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Primera Parte..

Infancia y Juventud.

Capítulo 1

Sensación del capítulo:


En este capítulo se da una introducción a lo que será la historia de un ciudadano romano, quien a
lo largo de su vida dará a lugar a grandes acontecimientos.
Al leer estas líneas se lleva al lugar en que todo se desarrolla, y le hace imaginar el contexto en el
que Marco Tulio Cicerón nieto ha de nacer.
Se puede percibir el carácter noble del padre de este, la seriedad y frialdad de su madre, y la
dureza del abuelo, quien está orgulloso de la familia que le precede.

Resumen
Marco Tulio Cicerón era un hombre de temple amable, cariñoso y bondadoso.
Se encuentra reposando en cama, puesto que se halla enfermo.
Marco Tulio da un respingo y salta cuando el doctor pone el ungüento sobre su pecho.
-¿Qué es esto?-

Es ungüento de buitre a dos sestercios el frasco


-¿la señora de la casa sabe de esto?-
-aun no-
-es bueno tener a una esposa ahorrativa supongo-
Elvia provenía de buena familia y era de carácter fuerte y dominante, algo parecido al carácter del
padre de Marco.
Se escuchan los pasos del padre de Tulio a lo lejos, su padre, quien se llamaba de igual forma,
Marco Tulio Cicerón, eran un hombre con un vozarrón, de temple robusto y quien siempre estaba
haciendo alarde de las historias familiares, historias que Tulio dudaba que fueran ciertas.
Su padre cuestiona el por qué sigue en cama a lo que el doctor responde que aún sigue enfermo y
que está dormido. Marco padre se queja de la debilidad de su hijo en cuanto a su temple. EL hijo
de Tulio está por nacer y el padre pregunta al doctor sobre cuanto tardara el bebé en nacer, a lo
que el doctor responde que esta próximo.
Tulio se incorpora para dirigirse donde su esposa, por órdenes de su padre.
Elvia al verle le pregunto sobre su estado de salud a lo que él responde que se ha levantado para
verle y estar con ella en esos momentos. Elvia se percibe del hedor que se desprende del pecho de
Tulio y le pregunta sobre lo que es, a lo que Felón, el doctor responde que es grasa de buitre y que
se la ha puesto para aliviar la congestión de su garganta.
Elvia comenta sobre el gasto que esto representa y lo anota en su libreta de contaduría. Elvia
provenía de buena familia, y era de temple dura y fría, pero de cierta forma era cariñosa con Tulio,
aunque padre e hijo comentan entre ellos que se encuentran sometidos a ella.
Lira la vieja que cuida de Elvia saca de la habitación a Tulio y a su padre puesto que el parto está
próximo a iniciar y no es bueno que los hombres estén presentes durante dicho acto. Lira era de
carácter amargado.

Marco Tulio Cicerón nieto nace el 3 de enero del año 648 de la fundación de roma.
Él es la viva imagen de su madre, quien volvió a sus ocupaciones tratando de incorporarse a la
normalidad 4 días más tarde, aunque a petición del doctor se había quedado reposando sin
despegarse de sus libretas de contaduría.
Por esos días los judíos esperaban un héroe, y Lira hace alusión a esto como un simple comentario,
y a esto añada que eso dicen sus profecías.

Lo que aprendí:
Esta historia esta cimentada en un contexto donde la nobleza, la fuerza y lo ético estaban siempre
presentes, a lo largo de este primer capítulo, se pueden percibir las características de las personas
con las que Marco ha de crecer, y de quienes aprenderá y seguirá sus pasos.
Es interesante notar los contrastes de los precedentes de la familia de este pequeño, puesto que
mientras su padre es de temple agradable, cariñoso y tranquilo, su abuelo y su madre son de
carácter fuerte y serio, lo cual influirá en el crecimiento y desarrollo de este individuo.

Capítulo 2

Sensación:
Al leer este capítulo, y precisamente al llegar al culminó de esté, es inevitable no dejar de notar el
lazo que existe entre padre e hijo, pues al ver la oración que Tulio hace por su hijo, misma que me
ha dejado asombrado y en lo particular me parece muy bella, nos hace sentir ese amor de padre y
primogénito.
Durante el desarrollo del capítulo se podrán apreciar más aspectos pero este en especial me es de
mayor y mejor complejidad. Es simplemente hermosa la sensación que deja dentro de mí el leer
estas últimas líneas con las que este capítulo termina.

Resumen
Muchos años después Marco Tulio Cicerón, tercero de este nombre escribiría a un amigo “No es
que mi madre la señora Elvia, de la ilustre familia de los Helvios, fuera avariciosa, como muchas
veces he oído decir con mala intención. Era sencillamente ahorrativa, como fueron todos los
Helvios.
Recordaba a menudo la casa en Arpinum, done nació, de esta comentaba sus más dulces
recuerdos.
Después de que el nació y para evitar confusiones su padre dejo de ser llamado Marco Tulio
pasando a ser simplemente Tulio y el a ser Marco, a lo que el abuelo con su Vozarrón se quejaba
puesto que sentís que a su nombre se le debía respeto y que si por su nacimiento habría de
quedase sin nombre alguno.
Se quejaba amargamente con su hijo eximiéndole la culpa a Helvia. Exige que le llamen el abuelo.
Helvia explica al abuelo su proceder en cuanto a su familia, y al decir su historia se puede notar
que al igual que ella su madre es de carácter recio, y que al igual que ella, también se imponía en
su casa.
A pesar de esto Helvia trata a Tulio de cierta forma agradable y cariñosa puesto que no se le
impone tanto como otras mujeres a sus maridos.
A lo largo de todo el capítulo se narra el proceder de las familias, y de cómo Helvia es diferente al
ser de Tulio, quien siendo más poético piensa que las palabras en si mismas son bellas y pueden
expresar más de lo que parece. Helvia es de carácter más conciso y directo.
Tulio empieza a desarrollar cierto cariño hacia su hijo quien empieza a adoptar el carácter de su
padre.
Ofrece si hijo a dios suplicándole piedad para él y que lo mantuviese a salvo del deshonor y la
justicia, la crueldad y la locura, que no evitara el combate pero que solo se dispusiera a entrar en
él en nombre de la justicia y que no temiera jamás a ningún otro hombre ni nada más que aquel o
a aquello que pudiera manchar su alma.
Lo que aprendí.
Lo que denota en este capítulo, es ese amor paterno, mismo que me hace sentir emocionalmente
satisfecho, pues es increíble él como la autora es precisa en este último párrafo, que en lo
particular me ha agradado demasiado.
Es algo que simplemente pienso usar cuando tenga descendencia y así mismo dentro de mi vida
personal con aquella frase que dice “no evitara el combate pero que solo se dispusiera a entrar en
él en nombre de la justicia y que no temiera jamás a ningún otro hombre ni nada más que aquel o
a aquello que pudiera manchar su alma.”
Capítulo 5

Sensación
Al igual que los demás capítulos la obra me remonta a esa época, el que cuenten cómo vivían, las
experiencias, en algunas ocasiones hasta pienso que estoy dentro, más en la parte que cuentan la
llegada a la nueva casa, me sentía que yo estaba ahí llegando, los cambios que se presentaron en
la vida de la familia Cicerón. De igual manera entendía a los personajes, ya que hace poco yo
también me cambie de casa, a diferencia de algunos miembros de la familia Cicerón que no se
sentían a gusto o Tulio que se reconcilio con su morada, creo yo estaba de malas cuando me
cambie de casa, fue por ello que este capítulo hizo que me remitiera a mi pasado generando una
sensación de tristeza al recordar mi vida pasa, donde convivía con mi abuelos, en fin trato de ya no
recordarlo y ser feliz en mi presente.

Aprendizaje
De todo el capítulo trate de tomar lo primordial y esencial para mi persona que fueron los cambios
en la familia Cicerón.
En la vida siempre tenemos cambios que pueden ser buenos o malos, pero debemos de sobre
llevarlos de la misma manera, ya que pueden ser benéficos para la vida, si son buenos que mejor,
así vamos mejorando nuestra vida, pero si son malos, no importa las personas podemos cambiar
de tal manera que podamos perder nuestra esencia, pero todo nos sirve, de esas experiencias
malas aprendemos, de los errores se aprende, es así como nos vamos forjando y siendo mejores
personas.
Pero ¿quién nos dice lo que es bueno y lo qué es malo? Yo creo que depende de cada persona, de
cada criterio, por ejemplo en la obra César se sentía incómodo al tener que cambiar de vivienda,
ya que él estaba acostumbrado a algo, para el fue malo, pero para algunos otros miembros de la
familia fue bueno o más bien ellos si los asimilaron, es por ello que debemos de tratar a los
cambios como pruebas de la vida, que queramos o no tenemos la obligación de asimilarlos, para
así poder crecer como persona.
Resumen.
La familia Cicerón llegó a vivir a Roma antes de que las primeras nevadas. Marco fue inscrito en la
escuela de Pilón, él había sido un esclavo, aunque muchas veces lo negaba, tenía gran
conocimiento, aunque Arquías le seguía dando clases por las tardes, se instalaban en la biblioteca
con todos sus libros para estudiar y aumentar el coeficiente intelectual.
Helvia sentía que Roma era una buena ciudad, aunque no estaba a la altura, ya que era un barrio
pobre en esos momentos.
Marco encontraba fascinante y llena de maravillas, cuando iba o venía de regreso de la escuela
trataba de tardarse para poder admirar las maravillas de Roma, se podía concebir los aromas tanto
malos como buenos, también escuchaba los ruidos como eran los ensayos de los cantantes, el
ruido de los relinchidos de los caballos, el tráfico, el traqueteo de las ruedas entre otras cosas.
Sabía que tenía ser romano al igual que sus padres y vivir en Roma, aunque añoraba Arpinum le
parecía lejano y querido; pero amaba a Roma en donde se sentía como en su casa, entre el ruido.
Cada día Marco se despertaba excitado, pero había algo que no le gusta, la escuela, esto debido a
Pilón y Lucio Sergio Catalina, el segundo era amigo de Julio César su vecino.
Lucio era un muchacho muy guapo, pero sobre todo tenía un coeficiente intelectual muy alto, tal
vez por eso no le gustaba, tanto Julio como Marco sentían una competencia ya que Marco lo
habían pasado a grados mayores por su gran inteligencia.
Marco había hecho grandes amigos en la escuela de Pilón, a pesar de que estaba en un grado
mayor y era muy inteligente a sus compañeros no les importaba y se llevaban muy bien, pero a
quien no le parecía era a Lucio, él no era un hombre virtuoso a comparación de Marco que era de
buena fe, y tenía un gran corazón.
Julio tenía gran ayuda y complacencia por parte de Pilón, quien él lo veía como su hijo prodigo a
pesar de que no lo fuera, también lo admiraba por su gran capacidad pero más que nada porque
tenía un apellido de una buena familia y anteriormente una posesión económica aunque por el
momento estaba en la ruina.
Pero a pesar de esto Marco se sentía a gusto con su nueva vida y su nueva escuela y todo Roma.

Capítulo 6
Sensación
He sentido muchas veces que no pertenezco a un lado, a pesar de que en un principio todo puede
estar bien, en algunas ocasiones uno se siente distinto al pasar por los diversos cambios.
En este caso Marco estaba bien en un principio, pero como iban pasando los días en la escuela y
más por la entrada de nuevos compañeros él se sentía un poco incómodo.

Aprendizaje
Tomar los problemas de manera sencilla sin acomplejarse delos problemas que pueden ser
menores y de igual manera los mayores tratar de tomarlo con calma, todo tiene una solución.
Aparte me pareció hermoso que sus papas aceptaran la decisión de su hijo, eso muchas veces no
lo hacen, aun sabiendo que es lo que nos hará feliz, como ya lo he mencionado creo que de los
errores se aprende y no sabemos si es bueno o es malo, pero trataremos de averiguarlo.

Resumen.
Poco tiempo después ingresaron a la escuela de Pilón dos alumnos más con características
similares a las de Lucio, por la misma razón se hicieron muy amigos de él, estos eran Cneio Pisón y
Quinto Curio. Esto no fue tanta molestia para Marco, porque ellos solo estuvieron por un tiempo,
ya que le padre de Curio decidió que un maestro particular le enseñar a su hijo y a sus amigos
(Curio y Lucio). Tiempo después los tres se fueron a Grecia para completar sus estudios.
Un año más tarde un nuevo alumno llegó, llamado Noé ben Joel, hijo de un rico corredor de
comercio judío, esto fue bueno para Marco porque se hizo amigo de él, Noé trataba de hablarle
del mesías ya que por su padre y su religión era una persona que le importaba que las demás
personas aprendieran un poco más sobre el Mesías, esto era de mucha importancia para Marco, le
parecía que esto abarcaba mucho conocimiento, es por ello que le agradaba e interesaba a Marco.
Un día Marco anunció a sus familia que al ser adolescente bajo la protección de Palas Atenea, lo
cual no les pareció lo conveniente para su hijo, sin embargo tuvieron que aceptar la voluntad de su
hijo Marco, ya que no les gustaba imponer demasiado, aparte era la decisión de su hijo por lo cual
él se sentía a gusto.
La familia Cicerón comenzó a preparar el día en que Marco entraría en la adolescencia y lo vistiera
la toga, el banquete, los sacrificios, invitados y todo lo necesario para este majestuoso festejo.
Al llegar el día tan esperado Marco iba a quedar inscrito en los registros oficiales de Roma y
entraría en la adolescencia.
El día de la ceremonia se haría una procesión hasta el foro y ahí sería presentado a los ciudadanos
y a Roma; a partir de ese momento sería considerado ciudadano de su nación y compartiría las
responsabilidades de todo el pueblo romano.

Capítulo 7

¿Qué sensación me dejan estos capítulos?

Creo que desde que los empecé a leer me atraparon, poco a poco estos dos capítulos me hicieron
darme cuenta que hay cosas en la vida que son inevitables, y que si a tu lado están las personas
correctas, ellas podrán orientar tu camino, tal y como se ve en las pláticas que tuvo Marco en el
capítulo siete, principalmente la conversación que tuvo con su abuelo, me hizo sentir la necesidad
de ser una persona valiente, de encontrar esa templanza y poder sobrevivir a los retos que se
presenten en mi vida.
En el capítulo ocho, compartí aquel sentimiento de Marco cuando alguien empieza a enamorarse,
ese nervio e incertidumbre de saber si eres correspondido o no y sobre todo ese reflejo en tu
rostro que no puedes esconder y que los demás notan que te hace sentirte avergonzado.

¿Qué aprendí en estos capítulos?

En general debo decir que me identifique con estos dos capítulos ya que reafirme esa idea de ser
una persona fuerte ya que sólo así como se señala en el capítulo siete podre transcender en la vida
y además sentirme orgullosa de la persona que soy.
En cuanto al capítulo ocho, consigo decir que logré entender e identificarme con aquella etapa de
la adolescencia en la cual es normal sentir incertidumbre en cuanto a enamorarse se refiere, ya
que podemos sentirnos incomprendidos por las demás personas además de que por nuestra falta
de experiencia actuamos de forma insegura porque no sabemos cómo reaccionar ante tales
circunstancias. Pero en realidad es algo normal y que todos vivimos cuando somos jóvenes.

En este capítulo se narra como la familia fue a pasar el verano a la isla. En este lugar tuvo
conversaciones distintas con cada uno de los miembros adultos de su familia, como con Helvia,
Tulio, su abuelo y con Arquías.
Estando ahí Marco daba un paseo, lugar en el cual él había empezado a escribir poesía y se
frustraba en algún momento al no poder describir con palabras lo maravilloso que era lo que
observaba, además mientras conversa con su maestro Arquías se dice que el hombre es
maravilloso porque es un ser pensante. Además de platicar sobre la poesía, su maestro afirmo que
el todo debe ser equilibrado y por último le comento acerca de la inmortalidad del pensamiento,
ya que él le decía que lo mortal es el cuerpo humano y que en cambió los pensamientos quedan
plasmados para toda la vida.
Al platicar con su abuelo, el tema de conversación fue sobre el patriotismo y el carácter, le dijo
que al hombre se le conoce por su carácter ya que esté era la esencia de su masculinidad, que
siempre debía defender a su patria, Roma, que siempre que tropezara se levantara con más fuerza
y que enfrentara con sabiduría a sus enemigos, todas estas palabras de su abuelo lo conmovieron
tanto que empezaron a hacer ruido en su cabeza y juro que nunca olvidaría las palabras de su
abuelo y mucho menos su orgullo por ser un ciudadano romano.
Luego su padre, Tulio, le comentó acerca de Dios y le dijo que el primer deber que tiene el hombre
es para con Dios, que la felicidad sólo se halla con él, le aconsejó rezara para que nunca olvidara
que el hombre sin Dios no es nada.
Helvia, su madre, le dijo que todas las personas tienen un lugar y un deber el cual deben cumplir,
todo tiene una misión definitiva en la vida y que cumplirla es su deber.
Después, Marco reflexionó acerca de las conversaciones y se dio cuenta que habían sido diferentes
temas los tratados en cada una, pero que a pensar de la discrepancia entre ellas, en lo esencial
todas estaban de acuerdo y daba gracias por tener personas tan maravillosas en su vida.

Capítulo 8

En este capítulo se narra el momento en que Livia y Marco se conocen y como por esta
experiencia Marco se empezó a sentir diferente, empezó a experimentar una sensación que nunca
había sentido antes.
Una tarde Marco estaba admirando el hermoso paisaje que ofrecía Arpinum, cuando vio en el
puente de la isla a una joven muy guapa, quien correspondía al nombre de Livia Curio. Esta mujer,
dejó enamorado a Marco instantáneamente, ella era prima lejana de Quinto Curio y era prometida
de Lucio Sergio Catilina, (estos dos hombres eran enemigos de Marco). Dado dicho encuentro,
Livia salió corriendo y Marco regresó a su casa a cenar.
Mientras Marco cenaba se sintió distinto y con la impotencia de no poder decirle a nadie en la
mesa lo que le había sucedido, aunque Quinto su hermano insinuó que lo que le pasaba era que
estaba enamorado pero su abuelo replico que eso no podía ser posible pues Marco no conocía
según él a nadie por quien pudiera sentir aquél sentimiento, mientras su padre decía que no
estaba enamorado de alguna joven sino de la vida. Pero sólo Marco sabía que pasaba y era que
estaba realmente enamorado de Livia Curio.

CAPITULO 9
Se desarrolla todavía en la etapa dela infancia y juventud de Marco; se centra básicamente en el
romance que desenvuelve una serie de circunstancias y sentimientos, entre Marco Tulio y Livia
Curio.

A lo largo de este capítulo, podemos percatarnos sobre la fascinante y agitada vida de Marco Tulio
Cicerón, uno de los personajes más emblemáticos de la antigüedad. Es en este capítulo donde
vemos el lado inocente y radiante de la juventud de Marco al conocer su primer amor, Livia.

En este capítulo se pueden apreciar la participación de personajes secundarios pero no por eso
menos importante, como lo es Helvia la madre de Marco, Quinto, hermano de Marco y Arquías
filósofo y maestro de Marco.

En el capítulo 9, se puede apreciar varios aspectos importantes de la cultura, forma de vida y las
leyes de la época del imperio Romano, un ejemplo de esto es, la parte donde Helvia se da cuenta,
que a Maro le sucedía algo, y se preguntó si se había enamorado de una esclava, ella no aprobaba
que su hijo de buena familia coqueteara con esclavas, le parecía algo inmoral y desagradable que
no podía ser tolerado, aunque sabía que esto se hacía en Roma recurrentemente, pero con esto
Marco podría perder su STATUS LIBETATIS, o sea ser libre y no esclavo.

