Al realizar el análisis de ambos casos, A y B, nos encontramos ante dos
actividades totalmente opuestas entre sí. En ambas actividades se trabaja
la escala pero desde perspectivas muy diferentes.
En el caso B nos encontramos ante la típica actividad de metodología
tradicional, cada alumno de manera individual realiza las actividades propuestas en el libro de texto. Es una actividad totalmente mecánica y nada interdisciplinar. Se trabaja la escala como un mero contenido conceptual lo que provoca un conocimiento fragmentado de la realidad.
Es una actividad totalmente memorística y repetitiva en la que el único
material didáctico utilizado es el libro de texto. En cuanto a las competencias la única que se trabaja en este caso es la competencia matemática pues solo consiste en ejercicios de cálculo para establecer la distancia entre dos puntos.
Desde mi punto de vista es una actividad nada interesante para el
alumnado pues se resume en el aprendizaje memorístico del concepto de escala y a la realización de operaciones de cálculo, es una actividad totalmente descontextualizada que deja al margen el entorno del alumnado y por tanto poco motivadora.
En el caso A nos encontramos ante una actividad abordada desde una
perspectiva constructivista del conocimiento. A los alumnos se les plantea un problema que parte de su propio entorno y ellos son los encargados de solucionarlo. Es una actividad centrada en el alumnado, que va construyendo su conocimiento a partir de su resolución y la búsqueda de soluciones. De este modo a través de la participación activa del alumno en clase produce un aprendizaje significativo
El alumno tiene la posibilidad de utilizar una gran diversidad de material y
no se limita a la utilización de los materiales tradicionales, pues debe buscar información en la prensa, internet, mapas de diferentes escalas y atlas; y en ningún momento se utiliza el libro de texto del que muchísimos profesores se convierten en esclavos.
Es una actividad en la que el alumnado debe buscar, clasificar y seleccionar
la información que le será útil para la resolución del problema.
Es una actividad propicia para la conceptualización por parte del alumno
de las coordenadas geográficas a través del manejo de mapas y altas a diferentes escalas que le permitirán ir conociendo desde su entorno más cercano hasta el espacio más amplio (comarca, provincia, comunidad, país…).
Mediante la realización de una actividad de este tipo los estudiantes
desarrollan prácticamente todas y cada una de las competencias del currículo:
Competencia social y ciudadana
Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico
Tratamiento de la información y competencia digital
Competencia en comunicación lingüística
Competencia para aprender a aprender
Competencia matemática Además de promover directamente la autonomía e iniciativa personal
Las finalidades que persiguen también son muy amplias:
Culturales: analizar la sociedad y el grupo en el que se vive.
Entender la dicotomía local/global.
Científicas: favorece la iniciación a los conocimientos de la ciencia y
promueve una actitud abierta a la investigación.
Prácticas: favorece la aplicación del conocimiento y relacionar el
conocimiento escolar con la realidad.
Intelectuales: fomenta el procesamiento de la información
En definitiva es una actividad mucho más interesante, motivante y
beneficiosa para el alumnado que la anterior. Personalmente me parece que es un ejemplo perfecto de como debemos abordar el estudio de las Ciencias Sociales en el aula.