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revolución industrial los cuales son temas importantes y extensos a desarrollar pero
¿porque se dieron estos dos movimientos? Tenemos que tener en cuenta que Europa
vivía una situación económica difícil y uno de los principales problemas de los países
industrializados era la materia prima que empezaba a agotarse más la necesidad que
tenían de encontrar nuevos lugares donde vender los productos fabricados en las
que significó en el estilo de vida de las sociedades de todo el mundo. Esta surgió como
claramente la importancia de la tecnología y de todas las mejoras que sufrió en todo este
proceso.
También vamos a reforzar nuestro conocimiento sobre nuestro gran país Venezuela,
Esta grave crisis del siglo XIV se resolvió con la introducción de profundos cambios
que, a la larga, significaron el abandono del sistema feudal que regía el mundo de la
Edad Media y la adopción de medidas económicas, sociales y políticas que acabaron por
hacer que Europa entrase de lleno en una nueva era: el pre capitalismo de la Edad
Moderna. A partir del siglo XV, Europa buscó descubrir nuevas tierras, expandirse
territorialmente; al mismo tiempo, la agricultura dejó de ser la actividad más importante
para ser sustituida por el comercio y las manufacturas, que dejaban mayores beneficios
y excedentes, los cuales, a su vez, podían ser reinvertidos; finalmente, las viejas
estructuras medievales de servidumbre, donde cada territorio era dirigido por un señor
feudal, comenzaron a ser sustituidas por Estados cada vez más fuertes, con un rey a la
cabeza que dominaba al resto de la nobleza y gobernaba sobre extensos territorios en los
que las ciudades suponían un espacio de enriquecimiento individual y de progreso
intelectual.
De esta forma, Europa vivió una transición entre la Edad Media y el Renacimiento,
que se caracterizó por asistir al paso de una Europa encerrada dentro de sus fronteras a
otra que quiere expandirse. Europa se abre al mar en busca de riquezas y rutas
comerciales, deja de ser rural y agrícola para pasar a ser urbana, artesanal y mercantil.
Las fuentes de riqueza comienzan a ser buscadas cada vez más lejos de las fronteras
europeas.
Sin embargo, la caída de Constantinopla en 1453 a manos de los turcos rompió este
tráfico, debido a que la ruta con Asia quedó interrumpida. Los turcos, enemigos de la
cristiana Europa, pasaron a dominar el Mediterráneo, rompiendo las rutas que habían
enriquecido durante años a los mercaderes de Génova y Venecia. Con ello, las especias,
la seda, la porcelana y todos los productos orientales alcanzaron precios astronómicos.
Había que buscar, entonces, nuevos caminos, nuevas rutas, lo que suponía explorar
tierras y mares hasta entonces desconocidos.
El cierre del Mediterráneo y la necesidad de explorar una nueva ruta hacia Asia
obligaron a los europeos a buscar nuevos medios de navegación y orientación en el mar.
Hasta entonces, los barcos europeos no se habían aventurado a realizar navegación en
altura, pues sólo surcaban mares internos como el Mediterráneo o el Báltico. Sin
embargo, el surgimiento de nuevas técnicas marineras y avances de orientación les
permitió lanzarse a navegar a través del océano Atlántico, realizando con ello nuevos
descubrimientos geográficos. En esencia, estos avances pueden resumirse en dos
elementos:
Nuevos instrumentos para conocer el rumbo y la posición. Entre éstos deben citarse
la brújula, el astrolabio, el cuadrante, las tablas de declinación solar o el portulano. El
rumbo que debía seguir el barco se fijaba determinando la posición de la nave gracias a
la brújula. Astrolabio, cuadrante y tablillas náuticas permitían saber dónde se
encontraba el barco en un momento dado en relación con el Sol o la Estrella Polar. Los
portulanos eran primitivos mapas o cartas de navegación, en los que se señalaban los
rumbos.
En el contexto de una Europa que buscaba nuevas formas de llegar a las riquezas de
Asia, serían Castilla y Portugal los dos reinos que acabarían ostentando el mayor
protagonismo. Ello responde a tres tipos de factores:
Factores históricos. Durante el siglo XV, Portugal se desarrolló en una paz relativa,
lo que permitió un incremento de población que demandó nuevos recursos y la
búsqueda de nuevas fuentes de producción y mercados. En el caso de Castilla, durante
todo el siglo XV experimentó una fuerte expansión, convirtiéndose, junto con Aragón,
en el reino más poderoso de la península. La unión política de ambos reinos, gracias al
matrimonio de Isabel de Castilla con Fernando de Aragón, conocidos como los Reyes
Católicos, no hizo sino incrementar su poder. No obstante, Aragón seguirá volcado en
su expansión por el Mediterráneo, mientras que el Atlántico quedará para Castilla.
