Consagrando al Señor

"Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor”

(Éxodo 20:8)

Frecuentemente, el olvidar las instrucciones dadas por Nuestro Dios en su Santa

Palabra es lo más usual que experimentamos a diario. Las instrucciones más hermosas de los

caminos de Dios son las que más se deben de tener cuidado en no olvidarlas por más sencillo

o simple que parezca ser. El ser humano por naturaleza, tiende a olvidar tan rápido el mejor

regalo que Dios le ha regalado a través de su Amado Hijo, Dios Nuestro Padre en su

soberanía y sola potestad, apartó a la humanidad un día espectacular, un día de descanso

objetivo y real, un día de olvidar los afanes de esta vida, un día en donde lo cotidiano y

secular se deja en suspenso, un día de libertad total, un día de confraternidad, un día de

encuentro unos con otros con los de la familia de la fe.

¿Qué es lo que hace olvidar al hombre de esta orden con relación al Santo Sábado

siendo el mejor y maravilloso regalo de Nuestro Dios para la humanidad? El olvido está

asociado a diferentes circunstancias que intervienen en la mente y corazón del ser humano.

Factores internos del mismo hombre, lo hacen tomar una decisión entre querer respetar y

guardar el mandato divino de Nuestro Dios o el ignorar su vigencia y razón de ser para los

días de hoy.

Cabe mencionar que el olvido, se puede catalogar como un trastorno, pero no un

trastorno psicológico o relacionado a este, sino más bien, es un trastorno de conciencia, de

educación, de enseñanza; en donde se olvida este mandato porque no se conoce de su

existencia, porque así se le ha enseñado, porque así dice la mayoría y deliberadamente se

termina en creer lo que se dice vulgarmente en las predicaciones modernas, liberales, sin

temor alguno a Nuestro Dios.

Desglosando el texto en análisis, se puede notar varios hechos concretos y categóricos:

Acuérdate: este concepto denota orden, sumisión de aquellos que forman el cuerpo de

redimidos, aquellos que quieren temer a Dios en todo lo que dice en su palabra. El verbo

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acordar, en contexto tiempo, denota la existencia de aquel santo día, antes de la promulgación

de la ley, aproximadamente 2000 años antes, este bendito día ya existía, Dios Nuestro Padre,

lo había apartado, bendecido y santificado; cabe notar que es imposible acordarnos de algo que

desconocemos o de algo que ni idea tenemos de su existencia…con esto entonces lo que

Nuestro Dios manda es no olvidarnos, no extrañarnos de este bendito día, querer imaginar

otra orden para otro día es contradecir la orden establecida desde la creación de los cielos y la

tierra. Esta palabra significa que el sábado es por tiempo ilimitado, a sabiendas que Cristo

Nuestro Señor no vino a santificar el Sábado, o a tratar lo relacionado a este día, sino más bien

con los fariseos lo que hizo fue aclarar el sentido exacto del sábado, útil para hacer cosas buenas

o sea lo que honra a Dios.

Sábado: el equivalente de esta palabra en el Hebreo, idioma donde está escrito la

mayor parte de las Sagradas Escrituras es ‫שבָּת‬

ַׁ o del griego σάββατον o σάββασιν al

traducirlo o buscar su equivalente en el español, es Sábado o séptimo día, desde el inicio así

ha sido (Gén. 2:2-3) y seguirá siendo el Sábado y no otro día. Este concepto no necesita

bastante erudición en la Escritura, del griego o del hebreo, por sí misma se entiende, es

sábado, así fue en el principio, así fue en la era de Israel, así es en era de los gentiles (Mar.

2:28), y sorprendentemente así será en el reino Milenial (Isa 66:23) de Nuestro Señor Jesucristo

en Sion , este bendito día nunca ha sido interrumpido por Nuestro Dios, a excepción de la

rebeldía del hombre, que ha cambiado este día por el día del dios sol, pero bueno, Nuestro

Dios, juzgará a los tales.

Consagrar al Señor: esta última parte del verso en reflexión, implica un sentido

profundo, y debemos entenderlo tal como Nuestro Dios quiera que entendamos, el sábado es

para exaltar, adorar y venerar sólo y exclusivamente a Nuestro Dios, todo trabajo secular que

corresponde a nosotros, todo se deja en descanso, y nótese los siguientes pasajes, el común

denominador es todo, o sea que el sábado es sólo para Nuestro Dios y para nadie más...

nosotros tenemos 6 maravillosos días para hacer todas nuestras actividades y el séptimo es

para Nuestro Dios. Consagrar al Señor, significa que dejamos por un lado lo que creemos que

debería ser, o lo que sería, o lo que nos place, sino buscamos y hacemos lo que a Dios

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consagra, y esto es fundamental, puesto que para consagrar a Dios, se debe de obedecer en

todo lo que Él manda que cada uno de nosotros tiene que hacer.

Amado lector, ¿qué es el sábado para usted? ¿Obedece usted el mandato divino

promulgado desde la creación? ¿Ha comprendido usted las múltiples bendiciones de ser

obediente a Dios y su palabra? Si la mayoría de sus respuestas es No, lo invito para que abre

su corazón, y lo busque porque todavía Él está dispuesto de recibir en sus manos a aquellos

que le son obedientes y sobre todo a aquellos que muestren sujeción a la palabra. Lo que

Nuestro Dios santificó desde el inicio, no debe ser alterado, lo invito para que vaya

reflexionando sobre la importancia que debe tener este día en su vida y la de su familia. Debe

abrir su corazón, debe demostrar humildad, debe dejar sus creencias culturales y sus

pensamientos personales que no tienen nada que ver con la bendita Palabra de Nuestro Dios.

Dios Nuestro Padre demanda para sí un día, un solo bendito día, un día para exaltar su

nombre, un día para rendirle todo honor, un día para darle todo lo que se merece Respeto y

adoración.

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