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Tabla de contenido

Objetivos específicos .................................................................................................................... 2


Introducción..................................................................................................................................... 3
Marco Teórico ................................................................................................................................. 4
Conclusión ....................................................................................................................................... 7
Bibliografía ....................................................................................................................................... 8
Objetivos específicos

1. Realizar un análisis reflexivo, de no más de tres páginas, acerca del


secreto del abogado ante las necesidades de defensa.
Introducción

En la presente tarea estaré abordando lo relativo al Secreto Profesional del


Abogado, estaré citando artículos de la Ley 155-17 que se refiere al Lavado de
Activo, debido a que hace alusión al secreto profesional e incluso obliga al
abogado a obviar el secreto profesional con el fin de que cumpla con las
disposiciones de dicha ley. Como es imposible que se hable del secreto
profesional sin que se toque el Código de Ética del Aboga, también lo estaremos
tocando al igual Código Procesal Penal y uno que otro convenio, esto con el fin de
elaborar un reporte crítico y completo.
Marco Teórico

1. Realiza un análisis reflexivo, de no más de tres


páginas, acerca del secreto del abogado ante las
necesidades de defensa.
Traeré a ésta tarea como ejemplo la Ley No. 155-17 sobre lavado de
activos, ya que no son pocas las situaciones que se ven envueltas con
dicha ley, abogados representando a narcotraficantes que incurren en el
lavado de activo.

La Ley No. 155-17 obliga, en su art. 55, a que el abogado (entre otros sujetos
obligados) envíe a la Unidad de Análisis Financiero (UAF) un reporte de las
operaciones (realizadas o no) que sean sospechosas de sus clientes. De igual
forma, el art. 69 penaliza, como una infracción “muy grave”, el incumplimiento
de este envío. Por su parte, el art. 57 de la Ley precisa que las disposiciones
legales relativas al secreto profesional “no serán impedimento” para el
cumplimiento de esta obligación.

El secreto profesional consiste en el derecho de un cliente de obtener


representación y consejo legal, ser sincero con su asesor legal y no tener
miedo de hacer revelaciones que lo perjudiquen. Este concepto se desprende
del derecho de toda persona a que se respete su honra, su dignidad, su
intimidad y su vida privada, protegido por el art. 11 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (Pacto San José), el art. 8 del Convenio
Europeo de Derechos Humanos (CEDH), el art. 44 de la Constitución
Dominicana, entre otros documentos protectores de los derechos humanos.

A su vez, el secreto profesional se encuentra íntimamente relacionado con el


derecho fundamental a un debido proceso, pues entre las garantías mínimas
se destaca el derecho a la presunción de inocencia, el derecho a la no
autoincriminación y el derecho de defensa (art. 69 de la Constitución
Dominicana). Es en este contexto que el Código Procesal Penal establece, en
su art. 187, que “no pueden ser objeto de secuestro los exámenes o
diagnósticos médicos protegidos por el secreto profesional ni las
comunicaciones entre el imputado y su abogado defensor”.

De manera particular, el Código Penal consagra este derecho al referirse a


todas las personas que “en razón de su profesión u oficio son depositarias de
secretos ajenos” (art. 377), y penaliza a “quien divulgue una información
secreta sin el consentimiento de la persona afectada, siendo depositario de ella
en razón de su estado, profesión, función o cargo” (art. 207). Asimismo, el
Código de Ética del Abogado (Decreto No. 1290 de 1983) dedica su capítulo
segundo al secreto profesional.
¿Qué es lo que preocupa?

Para los abogados, este tema es altamente preocupante, puesto que se crean
diversos escenarios en los cuales no existen respuestas claras sobre cuál es el
correcto proceder, en la relación abogado-cliente. Queda claro que el abogado,
cuando está representando a un cliente en un proceso judicial, está eximido de
reportar. Sin embargo, en las demás situaciones de representación de sus
clientes existen dudas importantes, por ejemplo:

¿Las consultas legales están protegidas por el secreto profesional? En caso


afirmativo, ¿si la consulta trata sobre temas relativos al lavado de activos u
alguno de los delitos precedentes, aplica?

Un abogado que sospecha de un cliente, pero no le trabaja bajo los servicios


que describe el art. 33, ¿debe reportar la sospecha?

¿Qué sucede luego de enviado un ROS? ¿Es ético que el abogado continúe
trabajando para el cliente? ¿Puede el abogado representar al cliente que ya
reportó en un futuro proceso judicial relacionado con dicho reporte?

