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INTRODUCCIÓN

En la península nace un arte islámico único e irrepetible: el arte andalusí o


hispanomusulmán, que tiene en sus primeros siglos un representante magnífico: el arte
califal.
Si bien es verdad que esta denominación, en sentido estricto, sólo debería aplicarse al
periodo que va desde el ascenso al poder de Abderrahmán III hasta la disolución del
Califato a comienzos del siglo XI, lo haremos extensivo a todo el periodo Omeya, es decir
desde la subida al trono de Abderrahmán I en el corazón del siglo VIII.

CONTEXTO HISTÓRICO
La sociedad en el territorio español convivieron dos mundos el cristiano y el musulmán con
una cultura muy distinta y enemigos desde el punto de vista político y religioso.
En al Andalus árabes judíos, mozárabes, muladies y esclavos.
La economía sufrió un contraste entre una economía rural en los reinos cristianos y una
urbana y comercial en al Andalus, que introdujo importantes avances económicos y
técnicos.
En el territorio musulmán sufrió un extraordinario desarrollo cultural pero condicionado por la
religión el islam.

OBRAS

Mezquita de Córdoba: Su construcción fue iniciada por Abderramán I sobre la iglesia


cristiana de San Vicente, en la que reaprovechó abundante material, ampliada
posteriormente por Abderramán III, Alhaken II y Almanzor.
La reforma más desastrosa se lleva a cabo en los siglos 16 y 17 con la eliminación de parte
de los trabajos de Abderraman II y Almanzor para construir la catedral cristiana.

Medina Azahara: Ordenada levantar por el califa cordobés Abderramán tercero en el siglo X
para ser la capital del califato, residencia real y sede del gobierno con el fin de reflejar el
esplendor del califato y todo el lujo, esplendor y poder del último de los grandes califas
cordobeses.
Las obras de Medina Azahara duraron algo más de 25 años, estaba rodeada por una
imponente muralla dispuesta en tres terrazas la superior la intermedia y la tercera parte
destinada al pueblo que aún permanece sin excavar.
De todo este grandioso complejo de arte islámico palaciego destaca el palacio de Zahra y
de este sus dos grandes salones. Destacan las arquerías, capiteles, columna tas, muros,
pavimentos cubiertos en su inmensa mayoría por mármol blanco. Destaca también la
extraordinaria decoración geométrica y floral.

Patio de los naranjos: Espacio abierto ajardinado, con forma rectangular. Su función fue de
cementerio, salón de fiestas y actos culturales. Los lados menores estaban constituidos por
siete arcos centrales que corresponden con la entrada original al recinto árabe, hoy
conocida como puerta del perdón.

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