La filosofía romana era politeísta, y estaba basada en el hombre y su origen, con las incógnitas que
surgían ante la interrogante de su origen, su única y última instancia para resolver dichas
incógnitas, era recurrir a la creencia de los dioses. Muchas cosas que se escapaban de la
comprensión de la mente y raciocinio del hombre eran: ¿De dónde venían los hombres?, ¿Quién
había establecido los límites del mundo? ¿Quién había creado las leyes? ¿Quién había dispuesto
todo de un modo tan intrincado y con tan minuciosa precisión? La verdad es que, decía Arquías,
los hombres no saben nada acerca de esto.

Es así donde podemos remitirnos a los diálogos de Antígona y Creón donde las leyes
consuetudinarias pueden ser de la misma jerarquía que las leyes que dictaba el César para algunas
personas, mostrando así la filosofía tan basta que existía en la antigua Roma.

Una costumbre que podemos encontrar en este capítulo es la ceremonia de la adolescencia en los
varones después de los 14 años, que se creía ya estaban en edad de casarse, pero casarse no era
cosas de soñadores sino un requisito para pertenecer a la sociedad, una sociedad reconocida
como moral.
CAPITULO 10

Es en este capítulo donde podemos enterarnos sobre la vida que día con día se vivía en Roma.

Los pueblos de Italia sometidos bajo el dominio Romano, trataron de poner fin a las injusticias que
se vivían hace muchos años antes de que naciera Marco Tulio. Flacus trató de conseguir derechos
y privilegios para sus habitantes, pero no lo consiguió.

Todos eran regidos según las leyes de Roma, eran tiempos difíciles a causa de los caprichos del mal
gobierno, se veían sobornos a los recaudadores, y si no se le sobornaba lo suficiente podía
incautarse cualquier clase de mercancía.

Los pueblos dependientes de Roma estaban obligados a proporcionar soldados al ejército romano
con mayor proporción que las familias de la metrópoli.

Los magistrados con sede en Roma, podían apoderarse de lo que quisieran, aun en contra de toda
voluntad y fuerza, así también como imponer cualquiera de las disposiciones más arbitrarias,
injustas e incluso insoportables, así fuera su voluntad y realizar cualquier tipo de atropellos.

Por el solo hecho de ser ciudadanos romanos, podía uno sentirse a salvo de los abusos del ejército,
magistrados y cónsules, era solo obteniendo la ciudadanía, como se podía vivir tranquilo. Sin gozar
de esta ciudadanía, las personas eran tratadas peor que perros.

Hubo un tiempo en el que la ciudadanía romana se concedía a todos los itálicos de mérito sin
distinción, pero como en provincias surgió una poderosa clase media y los romanos se alarmaron
por ello.

El obtener la ciudadanía e todo aquel que no tuviera antepasados ilustres, no hubiere nacido en
Roma o relacionado con senadores, magistrados, o influyentes en Roma era, imposible.

Capítulo 13
La lectura de este capítulo en especial me enseñó de una forma el beneficio que trae el no
reaccionar de manera brusca o explosiva antes los chismes generados dentro de la misma
sociedad, ya que es algo que siempre sucederá y sin embrago nuestra estabilidad personal
dependerá del saber reaccionar ante estas circunstancias. Además de analizar nuestro propio
comportamiento con los diferentes individuos que compartimos la mayoría de nuestro tiempo, ya
que no podemos comportarnos igual con nuestros padres que con nuestros amigos ya que son
sectores muy diferentes, y es mejor guardar distancia en algunos aspectos, para crear una buena y
mejorada imagen social.
Por otro lado la actitud de Aurelia, me deja en claro que debemos aceptar esa separación forzosa
que debe haber en determinado tiempo entre padres, o familiares y los hijos, ya que siempre es
bueno dejar que ellos mismos descubran el mundo sin la presencia de un ser superior que los
corrija todo el tiempo; ya que esto en algún determinado momento puede llegar a ocasionar
especulaciones negativas no solo del niño sino de la familia en general.

En este capítulo encontramos que años más tarde el mismo Marco escribió acerca de los César,
expresando así:
“Serán recordados entre los grandes, pero nadie estará completamente seguro de en qué consistía
su grandeza; con los poderosos los César eran atentos, serviciales, sacrificados y leales. Con sus
iguales eran amables y algunos los consideraban como retraídos.” Su compañía era agradable y
entretenida; ocasionalmente entraban en discusiones; por lo regular se mostraban de acuerdo
aunque en el fondo fuera evidente no lo estaban. Marco también decía que eran graciosos,
hipócritas, y que hablando jamás formulaban una opinión, también se les era posible considerar
como deshonestos, pero al mismo tiempo encantadores; y totalmente insinceros pero al mismo
tiempo flexibles; su ventaja sin duda alguna era no mostrarse reacios frente a los chismes que
pudieran incurrir acerca de ellos o incluso sobre cualquier otra familia; ya que por lo regular
siempre hablaban bien de sus amigos y vecinos.
Así que finalmente los poderosos contribuyeron a la “buena suerte” de la familia; porque a los
poderosos les gustan los sicofantes (llamados así a los que hoy conocemos como soplones). Los
iguales les estaban agradecidos por su amabilidad y los inferiores-no deseaban otra cosa que servir
a personas tan nobles y excepcionales.
Por otro lado Aurelia, controlaba muy estrechamente al pequeño Julio César; no quería perderlo
de vista ni un momento, así que siempre lo llevaba con ella cuando iba de visita a casa de los
Cicerón, con el pretexto de que su hijo recordaba con cariño a sus antiguos compañeros de juegos.
Por lo que Marco encontraba a Julio, divertido pero irritante.

El calor del verano apareció de manera prematura en la “agobiada ciudad”; sobre la cual cayeron
fuertes tormentas como si reflejaran una guerra; jamás habían estado las calles tan intransitables
y a la vez malolientes. Los colores parecían exageradamente “vivos”, desde el hiriente y
penetrante azul del cielo hasta los rojos y azafranados amarillos y ocres de los altos edificios, de
las plazas y los templos. Hecho que sin duda hacía pensar ocurriría una catástrofe.

Capítulo 14
Este capítulo va más enfocado a las ideas que se tienen sobre la abogacía y para mi hay ideas un
tanto erróneas al decir que el estatus social influye en la carrera o profesión que hemos de
desempeñar a lo largo de nuestras vidas; ya que nuestra posición social no debe interponerse
entre lo que nosotros deseamos hacer, ya que somos nosotros mismo quienes tenemos que elegir
a que nos dedicaremos en un futuro, sin importar el estatus, el sexo, el color de piel y otras
atribuciones que se han catalogado como obstáculos para desempeñarse en el campo laboral.
También puedo ver que para muchos el derecho no es más que un camino hacia el dinero que nos
está alejando del verdadero objetivo del desempeñar tan importante labor como lo es la de un
abogado el cual va a tener el objetivo de ver que se lleve a cabo la justicia en los diferentes
aspectos de la vida del ser humano, luchando para que no se cometan injusticias y se castiguen a
quienes desafortunadamente las cometen, y sin embargo en nuestros días podemos ver a
nuestros propios funcionarios que solo van encaminados a la remuneración de esta profesión,
dejando atrás el bien común.
Respecto a los amoríos aquí mencionados; puedo discernir que cuando no se pueda lograr el amor
con una persona no debemos huir instantáneamente con otra para evitar pensar en lo acontecido,
ya que al realizar esto solo estaremos profundizando nuestra agonía.

Este capítulo comienza cuando Marco le cuenta a Arquías, las enseñanzas que adquiere de
Scaevola; la parte más crucial y emocionante de este capítulo es cuando Arquías le dice que: “Un
abogado honrado que cree honestamente en las leyes se morirá de hambre, por la falta de
clientela.” A lo que posteriormente Marco le contesta “pues yo me moriré de hambre”, respuesta
que sin duda muestra uno de los grandes ideales que poseía el personaje de Marco Tulio.
El maestro que enseña a Marco Tulio la abogacía fue el ya mencionado Scaevola, quien era un
famoso abogado de aquella época. Este gran abogado pensaba y afirmaba que los jóvenes sinceros
estaban locos y no creía en las virtudes humanas, pensaba que por la nobleza de Marco, este no
servía para ser abogado, idea que resultaba contraria a la que Marco Tulio tenía respecto al tema,
quien si creía sería su vocación, además de confiar en la justicia desinteresada, en las leyes; este
personaje tenía la pasión y el espíritu para llegar a ser un gran abogado, hecho que muchos
dudaban llegaría a suceder.
Uno de los consejos que le da su mentores que para ser buen abogado, se debe ser buen actor
para lograr convencer de que el posee la razón y además se debe creer en que uno es importante.
Scaevola dice que la ley es una “ramera”, porque se modifica según los intereses del hombre que
está en el poder, sin embargo Marco creía que las leyes estaban por arriba de las exigencias y la
codicia de los hombres.
Al mismo tiempo de este suceso Marco se encontraba herido por que su amor con Livia no pudo
realizarse, lo que lo lleva a relacionarse de una manera diferente con Eunice, la esclava de su
amigo que después fue liberada.
Posteriormente se entera de la boda de Livia Catilina con Lucio Curio un famoso guardia de Roma,
se encuentran en la escuela de espadachines de Gayo y tiene un duelo en el cual Marco sale
vencedor, pero no lo mata, porque los ojos de lucio le recuerdan a Livia, la mujer que siempre
amo.

Segunda Parte.

El abogado.

Capítulo 15
En este capítulo se narra acerca del problema legal al que se enfrenta Joel ben Salomón.
Comienza cuando Scaevola y Marco Tulio Cicerón están dialogando acerca de la situación política
del país, en la que Cinna dice ser fiel a la democracia, libertad y a la constitución, pero en realidad
no es más que un bribón porque el cada año se reelige sin consultar al pueblo además prometió
reducir impuestos y no ha hecho otra cosas más que perjudicar a la nación, pero Marco cree que
el pueblo desea paz.
Después Scaevola le pregunta que si ya está preparado para presentar su primer caso ante el
Senado, así como también le aclara que él estará presente junto con sus amigos, pero le advierte
que no tiene que apelar a ninguna ley porque no existe ya que su caso se refiere a un granjero,
padre de familia , con una esposa, 2 hijos y 3 esclavos quienes le ayudaban en sus labores, pero
que se encuentra arruinado y no ha podido pagar los impuestos, por lo tanto fueron embargadas
sus propiedades , ellos fueron encarcelados y ahora van a ser vendidos como esclavos porque así
lo determina la ley.
Marco insiste en que esa ley debió ser abolida ya que durante mucho tiempo no se aplicó, pero
como le aclara Scaevola ahora el gobierno necesita dinero pues ha perdido mucho en las guerras
civiles y este es su único medio de obtener dinero, además agrega que esta ley en un principio fue
creada para controlar a los derrochadores e irresponsables, pero el gobierno la aplica para
obtener ingresos urgentes.
Marco un poco desanimado desea remover el corazón de los senadores, pero Scaevola le advierte
que será casi imposible y tiene que preparar algo muy convincente para que logre su objetivo.
Acto seguido se fue al templo a orar para que todo saliera a su favor, al regresar en la casa de
Scaevola se encuentra con su amigo Noé ben Joel quien lo está esperando, al saludarlo comenzó a
llorar.
Tenía casi 2 meses que no se veían desde el día que Noe fue a su casa a contarle que su papa lo
había “vendido” para que se casara con Ezra ben Samuel , pues al ver que las obras teatrales que
Noe producía no le dejaban ganancias económicas y puesto que él era quien las costeaba, no está
dispuesto a seguir perdiendo, así que lo obligo a casarse con Ezra , Noe se negaba a casarse con
ella pues decía que parecía un camello, pero en realidad no era tan fea como él decía y podía
seguir costeando sus obras teatrales, por lo que acepto casarse con ella en una ceremonia
sumamente suntuosa.
Ahora lo tenía frente a él llorando, les conto a que su padre Joel ben Salomón hizo negocios con
algunos senadores, pero estos lo dejaron endeudado debido a las guerras, a las inversiones en
minas, fincas y en manufacturas que suministraban material de guerra, dejando aún más
endeudados a los senadores.
Cinna había reducido las deudas pero esto provoco que se redujeran también las cantidades que
debían a Joel, esto fue un duro golpe para los senadores pues solo reducía una mínima parte de la
deuda, como la mayoría de los senadores le debían a Joel armaron un complot diciendo que Joel
no le había entregado ningún valor que ellos habían pagado en su total, así como también se
apropiaron de sus bienes y de su dinero, lo encarcelaron acusándolo de estafa y de no pagar
impuestos, deshaciéndose de esta manera de la deuda
Había sido detenido en la mañana incluso sus hijas en conjunto con sus esposos habían reunido
dinero para sacarlo de prisión, incluso habían acudido con los senadores para entregarles el dinero
pero estos se burlaron, pues ahora les importaba quedar como gente virtuosa ante el pueblo,
Marco le pregunto si tenían documentos acreditativos, Noé respondió que habían sido
presentados a los senadores, pero Scaevola furioso comento que de nada servían esos papeles
pues el gobierno estaba dispuesto a robar y para demostrar que ellos amaban los leyes y las
respetaban hicieron documentos falsos.
Scaevola trato de convencer a Marco para que no fuer ingenuo y se diera cuenta que las leyes son
el capricho de los poderosos y que la Justicia ha sido desechada de Roma y le dijo que el mundo no
era para él.
Luego le dio una llave a Marco ordenándole que trajera unos documentos que estaban guardados
en un cofre y a Noe le pidió que escribiera los nombres de los senadores deudores de su padre,
agrego que todo político tenia secretos por lo que moriría antes de que fueran revelados, observo
la lista de Noe y comenzó: el primer senador era padre de su nieto, había cometido incesto con su
propia hija , su esposa al descubrirlo amenazó con denunciarlo públicamente , pero este la
enveneno, caso a su hija con un gay para ocultar la verdad y ahora estaba dispuesto a divorciarla
para llevársela otra vez a su casa; el segundo senador asesinó a Druso (héroe de Italia), si el pueblo
italiano supiera la verdad lo asesinarían; el tercer senador había seducido a 4 jóvenes mujeres
cuyos esposos eran sus colegas senadores y si estos lo supieran lo asesinarían; el cuarto senador
había tenido 6 esposas, pero ninguna le había dado un hijo pues él era impotente, sus primeras 5
esposas eran damas de alta sociedad y lo callaron por vergüenza, pero sin embargo tenía 2 hijos
muy guapos, cuyas madres y padres fueron sus esclavos asesinados por él, pero el necesitaba esos
hijos para que su apellido patricio prevaleciera, pues son quería que su sobrino se quedara con su
puesto en el Senado no con su fortuna, Marco le pregunto como explicaba la existencia de los 2
hijos, Scaevola le respondió que se casó con una joven humilde a la que amenazó que si negaba al
primer hijo mataría a su padre e hizo lo mismo cuando nació el segundo, pero termino
asesinándola con el nacimiento del segundo, pues ella no había guardado silencio y argumento
que había fallecido a causa de una hemorragia durante el parto.
Marco y Noe quedaron horrorizados con los relatos y Noe le pregunto a Scaevola de donde había
obtenido esos informes, el respondió que tenía los mejores espías y que además anteriormente
había tenido que echar mano de estos informes.
En seguida hizo llamar a sus mensajeros y dirigió una breve y respetuosa carta a cada senador para
recordarles que seguía poseyendo esos informes, también les pedía que retiraran los cargos y
devolvieran a Joel a su casa, de los senadores de los que desconocía algún escandalo se limitó a
hacerles creer que poseía cierta información y que deseaba platicar con ellos para que
desmintieran todo.
Scaevola agrego que todos los poderosos eran culpables de algo y que no se atrevían a atentar en
su contra y además le dijo a Marco que podía hacer que ganara su caso con solo mirar a los
senadores, pero Marco le dijo que prefería ganar por méritos propios.
Después Noé le dijo que el enviaría la vestimenta adecuada para su presentación al día siguiente
en el senado y le dio unos consejos acerca de cómo debía de actuar, es decir, moverse y hablar.
Al final Noe estaba más tranquilo pues sabía que su padre sería liberado y junto con Scaevola y
Marco brindaron porque todo saliera bien.

Capítulo 16

En este capítulo se narra sobre la primera vez que Marco Tulio Cicerón va actuar como abogado en
el juzgado.
Primeramente se hace alusión a los presentes que le son llevados por parte de sus amigos: Julio
Cesar quien le envía una varita que representa la autoridad y Noe ben Joel que le envía la toga
viril, las sandalias, los brazaletes y el anillo y junto con una nota en la que le avisa sobre la
liberación de su padre, todo para que acudiera dignamente al Senado.
Después Marco acude a ver a su papa para que este le dé un buen consejo sobre lo que tiene que
argumentar para defender a su cliente, Tulio le habla acerca de la situación de Roma porque ha
caído en manos de unos tiranos que han provocado que se confunda el amor a la patria con el
amor al gobierno y de esta manera han esclavizado a la población, Marco encuentra una
“solución” por llamarlo de algún modo a su caso y le agradece de sobremanera por haberlo
ayudado.
Acto seguido va con su mama Helvia para probarse la toga, pero ella le ayuda a reflexionar que la
vestimenta no hace al abogado, sino más que los conocimientos son los que le dan esa calidad y le
recuerda que ante todo debe de ser humilde.
Al marcharse a los juzgados se encuentra con una grata sorpresa pues su amigo Noe va por él , ya
en el camino van conversando sobre otros temas, era aun así Marco se encuentra sumamente
nervioso, pues el ambiente en el ciudad es muy ruidoso, con muchedumbre y el clima es caluroso;
pero al entran al Senado se encuentra con su maestro Scaevola, su amigo Julio Cesar ,su hermano
Quinto, otros abogados distinguidos, así como también con los senadores, pero entre ellos están
Curio (amigo de Sergio Lucio Cantilina) y el senador Servio.
Todos los acompañantes de Scaevola le dan sus mejores deseos, poco después Scaevola le
advierte a Noe que sus padres deben irse de Roma pues lo senadores podrían asesinarlos porque
saben que es peligroso que él se quede en la ciudad.
Después comienza la presentación del caso, al edil trata de humillar a Marco pues al momento de
mencionarlo como abogado de la parte acusada lo hace de una manera despectiva, así como
también se describe el caso de la siguiente manera: Persus es un ciudadano romano dueño de una
pequeña granja y 3 esclavos , es casado y tiene 2 hijos, pero al no pagar impuestos sus bienes
fueron incautados y el junto con su familia pasaron a ser esclavos para poder pagar la deuda,
enseguida le preguntan a Marco que tiene que decir al respecto pues Persus es culpable, pero
Marco les dice que desmiente la acusación, argumentando que la ley que fue aplicada es perversa
ya que en un principio esa ley de pagar impuestos fue creada para poner orden dentro de la
sociedad debido a que era muy notorio que los ciudadanos romanos despilfarraran el dinero, pero
gracias a esa ley se mejoró la vida de los romanos ya que permitió implementar servicios públicos
en la ciudad, pero ahora era mala porque era disfuncional, es decir, la que en un principio se creó
para mejorar ahora era utilizado con fines lucrativos y en perjuicio de los demás.
Luego entabla una discusión con el senador Curio pues Marco comienza a atacar a gobierno,
haciendo referencia al estilo de vida que ellos llevan, a la corrupción en la que se ha caído, a la
mala situación del país, incluso entre los presentes comienzan a murmurar que no saldrá vivió
pues taba diciendo la situación real del país, también Marco cita a la Justicia como un valor
supremo que es lo que realmente se debe de buscar pues Persus es un hombre que ha trabajado
honradamente y es injusto que se le esclavice solo por no poder pagar impuestos y les dice que es
mejor que le den su libertad a que después caiga en la delincuencia como muchos otros
ciudadanos y es tanta su pasión que rompe en llanto, mientras tanto afuera de los juzgados la
muchedumbre comienza a aclamarlo, el senador Servio decide sobre el asunto, fallando a favor de
Marco, pero le indica que la ley no puede ser derogada pues esto provocaría un descontrol total y
ordena la libertad de Persus y su familia así como también la restitución de sus bienes.
Ya en la salida todos comienzan a felicitar a Marco por su triunfo, Persus le besa la mano en señal
de agradecimiento, por ultimo al llegar a su casa su papa le dice que se ha dado cuenta de que el
no ha vivido en vano.
Capítulos 17

Considero que esté libro me pareció muy interesante, intelectual y necesario de algún modo,
puesto que aunque es muy grande y se ve muy pesado al leer cuando lo comienzas a leer y le
encuentras lo interesante te es necesario continuar y continuar, al mismo tiempo que lo leía estoy
segura que aprendí nuevas cosas, soy honesta y no lo leí completo, pero lo que leí me ha dejado el
criterio de recomendar muchísimo este libro, sirve de cultura general, es una bella historia y gusta
al leer.
En algunas palabras parece confuso el entender, probablemente es porque no estoy familiarizada
con esas palabras pero recurrí al diccionario y eso me ayudo demasiado.
Cicerón hoy es poco conocido.
Poseía cualidades, que en todos los tiempos han sido consideradas: amor a la libertad y defensa de
la justicia. Además fue un luchador por los derechos y las libertades del pueblo de Roma. Como
político alcanzó los más altos puestos de su nación. Sus pasiones fueron: la religión, la política y el
amor a su país. Sus pensamientos podrían extrapolarse a la sociedad actual en donde seguirían
siendo vigentes.
Sus ideas sobre religión, expresadas en su obra: “Sobre la naturaleza de los dioses”, revela sus
creencias y su apoyo al libre albedrío. Destacan sus opiniones acerca de un Dios único y la
situación con respecto al panteón de la mitología imperante que estaba siendo cuestionado por el
pueblo.
Fue insistentemente buscado por los políticos de su tiempo, que temían sus declaraciones y
deseaban se uniera a ellos. Pero Cicerón siempre permaneció al margen, defendiendo la verdad
por encima de todo. Su pensamiento hacia los malos servidores del Estado- tema tan actual,-que
tanto pululaban por Roma, lo, manifiesta en una carta a su amigo Atico, cuando dice:”Un
burócrata es el más despreciable de los hombres, aunque es necesario, al igual que los buitres son
necesarios, pero uno no puede admirar a los buitres, a los que de modo extraño tanto se parecen
los burócratas.
No me he encontrado con un burócrata que no sea mezquino, aburrido, casi necio, taimado o
estúpido, opresor o ladrón…¿Quién podría confiar en semejantes criaturas?.”

