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5. Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del
conflicto.
Para protestar por la violencia policiaca, los estudiantes del IPN hicieron una
manifestación el 26 de julio, misma fecha en la que otros estudiantes,
mayoritariamente de la UNAM y organizaciones de izquierda, realizaban una
marcha de apoyo a la revolución cubana. La primera debía terminar en el Casco de
Santo Tomás, pero al calor de la protesta se desvió hacia el Zócalo. En la calle de
Palma, la esperaban los granaderos que la reprimieron violentamente.
El punto más alto del movimiento está marcado por dos manifestaciones: la del 27
de agosto y la del 13 de septiembre. La primera, la más grande, festiva y riudosa.
La “V” de la victoria señalada con dos dedos de la mano se había convertido en
símbolo, y los seis puntos eran citados en los lugares más insospechados. El Zócalo
se llenó. Dejaron una guardia permanente en esa plaza a esperar ahí el informe
presidencial y a obligar al diálogo público. La plancha de concreto se convirtió en la
continuación del campus
Organización política, económica y social
de los aztecas
El Estado Azteca era de carácter teocrático ya que el emperador era considerado
de origen divino, y los sacerdotes tenían a su cargo numerosas funciones de
gobierno. Entre los aztecas los sacerdotes eran los dueños del conocimiento
conservado en códices. Conocían la astronomía, la medicina y la escritura. La
mayoría de la población no tenía acceso a los “conocimientos”.
Las leyes del Estado azteca eran muy reservadas y los castigos variaban según el
delito y el infractor. Existía la pena de muerte para los delitos y el infractor. Existía
la pena de muerte para los delitos de asesinato, traición, aborto, incesto, violación
y adulterio. En el caso del adulterio se procedía a la lapidación aunque la mujer era
estrangulada previamente. Los guerreros podían escapar de la pena de muerte
aceptando un destino permanente en zona fronteriza.
El Estado azteca tuvo una importante fuerza militar con la que logró una gran
expansión territorial. La máxima extensión de los dominios aztecas se produjo en
los tiempos del emperador Moctezuma II. Los aztecas practicaban la guerra de
conquista, ya que de esta forma conseguían nuevos territorios y poblaciones que
les rendían tributo.
Entre los tributos que llegaban a Tenochtitlán de todas las regiones del imperio
estaban: alimentos, tejidos, artículos preciosos, y también seres humanos
destinados al sacrificio. Toda esa riqueza convirtió a la capital azteca en una ciudad
fascinante, pero las cargas tributarias impuestas por los aztecas; les valieron el odio
generalizado de los pueblos sometidos del valle de México, razón por la cual
muchos de ellos apoyarían a los españoles en la lucha contra los aztecas.
Huey Tlatoani (Gran Orador): Era la más alta autoridad del imperio. Siempre recibía
tributo y sumisión de sus dominios.
Tlatoani (Orador): Había uno en cada ciudad principal, con poder militar, civil y
religioso. Un Tlatoani podía estar sujeto a otro más importante, como el Huey
Tlatoani.
Pili (Hijo del Tecuhtli): Tenían tierras en el interior de las propiedades de su Tecuhtli
y actuaban como embajadores, administradores de justicia y recaudadores de
tributo. Podía ser Pili todo el que nacía dentro de una familia noble.
Noble águila: Eran los recién llegados a la nobleza, o gente común que lograba el
ascenso. Estaban exentos del pago de tributo. Siempre se les recordaba su origen
humilde, pero sus hijos eran Pili desde el nacimiento.
El comercio también era una actividad muy extendida, los aztecas intercambiaban
productos con pueblos de diferentes regiones. Los comerciantes llegaban hasta
lugares lejanos con artículos de mucho valor y de poco peso, como el cacao, gemas,
algodón o plumas preciosas.
Al parecer sólo las mujeres podían encargarse de ayudar en los partos. La medicina
estuvo muy ligada a la magia, pero el hecho de no atribuir la causa científicamente
correcta a cada enfermedad no significó que no se aplicase el remedio conveniente.
