Sunteți pe pagina 1din 3

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LOS DIFUNTOS

CANTO.
MOTIVACIÓN: Escuchemos las palabras del Papa Francisco: Se lee entre varias. (Música de
fondo)
HOY ES UN DÍA DE MEMORIA
“La liturgia de hoy es realista, es concreta. Nos enmarca en las tres dimensiones de la vida: el pasado,
el futuro, el presente. Hoy es un día de memoria del pasado, un día para recordar a aquellos que han
caminado antes que nosotros, incluso nos han acompañado, nos han dado vida. Recordar, hacer
memoria. La memoria es lo que hace fuerte a un pueblo, porque se siente arraigada en un camino,
arraigada en una historia, arraigada en un pueblo. La memoria nos hace comprender que no estamos
solos, somos un pueblo: un pueblo que tiene historia, que tiene pasado,
que tiene vida. Memoria de muchos que han compartido un viaje con
nosotros, y están aquí. No es fácil de recordar. Hoy es un día de memoria,
la memoria que nos lleva a las raíces: a mis raíces, a las raíces de mi
pueblo”.
HOY ES UN DÍA DE ESPERANZA
Es un día de esperanza: Se espera la belleza. Memoria y esperanza,
esperanza de encontrarnos, esperanza de llegar donde está el amor que
nos creó, donde está el amor que nos espera: el amor del Padre.
“Pidamos hoy al Señor que nos conceda la gracia de no perder nunca la
memoria – invoca el Papa Francisco – de no ocultar nunca nuestra memoria, la memoria de una
persona, la memoria de una familia, la memoria de un pueblo. Que nos conceda la gracia de la
esperanza, porque la esperanza es un don suyo: saber esperar, mirar al horizonte, no permanecer
cerrados frente a un muro. Siempre mirar al horizonte y esperar. Y nos dé la gracia de comprender
cuáles son las luces que nos acompañarán en el camino para no equivocarnos, y así llegar a donde
nos esperan con tanto amor”
HOY ES UN DÍA DE CAMINO
Y entre la memoria y la esperanza está la tercera dimensión, la del camino que debemos tomar y que
hacemos. ¿Y cómo recorrer este camino sin equivocarnos? ¿Cuáles son las luces que me ayudarán
a no equivocarme? ¿Cuál es el navegador que Dios mismo nos ha dado para no equivocarnos? Estas
son las bienaventuranzas que Jesús nos enseñó en el Evangelio. Estas Bienaventuranzas –
mansedumbre, pobreza de espíritu, justicia, misericordia, pureza de corazón – son las luces que nos
acompañan para no equivocarnos: este es nuestro presente”.

CANTO.

SALMO: AL DIOS DE LA VIDA


Tú eres, Señor, un Dios de Vida,
un Dios de misericordia y bondad.
Reconocemos tu impulso creador
en el origen de todo lo que existe
y en el origen de nuestras vidas.
Y a lo largo de la historia y de nuestra historia,
sigues impulsando todo aquello
que hace a las personas vivir de forma más humana,
más fraterna y más gozosa.
Por eso te damos gracias y te bendecimos.
Tú nos has creado a tu imagen.

Nos sorprendemos al descubrirnos obra de tus manos,


al descubrir en nosotras
las semillas de tu ser de Padre-Madre:
nos has hecho capaces de crear, transmitir y potenciar la vida;
de acompañar su crecimiento con paciencia y ternura,
nos das un corazón misericordioso y compasivo
y nos llamas a vivir un amor gratuito y comprometido
como el tuyo.

Has puesto en nosotras algo de Ti que,


a través de nuestras vidas,
quieres hacer llegar a los demás:
en medio de nuestro mundo,
en la vida de nuestros hermanos y hermanas,
Tú nos envías a hacer presente
tu amor entrañable, cercanos y liberador.

Nos llamas a ser hombres y mujeres libres, compasivas,


solidarias, testigos de esperanza;
personas de Dios, personas de Espíritu,
que quieren seguir, muy de cerca, a Jesús.

CANTO.
LECTURAS.

OFERTORIO
Entran a la liturgia llevando los signos pascuales danzando o con música de fondo.

EL FUEGO:
El fuego destruye y purifica, es capaz de arrasar todo a su paso y de transformar todo lo que toca. Por
eso acompaña a Yahvé como signo de potencia y de grandeza y con la imagen
del fuego se expresa también la fuerza de Dios que entra en el ser humano y cambia su vida
(Lc 12, 49).

VELAS:
Cada Hermana deja delante del altar una vela encendida a la vez que va nombrando aquellos seres
queridos que ya no están con nosotras.

ORACIÓN FINAL

Tú que has hecho camino con nosotros


tú que te has acercado a nuestras dudas,
a nuestros temores,
a nuestros desánimos: ¡Quédate con
nosotros!

Tú que nos has abierto la Escritura


y con tu palabra y tu presencia
has hecho arder nuestro corazón:
¡Quédate con nosotros Señor!

Tú que has aceptado no abandonarnos


al declinar el día,
tú que has compartido nuestro techo
y has partido para nosotros el pan:

Tú que nos has devuelto el ánimo


y has hecho renacer en nosotros el gozo;
tú que nos envías a anunciar a los que
tienen miedo,
que nos precedes en el camino
y nos preparas una mesa: ¡Quédate con
nosotros!

Tu cuerpo es el pan que nos congrega,


tu sangre es el vino de nuestra fiesta:
al reunirnos en tu Nombre,
tu Eucaristía se convierte para nosotros
en esperanza de una vida siempre nueva.
¡Quédate con nosotros!

S-ar putea să vă placă și