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Montserrat Doucet
Universidad Complutense de Madrid
Departamento de Filología Románica, Filología Eslava y Lingüística General
doucet.montserrat19@gmail.com
RESUMEN
Son varios los estudios que abordan la obra Blanco Amor como autor bilingüe y como autotraductor de su importante
legado narrativo. Sin partir de ninguno de estos estudios en concreto pero tomando de ellos lo más significativo para
nuestros fines pretendemos demostrar cómo la elección de una u otra lengua determina dos novelas diferentes. Para
ello cotejamos diversos fragmentos de las novelas A Esmorga y La Parranda.
palabras clave: A Esmorga, La Parranda, Eduardo Blanco Amor, autotraducción, lengua e identidad.
RESUMO
Son varios os estudos que abordan a obra Branco Amor como autor bilingüe e como autotradutor do seu importante
legado narrativo. Sen partir de ningún destes estudos en concreto mais tomando deles o máis significativo para os
nosos fins pretendemos demostrar como a elección dunha ou outra lingua determina dúas novelas diferentes. Para iso
confrontamos diversos fragmentos das novelas novelas A Esmorga e La Parranda.
palabras chave: A Esmorga, La Parranda, Eduardo Blanco Amor, autotradución, lingua e identidade.
ABSTRACT
There are several studies about the literary work of Blanco Amor as a bilingual author and narrative self-translator
its important legacy. Not from any of these studies specifically but taking from them the most significant for our
purposes we intend to show how the choice of a specific language, determines two different novels. To do this we
compared various fragments of both novels.
key words: A Esmorga, La Parranda, Eduardo Blanco Amor, self-translation, language and identity.
Doucet, M. (2015): “A Esmorga y La Parranda de Eduardo Blanco Amor: dos lenguas, dos identidades, dos versiones
de una novela”, Madrygal (Madr.), 18, Núm. Especial: 191-200.
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Para Dasilva, esta primera traducción de Blanco Amor es un excelente ejemplo de lo que denomina
encomiablemente “autotraducción transparente”, frente a la denostada “autotraducción opaca” en la que
suelen caer muchos autores (Dasilva 2011).
2
También el modo de hacerlo es diferente en A Esmorga y La Parranda: un ejemplo es el caso de
Dama Muñeca, de la que se dan distintos detalles en una y otra versión, y cuya muerte se sabe a través de
la madre del protagonista en la versión gallega (pero no así en la versión castellana): “trayendo consigo una
mujer de tanta juventud y hermosura que los pocos que la vieron, hace de esto unos diez años, siguieron
luego diciendo que nunca habían visto cosa igual, ni siquiera pintada” (Blanco Amor 1973: 66), “traguendo
consigo unha dona de tal hermosura que os poucos que a viran decían que endexamáis se tiña ollado cousa
semellante... Pro ninguén voltou a ollaza dende o día que chegaran, fai desto uns doce anos, que foi cando
eu o ouvín contar” (Blanco Amor 1959: 32); “Y había otros que aseguraban que le diera muerte y que la
enterró en el jardín, vaya uno a saber, que yo no creo ni dejo de creer, aunque algunos digan que si el río
suena agua lleva...” (Blanco Amor 1973: 67), “e outros aseguraban , que lle dira morte e a que enterrara no
hortal... que hai que vere. Canto cavila a xente no que non lle vai nen lle vén, como di miña nai, que foi a
que me contou a meirande parte de todo isto” (Blanco Amor 1959: 33).
Blanco Amor ideou. Tan só, pois, podemos sin ser visto, o el esconderse en un prostíbulo
efectuar unha simple intervención no refe- para huir de la justicia. Obsérvese que bastan
rente á acentuación gráfica, desaconsellando, tres líneas en lengua gallega para expresar lo
polo tanto, calquera outra mudanza sobre o anterior:
texto original” (Blanco Amor 1959: xxiv). La Si ganamos, pues nos largamos en el tren
edición en castellano, con prólogo de Carlos mixto de las cinco, para Montforte... Al subir
Ruiz Silva, la hemos escogido por ser una bue- la cuesta del Ribeiriño, el tren viene a paso de
na obra de partida para adentrarse en el estudio andadura y lo podemos coger sin que nos vean,
de la obra del poeta y novelista para el público que yo ya lo hice otras veces. Nos quedaremos
que no lee gallego. por allá hasta que pase el lío, que en otras peo-
res me tengo visto, y total siempre resultó más
2. DIFERENCIAS FORMALES, SEMÁN- el ruido que las nueces. Yo tengo conocimien-
TICAS Y DE NOMENCLATURA DE tos en Montforte, en casa de la Garela, y lo po-
LUGARES Y PERSONAJES demos pasar bien allí, que tiene buenas chicas.