Puede decirse que fue un pacifista que odiaba el militarismo de su tiempo. Y por mantener esta
actitud integra y consecuente, sin importarle las consecuencias de su crítica y defensa de la
verdad, obtuvo como respuesta el ser descuartizado por orden de estos políticos y militares a los
que fustigó. Sus manos y su cabeza fueron separadas de su cuerpo y llevadas a Roma para
exponerlas al populacho. Su cabeza fue arrojada al suelo por un soldadote que con una patada la
arrojo al vacío de la historia. Esto quedara como baldón eterno de esos decadentes militares
romanos que así trataban a sus próceres. Su cuerpo, fue enterrado en el lugar ignoto en donde le
mataron. Así acabó la vida de un gran hombre que siempre lucho por los demás y defendió la
verdad y la justicia.
Como conclusión considero a Cicerón un hombre honesto, valiente, equitativo y justo, considero
que nosotros como futuros licenciados en Derecho debemos aprender de él, no seguir con la
falacia que todos piensan sobre los abogados, que roban e interesados, debemos ser como
Cicerón, honestos, prudentes, y también justos ante toda situación.
Capítulo 18
Marco disfrutaba del sol primaveral en su jardín de Arpinum. Apoyado contra el tronco de un
roble, releía una carta de Noë, que ya llevaba un año viviendo en Jerusalén con su familia.
Noë ben Joel saluda al noble Marco Tulio Cicerón:
Con gran satisfacción recibí tu última carta en la que me dabas cuenta de tus continuos éxitos.
Eres afortunado al haberte hecho de clientes que pueden enriquecerte con sus regalos. Como
señal de que no te olvida y en prueba de su eterna gratitud, mi padre te envía varias jarras de esas
pequeñas aceitunas negras de Judea que tanto te gustan y varios pellejos del mejor aceite, del que
ahora no hay en Roma, dadas las presentes circunstancias, y que vale su peso en oro. Además, te
envío muchas varas de lienzo egipcio blanco y de color, un pergamino del Faedo grabado por un
intelectual judío de mucha fama (algo excelente para tu padre), dos brazaletes de hilo de plata
incrustados de piedras preciosas, un arte en el cual sobresalen mis paisanos y que es un presente
para tu madre, y finalmente un escudo repujado con las armas de tu familia, destinado a tu
hermano. Acepta estos presentes, querido amigo, como muestra del cariño que os tienen los que
ansían veros de nuevo.
Acabamos de celebrar el primer cumpleaños de mi hijo Joshua en casa de mi padre, que es, como
sabes, donde vivimos todos. Fueuna magnífica celebración. Asistió como invitado de honor el
procónsul romano, que es amigo de mis padres y regaló a mi hijo una bella espada corta romana,
con una vaina incrustada de piedras preciosas. Mi padre no supo cómo expresarle su gratitud y
tuve que ser yo, como siempre, gracias a mi facilidad de expresión, el que le diera las gracias, y el
inocente romano se sintió complacido. La espada ocupa ahora

Capítulo 19

Este capítulo se me hiso muy interesante y te deja con ganas de seguir leyendo más.
Se trata de Marco Tulio Cicerón que es un gran abogado que se guía por el bien sin desviarse por
otras cosas como la riqueza, alguien se quiere deshacer de el y matarlo pero por suerte llego a su
hogar sano y salvo con ayuda de un centurión quien lo ayudo a llegar a Roma, el nada mas lo
ayudo porque Marco tenia conocidos en común en especial su mentor que era Scaevola y era un
viejo amigo del centurión, cuando Marco le contó a Scaevola todo lo que vivió en el tiempo que no
estuvo en Roma y en especial que lo intentaron matar se pusieron a pensar quien pudo ser,
Scaevola le regalo un esclavo para su protección porque el estaba en peligro.

Era un muy buen abogado y tomaba cualquier caso que le llegase y le llego uno que se veía algo
difícil de un señor llamado Casino el cual producía objetos de metal era sueño de una mina y hacia
cucharas y cosas de utilidad para los ciudadanos romanos, el problema que tenía es que el
gobierno de Roma le dijo que si podía producir armas para la guerra civil que se vivía en esos
tiempos, el acepto porque a eso se dedicaba pero luego el gobierno le dio la orden de parar la
producción de sus demás artículos y lo único que podía producir eran armas, y esa era su
inconformidad, estaba harto de la guerra.

Marco Tulio tomo el caso y fue a visitar a su amigo Julio Cesar a su casa muy bonita, él le pregunto
que lo traía a visitarlo y le conto lo que sufrió fuera de Roma cuando lo intentaron matar, pero que
en realidad iba para que le ayudara con el caso de Casino, que se revelaría contra el gobierno y por
eso necesitaba que lo pusiera en contacto con un magistrado que tenga en mente que es la
justicia y no se dejara guiar por otras cosas corruptas.

Después de días Casino fue a buscar a marco tulio enseñándole un oficio donde el gobierno le
permitía producir de nuevo sus objetos anteriores, el se lo agradeció mucho a Marco porque lo
ayudo, aunque no sabía como había pasado eso porque aún no había hecho nada porque no tenía
el nombre del magistrado a quien podía acudir, después Julio le mando una carta con el nombre
del magistrado y diciéndole que esperaba que sea de gran ayuda.
Fue a visitarlo después y le conto que ya había terminado con ese caso, brindaron y pasaron un
buen rato en casa de Julio; aunque Marco aun no sabía quién quería terminar con él.
El libro nos deja muchas enseñanzas, en el curso de romano que vi en la facultad todos los
conceptos que se nos enseñaron, están en el libro envueltos de una forma más entendible y fácil,
me ha gustado el libro, es fascinante en verdad Taylor Caldwell hiso un estupendo trabajo en esta
novela, me han enseñado de una manera más practica todos los conceptos que se vieron en clase,
como las funciones de un abogado, la forma de gobierno que es muy similar a la de ahora, las
funciones de los esclavos de Roma, como se podían liberar los esclavos, los problemas que se
suscitan, etc. Es estupenda esta obra.

Capítulo 20

Este capítulo es muy dramático y pequeño, se me hace muy impactante para Marco Tulio volverse
a encontrar a su viejo amor llamada Livia por casualidad en el templo, le afecto a Marco porque ya
no era quien el conocía ya era una persona fría y perdida su mirada ya no era la de antes reflejaba
frialdad y dolor, él quería ayudarla de alguna forma pero ella no la escucho. Ella tenía un hijito el
cual le quitaban porque decían que estaba loca, estaba muy preocupada a la llegada de su esposo
y no sabía que hacer, no era feliz, Marco Tulio le dijo que se divorcie de ese hombre pero tampoco
la escucho estaba perdida en sus pensamientos, como agonizando, luego escucho los llantos de su
hijo y salió corriendo del templo en busca de su hijo, Marco salió detrás de ella pero no logro
alcanzarla y se le perdió, se quedó con un gran dolor y con su esclavo el cual le sugiero que
regresen a casa pero el no quiso, caminaron por la ciudad de Roma hasta que llegaron a casa de
Marco y su mama lo vio extraño, no le conto nada pero su esclavo le contó lo sucedido, vio que le
dolió y no quiso tocar el tema al siguiente día solo se dio cuenta de que Marco aún no había
olvidado a Livia.
Siento que aquí se muestra la parte sentimental de este personaje que es Marco el cual aparte de
los problemas que tiene como abogado también tiene sus problemas personales.

Capítulo 21

Este capítulo de manera muy personal me permitió conocer un poco de lo que paso en la época
contemporánea de Roma, conocer algunos hechos que pasaron y que tuvieron gran trascendencia
a lo largo de la historia, algunos de los nombres mencionados me fueron familiares es ahí donde
me es posible identificarlos y saber un poco de ellos, saber quiénes eran, que fue lo que hicieron y
como era su forma de vida, cosa que yo desconocía antes de leer este libro y de tomar el curso de
Derecho Romano.
Así mismo me dejo otras enseñanzas que a simple vista pueden parecer muy irrelevantes o que
simplemente no tendrán mayor trascendencia en la vida, pero no fue así, este capítulo en especial
me remarca que muchas de las veces expresar lo que nosotros pensamos no puede ser del agrado
de otras personas y que de este modo nos criticarán por decir y hacer lo que nosotros pensamos
es correcto, aunque yo siempre he dicho que es más importante decir lo que piensas que darle
gusto a los demás, también maneja lo que es el temor a que por perseguir un interés podamos
cambiar radicalmente lo que somos, lo que hacemos y lo que pensamos.
Otro punto muy esencial es que las personas debemos de dejar de ser tan ingenuas, debemos
dudar de ciertas cosas ya que muchas de las veces las traiciones más grandes de la vida están
hechas por esas personas que juran ser tus amigos y que al final con tal de conseguir un interés
terminan traicionándote y todo gracias a que no sabemos pensar mal de aquellas personas a las
que queremos demasiado, las creemos de un modo distinto al que son, finalmente pude notar que
si nos dejamos llevar por las emociones no lograremos sacar ese dolor que traemos dentro y solo
terminaremos causando mal, lo mejor que podemos hacer es escuchar la voz de la experiencia.

La Historia continúa cuando Marco se encuentra almorzando con Scaevola y otros jóvenes
abogados, los cuales son muy pobres, durante la comida y de manera muy atinada se da cuenta
que Marco llevaba varios días muy serio, apenas probaba la comida pero bebía demasiado vino, lo
que Scaevola hace es anunciar ante todos que tiene una buena noticia para Marco, pero este no
tuvo ninguna reacción entonces Scaevola le pregunta a Marco que si este sería ignorado en su
propia mesa, a lo que Marco contesta estaba pensando en otra cosa, los demás presentes rieron,
entonces Scaevola anuncia ante todos que Marco cumpliría un año defendiendo a un viejo muy
rico contra la rapacidad de sus hijos, quienes deseaban despojarle de su fortuna, estos declaraban
que el viejo era incapaz de dirigir sus propios asuntos porque estaba loco, ellos pensaban esto
porque el viejo había publicado un libro polémico lleno de diatribas contra la corrupción y la
banalidad de la Roma moderna, clamaba contra el senado, criticaba el sistema que permitía a
funcionarios de poca categoría el llegar a senadores gracias al dinero y a las influencias, describía
como se había pasado del republicanismo a la democracia y los resultados que esto produciría, sus
hijos aseguraban que su padre estaba loco pero Marco no estaba de acuerdo con esto, el creía que
era un verdadero romano, veía mal a los hijos e idolatraba al anciano.
Así mismo les dice que el anciano había fallecido ya hace tres días y que le había confiado a el su
testamento y que en este le había dejado cien mil sestercios de oro, todos debían estar felices
porque ahora Marco era rico, a medias Marco intento sonreír, a esto Scaevola cree que se trata de
una mujer y le hace saber a Marco que hay cosas más importantes de las que deben preocuparse,
le habla del asesinato de Cinna, un cónsul.
Scaevola le hace saber a Marco que tiene miedo, vive sus días preguntándose cuando lo
asesinaran a él, a lo que Marco le hace saber que nadie seria capas de algo así pero Scaevola sabe
que muchos lo harían, le dice que uno de ellos podría ser Carbo, pero ese no era el tema de interés
así que comenzaron a hablar de Sila, Scaevola lo describe como un hombre genial, que si lograba
apoderarse de Roma lograría entonces la plebe entrar en cintura y que este no perdonaría a sus
enemigos, especialmente a Julio Cesar, amigo de Marco, Scaevola se ha enterado que este se
escondió, seguramente por temor, así mismo le dice a Marco que Carbo lo odia por saber que este
favorece a Sila, le dice que le gustaría que su sucesor fuese Marco, pero este pone cara de
incredulidad, Scaevola le dice que ese es un gran defecto de él, le hace saber que está mal ser
ingenuo, el creer que el mundo dice la verdad, que comete un error al no dejar convencerse que la
gente es embustera, le dice que su amigo Julio es una persona mentirosa que juega con la verdad
de un modo admirable para cumplir sus propósitos, pero Marco no quiso creer, es claro que
cuando hombres como Julio se muestran francos es motivo para ser precavido, pero claro Marco
nunca seria capas de pensar mal de aquellas personas a las que él quiere, ante el silencio de
Marco, Scaevola cambia de tema diciendo que el hombre nunca aprende de sus lecciones de la
historia y que este sigue su mismo camino hasta la muerte y que al hombre no le importaba si no
le cumplían sus promesas, sino que solo les bastaba con sentirse corrompidos y que Sila pronto se
apoderaría de Roma, lo que hizo que Marco perdiera la calma y los nervios, así que le confiesa que
este ha causado a Livia tanto mal, que este le ha causado tanto mal, Scaevola espera a que Marco
se recupere para no avergonzarlo y le dice eres joven así que te perdono, le hace saber que
aunque decidiera matar a Catilina no lograría liberarse de los sufrimientos ni hacerse inmune al
dolor, le aconseja no dar muerte a un hombre para que este deje de sufrir, si no que sería más
inteligente ponerle obstáculos, frustrarlo, enseguida se levanta para irse a su litera donde su hijo
lo esperaba, Marco se retira, al instante se escuchan gritos aterrorizados por parte de los esclavos
de Scaevola, arrancaron las cortinas de las ventanillas y a la luz de un farol que alguien sostenía a
lo alto, vio los rostros de sus asesinos y los reconoció, ni siquiera dijo nada cuando una puñalada
en el corazón termino con el, cuando llego la guardia solo hallo un grupo revuelto de esclavos que
lloraban y a Scaevola yaciendo muerto. Marco se enteró a la mañana siguiente al llegar a casa de
Scaevola, le costó trabajo asimilarlo, la pena se apodero de él y recordó las palabras proféticas que
este le había dicho, se preguntaba ¿Quién sería capaz de matar a un hombre tan bueno?, uno de
sus hijos le contesto alguien que no lo consideraba inofensivo, los números amigos y clientes de
Scaevola, habiendo oído el rumor de que había sido asesinado, no quisieron presentarse en su
casa por miedo a exponerse, los asesinos jamás fueron descubiertos, los senadores, tribunos y
cónsules se mostraron horrorizados e indignados, pero pocos asistieron al funeral.
La oración fúnebre fue pronunciada por Marco Tulio Cicerón, quien decía que no era a Scaevola al
que tenían que vengar sino a Roma, la voz de un patriota ha sido silenciada para siempre y cuando
mueren los patriotas, los hombres honrados no deben envainar sus espadas hasta que estén rojas
con la sangre de los traidores, el modo mejor de vengarlo sera no olvidandolo y oponiéndonos a
los tiranos.
En aquellos trágicos días, todos los sospechosos de simpatizar con Silia eran indefectiblemente
asesinados, las leyes carecían ya de valor y no de modo disimulado. Julio Cesar llevaba ya varios
días escondido, este pensaba que Scaevola no debió ser asesinado, pues la gente lo recordaría y
difícilmente lo olvidaría, Carbo encogió los hombros, Cicerón podía quejarse pero nadie le haría
caso, pues este era un abogado heredado por Scaevola y todos los magistrados hablaban bien de
él, a lo que Julio exclamo que si mataban a Marco él lo vengaría, le pidió a Carbo que fuera
razonable, que no era necesario hacer una carnicería por deporte, que Silia se aproximaba a Roma,
ahora tenían una guerra civil entre manos, Silia ya había desembarcado en la península, los
ejércitos de Carbo luchaban contra las fuerzas de Silia, mucho se decía que vencerían a sus
enemigos y eso incluía a Sila. Si Julio sobrevivía eso significaba que Sila y sus ejércitos serian
derrotados, en los días que siguieron, Marco casi se olvidó de sus penas ante las noticias
alarmantes que los correos traían a Roma, las tropas de Silia avanzaban rápidamente y las fuerzas
enviadas contra él se retiraban, si no ocurría nada que lo impidiera, Sila estaría a las puertas de la
ciudad al cabo de unos días, temeroso, Tulio le dice a su hijo que días difíciles están por venir para
el país, le pregunta si cree que su hermano Quinto pueda estar en Galia, pero Marco le hace saber
que ellos no han tenido nada que ver con ningún asunto, que no son gente de pleitos y lo que
deben hacer es seguir trabajando como siempre, era notorio que Marco estaba agobiado por
tantas cargas y ansiedades. Sentía miedo a menudo no podía dormir pensando en si su hermano
vivía o había muerto, por otra parte su padre Tulio, una persona invalida a la que él debía
proteger, su madre, hija y cuyos parientes luchaban contra Sila.
En general todos los asuntos familiares lo agobiaban, lo hacían mostrarse indiferente y a veces
enfermo. Pero el sabia que debía soportar todo y disimular para que sus padres gozarán de una
paz que quizá fuera la última, la muerte de Scaevola le había afectado mucho, en su mente le
parecía que su maestro estaba todavía vivo, constantemente escuchaba su voz la cual le decía que
no se preocupara, pronto Roma perecería, pero su recuerdo sobrevira, al despertarse Marco
prefería ser poderoso, ser un romano hasta los últimos días de su vida, esperaba que su vida fuera
larga al servicio de su país.

