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ACTUALIZACIÓN
PUNTOS CLAVE
Es la forma más frecuente (75% de los casos), con una inci- esta inmunidad celular juega en la Mioma uterino
dencia de 0,2-1 casos por 100.000 habitantes y año. Se pre- hemólisis en este tipo de anemias. Síndrome de Guillain-Barré
Cirrosis biliar primaria
sentan a cualquier edad (aunque son más frecuentes en adul-
Pacientes politransfundidos
tos) y predominan en el sexo femenino. Puede ser idiopática Manifestaciones clínicas. Varían
Inmunodeficiencias congénitas
o secundaria (tabla 2). El embarazo, aunque con mucha me- dependiendo del grado de hemó-
Sida
nor frecuencia, también puede favorecer la aparición de lisis, la capacidad de respuesta
Modificada de Vives Corrons JL1
AHAI5. Es importante recordar que la detección de autoan- medular y del procesamiento de y Melody J, et al2.
ticuerpos no significa necesariamente la aparición de AHAI. los productos de degradación. En
la mayoría de los casos, la hemóli-
Fisiopatología6,7. Los autoanticuerpos suelen ser inmuno- sis tiene un inicio insidioso, es de carácter crónico y la ane-
globulinas de naturaleza IgG que pueden unirse a los antíge- mia se instaura lentamente. En los casos más graves la he-
nos de la membrana eritrocitaria (opsonización) facilitando mólisis es intensa y la anemia se instaura con rapidez,
la posterior eliminación de los hematíes por el sistema mo- acompañada de disnea, ansiedad e ictericia. En los casos se-
nonuclear fagocítico (SMF). No todos los anticuerpos pue- cundarios, se pueden asociar síntomas derivados de la propia
den actuar como opsoninas, sólo IgG1 e IgG3 y las fraccio- enfermedad primaria.
nes C3b e iC3b del complemento tienen capacidad de Su diagnóstico exige la presencia de alteraciones sugesti-
opsonización. Además, las inmunoglobulinas son capaces de vas de hemólisis, junto a la presencia de esferocitos, hiper-
fijar y activar el complemento. De los cinco subtipos de IgG plasia de médula ósea y demostración del origen inmune me-
de nuevo IgG1 e IgG3 y todas las IgM tienen capacidad de diante la prueba de antiglobulina directa (PAD) o test de
activar el complemento. Coombs directo.
El eritrocito opsonizado (por IgG, C3b o ambas) se uni- Utilizando técnicas especiales (calor, disolventes orgáni-
rá al macrófago (inmunoadhesión) por medio de receptores cos) es posible la separación (elución) del anticuerpo de los
determinantes antigénicos del hematíe. En el suero del pa- nima dosis necesaria para mantener el estado de remisión, y
ciente se detecta también mediante la prueba de la antiglo- si es posible retirarlos. Si la dosis de mantenimiento es supe-
bulina indirecta (PAI) un anticuerpo que, por regla general, rior a 15 mg al día, deben considerarse otros tratamientos.
reacciona con todos los hematíes del panel eritrocitario. Es
importante realizar la elución del anticuerpo y determinar su Esplenectomía. Las indicaciones son la dependencia de dosis
especificidad tanto en el eluido como en el suero, ya que ello de prednisona superiores a 20 mg al día o la aparición de
permite la diferenciación entre un aloanticuerpo y un auto- efectos adversos a los corticoides intratables. Consigue remi-
anticuerpo. siones completas en aproximadamente el 50% de las AHAI
Algunos casos de AHAI se acompañan de trombocitope- idiopáticas y el 30% de las secundarias. En caso de recaída
nia, también de origen inmune, en cuyo caso constituye el debe descartar la existencia de un bazo accesorio. Debido al
síndrome de Evans. riesgo se sobreinfección por gérmenes encapsulados debe re-
alizarse una vacunación en las dos semanas previas frente a
Tratamiento. Debido a la variabilidad de la presentación neumococo y meningococo y tratamiento urgente con anti-
clínica desde indolente a urgencia vital, el tratamiento varía bioterapia ante cualquier episodio febril.
