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EQUIDAD DE GENERO

¿Qué es equidad de género?

La equidad de género (o igualdad de género) hace referencia a una igual


apreciación de la dignidad que poseen tanto los hombres como las mujeres.
Este término refiere a un igual trato para ambos géneros, más allá de las
diferencias físicas.

La palabra género abarca varias definiciones que tienen relación entre sí. El
género es un estado mental por el que pasa una persona cuando se
autodetermina como hombre o mujer.

El transexualismo es un fenómeno bastante habitual en el cual un hombre se


cree mujer porque posee todos los atributos típicos femeninos, o también el caso
de una mujer que se cree hombre por poseer más atributos masculinos que los
propios del sexo femenino.

La gran diferencia entre los hombres y las mujeres en relación a la toma de


decisiones o el poder es prácticamente la causa principal de la debilidad social y
política de la que es impulsora la pobreza. Actualmente, se busca implementar
en la sociedad un mayor desarrollo por parte del género más discriminado y una
mayor justicia social.

Fue a partir de los años 70 cuando se puso firme el movimiento de índole


internacional que lideraban las mujeres. Reclamaban instaurar la equidad de
género y equiparar el acceso de las mismas a la salud, educación y participación
política, ya sea local o no.

En el año 1995 se realizó en Beijing la Conferencia Mundial sobre la Mujer,


donde varias organizaciones como agencias internacionales e instituciones
gubernamentales y no gubernamentales han fomentado el uso de estrategias
para concientizar a la sociedad acerca de las desigualdades de género. Estas
estrategias para el desarrollo de la equidad de género son reguladas a nivel
local e internacional.

¿Por qué es importante la equidad de género?

