Sunteți pe pagina 1din 5

Una sociedad tradicional, en el campo de la sociología, es una sociedad que se

basa en las reglas y costumbres fijadas en el pasado y que, por lo tanto, tiene un
gran respeto por la tradición y las formas de comportarse que esta dicta. Este tipo
de sociedad humana se caracteriza por la importancia de la familia y los roles
sociales tradicionales.

Estos roles son, por ejemplo ,aquellos marcados por la edad, el estatus y el género
de las personas. Las sociedades tradicionales se comparan frecuentemente con las
sociedades modernas e industriales. En muchos sentidos, ambos tipos de
organizaciones sociales presentan características totalmente opuestas.

Las sociedades
tradicionales se asocian al sistema feudal y Edad Media

Por ejemplo, en las sociedades tradicionales se le daba mayor importancia a la


comunidad, mientras que en las modernas se pone más énfasis en la sociedad en
su conjunto. Las sociedades tradicionales fueron la forma predominante de
organizar las comunidades hasta la llegada de la Ilustración.

Este movimiento cuestionó por primera vez en Occidente las tradiciones, y se centró
en promover otros valores como la igualdad, el progreso o el conocimiento.

Índice
 1 Características de una sociedad tradicional
o 1.1 Importancia de las tradiciones
o 1.2 Mayor importancia de la familia y las comunidades pequeñas
o 1.3 Dificultad para modificar el estatus social
o 1.4 Predominio de la agricultura
o 1.5 Poca movilidad entre comunidades
o 1.6 Distanciamiento entre la población y el gobierno
o 1.7 Falta de educación entre la población
 2 Tipos
o 2.1 Sociedades tribales
o 2.2 Sociedades agrarias
 3 La sociedad tradicional según Weber
 4 La sociedad tradicional según Durkheim
 5 Referencias

Características de una sociedad tradicional

A pesar de que cada una presenta algunas peculiaridades, la mayoría de


sociedades tradicionales comparte una serie de características comunes. Las más
importantes son las siguientes:

Importancia de las tradiciones


Una sociedad tradicional está basada en la idea de que la mejor forma de
enfrentarse a los problemas típicos de una sociedad es mediante el uso de
tradiciones y normas que han sido comprobadas a lo largo del tiempo. Por ello, la
población de estas sociedades se resiste a cualquier tipo de innovación.

En las sociedades tradicionales, instituciones como las religiones organizadas son


las principales encargadas de dictar los códigos de conducta de los ciudadanos.

Mayor importancia de la familia y las comunidades pequeñas

Hoy en día la mayoría de las sociedades modernas comparte unos valores


universales, como la libertad, la igualdad o la justicia.
Sin embargo, en las sociedades tradicionales los valores predominantes se
centraban más en la familia, la tradición y la protección de la propia comunidad.

Por ello, los pobladores de estas sociedades solían estar muy poco abiertos a los
extraños, y las relaciones con «forasteros» estaban muy mal vistas y penadas
socialmente.

Dificultad para modificar el estatus social


Debido a la importancia de las tradiciones y a la inamovilidad de las formas de vida,
una persona no podía cambiar su propio estatus social de forma sencilla.

En general, la posición dentro de la sociedad de una persona se adquiría en el


nacimiento, y salvo excepciones como matrimonios, no se podía modificar.

Predominio de la agricultura

Debido a la falta de avances tecnológicos, las sociedades tradicionales se


organizaban en torno a la agricultura y la naturaleza.

Esto se podía comprobar en sus creencias, tradiciones, y formas de comportarse.


Por ejemplo, las actividades de los pueblos se organizaban en torno a los ciclos de
la cosecha.

Poca movilidad entre comunidades


Debido a la desconfianza hacia los extranjeros, y el requerimiento de toda la mano
de obra posible para mantener una sociedad tradicional, era muy difícil para un
individuo abandonar su comunidad y desplazarse a otra.

De esta manera, el intercambio de ideas y conocimientos era escaso y complicado


de conseguir.

Distanciamiento entre la población y el gobierno

En una sociedad tradicional, la población tenía muy poco o ningún poder sobre la
forma en la que era gobernada. Las personas en el poder operaban
independientemente de sus ciudadanos, y ejercer presión para cambiar las cosas
era algo impensable.

Falta de educación entre la población

Debido a todas las características anteriores, la mayoría de la población en una


sociedad tradicional no tenía acceso a un gran número de conocimientos.

Entre otras cosas, la mayoría de los habitantes de estas comunidades eran


analfabetos; esto era debido a que se le otorgaba mucha mayor importancia al
trabajo manual que a los conocimientos teóricos.

Tipos

A lo largo de la historia han ido apareciendo distintos tipos de sociedades, cada una
con unas características concretas. Dentro de las sociedades tradicionales,
podemos distinguir principalmente dos tipos:

Sociedades tribales

La organización de la población se hacía en torno a pequeñas tribus nómadas que


vivían de la caza, la pesca y la recolección.

El sentimiento de unión entre los miembros de la tribu era muy fuerte, por lo que en
muchas ocasiones los individuos se sacrificaban por el bien común. Algunas veces
ni siquiera existía el concepto de paternidad, por lo que no existía la agrupación
familiar.

Sociedades agrarias
Cuando las técnicas de la agricultura empezaron a expandirse, las tribus se
asentaron en un lugar fijo y formaron comunidades cada vez mayores.

Dentro de estas comunidades surgió la necesidad de protección frente a otros


poblados, por lo que surgió un grupo social: la nobleza. Esta se encargaba de la
seguridad a cambio de vasallaje.
En general, cuando hablamos de sociedad tradicional nos referimos a las
sociedades agrarias, también conocidas como feudales.

La sociedad tradicional según Weber

Weber explicaba este tipo de sociedades basándose en el concepto de autoridad


tradicional. Según él, en algunas sociedades los líderes consiguen su poder debido
a la tradición y a que «las cosas siempre se han hecho de esta manera». Esto
contrasta con los otros dos tipos de poder que describía, que eran la autoridad
carismática y la autoridad racional.

Según Weber, en estas sociedades el poder se adquiría en el nacimiento y los


gobernantes no tenían ningún tipo de autoridad más allá del que les otorgaba la
tradición.

Por lo tanto, el poder dependía de que los miembros de la sociedad respetasen la


autoridad del gobernante.

La sociedad tradicional según Durkheim

Durkheim, considerado por muchos el padre de la sociología moderna, estudió los


cambios sociales provocados por la división del trabajo. Para él, esta era la principal
diferencia entre las sociedades tradicionales y las modernas.

Además de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, la división del


trabajo también provocaba cambios en la forma de vida y el rechazo hacia los
valores tradicionales (lo que él llamaba anomia).

Por tanto, cuanto más moderna es una sociedad, menos normas sociales están
presentes y mayores problemas ocurren.

Para Durkheim, las sociedades tradicionales mantenían a raya los instintos más
problemáticos de la población mediante las tradiciones y las religiones. Según este
sociólogo, la falta de estos condicionantes sociales podía llevar al sufrimiento de la
población y a instintos de auto destrucción.

S-ar putea să vă placă și