En los inicios del siglo XV, Portugal se lanzó a la búsqueda de una nueva ruta hacia
los ricos países del sudeste y extremo oriente de Asia o, como serían llamadas más
tarde, las Indias Orientales. Portugal fue el primer país de Europa en iniciar la búsqueda
de una nueva ruta, abriendo el camino a Asia por el Sur, es decir, rodeando África.
Viendo los progresos de su vecino portugués y los cuantiosos beneficios que sus
exploraciones le reportaban, Castilla no quiso quedarse atrás. Sin embargo, se
encontraba inmersa en una larga guerra contra el reino de Granada, el último enclave
musulmán en la península ibérica. Así pues, hubo de esperar a la conquista de Granada
para poder dedicar todos los recursos económicos y humanos a la exploración y
conquista de nuevas tierras, en competencia directa con Portugal.
Es en este contexto cuando aparece un personaje fundamental: Cristóbal Colón.
Colón, de probable origen genovés, era un experimentado navegante, que había viajado
por diversos países. Convencido de que la Tierra era redonda y de que, por tanto, se
podía llegar a China y Japón navegando por el Atlántico, en 1484 visitó al rey de
Portugal, Juan II, para proponerle que financiase una expedición. Ante su negativa,
Colón marchó a España, donde presentó su proyecto en 1486 a los Reyes Católicos.
Éstos, más preocupados por la conquista de Granada que por financiar la exploración de
territorios desconocidos, se desentendieron de su propuesta. Finalmente, seis años más
tarde, y ante la insistencia de Colón y de algunos de sus allegados –entre ellos varios
miembros de la nobleza española–, los Reyes Católicos accedieron a financiar el
proyecto colombino.
Cristóbal Colón estaba seguro de que, viajando hacia el Oeste a través del océano
Atlántico, sería posible llegar al Extremo Oriente asiático. Para demostrarlo, realizó
cuatro travesías. Sin embargo, lo que encontró fue, más que los tan ansiados países de
las especias, un continente nuevo para los europeos, que ignoraban su existencia:
América.
Primer viaje (1492-93). Con el objetivo de llegar a Cipango (Japón), Colón salió del
puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 al mando de una expedición compuesta por cerca
de noventa hombres divididos en tres naves: la nao Santa María y las carabelas Pinta y
Niña. Tras repostar en las islas Canarias, donde fueron arreglados algunos desperfectos,
las naves se hicieron otra vez a la mar en dirección Oeste. Cuando ya las fuerzas
comenzaban a flaquear, en la madrugada del 12 de octubre de 1492 un marinero,
Rodrigo de Triana, avistó por fin tierra. La primera tierra americana vista por Colón y
su tripulación –aunque él pensaba que había llegado a Asia– era una pequeña isla de las
Bahamas, conocida por los nativos como Guanahaní y a la que Colón llamó San
Salvador (actualmente es la isla bahameña de Watling). Tras tomar posesión de la isla
en nombre de Castilla, siguió su viaje, explorando las costas de las islas de Cuba y de
La Española. Allí fundó el primer fuerte, llamado La Navidad. El 16 de enero de 1493
comenzó el regreso a España, llegando en el mes de marzo al puerto de Palos. Conocido
su viaje por los Reyes Católicos, fue recibido con todos los honores.
Segundo viaje. (1493-96). La segunda expedición fue mucho más numerosa que la
anterior, pues se trataba de colonizar y explorar los territorios recién descubiertos. El 25
de septiembre salió Colón al mando de 17 naves y 1.500 hombres. En este viaje
reconoció las Pequeñas Antillas y las islas de Puerto Rico y Jamaica. Colón fundó la
primera ciudad española en América: Isabela. También comenzaron los primeros
enfrentamientos con los nativos y de los españoles entre sí.