La igualdad de género es un derecho del ser humano. Las mujeres muchas


veces no gozan de los mismos derechos que los hombres (en el ámbito
socioeconómico y político) debido a las diferencias estructurales y la distribución
desigual de poder.
El desarrollo de las estrategias para la promoción de equidad entre los géneros
no tiene como objetivo establecer en la sociedad un único modelo de relaciones
entre género, sino que busca el igual acceso, tanto de mujeres como hombres, a
los diferentes espacios y servicios que soliciten.
Es importante que haya igualdad de género para llevar correctamente la
gobernación de un Estado o país. Si los hombres y las mujeres tienen igual
participación en los procesos de la toma de decisiones, se reducirán las
diferencias del sistema político, pudiendo cada uno expresar sus ideas,
prioridades y técnicas de desarrollo.
Para lograr un equilibrio en la sociedad y un correcto desarrollo de la misma, es
elemental que se respete la contribución de hombres y mujeres a la misma,
cumpliendo el rol de ciudadanas y ciudadanos, individuos sociales y
generadores de recursos. Como hemos de saber, sigue en pie la lucha
femenina, ya que éstas tienen un limitado acceso a la toma de decisiones en la
sociedad. Los hombres tampoco comparten las tareas del hogar, como el
mantenimiento del mismo.
Esto produce un agravamiento de las desigualdades entre ambos géneros,
empeorando la explotación y haciendo difícil la tarea de mantener el equilibrio en
la sociedad. Es relevante desarrollar diferentes estrategias que brinden igualdad
de oportunidades, tanto a hombres como mujeres, para que ambos puedan ser
personajes activos de la comunidad, con igual acceso a recursos, gestión y toma
de decisiones.
Es muy usual que los hombres y las mujeres pasen por situaciones y luchen
contra la pobreza de distintas formas, siendo las mujeres aquellas que
habitualmente se encuentran en mayor exposición. Integrar a las mujeres no
sólo quiere decir otorgarles poder, sino que es una oportunidad para brindarle
nuevas estrategias y recursos para su lucha contra la pobreza.
IGUALDAD DE GENERO
La igualdad de género implica que hombres y mujeres deben recibir los mismos
beneficios, las mismas sentencias y ser tratados con el mismo respeto. El
principio de igualdad y de no discriminación por razón de sexo es una obligación
de derecho internacional general que vincula a todas las naciones y dado su
carácter primordial se establece siempre como un principio que debe inspirar el
resto de los derechos fundamentales.
A escala global, lograr la igualdad de género también requiere la eliminación de
prácticas dañinas contra las mujeres y las niñas, que incluyen el tráfico sexual, el
feminicidio, la violencia sexual durante la guerra entre otras prácticas de
violencia contra la mujer y violencia contra el hombre .El FNUAP declaró que "a
pesar de que muchos acuerdos internacionales afirman sus derechos humanos,
las mujeres son mucho más propensas que los hombres a ser pobres y
analfabetas. Tienen menos acceso a la propiedad, el crédito, la capacitación y el
empleo. Son mucho menos propensas que los hombres a ser políticamente
activas y mucho más propensas a ser víctimas de violencia doméstica".1 Por
esta razón es que generalmente se asocia la igualdad de género con la no
violencia hacia la mujer.
SITUACION DE LA MUJER
Para Amartya Sen, existen 7 ámbitos de desigualdad donde la mujer se ve en
desventaja debido a las condiciones sociales o las políticas públicas de los
distintos países. Contrario a los que muchos pueden creer, a pesar que estas
desigualdades se presentan en mayor nivel en países de Latinoamérica y África,
se dan también en los países desarrollados principalmente en los de Asia,
siendo estas una de las consecuencias del crecimiento demográfico que las
sociedades orientales enfrentan. Los ámbitos de desigualdad a los que Sen se
refiere incluyen la desigualdad en la tasa de mortalidad, debido al prejuicio de
género, no cuentan con accesos a servicios de salud y nutrición; la tasa de
natalidad, referida al método de aborto selectivo en países como China, Corea
del Sur, Taiwán e India. Existen también desigualdades en el acceso a
oportunidades básicas como la educación escolar y oportunidades “especiales”
como la educación superior o educación especializada; de donde se derivan
además las desigualdades en el ámbito profesional. Del mismo modo, existe la
desigualdad de posesiones, la cual se refiere a la inequidad en la repartición de
bienes y tierras de donde las mujeres suelen ser relegadas. Además de estas
encontramos la desigualdad en el hogar; más específicamente a la división de
trabajo existente en muchas sociedades donde el varón “trabaja fuera de casa” y
la mujer debe mantenerse atendiendo las labores del hogar.4
DIFERENCIA ENTRE IGUALDAD Y EQUIDAD DE GENERO
La igualdad de género es el resultado de la ausencia de discriminación por
motivos de sexo o género, igualdad en las oportunidades e igualdad en la
asignación de recursos, beneficios y acceso a los servicios.
Para la Secretaría de Desarrollo Integral de la UNAM, equidad de género
significa que las mujeres y los varones gozan de condiciones iguales en el
ejercicio pleno de sus derechos humanos, en su posibilidad de contribuir al
desarrollo nacional político, económico social y cultural y de beneficiarse de sus
resultados.5
En este sentido, la equidad de género se encaminará principalmente a brindar
oportunidades justas a mujeres y varones, pero a diferencia de la igualdad,
serán atendiendo principalmente a la idea de que mujeres y varones son
distintos, por lo que estas oportunidades serán de acuerdo a las características,
contextos y necesidades específicas en donde se encuentren y que posean,
desde los diversos ámbitos en los que interactúan, por ejemplo en el ámbito
laboral, educativo, de la salud, el económico, cultural y social en general.
Hablar del tema equidad de género implica la participación de todas las
personas en la práctica y como una forma de vida, más allá de la cuestión
teórica, esto con el fin de poder impactar verdaderamente en la sociedad y
propiciar pequeños cambios pero significativos, que impliquen un compromiso
de la sociedad que se vea reflejado día a día en la práctica para propiciar una
participación equitativa de varones y mujeres en todos los ámbitos de desarrollo
personal y comunitario.

Enfoque en la prevención de la violencia


Las causas de la violencia contra las mujeres se encuentran en la discriminación
de género, las normas sociales y los estereotipos de género que la perpetúan.
Dados los efectos devastadores que la violencia tiene en las mujeres, los
esfuerzos se han concentrado principalmente en las respuestas y servicios para
las sobrevivientes. Sin embargo, la mejor manera de contrarrestar la violencia de
género es prevenirla tratando sus orígenes y causas estructurales.
La prevención debe comenzar en las primeras etapas de la vida, mediante la
educación de los niños y niñas que promueva las relaciones de respeto y la
igualdad de género. El trabajo con jóvenes es la mejor opción para lograr un
progreso rápido y sostenido en materia de prevención y erradicación de la
violencia de género. Aunque las políticas públicas y las intervenciones suelen
pasar por alto esta etapa de la vida, se trata de una época crucial durante la cual
se forman los valores y normas relativas a la igualdad de género.
La prevención implica respaldar la implementación de las conclusiones
convenidas en el 57º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición
Jurídica y Social de la Mujer, que hicieron un fuerte hincapié en la prevención a
través de la promoción de la igualdad de género, el empoderamiento de las
mujeres y su disfrute de los derechos humanos. Asimismo, significa conseguir
que el hogar y los espacios públicos sean más seguros para las mujeres y niñas,
procurar la autonomía económica y la seguridad de las mujeres, y aumentar la
participación de las mujeres y su poder de decisión, en el hogar y las relaciones,
así como en la vida pública y la política. El trabajo con hombres y niños ayuda a
acelerar el progreso en materia de prevención y la erradicación de la violencia
contra las mujeres y niñas. Ellos pueden comenzar a cuestionar las
desigualdades y las normas sociales profundamente arraigadas que perpetúan
el control y el poder que los hombres ejercen sobre las mujeres y refuerzan la
tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y niñas.
La concienciación y la movilización comunitaria, inclusive a través de los medios
de comunicación y los medios sociales, es otro componente importante de una
estrategia de prevención efectiva.

