Sunteți pe pagina 1din 7

¿Por qué es más fácil perdonar a otros?

¿Por qué es más fácil perdonar a otra persona que perdonarse a uno mismo? Llevar consigo
el terrible sentimiento de culpa, por algo que
sucedió en el pasado es una carga demasiada pesada que, no podemos llevar por siempre.

¿Por qué podemos perdonar a los demás aunque estos hayan cometido delitos atroces? Mientras...
¿no podemos perdonarnos a nosotros mismos por un delito mucho menor? ¿Por qué somos tan
duros con nosotros mismos?

Cuando no podemos perdonarnos, nos embarga la infelicidad, la culpa, el desasosiego, la


mortificación. Estos sentimientos de infelicidad nos alejan de Dios, pues crece en nosotros un falso
sentimiento que nos hace pensar que no somos merecedores de su amor.

¿Te sientes enojado? ¿Avergonzado? ¿Estas deprimido? ¿Te odias a ti mismo? ¿Por más que luches
no logras encontrar la felicidad? ¿Sientes que no mereces ser feliz? ¿Tienes remordimientos?

DEBES PERDONARTE A TI MISMO. Frente a ti tienes un gran reto: tu reto consiste en aprender
a hacer frente a todos estos pesares. Es necesario que aprendas a ser feliz de nuevo.

Perdonarse a sí mismo es un paso importante que debes dar para poder liberarte del pasado y, dar
el gran paso, el gran salto de fe hacia las bendiciones que Dios para ti.
PARA PERDONARSE A SÍ MISMO

Cómo perdonarse a sí mismo: el primer paso

Comprender la importancia del perdón

¿Tienes idea de toda la energía que gastas cuando eres incapaz de perdonarte? Cuando uno no es
capaz de perdonarse a sí mismo, debe masticar e ingerir a diario sentimientos negativos para no
perder la cordura. Ardemos en ira, vivimos en constante tristeza, dolor, sentimientos de culpa.
¿No piensas que deberíamos de darle un mejor uso a toda esa energía? Cuando nos invaden estos
sentimientos negativos, dejamos de alimentar nuestra creatividad, nuestras habilidades. Nos
convertimos en seres humanos rutinarios, depresivos, ausentes.

El perdonarte a ti mismo te permitirá vivir el presente en lugar de vivir del pasado; lo que
significa que podrás avanzar hacia el futuro y podrás vivir una vida con propósito. ¿No crees que
deberías sacarle provecho a tu mala experiencia? Es mejor que le des paso a la alegría, a la
generosidad, a la fe en Dios y en ti mismo. ¿Pretendes vivir para siempre suspendido en el tiempo
por las heridas de tu pasado?

Todos cometemos errores

El errar es de humanos. Todos cometemos errores, ya que no somos perfectos. He notado que
muchos de nosotros vivimos cometiendo equivocaciones con la excusa de que los demás también
están cometiendo errores. Pienso que ya es hasta una moda: “Eso lo hace todo el mundo” (aunque
esté mal), “yo no soy la o el único que lo hace”... Para luego terminar sumidos en el dolor de nuestro
error.

Quizá los errores que has cometido hayan causado daños significativos en tu vida, en tu
matrimonio, en tu trabajo, en tus relaciones sociales, etc. Puede ser que en estos momentos usted
esté sintiendo sentimientos muy negativos acerca de ti mismo; sentimientos que se han convertido
en una verdadera batalla. Tenga en cuenta que está luchando contra la vergüenza, la desesperación,
la pena, la impotencia, la depresión. Este es precisamente el siguiente paso, tienes que
abrir tu corazón y reconocer que debes aprender a perdonarte a ti mismo.
¿ES NECESARIO OLVIDAR PARA PODER PERDONAR? HAZ CLIC ...

Diferencia entre perdonar y olvidar

El tema de perdonarse a sí mismo no es tratado como tal en la Biblia, sin embargo, Dios nos ha
dado principios que deben ser aplicados a la hora de querer o no querer perdonarnos a nosotros
mismos.

