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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

Análisis del delito de Fraude en la


administración de personas
jurídicas en el Ordenamiento
Peruano

ASIGNATURA: Derecho penal II

ALUMNO: Edinson Romero Terrones

DOCENTE: Dra. Sonia Beatriz Vera Esteves

Trabajo: Informe Académico

Edinson Romero Terrones


INDICE

RESUMEN .............................................................................................................. 1

INTRODUCCION .........................................................Error! Bookmark not defined.

CAPÍTULO I ............................................................................................................ 2

1.1. Nociones Generales ............................................Error! Bookmark not defined.

1.2. PUDOR Y LIBERTAD SEXUAL ............................Error! Bookmark not defined.

CAPÍTULO II ......................................................................................................... 14

CONCLUSIONES ................................................................................................. 14
“Análisis del delito de Fraude en la administración de personas jurídicas
en el ordenamiento peruano”
2019

RESUMEN

E l presente informe académico está enfocado en el tema denominado “Análisis del


delito de Fraude en la administración de personas jurídicas en el Ordenamiento
Peruano”, en el citado trabajo daré a conocer conceptos, se identificará el bien jurídico
protegido, el sujeto activo y pasivo del citado delito; así como también comparar la
perspectiva del derecho comparado con nuestro país.

Es menester resaltar, como el objetivo de este informe es determinar la forma en que está
regulado el delito de administración fraudulenta; asimismo el tipo de análisis corresponde
al enfoque cualitativo y se utilizará el diseño bibliográfico y se empleará análisis de las
fuentes nacional y extranjera. En tal sentido, se espera que esta investigación contribuya al
mejoramiento académico de mis compañeros de estudio.

INTRODUCCIÓN

Empezaré señalando en el El Código Penal Peruano, se establece el “Delitos Contra el


Fraude en la Administración de Personas Jurídicas” específicamente en el Capítulos VI
(artículo 198 al 199), del Título V «Delitos contra el Patrimonio» del Libro Segundo «Parte
Especial - Delitos».

La palabra “fraude” proviene del latín fraus, fraudis, siendo que la Real Academia Española
define como la “acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra
quien se comete”, “acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de
terceros” y “delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos, o
de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses opuestos”

En tal sentido, el delito de administración fraudulenta es un delito especial que incurre el


sujeto en calidad de director, gerente general, consejo directivo administradores de una
sociedad y/o empresa, comité, fundación que incumplen con deberes y obligaciones
impuestas por el código civil y la Ley General de sociedades, causando un perjuicio
económico tanto a la persona jurídica como a terceros con legítimo derecho.

1
CAPÍTULO I

1.1. Análisis del delito de Fraude en la administración de personas jurídicas

REGLA GENERAL

“Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el que
ejerciendo funciones de administración o representación de una persona jurídica, realiza, en
perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes”
(http://spijlibre.minjus.gob.pe/normativa_libre/main.asp, s.f.)

Elementos Estructurales

i) Persona Jurídica
ii) El que ejerce funciones;
iii) Las funciones deben ser de administración o representación
iv) En perjuicio de la persona jurídica o terceros legitimados

BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

El bien jurídico protegido del delito de administración fraudulenta es proteger la vigencia de la


Persona Jurídica en el cumplimiento del rol que ejerce en la sociedad, que sería irrealizable si no se
vela por la no vulneración de su patrimonio que pudiera ser expuesto ante una administración
defectuosa.

La incriminación penal
La PERSONA JURÍDICA es definida como "un grupo de personas (tipo asociación) o una
organización (tipo fundación), que constituyen unidades cerradas herméticamente, con
propia e inviolable zona íntima; y, siempre como la persona física, con la capacidad de ser
sujeto de derechos y obligaciones, participando como tal en el tráfico jurídico por medio de
sus órganos". De esta definición puede colegirse que, al igual que la persona física, la
persona jurídica tiene un ámbito interno propio y una participación hacia fuera en el tráfico
jurídico. Ahora bien, cómo se organiza internamente la persona jurídica y cómo participa en
el tráfico jurídico, son cuestiones que le corresponde decidir libremente a la propia persona
jurídica a través de sus órganos de decisión dentro del ejercicio de la libertad de empresa.
Sin embargo, en la medida que en la persona jurídica confluyen diversos intereses
económicos, existe una especial preocupación por que ésta funcione correctamente y que
los que ejercen su dirección o administración no se aprovechen de sus facultades para
perjudicar patrimonialmente a ella o a otras personas. El ordenamiento jurídico recoge este
interés general), si bien se reconoce la autonomía de los particulares para organizar la
entidad, establece ciertas normas imperativas en la administración de las personas jurídicas
contra las que no se puede pactar en contrario. (Cavero, s.f.)
“Análisis del delito de Fraude en la administración de personas jurídicas
en el ordenamiento peruano”
2019