Tercer viaje. (1498-1500). Seis naves y 226 hombres tomaron parte en esta
expedición, en la que Colón exploró la costa venezolana y las islas vecinas. Además
reconoció la boca del río Orinoco. En La Española, parte de los españoles que allí
residían se rebelaron contra Colón, sobre el que recaían acusaciones de corrupción.
Finalmente, Colón fue apresado y enviado a España.
Cuarto viaje. (1502-04). Rehabilitado ante los reyes, Colón fue puesto de nuevo al
mando de una expedición, con cuatro naves y 150 tripulantes. Esta vez exploró la costa
de América Central, desde Honduras hasta el extremo de Panamá, buscando un paso
que comunicase con Asia. Tras pasar numerosas penalidades, regresó a España, donde
murió, fracasado y enfermo, en 1506. A pesar de sus esfuerzos, no había conseguido su
gran objetivo: llegar a Asia por la ruta occidental.
Al descubrir Colón, en 1492, que había nuevas tierras al oeste de las Canarias, la
disputa se reavivó, pues Portugal alegó que los nuevos territorios le pertenecían. Para
mediar en la cuestión, Castilla solicitó la intervención del Papa, considerado la máxima
autoridad moral de la época. Alejandro VI emitió su dictamen por medio de dos bulas,
conocidas posteriormente como «bulas alejandrinas»:
El Tratado de Tordesillas y el reparto del Nuevo Mundo
Las bulas papales pretendían evitar el estallido de una guerra entre Castilla y
Portugal. No obstante, puesto que beneficiaban a los castellanos, Portugal elevó el tono
de sus protestas. Esta vez, a fin de evitar la guerra, ambos reinos decidieron negociar
directamente. Así surgió el Tratado de Tordesillas, firmado en esa localidad española el
7 de junio de 1494.
La Revolución Industrial
El desarrollo de la máquina a vapor, patentada por James Watt (1769), fue uno de los
adelantos tecnológicos más influyentes en la Revolución industrial, que se originó en
Gran Bretaña en el siglo XVIII, y luego se extendió por el resto de Europa, en Estados
Unidos y Japón.
Sin embargo, esto se vio modificado cuando se sustituyó el trabajo manual por el
mecánico. La necesidad de mejorar las condiciones de vida fue el principal motor que
impulsó el desarrollo industrial.
Una vez que se comenzó a sustituir el trabajo manual y la energía humana por el uso
de máquinas y la implementación de nuevos equipamientos técnicos, se notó un
considerable cambio en la sociedad, entre los que se puede mencionar el aumento de la
población y, por ende, el crecimiento de las urbes.
Muchas personas dejaron los trabajos agrícolas para trabajar en las nuevas fábricas y
formar parte del nuevo sistema de comercialización que dio un mayor impulso y fuerza
al capitalismo.
La primera revolución industrial que tuvo lugar en la mitad del siglo XVIII y XIX
tiene como principal característica la aparición de la mecanización que había hecho
cambios significativos en casi todos los sectores de la vida humana.
La fabricación principal estaba tejiendo lana. Pero fue en la producción de los tejidos
de algodón que comenzó el proceso de mecanización, es decir, del paso de la
manufactura al sistema fabril.
Máquina de vapor
Desde que se inició la producción industrial se hizo una distinción entre aquellos
quienes gozaban de una reputación por el conocimiento de un oficio en específico, en
cambio, quienes trabajaban en las fábricas realizaban trabajos mecanizados, y se marcó
una diferencia entre el patrón y el obrero, el cual debía cumplir con largas y fuertes
jornadas de trabajo.
Esto propició el crecimiento industrial, que se vio beneficiada por contar con mayor
número de mano de obra para generar mayores rendimientos en sus producciones.
Sin embargo, a medida que crecían las ciudades también fueron apareciendo diversos
problemas sociales. Muchas de las personas que habían emigrado del campo a las
ciudades tuvieron que vivir en los suburbios, carentes de recursos e, incluso, en
condiciones insalubres.
Por otra parte, se encontraban las personas con mayores recursos monetarios y que
eran propietarios de fábricas, bancos, entre otros. En este periodo se comienza a
establecer otra organización social en la que se distingue la burguesía del proletariado.
Entre los años 1870 y 1880 se comenzaron a producir una serie de cambios en la
producción industrial que llamamos Segunda Revolución de la Industrial y que
establecieron las bases del actual sistema de producción.
Los inicios de este proceso, que se prolongó hasta 1920, los encontramos en Estados
Unidos y se produjo también en el Reino Unido, Francia, Alemania y Japón.
