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LA ESPIRITUALIDAD POSMODERNA

Romanos 12:1-2
12 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios,
que es vuestro culto racional.
2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

INTRO

Vivimos tiempos difíciles en donde la fe esta siendo influenciada por


pensamientos posmodernos en la cual muchos cristianos viven su fe a su
manera que finalmente nos afecta a todos.

Se llama posmodernidad a la época que estamos viviendo en la


actualidad, la cual es producto del fracaso de la era moderna.
Sociólogos y antropólogos han intentado definir esta época con raquíticos
resultados, quizá porque nuestra era está en constante evolución y lo que
la definía hoy no lo hará mañana.
En fin, les presento algunas de las principales características de los
tiempos que vivimos en la actualidad:
1. Incredulidad: El hombre posmoderno ha perdido todo tipo de fe.
2. Secularización: El hombre posmoderno ha desplazado a Dios a un
segundo plano. La espiritualidad no es algo que le interese.
3. Relatividad: En el pensamiento del hombre posmoderno no existen
las verdades absolutas, todo es relativo.
4. Sentimiento: En esta época se ha dejado a un lado la razón y se ha
priorizado el sentimiento. El hombre posmoderno busca satisfacer
sus deseos al punto de un hedonismo total. La frase “siento, luego
existo” es típica de los jóvenes de esta época.
5. Estética: Esto se refiere a la imagen corporal como punto de
atención del hombre posmoderno. La belleza sustituye la moral. “Los
ancianos exitosos son aquellos que han llegado a esa edad
pareciendo jóvenes”.
6. Aculpabilidad: Se vive una vida libre y el único gobernador de ella
es el mismo hombre. El hombre posmoderno piensa: “Si Dios no
existe todo está permitido”.
7. Presente: El hombre posmoderno trata de vivir su propia realización
aquí y ahora. No hay pasado que valga ni futuro que esperar.
8. Individualismo: El elemento de “comunidad” ha perdido espacio. El
hombre posmoderno busca sobresalir solo.
9. Conformismo: El hombre posmoderno al no poder ni querer cambiar
las injusticias del sistema se conformará a su propia realidad:
“Mientras yo y mi familia estemos bien, allá ellos” (4).
En su blog “Pastor Cristiano”, el Dr. Earl Creps nos entrega un interesante
punto de vista respecto al posmodernismo:
La palabra posmoderno se usa de tantas maneras que el teólogo Tyron
Inbody lo llama “el Velcro intelectual arrastrado a través de la cultura” que
“se puede usar para caracterizar a casi cualquier cosa de la que uno
aprueba o desaprueba.”
Aun algunos de sus más fieles partidarios resisten tratar de definir la
filosofía sobre la que se basa su carrera misma. Sin embargo, el no poder
definir un concepto no quiere decir que no tiene ningún efecto en nuestra
vida.
Los científicos no pueden explicar lo que es la gravedad, pero su fuerza
invisible nos mantiene pegados a este planeta. De igual manera, la
filosofía posmoderna tiene un efecto invisible en millones de personas que
nunca han oído esa palabra. Muchos en el ministerio intuyen que algo
poderoso se está desplazando en nuestra cultura, pero se les hace difícil
identificarlo específicamente (5).
AHORA BIEN, ¿Saben como piensa una persona posmoderna?
¿cuáles son sus creencias o convicciones? ––si se las puede llamar
así––. Se los resumo de la siguiente manera:
 Busco una verdad que me sirva a mí
 Me interesa ver la vida desde mi propia perspectiva no desde los
demás
 Me interesan solo los valores de mi grupo
 Creo en la tolerancia (sexual, religiosa, sexual)
 Creo en el “vive y deja vivir”
 No me gusta cuando otras personas defienden sus creencias
diciendo que son mejores que el resto
 Quiero respuestas prácticas
 Me producen sospecha las personas o instituciones que tienen
respuesta para todo
 No me gusta la religión institucionalizada
 Tengo un deseo de espiritualidad pero no sé como encontrarla, es
mejor que pruebe con varios caminos

¿ES POSIBLE VIVIR EN SANTIDAD EN MEDIO DEL


POSMODERNISMO?
La respuesta es un categórico SÍ. Pero ¿cómo?, es la pregunta que puedo
oír de algunos de ustedes; y procedo a responderles con un versículo
bíblico que encierra tres verdades aplicables aquí y ahora:

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la


renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de
Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2 NVI).

1ª VERDAD: No se amolden al sistema. Se refiere a no ajustarse a los


criterios que el posmodernosmo postula como ciertos. Aquí debemos ser
fieles a nuestras convicciones cristianas y mantenernos firmes en ellas,
incluso si eso significa “perder” o ser tachados de “retrógradas”.

2ª VERDAD: Cambia tu forma de pensar. La clave para el éxito


verdadero está en cambiar nuestra forma de pensar, domesticar la mente y
entrenarla para el triunfo; esto sólo será posible al alimentarla con la
información correcta y para esto no nada mejor que la Palabra de Dios.

3ª VERDAD: Deja que Dios transforme tus convicciones y tu mundo


cambiará. Nada de lo anterior funcionará si no dejamos que el buen Dios
al que servimos nos moldee a su imagen y semejanza, y para esto será
crucial nuestro permiso, nuestra intención, nuestro querer…, si bien Dios
podría proceder sin siquiera preguntarnos, Él prefiere hacerlo para que así
el “libre albedrío” cobre sentido.
No puedo explicar a mayor profundidad cada una de estas verdades
porque eso es una primicia para los jóvenes que asistirán al Campamento
Juvenil en Brasil donde seré uno de los expositores y donde enseñaré
estos axiomas (05 a 08 de febrero del 2016). Una vez vuelve del país
carioca pondré a vuestra disposición los escritos y por que no, los audios
en mp3 si allá me graban. Pero una cosa debe quedar anclada en nuestra
mente y corazón, “prefiramos ser santos posmodernos que santulones
hipócritas”, porque de estos últimos hay muchos.
CONCLUSIÓN
La era posmoderna es complicada, enredada y confusa; sin embargo el
cristianismo ya ha sobrevivido a épocas difíciles con anterioridad, tal fue la
época de los mártires del siglo II, III y IV d.C.
cuando preferían morir quemados vivos, devorados por las fieras o
partidos por la mitad antes que renunciar a su fe en Cristo. Si bien en ese
tiempo el concepto “posmodernidad” no se conocía, los cristianos de
entonces sí conocían los conceptos de convicción, fe, santidad y
firmeza…, todo eso hizo que pudieran mantenerse firmes en medio del
caos reinante.
¿Acaso hoy no podemos sobrevivir en el “coliseo posmoderno” que se
levanta frente a nosotros? ¡Por supuesto que sí! Aunque las fieras
intelectuales quieran devorarnos lo único que resta es pedir a Dios nos
ayude a vivir en santidad incluso cuando todo el mundo nos tache de
fundamentalistas, arcaicos o intolerantes; es que la santidad siempre irá en
contra de la corriente.
Por otra parte, seamos inteligentes y aprovechemos lo mejor de esta era y
utilicémoslo para compartir el evangelio pero sin tranzar los principios del
Reino.

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