La arquitectura azteca sólo se conoce por los restos que han sobrevivido a las
destrucciones efectuadas durante la conquista española. Las edificaciones más
características son los templos de estructura piramidal como el Cholula. Los aztecas
fueron grandes escultores, realizaban esculturas de todos los tamaños, diminutas y
colosales, en ellas plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. En las esculturas
de gran tamaño solían representar dioses y reyes. Las pequeñas se reservaban
para la representación de animales y objetos de uso común. Se usó la piedra y la
madera y, en ocasiones se enriquecían con pintura de colores o incrustaciones de
piedras preciosas.
Los adornos hechos con plumas fueron de gran importancia en Mesoamérica. Las
plumas más apreciadas eran las del quetzal, las del tlauquecholli y las del xiuhtototl.
Con ellas hacían tapices y adornaban mantas, máscaras rituales, escudos o trajes
de guerreros.
El calmécac era donde recibían educación los hijos de la nobleza, con el propósito
de formar a los nuevos dirigentes militares y religiosos. La enseñanza de la religión
era muy importante, pero también se aprendía escritura, lectura, historia y música.
La mujer azteca tenía derechos, podía tener propiedades a su nombre, acudir al
Consejo para reclamar justicia o solicitar el divorcio.
Sólo había dos formas de relaciones sexuales permitidas: las que tenían lugar
dentro del matrimonio; y las de guerreros solteros con sacerdotisas dedicadas a la
prostitución ritual. Estas últimas estaban protegidas por la diosa Xochiquétzal, se
presentaban adornadas y maquilladas, y proporcionaban al hombre alucinógenos y
afrodisíacos que estimulaban su apetito sexual.
La monarquía española del siglo XVI
La llegada de la Casa de Austria o de Habsburgo se produjo como consecuencia de
la política matrimonial de los Reyes Católicos y a ella corresponderá culminar la
unificación territorial de la Península (incluido Portugal) y la expansión americana.
Además, su llegada significó, debido a sus intereses patrimoniales en Alemania y
los Países Bajos, la entrada de España en la política europea como potencia de
primer orden. Pero estudiar este periodo es también estudiar la caída de esta
potencia, incapaz de mantener su hegemonía europea, hasta llegar a una profunda
crisis, rematada por el final de la dinastía. El periodo de expansión política y
económica, el siglo XVI, corresponde con los reinados de Carlos V y Felipe II,
llamados los Austrias Mayores; mientras que los reinados de Felipe III, Felipe IV y
Carlos II, llamados los Austrias Menores, corresponden al siglo XVII, en el que se
produce el declive.
Como hemos visto, en 1504 murió Isabel la Católica y en 1506 Felipe el Hermoso.
Ante la incapacidad de Juana la Loca, Fernando ejercerá la regencia en Castilla
hasta su muerte, en 1516, siendo sucedido como regente por el cardenal Cisneros.
En 1517, Carlos I llega a España sin conocer el castellano ni los asuntos españoles
y acompañado de su corte flamenca. En 1518 es jurado por las Cortes reunidas en
Valladolid y en 1519, tras la muerte de su abuelo Maximiliano, es elegido emperador
de Alemania.
Las largas ausencias del rey en Castilla, la subida de impuestos para sufragar los
gastos de la coronación imperial y la concesión de los principales cargos a
extranjeros provocaron la revuelta de los comuneros (1520-1521), dirigidos por Juan
Padilla, Juan Bravo y Pedro Maldonado, que fueron derrotados en la batalla de
Villalar y ajusticiados. Paralela a la revuelta de los comuneros en Castilla, en Aragón
se producen las germanías.
Tres grandes problemas centran la política exterior de Carlos V: las guerras con
Francia, el peligro turco y el problema luterano.