Capítulo 22

Este capítulo en especial marco un poco mi forma de ver ciertas cosas, cambio la perspectiva que
yo tenía hacia como es que funciona el mundo que nos rodea, por ejemplo pensé que era un error
temer a ciertas cosas que nos pasan, pero este capítulo me hizo ver que es válido temer, sentir
que de repente las cosas no están bien pero que es mejor tener fe de que pueden cambiar, así
mismo note que hay ciertas cosas que para nosotros pueden ser muy importantes pero para los
demás no lo serán, pienso que en parte esto se debe a que todos tenemos ciertas metas, lo que
para ti fue el sueño de tu vida, para otro era a lo más insignificante, esa idea me encanto puesto
que esas cosas son las que te cambian, las que te hacen diferente, único y no uno más del montón,
de ahí me llevo a otro punto aún más importante es decir que existen algunas cosas inexplicables,
cosas que pasan sin razón alguna pero que nosotros debemos afrontar con todo el valor del
mundo, no es fácil que cuando algo nos pasa simplemente lo veamos con optimismo puesto que
muchas de las veces estos cambios no son precisamente los mejores, no quiere decir que siempre
tengamos que ser optimistas.
Algo que me pareció más que importante, es que nada es seguro y que todo es incierto, me deje
reflexionando sobre si está bien preocuparse por cosas que no sabemos cómo serán, yo me
considero una persona que se preocupa mucho por como serán los días mañana, hay quienes me
dicen que estoy equivocada que debo vivir cada día como viene pero yo digo que también
debemos preocuparnos por lo que pueda pasar en unos días, este capítulo me hace pensar que
aunque no sepamos lo que va a pasar no quiere decir que tu no hagas nada porque esos días que
vendrán sean mejores.
Otro aspecto que se menciona es la confianza en las personas que nosotros queremos, pienso yo
que el que no confía no conoce la amistad.

Roma había caído en el desorden y en el terror, el bochorno agobiante y el sol implacable de un


verano excepcionalmente caluroso parecían confinar la gran ciudad dentro de sus vigiladas
murallas y aprisionar a los habitantes, que no se atrevían ahora a cruzar las puertas, porque Sila se
aproximaba a Roma. Por las calles se iba chillando que cuando Sila triunfara, habría en Roma
mucha más comida gratis y que a la gente ociosa e incompetente se le distribuiría grano, pan,
judías y carne y que hasta el vino seria gratis y correría abundantemente.
Las facciones alborotaban toda la noche, unos gritando que Carbo era un héroe y otros insistiendo
en que Sila era el liberador, por todas partes se oían las vulgares risotadas de un populacho
ignorante y envidioso. La gente decente atracaba las puertas de sus casas y ponía esclavos
fuertemente armados en guardia permanentemente. El senado se reunió a puerta cerrada y los
asustados senadores discutieron si deberían irse.
Marco Tulio Cicerón siguió ocupado en sus asuntos y en sostener las temblorosas leyes, mientras
contemplaba ceñudo a la plebe romana. Si Sila triunfaba, la gentuza dejaría de gritar, reír, bailar y
vivir a costa del trabajo de sus vecinos, tendrían que trabajar si no querían morirse de hambre y
por primera vez Marco deseaba que Sila triunfara. La poderosa ciudad de las siete colonias
temblaba como asolada por un terremoto en el curso de aquellos acontecimientos y sus muros
rojizos, verdosos y ocres parecían estremecerse. Sus habitantes estaban excitados bajo el
tremendo calor. Por las calles pasaban soldados preparándose para defender las murallas contra
Sila. Todos esperaban noticias de Carbo y estas al final llegaron, había librado con Sila, lo había
derrotado cerca de Favencia. Carbo se había visto obligado a huir de Italia. La plebe se tranquilizó
y la canalla empezó a darse cuenta con la suerte que la esperaba.
Los que habían vitoreado a Carbo ahora susurraban que Sila tenía grandes virtudes, y los que
habían aclamado a Sila gritaban triunfantes. La muchedumbre corrió por las callejuelas en
dirección al Foro pidiendo a gritos la rendición.
Las personas decentes y trabajadoras seguían ocupándose de los asuntos de la vida normal y
ateniéndose a la ley, tratando dignamente de ignorar a la gentuza que escandalizaba día y noche.
Julio Cesar se ocultó con su joven esposa en la casa abandonada de un senador amigo, aunque no
dejo de estar en contacto con el mundo exterior, un día recibió un mensaje el cual leyó a su esposa
diciendo he recibido un mensaje de mi amigo Pompeyo quien como sabes, se ha pasado al bando
de Sila, ha sido el mismo quien ha capturado a Carbo en Cossyra hace una semana y le dio muerte
de propia mano, Sila despreciaba y odiaba este partido como aliado de la plebe de Roma, pero por
alguna razón que la historia nunca ha podido explicar, Julio no estaba alarmado. Procuro consolar
a su esposa por la muerte de su padre y le enjugo las lágrimas. Y le aseguro que, cuando llegara el
momento oportuno, ofrecería cuantiosos sacrificios en honor de Cinna y pagaría a los sacerdotes
para que rezaran por el descanso de su alma. A veces, encapuchado por precaución, se aventuraba
a salir de su escondite para hacer una visita al templo de su patrón, el dios Júpiter, padre de todos
los dioses, el invencible. A menudo se le veía en el templo intercambiar susurros con otros
parecidos a él, y los mensajes pasaban d emano en mano y eran escondidos bajo las capas para ser
enviados a otros destinatarios, a veces fuera de Roma.
Un día, estando Sila a muy poca distancia de Roma, Julio tropezó con Marco cuando este salía de
la Basílica de la Justicia. Marco vio solo una apresurada y delgada figura oculta por una capa y
capuchón, quedo sorprendido cuando una fina mano morena, saliendo debajo de los pliegues de
la capa, le agarro por la muñeca. Volvió la cabeza y no vio más que una boca que sonreía
débilmente a la sombra de la capucha aunque aquella sonrisa y la blanca dentadura que recluía
tenían algo de familiar.
No pronuncies mi nombre, amigo, le dijo la voz, que el reconoció al instante, vamos, busquemos
un sitio apartado donde podamos hablar, Marco se sintió alarmado, pero Julio, aun agarrándole la
mano por la muñeca, cruzo con la sinuosidad de una serpiente a través de la multitud y los dos
jóvenes caminaron sin aparentar mucha prisa hasta el pie de la gran escalinata que parecía al
Palatino, es entonces cuando Julio le dice que siete mucho que mataran a Scaevola, porque, sabía
que Marco lo quería de verdad, sinceramente. Pero ha sufrido el destino de todos los hombres
libres que viven en una democracia: morir por la espada o la calumnia, menos mal que la
democracia se acabara en un cuanto Sila se apodere del gobierno, a lo que Julio replico, supongo
que no me traicionarías aunque tuvieras un león en la garganta, Marco se sentía muy disgustado,
era evidente que Julio no temía a Sila. Eso significaba que o bien era un traidor a su propio partido
y pueblo o era un jactancioso, o quizá las dos cosas.
Julio estaba convencido de que podía contar totalmente con la amistad y buena voluntad de
Marco, entonces Marco le pregunto si sabía algo de su hermano Quinto, se entera de que está
vivo y logra sentirse aliviado y alegre. Las tropas de los cónsules, que estaban al abrigo de las
murallas, se disponían a rendir sus armas. Los oficiales y soldados de Sila, descansando tras la
matanza de aquellos itálicos, pudieron oír el atronador rugido de la ciudad que tenía a la vista:
eran los gritos del populacho que daba vivas al general triunfador. Sila sonrió enigmáticamente,
era un hombre al que llamaban mitad león, mitad zorro porque, a pesar de su carácter frio, se
dejaba llevar por arrebatos de rabia que le enrojecían la cara. Creía en el poder y había llegado a
odiar a los débiles senadores que aceptaban sobornos y vendían a sus clientes y amigos, era un
romano chapado a la antigua, implacable en sus deseos y ambiciones, ahora estaba determinado a
vengarse y no se conformaría con el título y la posición de cónsul de Roma, si no que se nombraría
dictador.
Fue lo bastante inteligente como para prometer a los itálicos que, si lograba apoderarse de Roma,
no derogaría las franquicias y libertades concedidas a los pueblos de la península. El declaraba que
había venido a instaurar la república, pero no sonrió, entro en Roma cuando se había
desencadenado una tormenta tan terrible que asusto incluso a un pueblo acostumbrado a
tormentas. En el templo se conservaban los famosos libros de la Sibila, que desaparecieron entre
las llamas. Sila a poca distancia, fue testigo del terrible incendio, que desafío incluso a la lluvia. Los
militares de personas que se habían congregado para aclamar a Sila quedaron enmudecidos por el
terror. Aunque Sila era un hombre inteligente y educado, como buen romano era supersticioso,
dijo a los oficiales que tenía cerca, habéis visto que el mismo Júpiter ha querido encender una
antorcha para guiarme. Pompeyo se irguió en la silla de su caballo, su silueta contra el cielo
lluvioso enrojecido por las llamas y pensó que su posición en Roma hasta hacia bien poco había
sido equivoca. Había fingido ser del partido de Mario para salvar su vida, aunque era del partido
senatorial. Había servido a Sila como espía y oficial de enlace en los que los años que vivo en Roma
y después se incorporó a su ejército en el último periodo de la guerra. El caso de Pompeyo relucía
tanto por los relámpagos como por los reflejos del fuego. Era un joven con ojos de hombre mayor.
Su ancho rostro tenía una expresión impasible y su corta nariz prominente en sus carnosos
contornos.
Los relámpagos continuaron iluminando las blancas columnas y los pórticos de los edificios del
foro, así como las casas que se aglomeraron en las colinas, de modo que pareciera que se
incendiaban tan solo para volver a sumirse en la obscuridad. Entre los oficiales que contemplaban
el horrible espectáculo de aquel crepúsculo con incendio estaba Lucio Sergio Catilinia que al fin
regresaba a casa sin dejar de haber conspirado ni un momento. Alzando la cabeza pudo ver a Sila
en su caballo negro, destacando sobre los otros, como un dios silencioso indiferente a la furia
desatada en torno a él y como si ni siquiera se diera cuenta de su existencia.
Todo lo que Catilinia odiaba y aborrecía estaba ahora a merced de Sila y sus oficiales, Sila espoleo
su caballo, haciéndole girar. Su casa y todas sus propiedades le había sido confiscada cuando huyo
de Roma para refugiarse en el este, pero ahora su casa, adornada con flores, esperaba su regreso.
La tormenta hizo que la gente que se había echado a la calle para darle la bienvenida se
dispersaba, los restos del templo de Júpiter se desplomaron entre ascuas, que se fueron apagando
conforme avanzaba la obscuridad, quedando tan solo en pie algunas columnas que parecían
brazos de gigante suplicantes. Aquella noche ya no había ninguna Sibila que advirtiera a los
romanos que su Republica acababa de morir, solo quedaron los fantasmas de los muertos para
decir lúgubremente Sic transir Roma.

CAPITULO 23
El capítulo 23 de este libro me dejo como enseñanza como un gobierno puede tener la capacidad
de someter a sus habitantes y de cómo estos permiten que este miedo llene sus vidas. Que el
miedo puede causar mucha soledad, temor, tristeza, una profunda depresión en las personas.
Que la tiranía es mala, que puede llegar a destruir muchas vidas y el uso del poder de una forma
inadecuada o sea abusando de este causa grandes estragos en una comunidad.
Aprendí que el tener poder no significa tener el control, uno puede ser muy poderoso pero utilizar
ese poder para dañar a las personas y perdiendo y olvidando el fin por el que se les dio ese poder.
Pero también que dentro de la desgracia y la desesperanza, hay personas que o pierden la fe ni la
esperanza de que los tiempos y las circunstancias cambien y mejoren.
Que hay personas que luchan y siguen adelante y que quieren triunfar a pesar de todo; persona
que no tienen de los que lo propagan; personas que creen en el cambio, en el progreso de su
nación, de la sociedad, del mundo.
En el capítulo 24 aprendí que las leyes son las que deben regir al gobierno, y no que l gobierno
haga las leyes a su capricho y solo las que les convenga. Que la ley no puede ser quebrantada solo
porque no todos la ven de la misma manera.
Que muchas personas son hipócritas, falsas, sin moral; pero aún hay otras con dignidad, principios
y buenos sentimientos; personas justas y leales con la justicia.
Que como abogados se debe cumplir la ley d manera justa de acuerdo con lo establecido, se debe
ser honrado y honesto, que debe tener razón, debe obedecer las leyes justas y no hacer caso de la
leyes caprichosas de las personas que son tiranas.
Quela ambición es el origen de las guerras, de la destrucción y de la muerte; que por esto la ley no
debe basarse en ambiciones.
Muestra también que aun cuando una persona es mala, egoísta, tirana, ambiciosa, también puede
llegar a hacer algo bueno, independientemente de los fines con que lo haga.
CAPITULO 24

El capítulo 24 trata acerca de que Marco Tulio aun no perdía las esperanzas de que todo cambiara
y pedía a Dios para que todo ese miedo, terror, desesperanza, y soledad se fueran de Roma
De que Sila había tomado el poder de Roma para restaurarla pero no era verdad la tomo para
destruirla había acabado con la tranquilidad de la ciudad, había causado muchas muertes de
civiles inocentes y causado la desgracia de muchos.
Marco repudiaba a Sila por estos hechos tan barberos de su parte.
A pesar de los malos tiempos en roma, Tulio como abogado que era seguía teniendo clientes no
muchos como antes pero aun los tenia, y a pesar de los malos tiempos seguía creyendo que todo
iba a estar bien y seguía las leyes y creía en la justicia.
El poder de Sila sobrepasaba incluso a las leyes y las hacia a su capricho y a su conveniencia, es por
esto que a Marco Tulio no le agradaba mucho.
Marco ahora tenía a un grupo de discípulos a quienes les daba clases y enseñaba acerca de las
leyes; cierto día llego un centurión que veía de parte de Sila pidiéndole que por favor le
acompañase ya que el señor Sila solicitaba su presencia invitándole a desayunar.
Marco trato d evadirse diciendo que tenía un caso urgente que atender ante el ministro, el
centurión se ofreció a llevar le en su carruaje tirado por eslavos al ministro y arreglar su asunto
para después llevarle con su señor.
Marco acepto la invitación y así pues se dirigieron primero ante el ministro y este se dio cuenta
que iba acompañado de un empleado del señor Sila y por este hecho le concedió el triunfo en el
caso por lo cual Marco se sintió asqueado.
Después se dirigieron a la casa de Sila para hacer acto de presencia, al llegar ahí se presentó ante
Sila y este le invito a sentarse, ahí se pusieron a platicar sobre temas relacionados con Roma y con
las leyes; Marco seguía preguntándose por que Sila lo había invitado y no encontraba respuesta.
Después vio entrar a otro invitado de Sila y se sorprendió mucho al ver que esa persona era su
viejo amigo Julio a quien nunca le creía lo que decía porque era un tipo embustero.
Marco seguía sin entender que hacia ahí, porque Sila lo había mandado buscar y para que estaba
ahí Julio. Comenzaron a platicar de manera calmada pro a la vez con mucha tensión.
De repente Sila le dijo a Marco la razón del porque estaba ahí, le conto que muchos soldados le
habían dado la espalda cuando se dio la guerra con China y que a estos los mando matar, pero que
también hubo quienes lo apoyaron y pelearon con el hasta el final, le cometo que uno deseos
guerreros había sido su hermano, que este se encontró muy mal herido en el campo de batalla
pero que Catilina, un enemigo de Marco, había salvado de morir.
En ese momento Marco sintió algo en el pecho una gran alegría porque hacía ya un año que ni el
ni sus padres sabían algo de el.
Sila le dijo que su hermano estaba al cuidado de Catilina en su casa y que su médico personal le
atendía le dijo que había posibilidades de que viviera.
Marco pidió verle, Julio le acompaño a verlo y lo vio tan demacrado que no podía creer que fuese
su hermano; este abrió los ojos y lo llamo por su nombre y volvió a dormir; Marco sintió un gran
pesar, pero tuvo esperanza de que su hermano se mejorara.
Capítulo 25

* Resumen

Helvia la madre de Marco escuchó atentamente el relato del encuentro entre su hijo con Sila, le
habló también de Quinto y le dijeron a Tulio su padre.
Poco a poco el invierno fue cediendo el paso a la primavera. Marco seguía enfocado a su carrera,
aun con una constitución abolida.
En una ocasión Marco regresó deprimido de los tribunales, un pasante le dijo que una misteriosa
dama lo había ido a buscar con motivo de un testamento, pero no se identificó, por los datos que
se le dieron creyó que se trataba de Livia.
Los rumores aseguraban que Catilina había malgastado su fortuna, así como la de su esposa. Y si
se divorciaba, debería devolver su dote. Aurelia Orestilia era una mujer muy rica y estaba
enamorada de Catilina, se hallaba dispuesta a casarse con él si se divorciaba de Livia, pero antes el
debería devolver su dote.
Marco se dio cuenta que no había podido olvidar a Livia, entonces escribió a Aurelia César, su
antigua amiga para pedirle aclaraciones sobre lo que había sido de Livia, le contesto diciendo que
Livia no se encontraba en Roma. Marco se volvió a deprimir por la situación de Livia, este hombre
era tan terco y persistente en lo que sentía, que hasta lo vemos traducido hasta su vida amorosa.
Estos pensamientos lo pusieron furioso y aumentaron su emoción. También corrían muchos
rumores sobre Lucio Sergio Catilina, el aristócrata, el amigote de la gentuza más vil de Roma: los
indisciplinados hijos y nietos de esclavos y libertos, actores, gladiadores, criminales, pugilistas a los
que debía una fortuna, apostadores de dados, propietarios de caballos y carros de carreras y todo
el vasto y sucio bajo fondo de Roma. La ley romana disponía que el hombre pasara a ser
propietario de la fortuna de su esposa al casarse con ella, pudiendo disponer de la misma como
quisiera, pero también establecía que en caso de divorcio el esposo debía devolver la dote de la
esposa.
El dolor anímico de Marco parecía extenderse más allá de él: aquel mundo escandaloso y ruidoso.
¡Debería haber un fin para el poco armonioso estrépito que procede de los seres humanos! El
tigre, el águila, el río, el león, el trueno eran magníficos clamores de la naturaleza. Sólo el hombre
desentonaba, sólo el hombre aportaba la discordia, el laúd desafinado, el tambor roto, la
trompeta agujereada. Se hallaba exiliado en esta tierra, porque sólo él estaba afligido por el
pensamiento y éste puede destruir y matar a un hombre. Sólo el hombre conoce la verdadera
pena. ¿Para qué había sido creado?
Si de veras se ha cometido un asesinato, estaré de tu parte, Marco, pero fue la madre la que mató
al niño y luego se mató ella misma. -Sobre sus ojos cayó como un velo.- Estoy convencido de eso.
Catilina estaba con nosotros cuando tuvieron lugar hechos tan horribles. Deja que esa joven
descanse en paz, entre las cenizas de sus antepasados. Lanzar acusaciones sin fundamento, que tú
serás el primero en lamentar cuando recuperes, la calma, no le va a servir de nada a Livia. Todos
los amigos de Catilina, de acuerdo con los médicos que la asistieron, hemos declarado hoy que ella
y su hijo murieron accidentalmente por haber ingerido alimentos en malas condiciones. Si te
hemos dicho la verdad, es porque confiamos en tu discreción. Quizá hayamos sido imprudentes al
confiar en ti.
Esta carta dejó a Marco desolado y se sintió como un viejo pellejo de vino, vacío hacía tiempo y
ahora reseco y sin sustancia. Livia no había ido a verle. Y perdió aquel gusto que de repente le
había tomado a la vida y se quedó mirando alrededor, aborreciendo su existencia, sus muertas
esperanzas.
Ya no podía engañarse más. Sin Livia, él no era nada. Y esta revelación constituyó un durísimo
golpe.
¿Era posible que durante todos estos años hubiera vivido con la esperanza de recuperar a Livia
algún día?
Sabía que tenía una herida en el alma, pero había confiado en vivir herido, lo mismo que habían
vivido otros hombres. Hoy había comprendido definitivamente que eso no sería posible. Durante
unas horas había visto la luz y la vida se había convertido en un éxtasis de rico colorido. ¿Cómo
podría soportar ahora una vida incolora, vulgar, ocupado sólo en las cosas que debía hacer, las
palabras bien meditadas que debería decir, los pasos que debería seguir cuidadosamente hasta la
tumba, los aburridos libros que debería leer, los casos sin interés que debería defender ante los
jueces?
Ahora que podía permitirse el lujo de tener una litera con dos porteadores se hizo llevar a su
casadel Carinae. Durante el corto trayecto llevó las cortinas echadas. No quería ver la ciudad, ni
sus gentes ni sus calles. Estaba luchando consigo mismo. No he encontrado mi existencia tan
intolerable hasta hoy, pensó.
Seguro que mañana podré continuar como si tal cosa. Por algo soy hombre.
Quinto estaba en casa, todavía en cama, aunque recuperándose rápidamente. La fortaleza de su
organismo le ayudaba. Como siempre, se hallaba en su aposento rodeado por varios amigos que
jugaban a los dados sobre las mantas. Para Marco, que tenía pocos amigos, si es que tenía alguno,
era un tremendo misterio cómo se las arreglaba Quinto para tener tantos y cómo disfrutaba de
ese modo en su compañía. A
Marco le parecían unos jóvenes inexpertos que aún tenían que aprender mucho de la vida.
Atestaban el aposento, que era el más grande de la casa, como cachorros de oso, riendo, gritando
y maldiciendo mientras arrojaban los dados, soltando puntapiés, fingiendo ira y bebiendo vino. A
Marco lo tenían por un hombre mayor muy serio, aunque sólo les llevaba cinco años. Él, en
cambio, los consideraba unos chiquillos. Hoy quiso evitar encontrarse con ellos y no oír su
alboroto, pero cumplidor de su deber, como siempre, se detuvo ante su puerta para saludar a
Quinto y, como siempre, le invitaron a beber un cubilete de vino, cosa a la que él se negó
amablemente, también como de costumbre. Vaciló por un momento y se quedó mirando a
Quinto, y entonces recordó que éste aún no le había mencionado ni una sola vez el nombre de
Catilina.
El dolor anímico de Marco parecía extenderse más allá de él: aquel mundo escandaloso y ruidoso.