¡Huy que coño, tú también, siempre con
La primera diferencia de forma y también las chicas...! Estás ahora para chicas —dijo el
la que más rápidamente se detecta es que en Milhombres, con enfado en la voz, como siem-
la edición castellana, La Parranda, casi siem- pre que el Bocas hablaba de mujeres. ¿Qué de-
pre comienza Cibrán hablando al principio de terminas tú? (Blanco Amor 1973: 113)
cada capítulo mientras que la mayoría de los Se gañamos ímonos no tren das cinco para
capítulos de la versión gallega comienzan con Montforte uns días até que pase ista encalsa-
las palabras intencionalmente silenciadas del mada, que noutras piores me teño visto e total
juez de instrucción. sempre é máis o bruído que as noces... ¿Qué se
determiña? (Blanco Amor 1959: 74)
Otra diferencia formal es la referida a la
extensión de ambas novelas: se aprecia a sim- Semánticamente también hay diferencias:
ple vista que la versión gallega es mucho más el título de la novela A Esmorga nos remite a
breve que la castellana3. Veamos a continua- una “diversión buliciosa e esaxerada” (RAG)
ción como se estructura el texto en ambas ver- y será esa exageración la que desencadene la
siones dando como resultado una versión más tragedia. El título de La Parranda4 nos remite
amplia en la castellana: a un vocablo de índole americano que no se
En La Parranda se explica lo que supone corresponde exactamente con el vocablo galle-
huir en el tren de las 5 hacia Monforte. Dicha go: “Fiesta de grupo, especialmente si se rea-
explicación no tiene lugar en A Esmorga ya liza por la noche y con bebidas alcohólicas”
que, al escribir para un lector gallego, se alude (RAE5). A pesar de esta diferencia, Blanco
a realidades que serían desconocidas, en prin- Amor hace un guiño al lector hablando de lo
cipio, por un lector castellano: la descripción que es una esmorga en la versión castellana y
de la andadura del tren y la forma de cogerlo de lo que es una parranda en la versión g allega:
3
Este hecho pudo deberse en parte a la censura franquista y se aprecia muy bien en la edición de A
Esmorga, Vigo: Galaxia, 1970 (Dasilva: 2013a) pero no es el caso de los fragmentos que reseñamos.
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A propósito de este título creemos oportuno reproducir el interesante comentario de Dasilva: “La
parranda, ya no resulta afortunado, puesto que no recoge la rica dimensión semántica de A esmorga. (...)
Se comprueba en las versiones en bable (La folisa, Mieres del Carmín, Editora del Norte, 1996), italiano
(A esmorga, Roma, Carocci editore, 2006; La baldoria, Firenze, Societá Editrice florentina, 2007), francés
(La Noce, Dinan, Terre de Brume, 2007) e inglés (On a bender, Wales, Planet, 2012). Todas arrancan de la
versión gallega, aunque para solventar algunos escollos acuden esporádicamente a la versión en castellano,
más que nada para consultar la solución adoptada por el autor” (Dasilva 2013b: 74).