Los enfrentamientos con Francia, que tuvieron mucho de rivalidad personal con
Francisco I (ambos fueron candidatos al trono imperial), se centraban en tres
causas: el reino de Navarra, incorporado por Castilla y reivindicado por Francia, el
ducado de Borgoña, ocupado por Francia y reivindicado por Carlos, y la hegemonía
sobre Italia. La elección de Carlos como emperador provocó la primera de las seis
guerras. En 1521, los franceses invaden Milán, pero Francisco I caerá prisionero en
Pavía (1525) y tendrá que ceder Milán y Borgoña. Tras su liberación, Francisco I se
aliará con el papa Clemente VII, formando la Liga Clementina, a lo que el emperador
responderá saqueando Roma (1527). El punto más bajo de la hegemonía de Carlos
V es la ocupación francesa de Metz en 1552 y su imposibilidad de reconquistarla.
Tras su abdicación (1556), Felipe II continuará la lucha de su padre contra los
franceses, a los que derrotará en la batalla de San Quintín (1557). Tras ella, la Paz
de Catea
Miguel Ángel Ruiz Ortiz La monarquía española de los Austrias en los siglos XVI y
XVII
Por otro lado, estaba el peligro turco. Los turcos habían tomado Constantinopla en
1453. El sultán Solimán el Magnífico arrebató Rodas a los Caballeros de San Juan
en 1522 (el emperador les cedió entonces Malta) y en 1526 conquistó Hungría,
amenazando las posesiones de los Habsburgo (Viena fue sitiada dos veces). Muerto
Luis II de Hungría, Fernando (hermano de Carlos) hereda lo que queda del reino y
desde 1545 tiene que pagar tributos a los turcos. Pero el enemigo musulmán era
doble, ya que el sultán protege a los corsarios berberiscos del norte de África que,
a pesar de la conquista de Túnez por Carlos V (1535) y de las ofensivas del
almirante genovés Andrea Doria, mantuvieron su hegemonía naval en el
mediterráneo hasta la batalla de Lepanto (1571).
Su hijo, Felipe II, que se había ocupado del gobierno de España en ausencia de su
padre, recibe ésta junto con las Indias, Italia y los Países Bajos, mientras que su
hermano Fernando, que se había encargado de los asuntos austriacos, recibe
Austria y el derecho a sucederle en el trono imperial. Tras abdicar, Carlos V se retiró
al monasterio de Yuste, donde murió en 1558.
Miguel Ángel Ruiz Ortiz La monarquía española de los Austrias en los siglos XVI y
XVII
En 1568 estalla la rebelión de los moriscos en las Alpujarras, sofocada por don Juan
de Austria (hijo ilegítimo de Carlos V y, por tanto, hermanastro de Felipe II), que en
1570 decreta, por orden del rey, la expulsión de los moriscos del reino de Granada.
Ese mismo año, los piratas argelinos ocupan Túnez y los turcos conquistan la isla
veneciana de Chipre, por lo que Venecia, España y el Papado forman la Liga Santa,
al mando de cuya flota se pone don Juan de Austria, que derrota a los turcos en
Lepanto en 1571. La hegemonía turca en el Mediterráneo ha concluido, aunque los
ataques de piratas argelinos persistirán.
En política exterior, destacan también las guerras de Flandes. Y es que las guerras
mantenidas durante más de 80 años para conservar la soberanía de la casa de
Austria sobre los Países Bajos serán, para Pedro Molas, uno de los principales
factores de la decadencia militar, política y económica de la España del siglo XVI.
Las causas del problema son la resistencia hacia un monarca que pretendía
gobernar Flandes desde España y la difusión del calvinismo, que Felipe II no estaba
dispuesto a consentir. Tras los gobiernos del duque de Alba (represión), de don Luis
de Requesens y de don Juan de Austria, durante el cual unas tropas faltas de paga
saquearon Amberes (ciudad leal a España) en 1576, las provincias del norte,
protestantes, declaran su independencia en 1581, de la mano del príncipe Guillermo
de Orange. Las provincias del sur, católicas, se mantienen leales, bajo el gobierno
de Alejandro Farnesio, hasta que, a su muerte, Felipe II deja la soberanía de los
Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia. Al morir ésta sin descendencia, el
territorio volverá a la Corona española.