Capítulo 26

* Opinión:

Yo creo que el hecho de hacer un testamento es muy importante porque los intereses de la
persona se ven velados.
Sin embargo como el caso que se presenta de que muchas veces el testamento se puede hacer
que las personas actúen de una manera indebida, o que se llegue a presumir de algún acto ilícito
cuando la muerte de la persona que dejo una gran herencia sea de una manera antinatural.
Me llamo mucho la atención de que Marco aun que ya no sentía lo mismo por Livia no dijera que
estaba loca, porque era como degradarla como persona como decir que no estaba consciente de
sus actos aunque fuera un suicidio, yo creo que el decir que estaba loca era como para encubrir un
homicidio.
La enseñanza que me dejo es que debemos ver más allá de las situaciones no cegarnos a un punto,
o como los caballos que al momento de estar en una carrera solamente miran hacia enfrente y se
cierran hacia ciertas ideas, sin embargo si nos quitamos esos conos que están tapando todo el
panorama, que es cierto que
Podemos llegar a distraernos sin embargo nos dará una perspectiva más amplia por ejemplo
podemos ver quien es quien lleva la delantera y quien es quien está ocultando algo que puede ser
de nuestra ayuda.

* Resumen

Los días tristes prosiguieron implacables, un día Lucio visitó a Marco con Catilina, se saludaron y le
agradeció por salvar a su hermano, el mismo se había interesado por el estado de Quinto.
El asunto de la visita, era para preguntar si Livia había acudido a él como abogado para redactar su
testamento, negó saber algo pero se delató al mencionar la ausencia de Livia, por lo que los dos
presentes se sorprendieron. Catilina comenzó a interrogar si se conocían, se molestaron, Julio
advirtió a Marco que Livia estaba loca, Marco lo negó, le contaron que ella misma envenenó a su
hijo y después se suicidó, por eso averiguaban si hizo testamento, en un arrebato, Marco acusó
Catilina de haberla asesinado y a Julio de cómplice, pero también lo negó. Indignado Marco le
pidió apoyo para demandar asesinato, al final se marcharon.
Aquella noche pidió a su madre y su hermano que fueran a verlo. Se sentó tras una mesa como si
fuera un juez y no un hijo y un hermano. Les contó la muerte de Livia y su hijo. Habló
tranquilamente, aunque su rostro estuviera ojeroso y macilento por el sufrimiento. Entonces alzó
los ojos hacia Quinto y dijo:
-Eres mi hermano y te quiero más que a mi vida. No has pronunciado el nombre de Catilina ante
mí porque sabías el odio que sentía hacia él y mi amor por Livia. Y ahora te digo, Quinto, aunque te
quiero más que a mis padres, que habría preferido que hubieses muerto en el campo de batalla
antes que deberle la vida a ese hombre.
Después, acostado en su cama sin poder conciliar el sueño, recordó las juiciosas palabras de
Scaevola aconsejándole que no matara a Catilina, pues eso no era suficiente. Sólo podría vengarse
de Catilina de una manera: destruyendo lo que él más deseara.
Y lo descubriré, aunque me lleve todos los años de mi vida, se juró solemnemente a sí mismo.
Miraron sonrientes al abogado.
Entonces Marco vio a Catilina por encima del hombro de Julio. Iba vestido de capitan, con
armadura y un casco que brillaba como el sol, cincelado e incrustado de coloridos esmaltes. Su
espada corta le colgaba a un lado. Tan guapo y majestuoso como un joven dios Marte sin barba,
sus extraordinarios ojos azules eran joyas relucientes. Sus miembros magníficamente formados
parecían los de una estatua.
Hombros anchos, cuello perfecto. Sobre la armadura llevaba una corta capa roja, brazaletes de oro
en los brazos y anillos en los dedos. Causaba una impresión de poder, esplendor y disoluta
indiferencia. Se mantuvo en silencio, observando a Marco. Si sentía enemistad o desprecio, no lo
demostró.
Marco no supo qué decir y entonces Catilina, que era más perspicaz, sonrió. Y con aire candoroso
le tendió su mano de soldado. Con gesto reflejo, Marco tendió también la suya, pero un instante
antes de estrecharse, se detuvieron y no se tocaron. Los dos las dejaron caer, como si entre ambas
manos se hubiera alzado una espada amenazadora.
Marco se sentó con brusquedad. El rostro de Catilina se animó por el interés. Julio se lamió unas
gotitas de virgo que habían quedado en sus labios y siguió mirando a Marco.
-¿Estabas enterado de tal testamento? -le preguntó con su voz más amable.
Marco se quedó sin habla por un instante. Sabía que lo estaban observando al acecho y que
sospechaban algo. Con mano temblorosa tomó su cubilete y se esforzó por tomar un trago de
vino. Al final, rompiendo el ominoso silencio que reinaba en la habitación, dijo:
-No sé nada de tal testamento.
Pero los dos seguían mirándolo fijamente. Julio con su característica amabilidad y Catilina como un
soldado miraría a un enemigo que se le apareciera de repente.
-¡Ay! -exclamó Julio-. Jamás has sido embustero. Por lo tanto, debo creerte. -Miró a Catilina y de
nuevo aquella expresión de advertencia brilló en sus ojos.- ¿Verdad que es increíble, Catilina, que
haya un abogado que no sea embustero ni ladrón? Mira a nuestro Marco, es la personificación de
la probidad y sería incapaz de mentirnos.
-¿Y por qué había de mentiros? -contestó Marco-. De haber estado encargado de tal testamento
no habría dicho «no sé nada de tal testamento», sino «los asuntos de mis clientes son
confidenciales y yo no puedo hablar de ellos». -Se sintió un poco torpe y ridículo.
-Claro -dijo Julio, tomando, otro documento al azar y examinándolo. Entonces soltó una carcajada-
.
¡Conque una dama desea divorciarse de su marido porque éste abusó de su hija! Debe tratarse de
una mujer de mentalidad estrecha. ¡Qué trivialidad! Al fin y al cabo todo queda en familia.
-¡Suelta mis documentos! -le gritó Marco repentinamente furioso. Julio lo miró, fingiendo
sorpresa.
-Te presento mis excusas, Marco -le dijo-. Siempre he sido curioso. Es un antiguo vicio mío.
-Los vicios antiguos a menudo matan -contestó Marco.
Julio cruzó los brazos y se relajó en la silla, pero siguió mirando a Marco con expresión de dureza.
-Liviano visitó a ninguno de los otros abogados. ¿Acaso te visitó a ti? La pregunta era directa y
feroz,
a pesar del tono tranquilo con que fue formulada. Y Marco replicó con brusquedad, sin poder
contenerse:
-¿Cómo iba a venir la señora Livia a visitarme si no está en Roma? -Inmediatamente se arrepintió
de esas palabras.

Capítulo 27

Empieza con una descripción de una isla la cual según el relato es sumamente hermosa y cálida ya
que es otoño además de que era reinado por la paz y que solo era perturbada por el ruido de los
animales de granja, la persona que estaba reflexionando todo esto era Noë ben Joel mientras se
deleitaba con la puesta de sol, pero añoraba la ciudad donde se hacía creer que era importante,
también andaba meditabundo pensando en él la obra de Jehova sobre si los seres humanos son
dignos del ser supremo ya que para él no somos más que adúlteros, embusteros y ladrones.
Al verse solo decidió buscar compañía, como Tulio estaba en la biblioteca y Marco estaba
meditando cerca del rio, después Noë hallo a Helvia que estaba tejiendo junto con las demás
mujeres así que decidió acompañarlas le vino a la mente que antiguamente las mujeres romanas
eran más virtuosas, sencillas y amables, Helvia lo llamo y el se sentó junto ella tomo una manzana
y estaba adormecido por el sonido de las ruedas de los telares, observándolas recordó a las
mujeres de la muerta república, al recordar eso se sintió deprimido, dialogo con Helvia por un
tiempo

Capítulo 28

La Obra de Noë llamada “El portador de fuego” la cual tuvo un éxito rotundo en Roma, el actor
Roscio creó una moda en esa época ya que tanto sus acciones, su forma de vestirse y las joyas que
utilizaba, causaba mucha impresión a las mujeres las cuales le dedicaban poemas y suspiros.
Los actores en roma no eran tan elogiados como a los deportistas los cuales eran en su mayoría
gladiadores los cuales en sus victorias podían pedir lo que quisieran, El portador de fuego era una
obra que se basaba en el legendario Prometeo el cual robo el fuego del carro de Apolo y lo trajo a
la tierra para que lo usaran los hombres y eso desato la furia de los dioses y castigaron a Prometeo
lo ataron a una roca y unos cuervos devoraban su hígado que era renovado constantemente, con
esa obra tuvieron un gran éxito, Marco fue a charlar con Atico sobre los problemas que tenía con
la ley y ver si se podían solucionar.

Capítulo 29

Marco y Julio se dirigieron a casa de Sila, acompañados por tres oficiales. Todo en la ciudad se veía
mal y se podía escuchar el murmullo de la muchedumbre.
Marco recordaba cuando Arquias le dijo que el tenia sangre de político, algo que Marco odiaba,
pero se puso a reflexionar sobre la grandeza de las leyes de Roma.
Llegando a la casa de Sila, se dio cuenta que era un buen ambiente, con buen olor y armonía, Sila
salió a recibirlo con gran jubilo y agradeciendo que haya aceptado la invitación a cenar.
Le informo que serían pocos invitados, que irían Julio, Pompeyo, Craso, Pisón, Curio y algunas
actrices y cantantes.
Marco se vio un poco incómodo, pues expreso que la ropa que llevaba no era para la ocasión,
observaron que la mesa donde sería la cena estaba bien acomodada con encajes y cubiertos finos,
saludaron a los demás invitados.
Todos los invitados platicaban mientras ignoraban a Marco, y se inició una conversación acerca de
Catilina y mostro que tenía los argumentos para ser un buen abogado.
Exclamo a todos su propósito de modificar las leyes de la antigua Roma, Sila se mostró molesta por
los argumentos de Marco, él se sintió avergonzado por la postura que Sila mostro.

Opinión:
Este capítulo de la columna de hierro me pareció demasiado interesante, pues la forma en como
Marco se hace resaltar entre tanta gente egoísta y la postura que el adopta mientras están en la
cena.
Más aun cuando uno de los invitados le pide a Marco que siga hablando y él le da a entender que
no trabaja gratis.

Capítulo 30

Después de la cena que tuvo con Sila y sus amigos, Marco se dirije a casa de Arquias y se ve
preocupado por preparar una buena defensa para Servio, visito a sus trabajadores, amigos y
familia.
Preparo una buena defensa y se la hizo saber a su defendido, Servio no se mostró conforme y le
dije que era demasiado arriesgado lo que planeaba argumentando que él siempre ha sido una
persona precavida.
Marco le hizo saber que las naciones precavidas siempre terminan siendo esclavas y le repitió
muchas veces lo que iba a argumentar ante el Senado y que no le pedía nada malo ni deshonroso
le puso el ejemplo: Si un hombre trepa hasta un pilar muy alto y luego se tira estúpidamente
creyendo que los dioses lo sostendrán con sus brazos y sus alas, ¿van a sujetarle éstos? No. Lo
lógico es que los hombres empleen la inteligencia y prudencia de que están dotados y que no
tienten a los dioses. ¿De qué le sirvió a Ícaro su imprudencia? Apolo derritió la cera de sus alas
presuntuosas y le dejó morir en el mar.
Después de tanto alegar, Marco convenció a Servio de presentar tal defensa.

Opinión:
La frase que me llamo mucho la atención en este capítulo fue: “Las naciones que son precavidas
siempre terminan siendo esclavas”.
Tercera Parte.

El patriota y El político.

Capítulo 33

* Sensación

En este capítulo me sentí capaz de identificar varias instituciones a lo largo del mismo, como la
familia, las creencias politeístas y la política. En diversas partes me consideré identificada con el
narrador cuando hace referencia a través de los personajes sobre formas de pensar acerca de
sucesos cotidianos, un claro ejemplo es la parte en la que se encuentran en un dialogo directo
Julio y Lucio; y el primero alude a la edad y la experiencia usando a unos pavorreales como
ejemplo.

* ¿Qué Aprendí?

Principalmente, la parte de las creencias Romanas y de las deidades en las cuales depositaban su
fé, de igual manera en el ámbito político, las críticas de Julio y Lucio sobre el Gobierno Romano.

* Resumen

Marco permanece enfermo en su casa y Julio y Lucio critican la situación del gobierno de Roma y
las supuestas incoherencias que decía Marco en su lecho de enfermedad, en donde mencionaba
que Julio seria traicionado por su propia sangre, a lo cual Julio exclamo que no tenía hijos sin
embargo recordó a su hijo adoptivo Brutus, lo cual lleno a Juliode ansiedad. Con el paso del
tiempo Marco mejoro poco a poco por lo cual tuvo que mudarse a Grecia.

Capítulo 34

* Sensación

En este capítulo, me sentí identificada a futuro con los discursos, de Marco Tulio en Grecia, ya que
en muchas partes de los mismos, compartía las mismas opiniones.

* ¿Qué Aprendí?

Aprendí, que lo que el abogado ofrece, es un discurso y que el poder del mismo recae en el
lenguaje esencialmente. El discurso fundamentado, es el arma que requiere un buen abogado,
para poder persuadir a un auditorio y así generar una idea, que culmina en una forma de pensar
que se acepte como verdadera, aunque esta no lo sea.

* Resumen

La actuación de marco en Grecia es similar a la de un evangelizador este llega a una nueva ciudad y
llega hablando de dios y esclareciendo que dios no es solo para los judíos sino para todo aquel que
recurra a él, después de esto Marco partió con sirio y quinto hacia Atenas.

