiembre de 1928 (art. 79.): “…cuando la responsabilidad se ex-
tienda al Estado, la Provincia o el Municipio, o a la mayor parte de una población,
o en todo caso, siempre que el daño se hubiere causado con el asentimiento de la
Autoridad o de sus agentes, se hará la indemnización en la forma que establezcan
las leyes o reglamentaciones especiales”.
6 
Art. 1°: Toda persona responsable criminalmente de un delito, lo es también
civilmente, según las disposiciones del § 5 del título 2 del libro 2°.
7 
Art. 1°: La responsabilidad civil establecida por este Código comprende: 1° La
restitución de la cosa, 2° La reparación del daño causado, 3° La indemnización de
perjuicios. Art. 4°: La reparación se hará valorándose la entidad del daño, por medio
de peritos si fuere practicable, ó por el prudente arbitrio del juez, atendido el precio
natural de la cosa, siempre que fuese posible, y el de afección del agraviado. Art.
6°: La indemnización de los perjuicios comprende no solo los que se causaron al
ofendido, sinó también los que por razón del delito se hubiesen irrogado directa-
mente á su familia, ó á un tercero.
8 
Su consideración se limita al principio general (art. 21, CAP. IV “DE LA SATISFAC-
CIÓN”). No de su art. 22, probablemente por entenderlo implícito, cuando establece
que la satisfacción será siempre la más completa que sea posible teniendo en cuenta
el daño en todas sus partes y consecuencias.

63
Victimo log í a

un momento a confundirse la acción civil con la penal “de un modo


inextricable”, lo cual revelaba “confusos instintos”. Sin embargo, por lo
menos desde Las Partidas en relación al robo, se considera que dichas
reglas resultan derivación de una premisa elemental: el mal social que
constituye el delito hace a su autor merecedor de un castigo, el cual no
lo exime de su “natural” obligación, según el caso, de restituir y/o repa-
rar y/o indemnizar el daño “siempre que exista y pueda graduarse” “la
mayor parte de las veces” causado directamente al ofendido, su familia,
o hasta a un tercero, que en muchas ocasiones, “pesa” sobre el acusado
de un modo más abrumador que la misma pena y aún antes que ésta (si
correspondiera la de multa). Se trata de una norma que registra excep-
ciones, ya que –a su criterio- en ciertos supuestos (una conspiración),
donde “El debate versará solo entre el Estado y el delincuente”, no es
viable ni la principal ni la subsidiaria responsabilidad civil.
El Proyecto de 1881 copió “casi textualmente” el Tít.VII del Proyecto
Tejedor.
El primer Código Penal, de delitos comunes, que entró a regir en
1887, contiene muy pocas previsiones sobre la reparación económica9.
En el Tít. II “clases de penas, su duración, ejecución y efectos”, art. 6510,
y en los arts. 17611 y 22312.
El Proyecto de 1891 (art. 47 y sgts.), que también consultó a los
CPs de Italia de 1889 (llamado de Zanardelli, arts. 37 y sgts.), al holan-
dés, belga y también al húngaro de la época, en cuanto a la reparación
en sí mantiene similares trazos13. Su originalidad, en cambio, pasa por

9 
La principal razón radica en que ya se había sancionado (en el año 1869) el Código
Civil. Lo advierte De la Rúa 1997:419.
10 
“…Si el condenado no tuviese medios para satisfacer la responsabilidad civil en
que hubiese incurrido por el delito cometido, el producto de su trabajo se destinará
integro a este objeto, y al sostén de su familia si la tuviese…”
11 
Las establecidas para la revelación de secretos “…son sin perjuicio de las acciones
del damnificado para pedir la correspondiente indemnización”.
12 
“Están exentos de la responsabilidad criminal sin perjuicio de la civil…que…
causaren…”.
13 
Entre sus fundamentos (Proyecto de 1891:37) se expresó: “Si el delito es un que-
brantamiento del orden jurídico, que debe hacerse cesar y repararse del modo más
perfecto posible, es evidente que el poder social debe procurar el restablecimiento
del orden alterado, obligando al delincuente a resarcir todos los daños causados
por la alteración. Una pena que solo tienda a reparar el daño moral causado a la
sociedad, descuidando el resarcimiento del perjuicio real inferido a la víctima del
delito, no llena los objetos racionales de la penalidad, ni justifica suficientemente el

64
R o b e r t o V. V á s q u e z

establecer que aquélla se concretaría “mediante una indemnización


pecuniaria que el juez fijará al aplicar la pena”. Con dicha fórmula, que
plasma enfoques del positivismo criminológico de la época, la reparación
integra la sanción penal.
El régimen de reparación de perjuicios del actual CP (Libro Primero,
Título IV, arts. 29 a 33) le debe al Proyecto de 1906 (arts. 35 a 38) su
estructura básica. La Comisión14 que lo propuso, para superar las falencias
del CP en ese entonces vigente, consideró que no es justo que el Estado
procure restablecer el orden alterado y abandone al principal afectado
por un daño real que ha padecido, y en consecuencia, es necesario afirmar
que la reparación de los perjuicios morales y materiales causados por
los delitos que producen dicho efecto, siendo tan importante como la
pena misma, debe aplicarse conjuntamente (en el mismo momento de
imposición) con ésta ( Proyecto de 1906 XXXVII).
El Proyecto de 1917, por su lado, reafirma el principio de reparación
del perjuicio causado por el delito, pero introduce uno nuevo e inno-
vador15: la obligación del juez y del fiscal de escuchar a la víctima antes
de imponer la sanción.
Lo hace, en un Título poco adecuado (V, de la imputabilidad), argu-
mentando que procura eliminar la frecuente “delegación de funciones”
(Marchiori 1983:58)16, mediante la adición (al texto del proyecto de 1906
en materia de individualización judicial de la pena), de la siguiente pres-
cripción:“El juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del sujeto,
de la víctima y de las circunstancias del hecho en la medida requerida
para cada caso” (Proyecto de 1917, art. 41). Así llega la fórmula al CP

ejercicio del derecho de represión por el Estado. Histórica y teóricamente el estado,


en materia penal, no es más que el depositario del derecho de defensa inherente a
cada hombre. La fuerza del individuo ha sido reemplazada por la fuerza del estado
en la evolución de la sociedad, pero el fin no ha cambiado ni tiene porqué cambiar:
es, y tiene que ser siempre, proteger al individuo y a las instituciones protectoras
del individuo”.
14 
Se trataba de una idea del Dr. Rodolfo Rivarola.
15 
“por indicación de Tomás Jofré” (Proyecto 2014:103 y 135), quien a su vez reco-
noce que a la idea se la inculcó el experimentado jurista Rodolfo Rivarola (Jofré 19;
Zaffaroni V:335). Ahora bien, lo que debe destacarse es que la sugerencia estaba
orientada exclusivamente en relación al acusado. Por lo tanto, la verdadera innova-
ción en el preciado texto, al mencionar también a la víctima del delito, reflexivamen-
te la intercala su principal redactor, el legislador conservador Rodolfo Moreno (h).
16 
Peco 378 agrega que se trata de un “mal que aqueja a la organización judicial
argentina”.

65
Victimo log í a

de 1921, la cual sigue incólume hasta la actualidad (CP, art. 41 in fine).


No puede negarse que el principal beneficiado de la fórmula resulta
ser el acusado, en virtud de lo cual ha sido catalogado como “uno de
los más progresistas instrumentos creados por el legislador de 1921”
(Zaffaroni V:337), que neutralizaba los abusos que permitía el procedi-
miento penal escrito, vigente a nivel nacional hasta el año 199117. Ahora
bien, la trascendencia de admitir los sentidos que tiene “conocer de un
modo directo y de visu”, esto es, como se verá infra, escuchar también
a la víctima, no puede ser menospreciada.
El Proyecto de CP del año 2014 (arts. 18 y 20), contrariando reco-
mendaciones de Naciones Unidas, suprime tal exigencia en relación a
la víctima18, aunque no en relación al acusado (art. 20) ni del sometido
a medidas (art. 40). Se arguye la naturaleza procesal de la previsión
contenida in fine del art. 41 del actual CP, desconociendo que la regla
tutela una competencia en materia de individualización de pena que le
es propia al Congreso Nacional, y por lo tanto, que debe ser respetada
por las provincias (Nuñez II:466). A la vez se la alaba y reseña como
que nunca fue cuestionada como tal, ignorando por completo el efecto
derogatorio que produce respecto de aquélla. El llamado Anteproyecto
Ziffer-Córdoba de Parte General del CP del año 2018 también la suprime,
aunque la reconoce en relación a la suspensión del proceso a prueba
(art. 75 inc. 1). En idéntico sentido el Anteproyecto Oficial de reforma
del CP del año 2018 (arts. 40 y 75 inc. 1).
La reciente Ley N° 27372 de “Derechos y garantías de personas
víctimas de delitos” (art. 12), por el contrario, en el orden nacional y
las provincias que adhieran, incorpora una facultad afin a la previsión
del 41 in fine actualmente vigente, cuando prescribe (art. 12 último
párrafo) que el tribunal a cargo del juicio, “al momento del dictado de
la sentencia condenatoria”, deberá “consultar” a la víctima si desea ser
informada, para que realice los planteos que entienda pertinentes, acerca
de las salidas transitorias; régimen de semilibertad; libertad condicio-
nal; Prisión domiciliaria; Prisión discontinua o semidetención; Libertad
asistida; Régimen preparatorio para su liberación. También deberá ser
“escuchada”, siempre que lo solicite expresamente, “antes de cada

17 
En Córdoba la oralidad se introdujo en el año 1940.
18 
aunque la reconoce (al concederle la oportunidad de fijar por escrito su posición
(“vista previa”, lo cual lejos está del “conocimiento directo y de visu”) en relación
a la suspensión del proceso a prueba (art. 45 inc. 2)

66
R o b e r t o V. V á s q u e z

decisión que implique la extinción o suspensión de la acción penal, y


aquellas que dispongan medidas de coerción o la libertad del imputado
durante el proceso” (art. 5 k)).
Por otra parte, se debe señalar que el Proyecto de 2014, introduce
como pena a la “multa reparatoria” (art. 29), la que “1….obligará al
condenado a pagar a la víctima o a su familia una suma de dinero o
una parte de sus ingresos mensuales, provenientes de su trabajo o de
su renta.2. Conforme a la gravedad del daño inferido por el delito, se
fijará un porcentaje mensual que no excederá de la tercera parte de
sus ingresos y por un período no mayor de un año, o una suma total
equivalente.3. En caso de mediar reparación civil, la multa reparatoria
se tendrá como parte de ésta”. Entre sus fundamentos se señala que,
siempre que preste su consentimiento para recibir el dinero, “involucra
a la víctima y contempla su interés, o sea, la recupera parcialmente de
la confiscación del conflicto. Por otra parte, se trata de una pena que
no recarga el presupuesto estatal”.
Por vía del art. 48, sin cambios significativos respecto de las reglas
previstas por el actual art. 64 del CP, los proyectistas proponen19 que
la acción penal por delito reprimido con multa, aplicable aun en forma
alternativa, se extinga por el pago de la multa, pero siempre se “exigirá
también la previa reparación de los daños causados por el delito”.
La reparación de la víctima siempre ha estado presente en el imagi-
nario del legislador, pero, debe advertirse, como cuestión jurídico-civil
(introducida en el proceso penal) que no integra el sistema de sanciones.
Se aspira a ello también mediante la tipificación y castigo de la insolvencia
fraudulenta (CP actualmente vigente, art. 179 párrafo segundo), principio
que, con cambios en la redacción de la figura, se preserva en el art. 156
del Proyecto del 2014 “aunque no se requiere que efectivamente se
frustre el cumplimiento de la obligación”.
Se discute si la fórmula del actual art. 29, cuando expresa “La senten-
cia condenatoria podrá ordenar:…”20, exige que la víctima se constituya
como actor civil en el proceso penal, o bien el juez puede imponer
19 
Recordando el art. 93º del Proy. Segovia que permitía la extinción inclusive
mediante el “afianzamiento bastante de la indemnización civil”.
20 
Texto introducido por la Comisión de Códigos de la H. Cámara de Senadores de la
Nación, modificando la redacción propuesta y aceptada -respectivamente- por los
Proyectos de 1906, 1917 y de la Comisión de Códigos de la H. Cámara de Diputados
de la Nación al tiempo de discutirse el CP sancionado en 1921, que proponían la
fórmula del Proyecto de 1891: ordenará.

67
Victimo log í a

la reparación sin que proceda de dicha manera. La mayor parte de la


doctrina, a la que adhiere el Proyecto de 2014 (art. 57), aferrada a un
principio clásico, se inclina por entender que sólo lo puede hacer si el
ofendido directo, sus herederos o representantes legales reclaman la
indemnización formalmente y del modo establecido por las reglas pro-
cesales, ya que los daños causados por el delito generan una obligación
civil y privada (como el que deriva del incumplimiento de un contrato).
La reparación impuesta de oficio por el Juez, sin una división tajante
entre pena y reparación civil, aparenta satisfacer en mayor medida las
penurias que atraviesa la víctima (de allí su atractivo), pero rememora los
postulados de Garófalo, Prins y Ferri, quienes le atribuyeron naturaleza
pública y función social al tutelar el interés directo de aquélla y a la vez
el mediato de la defensa social preventiva y represiva contra el delito;
por vía de la enmienda dispuesta a favor de la víctima sin necesidad de su
instancia se procura tranquilizar a la sociedad (Nuñez 1982: 19 y 29;Vélez
Mariconde 12). Existe, además, otro argumento de peso para eliminar
dicha facultad: podría afectar la garantía constitucional de la defensa en
juicio de todas las partes intervinientes (no sólo del condenado) y del
debido proceso, particularmente el principio de congruencia (CN, art.
18; Const. de Córdoba, arts. 39 y 40). Sin embargo, el abandono de la
fórmula hoy vigente también es un premio a la injusticia y al confort de
intereses creados (v.gr.: de las aseguradoras). Nadie puede negar que
quien está en mejores condiciones para fijar las pautas de la reparación
es el juez de la condena penal. La cuestión, entonces, luego de un siglo
de debate, requiere una propuesta superadora que no quede atrapada
en paradigmas que han perdido crédito científico, salve obstáculos cons-
titucionales, y le facilite a la víctima lo que hasta ahora en el proceso
penal se le ha dificultado.
Por lo demás el Proyecto del 2014 respeta las principales definiciones
del actual capítulo “Reparación de Perjuicios”.
El Ante-proyecto Ziffer-Córdoba y el de la Comisión creada por el
Poder Ejecutivo Nacional en el año 2018 mantienen trazos similares.
La LN N° 27372 declama que la víctima tiene el derecho a la
reparación (art. 3 a)), a la restitución de los bienes sustraídos (art.
5 ñ)), al sufragio de los gastos cuando económicamente no esté en
condiciones de solventarlos (arts. 5 o) y 9), y al patrocinio jurídico
gratuito (art. 11), los que se deben respetar (art. 3 b)) con la mayor
rapidez posible (art. 4 a)).

68
R o b e r t o V. V á s q u e z

IV- Hacia la visibilidad dogmática de la víctima.


La dogmática es una construcción doctrinaria producto de la inter-
pretación, sistematización, elaboración y desarrollo de disposiciones
legales y de las opiniones que se refieren a ellas. También comprende
nuevos conceptos generados por descubrimientos científicos ligados
al delito, la pena y otras respuestas. En relación a la víctima, las grandes
obras no han sistematizado los principios rectores de su situación ju-
rídica en el sistema penal, ello sin perjuicio de los aportes concretados
en colecciones especializadas (como la presente, donde se aborda v.gr.:
quién es la víctima en los delitos de comisión por omisión (Barberá de
Riso 2018)).
Los estudios de la Parte General contienen el análisis de las reglas
de imputación y determinación de penas, establecen sus principios y los
ejemplifica. Frente a las normas que aluden a la víctima, que por cierto,
se encuentran desperdigadas (CP, arts. 19, 23, 29, 41, 41 ter, 51, 67, 73),
la doctrina no les dedica ni un capítulo (salvo en lo que concierne a la
reparación de perjuicios (reflejado en el Título IV del Libro I)), muchas
veces ni aparece en los índices.
Los estudios de la Parte Especial, en cambio, desmenuzan los tipos “al
servicio de la protección de bienes jurídicos”, desarrollando los principios
con especificidad (Roxin 1997 I:193 y 314). En esta dimensión muy poco
se alude a la víctima. Su conceptualización debe ser rastreada tipo por
tipo.Así, por ejemplo, en el homicidio simple (art. 79) queda comprendi-
da por el elemento objetivo “otro”: un ser humano cualquiera, un niño,
un anciano, etc. En el tipo de abuso sexual, es la “persona” o “víctima”
de la que habla el art. 119 del CP. En la privación ilegal de la libertad
(arts. 141 y 142) vuelve a ser “otro”, “persona”, u “otro individuo”. En
el hurto (art. 162) está escondida tras el escaparate de la “ajenidad”. Y
así se puede seguir.
En los delitos de ofensa social es mucho más difícil identificarla.
Ni qué hablar en aquéllos que la doctrina pregona que no tienen, por
más que se trate de sobresalientes modalidades del crimen organizado,
como el tráfico de estupefacientes, investigado y juzgado sin contactos
con víctima alguna.
Las teorías del bien jurídico21, aunque con problemas para legitimarse

21 
Se atribuye a Paul J.A. Feuerbach y a Johann M. F. Birbaum uno de los primeros
diálogos sobre “qué” tutela el Derecho Penal. El célebre co-autor (de formación
kantiana) del CP de Baviera de 1813, en su Tratado (1801) sostuvo que protegía los

69
Victimo log í a

en algunos casos (v.gr.: la protección de animales), se han destacado por


su función limitadora del poder penal y por haberle dado consistencia
al principio de lesividad. No obstante ello, han operado, sin que fuera
lógicamente necesario22, en un sentido discordante con una equilibrada
apreciación de las nociones concernientes a la víctima concreta corres-
pondiente a cada capítulo y tipo penal de la Parte Especial del Código
Penal. En palabras de Maier 2012 I:583, sirvieron a la consecución de
su “anonimato”.
Las abstracciones utilizadas por dichas teorías deben resultar
compatibles con los conceptos requeridos al momento de la individua-
lización de la pena. Es que cuando el art. 41 refiere a la “extensión del
daño y del peligro causados”, particularmente respecto de las ofensas
individuales, aquéllas reducen su fertilidad y resulta ineludible acudir a
las consecuencias que el delito ha producido en la víctima23. Es decir, su
valoración debe estar conciliada a lo largo de todos los elementos del
delito, particularmente el tipo y la antijuridicidad, con las circunstancias
a computar para determinar la sanción que corresponde aplicar a su
autor.También debe estarlo con las obligaciones emergentes para el Es-
tado frente a la comisión de un delito (sea quien sea el que lo cometió),
como la de investigarlo, tal cual reiteradamente lo reconoce la CIDH.
Es que el derecho de la víctima a que ello ocurra nace de su derecho
afectado, el que “está incorporado, de algún modo, en el bien jurídica-
Derechos subjetivos de los ciudadanos a no ser afectados en su vida, propiedad,
domicilio, paradojalmente, tal como lo proclamaban declaraciones y normas de la
mayor jerarquía de la época tanto en Europa como en América. El segundo (pro-
fesor de Gießen), en cambio, en 1834, alude al “bien” en tanto “objeto protegido”
de las normas penales, conceptos que -en su esquema y sin resignar un enfoque
liberal- habilitaban la protección de bienes jurídicos colectivos, tales como la religión
y las buenas costumbres. Dicha entelequia, más que a los doctrinarios de la época
(v.gr.: Von Lizt en su Tratado I:427 ni menciona a Birbaum, aunque reconoce que el
Archivo de Derecho Criminal, donde fue publicado su artículo “Sobre la necesidad
de una lesión del derecho para el concepto de delito”, fue “fundado y dirigido por
profesores” (Von Lizt I:432)), fue luego valorada tiempo después por Karl Binding
(en 1872 y 1890), y, gracias a este respaldo, considerada (para no decir resucitada)
en los últimos sesenta años de la dogmática (Roxin 1997 I:55; Eser 19), durante los
cuales se construyeron las más sofisticadas concepciones.
22 
Eser sostiene que no tendría por qué conducir a la “desindividualización” del
delito, esto es, negar la apariencia de estar instrumentando la protección de la vida
humana individual (Eser 20).
23 
Así lo entienden los modernos proyectos que aluden a ella justamente en esta
instancia.

70
R o b e r t o V. V á s q u e z

mente protegido por la norma penal, razón por la que se reconoce que
es también un derecho del ofendido “de carne y hueso” el de obtener
la aplicación de la pena…el delito no es sólo una lesión a un bien abs-
tractamente protegido como tal por la ley penal (v.gr., “la propiedad”),
sino que es también una lesión al derecho concreto del ofendido (v.gr.
“su” propiedad) (Caferatta/Tarditti I:96).
A las disquisiciones entre bien jurídico, interés, derecho, y sujeto
pasivo, que tornan a la víctima (la destinataria principal de la tutela que
ofrenda el sistema penal) en una extraña, los CPPs y la dogmática de
los procesalistas dan otra vuelta de tuerca al restringir el concepto de
quien puede ser admitido como parte en el proceso: no será la víctima,
sino el “verdadero” “ofendido directo”24.

24 
La doctrina enseña que ofendido “es siempre la víctima directa o sus familiares
en tanto tengan la calidad de herederos forzosos”, reducto comprimido de un
universo mayor (el de todas aquellas personas que, individual o colectivamente,
hayan sufrido daños, incluidas lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional,
pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus Derechos fundamentales, y de
los familiares o dependientes inmediatos de la víctima directa, y las personas que
hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir
la victimización, según los términos de los Principios Fundamentales de Justicia
para las Víctimas del Delito y Abuso de Poder) (Caferatta/Tarditti I:89). El art. 2 de
la LN N° 27372 considera “víctima”, por un lado, cuando el delito no le ha quitado
la vida, a la persona directamente ofendida, y por otro, en caso de su fallecimiento
o incapacidad, al cónyuge, conviviente, padres, hijos, hermanos, tutores o guar-
dadores. Pero la cuestión tiene un poco más de complejidad. Distintas normas
admiten, de un modo convergente, respecto de contextos familiares, afectaciones
complementarias que posicionan a toda persona en la misma calidad (de víctima)
aunque no encuadre en un tipo delictivo; a saber: de violencia física, psicológica
o emocional, sexual, económica y patrimonial (Ley 9.283, art. 5). En relación a la
mujer (por razones de género), aunque no tendrían que excluirse ni al hombre ni
otras expresiones de la identidad sexual, la Ley 26.485, art. 5), también refiere a
la simbólica, entre la que se entiende comprendida la institucional. Vale aquí re-
cordar que tales violencias, aunque en sí mismas no constituyan delito, configuran
un indicio para el encuadramiento típico de otras acciones, como la calificante
del homicidio cometido por un hombre contra una mujer mediando “violencia de
género”. Así en “Lizarralde” (TSJ, Sala Penal, S 56, del 9/3/17) se ha dicho que:”F.…
tampoco hace falta que la relación de desigualdad se presente a través de formas
delictivas sino que deberá ser examinada caso por caso atendiendo al contexto, el
cual revelará la concurrencia de estereotipos y prácticas sociales que son modos
cultural y socialmente aceptados de tolerar la desigualdad entre hombre y muje-
res;..”. El nuevo CCyC de la Nación, según LN N° 26994, también alude a la víctima
de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado

71
Victimo log í a

V.-Debates actuales
Seleccionaré dos temas que, derivados de lo visto anteriormente,
en estos días se están discutiendo en torno a la víctima:
a. La importancia de la apreciación de “visu”
La comunidad internacional asume el tratamiento de la “prevención
del delito” y de la “delincuencia” a partir de los años 50 del siglo pasado.
Hasta esa época los abordajes eran aislados y nacionales. Pero es en
los años 70 que, bajo el calor del análisis de ciertos delitos y ciertos
autores que aparentan encontrarse fuera del alcance de la ley, es que
se considera la situación de los pacientes de sus acciones y se retoma
la perspectiva reparatoria, no sin distinguir el delito común del abuso
de poder. En este marco es que en las últimas décadas ocupa un lugar
central en la axiología victimológica la Declaración de Principios Básicos
de Justicia para las Víctimas del Delito y el Abuso de Poder (emitida por
la Asamblea General de la ONU, mediante Res. 40/34 del año 1985, en
base a las propuestas del Séptimo Congreso sobre Prevención del Delito
y Tratamiento del Delincuente celebrado en Milán durante el mismo año).
Particularmente su punto 6 b) postula que la “opinión” y “preocupa-
ciones” de la víctima concreta, especialmente de los delitos graves, sean
“examinadas” en la medida de su “interés”. En otros términos, queda
así expresado el abanico de singularidades que, a pesar de los contra-
tiempos y controversias que pueda llegar a generar, le da contenido al
“visu” que requiere el 41 in fine del CP. Se trata de la definición legal
que fija un parámetro a su frecuente expectativa de tener una especial
intervención e incidencia en la “toma de decisiones” (al decir del Manual
1996) relativas a la agresión que la ha perjudicado.
Los trazos humanistas que el principio legal requiere son:
a) “Conocimiento directo” de la víctima o, en caso de muerte, de sus
familiares (situación que dota de particulares circunstancias al encuentro,
la mayoría de las veces ampliamente justificado, por más que se trate de
un supuesto de sensible intermediación), implica que el fiscal que acusa
(y hoy promueve acuerdos) y el juzgador (que incluye a ciudadanos
comunes en las jurisdicciones donde hay juicios con jurados) no tienen
(ni deben tener) sustitutos en el contacto.

civil o de la identidad (art. 69), de dolo o violencia (art. 297), cuando se trata de
un menor o sus padres (art. 634), de la expuesta voluntariamente a riesgos (art.
1719), y de forma genérica cuando debe ser reparada, indemnizada o restaurada
su situación respecto de los daños que le han inferido.

72
R o b e r t o V. V á s q u e z

b) La comprobación de “visu”, también llamada “la práctica de las “vis-


tas de ojo”” (Nuñez II:465; Marchiori 1983:59) significa que el examen,
insustituible por el papel y la tinta, no es con meros fines de evaluación
clínica o estética, sino, precisamente, para valorar múltiples circunstan-
cias que conciernen a la víctima antes de adoptar la decisión relativa a
la pena. La mirada es una lectura en la que también se “escucha”, forma
parte de un diálogo explícito y/o simbólico. Es el instante que tiene para
emitir sus últimas y más sentidas palabras respecto del conflicto objeto
del juicio. Se trata de un momento de extraordinaria relevancia semió-
tica en el que puede canalizarse el perdón, preguntas (que han quedado
sin respuestas en torno al sin-sentido que con frecuencia acompaña al
crimen), llanto y desesperación, anuncios y calificativos varios, el reclamo
de una justa condena, etc., con mayor o menor relevancia jurídica, pero
muchas veces expresarse y ser escuchada, diga lo que diga, es lo que
más le importa a la víctima. Ahora bien, la instancia se genera para que
el juzgador la tenga en cuenta (antes de tomar su decisión), oportuni-
dad en la que se conjugan canales de comunicación (principalmente la
vista y el oído) y su particular capacidad de comprender estructuras de
significación relativas a la víctima.
Escuchar al otro necesariamente no requiere transcribir su decla-
ración.Tampoco se agota con la mera formalización de sus expresiones,
sin interpretarlas. La víctima lejos está de ser escuchada, como ocurre
con frecuencia a lo largo del proceso, cuando sin privacidad alguna (en
casos de abuso sexual, violencia de género, fraudes, abusos funciona-
les), sometida a organizaciones concentradas territorialmente y con
agenda restringida, sin asistencia tecnológica, decenas de veces brinda
explicaciones a la persona que la “atiende” (que muchas veces desco-
noce la profundidad de su padecimiento: v.gr: el encargado de mesa de
entradas), en cualquier lugar que se le dispensa25 y ante desconocidos.Al
momento de la individualización de la pena esta modalidad del destrato
no se puede repetir.
Genera controversia la postura de admitir que el “visu” se sustituya
por una “operación técnica”. Un sector de la doctrina entiende que
los “informes” y “pericias” permiten conocer mejor al examinado (De
la Rúa/Tarditti 2:536). Tal consideración, sin embargo, no advierte que

25 
Todo esto sin contar los pasillos policiales, ministeriales, parlamentarios, de
medios de prensa, de ONGs, de estudios profesionales (jurídicos, psicológicos,
etc.), que, frente al desborde del sistema judicial, también se van gestionando.

73
Victimo log í a

de ser la regla resultaría inviable por la cantidad de recursos y tiempo


que insumiría. Es cierto que, semejante traducción, en ciertos casos se
presenta aconsejable frente al simple contacto. Pero no se puede obviar
que la inspección científica de la interioridad de una persona somete a
ésta a un cúmulo de test y evaluaciones de los aspectos más sensibles
de su existencia (cuyos resultados la mayoría de las veces se incorporan
en un informe que luego se torna cuasi-público), sólo por ser víctima
de un delito. Es decir, para conocerla “mejor” por esta vía se la expone
a un riesgo de mayor mortificación (re-victimización o proceso de
victimización secundaria), por más que se la pretenda evitar (Caferata
Nores/Tarditti 1:306 y 307)26. El sistema penal también produce este
tipo de efectos, que con el carácter de “peso no deseado”, al decir
del Manual 1996, junto con otras intromisiones, también recaen sobre
aquélla. La abrogación de la exigencia de tomar conocimiento personal
con la víctima, propuesta por los ante-proyectos de CP de 2014 y 2018
ya vistos, arranca de cuajo la posibilidad del mentado reemplazo, de ser
este necesario, por una actividad más sofisticada.
c) “En la medida requerida para cada caso”, debe entenderse como
“adecuación”, no todos los hechos requieren idéntica compenetración,
ni todas las víctimas lo entienden necesario, esto es el “vínculo” admite
una intensidad diversa y subsidiaria a la comunicación mantenida con el
ejecutor de la afectación.

b. El estado: obligado a la reparación

La CIDH tiene dicho que la prevención del delito es “una obligación


de medio o comportamiento”, la que no es incumplida por parte del
Estado por el solo hecho de que “no produzca un resultado satisfactorio”,
que es lo que ocurre cada vez que una persona resulta víctima (CIDH,
Velasquez Rodriguez, punto 177, del 29/7/88).
En dicho marco, la regla, entonces, adjudica la carga de la reparación
al autor o a terceros beneficiados por la comisión del delito en cuestión.
No obstante ello, y sin perjuicio de los avances que sobre el punto en la
actualidad representan la conciliación y reparación integral del perjuicio
previstos como mecanismos de extinción de la acción penal (CP, art.
59 inc. 6; Córdoba, CPP, art. 13 bis inc. 5)27, gradualmente se observa

26 
Es lo que pretenden sortear las previsiones de los arts. 6 y 10 de la LN N° 27372.
27 
En el sistema jurídico alemán la mejora de la posición del ofendido se registra

74
R o b e r t o V. V á s q u e z

un incremento de supuestos en los que el Estado, en representación


del conjunto de la sociedad, asume la obligación de restaurar el daño
causado a la víctima, abonando con fondos públicos una indemnización
de carácter pecuniario. Ello, sin constituir una “tercera vía” (puesto que
no sustituye la pena ni la atenúa), se presenta absolutamente razonable
cuando han sido afectados Derechos fundamentales de las personas
(v.gr: el secuestro seguido de muerte con ensañamiento del hijo menor
de un arrepentido bajo protección judicial). La compensación en ciernes
resulta ajena a todo carácter retributivo y a la conciliación entre las
partes del conflicto (considerada el “nuevo” “paradigma de la justicia
penal”) (TSJ, Sterin, S 219, del 3/9/12). Se trata de una respuesta a la
víctima que, escapando del sistema judicial, amplía notablemente los
límites de su protección.
En Europa, el sistema jurídico francés contempla diversas situaciones,
entre ellas la reparación de víctimas de actos de terrorismo cometidos
dentro o fuera del país (a partir de la ley N° 86-1020 del 9/9/86, con
reformas hasta el 2015). España, por su lado, recuperando un concepto
plasmado entre los precedentes (CP de 1848 y de 1928), en el año 2001
firmó el Convenio Europeo sobre Indemnización a las Víctimas de De-
litos Violentos (que data de 1983), cuyo art. 2 punto 1 establece que el
Estado deberá contribuir a indemnizar “a) A las personas que hubieran
sufrido lesiones graves o daños en su salud como resultado directo de un
delito intencional de violencia, b) a las personas que estuvieran a cargo
de la persona fallecida como consecuencia de un delito de esa clase”.
En líneas generales la mayoría de los países contemplan la creación de
fondos especiales para aplicarlos en casos de delitos graves. En América
del Sur, Uruguay, por ejemplo, desde el año 2011 cuenta con la Ley N°
18850 (pensión a favor de hijos de personas fallecidas como consecuencia
de violencia doméstica), y desde el 2013 con la Ley N° 19039 (pensión
a favor de las víctimas de homicidio en ocasión de delitos de rapiña,
copamiento o secuestro o cuando una persona resulte incapacitada en
forma absoluta para todo trabajo).

con la ley del 18-12-1986, que incorpora en el parágrafo 46 del StGB la idea de la
compensación (Roxin 1997:126), en los siguientes términos: “Cuando el autor 1.
Se haya esforzado seriamente por acordar una compensación con el perjudicado
(compensación autor-víctima), le haya restablecido en su mayor parte en la situación
jurídica anterior, o 2. haya indemnizado a la víctima totalmente o en su mayor parte,
en una situación en la que la reparación de los daños le exija notables prestaciones
o renuncias personales, el tribunal podrá atenuar la pena….”.