Miguel Ángel Ruiz Ortiz La monarquía española de los Austrias en los siglos XVI y
XVII
En 1578 muere sin herederos el rey de Portugal don Sebastián. Felipe II, hijo de
Isabel de Portugal, quiere la corona de forma pacífica, pero ante la existencia de
otros dos candidatos, el duque de Alba ocupa el país en 1580. Las Cortes de Tomar
(1581) juraron al rey, que prometió respetar la autonomía de Portugal y de su
imperio. Así, durante los siguientes 60 años la unidad política de la Península Ibérica
será una realidad.
El reinado de Felipe III constituye para los historiadores una etapa puente entre dos
grandes periodos de la Historia de España. Desde el punto de vista económico, se
produce el paso de una etapa de expansión a otra de profunda crisis; mientras que
desde el punto de vista político, se incluye ya a Felipe III dentro de los Austrias
Menores, pues, como dice Pedro Molas Ribalta, factores como el valimiento o el
retroceso de la hegemonía española en Europa lo insertan en una nueva coyuntura
histórica.
El joven Felipe III heredó un enorme imperio con una hacienda en bancarrota y en
conflicto con Inglaterra y los Países Bajos, así como unas malas relaciones con
Miguel Ángel Ruiz Ortiz La monarquía española de los Austrias en los siglos XVI y
XVII
Miguel Ángel Ruiz Ortiz La monarquía española de los Austrias en los siglos XVI y
XVII
a Luis XIII de Francia como conde de Barcelona, fue sofocada. Olivares caerá en
1643 y será sustituido por don Luis Méndez de Haro.
Miguel Ángel Ruiz Ortiz La monarquía española de los Austrias en los siglos XVI y
XVII
La Corona de Castilla tenía unas Cortes únicas en las que estaban representadas
la mayoría de las ciudades, mientras que la Corona de Aragón no tenía instituciones
comunes a los custro reinos que la componían, sino que Aragón, Cataluña y
Valencia tenían cada una sus Cortes y un virrey que representaba al monarca,
mientras que Mallorca no tenía Cortes y tenía un gobernador. En general, los
territorios de la Corona de Castilla contribuían en mayor medida a las arcas reales
que los de la Corona de Aragón.
La Monarquía instituyó, además, una serie de Consejos (con sede en la Corte) para
asesorar al rey. Unos eran temáticos (Estado, Guerra, Hacienda, Inquisición,
Órdenes y Cruzadas) y otros, territoriales (Castilla, Aragón, Indias, Italia, Portugal y
Flandes). Como el monarca residía en Castilla, en el resto de territorios de la
Corona se nombró un virrey. Hubo virreyes en Aragón, Cataluña, Valencia, Navarra,
Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Nueva España y Perú. En otros territorios, como Mallorca
o los Países Bajos, se nombraron gobernadores.
Además, para sus tareas de gobierno, los Austrias Mayores se apoyaron en sus
secretarios, mientras que los Austrias Menores delegaron en sus válidos. Éstos
últimos, como hemos visto, no ostentan cargo institucional concreto, pero ejercen la
dirección efectiva del gobierno, pues tienen la confianza absoluta del monarca. Por
último, en Castilla, para la Administración de Justicia se establecieron las
Audiencias y Chancillerías, mientras que para controlar los cabildos municipales se
creó la figura del corregidor, nombrado por el rey.
Proceso de integración del sistema
colonial español
España, después de la pérdida de la América continental, seguía siendo una
potencia colonial, más por la situación de sus territorios que por la extensión de
éstos. La lejanía con respecto a la metrópoli era máxima en los dominios de la zona
del Pacífico: el archipiélago de las Filipinas, así como los pequeños grupos de las
islas Marianas, Palaos y Carolinas. En América poseía dos islas clave del área
antillana, Cuba y Puerto Rico. La propia posición de la Península Ibérica, unida a
las plazas de soberanía del Norte de África , permitía a España jugar una baza de
potencia que era difícil de mantener por su debilidad en el concierto europeo.