La Ley General de Sociedades, por mencionar la parte más emblemática de la legislación


de las personas jurídicas, impone un conjunto de obligaciones a los directivos o
administradores de una sociedad en aras de preservar ciertos intereses colectivos. El
artículo 40 de esta ley, por ejemplo, establece que si se pierde una parte del capital social,
no podrá distribuirse utilidades hasta que se reintegre el capital social o se haga la reducción
en la cantidad correspondiente. La finalidad de esta disposición legal es clara: no perjudicar
a los acreedores con una reducción del capital social que garantiza su crédito, sobre todo
en el caso de sociedades de responsabilidad limitada. En la misma línea podría citarse
diversos artículos de la LGS que limitan las facultades de administración de los directivos y
administradores con la finalidad de preservar los intereses de la propia persona jurídica o
de terceros vinculados a ella. La ponderación de intereses que hace el legislador lo lleva a
limitar la libertad de dirección y administración de las personas jurídicas mediante ciertas
prohibiciones y mandatos dirigidos a resguardar los intereses de la propia persona jurídica
o de terceros. (Cavero, s.f.)
Delito especial propio
El delito de administración fraudulenta de persona jurídica es un delito especial propio. En
su redacción original circunscribía el círculo de autores a ciertos sujetos encargados de la
administración o control de la persona jurídica: fundador, miembro del directorio o del
consejo de administración o del consejo de vigilancia, gerente, administrador o
Iiquidadorll3l. Mediante la ley 28755 se ha ampliado el círculo de destinatarios,
incluyéndose también ahora al auditor interno y externo. A pesar de esta ampliación del
círculo de autores del delito, el tipo penal bajo análisis sigue estando limitado a ciertos
miembros de la persona jurídica. (Peña Cabrera V. S., 2001, pág. 374)
A diferencia de los delitos especiales que deben interpretarse en concordancia con el
artículo 27 que regula el actuar en lugar de otro, el delito de administración fraudulenta de
persona jurídica no contempla un supuesto de responsabilidad penal del representante de
una persona jurídica por la realización de hechos típicos en lugar de ésta, sino un delito
cometido por un órgano de la persona jurídica en contravención a sus funciones propias de
administración O control. Por ello, en la doctrina penal se suele hablar de delitos de
administración en sentido estricto para hacer referencia a estos delitos. Si bien podría
sostenerse que los auditores no forman parte en puridad de la administración de una
persona jurídica OSI -pues incluso en el caso del auditor interno se reconoce su
independencia-, la reforma penal los vincula en un sentido amplio con la administración de
la persona jurídica, especialmente en lo referente a la transparencia de la administración.
Por lo tanto, sólo desde esta comprensión impropia podría decirse que los auditores
realizan también delitos de administración. (Cabana, pág. 95)
La delimitación del círculo de autores del tipo penal de administración fraudulenta de
persona jurídica confirma la afirmación general de que los delitos de fraude en la
administración de personas jurídicas están referidos solamente a las de Derecho privado.
Por lo tanto, los actos de deslealtad patrimonial cometidos en el marco de las personas
jurídicas de Derecho público no podrán dar lugar a la aplicación del artículo 198 del Código
penal, sino, más bien, a una responsabilidad penal por los delitos de funcionarios, sea como
peculado, malversación de fondos O incumplimiento de deberes funcionariales. El delito de
administración fraudulenta de persona jurídica se circunscribe a la formas de organización

3
conforme al Derecho privado, con independencia de quién sea el titular del patrimonio,
pudiendo serlo incluso el propio Estado.

LOS SUJETOS
Al respecto, los sujetos del delito de administración fraudulenta son los siguientes:
Sujeto activo
El artículo 198 del Código Penal designa al sujeto activo como “el que ejerciendo funciones
de administración o representación de una persona jurídica, realiza (…)”.
El sujeto activo ejerce funciones de administración, representación o de director en una
sociedad (artículo 152 de la Ley General de Sociedades, en adelante LGS).
La administración de la sociedad está a cargo del directorio y de uno o más gerentes, salvo
que en el pacto social o en el estatuto de la sociedad se hubiere establecido que la sociedad
no tiene directorio, en cuyo caso las funciones del directorio establecidas en la citada ley
serán ejercidas por el gerente general. Igualmente, el artículo 172 LGS señala que el
directorio tiene las facultades de gestión y de representación legal necesarias para la
administración de la sociedad dentro de su objeto, con excepción de los asuntos que la ley
o el estatuto atribuyan a la junta general. Desde otro lado, el artículo 188 LGS contempla
que el gerente general representa a la sociedad, con las facultades generales y especiales
previstas en el Código Procesal Civil y las facultades previstas en la Ley de Arbitraje. En el
caso de la asociación, desempeña las funciones de administración y representación el
consejo directivo que se designe, de acuerdo con los artículos 82 y 86 del Código Civil, en
adelante CC.
Tratándose de la fundación, estas funciones las cumple el administrador o los
administradores de la fundación (artículo 101 del CC).
Asimismo, en el comité el artículo 114 del CC prescribe que el consejo directivo es el
órgano de gestión del comité y es convocado por quien lo presida en los casos previstos en
el estatuto o cuando lo solicite cualquiera de los miembros integrantes del consejo o la
décima parte de los miembros del comité.
Por último, en casos de las comunidades campesinas y nativas, el artículo 138 del CC
establece que la asamblea general es el órgano supremo de las comunidades, y es la que
designa a los directivos y representantes comunales.
El liquidador también es sujeto activo de este delito, pues, cuando se le designa cesan en
sus cargos todas las personas que ejercen la administración de la persona jurídica,
asumiendo esas funciones el liquidador.
Un aspecto problemático se presenta luego de la modificación del artículo 198 del CP,
efectuada por la Ley N° 28755, publicada el 06 junio 2006 —que rige actualmente—, donde
cambia la identificación de sujetos “ (…) en su condición de fundador, miembro del directorio
“Análisis del delito de Fraude en la administración de personas jurídicas
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o del consejo de administración o del consejo de vigilancia, gerente, administrador, auditor