5
Según la RAE en un significado etimológico como voz propia de El Salvador, República Dominicana
y Venezuela.
trataban de no entrar al pueblo o, al menos, incorporadas sin más a la propia lengua caste-
de no ir a los sitios donde solíamos hacer nues- llana, como auténticos préstamos” (Martínez
tras “esmorgas”, que es como aquí le decimos Olmo 1999: 354).
al andar de parranda. (Blanco Amor 1973: 83)
fuxían principalmente de entrare na vila ou (...), que hasta pienso que mucho de ello se-
polo menos de ire a logares onde decote facia- rían comadreos de sastres y beatas que tienen
mos a nosas parrandas. (Blanco Amor 1959: esa tema de darle a la lengua y de andar reme-
46) giendo en la vida del proximo que ni les va ni
les viene. (Blanco Amor 1973: 66)
Son diferentes los nombres de algunos per- (...) que penso que todas serían latricadas
sonajes en una y otra versión: de comadres, de xastres ou de costureiras que
teñen ese bezo de dárenlle á língoa e de andaren
(...) y que tenían la mosca de que debían ser a remexer nas honras alleas... (Blanco Amor
los mismos que en la noche anterior habían ar- 1959: 31)
mado la bronca en la taberna del Narizán... Yo
no creí aquella historia del arriero (...) (Blanco Las referencias geográficas son también
Amor 1973: 64) distintas, así como el nombre de algunas ca-
e que si cadra eran os mesmos que armaran lles6:
outra zarracina o sábado á noite na taberna do (...) las cosas de la herencia no las trató con
Chaguazoso. Eu yo non lle dei creto (...) (Blan- nadie directamente, sino que las arreglaron
co Amor 1959: 31) unos abogados con otros para sacarles del papo
con la tía Fuca y el Mingo, que son los cria- a los frailes de Osera y de Everdelo unos bue-
dos más viejucos (...) hasta en las propias camas nos bocados que le dejara su madre, que murió
de los amos y los niños. Y aunque los amos son loca, asegún cuentan, que yo no lo vi. (Blanco
buenos como el pan los echaron a todos, menos Amor 1973: 66)
a los más viejos y a los que habían nacido en la (...) as cousas da herdanza nos as tratou
casa (...) (Blanco Amor 1973: 88) con ninguén e arranxáronas uns avogados cos
“coa Fuca e mais o Berzas, que son os cria- outros para lle sacar do papo os frades de San
dos máis vellos (...) até nos leitos dos amos Francisco unha boa endentada que lle tiraran á
e dos nenos, que parés que foi o que máis os nai, que morreu tola, asegún din, que eu nesto
encabuxou... E anque os señores son bos coma non me meto. (Blanco Amor 1959: 32)
o pan, botáronos a todos no sendo os vellos. (...) para dejar pasar a unos que venían ba-
(Blanco Amor 1959: 51) jando por la calle de la Luna (Blanco Amor
1973: 114)
También hay diferencia respecto a las pro- (...) para deixar paso a uns que cruzaban po-
fesiones que los personajes ejercen en una y la rúa da Estrela (Blanco Amor 1959: 75)
otra versión, sastres y beatas en La Parran- Os digo que la vi con estos propios ojos, co-
da y xastres y costureiras en A Esmorga. In- mo ahora os estoy viendo. La vimos yo y más el
teresante también señalar en este ejemplo la Caparranas. (Blanco Amor 1973: 68)
transferencia léxica del gallego al castellano ¡Dígocho que a vin, coma vos vexo agora
con la forma verbal remegiendo. Ejemplos a vosoutros...! Vímola eu e mais o Agradelos...
como este dotan de peculiaridad no solo a La (Blanco Amor 1959: 34)
Parranda sino a todas las demás autotraduc- Uno fue el de Lambejadas, que está en el
ciones de Blanco Amor. “Sus obras en caste- servicio del rey; y otro, aquel de Bentraces, que
llano están llenas, de esta manera, de palabras trabajaba en la fundición y que se fue para las
gallegas sentidas como tales o, más a menudo, Américas. (Blanco Amor 1973: 69)
6
En la versión castellana al denominar Luna a la calle hace que el astro sea nombrado tres veces en la
misma página, adquiriendo un protagonismo trágico y casi sobrenatural: “al reparo de las paredes donde
no daba la luna”, “La calle estaba blanca de luna”; como en las obras de Lorca donde la luna es un signo
de tragedia (Doucet 2010: 47).