NUESTRAS SOLUCIONES

Educación para la prevención


ONU Mujeres, en colaboración con la Asociación Mundial de las Guías Scouts
(AMGS), ha elaborado un programa mundial de educación no formal para
implicar a las personas jóvenes en los esfuerzos por prevenir y poner fin a la
violencia contra mujeres y niñas.
“Voces contra la Violencia” es un programa mixto, el primero de este tipo,
diseñado para distintos grupos de edad que abarcan desde los 5 hasta los 25
años de edad. Brinda a las personas jóvenes herramientas y experiencia para
entender las causas profundas de la violencia en sus comunidades, educar e
implicar a sus iguales y a las comunidades para prevenir esta clase de violencia,
y saber adónde acudir en busca de ayuda en caso de sufrir violencia.
El programa incluye un Manual para educadores de pares que les ayudará a
impartir actividades de educación no formal y sesiones educativas adecuadas a
la edad. Los grupos más jóvenes pueden empezar con la narración de historias
y juegos que les inciten a pensar sobre los prejuicios y estereotipos de género,
mientras que los grupos de mayor edad pueden organizar concursos de carteles,
realizar visitas a refugios locales y ofrecerse como voluntarias o voluntarios, o
crear campañas y proyectos comunitarios locales para abordar formas
específicas de violencia contra las mujeres y niñas.
“Voces contra la Violencia” es una herramienta para personas jóvenes de todo el
mundo. Se puede adaptar al contexto nacional, traducir a idiomas locales e
implementarse en escuelas y comunidades en colaboración con organizaciones
de jóvenes, socios de las Naciones Unidas y gobiernos.

TRABAJAR CON HOMBRES Y NIÑOS

A nivel regional, ONU Mujeres apoya Partners for Prevention (P4P), un


programa regional conjunto de la ONU para Asia y el Pacífico que brinda
conocimiento y apoyo técnico para prevenir la violencia de género en la región.
El objetivo a largo plazo del programa es reducir la prevalencia de la violencia de
género en la región mediante cambios de conducta y actitud entre los niños y los
hombres, potenciar las capacidades institucionales y facilitar el mejoramiento de
políticas.
A nivel nacional, ONU Mujeres apoya una variedad de actividades de
prevención, tales como la investigación para obtener datos sobre las actitudes,
percepciones y conducta de los hombres, niños y jóvenes en relación con las
diferentes formas de violencia; incidencia, concienciación, movilización
comunitaria y programas educativos, así como reformas jurídicas y de políticas.
3 MEDIDAS PARA ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA MUJERES Y NIÑAS
En América Latina y el Caribe alrededor de 30% de mujeres y niñas han sufrido
alguna agresión física o sexual por parte de sus parejas o exparejas, según
datos de la OMS.
Como en muchos otros ámbitos, la realidad en la región se presenta de forma
bastante heterogénea: en Bolivia, por ejemplo, el 53,3% de las mujeres han
sufrido violencia física o sexual; el 39,7% en Colombia; el 39,5% en Perú; el
32,4% en Ecuador; y el resto de países oscilan entre el 17% y 29%.
Esta situación, además de suponer un lastre para el desarrollo latinoamericano y
de reflejar una desigualdad de género preocupante, afecta directamente a la
salud pública y a la particular de mujeres y niñas. En altos porcentajes, ellas
sufren lesiones, embarazos no deseados, abortos, enfermedades de transmisión
sexual, problemas de autoestima y autoagresión, depresiones, alcoholismo, por
nombrar solo una parte de la extensa lista de perjuicios.
Adicionalmente, las mujeres víctimas de violencia por parte de la pareja tienen
un 16% más probabilidad de dar a luz a bebes con insuficiencias, el doble de
abortar, cerca del doble de padecer depresión y 1.5 veces más expuestas a
contraer VIH.
Ante esta situación, y coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de
la Violencia Contra la Mujer, presentamos 3 medidas que pueden contribuir a
erradicar este mal que afecta a las sociedades latinoamericanas desde hace
demasiado tiempo:

*Creación y profundización de leyes: un total de 20 países de América Latina


y el Caribe cuentan actualmente con leyes de violencia contra las mujeres,
aunque sólo en ocho se asignan recursos específicos en su presupuesto
nacional. 14 países han tipificado el delito de feminicidio y dos lo han
establecido como un homicidio agravado por razones de género. Casi todos los
países de la región tienen leyes contra la violencia doméstica, aunque en los
próximos años los esfuerzos deberán orientarse en aplicarlas. En este sentido,
es imprescindible avanzar en estos desarrollos que contribuyen a concienciar a
la ciudadanía acerca de la magnitud del problema.

*Empoderamiento económico de las mujeres: La dependencia económica y


la insuficiencia de ingresos constituye un factor que incide en la permanencia de
las mujeres en situaciones de violencia, por eso CAF -Banco de Desarrollo de
América Latina-, promueve acciones para que las mujeres mejoren su
autonomía económica. estamos impulsando iniciativas que generen cambios en
la vida de las mujeres y potencien sus capacidades de liderazgo como agentes
de cambio social, económico y político.

*Fortalecimiento de las políticas públicas que favorezcan la inclusión de la


mujer en la vida social y económica: es necesario implementar programas de
tratamiento de las víctimas y de los agresores/maltratadores, ampliar la oferta de
los servicios públicos (salud, judiciales, empresariales y de reparación de daños)
a las mujeres, las acciones para la prevención, la adopción de nuevas leyes para
una vida libre de violencia, las reformas al sistema judicial, las estrategias para
incorporar en la política educativa nuevas disposiciones y medidas que
conduzcas a transformar la cultura machista, sensibilizar a los hombres y niños e
informar y prevenir a las mujeres y niñas requiere de financiamiento externo que
permita a los países dar respuestas inmediatas a la situación de vulnerabilidad
de las mujeres provocada por la violencia de género.
¿Cómo evitar la violencia contra los niños?
Los niños (definidos por la Naciones Unidas como los menores de 18 años)
pueden sufrir dos tipos de violencia: malos tratos por parte de los padres y
cuidadores de menores de 14 años, y la violencia sufrida en la comunidad por
adolescentes de 15 a 18 años. Estos dos tipos de violencia pueden evitarse
actuando sobre las causas y los factores de riesgo específicos de cada uno de
ellos.
Los malos tratos por parte de los padres y cuidadores puede evitarse:
*reduciendo los embarazos no deseados;
*reduciendo el uso nocivo del alcohol y las drogas ilícitas durante el embarazo;
*reduciendo el uso nocivo del alcohol y las drogas ilícitas por parte de los nuevos
padres;
*mejorando el acceso a servicios de atención prenatal y posnatal de gran
calidad;
*haciendo que los hogares de los niños con alto riesgo de sufrir malos tratos
sean visitados por enfermeros y asistentes sociales;
*proporcionando a los padres formación en materia de desarrollo infantil,
métodos disciplinarios no violentos y capacidad de resolución de problemas.
A su vez, la violencia contra los niños en el seno de la comunidad puede
evitarse:
*integrando a los niños pequeños en programas de enriquecimiento preescolar
que les den una iniciación educativa;
*proporcionando formación en materia de aptitudes para la vida;
*ayudando a los adolescentes de alto riesgo a que completen su escolarización;
*reduciendo la disponibilidad del alcohol a través de la promulgación y aplicación
de leyes sobre licencia de venta, imposición fiscal y precios de las bebidas
alcohólicas;
*limitando el acceso a las armas de fuego.
Aumentando la eficiencia de la asistencia prehospitalaria y de la atención médica
de urgencias se puede reducir el riesgo de muerte, el tiempo de recuperación y
el nivel de discapacidad a largo plazo debidos a la violencia.
Toda violencia contra los niños, y en particular el maltrato infantil en los 10
primeros años de vida, constituye un problema en sí mismo y un importante
factor de riesgo de otras formas de violencia y problemas de salud a lo largo de
toda la vida. Por ejemplo, en un estudio reciente de la OMS se ha calculado que
los abusos sexuales en la infancia explican aproximadamente un 6% de los
casos de depresión, un 6% de los casos de abuso/dependencia del alcohol y las
drogas, un 8% de los intentos de suicidio, un 10% de los casos de trastorno de
pánico y un 27% de los casos de trastorno de estrés postraumático. Otros
estudios también han relacionado los malos tratos físicos, los abusos sexuales y
otros acontecimientos adversos en la infancia con el consumo excesivo de
tabaco, los trastornos alimentarios y los comportamientos sexuales de alto
riesgo, que a su vez están relacionados con algunas de las principales causas
de muerte, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