interno, auditor externo o liquidador de una persona jurídica, (…)”1
Sujeto pasivo
(Sánchez, 2015, pág. 475) El sujeto pasivo está representado por quien sufre el perjuicio
patrimonial. En este caso, quien se perjudica patrimonialmente con la conducta infractora
del que ejerce la administración o la representación es la persona jurídica, por un lado, pero
también lo son los socios, asociados, accionistas y terceros que tengan un legítimo interés
en la marcha de la persona jurídica. No son sujeto pasivo las empresas del Estado
comprendidas en el Decreto Legislativo N° 1031 publicado el 24 de junio de 2008, “Que
promueve la eficacia de la actividad empresarial del Estado”, ya que, además, por la calidad
de funcionario público del que mantiene vínculo con las entidades u organismos del Estado,
incluidas las empresas del Estado o sociedades de economía mixta comprendidas en la
actividad empresarial del Estado, y que en virtud de ello ejerce funciones en dichas
entidades u organismos (Ley N°30124 publicada el 13 de diciembre 2014).
El perjuicio
El perjuicio se constituye en un requisito para la debida configuración del delito, de tal modo
que si el agente realiza la conducta infractora mas no se produce el perjuicio, el hecho así
realizado resulta atípico, por cuanto la materialización del perjuicio (a persona determinada)
resulta ser un elemento objetivo del tipo. El perjuicio debe ser la consecuencia directa de la
acción típica, o sea, si entre el comportamiento típico y el perjuicio ocasionado no hubiere
existido una relación de causa a efecto, el hecho no constituiría el delito materia del
presente comentario.
El perjuicio, dice la norma, puede ocurrir sobre la persona jurídica o de terceros, aunque la
disposición no lo señale expresamente. Se trata de un perjuicio económico, cuantificable
numéricamente, el que, a nivel probatorio, se acreditará con el examen pericial realizado
en la persona jurídica o una valorización a realizarse. Sin embargo, ello habrá de
establecerse según el numeral que configure la conducta infractora. Así, por ejemplo, en lo
que respecta al numeral 198.1, que refiere el hecho de ocultar la verdadera situación de la
persona jurídica, el agente, como consecuencia de efectuar la citada ocultación, debe
ocasionar perjuicio económico, ya que tiene el deber específico de informar con veracidad
sobre la situación legal, financiera y económica de la persona jurídica. Ello está en directa
relación con el patrimonio social y con los que dependen de él (accionistas, acreedores,
financistas, inversionistas, etc.) porque de esa manera se aseguran los intereses
patrimoniales de todas las personas que tienen una relación o interés patrimonial. (Tovar,
2012)

1
La Ejecutoria Superior de fecha 22 de abril de 1998, dictada en el expediente N°5299-97 por la Sala Penal de Apelaciones
de la Corte de Lima, sobre los sujetos tenidos como agentes del delito decía: “El ilícito de fraude en la administración de
personas jurídicas supone que el agente, es decir, el sujeto activo, tenga cualquiera de las condiciones previstas en el artículo
198 del Código Penal, esto es, fundador, miembro del directorio, del consejo de administración o liquidador de una persona
jurídica; no teniendo el imputado dicha condición, no se dan los presupuestos del delito”. Fidel Rojas Vargas, Alberto Infantes
Vargas y Lester León Quispe Peralta, Código Penal, tomo II, Parte Especial, tercera edición (Lima-Perú: Idemsa, 2007), 325.

5
Por último, la redacción del tipo penal permite incluir no solo los supuestos de la lesión
patrimonial efectiva, sino también el peligro de lesión; por lo tanto, basta la colocación del
bien jurídico (patrimonio) en estado apto de lesión a verificarse antes o después de la
realización del delito. En la legislación española que sanciona el delito de falsificación de
cuentas anuales u otros documentos previsto en el artículo 290 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, el aspecto del perjuicio como consecuencia del delito es tomado en dos maneras;
la primera, como un perjuicio potencial cuando señala la frase “de forma idónea para causar
perjuicio económico a la sociedad, a alguno de sus socios o un tercero”; la segunda,
consignada en el segundo párrafo de la norma, en la que se considera al “perjuicio efectivo”
como una circunstancia agravante específica que agrava la penalidad. (Freyre, 2008, pág.
386)

MODALIDADES.

Conductas fraudulentas de los que se sirve el sujeto activo para perjudicar al sujeto
pasivo. Los comportamientos descritos por el art. 198º del Código Penal son:

1º. Ocultar a los accionistas, socios, asociados, auditor interno, auditor externo, según sea el
caso o a terceros interesados, la verdadera situación de la persona jurídica, falseando los
balances, reflejando u omitiendo en los mismos beneficios o pérdidas o usando cualquier
artificio que suponga aumento o disminución de las partidas contables.

En este aspecto el comportamiento consiste en ocultar a personas interesadas la


situación real de la persona jurídica, mediante cualquier engaño que suponga
alguna variación en las partidas contables.

(Bramont Arias Torres, 1998, pág. 362) Entendiéndose por ocultar, toda acción u
omisión destinada a esconder o disimular un determinado hecho. La ocultación de
la situación real tiene que hacerse por cualquier medio que suponga una variación
de las partidas contables; para el efecto el Código Penal indica como posibles
medios de variación: el falseamiento de balances, reflejar u omitir en ellos los
beneficios o pérdidas.