(...) e co aquiles acougados movimientos to camiñar, cos sabañós roídos polas chancas i
e aquel sorrir de dentes brancos e parellos... os calcetís embrullados co sangue e co brume
(Blanco Amor 1959: 42) das feridas... (...) Sentía unha grande frouxedá
no corpo e víñanme coma vágados á cabeza,
Respecto a lo cruento, la mayor incidencia arremuiñándoma toda, que non sabía si era de
en los detalles sangrientos en A Esmorga es un cansancio, de door ou da bebida. (Blanco Amor
hecho. A continuación comentamos dos ejem- 1959: 102)
plos referidos a tres de los personajes de la Se había quedado así, embrullado en la
novela: el Bocas, el Milhombres y el narrador manta. Con el frío, supongo yo, se le había en-
protagonista, Cibrán. conado aún más la herida del pescuezo, pues
no quitaba de allí la mano. Estaba con los ojos
En lo referente al Bocas y al Milhombres, cerrados pero no dormía. (Blanco Amor 1973:
en la versión castellana tan solo se dice que el 150)
“hablar” del Bocas es “tartajoso” y que los de- Quedárase eisí, engruñado na manta, co pa-
más personajes han de esforzarse por entender po entalado no peito e os ollos pechos. Pro polo
lo que dice, sin añadir ninguna información visto, non dormía. (Blanco Amor 1959: 109)
sobre el Milhombres. En la versión gallega se De no haber caído privado, yo mismo hu-
dice que esa forma ininteligible de hablar es biera ido a avisar a la justicia. (Blanco Amor
también la de Milhomes, pero en su caso, por 1973: 152)
motivo de los efectos del frío en la herida de De non tere eu caído privado, tanto pola
su cuello. Adviértase también el espacio que mágoa que xa tiña no corpo coma polo sangue
se dedica en la edición en gallego a describir que perdía, eu mesmo houbera vido avisar á
los detalles sangrientos de la “tariscada”: justicia. (Blanco Amor 1959: 111)
(...) que había que poner mucho sentido pa- Cuando se habla de sexo el lenguaje es
ra entenderlo. Con que le daba por decir a ca- mucho más procaz y descriptivo en la versión
da paso, con su hablar tartajoso. (Blanco Amor gallega:
1973: 144)
(...) que había que pór todo o sentido para “¡Ay reiciño mío!” —me decía, sobándome
pescare o que decía. O Milhomes laiábase ta- los muslos— “tú si que eres hombre para sacar-
mén porque co frío asañáraselle aínda máis a le la barriga de mal año a diez mujeres! ¡Ven
ferda da tariscada e facíalle unha xorobeta ver- para acá, truhán!... ¿Vamos?”. (Blanco Amor
mella no carrolo, arrodeada de escoas do san- 1973: 109)
gue callado. Co seu falar tatexoso de bébedo, “¡Ay, meu rey!”, decíame a Costilleta, pe-
o Bocas ía dicindo. (Blanco Amor 1959: 103) gándome belisquiños nas cousas, “ti que si es
home para sacarlle a barriga de mal ano a dez
Los sentimientos de Cibrán se intensifican mulleres...! ¡Ven para acá, gandulo! ¿Imos fa-
cuando los expresa en gallego y se incide en cer as cochinadas?”. (Blanco Amor 1959: 70)
la descripción pormenorizada de sus heridas:
La escarcha que caía cortaba los dientes, 4. LA DIMENSIÓN DEL DISCURSO DE
que nunca había tenido yo frío igual, que hasta CIBRÁN EN LA PARRANDA
se me sacudían de suyo las carnes, como si tu- Las reflexiones de Cibrán, alias El Castizo,
viesen calentura. En cambio, los pies me iban
en la versión castellana de la novela son más
ardiendo y en algunas partes era como si ya no
los sintiese, que los dedos ya no los sentía... Era
extensas y nos dan detalles del estado anímico
una gran cansera lo que sentía y unos remolinos del protagonista: un fugitivo, temeroso de la
en la cabeza, como vahídos, que le dicen, que lluvia, que busca junto a sus compañeros el co-
todo me empezó a dar vueltas... (Blanco Amor bijo de las paredes sombreadas por los aleros:
1973: 143) el lector sabe que huyen de algo más que del
Facía un frío de todos os demonos. A min mal tiempo atmosférico. En la edición gallega
doíame os pés coma se mos escodelase, e até solo se describen las casas: “de pallabarro”.
me puña mado a ideia de tere que me escalzar Los lectores gallegos probablemente conoce-
e vere o estropicio que se me tería feito de tan- dores de este tipo de construcción imaginarían
7
En el apartado 2 hemos señalado también la posibilidad de que Blanco Amor, al escribir para un lector
gallego, omita información al referirse a realidades conocidas.