Es importante conocer la diferencia entre olvidar y perdonar. Olvidar significa que la memoria se
desvanece o se ha ido. Es muy probable que usted pueda olvidar, sobre todo si las consecuencias
son muy graves, por ejemplo, un divorcio ocurrido a causa de sus acciones, la pérdida de un amigo
por alguna traición que cometiste, un aborto, etc. Usted experimentará la perdida todos los días,
pero tenga presente que no debe haber olvido para que usted pueda llegar a perdonar, se trat a de
que usted no recuerde lo sucedido de forma negativa.

“Para instruirse unos a otros, no necesitaran animarse unos a otros diciendo: << ¡Conozcan al
Señor!>>, porque me conocerán todos, desde el más pequeño hasta el mayor. Yo perdonaré su
maldad y no me acordaré más de sus pecados. Jeremías 31:34

Dios nos perdona a todos por igual, no existe preferencias en cuanto a esto. Solo es necesario creer en su
Hijo Jesús. Si Dios Todopoderoso nos perdona, ¿por qué no puedes perdonarte a ti mismo?

iLa Biblia dice que Dios ya no se acuerda de nuestros pecados. Esto es, ya no usa tus pecados como
evidencias en tu contra, obviamente es Dios, no olvida literalmente.

“Bienaventurado aquel cuyas iniquidades son perdonadas y borrados sus pecados. Bienaventurado
el hombre a quien no imputa Jehová la iniquidad y en cuyo espíritu no hay engaño. Salmo 32

No imputa significa: No carga en su contra, no acusa en su contra, no le echa en cara, no se los


cuenta.
Acepta tus errores

Acepta tus errores en lugar de tratar de olvidarlos. APRENDE QUE DEBES ACEPTAR Y
APRENDER DE TUS ERRORES.

Debes cuestionarte a ti mismo lo ocurrido y el por qué ocurrió. Cuando asumas la


responsabilidad de tus acciones te ayudará a comenzar a liberar tus cargas. No ocultes tus
sentimientos.

¿POR QUÉ NO PUEDES PERDONARTE? ¿QUÉ TE LO IMPIDE? HAZ CLIC, SIGUE


LEYENDO

¿Qué te impide perdonarte?

Perdonarse a sí mismo no es fácil, en ocasiones, algunas personas no pueden perdonarse porque


se creen perfectas y su orgullo les impide otorgarse el perdón. Cuando el orgullo es quien nos
conduce, también nos impide perdonar a los demás, ya que una persona que se cree “perfecta” o
vive buscando la perfección, es demasiado exigente tanto consigo mismo como con su prójimo.
Este tipo de persona no es muy dada a perdonar errores o traiciones. Es implacable al dar su
opinión y mantiene casi siempre una actitud altiva, desafiante, burlona.

Sin embargo, Algunas personas tienen miedo de perdonarse a sí mismos, porque temen romper el
frío muro que los “protege”. Temen admitir ante los demás su error, pues temen verse como una
persona débil o frágil. Guardan inconcientemente esa pared que construyen a su alrededor y que
les otorga —según ellos—protección. Este muro o barrera lo construyen con materiales nocivos
como la indiferencia, la ira, y el resentimiento, amargura, decepción. Pero su gran temor radica en
que saben que, una vez rota esta barrera se desplomarán y mostrarán su lado vulnerable,
exponiendo así sus verdaderos sentimientos.

Si se siente identificado con estos sentimientos, debe buscar asesoramiento y ayuda espiritual.

DEBES IDENTIFICAR LA CAUSA QUE TE IMPIDE PERDONARTE A TI MISMO.


Identifique el porqué no puedes perdonarte

Para lograr perdonarse a sí mismo, usted debe identificar las causas que le impiden perdonarse:
vergüenza, odio, culpa. Son sentimientos que se producen para ayudarlo a darse cuenta de que
usted está haciendo algo malo. Estos sentimientos también nos ayudan a no cometer la acción otra
vez. Por ejemplo:

Si usted pone las manos en el fuego, usted inmediatamente retirará sus manos porque sentirá el
dolor físico al quemarse. Usted seguro que lo pensará dos veces antes de volver a hacerlo. Basados
en la experiencia, el dolor emocional tiene el mismo efecto. Si usted está experimentando estos
sentimientos, pregúntese si usted está aún repitiendo las misma conducta dañina que le causan
dolor y le impiden perdonarse a sí mismo. ¿Va a continuar haciéndose daño? Identifique lo que
está haciendo, pero de forma positiva.