75
Victimo log í a

La República Argentina, mediante la reciente Ley N° 27452, que entró


a regir el 26/7/18, establece el régimen de reparación económica para
las niñas, niños y adolescentes (también conocida como Ley “Brisa”, en
memoria de la niña que presenció el asesinato de su madre por parte de
su padre, y que, luego de su detención, juntos con otros hermanastros
que vivieron la misma situación quedaron bajo el cuidado de una tía) ha
dado un paso más en dicha línea.
El proyecto tiene origen en el H. Senado de la Nación, por iniciativa
del Senador Jaime Linares (Expte. 4118-S-2016, publicado en Diario de
Asuntos Entrados N° 206, del 18/10/2016), el que le da media sanción
el 31/5/17, pasando a Diputados, que lo convierte en Ley el 4/7/18.Vale
destacarse que en la CABA con el número 5861 en el año 2017 entró
en vigencia y se reglamentó (por intermedio del Decreto N° 407/017)
una ley local de similar factura, que fue promovida, presión de ONGs
mediante, ante la demora en el tratamiento del proyecto antes mencio-
nado y que finalmente fue sancionado.
La LN N° 27.45228 instituye la reparación por cada víctima menor
de veintiún (21) años o con discapacidad cuando: a) Su progenitor o
progenitora afín haya sido procesado y/o condenado como autor, coautor,
instigador o cómplice del delito de homicidio de su progenitora; b) La
acción penal seguida contra ellos, en la causa penal donde se investigue
el homicidio de su progenitora, se haya declarado extinguida por muerte;
c) Cualquiera de ellos haya fallecido a causa de violencia intrafamiliar
y/o de género.
El resarcimiento económico está previsto sin condición alguna.
Bien podría haber requerido la insolvencia del principal responsable
y la existencia de antecedentes relativos al incumplimiento por parte
del Estado de la tutela que antes del hecho la víctima había reclamado.
Sin tales exigencias y frente a disímiles supuestos revela puro sentido
caritativo y licúa su principal justificación jurídica.
Será abonado mensualmente por el Estado Nacional hasta que el
beneficiario cumpla veintiún (21) años o se mantenga su incapacidad, por
lo que el régimen va más allá de la tutela a niñas, niños y adolescentes.
El canon será equivalente al haber jubilatorio mínimo actualizado (hoy
asciende a poco más de 8000 pesos), inclusive respecto de hechos co-
metidos con anterioridad a la entrada en vigencia de la ley.También serán
tutelados con una cobertura integral de salud, que cubra sus necesidades
de atención física y psíquica.
Reglamentada por decreto del PEN Nº 871 del 1/10/18.
28 

76
R o b e r t o V. V á s q u e z

Entre los fundamentos de la norma nacional se observa una fuerte


ligazón con la perspectiva de género, y se le reconoce el impulso al
espacio feminista denominado “Asociación Civil La Casa del Encuen-
tro”, con el apoyo de la “Red Internacional de Periodistas con Visión de
Género en Argentina”.
Cita los informes de femicidios presentados por el “Observatorio
de femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano” de los que surge
que entre 2008 y 2015 se registraron 2094 femicidios y femicidios vincu-
lados de mujeres y niñas, y que entre el año 2009 y 2015, 206 hombres
y niños fueron víctimas de femicidio vinculado. Asimismo, entre el año
2008 y 2015, se determinó que 2518 hijos e hijas, de los cuales 1.617
son niñas, niños y adolescentes, fueron víctimas colaterales, donde el
padre asesinó a la madre. Se advierte que cuando ocurre un femicidio,
además de la víctima directa (la mujer asesinada) existen otras víctimas,
y que conforme a los estudios realizados desde el Área de Investigación
de La Asociación Civil La Casa del Encuentro, se desarrolló el término
“Femicidio Vinculado”, partiendo del análisis de las acciones del Femicida,
para consumar su fin: matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer
sobre la cual ejerce la dominación. En dicho escenario se consideraron
dos categorías: “I. Personas que fueron asesinadas por el femicida, al
intentar impedir el femicidio o que quedaron atrapadas “en la línea de
fuego”. II. Personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer, que fueron
asesinadas por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquica-
mente a la mujer a quien consideran de su propiedad”. Luego expresa
que “los hijos y las hijas se constituyen en sobrevivientes de una vida de
abuso que terminó con la vida de su propia madre”, que “comienzan a
visibilizarse, a nombrarse, y se las considera víctimas secundarias”, siendo
que, deja entender, son afectadas directamente.
En cuanto al meollo de la cuestión, esto es la relación entre dichas
tragedias y la responsabilidad estatal, acude a la amplia tutela que ga-
rantiza la Convención de los Derechos del Niño, sus precedentes y los
estatutos e instrumentos de los organismos especializados, así como,
aunque en términos genéricos, a la Declaración Universal de Derechos
Humanos, al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en
particular, a los artículos 23 y 24), y al Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (en particular, el artículo 10). Luego se
lee:“…igual urgencia presenta, la existencia de una reparación económica
por parte del Estado a las niñas, niños y adolescente que han perdido a
su madre en manos de su padre. En este sentido, resulta imprescindible

77
Victimo log í a

y es una obligación del Estado asegurar..” su “bienestar físico y psíquico”.


“Su vida ha sido totalmente modificada, las personas que cuidan de ellos,
en muchos casos necesitarán recursos económicos para poder asegurar
que estos Derechos sean garantizados…esta prestación económica no
resulta ser un subsidio, una pensión o una ayuda, sino una reparación
económica por parte del Estado, hasta que cumplan 21 años de edad
y subsistirá en los casos en que se declare la capacidad restringida y/o
incapacidad…; lo que implica una respuesta por el daño causado, al no
haber protegido a sus madres cuando estas pidieron ayuda al denunciar
la violencia que sufrían. El Estado deberá otorgar esta reparación, debido
a que fue quien asumió los compromisos internacionales de protección
hacia las mujeres, niñas, niños y adolescentes y en los casos de femicidios,
dicha protección no fue cumplida”.

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80
Pioneros de la Victimología.

Miedo al Delito

Prof. Dr. Helmut Kury - Prof. Dr. Joachim Obergfell-Fuchs1


Alemania

Introducción
Con el rápido desarrollo de sofisticadas encuestas a las víctimas, el
miedo al delito ha emergido como un concepto fundamental en el dis-
curso teórico y práctico. Investigaciones acerca de la victimización han
mostrado que el miedo al delito es tanto causa y efecto de diferentes
tipos de factores. Algunas de las variables causales incluyen: victimiza-
ción, edad, género, urbanismo, los medios masivos de comunicación,
orientación criminal, ausencia de civismo vecinal, y un efecto crucial es
la evitación del delito.
Hasta el año 1975, los Estados Unidos lideraron las investigaciones
acerca del miedo al crimen, pero en los últimos veinte años, Europa del
oeste y especialmente Inglaterra, Francia y Alemania, han jugado roles
importantes en el esfuerzo por el estudio del miedo al delito. El miedo
al delito de ninguna manera es un concepto utilizado claramente. De
acuerdo con Ferraro y LaGrange (1987), la expresión “miedo al crimen”
ha tomado tantos significados que su reemplazo podría ser bien con-
siderado. Taylor y Hale (1986) hacen hincapié en identificar la fina línea
entre el miedo al delito y otras ansiedades.
Otro factor a tener en cuenta es la medición del miedo al delito.
Las investigaciones, en su mayoría han empleado el miedo al delito a
través del ítem estándar: “¿Cuán seguro se siente caminando sólo en su
barrio una vez que oscurece?”, usado por el National Crime Survey (NCS)
en Estados Unidos. La respuesta es dada acorde a una escala de cuatro
niveles que va desde “muy seguro” a “muy inseguro”. Pero esta definición

Prof Dr. Helmut Kury. Criminólogo. Investigador del Instituto Max


1 

Plack. Friburgo. Catedrático de la Universidad de Friburgo. Alemania.


Prof. Dr. Joachin Obergfell-Fuchs. Catedrático de Criminología. Investigador del MPI
para Derecho Penal Extranjero e Internacional. Alemania.

81
Victimo log í a

ha disparado una severa crítica. Diversas investigaciones han mostrado


que el miedo al delito debe ser distinguido de miedos más globales y
es afectado en forma disímil por diferentes tipos de crimen. Thompson
et al. (1992) utilizaron tres medidas del miedo al delito: “miedo global”,
“miedo a un delito a la propiedad” y “miedo a un delito que implique
violencia”, sus descubrimientos indican que resultados contradictorios
en recientes investigaciones acerca del miedo a los delincuentes, surgen,
al menos en parte, de diferentes métodos de medición.
Hemos examinado las relaciones entre la severidad y la frecuencia
de la victimización y el miedo al delito (véase Kury y Ferdinand 1998).

Muestras aleatorias, operando conceptos claves.


Probamos nuestras hipótesis en base a cuatro conjuntos de datos.
En 1989, la primera y mundial International crime survey (ICS 1989) fue
encabezada en la anterior Alemania del oeste por el Max Planck Institute
of Foreign and International Criminal Law (MPI). ICS 1989 fue conducida en
quince países repartidos alrededor del mundo (cf.Van Dijk et al. 1990:140;
véase también Kury 1991; 1993). El itinerario de la entrevista se centró
en todas las victimizaciones de once delitos de los últimos cinco años,
pero para delimitar el estudio dentro de específicas fronteras, se reunió
sólo una limitada información acerca del miedo al delito.
La ICS 1989 fue repetida por los mismos grupos de investigadores
tres años después en una forma casi idéntica (cf. Van Dijk y Mayhew
1992). Los anteriores métodos, así como el instrumento de la encuesta
fueron adoptados casi en su totalidad. Junto a los resultados de los estu-
dios del ICS, también reportamos aquí, descubrimientos de dos grandes
estudios alemanes. Así, luego de la reunificación de la nación alemana,
el MPI, en compañía de un grupo de investigación del German Federal
Bureau of Crime (BKA), dirigieron el primer más grande estudio sobre
víctimas alemanas del este-alemanas del oeste (G-G 1990) (cf. Kury et al.
1992). Este estudio puso su punto focal en victimizaciones de personas
que tenían al menos catorce años de edad por los mismos once actos
delictivos examinados por ambos estudios del ICS. La recolección de
datos procedía de entrevistas personales a cinco mil alemanes del este
y dos mil del oeste, e incluyó el primer y segundo ítem utilizados en los
estudios del ICS de una manera casi idéntica.
El segundo estudio, iniciado en 1991/92 por un equipo de investiga-
ción criminológico del MPI en conjunción con intelectuales de lo legal

82
H e l m u t Ku r y – J o a c h i m O b e r g f e l l - F u c h s

de la universidad de Jena en Alemania del este, fue un vasto estudio


comparativo que involucró a Jena y Friburgo (FR-J 1991/92), que inquirió
a personas de catorce años o mayores acerca de sus victimizaciones en
base a los once delitos listados por los estudios del ICS. La información
fue compilada en ambas ciudades a través de cuestionarios enviados
por correo, y en Jena un pequeño grupo recibió también entrevistas
personales.

Evitación del delito, Miedo a los delincuentes y Victimización.


Debe ser reconocida la influencia de una temprana o intensa victimiza-
ción en el miedo al delito, incluyendo un mayor miedo a los delincuentes.
A esto debe agregarse la naturaleza e intensidad de la reacción de la
víctima al miedo al delito. El hecho de que víctimas de allanamientos
de morada más frecuentemente que no-victimas eviten ciertos lugares
luego de la puesta del sol, claramente sugiere que las víctimas tienen un
mayor miedo a la criminalidad.
La preponderancia a evitar ciertas zonas luego del anochecer está
íntimamente relacionada al miedo a los delincuentes. En no menos de
once casos (65%), las víctimas fueron significativamente o muy significa-
tivamente más tendientes al miedo a delincuentes que las no-víctimas.
Para la ICS del ’92, veintiséis análisis similares fueron computados, de los
cuales veintiuno (81%) fueron significativos y diecisiete (65%), altamente
significativos.
Otros resultados generalmente apuntaban en la misma dirección: las
víctimas evadían ciertos lugares luego de la caída del sol más frecuente-
mente que las no-víctimas, y las diferencias fueron en su mayoría (entre
víctimas y no-víctimas), muy marcadas. En Francia, España, las anteriores
Alemania del oeste y Alemania del este doce a quince por ciento más
de las víctimas que de las no-víctimas, respondieron que sí, a éste ítem.
Resultados de la ICS 1992 siguieron el mismo patrón, e incluso con di-
ferencias estadísticas poco significativas (excepto por Varsovia, Polonia, y
Liubliana en Eslovenia), en donde las víctimas expresaron mayor reacción
respecto a evitar ciertas zonas que las no-víctimas.
Comparaciones estadísticas muestran que (excepto por Bombay en
India y Kampala en Uganda, i.e. dos grandes ciudades), en cualquier lugar
donde hayan ocurrido las experiencias de victimización, éstas ejercie-
ron la mayor de las influencias. En la mayoría de las comparaciones que
involucraban países, se encontraron como se esperaban, que el género,

83
Victimo log í a

y a menudo el tamaño de la comunidad, tuvieron la mayor de las signi-


ficancias. Dado que únicamente fueron usados datos específicos para
ciudades grandes, el tamaño de las mismas no varió sistemáticamente, y
el tamaño de los lugares no fue una variable constante. Estos estudios, sin
embargo, revelaron que junto a la victimización, la edad y especialmente
los ingresos de aquellos que evitaban ciertos lugares en la noche, fueron
factores importantes. Contrario a los estudios alemanes, no obstante, la
severidad del crimen en la ICS 1989 tuvo poca diferencia entre no-vícti-
mas por un lado, y las víctimas sin contacto directo (sólo tres de diecisiete
comparaciones tuvieron significancia), o víctimas de allanamientos de
morada (sólo cinco de diecisiete comparaciones tuvieron significancia),
por el otro. Los resultados de la ICS 1992, con todo, muestran un notable
nivel de evitación en Australia entre víctimas sin contacto directo en
comparación a no-víctimas, y lo mismo se descubrió en Georgia, Italia
y Suecia. En Canadá, Finlandia, Italia, Polonia, El Cairo, Bombay, y Dar es-
salam en Tanzania, las víctimas de allanamientos de morada indicaron un alto
nivel de evitación en comparación con no-víctimas. Nueve de diecisiete
comparaciones entre no-víctimas y víctimas de delito con contacto
directo, y doce de diecisiete comparaciones entre no-víctimas y todas
las víctimas en ICS 1989 y en la G-G 1990 fueron estadísticamente
significativas, y resultados de la ICS 1992, muestran que catorce de esas
veintiséis comparaciones, fueron asimismo significativas. Las víctimas de
delito con contacto directo han exhibido consistentemente una reacción
hacia la evitación más pronunciada que las no-víctimas, e (excepto por
Varsovia, Manila y Liubliana), incluso las diferencias poco importantes
apuntaron en la misma dirección. Estos resultados fueron más apoyados
aún, cuando consideramos el número de victimizaciones y su impacto en
las reacciones de evitación. De diecisiete comparaciones en la ICS 1989
y G-G 1990, catorce (82%), fueron significativos o muy significativos, y
en la ICS 1992, de veintiséis comparaciones, no menos que veintitrés
(88%), fueron estadísticamente significativas. Teniendo en cuenta las
tendencias no-significativas, prácticamente se dibujó el mismo cuadro.
Las víctimas evitaban ciertos lugares luego de la caída de la noche más
frecuentemente que las no-víctimas, y a medida que las victimizaciones
aumentaban, las victimas incrementaban la evitación de ciertas zonas
que aparentaban ser peligrosas.
Estos descubrimientos confirman que las reacciones de evitación
surgen de la victimización, aun así, la victimización no es el factor más
marcado (excepto en Bombay y Kampala en Uganda).El género y el ta-

84
H e l m u t Ku r y – J o a c h i m O b e r g f e l l - F u c h s

maño de la comunidad tienen incluso una influencia mayor.Aun así, esto


no significa que la influencia de la victimización en sí es despreciable,
siendo que, después de todo, la relación en sí es significativa. El hecho
de que el tamaño de la comunidad es probablemente una variable con-
textual, es sugerido por el descubrimiento de que en ciudades grandes
en la ICS 1992, el tamaño de las mismas, es mantenido relativamente
constante, y las victimizaciones muestran su clara influencia en la evita-
ción de ciertos lugares.

Esperando futuras victimizaciones.


Los hallazgos dan a entender que las victimas pueden temer futuras
victimizaciones también. Así, aquellos que esperan o temen un allana-
miento de morada, son más inseguros y ansiosos que aquellos quienes
sus expectativas de tal evento no son fuertes. Un allanamiento de mo-
rada es visto aquí como un serio y terrible delito siendo que el delincuente
transgrede el área privada de vida de la víctima. Las diferencias entre
no-víctimas y víctimas para la ICS 1989 están indicadas en diecinueve
tests estadísticos, incluyendo resultados de los estudios G-G 1990 y
FR-J 1991/92. No menos que dieciocho de estos diecinueve exámenes
fueron significativos o muy significativos. Con respecto a la ICS 1992,
de veintiséis tests estadísticos, veinticuatro fueron significativos. Estos
descubrimientos con respecto a la estimación de un futuro allanamiento
a la morada, indican una relación incluso más fuerte con experiencias de
victimización previas que aquellas que tienen que ver con la evitación
de ciertos lugares. Además, las diferencias en su mayoría fluyeron en la
dirección esperada: las víctimas consideraban un futuro allanamiento de
morada como algo más probable que las no-víctimas, e incluso en Varsovia
y Kampala en Uganda, donde las diferencias no fueron significativas, las
diferencias fluyeron en la misma dirección.
Las comparaciones con respecto a delitos específicos, muestran que
las víctimas de un anterior allanamiento de morada, o intento de alla-
namiento, consideraban otro allanamiento como algo más plausible que
otras víctimas, y especialmente mucho más posible que otras no-víctimas.
En treinta y seis de cuarenta y cinco comparaciones, víctimas de asaltos
durante los pasados cinco años, tuvieron la mayor expectativa de una
nueva victimización. Además, la estima de la probabilidad de un futuro
allanamiento a la morada fue influenciada mayoritariamente por un ante-
rior allanamiento, especialmente en la comparación entre no-víctimas y

85
Victimo log í a

víctimas. Esto implica que independientemente del género, edad, tamaño


de la ciudad, o ingresos, una victimización anterior contribuye en mayor
parte a la expectativa de futuras victimizaciones y que las víctimas de
allanamientos a su morada, esperan más victimizaciones de este tipo.
Este cuadro queda firmemente establecido cuando comparamos las
expectativas de víctimas, a un futuro allanamiento de morada, con las
no-víctimas, de acuerdo con la frecuencia de sus anteriores victimiza-
ciones. En diecinueve comparaciones usando los datos de la ICS 1989,
G-G 1990 y FR-J 1991/92, no menos que dieciocho fueron significativos
o muy significativos, y con los datos específicamente de la ICS 1992,
veinticinco de veintiséis comparaciones fueron estadísticamente signi-
ficativos. Dejando de lado Varsovia, las diferencias fueron significativas
para el resto en la ICS 1989 y ambos estudios alemanes, y en la ICS 1992,
sólo Pretoria falló en indicar significancia. Pero incluso aquí la tendencia
fue la misma que en otros países. Con una sorpresiva regularidad, la
expectativa de probabilidad de un futuro allanamiento de morada, se
alzó tanto en las no víctimas, como en las víctimas y víctimas que fueron
victimizadas una vez, a aquellas que lo fueron dos, e incluso tres veces o
más. A mayor cantidad de victimizaciones, los encuestados estaban más
seguros que futuras victimizaciones tenían una gran probabilidad de ser
allanamientos de morada.

Inseguridad y severidad de la victimización.


¿Cuál es la relación entre la inseguridad de la noche en el hogar y
la gravedad de la victimización? De las veintiséis comparaciones entre
víctimas y no-víctimas, veintitrés fueron estadísticamente significativas
en la dirección esperada: las víctimas exhibían una mayor inseguridad
nocturna en sus casas que las no-víctimas. De las tres comparaciones no
significativas, dos fueron en el rumbo esperado. Como antes, los efectos
del género, edad, ingresos, y tamaño de la comunidad (excepto en las
grandes urbes), fueron controlados por múltiples análisis de la regresión.
En Estonia y Moscú, las víctimas mostraron menor inseguridad que las
no-víctimas: en Estonia 49,1% contra 50% respectivamente, y en Moscú
casi idéntico: 70% contra 71,2%. Los resultados confirman también, que
con un incremento de la severidad de la victimización (i.e., de las víctimas
sin contacto, a las víctimas de allanamiento de morada, a las víctimas con
contacto directo), la inseguridad nocturna en el barrio también aumenta.
Aun así, países específicos y especialmente ciudades específicas (por

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H e l m u t Ku r y – J o a c h i m O b e r g f e l l - F u c h s

ejemplo, en Rio de Janeiro, Bombay y Liubliana en Eslovenia), muestran


patrones de inseguridad idiosincráticos. Así es como, el hecho de que
las víctimas sin contacto directo en las ciudades arriba citadas mostra-
ron la mayor de las inseguridades cuando están fuera de sus barrios al
anochecer, puede indicar la especificidad del cuadro criminal. Asimismo,
estas grandes ciudades pueden ser consideradas como una, incluso
con respecto a delitos específicos. Como es bien sabido, los patrones
criminales en las grandes ciudades se diferencian marcadamente de
aquellos que podemos encontrar en zonas menos urbanizadas. A pesar
de estas excepciones, la evidencia apunta claramente al hecho de que el
sentimiento de inseguridad se acrecienta con respecto al nivel de severidad
de las previas victimizaciones, especialmente si comparamos las víctimas
sin contacto directo a aquellas víctimas de allanamiento de morada.
Este descubrimiento es adicionalmente confirmado cuando tenemos en
cuenta el número de victimizaciones como una medida de la severidad
de la victimización. En veinticuatro de los veintiséis países y grandes
ciudades, un creciente número de victimizaciones fue acompañado con un
mayor sentimiento de inseguridad, aunque el aumento de la inseguridad no
fue estrictamente lineal. Esta relación, no obstante, no fue encontrada
en Georgia; Liubliana, Eslovenia; ni en Dar es-Salam. Tanzania. En estos
lugares, el mayor nivel de inseguridad fue descubierto entre aquellos
que habían sido victimizados sólo una vez. Si este descubrimiento refleja
una peculiaridad en la cultura de la nación, en el método de recolección
de información de la ciudad, o una situación política particularmente
difícil, como en Georgia o Liubliana, no puede ser determinado. Con
todo, ambas de estas diferencias no significativas también insinúan un
mayor sentimiento de inseguridad con el aumento de la frecuencia de
las victimizaciones. En conjunto, estos resultados extraídos con el ítem
estándar, sugieren una clara conexión entre la experiencia previa de una
víctima con la criminalidad, inseguridad personal, y el miedo al delito,
de tal manera que un creciente nivel de seriedad o victimizaciones más
frecuentes producen un aumento en el miedo a la criminalidad.

Inseguridad a la noche y victimización.


Este análisis trata sobre el sentimiento de seguridad cuando se está
afuera y solo a la noche, y está basado en un ítem que se acerca al ítem
estándar de la medición del miedo al delito. Dado que fue incluido solo
en las dos investigaciones alemanas y la ICS 1992, estamos limitados en

87
Victimo log í a

nuestras comparaciones a estas tres investigaciones. Los resultados de


ambos estudios alemanes, y todas las cuatro comparaciones estadísti-
cas de las no-víctimas y víctimas muestran con respecto a su miedo al
delito, que fue significativo, que fluyeron en la dirección esperada. Sólo
el género tuvo una consistente y mayor influencia que en previas vic-
timizaciones. Las víctimas, como un grupo uniforme, se sienten menos
seguras cuando están fuera en la noche que las no-víctimas. El análisis
del delito a partir de categorías específicas del mismo, revela que en ge-
neral, un incremento en la severidad del delito significa un correspondiente
aumento en el sentimiento de inseguridad, especialmente con respecto a
los allanamientos de morada. Aunque el estudio alemán de Friburgo y
Jena muestran que la inseguridad de las víctimas con contacto directo es
menor que aquella de las no-víctimas, este no fue el caso en el estudio
de los Estados alemanes de 1990.
Un significativo resultado de nuestras investigaciones es la confir-
mación de la relación entre la severidad de la victimización y el senti-
miento de inseguridad, especialmente con respecto al miedo al delito.
Esta relación es generalmente expresada a través de las reacciones de
evitación, una expectativa de un próximo allanamiento a la morada, y un
sentimiento de inseguridad cuando se está afuera solo en la noche, por
un lado, y una intensa victimización por la otra, si se estima la frecuencia
o la severidad.
El tipo de delito sufrido por las víctimas también tiene un importante
impacto. La ansiedad de la víctima aumenta considerablemente de las
víctimas de delito sin contacto directo a las víctimas de allanamiento
de morada, pero sorpresivamente retrocede algo con respecto a las
víctimas con contacto directo. Parece que las víctimas de allanamiento a
la morada desarrollaran un mayor miedo al delito e inseguridad incluso
que las víctimas de delitos con contacto directo.
Los delincuentes, especialmente aquellos involucrados en severos
delitos con contacto directo, son a veces víctimas, pero aquí la victimi-
zación refleja una aceptación consciente de los riesgos acarreados con
el delito. Es irónico que estas personas, usualmente hombres jóvenes,
al moverse hacia situaciones criminógenas son a menudo forzados a
experimentar también ellos la victimización. Pero cuando el ofensor
es victimizado, es probablemente visto como un aspecto inevitable del
hecho de ser ofensor.

88
H e l m u t Ku r y – J o a c h i m O b e r g f e l l - F u c h s

Discusión de los resultados.


Nuestros resultados aquí son importantes, porque ellos fueron
extraídos de una muestra representativa muy grande y especialmente
porque fueron establecidos por no menos de quince países distintos en
la primera ICS y tres años más tarde en la segunda ICS por veintiséis
países, incluyendo varias grandes urbes, la mayoría de los países euro-
peos, los Estados Unidos, Canadá y Australia. Además, hemos tomado
en cuenta una variedad de variables contextuales tales como género,
edad, ingreso, y tamaño de la comunidad por medio de numerosos aná-
lisis de variabilidad. Estos resultados claramente verifican la perspectiva
de la victimización: que víctimas de un anterior delito desarrollan un
mayor miedo a los delincuentes que las no-víctimas. Nuestros análisis
de múltiples variables, también sugieren que como regla, el miedo a los
delincuentes no está únicamente relacionado a previas victimizaciones.
Otras variables claves como género, edad, ingreso, y tamaño de la co-
munidad, frecuentemente generan un impacto indiscutible.
En base al estudio sobre víctimas G-G 1990, podemos decir que
una previa victimización ejerce una moderada presión en el miedo a la
criminalidad. Una previa victimización contribuye al sentimiento de inseguridad
de la víctima al momento de salir solo en la noche por el barrio, tanto
en Alemania del este como en Alemania del oeste. En el este, usando el
ítem estándar, una anterior victimización se correlacionaba con la inse-
guridad (r=.36, p<.01); y en el oeste encontramos un resultado similar
(r=.26; p<.01). Una anterior victimización también tenía correlación
con el miedo de convertirse en víctima de un allanamiento de morada
(r=.35, p<.01 en el este, y en el oeste r=.26, p<.05); con una reacción
de evitación luego de la caída del sol (este: r=.34, p<.01 y oeste: r=.29,
p<.01, respectivamente); con una preocupación acerca de convertirse
en victima una vez más (r=.33, p<.01 y r=.34, p<.01, respectivamente).
La centralidad de una anterior victimización en todos estos estudios,
significa que el miedo al delito está conformado en parte por la expe-
riencia del individuo, y debería ser tomada con seriedad.
El miedo al delito de la población está condicionado también por claves
factores demográficos. Estos descubrimientos son importantes no solo
por la visión que ofrecen acerca de la naturaleza de la victimización,
que, llegado el caso podría convertirse en una fundación para la com-
pensación estatal o indemnización de la víctima, pero también como
una información táctica para las autoridades políticas responsables y

89
Victimo log í a

los medios de información con respecto al trasfondo de la criminalidad


y su desarrollo. Finalmente, el ciudadano entiende, si no por vía de la
experiencia, por vía de estas investigaciones, que hay un fundamento en
el miedo al delito, pero también que sólo pocas personas son víctimas
de delitos serios. El público, reúne su información a este respecto mucho
más a menudo de la prensa que de los eventos en sus entornos sociales.
Es claramente razonable que una severa victimización anterior, debería
llevar a un intenso miedo al delito, incluso si no fuese una consecuencia
o resultado necesario.
La relación entre la victimización y el miedo al delito, y en general
la pregunta acerca del origen del miedo al delito se torna más clara.
Aun así, nuestra investigación al aclarar la complejidad del asunto, deja
abiertos numerosas preguntas y problemas. Por ejemplo, los problemas
de validez en investigaciones acerca del miedo a los delincuentes, son
causados no sólo por una operacionalización de los procesos complejos
poco convincente, sino también por el formato de los instrumentos
de recolección de datos –más allá del uso de preguntas abiertas o
cerradas, y del orden de las preguntas en la encuesta, i.e., el efecto de
primacía (véase Kury 1995). Al resolver estas preguntas, la psicología
cognitiva en combinación con la investigación estadística han hecho
grandes progresos en los últimos años (véase Kury 1994). Con respecto
a los resultados aquí presentados, hemos examinado cuidadosamente
el efecto de primacía, i.e., el orden de las preguntas en el instrumento
de la encuesta, y la intrincada conexión entre previas victimizaciones
y el miedo a los delincuentes por medio del estudio de víctimas G-G
1990 y ambos ICS. En las investigaciones de Friburgo y Jena 1991/92,
los ítems que evaluaban el miedo a los delincuentes fueron presentados
en el cuestionario antes que aquellos en relación a las experiencias de
victimización. Como se indicó más arriba, esto obviamente no afectó
los resultados, pero sí reforzó su validez.
En la investigación acerca del miedo al delincuente, las relaciones
entre relativamente pocas variables han sido investigadas, y mucho más
todavía queda por hacer. Últimamente quizás, nosotros como científi-
cos podemos ser liberados de la falacia de la “caja negra” al tener en
cuenta tales variables sociales como género, edad, ingreso, grupo social
de soporte, y el estatus como delincuente. El estudio acerca del miedo
al delito se encuentra no al final, sino más bien cercano al principio. En
este punto, declaraciones definitivas acerca de la victimización y sus
variables condicionales pueden ser prematuras, pero en cualquier caso,

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H e l m u t Ku r y – J o a c h i m O b e r g f e l l - F u c h s

un plano rechazo de estos descubrimientos no es más apropiado que


un exagerado énfasis del impacto de una anterior victimización en el
miedo a la criminalidad.
El desarrollo de instrumentos de medición válidos, estandarizados y
comparables basados en consideraciones teóricas será uno de los prin-
cipales tópicos de investigaciones futuras acerca del miedo al delito y la
victimización. En el presente, es dificultoso comparar diferentes estudios
y sus resultados, porque hay diferentes instrumentos que recolectan los
datos. En la investigación Criminológica, especialmente en Alemania, la
evidencia de una encuesta es juzgada casi exclusivamente por su tasa de
respuesta:A mayor tasa de respuesta, mayor validez tiene la información.
Pero desde la investigación psicológica estamos al corriente acerca de
la influencia de la forma del instrumento en los resultados, y las nuevas
investigaciones en criminología (esp. Encuestas de victimización) también
dan evidencia acerca de esto (véase Kury 1994; 1994a; 1995a; Kury &
Würger 1993). En un futuro, debe tenerse mayor cuidado en el desarrollo
de instrumentos para la investigación de la victimización y generalmente en
investigaciones criminológicas empíricas, para obtener resultados válidos
y comparables (esp. Para comparaciones de las secciones transversales
y muestras longitudinales). Un primer paso hacia un instrumento de
recolección de datos estandarizado fue tomado por el alemán “Research
Group for Community Crime Prevention en Baden-Württemberg”. Esta es
la primera vez que un cuestionario corto estandarizado ha sido desarrollado
(véase Kury & Obergfell-Fuchs 1998). Además, en las varias ICS en diferen-
tes países (véase Mayhew & van Dijk 1997), un instrumento estandarizado
fue utilizado. Si se toma en cuenta el enorme esfuerzo en el desarrollo de
instrumentos válidos de medición en las ciencias naturales, es obvio que en
Criminología y otras ciencias sociales este tópico es descuidado.