El balance es la anunciación del activo y del pasivo, y el resultado de su


confrontación. El balance indica el estado del activo y del pasivo de la persona
jurídica, que permite por comparación con balances de periodos anteriores, seguir
la marcha de los negocios o apreciar que existen ganancias o pérdidas.
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(Raul, 1993, pág. 217) La importancia del balance para el tipo legal es su
función informativa, que reposa en los principios de claridad, veracidad, unidad,
continuidad y prevención o prudencia, por lo que permite conocer la verdadera
situación económica de la persona jurídica.

Se configura cuando se informa en asamblea o en junta general, con falsedad, en


forma inexacta, u ocultando hechos que deben informarse por ser de interés.
Balance falso se da cuando no se indican en los activos, bienes que efectivamente
forman parte del patrimonio social. Es pues el falso balance aquél en el que se omite
circunstancias que deben hacerse figurar o se asientan otras que no coinciden con
la realidad; determinando una confusión o engaño de la situación económica de la
persona jurídica.

Este tipo de delito se da por comisión y omisión, debiendo referirse a hechos de


importancia, es decir hechos que puedan influir sobre la economía de la persona
jurídica.

La última modificación incluye a los auditores internos como externos, en el sentido


que el agente oculte a estos la verdadera situación económica, toda vez que estos
con dicha información procederán a realizar sus labores de mucha importancia para
la empresa.

Especialmente en este tipo de delito, como señala Sebastián Soler, el agente es el


director, el gerente o el administrador y liquidador, personas que tienen en sus
manos las facultades de administrar y gestionar a la persona jurídica. Pues estas
personas tienen el control y la ejecución de las acciones propias de una
empresa. Este tipo eminentemente doloso, es decir tiene que tener intención
manifiesta de reflejar u omitir beneficios y pérdidas o usar cualquier otro engaño que
suponga aumento o disminución del patrimonio social. Es pues la voluntad
consciente, dirigida a afirmaciones falsas o a ocultaciones fraudulentas, con la
finalidad de causar un perjuicio a la persona jurídica o a terceros (Raul, 1993, pág.
219).

7
Para algunos como Mirabete, se consuma tan solo con el falso informe,
independiente con el resultado lesivo, perfeccionándose cuando el balance llega a
conocimiento de los sujetos pasivos. No siendo necesario que estos caigan en el
engaño. Del mismo modo Percy García Cavero, añade que se habría configurado
este delito cuando el ocultamiento haya generado una decisión perjudicial para los
sujetos antes mencionados (Percy, 2005, pág. 58).

2º. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.

Al igual que en el anterior comportamientos la acción realizada por el sujeto activo


va dirigido a no reflejar la verdadera situación de la persona jurídica. El medio de
que se vale el sujeto activo es emitir datos falsos, siendo este punto el que permite
diferenciar este supuesto del contemplado en el inciso anterior, que es más
restringido al aumento o disminución de las partidas contables. Comprende, por
tanto, el proporcionar cualquier dato falso que no implique el aumento o disminución
de las partidas contables (Bramont Arias Torres, 1998, pág. 362).

a ley prevé diversas formas de asegurar a los accionistas y socios la debida


información del balance y la supervisión del mismo, mediante el derecho de
inspeccionar la contabilidad de la persona jurídica y de pedir información sobre el
curso de las operaciones sociales, este derecho de información se encuentra
limitado, cuando a criterio del directorio la publicidad de los datos solicitados
perjudica a los intereses de la persona jurídica. Pero esta limitación no funciona si
la solicitud está apoyada por la cuarta parte del capital pagado.

Cuando se reúne la asamblea de accionistas o socios, el directorio eleva para su


conocimiento la memoria anual sobre la marcha de los negocios de la persona
jurídica, acompañando datos concretos y precisos de su estado económico.

Los interesados pueden recabar datos para hacerse una idea de la institución antes
de concurrir a la junta general. Siendo que los accionistas propietarios del capital
social, es deber de los administradores enterarlos del movimiento económico,
mediante informaciones periódicas y en la oportunidad que se le requiera. Cualquier
falsedad en estos datos configura delito.
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Solamente pueden realizar el tipo los que de acuerdo a ley o los estatutos están
encargados para autorizar o publicar los datos que los interesados soliciten.

3º. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, títulos o
participaciones.

El comportamiento consiste en cualquier acción u omisión que realice el sujeto


activo tendente a falsear la verdadera cotización de acciones, títulos o
participaciones. El medio del cual se vale el sujeto activo es el engaño2.

La Acción, es una parte del capital social de la sociedad anónima, en la que se


reúne un conjunto de derechos y obligaciones del accionista en contribución de su
aporte. Respecto al Título, señala que, en unos casos, representa los derechos de
los accionistas a quienes se ha reembolsado el importe de sus acciones, en otros
casos, representa los beneficios atribuidos a los fundadores en compensación de
los servicios prestados para la constitución de la sociedad, o las participaciones
acordadas a los trabajadores. Finalmente añade que la Participación, es la medida
del derecho de los socios, se da en las sociedades de responsabilidad limitadas, y
en las sociedades civiles, sean lucrativas o no. (Peña Cabrera V. S., 2001, pág.
222).

