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ANÁLISIS Y COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO “EL PROCESO

ECONÓMICO” DE MANUEL F. AYAU CORDÓN.


5. EL SISTEMA DE PRECIOS.

Luis Alberto Fernández Ramírez.*

Continuando con el análisis del libro que se comenta, corresponde en


esta ocasión abordar el quinto de los temas que trata lo referente al sistema de
precios.

Al ingresar en este tema se establece que debido a la división del trabajo


cada persona produce diversos tipos de productos, sin embargo dichos
productos serán intercambiados por aquellos que producen otras personas.
Inicialmente este intercambio se dio a través del trueque, pero con la evolución
y avance de la sociedad se crearon medios de intercambio más indirectos como
por ejemplo con el dinero, cuya finalidad de creación fue precisamente facilitar
la división del trabajo y permitir su desarrollo, ante las dificultades de
indivisibilidad y no uniformidad de los objetos dados en trueque.

Es así como el precio de determinado producto actualmente se expresa en


dinero (precio nominal), por ejemplo: una manzana cuesta un quetzal. Esto
brinda información a todas las personas sobre el costo de determinado producto
a efecto que puedan ponderar su conveniencia de adquisición o no de acuerdo
con su escala de necesidades o gustos así como de acuerdo a su capacidad
adquisitiva según lo producido. Es decir, la información que el precio aporta
permite a las personas determinar cuántos productos o servicios podrán
adquirir a cambio del esfuerzo o trabajo que ello realizan. Y en base a esa

*
Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales. Abogado y Notario. Universidad Rafael Landívar. Maestro en
Derecho Civil y Procesal Civil. Universidad San Carlos de Guatemala. Master en Ciencias Forenses.
Universidad de Valencia, España. Doctorando en Derecho. Universidad de Occidente. Juez de Sentencia de
Quetzaltenango. Organismo Judicial, Guatemala.
información escoger la opción que estima más adecuada, es decir, la que
consuma la menor cantidad de sus recursos, significa que el conocer los precios
permite calcular y en consecuencia economizar.

Adicional a lo ya apuntado, se señala que otro problema que los precios


resuelve es lo relativo a la racionamiento de los productos, necesario en virtud
de la escases de los mismos (recordar premisa tres del capítulo 2), lo que
implica que no todas las personas podrán tener acceso a todos los productos ya
que los mismos serían insuficientes para saciar el deseo de tenerlos. Razón por
la cual mediante la fijación de precios expresados en dinero para cada producto
o servicio se puede lograr dicha racionalización adjudicándolos al mejor postor.

Otro aspecto a tomar en cuenta para tener claridad respecto a la teoría


de precios es la diferenciación entre precio y valor. El autor los define así:
Valor: Estima que la persona le atribuye a las satisfacciones, bienes o servicios que
desea en comparación con las demás cosas que también desea.
Precio: Cantidad de dinero que en el mercado hay que pagar para comprar una cosa u
obtener un servicio.

Es importante mencionar que la valoración que se hace de las cosas al


ser meramente subjetiva y personal, cada persona tendrá prioridades y
valuaciones diferentes aun tratándose de los mismos productos, en atención a
los gustos y preferencias de cada sujeto, lo cual permite el intercambio
(recuérdese que cada sujeto estima de mayor valor lo que recibe con relación a
lo que entrega, de lo contrario no se daría el intercambio, por ello es que ambos
ganan.)

A esto se le denomina teoría del valor, que tal y como ya se mencionó es


una escala de prioridades o preferencias que cada individuo ordena de mayor a
menor según el grado de satisfacción de necesidad que tal y cual producto o
servicio le provee. Resulta adecuado indicar que tal valoración o preferencia no
es algo permanente o inmutable en cada persona, por el contrario está en
constante cambio dependiendo del momento o condiciones que cada sujeto viva.
Esta selección implica siempre sacrificio, puesto que al escoger determinado
bien necesariamente se está desechando otros en su lugar (costo de
oportunidad). Esta elección como se dijo dependerá de las circunstancias o
necesidades de cada persona, es decir, de la condición que exista
marginalmente en el momento de la decisión.

Ello a su vez se relaciona directamente con el hecho que las personas


darán determinado valor a las cosas en atención a la utilidad que puedan darle
a dichas cosas para satisfacer sus necesidades existentes en esos momentos, las
cuales evidentemente variarán de persona a persona, por lo cual dicha
valoración será distinta, a eso se es a lo que se le denomina Teoría de la
Utilidad Marginal.

Sin embargo, no son solo las preferencias internas de cada persona


(consumidor) lo que asigna valor a las cosas, también los cambios o variación de
los precios que se hagan de ciertos productos puede modificar el deseo o
preferencia de los consumidores incentivándolos a comprarlos. Esto es lo que se
le denomina Ley de la Demanda, la cual el autor define como: “Cuando hay un
cambio de precios relativos, ceteris paribus la cantidad demandada del bien
cuyo precio bajó en relación a los demás precios, aumentará.” Es importante
aclarar que demandar en los términos que aquí se utiliza no significa desear,
ya que podemos desear muchas cosas, pero la demanda se circunscribe con lo
que podemos comprar lo cual está limitado con aquello que podemos dar a
cambio (poder adquisitivo.)

Otro punto importante a tener en cuenta en el sistema de precios lo


constituye la elasticidad de dichos precios, que significa el aumento de
demanda de un producto o servicio causado por la disminución de precios de
dichos productos o servicios; sin embargo no todo producto posee elasticidad en
su precio, ya que esto depende de que el aumento de demanda compense la baja
en el precio, aumentando en consecuencia el ingreso del vendedor, lo cual puede
corroborarse al comparar el cambio porcentual del precio con el cambio
porcentual de la cantidad demandada. Pero también es posible que ante dicha
baja de precio los ingresos se mantengan o incluso disminuyan en cuyos casos
se establece la unitariedad o no elasticidad de los precios de determinados
bienes.

Visto desde la otra arista, es importante tener presente que para


comprar algo es necesario dar algo a cambio, es decir, hay que ofrecer, a esto se
le conoce como la ley de la oferta, a mayor número de compradores interesados
en ciertos productos la oferta sube y a menor número de potenciales
compradores la oferta baja. Dicho en palabras del autor:
Un cambio en los precios relativos inclinará marginalmente la ofeta de aquellos bienes
cuyo precio relativo aumentó porque hará más rentable asignar aquellos cuyos precios
relativos estaban atrayendo los recursos antes del cambio de precios. Podemos entonces
deducir de nuestras premisas originales la ley de la oferta: a mayor precio relativo se
producirá (ofrecerá) más del producto o servicio.

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