Traducción: Juan Galo Biset

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92
Tratamiento Victimológico:
una forma de hacer Justicia

Lic. Angeles Roa1


Argentina

Se cuestiona, aún en la actualidad, que exista un Servicio Victimoló-


gico en el Poder Judicial.
Al explicar que por ley, además de orientar, informar, asesorar, acom-
pañar, también se realizan tratamientos victimológicos (Ley provincial
2832/05) aparece la duda ante tal práctica que parece pertenecer a un
ámbito diferente al Judicial. En efecto el método clínico es heredado a
la Criminología desde la ciencia médica.Así el tratamiento victimológico
se encuentra dentro de la Criminología Clínica.
El Sistema de Justicia de nuestro país es el blanco de duras críticas,
muchas conocidas y muchas ciertas. Pero intrínsecas a la humanidad de
un sistema humano por una parte con sus miserias y por la otra con la
fortuna de aprender y evolucionar en el devenir histórico.
Una de estas evoluciones es la incorporación de la Clínica Crimino-
lógica, que como expresa el gran maestro Luis Rodriguez Manzanera “la
clínica puede dar dignidad a las personas, a las instituciones”.
Por medio de un tratamiento se ayuda a pensar, identificar sentimien-
tos, expresar emociones, apropiarnos de nuestra historia, resignificar
situaciones.

El Tratamiento Victimológico
La asistencia-tratamiento victimológico, como lo explica Hilda Mar-
chiori (Marchiori, 2003), es “la aplicación de todas las medidas tendientes
al conocimiento, comprensión y ayuda a la víctima para atenuar y superar
las consecuencias producidas por la conducta delictiva”.
Desde este trabajo interesa poder plantear como sólo a través del
tratamiento puede lograr una síntesis entre un Sistema, por un lado, con
características particulares, con el necesario e ineludible objetivo del
1 
Jefe Regional Centro Asistencia a la Víctima- CAV. Poder Judicial de la Provincia
de Santa Cruz-

93
Victimo log í a

orden social, y las particularidades de la persona víctima, por el otro, con


sus propios deseos y necesidades luego de una situación tan dolorosa
como incomprensible que es la agresión de otro ser humano.
Me atrevo a este análisis ya que el sistema de Justicia es el único
sistema práctico en donde se decide qué hacer con los hechos criminales
• Que regula la relación entre las personas
• Que resuelve las situaciones de crimen y violencia.
Sistema o servicio nos pertenece a todos y todos en algún momento
somos usuarios.
Este planteo lo realizo como Jefa Regional del Centro de Asistencia
a la Víctima -CAV- que depende del Poder Judicial de la Provincia de
Santa Cruz. Nos rige la Ley 2832/05: está integrado por un servicio
interdisciplinario de profesionales, con independencia operativa de los
demás órganos jurisdiccionales, que atendemos a víctimas, familiares y/o
testigos de un delito (penal) cuyas funciones (art. 7) son: determinación
del daño en la personalidad de la víctima y su evolución futura; asistir y
tratar a la víctima para lograr su recuperación psico-social; orientación
para la víctima y familiares para que superen el trauma producido por
el delito; trabajo en red con instituciones.
Lo más interesante es que este trabajo me permite, además, ser
parte de los equipos, en los que abordamos caso por caso y quien guía
las intervenciones es la situación particular de cada sujeto, con su his-
toria, con sus posibilidades, deseos y elecciones que puede ir tomando.
Tiene tres características explicitadas en su Reglamento (Resolución
CLXXV- Registro 157- Folios 170/172 del Excmo. Tribunal Superior de
Justicia Provincia de Santa Cruz)
• Voluntario: si bien desde los Principios Fundamentales de Justicia
para Víctimas de Delito del año 85 , art. 14 es parte de “hacer
Justicia”, es un servicio que se debe ofrecer y sin la colaboración
activa de la víctima es imposible lograr el éxito.
• Gratuito: a diferencia de las Defensorías Oficiales en las cuales,
si se cuenta con un ingreso comprobable de cierta suma de
dinero, se debe buscar ayuda fuera del sistema.
• Confidencial: esto es un requisito para poder realizar Tratamien-
tos Victimológicos, como lo hacemos.Afortunadamente, no sólo
la Provincia de Santa Cruz sino otras del país diferentes servicios
victimológicos, realizan un Tratamiento Victimológico, sostenido
en un tiempo determinado.
Pero, además hay una razón fundamental para la confidencialidad

94
Angeles Roa

en el tratamiento: el alto grado de exposición que sufren las personas


víctimas, sus familiares y/o testigos en el proceso judicial. Es conside-
rada un elemento clave para aportar información del hecho delictivo,
situaciones muy doloras, confusas, datos que avergüenzan y que deben
exponer frente de personas desconocidas.
Es sometida a diferentes pruebas psicológicas que no son inocuas,
entre otras, despiertan fantasías persecutorias; pruebas físicas que
avergüenzan e incomodan. Otras veces deben dejar, objetos personales
para ser analizados.
Si se llega a la instancia del llamado Debate Oral en Cámara Crimi-
nal, no sólo deben relatar nuevamente lo ocurrido frente a un Tribunal
compuesto por tres jueces, relatores, fiscales, abogados, sino que para
el defensor del agresor, la víctima, es la figura contraria y amenazante
para su cliente, contra quién lejos de comprender su dolor, se esgrimen
los más terribles predicados y se intenta hacer ver como responsable o
provocadora del hecho lo que es un trauma en sí mismo.
Si bien en estos tiempos hay cosas que han cambiado, lamentablemen-
te debo decir que los padecimientos de la víctima en los procedimientos
han variado muy poco.
Actualmente, sin lugar a dudas, ha mejorado el acceso a la Justicia,
a través de la formación e información del personal policial el trato en
la toma de denuncias se ha humanizado.
Los lugares donde realizar denuncias de situaciones intrafamiliares
se volvió más expeditiva y humana. Pero el transitar en el proceso que
se dispara con la denuncia de las personas afectadas por un delito, en
esencia, sigue siendo el mismo.

Particularidades de la Asistencia Victimológica.


Cuando una situación criminal llega a la Justicia: “llega tarde”: cuan-
do un crimen, una conducta antisocial ya sucedió y otros mecanismos
sociales para la prevención han fallado.
Las personas que atendemos llegan cuando ya realizaron la denuncia,
como único requisito, independientemente como este avanzado el proceso
e independientemente haya alguna sentencia y el resultado de la misma.
Generalmente las personas víctimas o sus familiares son derivadas
por otras dependencias del Poder Judicial (Juzgados de Instrucción Penal,
Cámara Criminal, Fiscalías, Cuerpos Periciales), desde otras Instituciones
o en forma espontánea.

95
Victimo log í a

Cuando una Víctima llega se ha disparado por medio de su denuncia


un procedimiento Judicial lo que nos coloca frente a dos situaciones con
las cuales trabajar:
• las consecuencias del delito en la vida misma,
• el proceso judicial: el tránsito de las víctimas y testigos en el
sistema de justicia. Se trabaja para poder depurar las situaciones
emocionales que obstaculizan el proceso y todo lo que surge
del mismo.
Es muy difícil para la víctima y sus familiares transitar ese proceso
por el terrible dolor ocasionado por el delito sufrido, que no son pocas
las veces que se escucha “si hubiera sabido...no hacía la denuncia”.
El proceso judicial es considerado ajeno por los usuarios quienes
piden (incluso se escucha repetidamente la frase en los medios masivos
de comunicación) “que se haga justicia” o “la justicia no existe”, como
si fuera una creencia en dioses o mesías salvadores, que nada tiene que
ver con el propio implicado y no una respuesta o construcción humana.
Menos aún que implique más de un aspecto.

Particularidades:
• Las personas víctimas en general ignoran sus Derechos, las par-
ticularidades de los procedimientos judiciales, las características
de la administración de justicia. Más allá que en algunos casos las
personas puedan tener información por estudio o un trabajo afín,
en la situación que está viviendo como víctima (ella o un familiar),
donde está conmocionado y expuesto, necesita generalmente
acompañamiento y contención. Es una situación muy ansiógena.
• Expuesta: desde ya, debe recurrir a lugares que desconoce y a
personas que desconoce, desconoce los fines y fundamentos
de los interrogatorios y pericias a las que debe concurrir y
mucho menos cuales son las consecuencias que se desprenden
de esa situación.
• Repetición del relato: las personas no entienden, si ya hicieron
una denuncia, porque deben repetir y repetir el relato. A veces
son llamadas a repetir el relato por el juzgado, para “ratificar o
rectificar”, en Fiscalía, en los Cuerpos Periciales, Defensorías,
abogados, Secretaría de Infancia, Subsecretaría de la Mujer.... por
lo que urge poner en palabras cual es la razón de eso y que
lugares son obligatorios y a cuales puede decidir no ir.
• Una estructura laberíntica. Para la víctima, es muy difícil para

96
Angeles Roa

orientarse incluso para los que trabajamos allí: el proceso que se


divide en diferentes partes en distintas oficinas y dependencias
con diferentes funciones llenas de requerimientos formales y
diferentes funciones. La mayoría de las veces ante el aturdimien-
to, no puede diferenciarse entre un comentario informal y una
indicación puntual.
• No se entienden los tiempos, por que demoran algunas situa-
ciones, …cuanto tiempo va a haber que esperar.
A veces para un procedimiento, cuando una persona “ya se acomodó”
a una situación…la llaman después de años y ya no sabe porque se la cita.
No entiende las maniobras legales para dilatar el proceso.
• La circulación de Información es unidireccional: la víctima aporta
datos para la investigación del crimen. Pero no hay una devolu-
ción de los mismos. Como parte del proceso confusional hay
situaciones que va recordando después.
Nuestro objetivo de trabajo es que las personas víctimas o testigos
puedan cumplir los requerimientos que le sean solicitados a sabiendas, orien-
tado y con los menores inconvenientes posibles, tanto para ella como
para los operadores judiciales que intervienen en los diferentes actos.
Todas estas situaciones que viven las personas a las que atendemos
no se explican por ninguna mala atención de los empleados judiciales,
ni con el mal funcionamiento del sistema.
El Derecho Penal Moderno plantea el delito como un conflicto
formal, simbólico y bilateral entre el Estado y el autor del delito, estable-
ciendo una relación en la que “la víctima queda excluida”. Este proceso
se lo denominó expropiación o confiscación del proceso penal.
La marginación de la víctima surgió como un proceso de racionali-
zación y “desdramatización” de la respuesta al delito, en que la venganza
privada (donde la víctima tenía un rol directo) dejó paso a un sistema
de justicia basado en la acción penal simbólica en que el Estado toma
el lugar de la Víctima.
El sujeto Pasivo del delito es reemplazado por un funcionario que
representa los intereses del “soberano”, del Estado o por el mismo juez.
El Sistema de Justicia, con las formalidades y rigurosidad necesarias
para apresar, investigar y considerar necesario su privación de libertad
de una persona en caso que sea necesario para mantener la seguridad
y el orden común.
Estas características del Sistema, muy difíciles de comprender por
una persona y/o sus familiares aturdidos por las pérdidas, dolor y des-

97
Victimo log í a

concierto sufridos por el delito es imprescindible que sean explicadas, y


resignificadas por medio de un espacio que a su vez contenga, escuche,
entienda y de lugar a las necesidades particulares.
Esto que puede lograrse con la clínica como explica Rodriguez Man-
zanera (2018) identificar a la víctima como un sujeto único, singular, con
su propia personalidad y problemática, diferente a las demás víctimas,
con necesidades y motivaciones particulares. Una persona que tiene
que ser entendida y tratada en forma particular.

Víctima: un rótulo temporario.


De todas las definiciones de Víctimas, que son muchas, la Dra. Hil-
da Marchiori, me indicó que una de las más completas es la que está
contenida en Los Principios Fundamentales de Justicia para las víctimas del
delito y víctimas de delitos y víctimas de abuso de poder (O.N.U.,1985).2 Sin
dudas que es así. Marca un antes y un después.
Pone énfasis en la persona víctima y en su sufrimiento que debe ser
tenido como parte del “hacer Justicia”, sin importar la relación entre
víctima y agresor e independientemente se identifique, aprehenda, en-
juicie o condene al perpetrador.
En su artículo 14, deja establecido que la asistencia es una forma de
hacer justicia.
Revisando datos para este escrito me encontré con una definición
que por ser tan corta y tan simple, la verdad nunca había reparado mucho
en ella. Es la definición de Stanciu. Quien define víctima como: “ser que
sufre de una manera injusta”.
Veamos: una agresión es un injusto. Está claro. Un delito, por defi-
2 
Principios Fundamentales de Justicia para víctimas de delito y abuso de poder;
ONU; Resolución 40/34 del 29 de Noviembre de 1985. 1. Se entenderá por “vícti-
mas” las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive
lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo
sustancial de los Derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omi-
siones que violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros, incluida la
que proscribe el abuso de poder. 2. Podrá considerarse “víctima” a una persona,
con arreglo a la presente Declaración, independientemente de que se identifique,
aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador e independientemente de la relación
familiar entre el perpetrador y la víctima. En la expresión “víctima” se incluye ade-
más, en su caso, a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata
con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para
asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización. 3. Las disposiciones de
la presente Declaración serán aplicables a todas las personas sin distinción alguna,
ya sea de raza, color, sexo, edad, idioma, religión, nacionalidad, opinión política o
de otra índole, creencias o prácticas culturales, situación económica, nacimiento
o situación familiar, origen étnico o social, o impedimento físico.
98
Angeles Roa

nición acción típica, antijurídica, culpable y punible, también es injusto.


Ahora, el no poder manifestar la posición, el estar privado de in-
formación en un proceso, el que no se le explique a una persona las
consecuencias de un acto, el repetir sin saber porque, innumerable
cantidad de veces un relato terriblemente doloroso, el no poder parti-
cipar activamente en su propio conflicto, repitiendo la pasividad de las
definiciones de victima... eso ¿no es injusto?.

¿Son las personas sus circunstancias?


El ser víctima no es una cualidad inherente al ser humano. Es un
acontecimiento que pasó, que puso a una persona en dicho lugar. Lugar
del que debe salir.
Ser Víctima tiene que ver con la desprotección, con el padecimiento
y la pasividad. Con la vulnerabilidad.
Una Víctima necesita a un otro para poner límites, necesitar que un
otro la proteja y la cuide.
Esto no es algo que pueda perpetuarse por mucho tiempo porque
pone a una persona en una situación desigual, de no poder defenderse,
valerse por sí mismo.
Ser víctima es algo que le paso: un hecho puntual en su vida. Algo
que está padeciendo.
Nils Christie en su obra, Los conflictos como pertenencia, Christie
(2008) sostiene que la víctima es una especie de “perdedora por partida
doble”, la víctima pierde no sólo frente al delito, sino que pierde frente
al Estado la participación en su propio caso. Lo que sucede si no hay
posibilidad de entender el proceso y plantear su posición frente al mismo.
Por lo que se considera la necesidad de un dispositivo o un servicio
que pueda permitir que la persona pueda estar informada, orientada para
la toma de decisiones y reorganización en los diferentes aspectos de su vida
luego de esta fractura vivida por el delito. Un espacio donde pueda atre-
verse a narrar el horror de lo vivido, ya que para la raza humana sólo las
palabras nos permiten unir la razón a los afectos y “nombrarlos” para
poder sujetarlos a través de ellas.
Es un trabajo ineludible para seguir adelante con su vida y a pesar
de esta lastimadura, desplegar todas sus capacidades y plenas cualidades
humanas y atreverse a construir su felicidad, aprendizaje intrínseco a
todo ser humano saludable.
Esta es también la posibilidad que proporciona el Sistema de Justicia
de la Provincia de Santa Cruz, en el cual se encuentra el Centro de Asis-

99
Victimo log í a

tencia a la Víctima: el individualizar a la persona en su singular situación.Y al


decir del Maestro Luis Rodriguez Manzanera (2018) “Nada más lejano al
concepto de sujeto pasivo de delito, concepto frío e impersonal, que “cosifica”
al individuo y lo lanza al anonimato jurídico”.

Bibliografía Consultada
Alvarello; A. (2011); Justicia Restaurativa. Nuevo enfoque en la resolución de
conflictos en materia penal. En Enfoque , Subjetividad y ley en América Latina;
Córdoba: Ed. Brujas.
Battola, K. (2014); Justicia restaurativa. Nuevos procesos penales; Córdoba:Alveroni
Ed.
Christie, N. (2008);Los conflictos como pertenencia En De los delitos y de las
víctimas; Buenos Aires: Ed. Ad Hoc.
Christie, N. (2008); Una Sensata Cantidad de Delitos; Buenos Aires: Editores del
Puerto.
Christie, Nils (2006); La industria del control del delito. ¿La nueva forma del ho-
locausto?; Buenos Aires: Del Puerto.
Ley provincial 2832 ; Boletín oficial; Provincia de Santa Cruz; 29 de Diciembre
de 2005.
Lima Malvido, M. (2004); Modelo de atención a las víctimas en México; México:
Ed. Porrúa.
Marchiori,H.(2013); Criminología. La víctima del Delito; México: Ed. Porrúa.
Naciones Unidas. Principios Fundamentales de Justicia para las víctimas del
delito y víctimas de abuso del poder. ONU.Rsolucion 40/34. 29 de Noviembre de 1985.
Neuman, E. (1984); Victimología. El rol de las víctimas en delitos convencionales
y no convencionales. Buenos Aires: Ed. Universidad.
Reglamento de los Centros de Asistencia a la Víctima de la provincia de Santa
Cruz; Resolución CLXXV- Registro 157- Folios 170/172 del Excmo.Tribunal
Superior de Justicia provincia de Santa Cruz;19 de Septiembre de 2010.
Rodriguez Manzanera, L. (2015); Victimología: El Estudio de las víctimas; México:
Ed. Porrúa.
Rodriguez Manzanera, L. (2018); Criminología Clínica; México: Ed. Porrúa.
Zaffaroni, E.R. (2012); El enemigo en el derecho penal; Buenos Aires: Ed. Ediar.
Zaffaroni, E.R. (2013); En busca de las penas perdidas; Buenos Aires: Ed. Ediar.
Zehr, H.(2007) El pequeño libro de la Justicia Restaurativa; E.E.U.U.: Good
Books.

100
Victimólogos que enseñaron en Córdoba.

Prof. Dra. Hilda Marchiori.1


Argentina.

Córdoba- Argentina ha tenido el privilegio de recibir a ilustres


Maestros de la Victimología, Criminología, Ciencias Penales, Psicología,
Medicina, Sociología, que nos han enseñado y han dejado una formación
sumamente valiosa, para la comprensión y asistencia a los ciudadanos
víctimas del delito.
Desde los primeros años de la década del 80 y con el fundamental
apoyo del Maestro del Derecho Penal Argentino, Dr. Ricardo C. Núñez, se
estructuró un Programa de Asistencia a la Víctima del Delito, (1985/1986)
que permitió, no solo iniciar- por primera vez en Argentina- un labor
gubernamental de atención a las víctimas sino también un estudio siste-
mático sobre la delicada, difícil y compleja mirada de los procesos de
Victimización, las acciones y respuestas institucionales.
A los fines de constituir la metodología de asistencia Victimológica
era necesario escuchar –como siempre- las experiencias, información
y enseñanzas de los Maestros.
¿Cómo y de qué manera trasmitir las enseñanzas invaluables de los
Maestros Victimologos que dejaron un mensaje profundo, humanitario,
existencial y protector para las víctimas? En primer lugar nuestro agra-
decimiento a todos ellos por las enseñanzas, por la generosidad de su
-tiempo- no es fácil llegar a estas tierras del sur de nuestra Latinoamérica,
por la distancia y los tiempos que requiere el viaje, porque se los exponía
a largas y agotadoras jornadas, por la avidez en los conocimientos de los
que escuchábamos las clases, las orientaciones, los señalamientos de las
dificultades en un nuevo ámbito de asistencia y prevención de la violencia.
Los Maestros visitantes nos enseñaron las modalidades y particula-
ridades de la criminalidad, la vulnerabilidad de las víctimas, los distintos
modelos de asistencia, la importancia de la labor policial y de la admi-
1 
Profesora de Criminología y del Post-Grado de Victimología. ExDirectora del
Centro de Asistencia a la Víctima del delito. Córdoba. Ex Secretaria de la Oficina
de Derechos Humanos y Justicia. Poder Judicial de Córdoba. Autora de libros de
la especialidad.

101
Victimo log í a

nistración de justicia, la esencial necesidad de un enfoque preventivo en


cada intervención Victimológica.
Nuestro agradecimiento también a las instituciones que posibilitaron
la llegada a Córdoba de estos Maestros -las autoridades del gobierno
de la Provincia de Córdoba, el Ministerio de Gobierno, el Poder Judicial
de la Provincia; la Universidad Nacional de Córdoba y a las numerosas
personas que trabajaban en hospitales, centros comunitarios que ayu-
daron a la concreción de estas enseñanzas.
Los Victimólogos- Maestros visitantes- de diferentes países, enfoques
teóricos, experiencias institucionales, personales, que provenían de
distintas regiones y culturas, tenían- sin embargo todos ellos – algo en
común: el respeto, comprensión y cuidado a la víctima del delito.
El particular enfoque existencial, con la coherencia científica y ética,
señaló y marcó en forma indudable una tarea Victimológica pero esencial-
mente la necesidad de tener – ante la compleja problemática que implica
el conocimiento de los procesos de victimización – mentes abierta para
poder responder y ayudar- en cada caso concreto- a los ciudadanos.
Los Victimólogos visitantes estuvieron en el Centro de Asistencia a
la Víctima del delito y en los Congresos, Cursos Internacionales de Vic-
timología que se desarrollaron anualmente en el mes de mayo, durante
más de catorce años. Y que, posteriormente, enseñaron en los Cursos
de Post- Grado de Victimología realizados en la Universidad Nacional de
Córdoba que posibilitaron una mirada amplia y profunda referente a la
comprensión de las consecuencias que sufren las víctimas de la violencia
y sobre las medidas asistenciales y preventivas.
He aquí una presentación de los Distinguidos y tan Apreciados
Maestros que enseñaron en Córdoba, en aquellos años iniciales de la
tarea y servicio Victimológico para poder comprender los procesos de
victimización, asistir y apoyar los Derechos de los ciudadanos víctimas.

Dra. Irene Melup. Naciones Unidas.


Máxima referente de la Victimología. Experta de Naciones Unidas en
el área de Prevención del delito. Redactora principal del Documento del
año 1985 –Carta Magna de la Victimología - Los Principios Fundamentales
de Justicia para las Víctimas del delito y Víctimas de Abuso del Poder.
La Dra. Irene Melup, una extraordinaria defensora de las víctimas
expone que la Declaración de Los Principios de Justicia para las víctimas
de Naciones Unidas constituyen, sin lugar a dudas, un hito en el trata-

102
H i l d a M a rc h i o r i

miento y protección de las víctimas, que estipulan que la asistencia a las


víctimas implica compasión y respeto por su dignidad, brindarle acceso a
los mecanismo de justicia y proveerles una pronta reparación por el daño
sufrido incluyendo la restitución, compensación y asistencia apropiadas.
La Declaración de los Principios de Justicia para las víctimas de delitos
y víctimas de abuso de poder -de Naciones Unidas- abrió, enseña, Irene
Melup nuevos horizontes que, junto a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, Los Pactos Internacionales sobre los Derechos
Civiles, políticos, Derechos Económicos, Sociales y Culturales; las Con-
venciones de Ginebra sobre la protección de los civiles en un conflicto
armado, procuran reducir la victimización y proteger a las víctimas de
delitos internacionales tales como el genocidio, la tortura , la esclavitud, la
discriminación racial, las prácticas de explotación, especialmente aquellas
que involucren a niños y a minorías.
El valor del acompañamiento siempre ha sido destacado por la
Victimología, es decir que las víctimas y sus familiares, los grupos vulne-
rables no se sientan solos y aislados. La Dra. Irene Melup ha marcado,
con sus sabias enseñanzas y ejemplos la importancia del acompañamiento
a las víctimas y sus familiares. Recordamos en los viajes que ella ha rea-
lizado a Argentina y otras regiones de Latinoamérica su acercamiento
y acompañamiento a los familiares de las víctimas de abuso del poder,
a los sobrevivientes de los centros de detención clandestinos de las
dictaduras militares, a los familiares de muertos y desaparecidos, así
como su permanente apoyo a las organizaciones de Derechos Humanos
gubernamentales y no gubernamentales.

Dr. John Dussich. USA.


Ex Presidente de la Sociedad Mundial de Victimología- World Society
of Victimology. Experto en investigaciones Victimológicas impulsor de
la asistencia a víctimas. El Profesor John Dussich, discípulo del Maestro
Stephen Schafer, inició sus trabajos en Victimología a partir de 1961,
destacando su brillante tarea en la docencia y formación de equipos
asistenciales interdisciplinarios para ayudar a las víctimas.
El Profesor Dr. John Dussich ha dedicado su energía, como él subraya,
a promover no sólo el estudio de las víctimas y la causa de los Derechos
de las víctimas sino también la necesidad de crear una gama completa
de servicios para todas las víctimas. Expresa que sólo al hacer frente a
este reto de reconocer el sufrimiento de las víctimas y de crear sistemas
integrados de apoyo que incluya a las víctimas en el proceso de justicia

103
Victimo log í a

y en las decisiones sobre su propia recuperación puede una cultura


proclamarse civilizada. El reconocimiento de que las víctimas deben
recibir todos los recursos necesarios para apoyarlas en su recuperación
es lo que proporciona, dice el Dr. Dussich, a nuestro mundo cultural, el
sentido de evolución, dignidad, justicia y humanidad.
El Profesor Dussich con sus significativas observaciones y reco-
mendaciones para ayudar a las víctimas ha posibilitado avances en la
Asistencia a víctimas y sus familias así como la implementación de
programas asistenciales especiales. La recuperación de las víctimas, una
de las mayores preocupaciones de los victimólogos, es definida, por el
Dr.J. Dussich como el estado de ir desde la victimidad hacia la supervi-
vencia, es decir, la posibilidad existencial de la sobrevivencia de un hecho
traumático causado intencionalmente. El concepto de asistencia a las
víctimas y los sinónimos relacionados (apoyo, defensa, asistencia, ayuda,
servicios) generalmente tiene el significado de aplicación de una acción
directa y personal dirigida a reducir el sufrimiento y a incrementar la
recuperación de las víctimas de un delito, por ello considera esencial
crear una red asistencial, alrededor de la víctima.
Las observaciones y trabajos del Dr. John Dussich son sumamente
amplios, es un historiador de la Victimología, es un experto en el cono-
cimiento de los procesos de victimización de diferentes sociedades y
culturas, es creador de nuevos programas asistenciales victimológicos,
apoyando la labor Victimológica en los países de Latinoamérica. Hemos
podido aprender de su valioso trabajo asistiendo a víctimas del delito
sino también en víctimas de catástrofes naturales como en la Republica
de El Salvador.

Prof. Dr. Emilio Viano. USA.


Investigador pionero en el campo de la Victimología. Su amplia
y valiosa obra Victimology, en colaboración con el Dr. Israel Drapkin,
resume en cinco volúmenes la información más seria y completa de
estudios victimológicos, obra que continuó con la dirección y edición
de Victimology: An International Journal. Asimismo ha realizado numerosas
investigaciones y programas de asistencia a la víctima, especialmente
asistencia a la víctima-testigo.
El Dr. Emilio Viano parte de los enfoques sociológicos jurídicos y
criminológicos en la comprensión de la persona víctima, examinando el
contexto social-cultural de la violencia física y psicológica enfocada en
las variantes que surgen del comportamiento violento. Examina la base

104
H i l d a M a rc h i o r i

legal de la víctima dentro del sistema jurídico -administración de justi-


cia- y llama la atención sobre las reformas fundamentales que deberían
devolver Derechos y un papel activo a la víctima, en el proceso jurídico
de toma de decisiones.
Considera que la víctima es el componente más descuidado en los
procedimientos de justicia penal; después que la víctima ha informado -a
través de la denuncia- su victimización y ha proporcionado información
a la policía, quizás no reciba más noticias de las instituciones policiales y
judiciales. Cuando la víctima interviene, señala el Profesor Viano, entra
en la categoría de “testigo”, en este caso, testigo del estado y está sujeta
a todas las dilaciones, postergaciones y otras experiencias frustrantes
que esperan a las personas en el proceso penal.
El Dr.Viano expresa que es fundamental y necesario que una socie-
dad re-examine el status actual de la víctima en su sistema legal. Señala
que la importancia y la visibilidad de la víctima han variado considera-
blemente, esto refleja, también, la evolución histórica de los conceptos
legales. De este modo, actualmente la historia de los sistemas jurídicos
está siendo lentamente reescrita dentro de la perspectiva de la víctima,
revolucionando los enfoques y los principios que fueron tomados como
fijos por siglos.
El Prof. Viano fue uno de los primeros victimologos que abordó la
grave situación del abuso sexual de menores por el clero.

Prof. Dr. Luis Rodríguez Manzanera. México.


Discípulo del Maestro Alfonso Quiróz Cuarón, acentúa-en la histo-
ria de la Victimología- la importancia trascendental de los Symposium
Internacionales de Victimología; son pioneras sus investigaciones sobre
la victimización criminal y sobre el Derecho Victimal.
El Profesor Rodríguez Manzanera considera que la Victimología
llena un espacio notable en la Criminología tradicional, rebasa sus lími-
tes originales, para convertirse en una verdadera síntesis de aspectos
bio-psico-sociales del fenómeno victimal, además de iniciar cambios en la
prevención del delito. El Profesor Rodriguez Manzanera ha publicado su
valioso libro Victimología, un verdadero tratado sobre la materia, cuyo
contenido comprende una extensísima información y un minucioso
análisis sobre los aspectos que comprende la Victimología.
Su amplia labor en el estudio de la Criminología y Victimología ha
posibilitado un desarrollo notable de estas disciplinas en toda Latinoa-
mérica. Es indudable que el Profesor Luis Rodriguez Manzanera en su

105
Victimo log í a

labor como Presidente de la Sociedad Mexicana de Criminología, como


Investigador y especialmente académico de diversas Universidades Lati-
noamericanas ha impulsado el conocimiento de esta disciplina científica.
Cabe señalar que es el único Latinoamericano presente y conferencista
en todos los Symposium de Victimología, organizado por la WSV –la
Sociedad Mundial de Victimología. Es un Maestro, sabio e impulsor de
los estudios científicos de la Criminología y Victimología.