Mirabete señala, que el agente utiliza mentiras o falsificaciones, normalmente


operaciones ficticias. La acción delictuosa, advierte Creus, tiene que estar orientada
a presentar a la acción, título o participación con un valor que realmente no tiene o
no podrá alcanzar en el mercado. En nuestra legislación está prohibida la emisión
de acciones sin valor nominal. Fragoso afirma que las falsas cotizaciones de
cualquier empresa darán indicación errónea sobre la situación económica,
atrayendo capitales e induciendo a error a aquellos que realicen transacciones con
la persona jurídica3. Percy García Cavero señala que se castiga el hecho de

2
Bramont-Arias Torres, Luis Alberto y María del Carmen García Cantizano. Manual de Derecho Penal Parte
Especial. Cuarta Edición, Lima.1998 página 363.

3
Peña Cabrera, Raúl, Tratado de Derecho Penal, Parte Especial, Ediciones Jurídicas 1993, página 226-227.

9
promover mediante actos de simulación falsos valores, lo que significa un abuso de
facultades de administración para perjudicar a terceros (Percy, 2005, pág. 64)

El sujeto activo del delito puede ser un miembro del directorio, el gerente y el
administrador en el caso de las sociedades civiles.

4º. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona jurídica como
garantía de crédito.

Conforme señala Luís Alberto Bramont-Arias Torres y María del Carmen García
Cantizano, el comportamiento consiste en aceptar - acceder, admitir acciones o
títulos de la persona jurídica como garantía de un crédito. En sí, la conducta sólo es
antijurídica cuando los propios estatutos de la persona jurídica no permitan tal
posibilidad.

La acción típica consiste en aceptar las acciones o los títulos de la misma persona
jurídica como garantía de algún crédito, cuando está expresamente prohibido por
ley y por los estatutos. Los accionistas, socios y asociados, no pueden beneficiarse
con préstamos dejando como garantías los títulos o las acciones de la persona
jurídica a la que pertenecen. Pues sería como afirma Mirabete, acreedora y
fiadora al mismo tiempo. Puesto que en determinado momento, la persona jurídica
se vería obligada a rematar sus propias acciones en caso de incumplimiento,
perjudicándose ella y los terceros interesados (Peña Cabrera V. S., 2001, pág. 229).

Ahora bien el artículo 106º de la Ley General de Sociedades, establece la prohibición


de otorgar préstamos cuyo cumplimiento esté respaldado con acciones de propia
emisión, sin embargo se tiene que el tipo penal en comento establece que es
necesario que esta operación ocasione un perjuicio patrimonial a terceras personas
(Percy, 2005, pág. 69).

Un miembro del directorio o los administradores en el caso de sociedades civiles,


puede ser el sujeto activo del delito.

5º. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.


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El comportamiento consiste en fraguar maquinar o tramar balances, esto es, el


sujeto activo realiza determinados actos para alterar los balances, que acabarán
siendo falsos, con la finalidad de distribuir utilidades reflejadas en los balances
adulterados.

El agente, tiene que mejorar el activo social, con el fin de hacer aparecer cantidades
inexistentes o simuladas, sobrevalorando los elementos contenidos en el activo,
mejorando los títulos en cartera, disminuyendo u omitiendo las cargas del activo.
García Rada señala, puede presentarse dos premisas; que el balance no arroje
utilidades, a pesar de lo cual el directorio declara que existen y ordena su distribución
o que mediante balances falsos el directorio declare utilidades y los reparta,
configurándose el delito en ambos supuestos (Peña Cabrera R. , 1993, pág. 231).

Es un delito de infracción de un deber, toda vez que el administrador abusando de


sus facultades de administración procede a reflejar utilidades inexistentes para su
posterior reparto indebido en detrimento del capital social de la persona jurídica
(Percy, 2005, pág. 59)

Solo puede realizar este tipo, el directorio, pues éste es el órgano social que en cada
ejercicio económico, declara si hay o no utilidades y dispone su distribución, esto en
las sociedades anónimas y en las sociedades civiles y cooperativas serán los
administradores.

6º. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro órgano
similar o al auditor interno o externo, acerca de la existencia de intereses propios que son
incompatibles con los de la persona jurídica.

El comportamiento consiste en omitir comunicar a estos mismos órganos que tiene


negocios afines con los de la persona jurídica, dado que los intereses del sujeto
activo y la persona jurídica son incompatibles (Bramont Arias Torres, 1998, pág.
363).

(Peña Cabrera R. , 1993), señala que el agente puede encontrarse en una relación
mediata o inmediata, en el primer caso cuando se trata de un negocio en el que él

11
mismo es el contratante y será mediata cuando quien contrata con la persona
jurídica está vinculado con el agente.

Cualquier miembro del directorio, consejo de administración, consejo directivo, el


gerente, el auditor interno o externo, puede ser el agente en este supuesto típico.

7º. Asumir indebidamente préstamos para la persona jurídica.

El comportamiento consiste en asumir préstamos para la persona jurídica. Se


considera que la actuación del sujeto activo tiende a causar un perjuicio a la persona
jurídica; Ej. En el caso de que no pueda hacer frente posteriormente a dicho
préstamo (Bramont Arias Torres, 1998, pág. 363)

Asumir préstamos para la persona jurídica no está prohibido, siempre que se


realicen por los cauces normales y la publicidad necesaria que señala la ley y los
estatutos respectivos. Los préstamos para la persona jurídica deben tener la
aprobación de la junta general, o de la asamblea general o en todo caso de los
miembros de los órganos respectivos.

