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SENTENCIA DE VISTA
II. CONSIDERANDOS:
De la Valoración de la Prueba
17. La defensa del procesado Juan Ricardo Pescarán Pérez, afirma que la recurrida
tiene una motivación aparente y dicha afirmación se sostiene en mérito a las
siguientes objeciones: a) El Juez de instancia no ha observado
las reglas establecidas para la utilización de máximas de la experiencia, solo se
ha basado en su percepción, sin fundamento normativo y doctrinario b)- No
existe persistencia en la incriminación, verosimilitud y ausencia de
incriminación subjetiva en el testimonio de la agraviada. c) El procesado
Pescoran Pérez no desplegó violencia ni amenaza contra la víctima, la
agraviada solo tuvo la percepción de amenaza o violencia pero estos medios
no fueron reales. d) No se puede determinar la coautoría, pues de la
declaración de la agraviada solo sindica a Saavedra Carrero y refiere que
Pescoran no se le acercó. e) La conducta del procesado Pescoran Pérez es
atípica, en tanto que el acto de apoderamiento ya se había consumado y se
había alcanzado la disponibilidad, además la participación de su defendido no
ha sido determinante para la configuración del tipo, pues desconocía que su
coprocesado Saavedra Carrero iba a cometer un delito furtivamente. f) El
Juez no ha valorado las declaraciones de los efectivos policiales y de su
patrocinado, y ha- valorado sesgadamente la declaración de Saavedra Carrera.
24. Ahora bien, en esa misma línea de razonamiento, si se tiene como hecho
probado que la agraviada ha dicho la verdad respecto del despojo del celular
mediando violencia, lo que se ha probado, por qué habría que dudar en el
extremo de la conducta que le atribuye a Pescoran, según el principio de no
contradicción, no se puede afirmar y negar respecto de algo una misma cosa
al mismo tiempo, "la misma cosa no puede ser y no ser a la vez, y -bajo el
mismo respecto"; es decir, al mismo tiempo o en el mismo sentido. Por lo
tanto, no es correcto afirmar y negar a la vez la existencia de un hecho, la
calidad de una cosa, la aplicación de una norma, etc.6
27. También se contó como órgano de prueba al efectivo policial PNP Francis
Giovani Torres Grandes quien refiere que trabaja en la Comisaria de
Florencia de Mora, reconoce a los acusados; señala que el día de los hechos se
encontraba patrullando entre la Av. 20 de Junio con la Av. 5 de noviembre a
una cuadra de llegar a la Plaza de Armas de Florencia, se le acerca la agraviada
refiriendo que le habían robado su celular y la persona que le ha robado era
varón, de tez blanca y su polo tenia números luego se le acercó un señor y le
refirió que dichas personas subieron a un taxi y se iban por la Av. 20 de Junio
en dirección a la Esperanza; por vía telefónica le da cuenta sus colegas que
están en motos así como las características del vehículo donde estaban
huyendo los asaltantes, uno de ellos era el SO Malqui. La agraviada sube al
vehículo policial para peinar la zona y ubicar a los sujetos; luego a los tres a
cinco minutos, el SO Harol Malqui le devuelve la llamada diciéndole que
había intervenido a un vehículo con las características descritas, en esos
momentos ellos se
acercan a unos tres cuadras y al llegar éste ya habían sido intervenidos ,:por
su colega, observo quedos tres acusados se encontraban dentro del auto y la
agraviada reconoce al que le había- quitado su celular, revisaron el vehículo y
la agraviada reconoció su celular que estaba debajo;, del asiento, luego los
puso a disposición. Por otro lado, refiere que la ruta que había tomado el
vehículo intervenido únicamente conducía a la Esperanza, la agraviada
sindicó a dos personas .ero solo reconoció a Saavedra Carrero, no hizo
persecución.
28. Así también, declaró en el plenario el testigo PNP Harol Yoel Maqui Briceño,
quien expresó que trabaja en la comisaría de Florencia de Mora, el día de los
hechos .se encontraba patrullando por-su zona a bordo de su motocicleta,
junto a otro efectivo policial y recibió una llamada de su jefe de sector quien le
dice que había un vehículo color negro que estaba realizando robos al paso, le
da las características del vehículo y la cantidad de tripulantes, es así que cuando
descendía de la calle 29 de junio se percata de un vehículo que pasaba a
velocidad con las mismas características y a bordo de tres sujetos, lo persigue
por unas tres cuadras tocándole la sirena para que se detenga, luego se detiene y
procede a identificar al chofer y a sus tripulantes, dando cuenta a su jefe del
sector sobre la intervención, momentos después se apersona al lugar
acompañado de la agraviada y reconoce a dos de los sujetos, uno de ellos
estaba en el asiento del copiloto y el otro se encontraba en el asiento posterior;
refiere además, que con la sindicación de los sujetos procedieron a realizar el
registro personal y del vehículo, encontrando el celular de la agraviada quien lo
reconoce y estaba bajo del asiento del copiloto; el vehículo se desplazaba muna
velocidad que no es normal considerando que es una zona urbana; el lugar
donde los ubico fue en la calle de La Torre Ugarte la cual dirige a la esperanza;
la agraviada reconoció a los dos imputados como los autores del robo.
