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LA CONSTRUCCION DE LA REALIDAD SOCIAL

¿Cómo construimos una realidad social objetiva?

El realismo la idea de que hay un mundo real independiente de nuestro pensamiento y


de nuestro discurso: defender la verdad como correspondencia. Es así como
pensamos que hay cosas que existen sólo porque creemos que existe. Es una realidad
creada por nosotros para nuestros propósitos. Estos hechos se pueden dividir en dos:
Los hechos institucionales y los no institucionales, observa que los conceptos que
nombran hechos sociales tienen una forma particular de autorreferencialidad. El dinero,
para ser dinero, tiene que ser considerado dinero (pero para ser considerado
generalmente dinero, tiene que serlo).

Podemos ver de esta explicación como el eminente filósofo John R. Searle muestra
cómo nuestras acciones cotidianas y nuestro conocimiento cultural tienen una
complejidad metafísica verdaderamente asombrosa. Explora las estructuras a través de
la naturaleza de nuestro mundo cotidiano que existen sólo por acuerdo humano y, a
partir de esto, la naturaleza de la realidad objetiva. Por ejemplo, ¿cómo puede ser un
hecho completamente objetivo que las monedas sean dinero, si algo es dinero sólo
porque creemos que es dinero? ¿Y cuál es el papel del lenguaje en la constitución de
tales hechos? Se puede analizar la diferencia entre ser socialmente construido y lo que
no, también muestra como la biología presenta hechos independientes de la opinión
humana y a menudo se ve como opuesta a las ciencias sociales, forma la base de
estas formas culturales y constitucionales.

«el hecho de que la realidad social e institucional esté constituida como tal por las
actitudes que tomamos hacia ellas no convierte a mi ontología en esencialmente
epistémica, aunque sí la hace esencialmente mentalista»

La construcción social que tenemos es así y toda la determinamos simplemente por lo


que vivimos y cimentamos con los demás, donde como un conjunto de hábitos le
damos nombre a las cosas sólo por las manifestaciones de los demás y no porque nos
cuestionemos si realmente existe, el supuesto básico es que los estados mentales son
los componentes constitutivos básicos de esa realidad, además de los hechos brutos
independientes de los seres humanos que le sirven de base material. Se define, por
tanto, el hecho social por referencia a estados mentales de una clase determinada.
Todo esto sugiere algo que yo tengo por verdadero, a saber: que los hechos sociales
en general, y especialmente los hechos institucionales, están organizados
estructurados a través de cierta jerarquía. Los hechos institucionales existen, por así
decirlo, en la cima de los hechos físicos brutos. A menudo, la conciencia la capacidad
de la mente para recrear objetos y estados de cosas o estados de consciencia y es
donde observamos que los hechos brutos por lo contrario observamos que su
existencia es independiente de la percepción del observador, algo existe porque lo
vemos y porque la ciencia nos dice que existe.

Una consecuencia inmediata y contraintuitiva para muchos sociólogos es que los


animales pueden ser sociales o dar lugar a hechos sociales. En la realidad humana tal
como la ve Searle no hay oposición, o quizá más bien no hay solución de continuidad,
entre lo mental y lo físico, o entre la cultura y la biología; “la cultura es la forma que
toma la biología en el ser humano”.

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