Cuando se asume préstamos para la persona jurídica sin haber seguido los
principios de veracidad y publicidad que la ley o los estatutos señalan. El agente
realiza préstamos sin poner en conocimiento a los órganos competentes de la
persona jurídica, con el ánimo de causarle perjuicio a la misma (Peña Cabrera R. ,
1993, pág. 236).

El sujeto activo en este supuesto típico, puede ser un miembro del directorio, o del
consejo de administración en personas jurídicas de carácter civil o el gerente.

8º. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica.

Consiste en el uso del patrimonio de la persona jurídica con el objetivo de


beneficiarse personalmente, como son los préstamos de bienes, dinerarios o no,
que se hagan los administradores o presten a terceros, sin que se tengan el permiso
necesario de la junta general, la asamblea de socios o el órgano correspondiente.
Asimismo, con el simple uso de los bienes (Peña Cabrera R. , 1993, pág. 238).
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Entre los que pueden cometer este supuesto se pueden encontrar a los directores,
gerentes, administradores.

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CAPÍTULO II

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL.

Conocer el delito de delito de Fraude en la administración de personas jurídicas de


acuerdo a sus antecedentes históricos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

1. Analizar las distintas acepciones del delito de Fraude en la administración de personas


jurídicas, desde su perspectiva conceptual y/o dimensional.

2. Estudiar los diferentes tipos de principios generales.

3. Analizar los artículos del Código Penal Peruano

JUSTIFICACIÓN

Se justifica la investigación de este tema por su importancia en la profesión de derecho.


Como estudiante de esta carrera es fundamental conocer en detalle todo lo relacionado con
el delito de Fraude en la administración de personas jurídicas y tener claro la importancia
de dar cumplimiento al precepto normativo de obligatorio cumplimiento.

METODOLOGÍA

En el presente artículo jurídico, la metodología a utilizar es la cualitativa, se empleará


el diseño bibliográfico, ya que estará basada en la investigación documental de libros y
códigos páginas webs, así como como fuentes primarias para estructurar teóricamente el
contenido del trabajo.

CONCLUSIONES

 EL delito de administración fraudulenta es un delito especial que incurre el sujeto en


calidad de director, gerente general, consejo directivo administradores de una
sociedad y/o empresa, comité, fundación que incumplen con deberes y obligaciones
impuestas por el código civil y la Ley General de sociedades, causando un perjuicio
económico tanto a la persona jurídica como a terceros con legítimo derecho

 El derecho penal interviene dentro del ámbito de la persona jurídica en tanto, la


sociedad exige seguridad de que los administradores no defrauden las expectativas
normativas de una correcta y leal administración del patrimonio ajeno. Entendamos
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que se sanciona el abuso de poder que ejercen en la sociedad por el control del
capital social

 El delito de administración fraudulenta protege el patrimonio social; sin embargo, la


acción del agente nunca podrá estar dirigida al apoderamiento, mediante
sustracción de sus dineros, ganancias, bienes, ni mucho menos que el agente se
aproveche económicamente del capital social, pues, en tal supuesto, la conducta
del agente está fuera del tipo penal de infracción fraudulenta, pudiendo ser pasible
de la comisión de otros delitos patrimoniales en perjuicio de la persona jurídica.
Cuando no se produce ninguna de las conductas del artículo 198 del Código Penal,
pero el director sustrae dineros, bienes o ganancias que corresponden a la persona
jurídica, entonces estamos ante un delito concreto y común para el que no se
requiere calidad alguna en el sujeto activo

ANEXO
Sentencia del Tribunal Constitucional sobre el delito de fraude en la administración de
personas jurídicas

EXP. N.° 01645-2010-PHC/TC4

LIMA
LUIS ENRIQUE
OREZZOLI NEYRA

VOTO DE LOS MAGISTRADOS BEAUMONT CALLIRGOS


Y ÁLVAREZ MIRANDA

Con pleno respeto por la opinión de nuestro colega, dejamos constancia de nuestro parecer respecto de la demanda de autos

§ Delimitación del petitorio

1. El demandante argumenta, en esencia, que se ha vulnerado el derecho fundamental a la legalidad penal al haberse
aplicado la analogía para sancionarlo penalmente; por lo que solicita que se declare nula la sentencia de fecha 16 de
julio de 2007, expedida por el Cuadragésimo Tercer Juzgado Penal de Lima, en el extremo que lo condenó como autor
del delito de fraude en la administración de personas jurídicas tipificado en el artículo 198º del Código Penal.

(…)

§ Análisis del caso concreto

17. El recurrente ha alegado la aplicación de una sanción penal fundamentada en una analogía. Según refiere, la emplazada
amplió el número de autores del artículo 198º del Código Penal a otro tipo de funcionarios con el propósito de
sancionarlo, lo cual resulta indebido, pues “si el texto literal del art. 198 sanciona como autor del delito de fraude en
la administración de personas jurídicas al administrador –entre otros–, resulta expresamente claro que él y sólo él es
quien está habilitado para infringir una lesión al bien jurídico como autor” [2] (sic), por lo que su condición de
“apoderado especial” en la empresa no es razón suficiente para que sea subsumido en dicho delito.