Dra. Danya Glaser. Inglaterra.


La Dra. Danya Glaser visitó Córdoba en varias oportunidades,
enseñando y orientando, explicando sus valiosas y trascendentes ob-
servaciones clínicas de las personas que sufren la violencia. Médica tera-
peuta de Niños víctimas de Abuso sexual. Es de las calificadas expertas
internacionales sobre los procesos de victimización a niños, en especial
sobre los efectos del Abuso en los niños y adolescentes.
Explica, la Prof. Danya Glaser, que existen muchas definiciones de
abuso sexual del niño que van desde todas las experiencias sexuales so-
cialmente indeseables hasta el incesto. El abuso sexual es definido como
la complicación del desarrollo inmaduro del niño y del adolescente en
actividades sexuales que ellos realmente no comprenden a los cuales son
incapaces de dar un consentimiento informado, que viola tabú sociales
de roles familiares. El abuso sexual implica factores que necesitan ser
reconsiderados, que incluyen: la naturaleza del abuso, la duración y etapa
del adolescente; las características del abusador y del niño al tiempo del
abuso; la naturaleza de las relaciones entre las personas involucradas
conteniendo especialmente el o los padres/ no abusadores. Las conse-
cuencias del descubrimiento; la naturaleza de cualquier protección y
tratamiento ofrecido al niño / o adolescente.
La Dra. Glaser señala que los niños experimentan miedo y confusión a
medida que aumenta su edad sienten culpa, depresión. Una experiencia
de abuso sexual prolongada puede solamente ser mantenida por el
silencio, el secreto. Explica que las respuestas psicológicas observadas
en relación al abuso sexual pueden ser agrupadas en áreas: a) en-
frentamiento, denegación o disociación) problemas emocionales y de
comportamiento; c) dificultades con el sexo y las relaciones sexuales;
d) abuso sexual hacia otros.
Observa que la depresión- en la mayoría de las víctimas- no solo es
por la consecuencia del abuso sino vinculada a la respuesta familiar y
social, aun cuando estas tiendan a protegerlo y apoyarlo.

106
H i l d a M a rc h i o r i

Posteriormente los trabajos y estudios de la Dra. Danya Glaser se


centraron en el Abuso emocional, donde enseña nuevos lineamientos
psicoterapéuticos para entender y asistir a las víctimas, en especial a
los niños y adolescentes. No puedo dejar de mencionar, sus inolvidables
enseñanzas en relación al concepto del mayor respeto a los niños y
niñas, adolescentes, (en los conflictos armados) respeto dirigido como
a un ciudadano, el cuidado que deben tener las instituciones hacia las
personas vulnerables.

Prof.Dr. Irvin Waller. Canadá.


Uno de los principales pionero en los estudios victimológicos mun-
diales. El Profesor Irvin Waller Profesor- Investigador de la Universidad
de Ottawa y presidente de de la International Organization for Victim
Assistance. ex -Presidente de la Wold Society Victimology, presenta en
sus enseñanzas la importancia de una acción permanentemente renovada
frente a los niveles del crimen; parte-en sus estudios- de un enfoque
social, un agenda amplia para ciudades más seguras.
El Dr. I. Waller- experto en Prevención de la violencia, explica que
en las últimas décadas el promedio de delitos interpersonales como
robos, robos, asaltos y robos de domicilios se ha duplicado, triplicados
en la mayoría de los países, por ello la importancia de nuevos diseños de

107
Victimo log í a

programas institucionales frente a la inseguridad urbana.


Partiendo de la responsabilidad multisectorial y municipal de ciuda-
des más seguras puntualiza una agenda operativa para una conducción
local, nacional e internacional a fin de disminuir la violencia, el abuso de
droga, el temor de las ciudades, esta acción requiere asociaciones que
permitan poder atacar los flagelos de crianza de niños mal atendidos, la
juventud alienada, viviendas inadecuadas, carencia de educación, violencia
familiar, y sistemas de gobierno y justicia que necesitan ser modernizados. Esta
ayuda sobre ciudades más seguras fue adoptada en la conferencia sobre
Seguridad Urbana y Prevención del delito realizada en Montreal en 1989.
Esta línea de trabajo e investigación ha sido central para el Dr.Waller, los
programas de Prevención requieren respuestas a largo plazo que a su vez
pueden responderse a corto plazo, focalizados en los problemas locales
de las ciudades, mientras que técnica y financieramente son mantenidas
por los sectores del gobierno con mayores recursos.
El Dr. Irvin Waller señala que el rol especifico de la policía es promo-
ver una prevención eficaz y de amplio espectro; por una parte implica
reforzar la preocupación pública por la prevención como un abordaje
esencial en cualquier política –especialmente desde el Estado- con res-
pecto al delito; por la otra parte significa que la policía debe usar datos
acumulativos para trasmitir a los líderes políticos y hacerles conocer
las tendencias delictivas; al mismo tiempo deben proveer un análisis de
estos datos para que las agencias comunitarias comprendan su respon-
sabilidad al actuar. La policía es la institución esencial para la prevención del
delito, a través de un papel que implique una mayor interacción con la
comunidad. Se debe establecer –señala el Dr. Waller- un enfoque amplio
para la reducción del delito y para disminuir la victimización. Sus libros des-
tacan y consideran eje central la Prevención del crimen. En Derechos para
las víctimas del delito, equilibrar la justicia, resalta la urgencia de un nuevo
equilibrio jurídico que represente el reconocimiento de los Derechos
de las víctimas, apoyo y asistencia.

Yael Daniele. USA.


Extraordinaria Defensora de los Derechos Humanos y experta en
la asistencia a víctimas, en especial víctimas de abuso del poder.
Sus valiosos aportes con respecto a la conspiración del silencio que
sufren las víctimas del delito está basado en sus estudios e investigaciones
–en Nueva York - sobre las reacciones de los psicoterapeutas con las
víctimas sobrevivientes del Holocausto. Los psicoterapeutas negaban los

108
H i l d a M a rc h i o r i

que les había sucedido a las víctimas en los campos de concentración nazi.
La conspiración del silencio - dice la Dra.Yael Daniele - es también
utilizada como una defensa para tratar de evitar el colapso total y la
ruptura de las emociones y los recuerdos traumáticos intrusivos. Como
el papel, es una protección muy delgada y frágil que se rompe fácilmente.
En todas partes, los niños de los sobrevivientes realizan intentos con-
flictivos tanto para conocer como para defenderse de tal conocimiento.
La Dra. Yael Daniele, en sus trabajos, examina las experiencias de
las víctimas y sobrevivientes primariamente desde la perspectiva psi-
cológica, haciendo hincapié en la necesidad de un marco integrador
multi-dimensional y multi-disciplinario, para la comprensión de un trauma
masivo y sus consecuencias. Describe cómo las víctimas se ven afectadas
por las atrocidades en masa, sus reacciones, sus preocupaciones y
necesidades. Analiza aquellos elementos de curación que se relacionan
con los procesos de justicia y las experiencias de las víctimas en tales
procesos, delimitando los elementos necesarios en los procesos de re-
cuperación desde el punto de vista de las víctimas. La justicia reparadora
insiste en que cada paso a través de la experiencia de la justicia- desde
el primer momento de encuentro de la Corte con un testigo potencial,
el seguimiento de los testigos después de su regreso al hogar , hasta las
secuelas luego de la conclusión del caso - representa una oportunidad
para la reparación y la curación. De lo contrario ,el riesgo sería perder o
dejar de lado la oportunidad de curar a las víctimas y su reintegración
en sus comunidades y sociedades, o peor aún, causar una revictimización
y una retraumatización. Si bien la restitución, la rehabilitación o la com-
pensación sólo pueden venir después de que el proceso ha concluido,
aún hay oportunidades en el camino. La justicia reparadora, aunque no es
suficiente por sí sola, es sin embargo un componente dinámico, impor-
tante, necesario en el proceso de curación. La Dra. Daniele examinará
experiencias negativas y oportunidades perdidas como un medio para
comprender mejor los momentos críticos del juicio y el papel de las
víctimas en el proceso, que pueden, si se conduce de manera óptima,
llevar a la curación.

Prof. Lic. Elias Escaff Silva. Chile.


Fue el primer visitante extranjero en viajar a Córdoba para trasmitir
sus valiosos trabajos victimológicos. Siempre estuvo presente en todas las
reuniones, Congresos y seminarios realizados en Argentina. La labor en
Chile del Profesor Elias Escaff Silva ha sido trascendente y lo constituye

109
Victimo log í a

en uno de los mayores exponentes de la Victimología Latinoamericana.


En el año 1987 Chile comienza la asistencia a víctimas con la crea-
ción del Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales –CAVAS-
dependiente de la Policía de Investigaciones de Chile. El iniciador de este
importante Proyecto, de los primeros en Latinoamérica, fue el Profesor
Elías Escaff Silva, experto en prevención de la violencia. Logra formar un
equipo interdisciplinario, altamente capacitado en la atención y ayuda,
en especial dirigido a las víctimas de delitos sexuales.
Dos aspectos singulares marcan el trabajo Victimológico inicial del
Prof. Elías Escaff Silva, en primer lugar, el hecho de que la ayuda a las
víctimas tenga su origen en el contexto de la Policía de Investigaciones de
Chile, comprendiendo, de este modo, la importancia de que la propia
policía, que es la institución que acude ante el llamado de los ciudadanos
que sufren los hechos delictivos, sea la institución especializada en la
atención a víctimas. El Centro CAVAS se constituye entonces, desde
esos años, en un modelo para los países de la región. El segundo aspectos
singular y sumamente destacado, es la actividad que Elías Escaff Silva le
imprimió al Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados sexuales, esto
es, capacitando al personal policial, al personal de otras instituciones, de
salud, educación y sociales, realizando investigaciones para el conoci-
miento de las múltiples facetas de los delitos sexuales. Posteriormente
El Profesor Elías Escaff Silva como Director del Instituto de Criminología
de Chile coordina la labor del CAVAS a nivel nacional que permitió que
la asistencia Victimológica se extendiera a todas las regiones de Chile.
La valiosa y pionera tarea Victimológica de Elías Escaff Silva ha
brindado un Modelo de Intervención Asistencial a las víctimas, desde la
entrevista psicosocial, psicológica, legal, el diagnóstico individual, familiar
y social a las víctimas de delitos sexuales; las etapas de intervención y
de tratamiento. También se destaca el Modelo de su labor Pericial y las
metodologías en la evaluación de la credibilidad del relato victimológico.
El Profesor Elías Escaff Silva es autor de importantes publicaciones
de la especialidad en Victimología, Criminología y Psicología Jurídica. En
los últimos años es el Director de la División Nacional de Atención a
Víctimas y Testigos del Ministerio Público de Chile reforzando la crea-
ción y fortaleciendo los centros de ayudas a las víctimas en todas las
regiones de Chile.
Debemos destacar, nuevamente, que el Profesor Elías Escaff Silva
fue el primer Victimólogo extranjero en visitar Córdoba, exponer sus
ideas y sus experiencias, en cada evento Congreso, Seminario y Cursos

110
H i l d a M a rc h i o r i

de Post-grado sobre temas de Victimología ha mostrado su presencia,


generosidad y apoyo.

Dra. María de la Luz Lima Malvido. México.


Es referente principal en Latinoamérica sobre estudios Victimoló-
gicos, con amplios estudios sobre Derecho Victimal.
Su investigación sobre “Delitos electrónicos” describe a las víctimas de
este singular tipo de delito, que tiende a acrecentarse, como una víctima
impersonal, esto es empresas o compañías. Estas empresas no denuncian
las irregularidades, no cooperan con la investigación criminal. Las víctimas
de delitos informaticas aceptan que la seguridad de la computadora es
perfectible y que hay errores que pueden perjudicarles.
En otra de sus notables publicaciones criminológicas, referida a la
criminalidad femenina la Profesora Lima desarrolla los aspectos de vic-
timización de la mujer, el síndrome de la mujer golpeada, la prostitución
como una forma específica de victimización.
Es indudable que uno de los aportes más importantes de la Maestra
María de la Luz Lima es el referido a un Derecho Victimal. Plantea que
la víctima ha sufrido un abandono por parte del sistema penal, este ha
despojado a la verdadera víctima de su calidad de tal para investir de esa
calidad a la comunidad; el sistema penal ha sustituido a la víctima real y
concreta por una víctima simbólica y abstracta: la comunidad.

111
Victimo log í a

La Dra. Lima señala que no se pretende sólo una ayuda humanitaria


para la víctima sino que se establezcan las relaciones de igualdad frente
a la ley desde el inicio del procedimiento, retomándole su categoría de
“sujeto de Derecho”. Para ello sostiene la necesidad del surgimiento y
desarrollo de un Derecho Victimal definido como el conjunto de princi-
pios, valores, normas y procedimientos jurídicos locales, nacionales e
internacionales tendientes a requerir, posibilitar y controlar las prerroga-
tivas y pretensiones de las víctimas de delitos y abuso de poder. Explica,
que el Derecho Victimal necesita estructurarse, ya que el estado debe
comprometerse no sólo con el ofendido o el sujeto pasivo del delito
sino con los familiares, dependientes y aún con aquellas personas que
por evitar una victimización se vieron afectadas.
Otro aspecto fundamental del trabajo de la Dra. Maria de la Luz
Lima Malvido ha sido su trascendente trabajo sobre Estándares Interna-
cionales de calidad en la atención de la víctima del delito donde plantea los
criterios para su formulación e implementación. Y su importante obra
guía Modelos de Atención a víctimas en México.
La Profesora Maria de la Luz Lima ha sido impulsora, junto con el
Prof. Luis Rodríguez Manzanera del Proyecto de Reforma Constitucional
Mexicana que incorpora los Derechos de la víctima, constituyendo un
paso transcendente en la consideración de un Derecho Victimal. Re-
cientemente (2018) le ha sido otorgado- para orgullo de México y de
Latinoamérica, el merecido reconocimiento en el Symposium Interna-
cional de Victimología celebrado en Hong Kong, Premio Dra. Irene Melup.

Dr. Michael Freedman. USA.


Las enseñanzas del Dr-Michael Freedman – Profesor egresado de
la prestigiosa Universidad de Colorado, Denver, USA, Psicólogo Clínico
y Forense; Bachelor en Psicología de la Universidad de Cornell; Master
en Psicología Clínica de la Universidad de San Francisco; han tenido y
tienen una significativa trascendencia en los trabajos de victimólogos de
Córdoba, de Argentina y de países Latinoamericanos.
Conocimos al Dr. Freedman, en la década de 1990 en su participación
en el Congreso Internacional de Victimología organizado por el Centro
de Asistencia a la Víctima del Delito de Córdoba. Fue su primera visita,
impactó su relato, sus enseñanzas en un ámbito silencioso, que seguía con
altísima atención la descripción clínica terapéutica de las experiencias
traumáticas del delito de abuso sexual en los niños y adolescentes; y las

112
H i l d a M a rc h i o r i

consecuencias de los hechos traumáticos en el futuro de las víctimas.


Desde sus primeras palabras, dirigida a cerca de dos mil personas,
llegadas de distintas regiones de Argentina y de Latinoamérica, advirtió-
en la tarea clínica- no alejarnos del sufrimiento de las víctimas, no olvidar
lo difícil de la situación, de sus necesidades más rudimentarias. Enseñó
en esas primeras palabras la no Revictimización para la sobrevivencia de
las víctimas.
Paralelamente advirtió el cuidado en los estudios, evaluaciones y
litigios frente a víctimas de actos inhumanos, de situaciones traumáticas.
El Dr. Freedman se refirió, en sus primeras conferencias, a los sínto-
mas psicológicos de personas que han sufrido abuso sexual, en especial
a la formación de síntomas psicosomáticos en los adultos. Nuevamente
advirtió, al señalar las características comunes de los adultos que so-
matizan el abuso sexual, que se trata de un síndrome referente a una
persona traumatizada y no una sumatoria de síntomas.
Para el Dr. Michael Freedman se puede entender el concepto de
trauma como algo demasiado abrumador para que el organismo puede
hacerle frente con efectividad. Los efectos iniciales en los niños que han
sido objeto de abuso sexual, son el miedo y la desconfianza generaliza-
da hacia otras personas. Esa desconfianza se extiende más allá de los
verdaderos perpetradores y abarca aquellas personas importantes en
la vida del niño, que también de alguna manera dejaron de protegerlos.
Los niños que han sido objeto de abuso sexual, son niños solos, sin tener
donde acudir para expresar esa ira. Estos niños frecuentemente mues-
tran una sexualidad prematura o relaciones sexualizadas. El sentimiento
de culpa, depresión y muy a menudo la desesperación son las consecuencias
emocionales del abuso sexual en la infancia.
El Dr. Freedman expresa que la vida social, escolar, es afectada en
forma negativa a medida que se acentúa la desconfianza interpersonal.
Numerosos niños que han sido objeto de abuso sexual dan muestra
de síntomas somáticos como trastornos alimenticios, dolores de cabeza
dolores de estómago y dolores de etiología desconocida.
En los efectos a largo plazo del abuso sexual en la infancia, la norma
es el deterioro de las relaciones, especialmente en las relaciones hete-
rosexuales, donde la desconfianza y sentimientos de soledad prevale-
cen. La depresión y la ansiedad, la conducta autodestructiva incluyendo
el abuso de substancias nocivas y el intento de suicidio son prevalentes.
Típicamente existe la presencia de un concepto negativo de sí mismo,
incluyendo la posibilidad de que la víctima no sienta la necesidad de

113
Victimo log í a

recibir asistencia psicológica.


Con motivo de un programa del Centro de Asistencia a la víctima
de Córdoba para que los profesionales pudieran visitar instituciones en
el extranjero, viajaron a USA el Dr. Daniel Gallart (abogado) Lic. Maria
Jose Planas (psicopedagoga) y Lic. Elizabeth Morales Diaz (Trabajadora
Social). En Denver, el Dr. Freedman lo recibió con amplia generosidad
y amistad, visitaron instituciones como el Instituto Kempe y programas
referentes a víctimas. Nuevamente nuestro mayor agradecimiento por
su extraordinario apoyo.
Posteriormente tuvimos la oportunidad de escuchar, nuevamente en
Córdoba, las enseñanzas del Dr. Michael Freedman en el III Congreso
Internacional sobre Delitos contra la Integridad sexual donde se refirió
al Trauma Secundario: el mal del Profesional Ayudante. Está Usted en riesgo?
Expresó –con esa seriedad y honestidad profesional que lo singulariza,
ante un emocionado auditorio, (nuevamente con la traducción simultánea
y magnífica de la Lic. Elinor Schulthes Berti): “la última vez que visité
Córdoba hablé sobre las consecuencias psicosomáticas poco comunes
en el trauma y hablé también sobre algunos errores que he cometido
al evaluar y tratar víctimas de traumas. Sin embargo en ese momento
omití mencionar un error. En ese momento me enfocaba totalmente en
el impacto del trauma sobre la víctima; no le estaba prestando suficiente
atención al impacto del trauma sobre el profesional, el terapeuta, el médico,
el abogado, el docente. Aquella omisión es decir, el impacto del trauma
sobre el profesional; profesionales que atienden a víctimas de abuso
sexual y las reacciones de estrés vivenciadas por los que trabajamos
con personas traumatizadas”
El Dr. Freedman analiza que la víctima puede sentir vergüenza por el
abuso, pero el profesional también puede sentir vergüenza al no ayudar
lo suficiente o inconscientemente por no haber prevenido el trauma.
Explica que sentimos vergüenza de nuestras reacciones normales al
trauma y como consecuencia nos tratamos mal, no nos cuidamos en
nuestro trabajo. El Dr. Freedman señala que es patológico no cuidarse.
Es necesario cuidarse, a través de la familia, los amigos, Si se carece de
compasión para con nosotros mismo perderemos empatía con nuestros
pacientes, con nuestro trabajo.
Todos los años la Familia Freedman nos envía, con la cordialidad que
los caracteriza, su tarjeta de año nuevo, cada año, al recibir las hermo-
sas fotografías, hemos visto crecer a sus hijos. Nuestro agradecimiento
Dr. Freedman por su coherencia, su sabiduría, sencillez, en especial su

114
H i l d a M a rc h i o r i

compromiso con la protección de las víctimas, en especial la protección


a los niños.
Dr. Michel Marcus- Francia.
Experto en Políticas Públicas de Seguridad Urbana. Es un agudo
intelectual, Miembro del Foro de las Colectividades Territoriales Euro-
peas para la Seguridad Urbana; impulsor de los programas de desarrollo
social urbano y la seguridad. (Francia estableció el Consejo Nacional de
Prevención del delito en el año 1982)
El Dr. Michel Marcus señala la necesidad del fortalecimiento de la pre-
vención del delito, a través de programas que involucren a las intendencias
de las ciudades. Expresa, en sus enseñanzas, que frente a una delincuencia
urbana masiva que constituye uno de los componentes de la inseguridad
experimentada por los habitantes de nuestras ciudades frente a cierto
agotamiento de los discursos explicativos de la delincuencia, frente a los
atolladeros a los que se enfrentan las políticas centradas únicamente en
el refuerzo de las instituciones represivas así como aquellas que otorgan
prioridad a la acción social, es necesario la labor y el tratamiento colectivo
a nivel local de los fenómenos de la delincuencia.
Michel Marcus expresa que el surgimiento de políticas locales de
prevención de la delincuencia resulta también de la demanda social en sí
misma; la inquietud principal de nuestra ciudadanía, según el Dr. Michel
Marcus, es la pequeña y mediana delincuencia. Considera el papel funda-
mental de la Justicia, porque un buen funcionamiento de la administración
de justicia permite el fortalecimiento de la cohesión social.
La originalidad de las experiencias llevadas a cabo en Francia es la
red de los 650 consejos comunales de prevención de la delincuencia,
reside en el hecho de haber conferido en el intendente una función de
orientación y coordinación de agentes y medios que dependen de otras
autoridades; esta conducción de la acción local en materia de prevención
del crimen constituye un símbolo de una responsabilidad más colectiva
del problema. Fomentar y concretar el trabajo en común, es además,
tratar un diagnostico social sobre las características del territorio y la
delincuencia, que implica un elemento esencial de la política de preven-
ción del delito y seguridad de los ciudadanos.

Dr. Elías Carranza. Ilanud.


Instituto Latinoamericano de Prevención del delito y estudio del
delincuente de Naciones Unidas.
El Prof. Elías Carranza visitó Córdoba en varias oportunidades,

115
Victimo log í a

brindando sus enseñanzas en los Congreso de Victimología y en los


Congresos de Seguridad Ciudadana realizados en las décadas del 80
y 90. Planteó su gran preocupación por el aumento de la criminalidad
destacando los diferentes aspectos de la criminalidad convencional y no
convencional. Los primeros, los delitos tradicionales de mayor frecuencia
en las estadísticas policiales como hurtos, robos, lesiones; los segundos,
los no –convencionales son categorías de la mayor importancia, delitos
de abuso del poder político, los delitos de poder económico, los delitos
de tráfico de drogas, los delitos ecológicos.
Al referirse a la criminalidad distingue el delito medido con el mayor
rigor posible y el temor al delito, señalando tres grandes problemas en
esta materia: el delito; el costo social y económico del delito y el temor
al delito en la población. Cada uno de ellos tiene estrecha relación con
los otros.
El Prof .Dr. Elías Carranza ha trabajado intensamente en el grave
problema de la sobrepoblación penitenciaria en toda la región de Latinoa-
mérica. Puntualiza las condiciones infrahumanas que se encontraban- y
se encuentran- las personas detenidas, procesadas y sentenciadas.
El Prof. Elías Carranza ha realizado y realiza estudios e investiga-
ciones sobre las cifras de homicidios en Latinoamérica, las poblaciones
penitenciarias, el aumento de la delincuencia, la estructura social y la
pobreza. Señala que la acción de los sistemas de justicia penal, además
de centrarse sobre la criminalidad convencional se concentra sobre
determinados grupos más vulnerables, que generalmente coinciden con
pertenecer a los estratos sociales económicamente más carenciados.
También analiza –en estudios comparativos- la redistribución presu-
puestaria a Policía, a Servicios Penitenciarios y Jueces, que afectan las
políticas de seguridad ciudadana.
El Prof. Dr. Elías Carranza no sólo apoya el conocimiento y la labor
de asistencia a los ciudadanos víctimas, sino, que desde el Instituto Latino-
americano de las Naciones Unidas para la Prevención del delito y tratamiento
del delincuente- Ilanud- permitió, autorizó y apoyó que se realizara el
número 27 de la Publicación de Ilanud especialmente referente a la Vic-
timolgía, publicación elaborada y realizada en Córdoba. Por ello y por
sus enseñanzas nuestro agradecimiento.

Prof. Dra. Ester Kosovski. Brasil.


Iniciadora en Brasil de los estudios e investigaciones sobre Victimolo-
gía. la Dra. Kososvki es una de las principales impulsoras de los estudios

116
H i l d a M a rc h i o r i

Victimológicos destacando sus consideraciones sobre revictimización y


abuso de poder. En esta última consideración analiza tres tipos de abuso:
a) Abuso de poder político; b) Abuso de autoridad; y c) Abuso de poder
económico; señalando que en nuestra Latinoamérica estos abusos están
diseminados por la explotación económica y los gobiernos autoritarios.
Considera que el Abuso de poder político es la forma más grave de
victimización debido a que tiene mayores consecuencias y efectos más
prolongados.
La Prof. Dra. Ester Kososvki Presidente de la Comisión de Dere-
chos Humanos de la Orden de Abogados de Brasil ;Vice-Presidente y
fundadora de la Sociedad de Brasileira de Victimología; organizadora
del VII Congreso Internacional de Victimología de la World Society of
Victimology -en Río de Janeiro-1991,único-hasta el momento- que se
ha realizado en la región Latinoamericana. Miembro Consultora de las
Naciones Unidas, investigadora de Fulbright. Es autora de obras y textos
en Victimología, Derechos Humanos.

Prof. Dr. Antonio Sánchez Galindo. México.


La obra de Antonio Sánchez Galindo, Maestro del Penitenciarismo y
de la Criminología, se funda en una amplia experiencia y conocimiento
de la realidad penitenciaria. Su extensa y generosa obra está destinada
no sólo a trasmitir sus ideas, sino principalmente actuar de motivación
para reflexionar sobre el hombre delincuente.
Profundamente preocupado por la historia del hombre y la violencia,
plantea, desde una nueva perspectiva axiológica, los interrogantes de una
conciencia individual y social en el tratamiento del delincuente y de su
realidad existencial. Esa preocupación histórica, siempre angustiante, de
lo que significa la cárcel, el castigo, la tortura, la pena en sí, esta analizada
de manera singular, donde la historia del penitenciarismo es mostrada
simultáneamente en dos tiempos: lo que se hizo y su significado actual.
Esto da lugar a interpretaciones valiosas, vehementes, de la complejidad
de la violencia del hombre y su castigo.
El enfoque existencial del Maestro Antonio Sánchez Galindo hacia
el espacio penitenciario es tomado primordialmente como un espacio
de reencuentro del hombre en el conocimiento de sí mismo. Reencuentro
que se logra a través de una tarea preventiva que implica el encuentro
y reencuentro con el personal penitenciario, la familia y la estructura
social y cultural.
El Dr. Sánchez Galindo manifiesta que la prevención consiste en

117
Victimo log í a

evitar aquello que desde el punto de vista social sea destructivo, y pa-
ralelamente proteger los Derechos individuales, especialmente donde
son más vulnerables.

Dra. Fely Gonzalez Vidosa. España.


Directora de la primera Oficina de Ayuda a la Víctima del Delito, en
España, en calidad de Responsable de la 1ª Oficina de A.V.D en Valencia.
Promotora de la Ley 35/95 de Ayuda y Asistencia Víctimas de Delitos
Violentos y Contra la Libertad sexual.
Para la Profesora González Vidosa la Ayuda a la víctima repre-
senta un conjunto de acciones, todas ellas necesarias y diferenciadas,
para lograr una nueva atención a la víctima y mejorar la posición en
el sistema de administración de justicia penal. Entre las principales
acciones describe: 1) La asistencia al ciudadano de cualquier delito,
ayuda que se realiza a través de un Programa dirigido a Víctimas; 2)
Acciones de colaboración, el Programa u Oficina de Ayuda a Víctima
y el Poder Judicial, Fiscalía, Fuerzas de Seguridad, Servicios de Salud
y Sociales, para mejorar el trato, la actitud y el conocimiento a favor
de las víctimas de los delitos; 3) Programas de Mediación que favorez-
can los Derechos de las víctimas y los Derechos de los delincuentes.
Autora de los Libros “¿Qué es la ayuda a la víctima?”; y ”Por qué algunas
mujeres maltratadas no denuncian”.
De España también hemos recibido las enseñanzas del Maestro
Antonio Beristain y Piña, un impulsor de la Victimología en Europa
y del Magistrado Dr. Enrique Ruiz Vadillo, ambos grandes humanistas
que enviaron generosamente sus escritos a Córdoba.

Dra. Emma Mendoza Bremaunt. México.


La importante y valiosa obra Académica de la Dra. Emma Mendoza
Bremauntz abarca múltiples áreas inter-correlacionadas, Derecho Penal,
Derecho Penitenciario, Criminología,Victimología, Economía.
Al leer su obra, escuchar sus clases, sus conferencias, los alumnos-
que son numerosos y de todas las disciplinas de las Ciencias Penales-
se advierte de manera inmediata su compromiso en la búsqueda de
la justicia, de la verdad, en el significado que otorga a los principios
fundamentales del Derecho y paralelamente sus conocimientos de la
realidad latinoamericana. Todo ello la han convertido en una enérgica
impulsora por los Derechos de los ciudadanos.
La Dra. Emma Mendoza Bremauntz es una docente identificada con

118
H i l d a M a rc h i o r i

los valores de la enseñanza universitaria, en la prestigiosa Universidad


Nacional Autónoma de México, que es su especial lugar de pensamiento
y reflexión y su lugar permanente en contacto con discípulos y alumnos
de México y de países latinoamericanos.
La Dra. Emma Mendoza ha trabajado en diversos e importantes
temas: penitenciarismo, delitos transnacionales, delitos económicos,
delitos de medio ambiente. En este tema expresa que el problema de
los daños al ambiente constituye un fenómeno que cada vez mayor nú-
mero de personas y países reconocen como motivo de preocupación
internacional.
La contaminación, entendida como ”un cambio indeseable en las
características físicas, químicas y biológicas del aire, agua o tierra, que
será o puede ser perjudicial para el hombre y otras formas de vida,
procesos industriales, condiciones de vida y propiedades culturales” y
que constituyen “un desorden termodinámico que es el producto de-
rivado de la conversión de energía y el uso de los recursos” y son una
de las desventajas que desacreditan y potencialmente limitan el uso los
recursos para el desarrollo económico.
Los daños graves y con frecuencia irreversibles –señala la Dra. Mendoza
Bremauntz -que diversas formas de contaminación en gran escala ocasio-
nan al aire, al agua y la tierra tienen las más de las veces, consecuencias
en varios países, a veces vecinos, a veces situados a grandes distancias
entre sí, por lo que se considera necesario buscar soluciones conjuntas,
involucrando en la búsqueda, desde luego, al país de origen del problema,
a los afectados y a los organismos internacionales que pueden mediar.
La utilización masiva de herbicidas químicos, detergentes y fertilizan-
tes inorgánicos, la descarga de grandes cantidades de gases a la atmósfera,
la eliminación descuidada e indiscriminada de desechos industriales
tóxicos y radioactivos, para no mencionar más que los ejemplos más
destacados, no se pueden seguir considerando como acciones limitadas
a los poderes discrecionales y la jurisdicción de un único país. El daño
que ocasionan al medio ambiente y por consiguiente a la vida y a los
bienes, no se detiene en las fronteras nacionales. Estas actividades que
por mucho tiempo se consideraron una simple amenaza, son particular-
mente preocupantes por cuanto sus efectos actuales que ya empiezan a
percibirse a nivel mundial, como el daño la capa de ozono, producido por
ciertos gases de uso industrial, o bien el escape de radiactividad en gran
escala hacia la atmósfera, como el caso de Chernovyl, por mencionar
uno de los más graves y con impacto internacional.