Algunos territorios más en zonas costeras: Río de Oro, Guinea y las islas de
Fernando Poo y Annobón.
La presencia en el Pacífico y en Asia era débil y poco rentable para España desde
el punto de vista económico. El interés de Las Filipinas estaba más en el futuro, en
cuanto que podría servir como base para su influencia en el mercado continental
asiático. El problema se derivó de que ese interés era igualmente compartido por
Estados Unidos y otros países europeos como Francia, Gran Bretaña, Prusia,
Portugal y Holanda. Los enclaves de Las Carolinas, Marianas y Palaos de momento
no eran tan codiciados como Las Filipinas, pero su posición los hacía especialmente
interesantes como bases de aprovisionamiento para diversas rutas hacia Asia.
Felipe V fue un rey típico de la Ilustración, es decir, es un hombre que aprendió que
el mundo, el gobierno, la sociedad, se dicta por los principios de la razón, ya no
tanto con los principios del dogma católico, las cosas suceden porque hay una razón
detrás de ellas, no porque así dice Dios que así sea, es decir, es una forma más
avanzada en la forma de pensar.
Felipe V tuvo varios hijos, el primero de ellos Luis I reinó poco tiempo, luego vino
otro Fernando VI que también duró muy poco tiempo, pero que empezaron una serie
de reformas de carácter ilustrado a principios del siglo XVIII. En 1758 asciende el
tercer hijo de Felipe V, que adopta el título de Carlos III, es un hombre ilustrado,
gobernará entre 1758 y 1788, 30 años. Le sucederá al trono su hijo que adoptará el
nombre de Carlos IV, gobernará hasta 1808 cuando abdica a instancia de Bonaparte
que había invadido España, todos estos años del siglo XVII se le conocerá como el
siglo de las Reformas Borbónicas.
Tienen que ver estas reformas con los movimientos independentistas lo que en 1810
que posteriormente se le llamará guerra de independencia, pero tienen que ver
porque van generando una condición en la sociedad de la Nueva España que
provoca que los últimos años antes de la guerra de independencia me refiero más
o menos entre 1790 y 1810, las crisis que se dieron, las crisis económica, la crisis
social, la crisis política cayeron en terreno fértil en una sociedad que había
experimentado durante buena parte del siglo XVIII cambios muy importantes y
traumáticos.
Una de las grandes reformas borbónicas que se dieron desde España en el siglo
XVIII fue a nivel de la Secretarías de Estado, dividido en el ministerio de Hacienda,
el ministerio de Guerra, el ministerio de Marina, el ministerio de Indias, el ministerio
de Gobernación. Todavía teníamos los viejos Consejos, Consejo de Indias, Consejo
de Guerra, Consejo de Hacienda, pero están dominados por los Secretarios de
Estado. La política que se va dictar desde España hacia las tierras americanas en
concreto la Nueva España va a provenir adoptar de los Secretarios de Estado o
Ministros de Estado. La idea de Ministros tiene que ver más con una Monarquía que
la idea de Secretarios de Estado, tiene que ver con una Monarquía moderna así es
que podríamos llamarlos Ministros de Estado.
En ese periodo, me refiero a 1758 a 1788 la Nueva España tenía graves problemas
en política exterior, el Congreso y la Guerra de los Siete Años, la guerra que se da
entre 1756 y 1763 más o menos, y que se delinea entre Inglaterra y otros países
europeos y que en el ámbito americano tiene que ver con lo que sucede entre
Francia, Inglaterra y España, pero que se refleja en el norte del continente en
concreto de lo que hoy es el norte de los Estados Unidos y Canadá.