33. Para acreditar que una persona ha participado a título de coautor, es. necesario
que haya intervenido al momento justo en que toma lugar el ejercicio de la
violencia y/o amenaza, - sobre la esfera de libertad y voluntariedad de la
víctima; que mediante el reparto de roles y/o división de funciones, importe
que uno se encargue de reducir los mecanismos de defensa del sujeto pasivo,
a través del uso de violencia o amenaza, y que el otro procesa al acto típico de
apoderamiento del objeto material del delito, circunstancias que en conjunto
nos indican un juicio afirmativo de codominio funcional del hecho así como la
reciproca atribución del suceso delictivo como una unidad a todos los
coautores.12 En el caso concreto, medió un supuesto de coautoría ejecutiva
parcial, puesto que se ha realizado un reparto de las tareas ejecutivas. Es
cierto que el coimputado Saavedra Carrera fue quien directamente interceptó
a la víctima y forcejeó con ella para sustraerle su celular, inclusive empezó a
golpearle las manos y los brazos, y al no poder lograr su objetivo, es cuando
interviene Pescoran Pérez haciendo un ademan de acercamiento, lo que
intimida a la víctima y hace que suelte su teléfono. Se evidencia un reparto de
roles, en tanto que la función de arrebatar el bien le correspondía a Saavedra
Carrero- no sabemos si su intención primigenia fue solo arranchar y huir,
9
VILLAVICENCIO, Felipe. Derecho Penal Parte General. Editora Grijley,
Lima, Perú. 2006
10
WELZEL, citado por Villavicencio, Felipe. Op. Cit.
11
ROXIN, Claus. Sobre la autoría y participación en el Derecho Penal. En Problemas
Actuales de las Ciencias Penales y la Filosofía del Derecho, en homenaje al profesor Luis
Jiménez de Asúa.
12
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. Derecho Penal Parte Especial Tomo II. Idemsa,
Lima, Perú, 2013, p. 237
pero lo cierto es que al oponer resistencia la víctima, Saavedra Carrero
empezó a ejercer violencia contra ella, lo que no doblegó la resistencia de la
agraviada quien siguió sujetando su celular, ante ello, es que el otro procesado
Pescarán, quien estaba presente en la escena, muestra su intención de
acercarse, logrando el objetivo común pues la víctima se desprende de su
celular. Ese es el aporte trascendente del apelante, es indiferente afirmar que
Saavedra Carrero pudo realizar el despojo solo, sin necesidad 'del apoyo de
Pescorán. Lo cierto es que en la ejecución de los hechos, ello no ocurrió y se
refleja en las lesiones de la agraviada no sólo en el tercio medio del brazo
izquierdo, excoriaciones en el dorso interno de mano derecha y tumefacción
en el dorso del borde interior de falange media del dedo meñique de mano
izquierda, lesiones que denotan un forcejeo y permiten que el dicho de la
agraviada cobre verosimilitud; en ese contexto, resulta relevante la conducta
del procesado, quien no estaba a distancia pues se encontraba a unos metros,
recordemos que la agraviada relata dónde y cómo lo ubica y cómo su acción
amenazante doblegó su resistencia.
34. El quinto reparo de la defensa está enfocado en señalar que la conducta del
procesado Pescaran Pérez es atípica, en tanto que el acto de apoderamiento
ya se ha consumado y se ha alcanzado la disponibilidad, además la
participación de su defendido no ha sido determinante para la configuración
del tipo, pues desconocía que su coprocesado Saavedra Carrero iba a cometer
un delito furtivamente. Al respecto, es de precisarse que después que los
sujetos activos logran apoderarse del bien y pueden disponer del mismo no
procede admitir ninguna forma de participación en el delito de robo. En el
caso, conforme a la tesis incriminatoria postulada por la Fiscalía y la prueba
personal se aprecia que la conducta intimidatoria del procesado tuvo lugar el
hecho se encontraba en plena fase de ejecución, incluso no llegó a
consumarse pues la policía logró intervenirlos en su huida. Sobre el
desconocimiento de la realización del hecho por parte de su coimputado ya se
indicó en considerandos anteriores.
36. Así las cosas, aisladamente se observa que el procesado apelante no declaró en
sede preliminar, lo que si bien es su potestad, también lo es que si se analiza
en el contexto de alegación de inocencia, no resulta muy congruente, porque
de ser así lo lógico sería que a la primera oportunidad que tuviera explique a la
autoridad el motivo de su presencia en el lugar, la forma cómo ha sido
víctima de las circunstancias y la participación que tuvieron sus coencausados,
lo cual no aconteció en el caso. En el plenario manifestó que acompañó a
Saavedra Carrero, a Florencia de Mora a dejar unos gallos a un amigo, que los
trasladó Bada Lujan, y que no encontraron al amigo, sin embargo, no se ha
acreditado la existencia de dichos gallos, el nombre de la persona que iban a
visitar como el domicilio. Por su parte Saavedra Carrero ha aceptado los
cargos recalcando que no usó violencia, sin embargo el certificado médico
demuestra lo contrario, es decir, no es verosímil su declaración frente al
mérito de la prueba científica, lo cierto es que su conducta fue protagónica,
pero a partir de ello no puede afirmarse que el imputado Pescorán Pérez no
hizo nada o tuvo una conducta neutral, pues eso no se desprende de la
prueba valorada.