119
Victimo log í a

Se considera -explica la Dra. Emma Mendoza- que el desgaste natural


de la tierra reconocida como el ámbito de vida que implica el trinomio
de tierra, agua y aire; que reproduce por el solo transcurso del tiempo,
ha sido incrementado por: su uso excesivo por el crecimiento de la
población acaecido en el siglo XX: el incremento del industrialismo y
la concentración de la población: el deterioro criminal provocado por
el uso abusivo y codicioso de los recursos naturales y la inconsciente
diseminación de los desechos humanos e industriales.
En cuanto a estos tres aspectos, la organización social ha sido lenta
en advertir de la necesidad de tomar medidas legales de diferente tipo,
para proveer la debida protección al medio en el que la vida en general
puede desarrollarse.

Profesor Dr. German Aller. Uruguay.


Uno de los principales Victimólogos de Uruguay y de Latinoamérica.
En sus amplios estudios sobre la víctima analiza el abandono sistemático
que ha tenido el Derecho Penal con respecto a las víctimas.
El Dr.Germán Aller manifiesta que la reparación a la víctima ha ido
paulatinamente ganando terreno, pero en la medida en que el delito
no sea de gran gravedad, pues si lo fuere, el Estado sigue aplicando el
criterio de la dualidad de sujeto pasivo, por el cual él siempre es víctima
y desguarece a las otras dejándolas en un segundo plano.
Tanto la normativa internacional predominante como el sentido
común indica, expresa G. Aller que la víctima de un delito necesita com-
prensión ayuda, solidaridad, asistencia médica, psicológica y psiquiátrica (si
correspondieren) y, como principio básico, respeto por parte de la
sociedad y del sistema penal. En efecto, las largas demoras y esperas en las
sedes judiciales, las pericias médicas, la cosi icación de su persona, la falta
de consideración hacia su momento psicológico, la indiferencia por su
problema familiar y laboral, el triple proceso por ser víctima primaria de un
delito, víctima secundaria respecto del aparato penal y terciaria en su
entorno social. Un largo y tortuoso camino que se ha de recorrer para
obtener la sanción del autor de la conducta criminal, pero que difí-cilmente
signi ique algún tipo de reparación o resarcimiento a la víctima.
Debe tenerse presente dice G.Aller que la gran mayoría de las vícti-
mas son etiquetadas y pertenecen a los sectores sociales más carenciados. Son
las que disponen de menos medios para superar el daño que ocasiona
el delito, son las más vulnerables y recurren menos a la Policía debido a
que su entorno no es propicio para ello. Las vías civil y administrativa no

120
H i l d a M a rc h i o r i

cumplen el objeto propuesto de resarcir los daños y perjuicios causa-


dos por el delito. Al respecto, la jurisprudencia en estas materias está casi
vacía y en silencio. Es impostergable dar a esta disciplina científica y a su
objeto (la víctima y los procesos de victimización) un lugar dentro de
la protección normativa, y preceptivamente reparar —cuando menos y
dentro de lo posible— el daño que le ha sido causado. El primer paso
refiere al tratamiento que le hemos de dispensar, entendiendo por él
no sólo lo clínico, sino también el entorno social y, específicamente, el
trato de los operadores del sistema con estas personas que soportan
el pesado papel social de víctima. No se trata de cuestionar a quienes
operan el sistema (jueces, fiscales, abogados, policías, demás técnicos
y funcionarios judiciales), sino de hacerlo respecto de la insensibilidad
sistémica que lleva a estos operadores a no tener instrumentos aptos
para abarcar debidamente la problemática en cuestión.

TS. Julia Sabido. México.


Penitenciarista mexicana, ha realizado estudios e investigaciones
sobre el delito de violación a través de una Encuesta victimológica apli-
cada por trabajadoras sociales a 380 casos en la Ciudad de México. La
Prof.T.S. Julia Sabido, discípula del Maestro Dr. Quiroz Cuaron, ha hecho,
una vez más, una contribución al conocimiento del delito, del autor y de
la víctima, en este estudio sobre el delito de violación.
Cuando visitó Córdoba, para participar en el Congreso Internacional
de Victimología, visitó las instituciones penitenciarias de Córdoba y se
reunió con los equipos interdisciplinarios criminológicos, brindando
generosamente sus opiniones, orientaciones, y su gran experiencia.

Prof. Lic. Gabriela Fulco. Uruguay.


Fundadora y Directora del primer Centro de Asistencia a las Víc-
timas de Violencia Familiar en Uruguay. La Profesora Gabriela Fulco ha
desarrollado programas asistenciales victimológicos en la atención de
la violencia familiar, focalizando la noción de conflicto familiar como
causa y origen en la gestación de inconductas socialmente censurables
y de hechos delictivos. Señala que es a partir del reconocimiento y
detección precoz del conflicto familiar como núcleo potenciador de
inconductas y delitos que se organiza una metodología de intervención
en crisis que tiene como eje central la técnica de mediación. Coordina-
dora de la Sociedad de Psicólogos de Uruguay- Coordinadora Técnica
de ECPAT_Uruguay. Presidenta del Comitè de Población en Riesgo de
Partners of the Americas.
121
Victimo log í a

Dr. Ole Rasmussen. Dinamarca.


También fue un privilegio la visita y enseñanzas del Profesor Ole Vedel
Rasmussen consultor del Centro de Rahabilitación e Investigación para las
víctimas de Tortura (IRCT). El Prof.Rasmussen señala que la Tortura es
la más grave violación de los Derechos Humanos. Nos transmitió que los
objetivos de la institución IRCT son: Rehabilitar a personas que han
sido sometidas a tortura y a sus familias; instrucción a profesionales de la
salud –en Dinamarca y otros países- en la examinación y el tratamiento
de personas que han sido sometidas a tortura. Docencia con el fin de
contribuir a la difusión de conocimientos sobre la tortura, los métodos
de tortura y las posibilidades de rehabilitar a personas que han sido
sometidas a tortura.
El Prof. Ole Vedel Rasmussen lamenta la participación de médicos
en la tortura para evitar que las personas mueran durante las prácticas
de la tortura.
Considera a la tortura como el sufrimiento físico, mental infligido en
forma deliberada, sistemática o caprichosa por una o más personas actuan-
do bajo la las ordenes de cualquier autoridad con el fin de forzar a otra
persona a dar información, hacerla confesar o por cualquier otra razón.
También la institución IRCT ayuda a las investigaciones sobre con-
secuencias de la tortura e iniciar tratamiento y rehabilitación. El IRCT,
en Copenhague, tiene un Centro de Documentación sobre la tortura
e información de las diferentes regiones.
Las líneas de trabajo, explica el Dr.Rassmusem : diagnóstico y trata-
miento de las secuelas de tortura física; diagnóstico y tratamiento de las
consecuencias psicológicas; experiencias nacionales e internacionales de
asistencia y servicios de rehabilitación afectados por las consecuencias
físicas y psicológicas de la tortura; las consecuencias psicológicas y so-
ciales de la impunidad; Ética profesional y Derechos Humanos.

Dr. Arnon Bentovim. Inglaterra.


Especialista en el tratamiento de niños y adolescentes víctimas de
abuso sexual, fundador del Servicio de la conducta del Instituto de Salud
del Niño, profesor de la Universidad de Londres. En Córdoba centró sus
enseñanzas en el Informe Cleveland-Lecciones para profesionales de la
Salud Mental referente al abuso sexual de niños. Esta gran posibilidad
de escuchar al Dr.Bentovim fue por la gentileza y generosidad del Dr.
Eduardo Padilla de la Fundación Familia, de Buenos Aires.
El Dr. Arnon Bentovim señaló la importancia de reconocer que

122
H i l d a M a rc h i o r i

el abuso sexual ciertamente ocurre; pero que su descubrimiento, su


evaluación y manejo están cargados de peligros que requieren que el
personal de salud y de justicia desarrollen sistemas para un funciona-
miento efectivo a los fines de proveer a las instituciones de profesionales,
médicos, psicólogos, abogados y sociales que puedan diagnosticar la
presencia de abuso sexual.
El Dr. Bentovim desarrolló una amplia temática: la incidencia del abuso
sexual en los niños; un modelo de asistencia para comprender los efectos
del abuso sexual del niño sobre su desarrollo; escuchar, comprender al
niño; los efectos del abuso sexual sobre el niño, su familia, el enfoque
terapéuticos; el desarrollo de la conducta abusiva y su tratamiento.
Examinó el tema relacionado al tratamiento para los perpetradores-
abusadores. Y la situación especial de niños abusadores de otros niños;
plateando cuales son los factores que llevan a niños que han sido
víctimas de abuso comiencen a abusar de otros niños, señalando los
factores; exposición a un clima de violencia en sus hogares, exposición
a violencia física, discontinuidad de cuidados, otras victimizaciones en
el grupo familiar.
También analizo y enseñó sobre el trauma y daño psíquico que provoca
el delito, este tema en un artículo conjuntamente con la Dra. Marianne
Tranter.

Prof. Dra. Maria Isabel Salinas Chaud. Chile.


Investigadora, clínica, docente comprometida en la asistencia a víc-
timas del delito.
En su enfoque psicológico-social expresa que una de las característi-
cas más notables de las sociedades que se modernizan, es la judicialización
de la vida. Y aclara que lo que podemos entender como el traspaso de
una serie de fenómenos que se enmarcaban dentro de la lógica de pro-
blemáticas privadas, al espacio, y lo que es más importante, al dominio
de lo público, representado por el sistema jurídico, que hace lo que sabe
y tiene por función hacer, esto es: reducir el comportamiento humano a
conductas posibles de operacionalizar en un código y con eso normarlas
para someterlas al control estatal.
La Dra. Maria Isabel Salinas explica que las consecuencias que se
derivan de aquello, aún no se han explorado y forman parte de la dis-
cusión actual, pero es menester de los que trabajamos, investigamos o
nos interesamos en esta área detenernos en el problema que vincula
a las víctimas con este devenir, ya que considera que es éticamente

123
Victimo log í a

pertinente preguntarnos cómo se vivencia la apropiación del conflicto,


que ellas creen les pertenece.
¿Por qué creen les pertenece?, La Dra. Salinas expresa que: la
respuesta es fácil y obvia, porque les ocurrió, porque lo vivenciaron y
lo sufrieron durante y después de cometido el acto que transgredió
sus Derechos. Razón del todo suficiente para comprender el título
de dominio que poseen sobre su victimización, pero sin embargo,
muy pronto, comprenden que ese título es sólo una ilusión, ya que el
verdadero beneficiario de haber hecho público el conflicto son aquellos
que en nombre de ella o a favor de ella asumen el control social, el
resguardo de su integridad y por supuesto la reparación del daño
causado. Esto, señala la Dra. Salinas, no es sólo un argumento retórico,
si no la constatación de una cadena de hechos que se articulan en esta
dirección, si tomamos como ejemplo la queja desde el organismo per-
secutor penal sobre el tema de la Violencia Intrafamiliar (VIF), en donde
se afirma que la razón por la cual el sistema no posee estadísticas felices,
de fallos condenatorios en esta materia, se debe a que las víctimas se
retractan de sus denuncias.
Críticamente -manifiesta la Dra Salinas- el fracaso del sistema legal
instrumentaliza el fenómeno de la retractación para justificar precisamente
su fracaso, generando de ese modo un efecto profundamente negativo,
el cual es, que el concepto no tenga ninguna significación psicológica. Es
decir, nos “debemos olvidar” de eso que llamamos conducta humana, de
los procesos de mantención de la homeostasis familiar, de los complejos
mecanismos de coacción que involucra la retractación, de la intolerable
ambigüedad generada por tener que acusar a quien es parte de nuestro
mundo vincular afectivo.
Ponerse al servicio de la víctima, expresa la Dra. María Isabel Salinas,
significa, sencillamente, no imponerle las visiones canónicas dominantes
y aplicar los conocimientos que portamos en beneficio de su reparación,
tal vez nos sorprendamos y descubramos que el sólo hecho de aceptar
que es posible seguir atado emocionalmente a una persona que nos causa
daño, sea el antídoto contra la retractación, ya que la víctima percibirá
que ya no tiene necesidad alguna de ocultar lo que ya se visibilizó y
recupere la libertad de su subjetividad.

Dr. Helmut Kury. Alemania.


El Profesor Hemut Kury, investigador y docente de la prestigiosa
Universidad de Friburgo se refirió- en el seminario dictado en Córdo-
ba- a la Criminología y Victimología. Para el Prof. Kury los factores que

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H i l d a M a rc h i o r i

llevan a delinquir son sumamente diversos y variables: económicos, so-


ciales, familiares, psicológicos y políticos. Llama la atención-señala el Dr.
Kury la baja de la delincuencia en la India y Japón con respecto a otros
países. Esto se debe a la estrecha conformación de los vínculos dentro
del grupo familiar que actúa como un importante apoyo para evitar las
conductas delictivas. Sin embargo, en Japón, la contracara del bajo índice
de la delincuencia se da en los elevados índices de exigencia social que
conlleva a un alto índice de suicidios. Con respecto a la Victimología, el
Dr Kury es uno de los pioneros en Alemania, investigando la cifra negra
de la criminalidad a través de la primera Encuesta de Victimización que
se aplicó en Alemania. Uno de los mayores problemas para el Prof.Kury
es que no existe relación entre la cantidad de delitos y la cantidad de
condenas. Esto significa que a pesar de que la cantidad de condenas
permanece constante el número de delitos aumenta. Es decir, no se
ataca las causas del problema y el sistema continúa creando delincuentes.

Maria Cristina Calle. Italia.


Consulente Técnico del Juez del Tribunal de Milán; Consulente del
Ministerio de Gracia y Justicia en el Instituto Penal de Menores Cesare
Beccaria de Milan. Su labor está sumamente vinculada a los niños y
adolescente, desde la importancia del Derecho a la propia identidad con
todo lo que se desprende de su reconocimiento lo que constituye un
derecho primordial para toda persona que no está dada solamente por
sus propias experiencias y circunstancias sino que requiere el reco-
nocimiento del otro, el reconocimiento simbólico de la ley que organiza y
regula las relaciones. Esta es una de las principales ideas de la labor de la
Profesora Cristina Calle.
Tambien de Italia tuvimos el privilegio de escuchar las enseñanzas
del Prof.Dr. Luigi Daga, experto en Criminología, Penitenciarismo y
Prevención del delito.
Dra. Caridad Navarrete Calderon. Cuba. La destacada crimi-
nóloga cubana visitó Córdoba exponiendo sus experiencias. Así como
Dra. Caridad Oña, profesora de la catedra de Victimologia en la Uni-
versidad de La Habana. Cuba.
Prof. Maria Cristina Palacio, de Colombia. Con un enfoque
sociológico en el tema la familia como un espacio que refracta la vio-
lencia social.
Prof. Dr. Héctor Grijalva-Maria Guadalupe Plesent; de
Aguascalientes México, relatando sus experiencia psicoterapéuticas

125
Victimo log í a

ayudando a víctimas, los problemas de adicciones y comportamientos


autodestructivos vinculados a la violencia, y la Profesora Plesent en su
importante obra sobre “Narración de historias en Psicoterapia Infantil”
vinculada a la detección y psicoterapia en niños víctimas de delitos.
Profesora Maria Josefina Ferrer.Venezuela. Se debe mencionar
la destacada labor científica en el ámbito universitario de la Profesora
Maria Josefina Ferrer, en especial sus trabajos relacionados a los Derecho
y servicios a las víctimas de delitos.
Destacar la presencia y el trabajo de la Dra. Nilda Zegarra de
Torres de Perú; Dra. M. Villagomes Michel, Dra.Rosa Carvalho, de
Bolivia; la Maestra Dra. Yolanda Mujica y el Lic. Jose Caballero de
la República del Paraguay. Dra. M. Roque de Blengio del Instituto
de Criminología, de Uruguay; Prof. Dr. Langón Cuñarro, Maestro de
Criminología también de Uruguay; La destacada Penitenciarista Dra.
Bergamini Miotto, el Dr. Coelho Carvalho, Dra. Rita Andrea, de
Brasil.
La Magistrada Dra. Ana Prieto Peralta de Chile sobre los Mo-
delos de Prevención desde la perspectiva del Derecho de Menores.
Prof. Dr. Francois de Waha y Prof. Louise Galbats. Luxem-
burgo.
Los Profesores de Luxemburgo dictaron su conferencia referente
al tema “Los hombres víctimas de violencia sexual” hechos delictivos que,
frecuentemente, son silenciados por razones culturales. Explicaron según
los registros, un 20% de las víctimas de delitos sexuales son varones-
Una diferencia importante con respecto a las niñas-adolescentes es que
los niños a raíz de su socialización no dirigen esa experiencia contra sí
mismo sino por el contrario contra otras personas, convirtiéndose de
esta forma muchas veces en victimarios.Tres de cada cuatro violadores
fueron a su vez víctimas de abuso sexual en su niñez. Algunos de estos
jóvenes se convierten en autores con comportamientos agresivos o
criminales e intentan “compensar” su propia experiencia de desamparo
por el abuso que sufrieron.
Por qué se conoce tan poco sobre el abuso sexual en varones? Expli-
can que a) La mayoría de los jóvenes no hablan de ello porque el rol de
víctima está en contradicción con la tradicional imagen masculina. b) por
su educación y su cultura; c) El miedo a ser tomado como homosexual.
d) La ayuda profesional es limitada y se carece de información e) Existe
un estereotipo e imagen negativa sobre estos pacientes. f) Miedo por
efectos de la revelación del trauma.

126
H i l d a M a rc h i o r i

Visitaron Córdoba, y el Centro de Asistencia a la Víctima del de-


lito tres brillantes pensadores de la Criminología: Prof. Dr. Roberto
Bergalli, argentino radicado en Europa, autor de obras clásicas de
Criminología, con un pensamiento crítico del sistema de justicia y de la
situación penitenciaria. Otro visitador ilustre, intelectual interesado en los
programas Victimólogos, destacadísimos Maestro de Criminología Prof.
Massimo Pavarini, profesor de Derecho Penal de la Universidad de
Bologna. Italia; y el Prof. Dr. Denis Szabó, investigador, Director del
Departamento de Criminología de la Universidad de Montreal, Canadá.
Este artículo ha pretendido agradecer las enseñanzas de los Maestros
en Victimología, en primer lugar a los Maestros extranjeros. Pero también
es necesario destacar la contribución importantísima de los Profesores
Argentinos, que han ayudado al desarrollo de la Victimología. Profesores
que provienen de la Criminología, del Derecho Penal, del Derecho
Procesal Penal, de la Sociología, del Psicoanálisis, de la Medicina Forense,
Psicología, Psiquiatría. Su labor será reseñada en un artículo especial
dedicado a ellos.
Recordamos la extraordinaria obra del Dr. Elías Neuman, Dr.Pedro
David; Dra. Eva Giberti; Lic.Cristina Vila de Gerlic: Dra. Ana Giller; Dr.
Eduardo Padilla; Dr.Claudio Stampalija, Dra. Susana Medina de Riso;
Dra.Zulita Fellini; Dr. Emilio García Méndez; Maria Ines Bringiotti; Dra.
Leticia Apfelmaun; Dra.Cecilia Grossman; Prof.Lic. Silvia Gross, Prof.Lic.
Mercedes Parola, Comisario Raul Cheves.
Enseñanzas desde Córdoba, Dr. Ricardo C. Núñez, Dr. Daniel Carre-
ra, Dra. Aida Tarditti, Dra. María Cristina Barberá de Riso, Dra. Maria
Esther Cafure de Batistelli. Dr.Fernando Allende, Dr.Wilfrido Perez, Dr.
González del Solar, Dra.Lidia Ruiz Moreno, Dra.Marta Landa, .Dr. Jose
Cafferata Nores. Dr. Jose Maria Hernández. Raquel Salama, Lilia Raed.
La ayuda de las arquitectas Susana Marcattini; Arq. Martha Malfrant y
Arq. Cecilia Comes.
El Centro de Asistencia a la víctima del delito integrantes fundadores:
Dr. Hernán Núñez, Dr. Alfredo Irigoyen, Dr. Ruben Musicante, Prof. Lic.
María Jose Planas, Lic. Mirtha Yocco, Lic.Verónica Bouvier, Lic. Mercedes
de la Rua, Dr. Daniel Gallart, Dra. Patricia Ardanaz, Dra.Nura Becerra,
Lic. Elizabeth Morales, Dra. Carolina Monsó, Sra. Emma Rodriguez, Car-
los Girola, Silvia Raso, Lic- Adriana Grosso, Lic. Martha Righelatto, Dr.
Horacio Bouzas, Lic. Sonia Pignol, José Jochymek, José Castillo,
María Caminos, Daniel Saavedra, Lic. Gabriela Zanini.
Los colaboradores, que posibilitaron generosamente material de
otros países y realizaron las traducciones Lic. Leonor Schulthes de Berti,

127
Victimo log í a

Lic. Carmen Juri. También las colaboraciones en la preparación de


las publicaciones de Lic. Judith Biodo, Lic. Mercedes de la Rua, Lic.
Verónica Bouvier, Carlos Girola y el Dr. Cesar Fortete.
Estamos consciente que estas menciones- de este artículo- pueden
resultar incompletas, - los que colaboraron y que colaboran en las
publicaciones de la Revista de Victimología de Córdoba- son muchos
más los Maestros Victimólogos que enseñaron en esta región y que
permitieron junto a los Maestros pioneros en los estudios
Victimológicos, compartir con profesionales de las distintas disciplinas,
que se acercaron para iniciar- o continuar más fortalecidos en una tarea
conjunta- por los Derechos y la asistencia a las víctimas del delito.

Prof. Dr. Ricardo C. Nuñez Maestro del Derecho Penal. Brindó un


apoyo fundamental en la creación del Centro de Asistencia a la Víctima
del delito de Córdoba.

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Waller Irvin, (1992) Un Centro Internacional de Prevención de la Delincuencia.
En la Rev.Prevención. Barcelona.
Waller Irvin (2009) La Victimología en el Siglo XXI.Víctimas del delito y Derechos
Humanos. Comisión Nacional de Derechos Humanos de México.2009.
Waller Irvin y Martinez Solares Verònica, (2015) Derechos de las víctimas
a treinta años de la Carta Magna de las Naciones Unidas: acciones concretas en
momentos críticos. Rev.Victimologìa. Ed. Encuentro. Córdoba. Argentina.
Zegarra de Torres (1994) Aspectos sociales del Maltrato Infantil. Rev.Victi-
mologìa. Còrdoba.Argentina.

133
Pionero en Desarrollo y Seguridad de Ciudades

Lineas de prevención en el Desarrollo Social Urbano

Prof. Dr. Michel Marcus1


Francia

Los elementos que quisiera exponerles acerca de las preocupaciones


locales en materia de prevención criminal están constituidos esencial-
mente por las lecciones que en Francia extraemos de la experiencia
de la política de prevención de la delincuencia, aplicada desde hace siete
años, en base al informe sobre la seguridad emitido por la Comisión
de Intendentes, a las prácticas y a las competencias y experiencias que
de esta manera se han agregado a los estudios e investigaciones, por
último a encuentros internacionales que hemos organizado y en los
cuales hemos participado.

I. El Surgimiento de Políticas Locales.


Frente a una delincuencia urbana masiva que constituye uno de
los componentes esenciales de la inseguridad experimentada por los
habitantes de nuestras ciudades, frente a un cierto agotamiento de los
discursos explicativos de la delincuencia, frente a los atolladeros a los
que se enfrentan las políticas centradas únicamente en el refuerzo de
las instituciones represivas, así como aquellas que otorgan prioridad a
la acción social, el tratamiento colectivo a nivel local de los fenómenos
de la delincuencia, ha ganado en el curso de los últimos años, cada vez
más adeptos entre quienes tienen poder de decisión.
En nuestras democracias, las ciudades han adquirido un peso político
cada vez más importante debido por una parte, al crecimiento de su
función económica y social y por otra parte a un movimiento de dele-
gación de responsabilidades hacia los funcionarios electos locales, en los
países otrora fuertemente centralizados. Actualmente, este fenómeno
también puede observarse en el proceso de democratización de los

1 
Prof. Dr. Michel Marcus. Ex Secretario General de la Delegación Interministerial
del Desarrollo Social Urbano. Francia. Ex-Asesor del Primer Ministro de Francia.

135
Victimo log í a

países de Europa del Este.


El surgimiento de políticas locales de prevención de la delincuencia
resulta también de una evolución de la demanda social en sí misma. La
inquietud principal de nuestros conciudadanos es la pequeña y mediana
delincuencia antes que el terrorismo y la gran criminalidad. Son cada vez
más conscientes que las respuestas a estos problemas pasan más por
ejemplo, por la renovación de los barrios marginales o por una mejor
inserción de los jóvenes que por un refuerzo de las fuerzas policiales
o una justicia más severa. Esta evolución sensible en las encuestas de
opinión, conduce casi inevitablemente a la necesidad de definir estrate-
gias concertadas a nivel local. Los dispositivos pueden ser comandados
localmente por los políticos electos, es el modelo francés, o basarse
más en la aplicación de acciones descentralizadas del gobierno central
como en Gran Bretaña por ejemplo. Los mismos poseen en común la
instrumentación de una gestión situacional sobre un territorio deter-
minado, tendiente a restablecer el lazo social.
La originalidad de las experiencias llevadas a cabo en Francia en
la red de los 650 consejos comunales de prevención de la delincuencia,
reside en el hecho de haber conferido al Intendente una función de
orientación y coordinación de agentes o de medios que dependen de
otras autoridades. Esta conducción de la acción local en materia de
prevención del crimen, constituye desde ya el símbolo de una respon-
sabilidad más colectiva del problema.

II. Las Condiciones del Trabajo en Común.


¿Cuáles son los factores que pueden permitir la aplicación, en bue-
nas condiciones, de un dispositivo de acción concertada a nivel local en
materia de prevención de la delincuencia?
A mi entender, residen en las características de la colaboración, del
trabajo en común y en las condiciones de su instrumentación. En efecto,
lo importante de una gestión local de los fenómenos de delincuencia,
es poder coordinar en un territorio determinado las reflexiones y las
acciones de todos los agentes involucrados y no simplemente yuxtaponer
las aplicaciones locales de las políticas de las diferentes instituciones.
La diversidad de los agentes reunidos alrededor de una misma mesa,
constituye por sí mismo un criterio de eficacia para las acciones futuras.
Algunos poseen una particular importancia pero otros, en quienes no se
pensaría a priori, pueden desempeñar un papel muy importante. De esta

136
M i c h e l M a rc u s

manera, por ejemplo, asociaciones como los organismos propietarios de


viviendas sociales, los hipermercados, las agencias privadas de seguridad,
las compañías de transporte colectivo, no siempre son requeridos a nivel
local, aun cuando los mismos intervienen en diferente medida en la ges-
tión del espacio público, espacio público cuya calidad de acceso para los
ciudadanos constituye un elemento de medición del nivel de seguridad.
Fomentar y concretar el trabajo en común es además, tratar de
fundar una comunión entre los fenómenos de delincuencia, entre las
características propias del territorio considerado. Este diagnóstico
común constituye un elemento esencial de una política local colectiva.
Hemos tenido oportunidad de comprobar cómo el carácter formal
del trabajo en común conduce casi siempre a un fuerte impresionismo en
las acciones instrumentadas. Los problemas de delincuencia constituyen
un campo donde la imaginación, el sentimiento y la fantasía juegan un
papel considerable.
Introducir el máximo de racionalidad en los análisis que deben regir
la decisión de aplicar tal o cual acción, constituye un desafío determi-
nante para las políticas locales. Por ello, hoy incitamos a las ciudades
a realizar con equipos de investigación o gabinetes de asesoramiento,
diagnósticos locales de seguridad que permitan analizar la oferta local
en materia de seguridad, delimitar las áreas de origen de la inseguridad,
extraer las estrategias explícitas o implícitas de las diferentes institucio-
nes. Creemos que estos diagnósticos también tienen que servir como
instrumentos de evaluación de las acciones ya realizadas. La continuidad
lógica del diagnóstico es la construcción de un observatorio local de la
delincuencia que sirve como guía para la gestión de esta política.
Para que este trabajo de elaboración de una compilación común de
conocimientos sobre la situación local pueda llevarse a cabo en buenas
condiciones, como para que de manera más general, el trabajo en común
resulte productivo, es conveniente que los distintos miembros garantice,
por una parte, una cierta transparencia en su accionar y por otra parte,
den a sus agentes una cierta libertad respecto de su participación, es-
pecialmente a lo referente a la circulación de informaciones.
Además de los responsables de las principales instituciones, es
también fundamental que el trabajo en común alcance a los principales
agentes de las mismas, que trabajan directamente sobre el terreno.
Así, en Francia, en las ciudades de cierta importancia, quisimos que
los consejos comunales de prevención de la delincuencia dividiesen su
acción a nivel de delegaciones barriales, para que no sea sólo el comisario,

137
Victimo log í a

jefe de la circunscripción de la policía urbana, el agente de este trabajo


en común sino también el policía de base responsable de un barrio; así
como el director de servicios sociales y el asistente social del sector,
el responsable de la acción cultural y el animador del centro vecinal, el
director de la compañía propietaria de viviendas sociales y el conserje.
La importancia de una colaboración entre las diferentes instituciones
a nivel local para la prevención de la delincuencia consiste luego, en lle-
gar a elaborar verdaderos planes de acción de los cuales cada individuo
se comprometa según sus propias responsabilidades y por lo tanto no
haya confusión de roles. Elaborar un programa colectivo implica un
compromiso a largo plazo. Por ello unimos siempre los tres términos,
un territorio, asociaciones y un contrato. En efecto, la seguridad de los
financiamientos a largo plazo es una condición para fomentar las inicia-
tivas y para que la elaboración de una política local de prevención de la
delincuencia no sea sólo algo efímero sin porvenir.
Una vez mencionadas las condiciones de constitución de un trabajo
en común local para la prevención de la delincuencia, quisiera ahora
destacar lo que puede producir la colaboración a nivel local entre las
diferentes instituciones.