4
https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/01645-2010-HC%20Resolucion.html

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18. En efecto, a fojas 9, obra la Partida Registral Nº 00226459, la cual indica que, según Escritura Pública del 16 de
noviembre de 2001 y Aclaratoria del 24 de enero de 2002, y por Junta General del 22 de octubre de 2001, aclarada el
23 de octubre de 2001, se acordó modificar y adecuar los estatutos sociales de la sociedad, el mismo que señala que la
empresa A&V Computer S.R.L tiene como objeto dedicarse a la compra, venta, importación, exportación,
comercialización a nivel nacional e internacional; asimismo, indica que la sociedad cuenta con los siguientes órganos
de gobierno: i) Junta General de Socios, ii) Gerencia General y iii) Gerencia de Operaciones.

Seguidamente, se deja constancia de que se acordó ratificar al señor Alberto Eduardo Vértiz Cabrejos en el cargo de
gerente general, y nombrar a los señores Enrique Alberto Martín Orezzoli de los Ríos y al demandante Luis Enrique
Orezzoli Neyra como gerente de operaciones y apoderado especial, respectivamente.

(…)

20. De los argumentos esgrimidos, tanto de la sentencia condenatoria de primera instancia como de sus confirmatorias, se
puede inferir que el fundamento que sirve de base para condenar al demandante como autor del delito de administración
fraudulenta en las personas jurídicas es que este, ante la ausencia del gerente general y como apoderado de la empresa,
llevó a cabo una administración de hecho. Como es evidente, por las consideraciones expuestas por las citadas
instancias judiciales es necesario determinar si realmente la conducta fraudulenta de quien no siendo funcionario de
una persona jurídica, pero que realiza una administración de hecho o parecida a la de un administrador se encontraba
regulada en el tenor literal del artículo 198º del Código Penal al momento en que se cometieron los hechos delictivos,
o si, por el contrario, nos situamos inmersos en un supuesto no regulado y, por tanto, en una laguna jurídica del sistema
donde, como es consabido, existe un veto expreso de la Constitución a la aplicación de la analogía in malam partem.

21. En esa línea, previamente es necesario enfatizar en forma categórica que en lo que sigue no se pretenderá, bajo ningún
motivo, realizar una calificación jurídico penal de la conducta ilícita del demandante ni, mucho menos, evaluar las
pruebas que sustentan su culpabilidad, en tanto ello es competencia exclusiva del juez penal. Tampoco se procurará
definir los alcances o contornos interpretativos del precepto penal en cuestión, ya que también ello corresponde a la
justicia ordinaria. Únicamente nos centraremos en, como hemos referido supra, constatar si existió un vacío legal o
laguna y si la emplazada usó la analogía para cubrirla en sede judicial, situación la cual devendría en inconstitucional
por afectación al derecho fundamental a la legalidad penal.

22. Siendo así, el artículo 198º del Código Penal, al tiempo en que se cometieron los hechos delictuosos (2001-2003), esto
es, antes de las modificatorias introducidas por las Leyes N.os 28755 y 29307 de fechas 6 de junio de 2006 y 31 de
diciembre de 2008, respectivamente, tuvo el siguiente tenor:

“Artículo 198.- Administración fraudulenta


Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el que,
en su condición de fundador, miembro del directorio o del consejo de administración o del
consejo de vigilancia, gerente, administrador o liquidador de una persona jurídica, realiza, en
perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de los actos siguientes:
1. Ocultar a los accionistas, socios, asociados o terceros interesados, la verdadera situación
de la persona jurídica, falseando los balances, reflejando u omitiendo en los mismos
beneficios o pérdidas o usando cualquier artificio que suponga aumento o disminución de
las partidas contables.
2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.
3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, títulos o
participaciones.
4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona jurídica como
garantía de crédito.
5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.
6. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro órgano
similar, acerca de la existencia de intereses propios que son incompatibles con los de la
persona jurídica.
7. Asumir préstamos para la persona jurídica.
8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona” (Subrayado agregado)

23. Conforme se lee, el citado artículo castiga una serie de comportamientos que en el ámbito de la administración de una
persona jurídica la perjudican en su patrimonio o perjudican a terceros. El tipo penal precisa en forma taxativa quiénes
pueden ser sujetos activos del delito de fraude en la administración de personas jurídicas. Así, señala que pueden ser
“Análisis del delito de Fraude en la administración de personas jurídicas
en el ordenamiento peruano”
2019

autores: el “fundador”, el “miembro del directorio”, el “miembro del consejo de administración” o el “miembro del
consejo de vigilancia”, el “gerente”, el “administrador” o el “liquidador” de una persona jurídica. Es decir, se precisan
las personas que, llevando a cabo el desarrollo del objeto social, administración o control de la persona jurídica,
constituirán los sujetos pasibles de responsabilidad penal.

24. Del análisis del catálogo de sujetos activos del citado precepto, no se infiere en forma inequívoca y precisa que una
persona que, no ostentando el cargo de administrador en un persona jurídica, pero que ejerce funciones parecidas o
similares a ella pueda realizar, stricto sensu, las conductas típicas del artículo 198º del Código Penal y, por ende, ser
objeto de su sanción penal; pues, en el caso concreto, la referencia al sujeto “administrador” en una sociedad comercial
de responsabilidad limitada no hace alusión, prima facie, a cualquier significado o alcance, puesto que es manifiesto
que su concepto no es identificable con el vocabulario corriente, ordinario, vulgar o de uso social, pues de ser así se
correría el riesgo de ensancharse la prohibición a situaciones cuya literalidad, tal vez, no encierra el dispositivo penal,
contexto el cual se encontraría proscrito por el principio de legalidad penal o de intervención legalizada del poder
punitivo del Estado.