Capítulo 35

Al día siguiente partió con Quinto y Sirio de nuevo para Atenas. ¡Tierra luminosa!, pensó marco
mientras iba sentado en el coche conducido por su hermano. Llegaron a Nauplia al medio día y
descansaron en un tranquila posada con vistas al mar, Marco se sentó en la terraza mirando los
vivos colores y tomo un sencillo almuerzo consistente en miel, cordero frío, ensalada con especias,
pan moreno y blanco y queso. Mientras comía no ceso de mirar el cielo color zafiro de Grecia. Era
fácil comprender por qué este cielo, este fuerte, aunque estimulante calor, estas colinas
aromáticas, este resplandor del mar color ciruela, pudo dar nacimiento a la más noble sabiduría
que hasta entonces había concebido el hombre.
Pensar en Roma era un fondo vehemente para las reflexiones de Marco. Pero ahora, solo podía
pensar en su ciudad de un modo objetivo. Ya no constituía una presión feroz sobre su mente.
Debía retornar a ella porque era suya; pero debía regresar aliviado y con mayores ánimos.
Marco almorzó solo. Para Quinto, la presencia de otros era necesaria para su alma bulliciosa. Le
gustaban las risas, las conversaciones alegres y los chistes fuertes. Adoraba a su hermano, ante el
que se sentía un poco atemorizado y había llegado a pensar que Marco estaba agotado, pálido de
tanto pensar. Se sintió ofendido porque a Marco no le hubiera gustado su corta experiencia
militar. Los que preferían los libros y las profesiones eran tipos rancios, siempre quejándose de
que los soldados nos comprendían las artes de la civilización. Quinto movía su cabeza,
desconcertado. Sin embargo, Marco merecía su respeto, su lealtad y su devoción.
En la posada, todos querían a Quinto, con su rizado pelo negro, sus mejillas caloratadas y sus
fanfarrones modales romanos. Hasta los griegos le perdonaban que fuera romano.
-Mi hermano -explicaba Quinto- sabe mucho de leyes; pero no entiende nada de política. Y no
tengo más remedio que darle lecciones. Las carreteras estaban polvorientas y aunque eran
estrechas, se les podía considerar buenas. Marco sonrió somnolientamente al oír las obscenas
cantinelas de su hermano y levanto un poco el brazo para proteger sus ojos del sol. A la puesta de
sol, Marco se incorporó en los almohadones y bostezo satisfecho.
Oyó un ruido de cascos detrás de él, y vio a dos hombres encapuchados que se acercaban
rápidamente al coche. ¡Qué caballitos tan magníficos! Pensó, al ver sus blancos cuerpos
relucientes. Entonces Marco sintió un poco de ansiedad. La carretera era aquí muy estrecha y el
terraplén que bajaba hasta el mar era muy empinado y lleno de grandes piedras agudas. Si los
jinetes intentaban adelantarse al coche, tenían que hacerlo en fila de a uno y no en fila de dos
como iban ahora.
-Están locos –dijo Quinto mirando por encima del hombro. Sirio se quedó un poco atrás, para dejar
más sitio al coche. Marco se incorporó alarmado y se agarró a un lado del coche. Sirio grito y
Quinto tiro de las riendas, en el último instante, el segundo jinete se alineo detrás del primero.
Volvieron a juntarse una vez hubieron pasado el coche, pero entonces aflojaron la carrera. El aire
estaba lleno de un brillante polvo asfixiante y Quinto, Marco y Sirio quedaron momentáneamente
cegados y tosieron.
De repente, uno de los jinetes se volvió para mirar el coche, de pronto una espada larga brillo en
su mano, o quizá fuera una lanza, fue lanzada contra el coche. Se oyó un sordo sonido cuando el
arma se clavó contra el pecho de uno de los caballos. El coche volcó hacia atrás chocando con el
cadáver del primer caballo y Quinto salió por los aires como Ícaro, cayendo pesadamente en la
carretera, donde se quedó inmóvil. Marco fue lanzado al suelo del coche volcado, donde rodo
hacia atrás yendo a parar también a la carretera, golpeándose la frente con las piedras. Sirio tuvo
más suerte, iba cabalgando a la derecha del coche y casi a su lado, comprendió instintivamente,
frenando su caballo y sujetando riendas, aunque su caballo tropezó con el coche y casi fue lanzado
de él, pudo dominar al animal y hacerlo girar sobre sobre patas traseras. Pero la suerte le duro
poco, ya que logrando detener su caballo, sintió un terrible dolor en el pecho y quedo mirando la
lanza que se había clavado en él. La oscuridad cubrió sus ojos y cayó muerto de su caballo,
desplomándose al lado de Marco. Los jinetes hicieron un alto a cierta distancia y miraron hacia
atrás.
-Asegurémonos –Dijo uno disponiéndose a desmontar. El otro jinete vacilo
-¡No! – ¡Sin duda han muerto todos! Crucemos corriendo por este campo de modo que no nos
vean los que vienen. Llegaran aquí enseguida –jadeo y sonriendo se enjugo su rostro sudoroso-.
Nadie habría sobrevivido a eso, ni siquiera Quinto con su armadura de cuero y su dura cabezota.
Quinto no estaba muerto, aunque si aturdido por el golpe. Su atavió militar lo había salvado. El
casco le había protegido la cabeza. Y oyó lo que decían aquellos hombres. Se puso de rodillas
sacudiendo su cabeza y escupiendo sangre por la boca. Vio que el caballo de Sirio estaba
temblando junto al cadáver de su amo. Aunque a Quinto le temblaban sus piernas, hecho a correr
hacia el caballo y en un instante estuvo montado en su silla. Hecho un vistazo a su hermano y a
Sirio que yacían en el polvo, volvió a su caballo y hecho a correr tras los atacantes, que ya eran
pequeñas Figueras huyendo a lo lejos. Los persiguió, esgrimiendo su espada militar. Él no tenía
más que un solo pensamiento: darles alcance y matarlos.
Un grupo de comerciantes con sus sirvientes los que habían llegado al sitio donde ocurrieron los
hechos, vieron que Sirio fiel sirviente negro, estaba muerto. Reconocieron a Marco, le sangraba la
cara y cuyo brazo izquierdo estaba evidentemente roto, aun respiraba.
-¡Fueron ladrones!
-¡Que suerte que hayamos llegado antes de que les robaran y acabaran por matar a todos! –
exclamo otro.
-¿Pero quién es ese que persigue a los asesinos? –pregunto un tercero señalando con el dedo-.
¡Miren! ¡Los ha alcanzado! ¡Y está luchando con ellos!
Entonces mientras observaban fascinados, vieron que un jinete huía para salvar la vida. Un
instante después Quinto clavo su espada en el costado del jinete que quedo y el hombre se
desplomo en el suelo. Luego se inclinó sobre él. Después miro después miro al jinete que había
huido y que ya estaba demasiado lejos para que pudiera ser perseguido.
-¡Que valiente! –ha luchado contra dos, matando uno y haciendo huir al otro. ¡Miren! Vuelve a
montar y ya regresa.
Marco se despertó adolorido a la luz de una lámpara, a su lado el magullado y herido Quinto. Por
un momento se quedó mirando cómo sin ver al rostro amodorrado y descolorido de su hermano y
a su labio del cual emanaba aun un poco de sangre. ¡Ladrones! Pensó. Pero allí, en la mesa
cercana junto a la vacilante lámpara, estaba sus bolsas con el dinero y su daga alejandrina
incrustada de piedras preciosas.
Quinto, el soldado que podía estar durmiendo profundamente en un momento, para estar
completamente despierto al siguiente, dio un respingo en la ancha silla de roble, en la cual había
estado dormitando.
-¡Hola! –Exclamo Quinto-. Estamos vivos y eso es todo lo que importa
-¿Fueron ladrones? -Pregunto Marco.
-No –respondió Quinto. Su rostro lesionado adopto un gesto grave y cansado. Respiro
profundamente. –Debo hacer un sacrificio especial a Marte, que nos ha salvado. Han querido
matarnos. –Conto a Marco lo ocurrido. Marco empezó a llorar.
-¡Pobre sirio! –Exclamó
-Nuestra muerte fue cuidadosamente planeada –dijo Quinto. De no haberse acercado los
mercedes por casualidad, nosotros estaríamos en el palacio de las sombras, porque los jinetes se
habrían asegurado de que estábamos muertos. –Quinto hizo una pausa-. También entendieron
que habíamos sido atacados por unos asesinos, no por ladrones.
-¿Entonces quiénes eran? –pregunto Marco
Quinto rebusco en su bolsa y saco un objeto de ella y mostro a Marco algo pequeño y reluciente.
-¿Reconoces esto? Lo quite de la mano de uno de los que quisieron asesinarnos.
Marco parpadeo el enjoyado anillo en forma de serpientes que sostenía Quinto en su mano y su
temor se le hizo algo insoportable, hasta el punto que no pudo hablar. Quinto, con un gesto de
disgusto, lo arrojo sobre la mesa y dijo: Era a ti a quien querían matar.
-¿No reconociste a ninguno de ellos, Quinto?
-No. No los había visto nunca antes; pero eran soldados romanos. Y por el modos como luchaba,
eran soldados, hábiles y bien entrenados
-Es evidente que tu muerte es bien deseada –dijo Quinto.
A salvo en casa de Atico, su edito, Marco escribió a Julio Cesar en Roma. “Te devuelvo un anillo
con el que creo estas familiarizado. Fue tomado de la mano de un muerto, de los dos jinetes que
nos atacaron a mí y a mi hermano Quinto en la carretera de Epidauro Atenas, ya había visto un
anillo de esta clase cuando intentaron matarme en Arpino, no pude llegar a otra conclusión sino a
la de que los mismos hombres vuelven a desear de nuevo mi muerte”.
Siempre te he querido como si fueras un hermano menos y no puedo creer que tú también seas
responsable de este segundo ataque, ni que fueras responsable del anterior. Sé que tú conoces
quienes son las personas que desean mi muerte y que hasta es posible que tú seas parte de su
grupo. Estoy entristecido por la muerte de mi fiel Sirio. Nunca perdonare a los que dieron muerte
a ese inocente. Un día lo vengare.
“Devuelve este anillo a tu amigo, Julio, e infórmale que lo recordare siempre y que su sangre
enjugara la sangre de un esclavo”. Sello la carta con el aniño que su abuelo le lego y que llevaba el
sello de los Tulios.
Julio estaba sentado en la mesa rodeado de sus amigos. Julio miro despacio a los rostros de los
hombres que lo rodeaban, - ya se los he dicho s todos -dijo Julio- Cicerón está bajo mi protección.
Y continúo en la mesa preguntando a cada uno de sus acompañantes sobre la ausencia de sus
anillos y su extraño comportamiento.
“Estoy perplejo, querido a migo al comprender porque me haz enviado ese curioso anillo, cuyo
diseño jamás había visto. Lo he hecho reducir de tamaño para regalárselo a una dama a la que
admiro grandemente y que es muy aficionada a las joyas de origen egipcio. Es posible que alguno
de esos bandidos hubiera robado el anillo y presumiera con él, acepta mis expresiones de
preocupación y mi condolecía porque resultaras afligido. Me alegra que tú y tu hermano
sobrevivieran.
Las duras expresiones de tu carta han herido el corazón de uno que te quiere profundamente y tus
insinuaciones me han sorprendido. ¿Quién va poder desear tu muerte, tu, que eres un abogado
integro que no tiene enemigos y que inspira admiración a las multitudes?
Hace poco he visitado a tu querida madre, que es como otra madre para mí. Se encuentra
disfrutando de buena salud. Tu padre habla de ti con orgullo y alegría. Mi querido amigo mis ojos
se animarán el día que te vean de nuevo. Oro por tu retorno. Te abrazo y te beso en la mejilla.
Marco se la mostro haciendo una mueca a su hermano. –Me temo que has ofendido a Julio –dijo
Quinto. Marco soltó una carcajada que dejo desconcertado a su hermano.

Capítulo 36

El procónsul romano estaba disgustado con Marco. Marco a su vez estaba particularmente
disgustado con su hermano Quinto, por irse de la lengua en las tabernas, había sido la causa de
que el procónsul fuera de visita a la encantadora casa de Atico. Quinto permanecía un poco
avergonzado al lado de Marco, mientras el procónsul tomaba sobos de vino y miraba enfadado a
ambos hermanos.
-No creo que fueran romanos los que atacaron al noble Cicerón
-No vi sus rostros .contesto Marco-; sin embargo Quinto que lucho contra ellos y oyó sus voces,
dice que eran romanos.
-soy soldado –replico Quinto-, y por tanto estoy acostumbrado a recibir golpes sin perder el
conocimiento.
–No eran griegos eran romanos –insistió Quinto
El procónsul tosió
-Los griegos admiran a su hermano, capitán; pero por otra parte no quieren a los romanos. Una de
las estrofas menos ofensivas de una nueva canción, nos tacha de caníbales y de barbaros.
-Si usted hubiera examinado el cadáver el hombre al que mate, habría descubierto que era
romano – dijo Quinto
-Ya se lo he dicho. Cuando llego la compañía que mande desde Atenas, el cadáver había
desaparecido. ¿Quién se lo llevo?
-Desearía que las autoridades no se ocuparan más de este asunto –dijo Marco.
-Usted olvida, noble Cicerón, que nosotros somos pueblos amante de las leyes. Si hacemos caso
omiso de este ataque, daremos vuelo al rumor de que sus atacantes eran romanos y los
atenienses se sentirán encantados.
-Mi experiencia me dice –replico Marco- que cuando más se manosea una herida más se infama.
El procónsul se voltio displicente.
-Pero si hago caso omiso de esto, todo el mundo despreciara las leyes. Tenía mejor opinión de
usted, Cicerón, siendo abogado.
-Me hubiera gustado ver ese famoso anillo que el noble Quinto Cicerón quito de la mano al…
bandido.
-Marco fingiendo asombro pregunto-. ¡No sé nada de ningún anillo!
-Entonces ¿por qué han llegado hasta mí rumores de que quito uno de la mano del muerto?
-Los rumores no tiene piernas, por lo tanto, no pueden andar; pero tiene alas así que pueden
volar–fue la respuesta de Marco.
-Sin embargo queda una cosa que confió me pueda explicar, noble Cicerón. Considerando que por
poco los matan, ¿Por qué protege usted a los que quisieron matarlo? ¿Quizá conoce usted su
identidad o sospecha de alguien?
-No conozco su identidad
-¿Ha olvidado que como romano y como abogado es un deber apoyar a la ley?
-Mi intención es enfrentarme a esos asesinos algún día, por mí cuenta
-Muy bien, no creo que tenga objeciones que oponer, si hago correr el rumor de que fue atacado
por bandidos que eran extranjeros.
Se despidió con mucha ceremonia, expresando la esperanza de que a Marco le gustara el viaje por
Grecia. Marco dijo a su hermano con ira:
-¿Por qué siempre te has de ir de lengua cuando bebes?
-Lamento haberte puesto en un aprieto –dijo Quinto con cierta impertinencia. – ¿Por qué quieres
defender a esos asesinos aunque sean romanos?
-No sabemos quiénes son.
-Pero reconociste el anillo-
-Cierto. Pero solo he visto a un hombre que lo llevara puesto. Es un conocido mío. Y dudo que
fuera Pompeyo quien nos atacó.
Salió al bellísimo jardín de la casa de Atico y alzo sus ojos hacia la distante Acrópolis, parecía estar
al alcance de las manos, distinguiéndose perfectamente en todos sus detalles, confundiendo los
sentidos.
Era extraño que los hombres hubieran exaltado, hacia siglos, a los dioses erigiéndoles este
esplendor. La pugna entre los dioses y los hombres jamás terminaría, hasta que los dioses dejaran
de estar disgustados con los hombres y cesaran de odiarlos y los hombres se arrepintieran de sus
bestiales enormidades. ¡A veces los dioses eran más malignos que los hombres con toda su
petulancia! Porque los hombres en ocasiones tenían piedad.
Marco miro hacia la maciza ciudad, cuyas fachadas relucían con una cegadora luz amarilla. Vio la
gente que apresuraba por las numerosas calles, a los que ya dejaban sus tiendas y el Agora. Marco
volvió a alzar la vista hacia la dominante acrópolis. Y allá la colina, bajo las murallas, estaba el
círculo blanco y elevando del teatro de Dionisos, donde se representaban diariamente las
inmortales obras de teatro griegas para la delicia de los atenienses. Aquí era donde Antígona había
defendido que los derechos de los individuos estaban por encima de los derecho del Estado, y que
la libertad nunca deberías de ser amenazada por leyes perversas u hombre orgullosos que
quisieran afianzar su poder o satisfacer sus ambiciones, silenciando el grito de la libertad.
El dictador en infame exilio y la llamada de Antígona, aun recorría el mundo moderno que
incesantemente luchaba contra el ansia de poder de los hombres malvados.
Era dentro de aquellos resplandecientes muros donde el hombre adoraba y a la vez desafiaba a los
dioses, intentando aplacarlos glorificándolos. El antagonista continuaba esculpido en piedras que
no daban ninguna respuesta, pintando en los fríos de los frontones, incrustados por el mármol. La
cuestión seguía siendo insoluble.
Los hombres paseaban por las columnatas en las cuales había meditado Sócrates, Platón y
Aristóteles, así como todos los poetas y los maravillosos dramaturgos de la grandeza de Grecia. El
Partenón, la estatua de Atenea Partenos, las muchas otras estatuas y pequeños santuarios, las
estructuras de las edificaciones del saber y de la música, los blancos senderos, la escalera
ascendente, el centelleo de los blancos tejados: todo eso cabía dentro de sus muros, y todo
afirmaba que era el hombre y no los dioses, los que habían creado esta titánica maravilla.
No era de extrañar, pensó Marco, que hombres de todas las partes del mundo vinieran a ver esta
Acrópolis. Que los hombres del futuro admirarían su propia ciencia y su propia sabiduría, sus
propias leyes y sus propias filosofías. El hombre había alcanzado su ápice de encanto y sabiduría
en esta Acrópolis. Marco invariablemente, se sentía a la vez deprimido y exaltado ante esta
panorámica; deprimido porque el hombre fuera tan poca cosa y exaltado por que el hombre
hubiera sido alguna vez tan grande. Dios y el demonio: el hombre era un misterio mucho más
grande que la Acrópolis de Atenas.
Marco no sintió que el crepúsculo había refrescado, se sobresaltó cuando Quinto se acercó para
traerle unas cartas recién recibidas.
-¡Voy a ser padre! –Grito, golpeándose el pecho con el puño a la manera militar-. ¡Alégrate
conmigo, Marco!
Marco lo abrazo, besándolo en la mejilla.
-¿Ya se lo has dicho a Atico? –Le pregunto
-No –respondió Quinto-, aún no ha vuelto de la ciudad y de sus negocios
-Recemos para que tengas un hijo muy guapo –propuso Marco
Quinto respiro profundamente y luego dijo:
-Mi hijo será un valiente. Un romano. Yo lo enseñare bien. Marco por un momento sintió envidia
de su hermano. Pomponia, su joven esposa, podía ser madona y descarada, pero amaba a su
esposo y él correspondía ese amor, aunque le tuviera miedo. Helvia, que ya tenía un hijo favorito,
pronto seria abuela. Ella también tenía un esposo, aunque fuera como un chiquillo. Por primera
vez Marco pensó seriamente en el matrimonio. Seguro que en Roma encontraría una mujer que lo
quisiera más que a nadie, cuidaría de su nuevo hogar, vigilara a los criados y le diera hijos, una
mujer que fuera de tierra, donde Livia ya no moraba.
Un hombre necesita una mujer que no quiera más que a él, cuyos brazos sean un refugio para su
desaliento, cuya sonrisa proporciones un remedio para su melancolía, cuyos ojos se ensombrezcan
de compasión ante sus dolores.
-Aún no has leído tus cartas –le recordó Quinto-. Una es de nuestra madre y tienes muchas más.
Marco abro la carta de su madre. Todo en ella era sentido común, como siempre. Helvia había
visitado todas las diferentes villas propiedades de Marco y hasta había ido a Sicilia a ver su granja y
a ponerla en orden. Había pasado con Tulio unos días en la isla. Echaba mucho de menos a sus
hijos. Se encargaba, sagazmente, de que la esposa de Quinto fuera a darle al fin un hijo. Los
olivares y viñedos propiedad de Marco prometían una buena cosecha. En resumen, que todo iba
bien.
“ya hace mucho tiempo que estoy interesada en que pienses en Terencia como tu futura esposa,
pues no solo es de origen patricio, sino también la hermana de Fabia, la virgen vestal, que ha
augurado toda clase de bendiciones al matrimonio de su hermana y a su futuro esposo. Es dueña
de varias casas en Roma, de las cuales obtiene una estimable renta, así como de una granja cerca
de Arpino. Es muy virtuosa y no tiene una lengua viperina como mi nuera Pomponia.
Marco pregunto a su hermano:
-¿Tú conoces a Terencia?
-¡Ah! -exclamó Quinto, que había estado mirando a la Acrópolis. Se volvió girando sobre sí mismo
y se quedó contemplando a Marco-. Su hermana Fabia, la virgen vestal, es una mujer de belleza
extraordinaria.
-Pero no estábamos hablando de Fabia, te mencione a Terencia. Deduzco que no es tan hermosa
como Fabia.
-Es amiga de mi mujer – contesto-, y ha venido a visitarnos a casa. No recuerdo muy bien, aunque
creo que su voz era amable, pero de tono firme,; su porte recatado, como el de una romana
chapada a la antigua. ¡Ah! Espera .ahora la recuerdo más claramente. Tiene el cabello y los ojos
castaños y es de tez pálida. La creí enferma; pero Pomponia me aseguro que goza de excelente
salud. Habla con voz suave. Creo que Terencia es muy virtuosa. ¿Cómo podría ser de otro modo
teniendo una hermana que es virgen vestal? ¡Esa deliciosa Fabia…!
-No es con Fabia que pienso casarme –dijo Marco-. A mi madre le complacería mucho que me
casara con Terencia.
-Uno no se casa por que sí. Una vez casado toda su vida cambia y queda coartada y ordenada. Se
diría que uno ha caído en una trampa.
Marco se aguantó las ganas de reír.
-Se ve que no consideras el matrimonio como un estado feliz, ni lo recomiendas.
-¡No hay ningún esposo, que aunque posea una esposa bella y virtuosa, no lamente en ocasiones
haber puesto los ojos una vez en ella!
-Mi nueva casa del Palatino necesita una dueña.
-Nuestra madre aun no es muy vieja –dijo Quinto, en un último esfuerzo heroico para salvar a su
hermano del desastre-. No tiene más de cuarenta y cuatro o cuarenta y cinco años. A esa edad hay
señoras en Roma que ya han tenido cuatro o hasta seis esposos y siguen alegres y apetecibles.
Nuestra madre podría ser la dueña de tu casa.
-No he olvidado a Livia. No podre darle a una mujer lo que le di a ella. Mi corazón sigue estando en
las manos muertas de Livia.
-Hablas como hablaría un hombre que se sintiera desgraciado

Capítulo 39
Los esponsales se celebraron del modo más razonable y sin ninguna ilusión. De acuerdo con la
costumbre, hizo en un último y triste esfuerzo por infundir cierto romanticismo a la situación, pero
teresa le contesto que prefería regalos que fueran útiles en su nueva casa de palatino.- Ella
prefería el dinero al cariño.
Marco, que era tan psicólogo adivino enseguida todo lo que ella trataba de ocultarle, pero
Terenciana tenía tantas virtudes que el creyó que dichas virtudes compensarían sus defectos.
Marco trato de besar a su esposa pero ella pronto salto ultrajada. Marco quizá pensaría que le
había causado repugnancia. – El no sabía que pasaba con ella pero aun así le tenía cariño.
El casamiento se celebró al estilo romano antiguo. A marco le parecía que Terencia lucia horrible a
comparación de bodas alegres a las que anteriormente había asistido. Tulio que había demostrado
gran indiferencia por la boda de su hijo, creyendo vagamente que alguien del Olimpo intervendría
para salvar a marco de tan horrible destino, se sintió abatido Los testigos, amigos y parientes
soltaron exclamaciones de júbilo y bendijeron y felicitaron a los novios. Marco bebió hasta que los
oídos le zumbaron.