8
Podemos ver otros ejemplos de transferencias léxicas entre A Esmorga y La Parranda en Martínez
Olmo (1999: 359).
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El sentido procesional se aprecia en el recorrido de Cibrán en varios momentos de la novela. Tampoco
hay que olvidar que la novela parte de un recuerdo de Blanco Amor niño: un navajazo que contempló en
una procesión de Semana Santa.
10
Sobre la luna y su importancia en A Esmorga véase Doucet (2010: 47-48).
11
Cuando Blanco Amor publica en Buenos Aires sus Romances galegos, incluye un glosario pensando
en el lector emigrante.
Los nombres de calles, lugares, personajes Ambas versiones tienen un gran lirismo,
y profesiones cambian en ambas versiones, pues se trata de la novela de un poeta. Dicho
demostrando que una versión no es una mera lirismo no es gratuito ya que subraya y resalta
traducción de la otra, sino una “autotraduc- los trágicos hechos que se relatan.
ción transparente” o una nueva reescritura
Aunque el clima y el recorrido le dan una
de la misma en castellano. Así, son diferen-
dimensión mítica tanto a A Esmorga como a
tes los calificativos con los que se describe a
La Parranda semejante a las escenas en los
los protagonistas en una y otra versión; pero
páramos de El rey Lear de Shakespeare, para
Blanco Amor, fiel a los hechos objetivos de los
Blanco Amor:
que parte la historia en ambas variantes, utili-
za el mismo adjetivo “criminales” en ambas A Esmorga representa, lisa e cha, a desmi-
versiones: tificación da narrativa galega. Todo o traballo
novelístico anterior partía do su posto de que
—¡Maricones, criminales, hijos de puta!
eramos unha raza acoguada, perfecta... Entón
(Blanco Amor 1973: 111)
eu púxenme a descubrir o outro rostro do home
—¡Ladrós, criminales, golfós...! ¡Botádelle galego, a parte esperpéntica, iniciada por Valle-
a mau a ises...! (Blanco Amor 1959: 72) Inclán, cunha vida crúa, ruda, cunha linguaxe
forte, directa. Esiste unha tendencia á idealiza-
Respecto a las diferencias semánticas, que ción, hastra Neira Vilas estiliza os personaxes,
ya comienzan con el título, la mayor fortuna que son sofridores, pro neles non se perfila un
la obtiene A Esmorga, que es como mayorita- esforzo por sair dise marco un tanto fatalista.
riamente se traduce a otros idiomas. También En A esmorga viven e morren facendo burradas
es importante el impacto que tienen las trans- e disparates, que é unha das dimensións da his-
ferencias léxicas del gallego al castellano: co- toria galega que está no xermolo da nosa vida
mo poeta, Blanco Amor conoce y domina a la feudal, unha vida de loita de disparates. (Ruíz
perfección su lengua materna, como queda de- de Ojeda 1994: 138)
mostrado en A Esmorga, pero es también cier-
Quizás a Blanco Amor le hubiese basta-
to que utiliza a veces, palabras gallegas para
do con este objetivo: conseguir “a desmitifi-
nombrar o describir algunas realidades com-
cación da narrativa galega”, pero va más allá
plejas en la autotraducción de su novela: estos
adoptando otra lengua, otra identidad, para lo-
vocablos gallegos no disminuyen el valor de
grar así otra novela, La Parranda, otra versión
La Parranda sino que, a modo de auténticos
de unos hechos que, si bien son “unha das di-
préstamos, enriquecen con matices semánticos
mensións de historia galega”, también podrían
lo que se narra. En el texto castellano, Cibrán
serlo de la historia de cualquier nación.
alimenta las páginas con una mayor cantidad
de discursos interiores que dejan entrever su En este sentido, las diversas traducciones
propia moral interna y sus juicios o posiciona- de A Esmorga en diferentes países constatan
miento respecto a los hechos. la genialidad de nuestro autor.
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