¿Vives en violencia?
Verifica si alguna de las situaciones siguientes suceden en tu relación de pareja
y te hacen sentir mal.
*Quiere controlar con detalle lo que haces en los tiempos que no pasan juntos.
*Quiere decidir de cualquier manera cómo has de vestirte, pensar o comportarte.
*Te prohíbe hacer varias cosas o relacionarte con algunas personas.
*Se enoja súbitamente.
*Te hace sentir responsable o culpable de todo lo malo que le sucede.
*Se apropia de tus cosas (dinero, objetos).
*No respeta tu intimidad.
*No reconoce tus cualidades, únicamente tus defectos.
*Te ha tratado con crueldad.
*Muestra celos continuamente.
*Te acusa de infidelidad.
*Critica las costumbres y las tradiciones de tu familia.
*Te ha obligado o presionado para tener relaciones sexuales.
*Te obliga a tener relaciones sexuales sin protección.
*Siempre quiere tener la razón.
*Te ha dado un empujón, un golpe o una bofetada alguna vez.
*Te insulta, se burla de ti o te descalifica públicamente.
*Se enoja, te sientes mal y no puedes decirle nada.
*Cuando se enoja mucho contigo, piensas que podría pegarte.
*Cuando discuten, tienes miedo.
*Cuando no quieres hacer algo que él te pide, sientes que no puedes negarte y
no sabes cómo decírselo.
*Cuando has pensado en dejar la relación, piensas que nunca serás feliz y
temes por su reacción.
Algunas de estas situaciones podrían parecer normales, pero pueden ser
peligrosas si se repiten a menudo y son más intensas cada vez. ¡Pide ayuda!
¿Qué puede ayudarte ante una situación de violencia?
*Habla con alguna persona de confianza que te escuche y respete (madre,
hermana, amiga, maestra, u otra persona).
*Recuerda que no mencionar el problema no te ayudará a resolverlo. Busca
orientación con personas que conocen el tema (Instancias Estatales de la
Mujeres u Organizaciones de la Sociedad Civil).
*Busca servicios especializados de ayuda, acude al que te parezca la mejor
opción.
*Recuerda: si no recibes el apoyo que necesitas al primer intento, no desistas,
búscalo en otro lugar o con otra persona.
*¡Infórmate! Ten presente que los problemas no se resuelven con el tiempo, por
el contrario, pueden agravarse.
¿Qué pueden hacer las mujeres si su integridad está en peligro?
Plan de seguridad
Atención:
Toma medidas preventivas, por ejemplo:
*Si piensas que tendrás que abandonar tu casa, guarda tus objetos personales
en una bolsa y llévala con alguna persona en la que confíes, no olvides llevar
contigo:
*Duplicado de las llaves de tu casa
*Actas de nacimiento (tuya, de tus hijos e hijas)
*Acta de matrimonio (si estás casada)
*Dinero
*Tarjeta del seguro social
*Identificación oficial (credencial de elector, pasaporte etc.)
*Tarjeta de teléfono
*Directorio telefónico de las personas que puedan ayudarte
*Medicinas que tengas que tomar (si padeces alguna enfermedad)
*Número de expediente (si has iniciado trámite de divorcio o de pensión
alimenticia)
*Un cambio de ropa
¿Qué puedo hacer ante una inevitable situación violenta?
*Trata de estar en un sitio que tenga salida a la calle y en donde no haya armas,
evita lugares como la cocina y el baño.
*Elabora un plan de salida de emergencia identificando todas las puertas y las
ventanas por las que puedas escapar de manera segura.
*Si te quedas en tu hogar, asegura las ventanas y cambia las cerraduras de las
puertas de la casa.
*Identifica a uno o más vecinos(as) a quienes puedas hablarles y pedirles ayuda.
*Inventa una palabra clave para que sepan que corres peligro que tienen que
auxiliarte.
*Desarrolla un plan de seguridad con tus hijos e hijas para cuando no estes con
ellos (as), que sepan qué hacer para protegerse, explícales la situación.
*Informa a la escuela, la guardería, etcétera, sobre quién tiene autorización para
recoger a tus hijos e hijas.
*Cambia constantemente las rutas para ir y venir de tu casa al trabajo o algún
otro lugar que frecuentes.

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