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La palabra bullying deriva del inglés y se puede traducir al español como ‘acoso
escolar’ o ‘intimidación’.
El bullying suele ser practicado contra niños o jóvenes que se caracterizan por ser
sumisos, tener dificultades para defenderse, presentar baja autoestima, ser
inseguros o porque se diferencian de sus compañeros por diversos motivos.
Este tipo de maltrato puede ocurrir en diferentes lugares, como en espacios públicos
o parques, pero fundamentalmente está relacionado con el entorno escolar, por lo
que afecta a niños y adolescentes en sus relaciones con sus compañeros de
estudios.
Generalmente, el bullying comienza con burlas que se van intensificando hasta que,
en muchas ocasiones, derivan en agresiones físicas o verbales que, como
consecuencia generan daños psicológicos y emocionales en el individuo afectado.
Cabe destacar que las situaciones de acoso que tienen lugar fuera del entorno
escolar, como en el trabajo, espacios de desenvolvimiento humano o episodios
aislados de abuso, no se denominan bullying. En dichos casos, lo correcto sería
hablar de intimidación, acoso, abuso, vejación o violación.
Tipos de bullying
A continuación se presentan los diferentes tipos de bullying que existen:
Son argumentos que se fundamentan en resaltar los valores éticos que tiene
una opción, sean buenos o malos. Este tipo de argumento es útil si el tema del que
se está hablando es fundamentalmente filosófico y moral, es decir, si se habla
acerca de lo que debe hacerse y qué acciones deben ser priorizadas.
Sin embargo, no sirven para describir la realidad objetiva, y en caso de ser utilizados
para esto se puede caer en un tipo de falacia lógica llamado argumento ad
consecuentiam.
Este tipo de argumento es una mezcla entre los dos anteriores, ya que se apoya
en una experiencia en la que ha de participar el interlocutor pero no se realiza
en el mundo real. Se trata de imaginar una situación que va progresando hasta un
punto en el que la única conclusión razonable es que se cumpla la idea que
defendemos. Por ejemplo, si alguien dice que jamás podría ser amigo de un
extranjero, es relativamente fácil hacerle ver lo contrario a través de este tipo de
argumentación.
8. Indicación de la falacia
Son tipos de argumentos en los que se señala por qué el razonamiento que ha
usado alguien no es válido, al fundamentarse en una falacia. Es decir, se
analiza el discurso del otro y se resaltan las partes que en sí mismas resulten
infundadas y engañosas.
9. Argumentos de comparación
En esta clase de argumentos se comparan dos ideas entre sí, para mostrar de
qué manera una de ellas es mejor que la otra. Son eficaces para ofrecer
valoraciones globales sobra líneas argumentales.