III. Los Frutos del Trabajo en Común.


Después de siete años de aplicación de este tipo de política, consi-
deramos que poseemos dos experiencias esenciales a la par obviamente
de la relativa estabilización de la criminalidad.
La primera, es haber reunido a profesionales que no se conocían o se
conocían poco y haber desarrollado el hábito de un conocimiento mutuo,
del aprendizaje del trabajo en común. Es también, en forma paralela a
esta acción, haber comenzado a romper las barreras tradicionales entre
profesionales y voluntarios, entre técnicos y políticos. La mejor garantía
de verdadero trabajo en común, se obtiene cuando la colaboración se
convierte en lo corriente de la tarea de cada uno de los intervinientes;
cuando se pasa de lo excepcional a lo cotidiano.
La segunda es que, en la actualidad, ninguno entre aquellos que opta-
ron por tratar la delincuencia –dejo de lado los políticos que hacen de las
víctimas un comercio- cuestiona seriamente qué resultados tangibles y
duraderos sólo pueden obtenerse a través de políticas que reúnan inteli-
gencia, prevención, represión y solidaridad. La irrupción de la noción local
ha permitido terminar con los desacuerdos tradicionales, en particular

138
M i c h e l M a rc u s

con la oposición, a menudo ideológica, entre prevención y represión. De


igual manera dicha noción hizo sentir el carácter absolutamente vano
de la guerra de escuelas entre las diferentes formas de respuesta a la
delincuencia. No obstante, la necesidad de aportar respuestas en todos
los frentes aún se tiene en cuenta de diversas maneras, en función de
la cultura, profesional en particular, de los intervinientes encargados de
concebir o aplicar las acciones de prevención.
Así, las acciones de tipo animación sociocultural destinadas a jóvenes
priman ampliamente en los contratos entre las ciudades y el Estado,
mientras que acciones referentes a la prevención de proximidad o situa-
cional por ejemplo, son menos frecuentes. Esto se debe en gran parte
al hecho que las ciudades, al no contar con profesionales especializados
en la materia han confiado este tipo de programas a profesionales de
acción social o de animación sociocultural.
Insistiré en la participación de instituciones como la policía o la
justicia en este tipo de gestión. Uno de los resultados –hubo quienes
hablaron incluso del rol subversivo de los consejos comunales de
prevención respecto de las instituciones- fue provocar cambios en el
funcionamiento de éstas. Esto afecta tanto la base de las acciones como
la manera en que las instituciones como la justicia y la policía se sitúan
con relación a la demanda social.
He aquí algunos ejemplos. En 1985 hicimos realizar una encuesta por
la Inspección General de la Administración, la que demostró que un 50
a un 70% de las llamadas receptadas en una comisaría no derivaban en
acciones penales, sino que simplemente la policía, uno de los servicios
públicos abierto las veinticuatro horas se convertía en el receptor de
toda una serie de disfuncionamientos sociales, desde conflictos familiares
hasta conflictos vecinales. Muchos agentes de policía habían efectuado
esta constatación de manera más o menos instintiva, pero una vez
oficializada, no pudo sino tener consecuencias sobre las relaciones a
establecer con los trabajadores sociales y con las oficinas de asistencia
a las víctimas.
Es todo un aspecto de la actividad policial que se descubre y se
ofrece al trabajo en común local con el objeto de evitar la aparición
de conflictos graves que puede ocasionar el tratamiento únicamente
en caso de urgencia de estos hechos policiales. El segundo ejemplo
que concierne a la policía es el de la informática. Una de las primeras
constataciones realizadas en 1983, fue que la policía no era capaz de
suministrar estadísticas de la delincuencia a nivel local. El plan informático

139
Victimo log í a

era inadecuado para cambiar esto y se corrigió de tal manera que se


pudiese responder al requerimiento de los consejos comunales.
A los fines de este año, todas las comisarías de Francia estarán in-
formatizadas y en condiciones de suministrar estadísticas muy precisas
sobre la delincuencia local, los lugares donde opera la misma, los horarios,
los lugares de donde provienen las personas afectadas y las caracterís-
ticas de los delincuentes. Podría incluso citar la división administrativa
que por la presión de los consejos comunales de prevención, vuelve a
ocupar el centro de las preocupaciones de la institución policial. Suma-
mente simbólica es para nosotros a este respecto la reciente decisión de
nuestro ministro del Interior de recomendar que la aplicación de estas
divisiones por parte de las fuerzas de la policía nacional, se efectúe de
manera concertada con las autoridades locales. Lo mismo decimos de la
decisión que se adoptó, de crear en el seno de la dirección de la policía
nacional, una subdirección de prevención encargada de inculcar esta
política a los 120.000 agentes de policía. Estos cambios provocados en
la institución policial, debido a la participación de la policía a nivel local
en las instancias del trabajo en común, resultan en particular de la capa-
cidad de innovación y de experimentación que poseen estas instancias.
En efecto, cada consejo tiene libertad para decidir la aplicación de tal o
cual acción aún si los representantes locales del gobierno promueven la
aplicación de las orientaciones a las que este último quiere dar prioridad.
Esta capacidad de innovación también marcó la acción de la justicia
a tal punto que hubo quienes hablaron de la aparición de una verdadera
política criminal participativa. Los ejemplos a este respecto también son
numerosos, el trabajo de interés general, pena alternativa al encarce-
lamiento, fue aplicado esencialmente en los servicios de las ciudades,
gracias al compromiso de los consejos comunales de prevención. Tam-
bién se crearon oficinas o asociaciones de asistencia a las víctimas, las
cuales no existían hasta 1983. Más notable es el desarrollo de numerosas
formas de colaboración entre la justicia, los servicios relacionados con
la misma como la protección judicial de la juventud o los servicios de
rehabilitación o incluso la administración de las prisiones y las colectivi-
dades locales, acciones éstas instrumentadas en el marco de los consejos
comunales de prevención. Podemos citar a este respecto, las diferentes
formas de prevención de la detención provisoria, en particular para
los jóvenes adultos (alojamientos de urgencia, cursos de formación),
la instrumentación de nuevas formas alternativas del encarcelamiento
como los trabajos externos, las relaciones entre la prisión y la ciudad,

140
M i c h e l M a rc u s

la responsabilidad de hacerse cargo de aquellos que salen de prisión y


el desarrollo de la mediación penal.
En un país como Francia, anualmente alrededor de 100.000 per-
sonas pasan por las prisiones (año 1990) y alrededor de 100.000 son
supervisadas fuera de la prisión allí se nota cuán extenso es el campo
de acción en lo que concierne a la prevención de la recidiva, para una
acción concertada que traduzca plenamente la voluntad de actuar para
que el delincuente sea siempre un ciudadano. Por otra parte, nunca se
señala cuán importante es la noción psicológica para estas políticas de
prevención de la criminalidad. Para convencerse basta tomar el ejemplo
de la toxicomanía. Encuestas recientes llevadas a cabo en Estados Uni-
dos demuestran cómo las frontales declaraciones de guerra a la droga
tienen sus límites. Los norteamericanos consideran cada vez más a los
toxicómanos como sus enemigos. Ahora bien, un individuo que siente
que la sociedad lo considera un enemigo, se refugia en su marginalidad.
Frente a las desviaciones que produce, nuestra sociedad tiene la
obligación de mostrarse abierta. Esto no quiere decir excesivamente
permisiva.Al contrario, decir que el delincuente es siempre un ciudadano,
es también tratarlo como individuo responsable de sus actos.
La aplicación de una gestión concertada y colectiva a nivel local de
la política de prevención de la delincuencia, permite desarrollar acciones
con las cuales los ciudadanos están directamente comprometidos.
Creemos que este compromiso más que en formas de prevención
defensiva, debiera centrarse en la inserción, inserción de los jóvenes en
dificultad, en particular a través de proyectos con los cuales los jóvenes
se comprometan formando empresas de inserción o que permitan un
trabajo intergeneracional utilizando las competencias de los jubilados
o de otras personas inactivas temporariamente.
Un trabajo en común cotidiano, la posibilidad de elaborar cuidando
el mínimo detalle un programa conjunto que reúna todas las formas de
prevención y que establezca un lazo con la represión y la solidaridad
hacia las víctimas, una modificación de las instituciones, una promoción
de la innovación y la experimentación, tales son las competencias que
nos parecen esenciales.
Para completar, habría que mencionar la flexibilidad y la adaptabilidad
de estas políticas que pueden concebirse de tal manera que respondan
a los sucesos y a la evolución de los fenómenos de delincuencia así
como la posibilidad de una racionalización de los gastos colectivos,
resultante de la verificación en común de la buena utilización de los

141
Victimo log í a

medios existentes. Con respecto a la flexibilidad y la necesidad de estar


dispuesto a adaptar permanentemente las respuestas a la delincuencia,
es conveniente citar a la vez los problemas del radio de acción de la
delincuencia en las zonas de alta densidad urbana, como las diferentes
formas de sociabilidad de los jóvenes, quienes cada vez más actúan en
las aglomeraciones y tienen estrategias de relación muy variadas según
los diferentes tipos de actividad que tienen ocasión de desarrollar en
su vida cotidiana. Frente a estas experiencias o a estos resultados po-
tenciales, ¿cuáles son las dificultades?

IV. Las Dificultades.


Estas políticas locales se basan ante todo en la voluntad política.
Esta debe ser constante, lo que puede implicar sacrificios por parte de
los responsables quienes regularmente son sometidos al voto de sus
conciudadanos.
Basta un incidente violento para que la opinión pública cuestione los
esfuerzos de prevención desarrollados. Entonces, es necesario poseer
coraje, perseverancia y un verdadero sentido del interés público para
proseguir. La tarea de los funcionarios electos locales sin embargo, puede
facilitarse en la medida en que a la par de la aplicación de una política local
de prevención, se lleve a cabo una política de comunicación adecuada.
En efecto, la comunicación en materia política local de prevención
de la delincuencia constituye a la vez un desafío y una dificultad.
Todos sabemos cuánto pesa lo irracional en la percepción de estos
fenómenos, cuán presente está el fenómeno del rumor en la actualidad.
Además, cuando el noticiero informe a la señora mayor que vive
en un barrio residencial donde jamás ocurre nada, que una niña fue
asesinada a pocos kilómetros de allí y si por añadidura, esta señora
vive sola, la tarea de comunicación será difícil. Mucho más importante
quizás que la difusión de informaciones racionales por ejemplo sobre la
disminución de robos con violencia o robos en los vehículos, es que la
comunicación sobre las iniciativas locales destaque las acciones positivas
de la inserción de los jóvenes sin relacionarlos por ello directamente
con la delincuencia. También debe tener como función la legitimación
de los agentes de la prevención frente al público.
La tercera dificultad, luego de la voluntad política y los problemas de
comunicación, reside en la importancia del factor humano para el éxito
del trabajo en común local. Si se quiere que los esfuerzos de preven-

142
M i c h e l M a rc u s

ción perduren, es conveniente, a través de los programas de formación


inicial y permanente de los agentes de la prevención de la delincuencia,
incluir dichas prácticas en las competencias de las diferentes profesiones
involucradas. Estos esfuerzos pueden también completarse a nivel local.
Recibir cada nuevo policía que llega a una ciudad y hacerlo rotar por
los diferentes servicios municipales y sociales por ejemplo, instrumentar
reuniones periódicas de profesionales de distintas instituciones sobre
un determinado tema, organizar cursos de iniciación a la vida cívica para
jóvenes, en particular para los líderes de grupo, he aquí algunos ejemplos
de acciones capaces de responder en el futuro a esta dificultad.
Otro obstáculo a veces citado, reside en los plazos muy prolonga-
dos de aplicación de las acciones. Es el precio que se debe pagar por la
concertación. La negociación entre las distintas instituciones, la reunión
de distintas fuentes de financiamiento para un mismo proyecto, todo
ello sin duda alguna lleva tiempo. Por esto, la aplicación de programas
plurianuales contractuales constituye quizás una fórmula para responder
a dicha dificultad. Por último algunos estiman que tales políticas colec-
tivas pueden acarrear confusión sobre el papel a desempeñar por cada
parte, provocar delegación de responsabilidades de unos niveles a otros,
generar incluso un peligro para las personas que según las ciudades ya no
tenían las mismas posibilidades de defensa frente al crimen, la igualdad
de los ciudadanos ante la ley sería cuestionada.
En efecto, pudimos comprobar ciertas desviaciones por ejemplo
cuando las autoridades municipales se adelantaban a las otras partes
con el riesgo de desnaturalizar el sentido de la colaboración.
Volvemos aquí a las bases mismas de la colaboración entre las
instituciones a nivel local. Este trabajo en común debe ser equilibrado.
Las diferentes categorías de las partes deben estar lo suficientemente
comprometidas como para que un verdadero trabajo colectivo se realice
sin dominio de una u otra institución.
Es conveniente mencionar también como un peligro posible el de-
sarrollo de un control social tal que pueda atentar contra las libertades
de los individuos. A este respecto, el ejemplo del tratamiento de las
llamadas receptadas en la comisaría es significativo.
¿La policía debe recurrir a otros organismos sociales para que de
manera automática la sociedad se apodere de cualquier problema vecinal
o de cualquier disputa familiar? A través de este ejemplo notamos la
conveniencia de buscar el difícil equilibrio.
Quisiera ahora presentarles algunas orientaciones que deseamos

143
Victimo log í a

desarrollar para el futuro. Creemos que el rico yacimiento que constituye


el trabajo en común a nivel local para prevenir la delincuencia no ha
sido todavía sino muy poco explotado. ¿Cómo mejorar la rentabilidad
de este “filón”?.
En primer lugar el trabajo en común a nivel local debe fomentarse
permanentemente. Por ello, a nuestro entender, debería desarrollarse
una formación específica en la prevención de la delincuencia, para agentes
de desarrollo y jefes de proyecto quienes animarían los consejos loca-
les de prevención y estarían al servicio de las diferentes instituciones.
Las ciudades que adoptaron esta política desde hace varios años, en la
actualidad sienten la necesidad de contar con esta nueva categoría de
profesionales para progresar.
Segunda orientación: el desarrollo de una verdadera ingeniería de la
prevención que comprenda en particular la sistematización de la aplica-
ción de los diagnósticos locales de seguridad que señalé anteriormente
y la construcción de observatorios permanentes.A esta categoría puede
agregarse también la formación de los agentes.
Tercera orientación: un acercamiento más profundo entre quienes
tienen a cargo la prevención y el sector de estudios e investigaciones
emprendido en ese ámbito. Con demasiado frecuencias aún aquellas que
tienen poder de decisión no prestan suficiente atención a los trabajos
científicos producidos en esa materia.
Luego, la necesidad de contar con una mayor seguridad en los finan-
ciamientos, asegurando a los promotores de proyectos a nivel local una
cierta durabilidad en el apoyo que recibirán. Esto implica quizás también
una ampliación de los financiamientos, más allá del Estado y sus colectivi-
dades locales, a los sectores privados directamente involucrados, como
la gran distribución, los transportes públicos o los seguros e incluso una
mejor asociación del sector privado al trabajo colectivo a nivel local.
La evaluación de los programas aplicados también debe desarrollarse.
Con demasiada frecuencia hemos podido comprobar una acumulación
de acciones que se superponían con programas cuyos resultados a
menudo no se han apreciado. La evaluación, más allá del control, más
allá de la medición de la adecuación de los resultados con los objetivos
perseguidos, debe permitir que se abra un amplio debate público sobre
los problemas de delincuencia; debate que posibilite una adaptación de
la producción de las diferentes instituciones al requerimiento de los
habitantes.
Finalmente, la búsqueda de los medios para una mayor participación

144
M i c h e l M a rc u s

de los ciudadanos. Me detengo un instante en la evolución que se produjo


en Francia. Desde hace dos años, agrupamos en un solo organismo, con
el objeto de no volver a chocar con las barreras que denunciábamos,
la comisión de barrios y el consejo nacional de prevención de la de-
lincuencia. Ahora bien, comprobamos que estas políticas transversales
de tratamiento de barrios de hábitat social marginal al igual que las
de prevención, aún tienden demasiado a depender únicamente de los
funcionarios electos y de los profesionales.
Hemos progresado, pues hoy existen menos barreras. Sin embargo,
en lo concerniente a la participación de los ciudadanos, nos encontramos
aún en los comienzos. No podemos atenernos tan sólo a las formas de
la democracia representativa si queremos que estas políticas sociales
transversales tengan un éxito duradero. Es necesario que las mismas
sean progresivamente asumidas por los habitantes de los barrios y de las
ciudades. Nos es preciso pues, encontrar nuevas formas de participación
de los ciudadanos en la definición, aplicación y control de proyectos.
Las políticas y las decisiones a nivel internacional repercuten a nivel
local y las instancias locales casi no participan en el proceso de toma
de decisiones.
No obstante, creo que en ese ámbito también puede notarse una
evolución. La función de las políticas locales cada vez es más notable a
nivel internacional.
Es conveniente recordar la importancia que ha adquirido el tema
de la prevención del crimen en el Consejo de Europa, tanto en el seno de
la Conferencia permanente de los poderes locales y regionales creada
a partir de dos importantes conferencias, una llevada a cabo en Estras-
burgo en 1986 y la otra en Barcelona en 1987, como en el seno de la
División de política criminal.
Aún más significativa es la consideración en el último Congreso
de las Naciones Unidas y por primera vez, de una resolución sobre la
prevención de la criminalidad en medio urbano, la cual retoma lo esencial
de las conclusiones de la Conferencia de Montreal. Esta resolución cuya
adopción es el resultado de un notable trabajo conjunto entre Francia y
Canadá, va aún más lejos ya que promueve la creación de una fundación
internacional que reúna los profesionales de la prevención. Allí reside el
desafío esencial de la cooperación internacional en este ámbito.
Decimos hoy a los intendentes franceses que crearon un Consejo
Comunal de Prevención de la Delincuencia y que consideran racional la

145
Victimo log í a

existencia del mismo, que será necesario mañana que el funcionamiento


ejemplar de este consejo y los resultados que sea capaz de producir, se
conviertan en criterios de la buena gestión de una ciudad, al igual que
otros servicios urbanos.
Estoy convencido de que los intercambios nos permitirán a todos en
el futuro responder mejor a la expectativa de nuestros conciudadanos
para construir juntos comunidades más pacíficas..

146
XVI -Symposium Internacional de Victimología.
World Society of Victimology.
Sociedad Mundial de Victimología. Hong Kong 2018.

Prof. Lic. Lidia Flores-Bush LMFT.1


El Salvador

El Symposium número XVI de la Sociedad Mundial de Victimología


se llevó a cabo en la Universidad de la ciudad de Hong Kong del 10-14
de junio de 2018. La historia de los Symposium de la Sociedad Mundial
de Victimología (SMV) cada tres años es impresionante. Symposium
internacionales fueron organizados en Boston, USA, en 1976 y en Müns-
ter, Alemania en 1979, cuando la WSV fue fundada oficialmente. Desde
entonces, se han celebrado los symposium cada tres años en diferentes
lugares del mundo. Esta es la lista de los lugares: Tokio/Kyoto (1982);
Zagreb (1985); Jerusalén (1988); Rio de Janeiro (1991); Adelaide (1994);
Amsterdam (1997); Montreal (2000); Stellenbosch (2003); Orlando
(2006); Mito (2009); The Hague (2012); y Perth (2015).
Todos estos Symposium tienen una cosa en común: ellos reflejan el
estado del campo que hemos llamado Victimología. Ellos reunieron un
gran número de académicos y profesionales de campo que comparten el
interés en las víctimas. Ellos expusieron hallazgos empíricos en varias dis-
ciplinas e intercambiaron experiencias en el trabajo práctico de cada día.
Juntos, produjeron un numero inmenso de trabajos científicos, algunos
de los cuales han sido publicados. Estos hallazgos han ayudado a tantos
colegas alrededor del mundo en iniciar proyectos de investigación mas
extensos o perfeccionar esquemas y modelos de apoyo a las víctimas.
El tema central del Symposium que se escogió para Hong Kong, “Víc-
timas y Victimización: hacia una victimología internacional” mis expectativas
son altas. El tema central será explorado en 21 sub temas. En efecto, el
programa es virtualmente irresistible para cualquiera interesado en este
campo. La WSV le agradece mucho al Profesor Wing Lo y su equipo por
atraer ponentes de clase mundial y proveer excelentes instalaciones.
1 
Psicoterapeuta. Licensed Mrriage and Family Therapist. Actualmente vive y trabaja
en Nueva York. Centro de Asistencia Victimológico. Nueva York.

147
Victimo log í a

El Prof.Dr. Marc Groenhuijsen Presidente WSV.


1.Tema central del Symposium:
Victimas y Victimización: hacia una Victimología Internacional.
2.Temario del Symposium:
1. Avances en teorías de Victimología
2. Miedo a la victimización del crimen
3. Conflicto, Opresión, Injusticia y Desigualdad
4. Derechos de las víctimas y el sistema de justicia criminal
5. Mediación y apoyo
6. Avances en metodologías de investigación en Victimología
7. Respuesta al trauma
8. Violencia familiar (incluye violencia interpersonal, abuso de niños,
abuso de ancianos)
9. Salud mental y victimización
10. Injusticia ambiental
11. Política y prevención de la victimización
12. Migración: refugiados como víctimas
13. Raza, etnicidad y nacionalidad.
14. Sexo, género y sexualidad (incluyendo violencia en la comunidad
LGBT)
15. Tráfico humano y esclavitud
16. Violencia contra las mujeres
17. Abuso institucional
18. Víctimas de la cibernética
19. Víctimas y justicia criminal
20. Victimización y terrorismo
21. Victimología en la vejez

3 .Resumen de los temas tratados. -Ponencias Magistrales.


A) Título: Una teoría de la Injusticia por Dr. Antony Pemberton2
Un aspecto central en Victimología consiste en entender la injusticia.
En esta sesión plenaria el presentador utiliza el libro de los Rostros de
Injusticia de Judith Shklar (1990). Su punto central es que la injusticia ha
sido mal definida/reducida a la ausencia o como la contraparte de la
justicia. En su lugar, un examen más detallado de la relación y la diferencia
entre deshacer la injusticia y hacer justicia- la conclusión a través de las

Antony Pemberton es Profesor de Victimología y Director de INTERVICT, el Insti-


2 

tuto Internacional de Victimologia en la Universidad de Tilburg Holanda. Científico


docente y criminólogo.

148
Lidia Flores-Bush

instituciones legales- está en orden. La injusticia tiene más intensidad


que la justicia y las leyes tienen poder limitado para defender formas
extremas de injusticia. Existe una asimetría entre justicia e injusticia, en
la medida que la ley introduce valores como la predicción y regulari-
dad, que, en situaciones concretas, están mal equipadas para eliminar
la injusticia además la injusticia tiene sus raíces en las perspectivas
idiosincráticas dependientes del contexto de aquellos que han sufrido y
que por tanto deshacer la injusticia tiene un carácter distinto, mientras
la ley tiene un carácter de seriedad. Finalmente, la justicia es una virtud
asociada con las relaciones entre la gente, la injusticia tiene un carácter
íntimo: experimentarla primeramente concierne a la relación entre uno
mismo, y solo subsecuentemente concierne a las relaciones con los de-
más. El presentador sugerirá que estos aspectos implican que el grado
en el cual el proceso de justicia puede ser diseñado para responder a
las necesidades concretas de las víctimas es inherentemente limitado.

B) Título: Resiliencia y víctimas de violencia. Por el Dr. Benjamin


Roebuck3
¿Como la gente se recupera de la violencia? ¿Qué apoyos y recursos
tienden a ser los más significativos para las víctimas y sobrevivientes?
Este estudio de método mixto incluye las respuestas de 450 encuestas
en línea y 70 entrevistas cualitativas con gente de diferentes lugares
de Canadá reflejando en sus experiencias de violencia y lo que les ha
ayudado u obstaculizado después de la victimización. Tres subgrupos
en la muestra incluyen familias de sobrevivientes de homicidio, sobre-
vivientes de violencia intima, y hombres que experimentaron victimiza-
ción. El estudio explora las percepciones de la víctima y sobreviviente
sobre sus interacciones con el sistema de justicia criminal, servicios de
atención a las víctimas, y apoyos informales para aprender sobre los
tipos de interacciones que apoyan el proceso de resiliencia y llevan a
sentimientos subjetivos de bienestar y crecimiento postraumático. Los
hallazgos incluyen implicaciones para el área de servicios de atención,
Derechos de las víctimas.
3 
El Doctor Benjamin Roebuck es Profesor de Victimologia en Algonquin College,
donde el ha coordinado el programa de diplomado de especialización por cinco
años. Actualmente, es el investigador principal de un proyecto de investigación
en todo Canadá en el tema de resiliencia y victimas de violencia promovido por
el Departmento de investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá.
(SSHRC, por sus siglas en ingles).

149
Victimo log í a

C) Título: Víctimas de violencia doméstica y justicia restaurativa en


Brasil. Notas desde la periferia al Centro del Mundo. Por: Dra. Fernanda
Fonseca Rosenblatt4
Esta presentación está basada en parte en los resultados de una gran
proyecto de investigación, liderado por el Departamento Nacional de
Justicia, que buscaba entender como las Cortes de Justicia de violencia
domestica han tratado la violencia contra las mujeres en el país. Quizás
más precisamente, el objetivo era entender la aplicación de la ley de
violencia domestica por el sistema de Brasil, después de 10 años de su
introducción, y más importante aún, a la luz de los recientes debates
nacionales en la necesidad de ir más allá de las respuestas tradicionales
punitivas-retributivas a la violencia contra las mujeres para considerar
alternativas restaurativas. El estudio utilizó varios métodos de recolec-
ción de datos y análisis para determinar una variedad de temas, pero
el centro aquí será presentar el perfil de las mujeres víctimas quienes
tenían un caso de violencia doméstica en la Corte de Justicia localizada
en una de seis ciudades brasileñas, también para discutir sus expecta-
tivas acerca, y experiencias con el sistema de Justicia Criminal. En este
sentido, análisis de documentos de los casos de la Corte de Justicia fue
hecho para recoger información socio demográfica de las mujeres par-
ticipantes. En cuanto al componente cualitativo del estudio, se hicieron
entrevistas semi-estructuradas con víctimas que han ingresado en estas
Cortes especializadas. Por un lado, se encontró que la mayoría de las
víctimas en las Cortes de violencia doméstica incluidas en este estudio
son “color” (color café) o negras, pobres o mujeres de clase trabajadora,
con muy poca educación formal y trabajos mal pagados. Además, la in-
mensa mayoría han tocado a las puertas del sistema de Justicia criminal
para ser protegidas y parar la situación de violencia, más que buscar el
castigo criminal de los abusadores. En el otro extremo, los resultados
sugieren que el sistema de Justicia Criminal de Brasil aplica prácticas de
justicia punitiva-retributiva para manejar casos que conllevan violencia
domestica contra mujeres que frecuentemente lleva a procesos de
victimización secundaria. De hecho, las víctimas reportaron una falta de
entendimiento en cuanto a los procesos, sienten que no les dieron la
oportunidad de hablar y ser escuchadas en el proceso de sus propios

4 
Fernanda Fonseca Rosemblatt es profesora de Leyes en la Universidad Católica de
Pernambuco (Brasil) y Profesora Adjunta en el Instituto Internacional de Practicas
Restaurativas (EUA).

150
Lidia Flores-Bush

casos, ellas reportaron casos de sexismo, por profesionales del sistema


de Justicia Criminal con poco entrenamiento, ellas sugieren un fallo en
los procesos actuales para considerar los conflictos que subyacen y que
llevaron a reportar la violencia. Estos hallazgos indican la necesidad de
pensar la violencia contra las mujeres fuera de los límites de prácticas
retributivas, sugiriendo que el tiempo de hablar sobre Justicia Restau-
rativa y violencia doméstica ha llegado a Brasil.

D) Titulo: Resolviendo el bullying escolar: Empoderando Victimas por


medio de Prácticas Restaurativas. Por Dr. Dennis S.W.Wong5.
El bullying escolar en los estudiantes es ciertamente un fenómeno
habitual. Hay evidencia considerable que sugiere que el bullying con-
tinuado puede contribuir a problemas inmediatos como la ansiedad,
dificultades para dormir o estar ausente, y dificultades a largo plazo
como dificultad para estudiar, baja autoestima o depresión. Investiga-
ciones sugieren que cuando los estudiantes experimentan bullying, con
frecuencia no dicen toda la verdad cuando el hecho es conocido por las
autoridades y algunas veces hay venganzas después. Problemas de bully-
ing no resueltos son con frecuencia precursores de violencia escolar y
delincuencia. Existen casos donde ambos el autor y la victima son com-
pañeros de clase antes de que el bullying empiece y la violencia física es
a menudo el resultado del bullying continuado o la venganza emprendida
por la víctima. Aparentemente, el bullying afecta a un número alto de
estudiantes en las escuelas. Esta presentación discute formas efectivas
para romper el ciclo de venganza por medio de prácticas restaurativas.
Estas opciones han probado ser útiles en situaciones de bullying. Estas
estrategias se centran en responsabilizar a los autores del bullying por
lo que han hecho pero al mismo tiempo mejoran los lazos sociales para
prevenir que tanto los autores como las víctimas se sientan solos o re-
chazados por la comunidad escolar. Con ilustración de casos reales, esta
presentación enfatiza como las prácticas Restaurativas son usadas para
empoderar víctimas para reclamar sus Derechos y resolver conflictos.
La presentación concluye que las practicas Restaurativas parecen ser
compatibles con la cultura China en el sentido que ellos enfatizan que
guanxi (palabra china) y armonía son primero.

Dennis S.W. Wong, PhD, es Profesor de Criminología en el Departamento de


5 

Ciencias Sociales Aplicadas, y Decano adjunto de la Facultad de Ciencias Sociales


de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong.

151
Victimo log í a

E) Título: Institucionalización de la protección de los Derechos de


la víctima: Progresos, Retos y Soluciones. Por Dr. GUO Jian’an6
En la medida que la ley progresa en China, la protección de los
Derechos de las víctimas del crimen están recibiendo más atención y
los estándares han mejorado continuamente. Sin embargo, el tema im-
portante, son las victimas del crimen, como “grupo vulnerable”, sufren
infracciones criminales; la defensa de sus Derechos legítimos tiene que
seguir siendo explorado. En la China de hoy, las víctimas de criminales
son un grupo sumamente amplio. La protección de sus Derechos e inte-
reses están intrínsicamente ligados con la legislación, Justicia Restaurativa
y el cumplimiento de la ley. Proteger los Derechos de las victimas del
crimen efectivamente no constituye solo una misión importante en la
aplicación de la ley, también muestra el respeto que un país tiene por la
protección de los Derechos Humanos. En este contexto, esta ponencia
resume la evolución legislativa de China y la esencia del sistema en
cuanto a la protección de los Derechos de la víctima, intereses y nece-
sidades; analiza la implementación y mejoramiento del sistema.También
explora los problemas y retos del sistema actual, incluyendo la falta de
entendimiento de la situación y protección de la víctima, el gobierno y el
público; el marco legal y sistemático todavía tiene que ser finalizado. No
hay autoridades establecidas, fondos y subsidios son limitados, problemas
para recaudar fondos no se han resuelto e intercambio de experiencias
con la sociedad internacional necesita refuerzo. Por tanto, deberíamos
centrarnos en crear capacitaciones para aumentar la concientización,
mejorar la legislación, perfeccionar la institución, apoyo financiero, así
como el intercambio internacional para hacer recomendaciones, explorar
el modelo ideal de los intereses de las víctimas del crimen y la protección
de sus Derechos, para apoyar la reducción del conflicto social, promover
la justicia y construir una sociedad en armonía amparada por la ley.

Conclusiones de la WSV por Dra. Annette Pearson7.


Formas de victimización, especialmente los nuevos tipos de victimi-
zación reconocidos y documentados.
La Victimología, como le conocemos, históricamente tiene sus orí-

6 
GUO Jian’an, Vicepresidente y Director general de los Servicios Legales de China en
Hong Kong. Anteriormente fue el director general del Departamento de Asistencia
Legal y Asuntos Exteriores del Ministerio de Justicia de P.R. China.
7 
Annette Pearson.Notes for the Rapporteur Report 14th June, 2018 Hong Kong.

152
Lidia Flores-Bush

genes en el contexto del sistema de Justicia Criminal. Por tanto, las formas
de victimización documentadas y reconocidas fueron principalmente
aspectos criminales. Sin embargo, la victimización ha sido reconocida en
múltiples áreas de la vida humana mucho antes que las leyes criminales
fueran aprobadas para identificar la conducta como un acto que no será
tolerado por la sociedad y recibió una sanción apropiada. Entre las nuevas
áreas de comportamiento y política pública que fueron subrayadas por
nuestro análisis, como temas que generan extenso daño, mencionaría
• Migración impuesta por la violencia y la inmigración por razones
humanitarias
• Fraude alimentario como forma de perjudicar la salud pública
mientras las víctimas directas están ignorantes del daño que se
les ha causado
• Formas varias de acoso que caen fuera de las definiciones
tradicionales
• Violencia íntima contra el niño no nacido.
• Violencia dirigida a instituciones educativas y estudiantes
• El uso del miedo del crimen.