HAZ CLIC PARA CONTINUAR... AYUDANDO A OTROS TE AYUDAS A TI MISMO

Ayuda a otros y te ayudarás a ti mismo

El personarse a sí mismo influye directamente en tu vida y sobre las vidas de los demás. Cuando
estás herido hieres a otras personas. Mientras más reprimas y evadas el perdonarte a sí mismo,
mientras más te aferres a la idea de que mereces sufrir por lo que hiciste, más irascible, más
explosivo, más violento te volverás. Como consecuencia, te volverás un arma mortal para herir a
otros.

Entiende, no puedes cambiar lo que pasó. Sin embargo, puedes influir de manera positiva en otros.
Puedes incluso evitar que otros comentan tus errores. ¡Perdónate a ti mismo y comienza a sanar!
NO TE CASTIGUES MÁS... DEBES PERDONARTE

Deja ya de castigarte

No gastes más energía en continuar castigándote. El autocastigo alimentará los sentimientos


negativos, vivirás contemplando tus remordimientos, te robará toda la energía que necesitas para
convertirte en la persona que Dios quiere que seas.

Aún cuando pienses que estás actuando correctamente y que mereces lo que te está pasando,
detente y medita en el siguiente versículo:

"Hay caminos que al hombre les parece rectos, pero al final conducen a la muerte". Proverbios
16:25

Todos los días tendrás que tomar decisiones, NO TENGAS MIEDO. Cada decisión que tomes no
tiene por qué ser negativa. Eres una persona positiva que vive en la gracia de habitar bajo la sombra
del omnipotente. No debes tener temor a equivocarte.

El perdonarse a sí mismo no nos absuelve, ni tampoco justifica lo que hayamos hecho, pero
tampoco es una señal de debilidad. Perdonar es una decisión que requiere de coraje y fortaleza, no
te niegues la oportunidad de ser un vencedor o vencedora, no prefieras seguir siendo una víctima
de tu propio desprecio.

LEE LA SIGUIENTE ORACIÓN PARA QUE LE ENTREGUES A JESÚS AQUELLO QUE TE


IMPIDE PERDONARTE A TI MISMO. UTILIZA TUS PROPIAS PALABRAS SI ASÍ LO SIENTES
Oración para perdonarse a sí mismo

Señor dame fuerza y valor. Ayúdame a enfrentar las consecuencias de mis errores y pecados. Sé
que al fallarle a mi prójimo, te he fallado a ti y me he fallado a mí mismo. Pero hay en ti
misericordia, gracia infinita. Que si bien los frutos de mi maldad son inevitables, yo sé que en cada
momento de mi prueba Tú me miras lleno de amor, sonriente, y me recibes con los brazos abiertos
tal y como tu palabra dice: ya no te acuerdas de mis pecados, los has aventado al fondo del mar.

Entonces, ayúdame para que al ver mi rostro reflejado en el espejo de mi vida diaria, vea yo, no al
ser que ha fallado, sino a aquel que en ti ha confiado: aquel que Tú has limpiado y perdonado. Y si
otros quieren cargarme el peso de sus propias culpas y limitaciones, que yo los vea a ellos con amor;
y que mi corazón entienda que en el fondo, ellos también anhelan tu perdón. Que perdonándome
primero a mi mismo, pueda yo también perdonar a todo aquel que busque herirme con
humillación.

Quiero mirarte a ti Jesús en ellos, y mirarte a ti Señor en mí. Me has perdonado Tú, hoy me perdono
a mí mismo yo, y me doy a mí mismo otra oportunidad de seguir caminando. Quiero volver a tus
caminos, te quiero agradar. Dame la fortaleza y la seguridad para a todos, a todas y aun a mí
mismo, después de la caída: siempre poder una vez más perdonar.

S-ar putea să vă placă și