Una de las grandes reformas borbónicas que se dieron desde España en el siglo
XVIII fue a nivel de la Secretarías de Estado, dividido en el ministerio de Hacienda,
el ministerio de Guerra, el ministerio de Marina, el ministerio de Indias, el ministerio
de Gobernación. Todavía teníamos los viejos Consejos, Consejo de Indias, Consejo
de Guerra, Consejo de Hacienda, pero están dominados por los Secretarios de
Estado. La política que se va dictar desde España hacia las tierras americanas en
concreto la Nueva España va a provenir adoptar de los Secretarios de Estado o
Ministros de Estado. La idea de Ministros tiene que ver más con una Monarquía que
la idea de Secretarios de Estado, tiene que ver con una Monarquía moderna así es
que podríamos llamarlos Ministros de Estado.
En ese periodo, me refiero a 1758 a 1788 la Nueva España tenía graves problemas
en política exterior, el Congreso y la Guerra de los Siete Años, la guerra que se da
entre 1756 y 1763 más o menos, y que se delinea entre Inglaterra y otros países
europeos y que en el ámbito americano tiene que ver con lo que sucede entre
Francia, Inglaterra y España, pero que se refleja en el norte del continente en
concreto de lo que hoy es el norte de los Estados Unidos y Canadá.
Se presenta luego entonces una situación geopolítica muy complicada para España.
Inglaterra se manifiesta ocupar tierras españolas, esto quiere decir que España se
ve vulnerable, tiene fronteras muy descuidadas, en concreto las fronteras con las
Siete Colonias norteamericanos, esto es, en 1763 después del Tratado de París
firmado el 10 de diciembre de 1898 con el que terminó la Guerra hispano-
estadounidense; la Nueva España tenía muy desprotegida la zona que son ahora
los estados de Texas, Arizona, Nuevo México y California, hasta muy al norte hasta
Canadá; se hace por lo tanto necesario tomar medidas para defender esta porción,
y para defender El Caribe.
Una de las grandes reformas borbónicas que se dieron desde España en el siglo
XVIII fue a nivel de la Secretarías de Estado, dividido en el ministerio de Hacienda,
el ministerio de Guerra, el ministerio de Marina, el ministerio de Indias, el ministerio
de Gobernación. Todavía teníamos los viejos Consejos, Consejo de Indias, Consejo
de Guerra, Consejo de Hacienda, pero están dominados por los Secretarios de
Estado. La política que se va dictar desde España hacia las tierras americanas en
concreto la Nueva España va a provenir adoptar de los Secretarios de Estado o
Ministros de Estado. La idea de Ministros tiene que ver más con una Monarquía que
la idea de Secretarios de Estado, tiene que ver con una Monarquía moderna así es
que podríamos llamarlos Ministros de Estado.
¿Qué es la Nueva España de aquel entonces? Estamos hablando de lo que
conocemos como México hoy y toda la porción norte de la Nueva España lo que
ahora es la porción sur de los Estados Unidos, sin una definición muy clara de cuáles
son esas fronteras norteñas.
En ese periodo, me refiero a 1758 a 1788 la Nueva España tenía graves problemas
en política exterior, el Congreso y la Guerra de los Siete Años, la guerra que se da
entre 1756 y 1763 más o menos, y que se delinea entre Inglaterra y otros países
europeos y que en el ámbito americano tiene que ver con lo que sucede entre
Francia, Inglaterra y España, pero que se refleja en el norte del continente en
concreto de lo que hoy es el norte de los Estados Unidos y Canadá.
En otras palabras, es un sistema político en el cual las funciones del gobierno están
repartidas entre un poder central y un grupo de estados asociados.
En otras palabras, es un sistema político en el cual las funciones del gobierno están
En otras palabras, es un sistema político en el cual las funciones del gobierno están
repartidas entre un poder central y un grupo de estados asociados. El 25 de febrero
de 1822 comienza su actividad el Congreso Constituyente, que pronto entrará en
roces con la Regencia: el Congreso se proclama único representante de la
soberanía de la nación, prohíbe los gastos no autorizados por él, y elimina los
empréstitos forzosos. Pero el 18 de mayo se produce un motín del regimiento de
Celaya exigiendo que Iturbide sea elegido emperador; otras unidades de la
guarnición de la capital se unen a la sublevación. Bajo esta presión, a la mañana
del día siguiente el Congreso proclamó emperador a Iturbide, que fue coronado él
con el nombre de Agustín I. Unos pocos republicanos continuarán su oposición, y
algunas guarniciones españolas aún resisten. Una conspiración contra el gobierno
fue descubierta en agosto de 1822 y el 26 de ese mes Iturbide apresa y encarcela
a varios diputados implicados.