Por el contrario, según la legislación comercial, Ley Nº 26887 Ley General de Sociedades (LGS), la administración de
toda sociedad comercial de responsabilidad limitada, como es el caso de la empresa A&V Computer S.R.L., está a
cargo de uno o más gerentes, socios o no, a quienes les está prohibido dedicarse por cuenta propia o ajena al mismo
género de negocios que constituye el objeto de la sociedad (artículo 287º de la LGS). Los gerentes representan a la
sociedad en todos los asuntos relativos a su objeto y gozan de facultades generales y especiales de representación
procesal por el solo hecho de su nombramiento (artículo 287º de la LGS); asimismo, los gerentes responden frente a la
sociedad por los daños y perjuicios causados por dolo, abuso de facultades o negligencia grave; no obstante,
previamente, la sociedad debe deliberar y decidir la acción por responsabilidad por mayoría del capital social (artículo
288º de la LGS).

25. Si bien el demandante reunía algunas de las características de un gerente en una sociedad comercial de responsabilidad
limitada, en tanto como apoderado especial de la empresa se le otorgó poderes y facultades del tipo “A”
(administrativas y comerciales) y “B” (comerciales y financieras), difiere en cuanto al modo de su nombramiento por
la sociedad, sus atribuciones, su responsabilidad, y hasta en el modo como se acciona en su contra; por lo que, ergo, no
existió voluntad jurídica de la sociedad de hacerlo gerente o administrador de la empresa agraviada.

26. Ello constata un vacío de punibilidad respecto del sujeto que ejerce funciones similares a las de un administrador, por
lo que eventualmente no podría tampoco alegarse que la emplazada llevó a cabo una “interpretación”, dado que ello
supone, primero, una voluntad del legislador, y, segundo, una regulación expresa, incluso, sirviéndose de palabras
inadecuadas para transmitir la prohibición, lo que no ha sucedido en el caso sub exámine. El juicio de comparación,
entonces, realizado por la jueza emplazada entre el sujeto “administrador”, al cual hace alusión el artículo 198º del
Código Penal, y el sujeto, quien “sin ser administrador, ejerce funciones similares”, es inconstitucional, en la medida
en que tiene como finalidad, por la vía del razonamiento analógico, ampliar una prohibición a un supuesto no
específicamente contemplado en el precepto penal de fraude en la administración de personas jurídicas, lo cual deviene,
en nuestra opinión, en una extralimitación de los márgenes normales de la libre interpretación judicial y aplicación de
la ley penal. En ese sentido, la actuación de la jueza emplazada ha constituido una vulneración del derecho fundamental
a la legalidad penal del demandante por aplicación de la analogía in malam partem, consagradas en la Constitución en
los artículos 2º, inciso 24 d), y 139º, inciso 9, respectivamente.

27. Lo expuesto supra no inhabilita o constriñe, en modo alguno a que eventualmente la sociedad y/o a sus
participacionistas, presuntamente agraviados, puedan iniciar y proseguir sendas demandas en la vía ordinaria por los
daños y perjuicios, daño moral, daño emergente, lucro cesante u otros extremos que vieren convenirles y
corresponderles, para resarcirse de los importes o cantidades tomadas en beneficio propio o de terceros, y tal vez no
incluidas en el fondo social o estados financieros, para los fines referidos en el objeto social, vía procesal con estación
probatoria de la que carece el decurso constitucional, en donde podrán acreditar con auditorías y pericias, si fuere el
caso, las sumas faltantes o indebidamente detraídas.

Por las razones precedentes, consideramos que se debe:

1. Declarar INFUNDADO el recurso de agravio constitucional en el extremo que se solicita la nulidad de todo lo
actuado hasta la primera resolución de segunda instancia, del 24 de febrero de 2009, emitida por la Sala Penal para
Procesos con Reos Libres de Vacaciones de la Corte Superior de Lima.

2. Asimismo, se debe declarar FUNDADA la demanda de hábeas corpus por haberse acreditado la vulneración del
derecho fundamental a la legalidad penal por aplicación de la analogía in malam partem; en consecuencia,
declarar NULA la sentencia de fecha 16 de julio de 2007, expedida por el Cuadragésimo Tercer Juzgado

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Especializado en lo Penal de Lima, en el extremo que condena al demandante Luis Enrique Orezzoli Neyra
como autor del delito de fraude en la administración de personas jurídicas.

3. Por lo tanto, la jueza emplazada, o quien haga sus veces en el Cuadragésimo Tercer Juzgado Especializado en lo
Penal de Lima debe emitir con la mayor brevedad una nueva sentencia respecto del demandante Luis Enrique Orezzoli
Neyra, adecuando los extremos de su pronunciamiento con el Punto Nº 2 precedente y con los fundamentos jurídicos
esgrimidos en este voto, en particular, los fundamentos 23 a 27.

SS.

BEAUMONT CALLIRGOS
ÁLVAREZ MIRANDA

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“Análisis del delito de Fraude en la administración de personas jurídicas
en el ordenamiento peruano”
2019

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