Capítulo 40

Marco durmió junto con su esposa, aunque él no sabía si ella lo amaba. Ella lo miraba de un modo
amable y por lo menos estaba seguro de que era su amiga.
“Ya se ha metido en política y eso que tú siempre has dicho que era inofensivo. ¿Es que hay algún
político inofensivo? ¿Quién sabe a dónde le llevara su carrera si no lo impedimos? Desde niño he
sabido que es una amenaza para lo que somos y ambicionamos.” Catilina. – Estas son aun frases
de la actualidad que de una u otra forma tratan de dar a conocer la corrupción en el ámbito
político.
Cicerón esperaba un hijo pero Terencia le da una hija. Parecía que Terencia no retomaba bien el
papel de respeto que tenía hacia marco y eso a él le empezaba a disgustar. Cicerón y Terencia
hablaban ¿sobre sus conocimientos y Terencia le comentaba el elegir a mejores amistades para
subir de cargo político. “La vida es demasiado corta como para darse gustos de cenas con amigos”
“Todos los políticos compran cargos” decía Terencia. – Esta me parece una frase muy material que
hasta en la antigua roma la practicaban, el hacer dinero y no amistades, el preocuparse por cosas
sin sentido y menos por el amor, la amistad y el cariño.
Un párrafo en el que marco le dice a Terencia que la ley prohíbe que los abogados acepten
honorarios, solo pueden recibir regalos y legados.- Cosa que hoy en día no se toma en cuenta, ni
se sigue tal y como lo hace Marco.

CAPITULO 41

Julio alza nada-contesto-de que haya una conspiración contra ti y los cónsules. Y si la hay, yo nada
tengo que ver con ella ni he oído lo más mínimo.
Embustero - replico Marco muy calmoso. Sabes que mientes y no te da vergüenza. Podría
destruirte en todo momento, julio. Si Quito clavara su espada en tu cuerpo ¿quién se atrevería a
juzgarlo o a reprochártelo? Los militares son más poderosos que vosotros incluyendo a Craso.
Si hay tal complot, y yo lo niego me rio de él, repito que no sé nada ¿quién hace caso a catalina,
que está loco? Es posible que haya tramado algo en su locura y tú has oído algunos ridículos
rumores.
Julio se quedó mirando a Craso, Pompeyo, Curio, Pison y Catilina.
-Ya os dije desde el principio que era un complot muy precipitado y como Pompeyo nos advirtió,
una conspiración muy mal fraguada.
Un dictador, querido señor- dijo Julio-, siempre tiene que cargar a cuestas con todos los réprobos.
Los recoge, lo mismo que la quilla de un buque va recogiendo percebes.
Cuando nació su hija Tulia, la luminosidad de Grecia Iluminaba todavía los pensamientos de
Marco, así que a pensar de sus profundas convicciones, le parecía que había esperanzas en el
futuro y que él y su país podrían lograr muchas cosas de provecho.

Capítulo 42
Antonio, el patricio, apreciaba a cicerón a pesar de que este fuera un hombre nuevo. De familia
poco distinguida, exceptuando a los Helvii por la parte de su madre.
Sus ojos se empezaron a relucir con una fría amarillez. Al final hablo; pero fue para dirigirse a
Antonio.- Soy cónsul de Roma, Antonio y tú no eres mi colega. Aquellono era el fino, como Cicerón
sabía muy bien que no seria. El individuo rubio, menudo y delgado, el viejo amigo de Catalina,
había sido nombrado gobernador de Hispania un año antes del proceso de Catilina ante el senado.
Mientras tanto Quinto Curio, que habido estado asechando en Roma, cayó en desgracia y tuvo
que esconderse, Apenas si había transcurrido una semana de la derrota de Cataiina, cuando
apareció una mañana asesinada. Como muchos hombres de buen humor, cometió el error de
creer que todos los hombres lo tenían, así cuando se permitía alguna observación jocosa a algún
conocido. Cicerón llego a descubrir a costa de sí mismo, que una de las peores calamidades que
afligen a un alto funcionarios, es la necesidad de estar constantemente guardado contra las
tendencias homicidas de aquello a quienes sirve. Cicerón no permitía que nadie se entrometiera
en su biblioteca, donde se pasaba horas escribiendo libros y ensayos para su editor, Era muy cierto
las aldeas y el campo daban origen a los Cinnatos. Roma producía hombres como Craso, Catalina y
los César.
Ciceròn decidió unirse a Pompeyo, él estaba a favor de La Ley y La Constitución.
Ciceròn cayó enfermo por lo que Pompeyo tuvo que irse a luchar contra Cesar.
Mientras tanto Ciceròn tenía alucinaciones y pesadillas y en una de esas soñó que Pompeyo
estaba muerto, al despertar, le ocultaron la verdad porque aún no se encontraba bien de salud
pero el comenzaba a sospechar que algo no estaba bien, después ya no se podía ocultar más la
verdad, Cesar había obtenido la victoria en Farsalia y Pompeyo había huido a Egipto, allí le fue
asesinado por un soldado sin importancia.

Capitulo43

En este capítulo marco ignoraba que él era la fachada de mármol blanco detrás de la cual se
escondían se escondían las actividades de Craso, Julio César, Pompeyo el Magno, Catilina y otros.
Pues como marco era íntegro, los amigos que le rodeaban, también deberían de serlo, así es como
lo pensaba el pueblo.
Craso y Julio protagonizan una charla en la que se dice que Marco había estado un tanto inquieto
acerca de lo que pasaba con Catilina, las actividades que realizaba, dijeron que más convenía ser
cuidadosos en lo tocante a Catilina y que Marco no se enterara de las actividades.
Marco platicaba con Noë y éste último le decía que algo sospechaba que algo se estaba tramando
en la ciudad y que se retiraría a Jerusalén, dando como consejo a Marco que se retirara a Arpinum,
Marco dijo que aún era muy joven para retirarse y que debía servir a la ciudad.
Marco escribe a Atico haciendo una analogía entre los burócratas y los buitres.
Marco asistía a eventos como edil curul, era agasajado por Pompeyo, Craso, Julio. Esto era una
ofensa a su rectitud, pues algunas veces pensaba que eran más amistosos que otras personas que
le rodeaban. Para él, éstos deberían ser repulsivos.

Capítulo 44

Marco se sentía con un peso tan grande, se sentía afligido se preguntaba con qué sentido venimos
al mundo, qué es lo que nos espera al final, por qué debía ocuparse mañana de lo que abandonó
hoy, él decía que servía a Dios y con esto se sentía aliviado.
Entre sus reflexiones llegó Julio y preguntó por qué tan serio a lo cual Marco sonrío y estrechó la
mano de su amigo que julio sorprendido mirándolo inquisitivamente. Julio dijo que había apenas
regresado de la Hispania Ulterior. Marco dijo que Julio ya había envejecido, habían pasado años
sin verse. Charlaron acerca de lo que entre el lapso de tiempo sin verse había sucedido. Entre la
plática Marco dijo que él tenía principios que no lo dejaban alcanzar todo, que se conformaba con
sólo alcanzar una parte, a esto Julio respondió que ese era su tigre.
Julio dijo que su tigre eran las mujeres, de lo comentado platicaron acerca de una chica, una bella
chica. Ésta chica prefería los honrados.
Terencia apareció sin percatarse de que su esposo tenía visita llevando a Tulia, el amor de los
amores de su padre. Julio dijo Terencia que fuese con Craso a cenar, ella dijo que mañana y Marco
aún siendo cortés aguantaba las ganas de reír.
Julio se marchó y marco pidió a Tulia que se retirase. Terencia se quedó diciendo que su grosería
era imperdonable, a lo cual marco contestó que Julio lo fastidiaba. Terencia dijo que muchas cosas
eran las que últimamente le fastidiaban a Marco, que ni a su padre le hablaba ya casi. Inició una
discusión en la que finalmente Marco, con un tono satírico, dijo a Terencia que tenía una amante.
Marco se encontraba en su isla ancestral, en pleno otoño. Entre sus inquietudes, Marco pensaba
que se estaba haciendo viejo, que había oscuridad en sus pensamientos, nada le consolaba.
El médico de Arpinum le dijo que algún día pasaría su malestar, que él había pasado por lo mismo.
Marco dijo que no creía.
Recibió una carta de que Sergio Catilina había sido nombrado por Craso pretor de Roma, en lo
cual, Terencia decía que ese cargo era el que correspondía a Marco. Marco lleno de rabia, odio y
pasión cabalgó hacia Roma.

Capítulo 47

Clodio se dijo de acuerdo con que la República estaba perdida y que el futuro de Roma pertenecía
a los Cesares. Marco dijo que la nación estaba corrompida y desmoralizada que Roma ya no tenía
remedio. Describen a Clodio como un joven como: vivo, inteligente, delgado, no muy alto, moreno
y de ojos negros muy brillantes. Marco le pregunto a Clodio que si en caso de enfrentamiento a
quien apoyaría, Clodio le dijo que apreciaba mucho a Marco pero que la causa a la que defendía
estaba perdida. Entonces Marco pregunto a Clodio que si tenía ambiciones y este contesto que si
pero solo para su país y su honor. Clodio dijo que cada vez que se está en una nueva era pasaban
cosas similares a las que ya habían sucedido anteriormente porque el hombre no cambia.
Cuando Clodio visito a Julio Cesar le dijo que los hombres honrados pertenecían a una categoría
que ellos ya no podían dominar, entonces Cesar contesto que le daban lastima esos pobres
hombres honrados que creen que la honestidad acabara por ser admirada por la nación. Marco le
expreso a Quinto su hermano todo lo que él había hecho por él y que gracias a eso él era rico, y
este le contesto que quería más a Marco que a su esposa y a su propio hijo y que lo único que
buscaba era protegerlo.

Marco le dijo que las cosas en Roma cada día eran más caóticas y nada sencillas, y Quinto le dijo a
Marco que aceptaba demasiados compromisos y debía ser como su padre, ya que él nunca tuvo
que comprometerse porque nunca adopto una actitud. El hermano mayor, ósea Marco le dijo que
no era nada fácil estar aguantando a Cesar, Pompeyo, Craso y a todos sus amigos. Después Quinto
le menciono que le preocupaba su hijo, pues temía que le resultara astuto y ambicioso. Dentro de
esa conversación Marco le comento a su hermano que quizá pronto lo harían cónsul de Roma,
pero este al escucharlo le pregunto que si no había escuchado los rumores de que a Catilina lo
nombrarían cónsul de Roma, pues tenía a la plebe en el puño.

Cuarta Parte.

El héroe

Capítulo 47

Clodio se dijo de acuerdo con que la República estaba perdida y que el futuro de Roma pertenecía
a los Cesares. Marco dijo que la nación estaba corrompida y desmoralizada que Roma ya no tenía
remedio. Describen a Clodio como un joven como: vivo, inteligente, delgado, no muy alto, moreno
y de ojos negros muy brillantes. Marco le pregunto a Clodio que si en caso de enfrentamiento a
quien apoyaría, Clodio le dijo que apreciaba mucho a Marco pero que la causa a la que defendía
estaba perdida. Entonces Marco pregunto a Clodio que si tenía ambiciones y este contesto que si
pero solo para su país y su honor. Clodio dijo que cada vez que se está en una nueva era pasaban
cosas similares a las que ya habían sucedido anteriormente porque el hombre no cambia.

Cuando Clodio visito a Julio Cesar le dijo que los hombres honrados pertenecían a una categoría
que ellos ya no podían dominar, entonces Cesar contesto que le daban lastima esos pobres
hombres honrados que creen que la honestidad acabara por ser admirada por a nación. Marco le
expreso a Quinto su hermano todo lo que él había hecho por él y que gracias a eso él era rico, y
este le contesto que quería más a Marco que a su esposa y a su propio hijo y que lo único que
buscaba era protegerlo.

Marco le dijo que las cosas en Roma cada día eran más caóticas y nada sencillas, y Quinto le dijo a
Marco que aceptaba demasiados compromisos y debía ser como su padre, ya que él nunca tuvo
que comprometerse porque nunca adopto una actitud. El hermano mayor, ósea Marco le dijo que
no era nada fácil estar aguantando a Cesar, Pompeyo, Craso y a todos sus amigos. Después Quinto
le menciono que le preocupaba su hijo, pues temía que le resultara astuto y ambicioso. Dentro de
esa conversación Marco le comento a su hermano que quizá pronto lo harían cónsul de Roma,
pero este al escucharlo le pregunto que si no había escuchado los rumores de que a Catilina lo
nombrarían cónsul de Roma, pues tenía a la plebe en el puño.

Capítulo 48

Los Romanos siempre tan realistas y de pragmático pensamiento, sospechaban de los


intelectuales. Simpatizaban con Marco por espíritu justiciero pero no le podía perdonar sus libros
de ensayos y poesías.
Algunos creían que porque Marco provenía de una clase media no era capaz de pensar en
abstracto. En los tribunales y el foro Lucio exige a las autoridades que lo nombraran como cónsul
de Roma, y así poder lograr lo que siempre ha querido, acabar con Marco.
Clodio es advertido de los malvados planes de Lucio por medio de su hermana Clodia, pero este no
puede avisarles porque sería acusado de traición por lo cual decide avisarle por medio de un
anónimo.

Capítulo 51
Noë ben Joel escribió a su amigo desde Jerusalén diciéndole que lo habían nombrado cónsul de
Roma, el cual era el cargo más importante de la nación más importante del mundo. Y recordando
que tiempo atrás uno de estos no tenía ni la más mínima duda de que algún día este llegaría a
ocupar ese cargo tan importante, y comentan en la forma en la que el llego a ocupar ese cargo, ya
que había muchos otros que también peleaban por ser el cónsul de Roma, pero que el pueblo lo
eligió a el, por sobre todas las cosas, y comentan que el pueblo prefiere bribones que lo adulen y
compren sus votos, a un hombre que sólo les promete intentar restaurar la grandeza republicana y
el honor de su nación. Pero que sin embargo todo ese pueblo del que el desconfiaba le había dado
su confianza para ocupar tan grande cargo, también le comenta que a pesar de no verlo tan
seguido el tiene unos informantes que le contaban todo lo que pasaba con el, lo cual le agradaba
ya que sabía que el era muy querido. Cuando cambiaron de tema hablaban que hacía tiempo atrás
le había mandado una carta escribiéndole como si su vida estuviese llegando al final, y que se
sentía entre la espada y la pared, y para hacerlo entrar en razón utilizo el ejemplo de Moisés, el
cual era un desconocido pastor que salvo a pueblo de Egipto de la opresión del faraón, todo esto
se lo decía para que no desistiera en sus actos como cónsul de Roma, y que no menospreciara o no
fuera tan modesto con su actitud ya que este no se sentía merecedor de ocupar tal cargo.
Finalmente llegó a la conclusión de que él le debía todo a ella, porque, ¿quién lo había estimulado
a alcanzar los más altos cargos? ¿No había sido incansable en su insistencia y no era su familia muy
distinguida? Su genio innato se manifestaba en el hecho de que hubiera podido asegurar un
esposo para su hija, de una de las mejores familias Sin ella, Cicerón seguiría siendo un oscuro
abogado dependiendo de la buena voluntad e indulgencia de insignificantes magistrados.
Antonio hizo observar entonces que tenía una cita concertada en su librería favorita, donde se iba
a poner a la venta un manuscrito que se decía original de Aristóteles, y colocándose su
blanquísima toga, se apresuró a marcharse, dejando a Cicerón ocupado en resolver lo irresoluble.
Cicerón comprendía que su colega había quedado en segundo lugar en las votaciones debido a su
afabilidad y a su preocupación y amor por el pueblo de Roma. Pero Antonio, que jamás se había
encarado con los hechos, tenía que encararse con ellos ahora y los hechos eran para los idealistas
como encararse con terribles Gorgonas y siempre esperaban que se convirtieran en piedras o que
ocurriera otro milagro. —Dos y dos son cuatro —decía Cicerón en voz alta—, y eso es irrefutable;
pero los hombres como mi querido Antonio creen que por alguna taumaturgia misteriosa y oculta,
dos y dos pueden llegar a ser veinte.

Capítulo 52
Antonio se dispuso a pasar una velada agradable. Ambos se sentaron en la biblioteca de éste (al
final no había comprado el manuscrito de Aristóteles, adivinando que se trataba de una
falsificación), y bebieron vino y comieron frutas y dulces, haciendo comentarios sobre el frío
invernal que imperaba, contándose chistes y riendo y diciéndose el uno al otro los últimos chismes
que corrían por la ciudad. Antonio disfrutaba con todo esto, pues le gustaba pensar que la vida
sería mucho más feliz si los hombres dejaban de sentirse preocupados, cesando de señalar con un
dedo manchado de tinta a libros y documentos y de hablar de economías, uno de los tópicos de
conversación más propicios a causar desanimo. Hasta el cabo de un rato, Antonio no se dio cuenta
de la terrible fijeza y de la intensa luz que mostraban los magníficos ojos azules de Catilina, y que
todo el poder de su personalidad había empezado a centrarse sobre él. Catilina estaba
extraordinariamente pálido, en su boca había una sombra azulada y las ventanillas de su nariz
aparecían blanquecinas y distendidas por la tensión. Antonio, siempre solícito, le preguntó que si
no se sentía frustrado por no haber sido elegido como cónsul de Roma, pero este no hizo caso a
sus preguntas que intentaban mostrar su rabia y enojo con los demás ya que este también quería
ser elegido como cónsul. Y aprovechando la confusión de la plática este le explico que tenía un
plan para salvar a Roma de aquellos hombres que la habían llevado a un estado de conflictos entre
ellos mismos, diciendo que los ¨hombres nuevos¨ serían los que llevarían a Roma a la destrucción
ya que estos explotaban a la gente pobre, a la clase trabajadora, aprovechando su poder para
hacer mal uso de los recursos que tenían para así controlar al cónsul y al senado.
César, a Craso, Clodio y Pompeyo que sienten ambiciones, no por servir a Roma, sino de obtener
botín y poder. ¿Y en qué acabara todo? Se preguntaban. En el caos, en la infamia, la destrucción y
la decadencia. En la caída de Roma. Es inevitable, a menos que nosotros nos adelantemos a dar el
golpe, los echemos del poder y restauremos la República, con todo su orgullo, fuerza y virtud. El lo
que quería era formar un grupo de personas que no tuvieran ambición de poder ya que esta
estaba acabando con la república, todos aquellos banqueros, comerciantes e incluso
representantes del senado que eran los ¨hombres nuevos¨, todos estos eran los que consideraba
un mal para Roma y para la república.
Capítulo 53

Cicerón fue un hombre de la clase despreciada por los aristócratas, de los comerciantes, los
fabricantes, prestamistas, de los negociantes y granjeros ricos. Pero para Cicerón, el odio estaba
en aquellos traidores del honor, de los principios, traidores de la buena voluntad, del coraje, de la
virtud y del valor. En el capítulo 53 estuvo ante él el más maligno traidor de Roma, Lucio Sergio
Catilina, asesino de Livia y de su hijo, el patricio más bajo y despreciable. Cito a Cicerón al
enfrentar Catilina como traidor de Roma, lo cito porque su valentía me asombra, porque su
entereza y seguridad son adquisición de hombres de rectitud inquebrantable que no temen de
nada, porque nada en contra de su patria y de su pueblo han hecho:
“¡Lucio Sergio Catilina! ¡Se te ha ordenado comparecer ante esta augusta cámara, ante mí, cónsul
de Roma, ante C. Antonio Hybrida, mi colega, ante Licinio Craso, dictador de Roma, ante Julio
César, Pontífice Maximo y Magno, ante Pompeyo el Magno y ante la propia Roma, para responder
al cargo de traición y conspiración contra tu país!”
Las palabras que Cicerón dirige al pueblo Romano en contra de Citilina son absorbentes, fuertes,
son rigidez en voz del cónsul de Roma.
Cicerón fue un gran personaje capaz de guiar voluntariamente mares de gentes que le creían. Este
decía que de la Ley de Dios procedían todas las leyes equitativas de los hombres y a la cual deben
éstos ajustarse si no quieren morir en la opresión, el caos y la desesperación; así, como que el
hombre es perverso, no importa con qué nobles palabras sea empleado o los motivos cuales se
impongan.