Al volver Santa Anna a tomar la figura presidencial en abril de 1834, apoya a los
conservadores a derogar las reformas e iniciar la instauración de un congreso que
redacte una constitución basada en el centralismo, así el 30 de diciembre de 1836
se promulgan las 7 leyes centralistas; sus artículos en resumen establecieron un
régimen centralizado gubernamental y administrativo representado en el supremo
poder conservador.
Primera etapa: Comandada por Miguel Hidalgo desde septiembre de 1810 hasta el
17 de enero de 1811 cuando fue capturado y fusilado, junto a Allende, Aldama y
Jiménez, y sus cabezas se mostraron en la Alhóndiga de Granaditas. En este
momento la guerra se centró en el Bajío y buscaba el regreso de Fernando VII al
poder.
Segunda etapa: Con José María Morelos y Pavón e Ignacio López Rayón el
movimiento de independencia tomo tonos más políticos, una estructura, una
ideología insurgente y un marco legal gracias al Congreso de la Anáhuac que
buscaba convocar a todas las provincias independientes. Esta terminaría en 1815,
con el asesinato de Morelos.
Tercera Etapa: De 1815 a 1820 se le conoce como ‘guerra de guerrillas’, ya que los
diferentes grupos armados luchaban de manera aislada. La llegada de Javier Mina
en 1817 con una compañía y la campaña de Vicente Guerrero en el sur, cambió los
enfrentamientos que parecían perdidos para la causa independentista.
Al levantamiento se unió otro sacerdote llamado José María Morelos que se ocupó
de la zona del sur de la Nueva España y que tenía como objetivo principal la toma
del puerto de Acapulco. Morelos sí trató de hacer mejor las cosas y logró crear un
ejército de más calidad que el de Hidalgo, bien organizado, correctamente
abastecido y con soldados de verdad. En noviembre de 1812 lograron ocupar
Oaxaca en donde el general Ignacio López Rayón redactó los Elementos
Constitucionales, siendo este el primer proyecto de constitución para la futura
nación mexicana y en el que se basarían posteriores documentos.
El 15 de junio de 1814 llegaron noticias a México de que Fernando VII había vuelto
al poder derogando la Constitución de 1812 por lo que el absolutismo retornaba al
poder y ya no había posibilidad de cambios políticos. Pero los insurgentes
decidieron seguir con la lucha adelante a pesar de que esta tras la muerte de
Morelos perdió bastante fuelle y quedó dividida en numerosos grupos insurgentes
que hacían la guerra cada uno por su lado. Además el virrey Juan de Apodaca tuvo
bastante éxito con la política de capitulaciones e indultos que ofreció a numerosos
insurgentes y que estos aceptaron.
Desde el exterior se vio con preocupación este declive del bando insurgente y se
pusieron manos a la obra. Un enfraile llamado
Servando Teresa de Mier que había sido expulsado de Nueva España y exiliado en
la Península por decir que el cristianismo ya existía en Mesoamérica antes de la
llegada de los españoles y que Quetzalcóatl en realidad fue el apóstol Santo Tomás
que predicó el evangelio, allá por el siglo IV, en tierras mesoamericanas.
Ya solo quedaban varios ejércitos insurgentes activos con Vicente Guerrero como
el más importante y que ya había rechazado varias ofertas de indulto por parte de
Apodaca. La insurgencia estaba prácticamente vencida en 1819.