Estableciendo y protegiendo los Derechos de las víctimas


Los Derechos de las víctimas en el sistema de justicia criminal ha
sido el centro de muchos esfuerzos exitosos para poner a las victimas al
centro del proceso, para que ellas sean visibles, activas participantes en
la construcción de la experiencia de la justicia en el sistema legal. ¿Pero
ha superado la Victimología este escenario? En la medida que se clarificó
para los victimólogos que el Derecho a la justicia no era una respuesta
suficiente al daño causado a las víctimas por la victimización criminal, y
que sus necesidades de reconstruirse debió buscar respuestas más allá
de los márgenes del sistema de Justicia Criminal, fue cuando el apoyo
inclusivo multidisciplinario se desarrolló. Deberían esos programas de
asistencia a víctimas ser una extensión al sistema de justicia criminal o
una ruta alternativa para procesar sufrimiento personal, vulnerabilidad
y la necesidad de reestablecer la narrativa de una persona?
Siguiendo la línea de discusión del Dr. Pemberton, la pregunta hecha
es, ¿Ofrece el sistema criminal un reconocimiento vital, oportunidades
para borrar las injusticias creando espacios para la reconexión de las
víctimas con otros y ellas mismas y proveyendo reparación, en alguno
o en todos los cinco aspectos considerados en la definición de las Na-

153
Victimo log í a

ciones Unidas del Derecho a la reparación?


La presentación de la Dra. Fernanda Fonseca ofreció otro elocuente
ejemplo de cómo víctimas de violencia domestica buscan la protección
del sistema criminal mientras muchos claramente no quieren continuar
participando en dichos procesos. Explorando las opciones de Justicia
Restaurativa como una forma posible de diálogo que mejor responde a
las expectativas de las víctimas, en Brasil, ha sido largamente improductivo
debido a limitaciones de proceso y sentencia. Sin embargo, la búsqueda
de opciones que nota las llamadas de las victimas por sentencias alter-
nativas a la prisión ha sido puesta en debate.
Las preocupaciones de Justicia procesal afectan las interacciones de
las víctimas y el ejercicio efectivo de sus Derechos ha sido introducido
como otra área en la cual hay mucho que hacer, como reformas al inte-
rior del sistema de Justicia Criminal. El reconocimiento del estado de la
víctima, construir confianza por parte de la víctima y el mantener una
postura neutral ante la victima son temas que los victimólogos tratan
de abordar en el sistema de Justicia Criminal.
Todavía mucha de la investigación presentada aquí identifica tipos de
victimización y casos de víctimas que nunca son reportados al sistema
por cuestiones culturales, sociales e implicaciones económicas de entrar
en el sistema de justicia criminal o la convicción que no sirve para nada.
Sin embargo, muchos defensores de las víctimas que buscan justicia para
grupos vulnerables, continúan con la idea de conquistar la victoria de
nuevos Derechos por medio de la aprobación de leyes y la penalización
de conductas relacionadas con la victimización.
Entendiendo las causas y efectos de la victimización en individuos
y la sociedad como un todo. Ya no somos olvidados, pero todavía in-
comprendidos.
Las presentaciones de investigación en este Symposium muestran
una determinación de entender mejor las variables y los procesos de
una persona siendo vulnerable a la victimización criminal, como también
experimentando victimización y tratando de sobrellevar la vulnerabilidad
de victimizaciones repetidas. En el otro extremo, hay una constante ex-
ploración en la cual algunos de ustedes han participado, buscando una
relación que exista entre la victimización y llegar a ser un criminal/agre-
sor y viceversa. Regresando al tema de examinar los factores culturales
como la edad, género, estilos de crianza, raza, etnicidad y nacionalidad
es un constante y quizá un objetivo sin fecha de caducidad. Encuentro
perturbador que el Symposium ha sido menos focalizado en lo que

154
Lidia Flores-Bush

puede hacerse para tratar la vulnerabilidad en una manera efectiva, y


por tanto, buscar reducir la victimización criminal y en algunos casos,
el volverse agresor.
Los programas de asistencia a las víctimas buscaban reducir el im-
pacto negativo de la victimización y facilitar el proceso de recuperación
de las personas afectadas.
A pesar del criticismo de cómo se manejan los asuntos de las víctimas
por el sistema de justicia criminal, también se encuentran las situaciones
donde los programas de atención a las víctimas han nacido para facilitar
el proceso y navegar el sistema con todos los obstáculos del proceso. Sin
lugar a dudas, las alternativas de apoyo a las víctimas que se han creado en
las organizaciones civiles, parecen estar mejor capacitadas para entender
y ofrecer opciones más holísticas que las victimas agradecen por prestar
atención a sus necesidades personales y están menos preocupados por
cumplir con los requisitos del sistema. El Symposium de WSV ofreció
algunas oportunidades para volver a examinar instituciones con tra-
yectoria como servicios de apoyo legal, fondos de compensación para
víctimas, la necesidad de estructurar agencias de apoyo específicos para
los tipos de víctimas a nivel nacional, etc. Personalmente encontré que
hubo menos oportunidades para discutir las posibilidades de progra-
mas innovadores, inclusivos y proactivos que acompañen a las víctimas
mientras ellas trabajan en su proceso de nuevas estrategias de afronta-
miento, así como la incorporación de sus experiencias como victimas/
sobrevivientes, asumiendo los retos de la vida de todos los días,
Por tanto, las presentaciones plenarias y fórums en Resiliencia y
Víctimas de Violencia: conciencia, cambio personal y negociación con
proveedores de servicios proporcionó un espacio de reflexión cen-
trado en el proceso de trabajo de la víctima, con el sistema de Justicia
Criminal y más, para manejar con las consecuencias de la victimización
criminal en una forma humanizada, empoderadora y esperanzadora. Ex-
plorar conceptos importantes y ejemplos de “estrés relacionado con el
crecimiento” “crecimiento postraumático” “el diálogo de crecimiento y
cambio” “la dualidad del crecimiento positivo y negativo interconectado”
en la experiencia humana, “navegación y negociación” especialmente en
los encuentros con el sistema de justicia criminal, y el empoderamiento
de ser capaz de contar mi historia, en mis propias palabras, como yo
lo escojo, y cuando alguien está realmente escuchando. Al Doctor
Benjamin Roebuck, su equipo investigador de Algonquin Collegue y
especialmente a la sobreviviente , Jennifer Barkley, mis agradecimientos.

155
Victimo log í a

Políticas de prevención y programas para prevenir nuevas


victimizaciones.
Se ha dado limitada atención a la prevención de nuevas formas de
victimización. Con la excepción del claro compromiso en el entrenamien-
to de habilidades sociales para estudiantes como medida de prevención
para evitar ser víctima de bullying, en la presentación hecha por el Dr.
Dennis Sing-Wing Wong, lamento que la investigación metodológica pre-
sentada no nos permitió escuchar propuestas para acciones preventivas.
Debo ser clara, no me estoy refiriendo a las numerosas menciones de
prevención del crimen, pero se requiere ayudar a la gente e instituciones
a tomar pasos hacia la reducción de la victimización inicial y la repetida.
El aprendizaje y las actividades profesionales como victimóloga se las
debo a la influencia, mentoría y crítica constructiva del Dr. John Dussich,
miembro fundador WSV - la Sociedad Mundial de Victimología.

156
Premio WSV “Dra. Irene Melup”
a la Dra. Maria de la Luz Lima Malvido.

Lic. Reyna Faride Peña Castillo1


México

Apreciados amigos, de la Criminología,Victimologia.


Distinguidas autoridades que nos acompañan en este Congreso In-
ternacional de Criminologia que se celebra en la Ciudad de Monterrey,
México. 2018.
Una razón fundamental de que este espacio este dedicado a la Dra
Lima Malvido, es el reconocimiento y galardón internacional que recibe
por parte de la WORLD SOCIETY OF VICTIMOLOGY (WSV) SOCIEDAD MUN-
DIAL de VICTIMOLOGÍA (sede Alemania), el cual es denominado:
CERTIFICADO DE APRECIACIÓN IRENE MELUP
Primero decirles y compartir qué significa este reconocimiento.
En latín: certificare: dar por cierto algo.
Apreciación, del aprecio: Estima, Afecto, Cariño (el cual todos le
tenemos)
A: HACIA Pretium: Precio, Recompensa.
Certificado de apreciación para el grupo victimológico entonces es:
Certeza plena de una recompensa y con extraordinario mérito.A el
trabajo en vida de la DOCTORA MARÍA DE LA LUZ LIMA
Recompensa en el reconocimiento internacional y en el afecto, que
es lo más bonito que podemos tributarle como ser humano.
Compartir que el galardón en cuestión lleva el nombre de IRENE
MELUP (1926-2016), quien fue la mayor impulsora de la Declaración
de los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas del delito y
víctimas del abuso de poder, lograda el 27 de Diciembre de 1985.
Dicha declaración ha sido la Carta Magna y estándar internacional
más importante a favor de la protección hacia las víctimas y que enfatiza
el derecho a acceso a justicia, indemnización, resarcimiento y asistencia

1 
Dra. Reyna Faride Peña Castillo. Maestría en Ciencias Penales en el Instituto de
Ciencias Penales de México. Profesora de la Facultad de Psicología. Universidad
Autónoma de Yucatán México. Miembro de la Sociedad Mexicana de Victimología.

157
Victimo log í a

social y a la cual está adherida nuestra Ley General de Víctimas vigente.


Irene Melup fue reseñada e identificada por el Washington Post como
uno de sus miembros más importantes y que comenzó su labor siendo
muy joven en Naciones Unidas (a los 20 años) en 1946.
En palabras del Dr. Irvin Waller quien nos acompaña en este congreso,
ella era un “Titán Internacional” a favor de las víctimas.
En mayo del presente 2018, el consenso de la Sociedad Mundial
de Victimología- WSV eligió entregar este reconocimiento a la Dra.
María de la Luz Lima, quién no pudo asistir a tomarlo por cuenta
propia y me pidió recibirlo en nombre suyo durante el 16 Symposium
de la Sociedad Mundial de Victimología del 10 al 14 de Junio de este año.
Fue una misión llena de honor, emocional y emocionante. Para quienes
le guardamos un gran cariño y amistad, este reconocimiento significa
la distinción honorífica de quien, en esta vida, ha impreso amor en su
trabajo hacia las víctimas, a su forma de vivir y a su obra. Espero pues,
con estas palabras compartidas con todos aquellos que hemos estado
cerca de ella profesional y personalmente, sea un regalo que contribuya
a la plenitud y felicidad que merece.
En un ejercicio que hable de quien es la Dra. María de la Luz y que
es parte de este reconocimiento con todo cariño, me gustaría apuntar
las virtudes que la distinguen:
Una mujer multifacética que se diversifica a sí misma,
Una revolucionaria que lucha en pro de las víctimas,
Una visionaria que constantemente evoluciona los saberes y
haberes,
Un ser transparente que comparte para intercambiar de la vida,
Expresiva de la congruencia entre su pensar con su actuar
Impulsora de ideas que mejoran lo perfectible,
Sembradora de amistad y protectora de los suyos, motivadora
y alentadora,
Protestataria y promotora de la Justicia,
Comprometida con el movimiento y la causa de las víctimas,
Madre de la victimología en México.

A esto lo llamaría, una especie de decálogo de su vida.


La conocí formándome en los caminos de la atención y protección a
las víctimas y me contagié con el espíritu de sus ideas plasmadas en sus
libros. Personalmente, nos encontramos en el 2016 en el 12°. Symposium

158
R e y n a F a r i d e Pe ñ a C a s t i l l o

de Victimología organizado por la Sociedad Mundial de Victimología


(WSV) en Orlando, Florida. A partir de ahí se fructificó un gran cariño
y complicidad por causas comunes. Desde los primeros intercambios
descubrí en ella, ese halo que conectaba a las personas, que produce
efectos y sinergias que permiten sumar para construir mejores realidades
sociales. Ha sido para todos: maestra, amiga y visionaria.
Como ser humano, ha sido una mujer de gran entereza, que ha man-
tenido pie firme en sus principios de justicia. Su fortaleza más grande,
sus tres hijos Luis, María de la Luz e Italia Rodríguez Lima, junto con su
compañero, su esposo, el Dr. Luis Rodríguez Manzanera quien a su vez es
gran criminólogo mexicano y receptor del premio Benjamín Mendhelson;
otorgado también por la Sociedad Mundial de Victimología (WSV). Esto
habla de la gran mancuerna que ellos representan como pareja en pro
del movimiento victimológico en Latinoamérica y el mundo.
En el país, la Dra. María de la Luz Lima Malvido ha sido la
impulsora, gestora y dirigente de grandes proyectos, como la Ley de
Victimas de la Ciudad de México en 1993, los movimientos de participa-
ción ciudadana en el sistema de seguridad y la apertura de las agencias
especializadas en delitos sexuales en México, que significó la protección a
innumerables víctimas, especialmente niños y mujeres.Así como también
fue Subprocuradora General de la República. Ella ha sido promotora del
crecimiento de la Victimología en México y Latinoamérica, pero sobre
todo un referente de vanguardia.
Reconocida ahora como impulsora de la Victimología en México ha
logrado, desde sus inicios, realizar distinguidas contribuciones de gran
significancia, como la creación de mecanismos innovadores, modelos
de atención, propuestas y modificaciones a aspectos de la ley, grandes
aportaciones a la generación de la política pública, el Derecho Victimal
y el asesoramiento y organización de distintos proyectos de atención
directa a las víctimas, en temas prioritarios en nuestro país como el
secuestro, los feminicidios y los delitos sexuales, entre muchos otros.
La Doctora Lima Malvido ha recorrido cada rincón de México
en su calidad de experta, pero también en su sentido más humano y ha
logrado dejar huella y un gran semillero que permitirá que los avances
victimológicos que ha realizado se repliquen y generen el avance con-
cerniente en los distintos niveles de aplicación de esta disciplina, que
como máxima sostiene la reivindicación de las víctimas.
La Doctora Lima Malvido, designada en 1995 como experta en
Victimología de la ONU, ha incursionado también en los escenarios

159
Victimo log í a

internacionales, destaca la dirección del grupo de expertos para la


elaboración del Manual de Justicia para las víctimas en el uso y la apli-
cación de la declaración sobre Los Principios Fundamentales para las
víctimas de delitos y del abuso de poder. De igual forma ha contribuido
en países como Guatemala, Honduras, Costa Rica, Colombia, Argentina,
Panamá, Brasil, Inglaterra, Croacia, Canadá y Austria, aportando de forma
significativa en la creación de leyes generales de atención a víctimas, en
la apertura de centros victimológicos y en la generación de protocolos
y normas de atención a víctimas del delito, entre las que se encuentran
las de delito sexual, de violencia familiar, de personas desaparecidas,
de secuestros, de niñas, niños y adolescentes víctimas y testigos, del
abuso de poder y terrorismo, por mencionar algunas. Es innegable que
su contribución a nivel mundial como consultora ha sentado bases en
Victimología, Criminología, Seguridad Pública y Seguridad Nacional.
En años recientes ha fungido como consultora para la creación de
distintos curriculums, planes y programas de licenciatura, diplomados y
posgrados en Victimología y áreas afines, contribuyendo en esta tarea
necesaria dentro de la consolidación de la disciplina y en la formación
de futuros victimólogos.
Fundadora y presidenta de la Red Social de Victimología, miembro
del Comité Ejecutivo de la Sociedad Mundial de Victimología y miembro
de la Federación Latinoamericana Contra el Abuso Sexual de Menores.
La Doctora Lima Malvido tiene también una numerosa obra es-
crita, compuesta de libros, artículos y manuales, productos de su amplio
recorrido en investigación y buenas prácticas dentro de las ciencias
penales. Entre los más importantes se enfatizan los libros titulados
“Políticas Públicas en la Atención a Víctimas: Una propuesta Metodológica”
y el “Modelo de Atención a Víctimas” los cuales son un referente de gran
importancia al ser invaluables aportes al Derecho Victimal y ser en sí
herramientas que fortalecen los mecanismos de atención victimológica,
no solo en México sino también para su aplicación a nivel internacional.
Freud hablaba del objeto del amor…aquello que nos propicia entrega,
aquello en lo que existe un esmero y en el cual se sella un compromiso.
Estoy segura que para la Dra. María de la Luz Lima Malvido el objeto
de su amor han sido las víctimas.

160
R e y n a F a r i d e Pe ñ a C a s t i l l o

De hecho, Irene Melup habló de ello, de la siguiente manera en el


libro de la Dra. Lima, Colección Criminologos editado por la Dra. Hilda
Marchiori, en Córdoba, Argentina.

“A la Gurú de las víctimas del mundo por el liderazgo, la competencia


y la dedicación que estás brindando al asunto. A quien dirigió al grupo
de expertos y su espíritu guía, que tu mereces todo el crédito por todo
lo que has hecho en esto y en todo lo demás.
Con mi amistad siempre…
Irene Melup 18 de Mayo de 2004”.

Creo Doctora Lima, que las vidas que trascienden nos dejan men-
sajes que a veces resultan de una belleza enigmática, puesto que hoy
este galardón proviene de alguien que era tan entrañablemente cercana
y querida suya.
De igual forma para mí, la vida tiene formas tan misteriosas y contun-
dente de hablarnos, nunca imaginé que hoy sería emisaria del Galardón
en memoria de Irene Melup a la más grande inspiradora de trabajo hacia
las víctimas que yo he tenido.
La Doctora María de la Luz Lima Malvido.
Finalmente quisiera concluir con estas líneas, señalando lo siguien-
te: Dra. María de la Luz: su nobleza de corazón y fortaleza espíritu ha
dejado huella de su causa, por lo que en la vida su obra ha trascendido
y seguirá trascendiendo, en esa certeza le deseo una vida de plenitud
y paz que merece.
Y queriendo compartir este espacio con todos los miembros de
la Sociedad Mundial de Victimología -WSV- con todo nuestro cariño,
profundo agradecimiento y respeto.

En este momento, les solicito amablemente me acompañen de pie.


Y así en calidad de Emisaria/Embajadora de la Sociedad Mundial
de Victimología con status consultivo ante Naciones Unidas, a nom-
bre del PRESIDENTE entrante Dr. Robert Peacock, reciba este
GRAN RECONOCIMIENTO.

161
Palabras pronunciadas por la Doctora Maria de la
Luz Lima Malvido1

Congreso de Nuevo León cuando recibió el Premio Irene Melup


de la Sociedad Mundial de Victimología - WSV- que le otorga-ron en Hong
Kong China.2018.

El día de hoy me siento muy feliz ante este grupo de más de 1500
estudiantes de todas las escuelas y facultades de México que enseñan
Criminología. Este movimiento social es maravilloso y fue logrado con
el esfuerzo de nuestros grandes maestros, el Doctor Alfonso Quiroz
Cuarón y el Doctor Luis Rodríguez Manzanera, cuando crearon junto
con un grupo de amigos la Sociedad Mexicana de Criminología.
Quiero comentarles que este Premio no lo recibo de manera in-
dividual sino que debe ser un reconocimiento a los grandes maestros
que nos formaron, ya que cada uno de nosotros escoge mentores y
maestros que le van guiando, dando soporte y conocimientos para
lograr ser quienes somos.
De mis mentores, en primer lugar quiero mencionar a la Doctora
Irene Melup, quien desde que la conocí, me transmitió un gran entusiasmo
por los temas de la Victimología. Ella y su hermana migraron muy jóvenes
a New York y trabajó por más de 50 años en las Naciones Unidas.Toda
su vida, hasta los 80 años, asistió en todo momento a reuniones para
promover los párrafos que debían tener las resoluciones internacionales
de víctimas. Ella las analizaba, las redactaba y me hablaba a medianoche
para pedirme retomar el contenido de esos párrafos en la Comisión
de Prevención del Delito y Justicia Penal, a la que yo asistía en Viena.
Siempre me aconsejaba consultar a Irvin Waller si tenía duda, ya
que él era el estratega del grupo, quien hacía el lobby con los delegados
nacionales e internacionales para poder incluir estos párrafos en las
declaraciones.

1 
Dra. María de la Luz Lima Malvido. Presidenta de la Sociedad Mexicana de Victo-
mología. Investigadora del Sistema nacional de Investigadores CONACYT. Miembro
del Instituto Nacional de Ciencias Penales de México.

163
Victimo log í a

Irene Melup e Irvin Waller son los autores del contenido de la De-
claración de justicia para las víctimas del delito y del abuso de poder
de la ONU.
Otro personaje que quiero mencionar es el Maestro Benjamín
Mendelsohn que si bien no fue mi maestro, lo leí con cuidado y en uno
de sus escritos que publicó en una revista del ILANUD decía que no
podíamos quedarnos en el cubículo académico, teníamos que salir a
ver cómo influir con nuestros pensamientos en el diseño de la política
pública, y desde entonces, habló de la necesidad de la creación de una
Sociedad Internacional de Victimología, para que se impulsara lo que
se discutía en congresos e influir en la vida pública de nuestros países.
Fue así como elaboré el libro que lleva el nombre Políticas Públicas
en atención a víctimas, una propuesta metodológica que se coeditó con
el ILANUD.
En el camino hacia la construcción de esta ciencia, el Maestro Don
Alfonso Quiroz Cuarón fue determinante en mi vida, ya que él me con-
dujo a escribir primero mi trabajo sobre la personalidad psicopática. Me
pidió ir a Toluca para presentarme a Hilda Marchiori, quien seguramente
me apoyaría en mi investigación.
El Dr. Alfonso Quiróz Cuarón realizó el prólogo del libro sobre la
personalidad psicopática que desarrollé en la cárcel de Almoloya en
Toluca.
Él estuvo en los momentos más lindos de mi vida, lo invitamos a ser
padrino de nuestra boda y estuvo conmigo cuando me enteré que iba
ser mamá. Yo estaba en Roma Italia y le pedí que viniera a decirle a mi
esposo el Dr. Luis Rodríguez Manzanera la nueva noticia; y me dijo ¡voy
para allá! Imagínense tomó un avión con su sobrino Alfredo Cuarón,
el actual cineasta que en ese entonces era un adolescente. El Maestro
Quiroz Cuarón organizó una cena con una botella de champaña para
avisarle a mi esposo que nacería su primogénito Luis Rodríguez Lima.
Compartimos otros momentos maravillosos durante la corta vida
que tuvo porque me acompaño como un padre. Lo consulté cuando
quise hacer mi tesis doctoral y me sugirió escribir sobre la criminalidad
femenina. Recuerdo lo que me dijo:“hay que trabajar sobre los temas de
la mujer, no hay que abandonarlos porque éstos han estado rezagados
por muchos años”. Admiraba a las mujeres y nos impulsaba a quienes
estábamos cerca de él.
Otro gran maestro del que quiero comentarles es el Dr. Luis Ro-

164
Luz Lima Malvido

dríguez Manzanera quien fue mi maestro en la Facultad de Derecho en


la UNAM. Llevamos 43 años de casados y por supuesto fui yo quien lo
eligió esposo. Desde aquel entonces lo observé y me parecía inteligente,
bien parecido, con proyectos de vida, noble, inquieto e innovador. No
me equivoqué al preferirlo a él, es un buen marido. Le admiro mucho
que me apoyara en los momentos más difíciles de mi vida. Por ejemplo,
cuando me solicitaron aceptar el cargo de Subprocuradora General de
la República, pensé con temor que haría. Antes de consultarlo con mi
esposo pensé que si resultaba peligroso para él yo no aceptaría el cargo.
Pero cuando le comenté, sus palabras fueron:“yo no sé cómo te subiste
al gabinete, eres brillante y cuentas con todo mi apoyo”. Eso para mi es
ser un buen marido.
Juntos concebimos a tres maravillosos y brillantes hijos, Luis Rodrí-
guez, María de la Luz e Italia Rodríguez. Cada uno se realiza en actividades
diversas a las nuestras y han logrado desarrollarse plenamente porque
nunca les impusimos una carrera.
Hay otra persona aquí presente a quien le debo mucho, por sus
enseñanzas y su ejemplo de vida, esa es la Dra. Hilda Marchiori. La
conocí en Toluca haciendo mi trabajo científico de psicología criminal.
Me aconsejo y seleccionó a las personas que podría entrevistar para
hacer la tesis de personalidad psicopática. Me guío en mi investigación
con mucha paciencia y brillantez. Su centro de atención a víctimas del
delito lo fundó en Córdoba, Argentina y fue nominado como el mejor
centro del mundo. En una ocasión tomé un avión rumbo a Córdoba y
me di cuenta de que era un modelo excepcional interdisciplinario el
que había armado. Gracias Dra. Hilda.
Este premio internacional que me entrega hoy la Sociedad Mundial de
Victimología se le había con antelación otorgado a la Dra. Hilda Marchiori.
Ella ha aportado mucho a la Sociedad Mundial de Victimología- WSV- En
las reuniones ha dado opiniones que han sido determinantes para las
Ciencias Penales y tiene nada menos que un (metro) publicado en la
primera revista de habla hispana de la región, la Revista de Victimología en
donde muchos de nosotros y diversos autores hemos escrito durante
ya más de 20 años.
Como no mencionar al Maestro Antonio Beristain Ipiña. Si bien no
fue mi profesor es alguien a quien considero maestro de vida. Cuando
lo conocí y lo escuché desde Guayaquil Ecuador en el año 1976, me
admiró su brillantez, su pensamiento crítico y su humildad. Sin duda

165
Victimo log í a

fue un profesor, penalista, criminólogo, victimólogo excepcional. Al ser


defensor de las víctimas del terrorismo en España, incluso le pusieron
una escolta a propósito de que la ETA le amenazó con matarlo.
Les comento confidencialmente que me mandaron su testamento
y en este él decía, dirigiéndose a los miembros de la ETA: ya sé que me
van a matar, pero yo ya los perdoné.
Cuando lo vi enfermo le regalé un rosario de barro negro muy
grande de Oaxaca. Él lo puso colgado atrás de su cama, y me dijo: “este
Rosario estará conmigo cuando agonice y muera”. Y así fue. El ilustre que-
rido Maestro me escribía y me decía: “tú tienes que ser como la madre
Teresa, léela”. Me invitó en una ocasión a un curso de verano organizado
cada año por el Instituto de Criminología de San Sebastián España para
exponer el tema del terrorismo.Yo me quería morir de la emoción. Me
puse a estudiar muchísimo y él estuvo presente en mi disertación sobre
terrorismo. Así que fue ahí que decidí estudiar aún más el tema y pude
certificarme en Terrorismo en la Universidad de Saint Andrew de Escocia.
Por último, yo mencionaría a tres maestros que he admirado mucho.
Mis Maestros el Dr. Sergio García Ramírez, quien, a través de sus consejos,
cuando más lo he necesitado ha estado cerca de mí. Admirable por las
resoluciones, a propósito de las víctimas, que ha emitido a través de sus
votos razonados en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Se
le aprende muchísimo al escucharlo en cada disertación.
También quiero mencionar a una profesora, la Dra. Olga Islas de
González Mariscal quien me enseñó con mesura, templanza, creatividad
y dedicación, cómo se lleva una vida dedicada a las Ciencias Penales.
Muchas gracias debo decirle al Dr. Margarito Ortega Ballesteros,
rector de la Universidad de Ixtlahuaca, del Estado de México, ahora pre-
sidente de CIECRIM (Consejo Nacional de Instituciones de Enseñanza
Criminológica.) por lograr que éste gran movimiento social de criminólo-
gos se consolide. Usted como presidente da el impulso que hoy vivimos
en este auditorio con más de 1500 estudiantes. Usted nunca cuestiona
cuanto tiene que invertirse de dinero y esfuerzo en educación y ojalá
que tuviéramos en México muchos mexicanos empresarios como usted.
Igualmente quiero agradecer a mis alumnos porque sin ellos no
podríamos crecer. El maestro Antonio Beristain me enseño que siem-
pre hay que consultar a los alumnos e incluirlos en los consejos, para

166
Luz Lima Malvido

que te digan qué está mal, qué quieren escuchar, qué hace falta. Son
ellos quienes me han permitido avanzar en mis publicaciones, con sus
comentarios innovadores, gracias.
Finalmente quiero decirles que, así como yo he tenido ese acom-
pañamiento maravilloso de mis mentores y maestros, estoy dejando
huella al trazar un camino, dándoles la mano a cada uno para que con
responsabilidad sigan esas huellas y acepten los riesgos. Van a tener
frustraciones y alegrías, pero al final, lo mejor del mundo son estos
momentos maravillosos que vivimos hoy, muchas gracias.

Prof. Dra. María de la Luz Lima

Monterrey, México, octubre 2018.

167
Publicaciones anteriores de Victimología

Victimología 1
La víctima del delito y Programas Preventivos. Irene Melup - Naciones Unidas.
Enfrentando lo inimaginable. Reacciones de los Psicoterapeutas hacia las Víctimas
del Holocausto nazi. Yael Danieli - USA.
Abuso de Poder.Victimización organizada. John Dussich - USA.
El papel de la policía ante las Víctimas del delito. Elías Escaff Silva - Chile.
El Derecho Victimal. María de la Luz Lima Malvido - México.
Abuso Emocional. Danya Glaser - Inglaterra.
La vida diaria y la victimización. Emilio Viano - USA.
Psicoterapia de niños testigos de la Violencia Familiar. Michael Freedman - USA.
Hay certezas en el diagnóstico de abuso sexual? Esther Romano - Argentina.
Violencia y víctimas. María Josefina Ferrer - Venezuela.
Algunos criterios para considerar la terminación del tratamiento Victimo-
lógico del Abuso sexual Infantil. Mirtha Yocco - Argentina.
La lógica ilógica del acoso moral. Maria Guadalupe Morales Plesent - México.
La protección de la víctima y del testigo durante el proceso penal.
Su recepción legal dentro de un nuevo marco de garantías penales. Cesar
Fortete - Argentina.
Implicaciones sociales de la prostitución de niños. Annette Burrhus Clay - USA.
Análisis de la nota póstuma del suicida. Héctor Grijalva - México.
Conflicto armado y desplazamiento forzado en el eje cafetero: la Emergencia
de nuevas voces urbanas. María Cristina Palacios Valencia, Pedro Pablo Castrillon
Sánchez - Colombia.
Drogas, violencia y victimización. Esther Kososvki - Brasil.
El sistema de vinculación afectiva. Isabel Cuadros Van der Werf - Colombia.
Las crisis, el traumatismo psíquico y la atenuación del daño. Ruben Musicante
- Argentina.
La violencia en el ámbito educativo. Olga Puente de Camaño - Argentina.
Violencia Intrafamiliar en Chile. Guido Demichelis, Carlos Clavijo - Chile.
Victimología y Derechos Humanos: Víctimas del Abuso de Poder. Hilda
Marchiori - Argentina.

Victimología 2
Cómo son vistas las víctimas del delito en Alemania? Sobre cuestiones de
una estigmatización. Helmut Kury - Alemania.
Criminalidad y Victimización como cotidianeidad. Resultado de un estudio
Victimológico en Colombia. Helmut Kury. Liliana Gordon Atehortura. Michael
Wurger - Alemania-Colombia.
Victimo log í a

Víctimas y Victimología. Los hechos y la retórica. Ezzat Fattah - Canadá.


Algunas consideraciones sobre el rol de la víctima en el sistema penal Ar-
gentino. Cesar Fortete - Argentina.
Los procesos de Victimización en el Homicidio dentro del grupo Familiar.
Hilda Marchiori - Argentina.
Los Principios Fundamentales de Justicia para lasVíctimas del delito y del Abuso
del poder - Naciones Unidas.
Justicia para los niños víctimas y testigos de delitos.
Oficina Internacional de los Derechos del Niño - Canadá.