En las fábricas, las formas de trabajo cambiaron de empresas familiares con pocos
trabajadores se pasó a centros de trabajo con muchos operarios y una compleja
organización. Para aumentar la producción se aplicó la cadena de montaje, en el que
cada trabajador sólo intervenía en una parte de la fabricación del producto
automatizando repetidamente sus movimientos. Este modelo quedaba muy lejos del
artesano tradicional, ya que no era necesario un esfuerzo intelectual para realizarlo y se
desconocía el proceso global de fabricación.
Finalmente, la utilización del cemento armado (cemento combinado con una carcasa
de hierro) permitió que la ingeniería y la industria de la construcción alcanzaran un gran
desarrollo. Este hecho hizo posible la edificación de puentes, viaductos y túneles más
largos. Además, los edificios comenzaron a crecer en altura y en EEUU comenzaron la
construcción de los primeros rascacielos.
Formación de Venezuela
Venezuela está organizada como una república federal presidencialista que está
conformada por 23 estados, el Distrito Capital (incluyendo la ciudad capital de
Caracas), y las Dependencias Federales (incluyendo las islas extraterritoriales de
Venezuela). Venezuela también reclama como suyos todos los territorios de Guyana al
oeste del Río Eseqibo, una extensión de 61,583 millas cuadradas bautizados como
Guayana Esequiba o la Zona en Reclamación.
Entre los países latinoamericanos, Venezuela es considerado como uno de los más
altamente urbanizados y la gran mayoría de los venezolanos viven en las ciudades al
norte, especialmente en Caracas, la capital, que es también la ciudad más grande de
Venezuela. Desde el descubrimiento del petróleo a principios del siglo XX, Venezuela
ha sido uno de los más importantes exportadores de petróleo del mundo y cuenta con las
reservas de petróleo más grandes de Sudamérica. Anteriormente un exportador
subdesarrollado de productos agrícolas como café y cacao, el petróleo rápidamente
dominó las exportaciones y las ganancias del gobierno. El exceso de petróleo de los
ochenta llevó a una crisis de deuda externa y una prolongada crisis económica, que
presentó su máximo inflacionario a un 100 % en 1996 y los índices de pobreza se
elevaron a 66 % en 1995. En 1998, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del país
cayó al mismo nivel que el de 1963, reduciéndose a un tercio de su récord histórico de
1978.
Historia de Venezuela
Venezuela presume de contar una larga e ilustre historia. En 1522, el país fue
colonizado por los españoles en medio de la resistencia de los pueblos indígenas de la
región. En 1811, el país se convirtió en una de las primeras colonias hispanoamericanas
en declarar su independencia, que no se estableció firmemente hasta 1821, cuando
Venezuela fue incluida como un departamento de la república federal de la Gran
Colombia.
Venezuela obtuvo su plena independencia como un país distinto en 1830. A lo largo del
siglo XIX, Venezuela sufrió de crisis políticas y dictaduras, permaneciendo dominada
por los caudillos de la región (líderes militares) hasta la mitad del siglo XX.
Desde 1958, el país ha tenido una serie de gobiernos democráticos. Los vaivenes
económicos de los ochenta y los noventa generaron diversas crisis políticas, incluyendo
los mortales disturbios de El Caracazo de 1989, dos intentos de golpe de estado en
1992, y la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez por malversación de fondos
públicos en 1993. Un colapso en la confianza de los partidos existentes generó la
elección en 1993 del ex militar de carrera Hugo Chávez y poniendo en marcha la
Revolución Bolivariana, que inició con una Asamblea Constituyente en 1991 para
redactar una nueva Constitución de Venezuela.
Retrato de Cristóbal Colón En el año de 1498, durante su tercer viaje al Nuevo Mundo,
Cristóbal Colón se convirtió en el primer europeo en poner un pie en tierras
venezolanas. Colón desembarcó en el extremo oriental de la Península de Paria, justo
frente a lo que ahora es la ciudad de Trinidad. Al principio creyó que estaba en otra isla,
pero la enorme desembocadura del Río Orinoco le indicó que se había topado con algo
un poco más grande.
Desde una perspectiva oficial, la mayor parte de Venezuela fue gobernada por España
desde Santo Domingo (la capital actual de la República Dominicana) hasta 1717,
cuando quedó bajo la administración del recién creado virreinato de Nueva Granada,
cuya capital fue Bogotá, Colombia.