Iturbide marchó con sus tropas hacia el sur para ofrecer un pacto al general Vicente
Guerrero que, tras rechazar la propuesta inicialmente y producirse algunas batallas,
terminó aceptando y sellaron la paz y la unión en el
Este periodo largo de gobierno se interrumpió sólo por cuatro años comprendidos
de 1880 y hasta 1884, cuando ejerció la presidencia Manuel González. Con nuevas
elecciones presidenciales, y ganando Porfirio Díaz las mismas, el 1 de diciembre
1884 regresaría al poder.
Si bien es cierto que durante el largo mandato presidencial del general Díaz,
consecuencia de sus sucesivas reelecciones, México logró un importante desarrollo
económico, el beneficio fue sólo para unos cuantos, en su mayoría empresarios
extranjeros y familias acomodadas simpatizantes de las ideas políticas del gobierno
de Díaz.
La clase trabajadora, a pesar del auge económico, nunca vio una mejora en su
calidad de vida, muy al contrario, fueron explotados en los trabajos que realizaban
en fábricas o haciendas, y remunerados con sueldos extremadamente bajos, que
no satisfacían ni siquiera las necesidades más esenciales para vivir.
Los indígenas serían otro sector poblacional que durante el porfiriato vería afectados
sus derechos, siendo despojados de tierras comunales mediante decretos que
beneficiaban el latifundismo. Así los capitales nacionales y extranjeros se hicieron
de grandes extensiones de tierra en las que irónicamente muchos indígenas
trabajaban
Otro aspecto que detonó el crecimiento económico fue el de la pacificación del país,
hecho logrado mediante la persecución sin tregua de bandoleros, además de
reprimir cualquier descontento social mediante el uso de la fuerza. A este periodo
de estabilidad social en México se le dio el nombre de paz porfiriana, y permitió al
país estabilidad política y progreso económico.
Otro motor del crecimiento fue la ampliación de la red ferroviaria que comunicó a
poblaciones muy importantes por su producción minera y agropecuaria.
El Plan de Tuxtepec fue lanzado el 1/o. de enero de 1876. Porfirio Díaz planteaba
el propósito de evitar la reelección de Lerdo de Tejada.
Derrotadas en Tecoac sus mejores tropas, Sebastián Lerdo de Tejada no tuvo más
remedio que renunciar a la presidencia, la cual fue asumida, el 28 de noviembre de
1876, por el General Porfirio Díaz, quien había entrado triunfante a la Capital el 21
del mismo mes.
Tras treinta años en el poder, el General Porfirio Díaz, había logrado una aparente
estabilidad económica y social en México. Pero esto a consecuencia de la opresión
del pueblo, mismo que estaba muy descontento con el gobernante.
El Plan de Tuxtepec fue lanzado el 1/o. de enero de 1876. Porfirio Díaz planteaba
el propósito de evitar la reelección de Lerdo de Tejada.
El 20 de mayo de 1876, en Acámale, tropas leales infringieron una terrible derrota
a los sublevados comandados por el General Porfirio Díaz, quien se vio obligado a
retirarse al sur de la República. A pesar de su derrota en Acámale, el General
Porfirio Díaz continuó combatiendo a los lerdistas. El 16 de noviembre de 1876, se
produjo la Batalla de Tecoac, enfrentándose Díaz con el Gral. Ignacio R. Alatorre;
durante el reñido combate, ambos bandos estuvieron cerca de la victoria, pero la
oportuna llegada de refuerzos porfiristas, al mando del Gral. Manuel González,
provocó la derrota de Alatorre.
La clase trabajadora, a pesar del auge económico, nunca vio una mejora en su
calidad de vida, muy al contrario, fueron explotados en los trabajos que realizaban
en fábricas o haciendas, y remunerados con sueldos extremadamente bajos, que
no satisfacían ni siquiera las necesidades más esenciales para vivir.
Los indígenas serían otro sector poblacional que durante el porfiriato vería afectados
sus derechos, siendo despojados de tierras comunales mediante decretos que
beneficiaban el latifundismo. Así los capitales nacionales y extranjeros se hicieron
de grandes extensiones de tierra en las que irónicamente muchos indígenas
trabajaban