¿Cómo puede el abogado determinar hasta qué nivel intercambiar con la UAF
o la DGII sobre documentos del cliente, sin infringir el secreto profesional?

¿Cómo puede el abogado evitar que se le acuse de “ceguera voluntaria”, o


evitar el “tipping-off”, y a su vez mantener una relación sana y transparente con
su cliente?

¿Si un potencial cliente se acerca al abogado para que lo regularice en su


situación irregular con la administración tributaria (o algún otro delito
precedente), ¿debe el abogado reportar al cliente por su situación
sospechosa?

Si un abogado representa al cliente en un proceso judicial, pero también le


asiste en otras operaciones comerciales que no se relacionan con dicho
proceso, ¿debe reportar sobre aquellas otras transacciones?

Estas son solo algunas de las innumerables situaciones e inquietudes que


pueden surgir, y que indudablemente afectan la relación de confianza que debe
permanecer entre el abogado y su cliente, con el fin de que el cliente pueda
encontrarse debidamente representado y defendido por su abogado.

Pudiese entenderse que algunas de estas interrogantes tienen respuesta clara,


pero la realidad es que las mismas generan debates entre los mismos
profesionales del derecho, puesto que las respuestas están sujetas a
interpretaciones, opiniones y un alto grado de subjetividad, sobre todo si
partimos de la amplia discrecionalidad que tienen las autoridades para
interpretar y aplicar las obligaciones descritas en la Ley.
Ya para culminar puedo decir que una de las principales obligaciones que el
código de ética impone a los abogados, es la relativa al secreto profesional. En
el sistema jurídico dominicano, el abogado está imposibilitado de divulgar, por
cualquier medio, las informaciones que conocer de su cliente y que ha obtenido
de este o terceros. Dispone la normativa vigente que “El Abogado guardará el
más riguroso secreto profesional”, asimismo que “El secreto profesional
constituye a la vez un deber de cuyo cumplimiento ni ellos mismos pueden
eximirse”.

Esta prohibición no es absoluta, toda vez que cuenta con ciertas limitaciones y
derogaciones que permiten al profesional del derecho, liberarse de su
obligación, en casos concretos. Estas excepciones encuentran su fundamento
en la protección del cliente con la finalidad de evitar que la información que
suministra a su representante, la cual en mayoría de ocasiones constituye
información delicada, quede protegida e impedir que pueda ser usada en su
contra.

Un ejemplo de lo anterior, es cuando el abogado es objeto de persecuciones


de su cliente, estará dispensado de guardar el secreto profesional, revelando lo
indispensable para su defensa y presentar documentos que este le haya
confiado.

De igual forma, cuando el cliente acusa judicialmente al abogado, el mismo


queda dispensando de su obligación, dentro de los límites necesarios e
indispensables para presentar su debida defensa. Así mismo, cuando el cliente
revela al abogado la intención de cometer un delito, en este caso podrá el
mismo violentar el secreto profesional revelando lo necesario para evitar la
comisión del mismo.
Conclusión

Durante la realización de la presente tarea pudimos ver los aspectos que envuelve
el secreto profesional del abogado y algo que no imaginaba es la cantidad de
escritos que de una u otra forma hacen referencia al secreto profesional del
abogado. Yo entiendo que el abogado tiene el deber de cooperar con la
administración de justicia mediante la defensa jurídica de los intereses que le sean
confiados. La actuación del abogado debe ser siempre libre e independiente y,
como profesional, el letrado recibirá el amparo de los tribunales en su libertad de
expresión y defensa. La esencia del deber profesional del abogado es la de ser un
servidor de la justicia y un colaborador de su administración, según lo señala el
artículo 1º de nuestro Código de Ética Profesional. De aquí fluye su obligación de
tomar en consideración principal el interés general de la recta administración de
justicia de la cual es un activo auxiliar. Aquí surge un clarísimo conflicto de
intereses no siempre de fácil solución. Algunos de estos conflictos están
solucionados de manera expresa en la ley, como ocurre con la obligación de
atestiguar, la cual se puede excusar en el secreto profesional confiado.
Bibliografía

Libros:

-Hernández, P.P. y Jiménez Monegro, A (2018) Deontología Jurídica, Santiago de


los Caballeros: Ediciones UAPA.

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