Capítulo 54

La historia de Cicerón es la historia de un hombre que fue instrumento de Dios para hacer
conciencia a las personas que habitamos en este inmenso mundo. Somos una especia que día con
día se vuelve menos humana, con preocupaciones individualistas y pocas noción de los alcances
que los valores y las virtudes puras pueden tener.
Guardo conmigo la intención de hacer desde mi alcance, lo imposible para cumplir con lo que la
razón del alma, en beneficio general, engloba mi vida. Me inquieta la forma en la que se van
escapando las virtudes del ser humano de crear y evolucionar conjuntamente. “Con el brillo de los
demás, brillamos nosotros más, porque el reflejo de la alegría y de la plenitud es un sol que todos
deberíamos de aceptar y celebrar”
La vida de Marco Tulio Cicerón, lo que he podido leer de ella, me ha dejado una renovación del
panorama de la vida y de la entereza como ser humano.
La guerra y la traición es acto de aquellos que no conformes con el éxito de alguien más, buscan
entorpecer y denigrar la vida de muchos más. El poder es una enfermedad de la que nadie está
exento.
“Durante mucho tiempo nos hemos estado diciendo a nosotros mismos: la intolerancia para con
las convicciones políticas de otros es un procedimiento bárbaro que no debe ser tolerado en un
país civilizado. ¿No somos un país libre? ¿Es que se le va a negar a un hombre el derecho de hablar
cuando las leyes garantizan ese derecho ¡Pero yo os digo que la libertad no significa la libertad
para aprovecharse de las leyes con intención de destruirlas! No es libertad la que permite que el
caballo de Troya sea metido dentro de nuestros muros y que los que vienen dentro sean oídos con
el pretexto de la tolerancia hacia los puntos de vista de los demás. El que no está con Roma, sus
leyes y sus libertades, esta contra Roma. El que hace suya la causa de la tiranía, la opresión y el
viejo despotismo esta contra Roma. El que conspira contra las autoridades establecidas e incita al
populacho a la violencia está contra Roma. No puede montar en dos caballos al mismo tiempo: no
puede vivir dentro de la legalidad y a la vez conspirar. Uno es romano, o no lo es.”
Así es como Cicerón brinda el segundo discurso en contra de Citilia, este no presente. Roma
debería de ser todo el mundo para mis ojos, porque todo el mundo debe ser cuán grande para
garantizar la intención de la ley en beneficio de la humanidad, en contra de los que destruyen y
son sanguinarios, en contra del absolutismo. Un solo hombre no puede ser acreedor de la
sabiduría que necesita el mundo para un correcto camino, pero sí de ideales “utópicos” corrieran
las ideas en voz de muchos en imagen de un poder supremo, las cosas en nuestros días serían
diferentes y mejor para cada uno de nosotros.

Capítulo 59

El capítulo 59 de esta concreta obra que narra cómo Roma alcanza la cúspide en un momento y en
otro momento se desploma; habla del destierro a Cicerón y como de acuerdo al acontecimiento
de alguno hechos hilados, los protagonistas de este tan fugaz hecho se ven en apuros; esto por
supuesto les causa incertidumbre al no saber si la decisión que tomaron fue la correcta o no ya
que ellos sin influencia de nadie cayeron en cabeza que lo que habían hecho era haber desterrado
a uno de los héroes de Roma; quizá no fue así reconocido en la historia pero si en el contexto de la
época que protagonizo que si bien no necesitamos recordar ya que cotidianamente estamos en
contacto con mucho de lo que le dejo a la historia desde nombres de parques, avenidas,
editoriales hasta libros completos escritos en su memoria. Si bien recordamos observaremos que
su imperio fue uno de los más fructíferos para Roma y por tanto la decisión que toman; algunos de
ellos se encuentran inconformes. No dejemos de lado que otro de los factores determinantes en
este capítulo fue la renovación innecesaria pero completa de la estructura que conformaba el
estado romano con el Cónsul que era un viejo amigo del ya mencionado desterrado además de ser
un estudioso de su labor, el Pretor que aquellos momentos nadie estaba en la postura de ellos, el
Consejo que de igual modo no se encontraba del todo en congruencia con el actuar de los
influyentes del momento y el Senado que a su antojo manipulaba a Roma. En tanto buscando una
rápida y desesperada solución de este conflicto que ellos mismos originan, toman la postura que
nadie imaginaria cuando se intenta solucionar un problema y con esto me refiero a declararse
“competentes para hacerlo pero incompetentes para explicarlo”, con esto no tengo más a que
referirme ya que con lo siguiente comprenderán a que ataño mi dicho: Pompeyo escribe a Cicerón
una carta con objeto de demostrarle que él estaba de su lado y que hacia todo lo posible para
reconvenir su destierro, Ninnio buscó a Julio César para ver qué opinaba del asunto y con objeto
de conseguir que abogara por Cicerón en el Senado. Y viene un intento más de Ninnio con una
iniciativa de ley que presento ante el Senado para anular el destierro de nuestro protagonista y
aunque una vez de nuevo fue rechazada esta vez tuvo un numero ya contable en el Senado a su
favor; hubo algo que fortaleció la iniciativa que aunque fallo en contra de la anulación, se logró
restituir el cargo y los derechos civiles pero el soberbio pero astuto se negó a regresar a Roma sin
que se le devolvieran las propiedades que se le confiscaron al partir. Uno más con afán de
demostrarle que estaba a favor de su regreso acudió a verlo el buen Atico a la biblioteca del nuevo
lugar al que se había mudado Cicerón. El principal acontecimiento siguiente es cuando Pompeyo
declara que solo un edicto del pueblo o “lex” es el posibilitado para fragmentar el destierro de
Marco Tulio con ello desde Julio Cesar hasta el mendigo más mendigo a favor comparece ante el
Senado para el regreso del soberbio de Cicerón pero esta no fue la victoria ya que Publio Clodio
era un hombre muy poderoso y esto atañía a que odiaba a Cicerón así que no procedió
nuevamente. Por última ocasión viene Pompeyo pero esta vez lo logra, logra lo que el pueblo le
prometió votar por la anulación del destierro de Cicerón y esta vez sin dificultad alguna logra la
restitución de sus propiedades, derechos civiles, cargo y honores que tenía en aquel suelo de Italia
que el bajo su soberbia anhelaba volver a pisar; así fue como Tulia fue a recibir a su padre a la
costa de la patria donde se le abalanzo a sus brazos buscando un abrazo que desde hace tiempo
añoraba recibir. Los jueces le llamaban el pilar de la ley, el fundamento de la constitución y sus
colegas los abogados honraban sus tierras con banquetes en su nombre; pese a todo el
sufrimiento y lo que tuvo que soportar Tulio estaba de vuelta en suelo Italiano; ya habían pasado
veintitrés noches de su cansado y largo viaje pero al fin a la mañana siguiente llegaría a donde con
tanto entusiasmo inicio su travesía de vuelta a Roma, Italia. A la mañana siguiente cuando ya en
Italia estaba en casa donde Tulia lo acompaño a cada momento y al final del día cuando iba a
tomar su lugar en su cuarto noto que su hija estaba mucho más demacrada que antes y exaltado
pregunto Tulia que ha pasado, a ti te afecto todo esto mucho más de lo que a mí; ella intento
sostenerse pero en consecuencia dejo caer sus brazos en su padre y le conto todo, del
fallecimiento de su yerno, de las terribles cosas que tuvo que soportar en su ausencia.

Capítulo 60

Este capítulo nos habla de cómo cicerón recupera sus pertenencias después del exilio el hablo con
los pontífices para que le regresaran el terreno donde Clodio había mandado a hacer el templo de
la libertad y si los pontífices le regresaron el terreno pero Clodio logro difamar a Cicerón diciendo
que este despreciaba a la religión y que iba apoderarse del terreno de su casa por la fuerza. En
esta época sobresalieron los antivalores siguientes Codicia, Traición, Deslealtad, Envidia, Rencor,
Resentimiento, Egocentrista, Siniquismo, Despotismo, Desinterés, Irresponsabilidad, Mediocridad.
En la actualidad la codicia es la base de tantas guerras de las que somos víctimas debido a la
incapacidad que tiene los países para lograr acuerdos que los lleven al desarrollo sostenible y
mejor calidad de vida. La traición en los empleos se van poniendo trabas unos a otros porque
nadie está contento con lo que tiene y va poniendo trampas a sus compañeros. A los abogados no
se les pagaba, solo sus clientes podían darles regalos de generosidad. Al morir el amo todos sus
sirvientes quedarían en libertad para hacer lo que desearan en Roma y recibían una cantidad de
dinero que el amo en vida había destinado a los sirvientes. Después Marco hizo todo lo posible por
vengarse de Lucio hasta que lo logro. Poco después de eso recibió una carta de su hermano Quinto
donde decía que su padre estaba a punto de morir. Marco fue a verlo pero desafortunadamente
llego cuando acababa de morir. Pronto llegaron Herenio el centurión y Pompilio el tribuno que
habían sido enviados para asesinar a Cicerón el no había tenido noticias de Quinto y su hijo porque
Quinto cayó en manos de los esbirros y murió asesinado por órdenes de Octavio, y quinto hijo,
había escondido a su padre, lo sometieron a tortura para que revelara donde se encontraba pero
se negó y los dos fueron asesinados. Con esto último que Cicerón fue engañado y Clodio convenció
que estaba contraponiéndose a la religión y su administración en Roma todo se le viene debajo de
nuevo a Cicerón pierde todo y hasta de su muerte se habla.

Capítulo 61
Cicerón fue nombrado para ocupar un cargo en el Consejo de Augures de Roma, cargo que no solo
confería dignidad, sino que estaba muy bien remunerado, aunque se sintió escéptico, claro sin
dejar de estar complacido. El Consejo estaba integrado por agnósticos que discutían con el Colegio
de Pontífices sobre religión, cosa que le causaba controversia, ya que recordaba que en el Colegio
de Pontífices se había distinguido en todo momento por mostrarse devotamente religioso.
Después de pensarlo mucho, y consultarlo con Julio aceptó el puesto, se tomó con mucha seriedad
los deberes de su cargo, aunque en privado consideraba muchas de las profecías y adivinaciones
de los augures como cosa absurda, pero era lo bastante místico como para creer que dios podría
dar indicaciones del futuro a ciertas personas.
Llego el día de su primera profecía, y la haría ante un magistrado, el cual eligió una colina desierta
para saber qué pasaría. Estando ahí Cicerón seguía dudando si de verdad podría ver cosas, y
repentinamente empezó a ver buques de guerra, personas peleando, aves de mal agüero, y
después de tantas cosas malas vio algo peor, Roma estaba siendo destruida y a lo lejos se
escuchaba a personas gritando ¡ay de Roma! Y al final de todo Cicerón cayó desmayado.

Capítulo 62
Después de varios días, Cicerón se recobró y pensó que debía adquirir un poco de paz, ignorar lo
que veía, aunque en su interior sabía que eso era imposible. Le platico a su amigo Cesar que él
había aparecido en su profecía, primero triunfando pero después moriría, cosa que a julio no le
pareció importante y lo ignoro.
Dentro de si creía que tanto Pompeyo como Cesar estaban conspirando para su muerte y supo
que debía estar alerta. Pero esto pasó a segundo término cuando se enteró de una trágica noticia;
le había llegado una carta diciendo que su amigo, el dramaturgo Noë ben Joel había muerto a lo
que Cicerón respondió: la Tierra se ha empobrecido. Ha perdido a un hombre bueno y eso es algo
que no nos podemos permitir.

Capítulo 63

Cicerón decidió unirse a Pompeyo, él estaba a favor de La Ley y La Constitución.


Cicerón cayó enfermo por lo que Pompeyo tuvo que irse a luchar contra Cesar.
Mientras tanto Cicerón tenia alucinaciones y pesadillas y en una de esas soñó que Pompeyo
estaba muerto, al despertar, le ocultaron la verdad porque aún no se encontraba bien de salud
pero el comenzaba a sospechar que algo no estaba bien, después ya no se podía ocultar más la
verdad, Cesar había obtenido la victoria en Farsalia y Pompeyo había huido a Egipto, allí le fue
asesinado por un soldado sin importancia.
Tras todos los problemas que se veían venir Cicerón cayó enfermo de nuevo, fue cuando su hija
Tulia fue a visitarlo pero ella también cayó enferma, Cicerón decidió salvar a su hija sin importar lo
que a él pudiera pasarle así que se la llevo a Toscaza un lugar donde la atmosfera era saludable, en
ese lugar él y su hija pudieron encontrar la salud y fue ahí donde Cicerón decidió divorciarse de
Terencia.
Mientras tanto Tulia había caído gravemente enferma y Cicerón se dio cuenta que en Toscana
Tulia no sanaría.
Pero al final Tulia murió.
Cicerón se encontraba muy triste y solo para él su vida ya no tenía sentido pero decidió regresar a
Roma.
El Senado le había ofrecido a Julio Cesar la corona pero la rechazo, después el Senado ofrecería
una reunión para ofrecer de nueva cuenta la corona.
Quinto, hermano de Cicerón lo invito a ir con él al Senado y Cicerón acepto.
Pero al ir llegando ahí fueron testigos de cómo el Senado terminaba con la vida de Cesar.
Se declaró que no se sabía quién era el asesino de Cesar cuando la realidad era que la mayoría
sabía que había sido Bruto pero no decían nada por temor.
Cicerón pronuncio ante el Senado que estaba en contra de Marco Antonio.
Quinto decía que Octavio era quien provocaría la guerra civil.
Antonio sobrino de Julio Cesar deseaba recoger el poder de su tío, pero Marco Antonio no hacía
más que tratar de impedírselo.
Marco Tulio Cicerón no soportaba la idea de morir lejos de Roma por eso decidió regresar aunque
esto significara su muerte, solo esperaba la llegada de Quinto y su sobrino.
Pronto llegaron Herenio el centurión y Pompilio el tribuno que habían sido enviados para asesinar
a Cicerón el no había tenido noticias de Quinto y su hijo porque Quinto cayó en manos de los
esbirros y murió asesinado por órdenes de Octavio, y quinto hijo, había escondido a su padre, lo
sometieron a tortura para que revelara donde se encontraba pero se negó y los dos fueron
asesinados.
Cicerón no llego muy lejos puesto que en su huida Helenio le corto la cabeza y las manos, las
cuales fueron llevadas a Roma con Marco Antonio.

Capítulo 64

La lectura de los capítulos que leí de la columna de hierro me gustaron mucho porque me dejo
bastantes mensajes respecto a la profesión que quiero desempeñar, pero lo que más me gusto, es
que los mensajes y reflexiones que me deja esta lectura no solo los relacione aplicándolos cuando
ya sea un abogado, sino que lo que me deja la lectura lo voy a aplicar día a día toda mi vida,
porque el ser un buen abogado no solamente implica defender una cosa o cobrar por sacar a
alguien de la cárcel o recuperar a alguien sus bienes, el que yo sea un abogado implica que yo sea
una persona completamente correcta, justa, con principios y valores.
La satisfacción es el mejor pago o recompensa que yo podría recibir después de haber realizado
esfuerzo por conseguir algo, y el esfuerzo es lo que al final de todo proceso te hace sentir
satisfecho, el esfuerzo te hace sentir así porque si te esfuerzas en conseguir algo, lo valoras, y si en
todo acto de mi vida me esfuerzo por hacerlo en excelencia, al final del día lo voy a valorar
demasiado y lo mejor es que me voy a sentir satisfecho conmigo mismo. En resumen puedo decir
que todo logro que realice en mi vida debe ser a base de mi esfuerzo. No debo tener miedo al
presentarme ante cualquier persona, me voy a encontrar en muchas ocasiones a determinadas
personas que me quieran poner obstáculos o querer frenar mi camino al éxito, lo que debo hacer
es estar seguro de mí mismo, hacer caso omiso de los comentarios de personas negativas o que
estén mi contra y estar completamente preparado para defender mis ideales. No tengo mejor
forma de defenderme que mi propio conocimiento, el conocimiento que tengo es mi mejor arma y
la más fuerte que tengo, para poder enfrentar un juicio o enfrentar a cualquier otra persona debo
estar seguro de lo que digo para que las demás personas se den cuenta de que conozco sobre el
tema y que hablo con razón y lógica.
No debo llevar los problemas que haya tenido con una persona a mi desempeño laboral, es decir,
como algún día me lo dijo mi padre, no llevare los problemas de la casa a mi trabajo no los
problemas del trabajo los voy a hacer llegar a la casa. No es ético que por el simple hecho de que
una persona me caiga mal o le tenga coraje o rencor, tratar de afectarlo en algún trabajo o acción
de su profesión, al contrario como colegas siempre es bueno que yo esté dispuesto a apoyar, para
que si algún día yo lo necesito ellos me apoyen, la ética para mi es también un punto muy
importante dentro de mi desempeño como abogado, principalmente porque si tengo ética no me
voy a prestar para hacer actos de corrupción o apoyar a personas que hayan obrado mal, porque
el ser abogado no significa hacer que tu cliente no valla a la cárcel, el buen abogado debe hablar
con su cliente y hacerle saber que es responsable de sus propios actos y que si realizo algo malo
debe de pagar por ello.
Sobre defender los ideales hubo un mensaje que me dejo, pero no esta lectura, el mensaje lo
encontré en una lectura de la dignidad, en una hoja de periódico que llevo el profesor, me dejo
que no debo abandonar mis ideales solo porque otras personas estén en desacuerdo o les
parezcan absurdas, pero el defender nuestros ideales no solo se trata de decir que nosotros
estamos bien y los demás están mal, se trata de estar bien preparado y saber cómo vamos a
defender nuestros ideales.
Por último el mensaje que me dejo la parte final del capítulo fue la que más me gusto, porque
aunque fue solo un capítulo de todo el libro pareció que fue toda una historia de un abogado, el
final del capítulo me dejo algo muy significativo en mi vida, porque nos habla sobre el sentirse
satisfecho, porque después de todo lo que paso y todo lo que tuvo que hacer logro triunfar, y
triunfo a base de su esfuerzo, lo que te hace sentir satisfecho después de hacer algo, no es el
hecho de que te hayan salido bien las cosas o de que si a los demás les gusto, sentirme satisfecho
se trata de que cuando termine un acontecimiento de mi vida me sienta bien conmigo mismo por
dentro, pero me voy a sentir bien porque lo que lo logre, lo logre con mi esfuerzo, y todos mis
logros lo voy a realizar sin ayuda de los demás yo mismo me voy a generar todo, eso es lo me va a
hacer sentir satisfecho.

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