Con sólo unas cuantas minas de oro explotadas, Venezuela permaneció en las sombras
del Imperio Español durante sus primeros tres siglos. Sin embargo, el país tuvo un papel
más importante a principios del siglo XIX, cuando Venezuela dio a Latinoamérica uno
de sus más grandes héroes: un hombre llamado Simón Bolívar.
El primero de los caudillos fue el General José Antonio Páez, quien gobernó al país por
18 largos años (1830–1848). Fue un gobierno duro, pero estableció cierta estabilidad
política y puso de pie la débil economía. El periodo que siguió fue una cadena casi
ininterrumpida de guerras civiles que sólo se detuvieron por otro dictador que gobernó
por largo tiempo: el General Antonio Guzmán Blanco (1870–1888). Blanco lanzó un
ambicioso programa de reformas, incluyendo una nueva constitución y garantizó cierta
estabilidad temporal, pero su gobierno despótico originó una amplia y popular
oposición y cuando finalmente dimitió, el país se sumergió nuevamente en una
sangrienta guerra civil.
Otro conflicto que originó una grave tensión internacional fue el incumplimiento de
pagos de Venezuela a Gran Bretaña, Italia y Alemania sobre préstamos acumulados
durante el gobierno de otro caudillo, General Cipriano Castro (1899–1908). En
respuesta, los tres países europeos enviaron sus naves a bloquear los puertos marítimos
venezolanos en 1902.
La primera mitad del siglo XX fue gobernada por cinco gobernantes militares sucesivos
desde el estado andino de Táchira. El de mayor duración y más tiránico de estos fue el
General Juan Vicente Gómez, que tomó el poder en 1908 y no dimitió hasta su muerte
en 1935. Durante su despiadado gobierno, Gómez suprimió el parlamento, aplastó a la
oposición y monopolizó el poder.
Pérez Jiménez fue derrocado en 1958 por una alianza de civiles y oficiales de la marina
y la fuerza aérea. El país regresó al gobierno democrático y Rómulo Betancourt fue
electo presidente. Él disfrutaba del apoyo popular y realmente completó su periodo de
cinco años en el puesto, fue el primer presidente democráticamente electo que completó
su término. Desde entonces, todos los cambios de presidente han sido a través de
medios constitucionales, aún cuando la última década ha sido testigo de algunas
dificultades.
Para empeorar las cosas, hubo otros dos intentos de golpes de estado que tuvieron lugar
en Venezuela en 1992. El primero, en febrero de ese año, que fue dirigido por el
paracaidista el Coronel Hugo Chávez. Los tiroteos en todo Caracas terminaron con más
de 20 vidas, pero el gobierno retuvo el control. Chávez fue sentenciado a prisión por
largo tiempo. El segundo intento, en noviembre, fue dirigido por oficiales menores de la
fuerza aérea. La batalla aérea sobre Caracas, con aviones de combate volando entre
rascacielos, le dieron al golpe una dimensión cinematográfica, por no decir apocalíptica.
El Palacio de Miraflores, el palacio presidencial, fue bombardeado y parcialmente
destrozado. El ejército fue llamado a defender al presidente y esta vez más de 100
personas murieron.
Las relaciones más importantes del impacto petrolero en la vida económica nacional
afectan a la Venezuela pre-petrolera, principalmente agropecuaria, y a la transformación
que motoriza el petróleo en la vida económica, social, política y cultural del país.
Particularmente es importante su incidencia en las relaciones neo-coloniales, que a
partir de entonces atan a nuestro país, y, especialmente el sometimiento político del
estado venezolano a los dictados extranjeros norteamericanos.
A su turno, la producción petrolera repercute en la práctica política del país. Las ventas
petroleras y el aumento de los ingresos fiscales van elevando gigantescamente los
recursos financieros del Estado venezolano, que en lugar de utilizar semejantes
proventos en la transformación del país, los dilapida en gastos burocráticos y pequeñas
inversiones educacionales y sanitarias, sin ninguna proyección para el desarrollo
independiente del país. La obra administrativa del Estado venezolano no fue capaz de
solucionar los graves problemas económicos del agro venezolano, ni de la desocupación
masiva y el éxodo campesino a las ciudades, productos de las nuevas formas de vida
impuestas al país por la producción petrolera.