Victimología 3
Declaración de Naciones Unidas sobre Los Principios de Justicia para las
Víctimas del delito y abuso del poder. Irene Melup - Naciones Unidas.
La Víctima y la Justicia Restaurativa. John Dussich - USA.
Abuso sexual de menores por el clero. El escándalo y sus lecciones. Emilio
Viano - USA.
El Homicidio en Chile. Aproximaciones a un perfil con propósitos com-
prensivos e investigativos. Elias Escaff Silva- K.Guaita Cahue- Pamela Navarrete
Bernal - Chile.
Asistencia a víctimas. Respuestas desde la primera línea de atención. Hilda
Marchiori - Argentina.
Reparación y resolución del conflicto penal: tratamiento en el Código Penal
Argentino y perspectivas en el Proyecto de Reforma integral (2006). José
Daniel Cesano - Argentina.
Castigar o mediar la violencia doméstica. El dilema de las víctimas. Raúl Rojas
Camacho - México.
Efectos a corto plazo del abuso sexual infantil. Oriana Ercoli Altamirano - Chile.
Tortura: la búsqueda de la destrucción. Loreto Zaror Sánchez- Karen Quinteros
Pobrete- Fabiola Haro Rodríguez - Carolina Baez Hernandez - Chile.

Victimología 4.
Justicia postergada igual a Memoria herida. Armando S. Andruet - Argentina.
Violencia Institucional. Diferentes formas de Violencia en el ejercicio del poder.
Zulita Fellini - Argentina.
Consideraciones sobre legislación y tratamiento de la Violencia Doméstica
en Inglaterra y Gales. Fely González Vidosa - España
El trauma de la irrupción de la sexualidad adulta en el universo infantil y sus
consecuencias ulteriores. Eva Giberti - Argentina
Perfil de Personalidad de Agresores sexuales. Francisco Maffioletti Zeledón -
Maria Paz Rutte Barrera - Chile
Víctimas y Periodismo. Alejandra Hillman - Argentina
Evolucionamos hacia la justicia victimal? Antonio Beristain - España.

170
Publicaciones anteriores de Victimología

La Trata de Personas y la grave vulnerabilidad de las Víctimas. Hilda Marchiori


- Argentina.
Caracterización de Delitos Sexuales a través de Fallos del Tribunal Oral en
lo Penal de la IX región de Chile. Paula Alarcón- Iria Oliveros Soto.- Oriana
Ercoli - Chile
La posición del querellante particular frente a la coerción procesal del impu-
tado. Gustavo A. Arocena – Argentina.
El problema de la violencia en el ámbito escolar. Bases para la prevención.
Olga Puente de Camaño - Argentina
De los Afectos a sus Efectos. Adriana López - Argentina

Victimología 5
La globalización, el delito transnacional y sus víctimas: una reflexión. Emilio
C.Viano - USA
Perspectivas sobre laVictimología: La Ciencia, el Contexto Histórico, el presente.
Gerd Ferdinand Kirchhoff - Alemania
Abuso emocional social. Eduardo J. Padilla - Argentina
Los niños y las niñas frente al conflicto armado colombiano y las alternativas
del futuro. Esperanza Hernández Delgado – Colombia
La Victimización de la Mujer. Antonio Sánchez Galindo – México
¿Hacia una nueva victimización de la niñez? José González del Solar - Argentina
Abuso sexual infantil: La retractación del menor víctima y sus consecuencias.
Romina Monteleone – Argentina
Violencia en la vejez. Un enfoque victimológico. Susana Montoza de Lanza
- Argentina
Acerca de los niños en prisión y los Derechos del niño. Silva Vivas - Argentina
Aportes para pensar el Maltrato Social y el Institucional. Juan José Castellano
- Argentina
Consideraciones sobre Maltrato infantil. Claudia Mabel Sala - Argentina
Homenaje al Maestro Prof. Dr. Ricardo C. Nuñez. Daniel Carrera, Jorge de la
Rúa, Raúl Zaffaroni, Luis Marcó del Pont,Wilfredo Pérez,Aída Tarditti, Maria Cristina
Barberá de Riso, Hilda Marchiori.
13º Symposium Internacional de Victimología en Mito, Japón

Victimología 6
Stephen Schafer : su vida y su tipología. John Dussich -USA
En Defensas de las Víctimas. Luis Rodríguez Manzanera- México.
Delitos sexuales- Tensiones entre las garantías del imputado y Derechos
fundamentales de las víctimas. Aída Tarditti – Argentina.
Victimización de Mujeres en Prisión. Elias Neuman - Argentina.
Estándares internacionales de Derechos Humanos para la protección de los
niños víctimas y testigos en sede judicial. Zulita Fellini - Argentina
Ancianos-Adultos mayores: los procesos de Victimización y su Asistencia

171
Victimo log í a

Victimológica. Hilda Marchiori - Argentina


Las víctimas y el Derecho Penal Salvadoreño. Miguel Alberto Trejo. El Salvador
De la Criminología a la salud ocupacional, La gestión de riesgos
psicosociales en Sistemas Penitenciarios. Lic. Heriberto Valdez Bonilla – México.
Los conocimientos victimológicos en la institucionalización y práctica de la
Mediación. Rosario Hernandez Medina - Argentina
Referentes teóricos –clínicos e instrumentos técnicos en el Diagnóstico del
Abuso Sexual. Esther Romano - Argentina
Abuso emocional en la infidelidad. La resilencia como recurso de afronta-
miento. Camusso - Jimena Dosis - Vanesa A. Di Giulio. Argentina.
Symposium Internacional de Victimología – Japón

Victimología 7.
Stress, Trauma y Crisis: El marco teórico de la Victimización. Marlene Young
- USA
Victimología Forense. Emilio José García Mercader – España.
Evaluación del Abuso Sexual Infantil: un instrumento para administrar Justicia a
las víctimas y una respuesta al Backlash. Gioconda Batres Mendez - Costa Rica.
Justicia Restaurativa: perspectivas desde la Psicología Jurídica en México. Eric Garcia-
López - México.
Rompiendo el Silencio: El Maltrato Institucional en la vejez. Dra. Lía Susana
Daichman - Argentina
El rol de la Victimización, las actitudes punitivas y los medios de comunicación
en las Reformas Penales. Cesar Fortete- Daniel Cesano - Argentina.
Victimología Forense; consideraciones sobre tipologías Victimológicas. Norma
Miotto - Argentina.
Volverse “Amok”. Eduardo Padilla - Argentina
Prácticas en el Proceso Judicial y Victimización Secundaria en casos de Abuso
Sexual Infantil en la Novena Región de la Araucanía en Chile.
Fabiola Haro Rodríguez, Oriana Ercoli Altamirano - Chile.
Análisis de la Violencia Conyugal. Inés Guzmán - Argentina.
Algunos atravesamientos en la función pericial psicológica ante el Testimonio
de la Víctima en el Sistema Penal Acusatorio- Neuquén Letaif - Argentina.
Homenaje a Mercedes de la Rua
Violencia Enfoque Sistémico. Mercedes de la Rúa
Homenaje a Ruth Kempe. Qué son los Malos Tratos a los Niños? Ruth Kempe
y Henry Kempe
World Society of Victimology

Victimología 8.Violencia familiar y conyugal


Cuando la mujer golpeada se convierte en acusada. Lenore E.Walker - USA
Esposas: las víctimas “preferidas” de la Violencia Conyugal. Ermerson Dobash
y Russell Dobash- Escocia.
Mujeres Golpeadas y Homicidio. Mildred Daley Pagelow - USA

172
Publicaciones anteriores de Victimología

Intervención Psicosocial con personas que ejercen Violencia de Género.


Andrés Quinteros, Pablo Carbajosa - España.
La Violencia Conyugal a la luz del sistema patriarcal- Rebeca González Leche
- Guatemala.
Consideraciones acerca de la Violencia Familiar en el Proceso Penal de la
Provincia de Mendoza. Stella Spezia - Argentina.
Algunas consideraciones sobre retractación en víctimas deViolencia Intrafamiliar.
Cómo abordar la reparación? Maria Isabel Salinas Chaud. Chile.
Violencia Familiar: intervención en la escena misma de la violencia. Eva Giberti
- Argentina.
Los celos en la Violencia Conyugal. Verónica Bouvier - Argentina.
La realidad invisible de un “niño-arma”. Que será cuando sea grande? Maria
Celia Lassus - Uruguay.
El Hombre Machista y Maltratador. Jose Martin Amenazar Beitia - España.
La Violencia Conyugal en el Municipio de Ixtlahuaca, Estado de México.
Andres Bernal Barraza - México.
Los comportamientos paradojales en la Violencia Familiar-Conyugal. Hilda
Marchiori - Argentina
Congreso de Naciones Unidas en Brasil- Temario-Fundación Internacional de
Victimología. España.
Premio Internacional de Victimología y Defensa de las Víctimas-2009-

Victimología 9.Violencia en niños y adolescentes


La contratransferencia del evaluador en las evaluaciones por la custodia de
los niños. Dr. Michael R. Freedman, Ph.D., Dr. Samuel, J Rosenberg. Ph.D.,Dr. Dawn
Gettman - Felzien, L.C.S.W., y Dra. Susan Van Scoyk, M.D. USA
Adolescencia y Abuso Sexual. Dra. Danya Glaser. Inglaterra
El abuso sexual y la violación. Dr. David Finkelhor. USA.
Importancia de la notificación inmediata de casos de Maltrato Infantil por parte
de los Servicios Policiales, Educativos y Sanitarios. Prof. Lic. Alejandra Andreu-
Fernández. España.
Declaración de víctimas y testigos menores de 16 años en hechos contra
la integridad sexual en el Proceso Penal de Córdoba. Dra. Maria Jose Anan
de Agrelo. Argentina
Narración de historias en Psicoterapia del abuso sexual. Prof. Lic. María Gua-
dalupe Morales Plesent. México
Niños, niñas y adolescentes Víctimas del Femicidio de sus madres. Mag. Lic.
Lorena Contreras. Mag.T.S.Alejandra Ramirez Lema. Chile.
Grupo especial de menores infractores. Prof.T. S. Julia Sabido Ruisánchez. México
Aporte sobre la adoptabilidad en el estudio de una niña de 4 años. Prof. Dra
.Esther Romano. Argentina

173
Victimo log í a

El proceso fatídico de Víctimas a Victimarios en los homicidas seriales. Prof.


Lic. Joaquín Jiménez Acosta. México
Crisis en la Familia. Divorcio. Riesgo de Maltrato Psicológico a los hijos. Prof. Lic.
Mirtha O.Yocco. Argentina
Víctimas del TDAH. Prof. Dr. Héctor Grijalva. México.
Niño maltratado. Caso médico legal. Prof. Dra. Martha Cervantes Ruiz. México
Consideraciones sobre los conceptos de abandono y negligencia
infantil. Lic. Belén Aguilera. Argentina
Violencia en la pareja e impacto de las resoluciones judiciales en la familia.
Lic. María Bartolomé -Lic.Verónica Bouvier - Lic.Viviana Russo
Homenaje al Prof.Dr- Antonio Beristain. Prof. Dra.Virginia Mayordomo
Rodrigo - Prof. Dr. Antonio Sánchez Galindo. Prof. Dra Hilda Marchiori

Victimología 10 - Ley y Víctima Panorama Internacional


Derecho Victimal y su construcción científica Prof. Dra. Maria de la Luz
Lima Malvido. Mexico.
Los Derechos de las Víctimas contemplados en la Decisión Marco del Consejo
Europeo relativa al Estatuto de la Víctima en el Proceso Penal. Función de los
Servicios de Asistencia a la Víctima. Prof. Dra .Fely Gonzalez Vidosa. España.
La posición Jurídica de la Víctima del delito en el Proceso Penal de Córdoba.
Prof. Dr. Jose Luis Clemente Argentina.
Sistema Penal Democrático y Víctima del delito. Prof. Dr. José Zamora Grant.
Mexico
Protección del Testigo, delincuencia organizada y Derecho de defensa del
imputado. Prof. Dr.Cesar Fortete, Prof .Dr. Jose Daniel Cesano. Argentina
Derecho Penal y Victimodogmática. Prof. Dr.German Aller. Uruguay
La Protección frente al tráfico de órganos: su reflejo en el Código Penal
Español. Prof. Dra. Luz Maria Puente Aba.- España.
La Ley Penal Juvenil Salvadoreña y la Justicia Restaurativa. Prof. Dr. Miguel
Alberto Trejo. El Salvador.
La Víctima en el Proceso Penal. Prof. Dra. Amalia Mattio. Argentina.
Ley de Protección a Víctimas y Testigos en Costa Rica. Prof.Dr. Verny Zúñiga
Cabalceta. Costa Rica.
La interdisciplina: atención, asistencia, orientación y tratamiento de Abuso
Sexual Infantil. Dra. Nura Becerra. Argentina
Nuevas Víctimas de un viejo delito. Prof Dra María Cristina Barberá de Riso
Naciones Unidas. Principios Fundamentales de Justicia Para las
Víctimas del Delito y Abuso del Poder

Victimología 11 - Víctimas de Traumas Masivos


Trauma Masivo y el rol curativo de la Justicia Reparadora. Prof. Dra Yael
Danieli - U.S.A.
Los Derechos Humanos de las Víctimas. Prof.Dra. Ana Gloria Robles. Osollo.

174
Publicaciones anteriores de Victimología

México.
¿Cómo continuar mi proyecto de vida? Aportes desde la Resiliencia. Prof.Mg.
Maria Stella Rodríguez- Colombia
Víctimas de violencia en la Tercera Edad. Dra, Maria Eugenia Sammartino, Dra,
María Guadalupe Vergara. Argentina
Discurso de Sectores populares de la comuna de Temuco –Chile- en torno
a la Administración de Justicia. Prof. Mg. Mauricio Esteban Alarcón Silva. Chile.
Análisis del fenómeno de femicidio y feminicidio desde la perspectiva de
los Derechos Humanos de las Mujeres. Mg. Inés Maria Rebullida Carrique.
Argentina.
Psicopatía, perspectivas actuales para la Criminología, la Victimología y el
Derecho Penal. Dr. Eric Garcia Lopez- Dr.Antoni Gomila Benejam- David Gonzalez
Trijueque- México - España.
Policía privada: una crónica. Prof. Dra. Ana Griselda Ruiz- El Salvador.
Abuso sexual Infantil. El trabajo con los padres. Lic. Roxana N. Zarate.
Lic. María Cecilia Ravasi. Argentina.
Enfoques conceptuales y teóricos sobre la Trata de Mujeres para explotación
sexual. Dra. Mariana Perez Villalobos, Dra. Maria Dolores Romero Diaz- Argentina.
In Memorian al Profesor Dr. Elías Neuman
Prof. Dr.Luis Rodríguez Manzanera, Prof. Dr.Raul Zaffaroni, Prof. Dra. Emma Men-
doza Bremauntz, Prof. Dr.Antonio Sanchez Galindo, Prof.Dra, Susana Medina de
Rizzo, Prof.Dra,Maria de la Luz Lima Malvido, Prof. Dra. Hilda Marchiori.

Victimología 12 Vulnerabilidad de las Víctimas


La importancia de la Vulnerabilidad para la Víctimología. Prof. Dr.John Dussich.
USA.
Violencia extrema vs. Legislación Penal. Prof. Dra. Aída Tarditti. Argentina.
Madres detenidas con niños en Italia: cuál es el futuro para los niños? Prof.
Dra. Maria Cristina Calle- Dra. Federica Giannotta. Italia.
La Vulnerabilidad y los Procesos de Victimización Post-delictivo. Prof. Dra.
Hilda Marchiori. Argentina.
Desinserción social juvenil: víctimas del fracaso de la función paterna. Prof.
Dr. Jorge Trindade. Brasil
Proceso Penal acusatorio y Víctimas del delito. Prof. Dr. José Zamora Grant -
México
Una Nueva Punitividad.Actitudes Sancionadoras y Política Sancionadora. Prof.
Dr. Helmut Kury, Prof. Dr. Martin Brandenstein. Alemania.
Adolescentes en conflicto con la ley penal. Dra. Nora Beatriz Gudiño.
Argentina.
Los padres como víctimas: el Síndrome del Vampiro. Prof. Dr. Héctor Grijalva.
México
Ciudadanía, Derechos Humanos y Victimología. Prof. Dra. Esther Kosovski. Brasil

175
Victimo log í a

Variables de sesgo en la entrevista forense. Prof. Dra. Maria Isabel Salinas


Chaud, Prof. Rodrigo Landabur, Prof. Dr. Elias Escaff Silva. Chile.
Psicofisiología de la Victimización de niños. Dr. Carlos Cornaglia. Argentina
Asesoría Social y Auxilio a Víctimas. Dra. Adriana Añorve Cubells - México
Mujeres, victimización y falta de acceso a los recursos. Ab. Matilde Sonia Alonso,
Lic. Anabel Sánchez. Argentina
Delito de violencia Familiar: la múltiples victimización. Mtro.Ab.Ramiro Gon-
zalez López. México
XIV Symposium Internacional de Victimología- Holanda

Victimología 13. Programas asistenciales Victimológicos


Estandares Internacionales de calidad en la Atención de las Víctima.
Prof. Dra. Maria de la Luz Lima. México.
Programas de Apoyo a las Víctimas. El modelo de Inglaterra.
Prof. Dra. Helen Reeves. Inglaterra
Oficina de Asistencia Jurídica de Violencia contra Mujeres (OFAVMU)
Prof. Dra. Stella Spezia, Argentina
La violencia y el abuso sexual contra el niño. Prof. Dr. Jorge Trindade, Brasil.
Alternativas a la pena en el sistema penal Alemán. Prof. Dr. Pablo Galain Pa-
lermo. Alemania.
Violencia Emocional en la Niñez. Prof. Lic. Susana Montoza de Lanza. Argentina
Muerte en Custodia – Muerte en las prisiones.Prof. Dra. Emma Mendoza
Bremauntz. México.
Propuesta de Auto cuidado para Trabajo en Violencia. Prof. Mag. Inés Rebullida
Carrique. Argentina.
Victimología en Bolivia. Prof. Lic.Tania Aramburu. Bolivia.
Maltrato Infantil: pensar en Prevención y en trabajo en red. Prof. Lic. Claudia
Sala. Argentina.
Protocolo interinstitucional de intervención para la atención de mujeres en
situación de riesgo alto de muerte por violencia. ILANUD
ONU Mujeres.
Secretaria de Asistencia y Prevención de la Trata de Personas. Córdoba.
Informe III Congreso Latinoamericano de Niñez,Adolescencia y Familia.
Informe XIV Symposium Internacional de Victimología- La Haya, Holanda.
In Memorian Prof.Dr. Tony Peters

Victimología 14. Derecho a la Justicia


El saqueo de los bienes publicos. Prof. Dr. Benjamin Mendelsohn. Israel.
Los Derechos de las Víctimas de delito. Dr. Jose Zamora Grant. México.
Teoría General del crimen internacional; una exposición pragmática
de su previsión en el Estatuto de Roma.Dr. Miguel Polaino Navarrete.
Dr.Miguel Polaino- Orts. España.

176
Publicaciones anteriores de Victimología

Vulnerabilidad, permisividad, educación juvenil y Ley Penal


Prof. Dra. Nora Gudiño. Prof. Dra. Liliana Merlo. Argentina.
Abuso sexual Infantil: diálogo necesario entre las disciplinas. Prof. Dra. Milena
Rodriguez Navarro. Colombia.
Programas de Tratamiento y Rehabilitación de Adultos en Puerto Rico. Prof.
Mtra.Vilma Aguilar Toledo. Puerto Rico.
Abuso sexual Infantil. El padre del niño Víctima Lic. Maria Eugenia Martinez
Espeche. Argentina.
Asociación Argentina de Victimología
In Memorian. Prof. Dra. Caridad Navarrete Calderon. Cuba.

Victimología 15.Víctimas de delitos sexuales


Paidofilia y abuso sexual infantil Fetichismo en las prácticas perversas
Prof. Dra. Esther Romano - Argentina
Aspectos victimológicos de los delitos de serialidad. Prof. Lic. Luis Alberto
Disanto - Argentina
Análisis descriptivo de violadores seriales y sus víctimas. Dr. César Fortete
Inv.Sandra Gionghi - Argentina
El delincuente sexual serial. Prof. Dr. Joaquín Jiménez Acosta - México
Adopciones y verdades. Prof. Dra. Eva Giberti - Argentina
Analisis de la ley general de víctimas en Mexico. Prof. Dr. Carlos Rodríguez
Campos - México
Colombia: Familiares Víctimas de Desaparición Forzada. Prof. Dr. Daniel Bo-
canegra Bayona - Colombia
La violación dentro del matrimonio. Lic.Verónica Bouvier - Argentina
Natalidad en Personas en prisión. Lic. Gabriela Reyes, Lic. Patricia Bancalhone,
Lic. José C. Fuego, Prof. Dra. Lucía C.A.Williams - Brasil
Indefension aprehendida: una aproximación teórica desde la disociación. Lic.
Abel Mamani - Argentina
“El delito fractura la vida de una persona en un antes y después”
Entrevista realizada a Hilda Marchiori por la Secretaría General de Acceso
a la Justicia y Derechos Humanos. Ministerio Público Fiscal de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Oficina de Asistencia a la Víctima y al Testigo.
Asociación Argentina de prevención del Maltrato infanto-juvenil

Victimología 16. Prevenir factores de Victimización


La Participación de la Víctima en los Estados Unidos y en Japón. Prof. Dr. John
P Dussich. USA
Competencia parental, delincuencia juvenil y Justicia Terapéutica: un estudio
en Galicia. Prof. Dr. Juan Luis Basanta, Prof. Dra. Francisca Fariña, Prof. Dr. Mª José
Vázquez. España
Hacia una Seguridad Pública Responsable. Prof. Dr. Irvin Waller. Canadá
La perfilación criminológica de los Delitos Informáticos. Intimidad y la exti-
midad.Prof. Lic. Gabriel Alberto Letaif. Argentina

177
Victimo log í a

Diagnóstico Nacional sobre las Víctimas de Delito en Chile. Dra. María Paz
Rutte Barrera, Inv. Esteban De la Huerta, Inv. Paula Medina, Inv. Catalina Fernández,
Inv. Pilar Iturrieta. Chile
La Perfilación Criminal en el Juicio Oral. Prof. Dr. Juan Fernando González
Porras. México
Medios de comunicación y Víctimas de violencia sexual. Dra. Matilde Alonso.
Argentina
Derechos Victimales en el artículo 20 Constitucional Mexicano. Mtro. Abog.
Ramiro Gonzalez López. México
Victimologia y Prevención. Prof. Dra. Hilda Marchiori. Argentina
¿Hasta dónde se escucha la voz de la Víctima? La victimización secundaria.
Prof. Abog. Alfonsina Gabriela Muñiz. Argentina
La desarticulación de las instituciones intervinientes en violencia familiar
como proceso de revictimización. Prof. Lic. Silvia Georgina Bianchetti. Argentina
In Memoriam. Prof. Dra. Carmen María Argibay
Carmen María Argibay. Una mujer que honró a la Patria. Prof. Dra. Susana
Medina
Dra. Carmen María Argibay Miembro del Tribunal Internacional de Tokio
2000. Prof. Dra. Aida Tarditti
Primeras reflexiones sin Carmen. Dra. Flora Sofía Acselrad

Victimología 17.Visibilización de la violencia


Desarrollo de una técnica forense para la demostración de victimización de
violencia de género.Prof. Dr. Ramón Arce, España
Victimización indirecta de niños en contexto familiar. Prof. Dra. Ana Isabel
Sani, Portugal
La violencia sexual, un arma de y para la guerra. Prof. Mtra. Luz Piedad Caicedo,
Colombia
El perdón de la víctima. Prof. Dr. Luis Rodríguez Manzanera, México
La Ciencia Victimológica. Prof. Dr. Sebastián José Amadeo, Argentina
Impacto Psicológico y Social del Menor Expuesto a la Violencia. Prof. Dra.
Ruth Villanueva Castilleja, México
Vulnerabilidad de las madres de origen en las adopciones por entrega directa.
Lic.Verónica Bouvier, Lic. M. Gabriela Pinotti, Lic. M. Cecilia Luque. Argentina
Formas contemporáneas de la esclavitud. La violación sistemática, la escla-
vitud sexual y las prácticas análogas a la esclavitud en tiempo de conflicto
armado. Informe final presentado por la Sra. Gay J. McDougall, Relatora
Especial-Naciones Unidas
El silencio de los procesos de Victimización. Dra.Hilda Marchiori, Argentina.
WSV Sociedad Mundial de Victimología presentación al Papa Francisco.
Profesor Dr. Marc Groenhuijsen, Presidente WSV.
Nota del Papa Francisco a los participantes del Congreso Internacional de la

178
Publicaciones anteriores de Victimología

Asociación Internacional de Derecho Penal y III Congreso de la Asociación


Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología.

Victimología 18. Conmemoracion Carta Magna UN 1985-2015


Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas del delito y del abuso
de poder. Naciones Unidas
Declaración Naciones Unidas Sobre principios fundamentales de Justicia para
las víctimas del delito y del abuso de poder. Dra. Irene Melup
Derechos de las víctimas a treinta años de la Carta Magna de las Naciones
Unidas: acciones concretas en momentos críticos. Prof. Dr. Irvin Waller, Prof.
Dra.Verónica Martínez-Solares
Treinta años de la Carta Magna de las víctimas. Prof. Dr. Luis Rodríguez Manzanera
Irene Melup, las Naciones Unidas historias de cuidado compasivo hacia
víctimas del delito y abuso del poder. Prof. Dr. Pedro R. David
La Declaración de los Principios Fundamentales para las Víctimas de delitos
y del abuso del poder. Carta Magna para las víctimas del delito. Prof. Dra.
Maria de la Luz Lima Malvido
Nexo contextual para la participación de la víctima, Estatus legal, y Exigibilidad
de los Derechos de las víctimas en Estados Unidos. Prof. Dr. John P. J. Dussich
Declaración de Principios Fundamentales de Justicia para las víctimas del
delito y del abuso de poder: su impacto en la en la legislación guatemalteca.
Prof. Dra. Rebeca Aída González Leche
Acceso a la Justicia de las mujeres victimas de violencia familiar. Desafíos en
el contexto actual. Prof. Mag. Inés María Rebullida Carrique
Los Derechos de las Víctimas. Prof. Dra Hilda Marchiori

Victimología 19. Protección a las víctimas


Delitos Transnacionales. Prof. Dra. Emma Mendoza Bremauntz. México
Las enfermedades psiquiátricas en el trabajo: secuelas por acoso laboral. Prof.
Dra. Esther Romano. Argentina
Ciberstalking y victima: sobre las nuevas formas contemporáneas de inducción
al suicidio. Prof. Dra. Miryam Al-Fawal Portal. España
El delito y sus costos. Enfoques de gestión práctica. Dr. Jorge Luis Miquelarena,
Dr. Marcos Germán Fink. Argentina
La experiencia subjetiva de los jóvenes expuestos a la violencia interparental.
Prof-Mtra. D. Caprichoso, Prof. A. Sani, Prof.T. Almeida. Portugal
Influencia cultural en el proceso de reparación de víctimas de abuso sexual
infantil. Mg. Fabiola Andrea Haro Rodríguez, Inv. Marlen Alejandra Bravo Ñanculef,
Inv. Ana Belén Nahuelhual Muñoz. Chile
Tratamiento, Resarcimiento y Reparación a la víctima. Prof. Dr. Germán Aller.
Uruguay
Delito de Violencia Familiar: la múltiple victimización. Mtro.Ab. Ramiro González
López. México. México
13 congreso de Naciones Unidas sobre Prevención de Delitos y Justicia Penal

179
Victimo log í a

Victimología 20.Violencia familiar. Protección de niños víctimas


¿Las víctimas vulnerables se encuentran adecuadamente consideradas en
las disposiciones generales relativas a la acción penal en la Legislación Penal
Argentina?
Prof. Dra. Aída Tarditti. Argentina.
Intervenciones con familias tras la ruptura de pareja con enfoque de Justicia
Terapéutica: programas de apoyo y coordinación de parentalidad. Prof. Dra.
Francisca Fariña, Prof. Dra. Mercedes Novo, Prof. Dr. Ramón Arce, Prof. Dra. Mª
José Vázquez. España.
Pioneras de la Victimología. Mujeres Agredidas: la teoría del Ciclo de la
violencia.
Prof. Dra. Lenore Walker. USA.
El divorcio una historia de aprendizaje. Prof. Dra. María Guadalupe Morales
Plesent. México.
Argentina. Consejo Federal de Oficinas de Asistencia a la Víctima del Delito.
VII. Jornadas Nacionales de Asistencia a la Víctima. Prof. Dr. Gonzalo Fernando
Sansó. Argentina.
Análisis de la causa y manera de muerte de mujeres en la Ciudad de Puebla
2015-2016. Prof. Dra. Elia Cristina Quiterio Montiel. México.
Crónicas de Revinculaciones Forzadas. La desprotección de los Niños víc-
timas de incesto. Prof. Lic. María Cecilia López. Argentina.
La Contratransferencia en Psicoterapia con sobrevivientes de Traumas de
Violencia Familiar. Prof. Lic. María Cristina Vila. Argentina.
Paradojas Victimológicas. La vulnerabilidad de las víctimas. Dra. Hilda Marchiori.
Argentina.
Justicia para los Niños Víctimas y Testigos de delitos. Oficina Internacional
de los Derechos del Niño.
In Memoriam. Dra. Irene Melup.

Victimología 21. Niños – Adolescentes Extraviados – No locali-


zados – Desaparecidos
El Derecho a la identidad negado: menores extranjeros desaparecidos en
Italia. Prof. Dra. Maria Cristina Calle. Italia
Fiscalía Especializada para la Investigación de Personas Desaparecidas, No
Localizadas, Ausentes o Extraviadas en el Estado de México. Prof. Dra. María
Sol Berenice Salgado Ambros. México
Adolescentes que no están, Derechos que faltan. Prof. Mag. Inés María Rebu-
llida Carrique. Argentina
Refugiados en los Estados Unidos. Prof. Dr. John P. J. Dussich. USA.

El proceso de Caracterización de las víctimas de desaparición forzada en

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Publicaciones anteriores de Victimología

Colombia. Prof. Ps. Diana Emilce Ramírez Páez. Colombia.


Prevenir la victimización. Prof. Dr.José Zamora Grant. México
Ley de Derechos y Garantías de las personas víctimas de delitos. Un paso
más. Un nuevo desafío. Dra. Matilde Alonso. Argentina
Niños desplazados víctimas de la violencia. Lic. Nilda Zegarra de Torres. Perú
Guerra civil y Trauma: testimonio de una familia. Lic. Lidia Flores-Bush, LMFT.
El Salvador
Vulnerabilidad Familiar-social y Mujeres en prisión. Prof. Mtra. Luz Piedad
Caicedo. Colombia
Servicio de Asistencia a Víctimas del delito. Comodoro Rivadavia.
Chubut. Lic. Karina Andrea Masiá, Lic. María Sonia Jalef. Argentina
Ley de Derechos y Garantías de las personas Víctimas de delitos.
Ley 27372. Argentina.

Victimología 22. La víctima y su protección jurídica-social


La Víctima en el Procedimiento Penal Mexicano. Prof. Dr. Sergio García Ramírez.
México
Los efectos (in)directos de la exposición a la violencia parental
en el niño. Prof. Dra. Ana Isabel Sani. Prof. Mag. Liliana Soares. Portugal.
¿De quién son víctimas, las de los delitos de comisión por omisión?
Prof. Dra. Maria Cristina Barberá de Riso. Argentina.
Las víctimas de conflictos armados desde una perspectiva Ética y Psicojurídica.
Prof. Dr. Mag. Fernando Díaz Colorado. Colombia
La posición Jurídica de la Víctima del delito en el Derecho y en el Proceso
Penal. Prof. Dr. Hans Joachim Schneider. Alemania
Avances y dificultades en los Derechos de los niños y adolescentes.
Prof. Dra. Zulita Fellini. Argentina.
El consumo y la víctima: el/a infractor/a adolescente. Prof. Dra. María A. Fon-
temachi. Argentina
La víctima y el acceso a la Justicia. Dra. H.C. Esmeralda Martínez Lara. México
Fundación Relevando Peligros, valor a la vida. Dra. Sandra Meyer. Argentina.
Los Derechos de las Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el
Proceso Penal en Costa Rica. M. Sc. Sara Arce Moya. Costa Rica
Por una lógica del no –todo. Lic.Verónica Bouvier. Argentina

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