desde la transfusión inmediata al tratamiento inmunomodu-
lador. En las AHAI secundarias, es preciso tener en cuenta el Inmunosupresores. Son la alternativa en los casos refracta-
tratamiento de la enfermedad de base, aunque una vez ini- rios a corticoterapia y esplenectomía. Los más utilizados son
ciada la crisis hemolítica, su evolución clínica sigue un curso azatioprina (1,5 mg/kg al día) y ciclofosfamida (2 mg/kg al
propio e independiente al de la misma. Además del trata- día) por vía oral o en pautas de choque de 1.000-1.500
miento de soporte (oxigenoterapia, sueroterapia, transfusio- mg/m2 cada 3 semanas. El tratamiento debe mantenerse un
nes), el objetivo es controlar la población de células B pro- mínimo de tres meses para conseguir la máxima disminución
ductoras de los anticuerpos2. de síntesis de anticuerpos, antes de ser considerado como
fracaso terapéutico.
Transfusión. La indicación tiene que estar basada en crite- El rituximab es un anticuerpo quimérico monoclonal
rios clínicos. El nivel de hemoglobina (Hb) en el que apare- anti-CD20 que ha demostrado en artículos recientes un be-
cen síntomas graves varía en función de la velocidad del des- neficio en pacientes con AHAI que no responden al trata-
censo de Hb y el grado de compensación cardíaca. Es miento convencional.
fundamental la comunicación entre el clínico responsable y En algunos pacientes resistentes a otras terapias o con
el banco de sangre, ya que el clínico determinará la urgencia púrpura trombocitopénica asociada a la AHAI, se ha ensaya-
de la transfusión y aportará datos de antecedentes del pa- do la administración de gammaglobulina endovenosa (400
ciente (transfusiones o embarazos). Una vez iniciada la trans- mg/kg al día durante un mínimo de 5 días), aunque los re-
fusión debe realizarse con una adecuada monitorización. Es sultados no son tan espectaculares como los obtenidos en la
importante recordar que el paciente siempre va a recibir san- púrpura trombocitopénica idiopática (PTI).
gre incompatible, pero por eso la transfusión no debe recha- Medicamentos que en principio parecían prometedores,
zarse ni demorarse8. El mayor problema es la presencia de como el danazol o los andrógenos atenuados sintéticos, han
aloanticuerpos frente a diferentes sistemas antigénicos que quedado en mera anécdota. La continuada producción de
pueden estar siendo enmascarados por los autoanticuerpos, IgG y su distribución limitan la eficacia de la plasmaféresis
por lo que es muy importante realizar técnicas de adsorción como tratamiento de la AHAI. El trasplante de progenitores
en pacientes con antecedentes de transfusión o embarazo. La hematopoyéticos es el único tratamiento curativo, pero sólo
presencia de aloanticuerpos se da en un 32% de los casos. se emplea en los casos más extremos. La eritropoyetina pue-
La mejoría de la sintomatología se produce con transfusiones de ser empleada en algunos casos para intentar reducir los re-
de escaso volumen (1 unidad o media). querimientos transfusionales (recordando que a mayor masa
eritroide mayor hemólisis).
Corticoides. Son el tratamiento de elección en la AHAI. Consi-
gue remisiones hasta en el 80% de los casos idiopáticos y el Anemia hemolítica autoinmune por anticuerpos fríos
50% de los secundarios. El efecto principal de los corticoi- Bajo esta denominación se agrupan diversas enfermedades
des es interferir en la capacidad de los macrófagos de fagoci- producidas por autoanticuerpos IgM que se unen a los he-
tar los hematíes recubiertos por IgG, C3b e iC3b. También matíes a bajas temperaturas y que producen hemólisis extra-
interfieren en la expresión y función de los receptores Fc de vascular. La existencia de anticuerpos fríos circulantes o
los macrófagos. Además disminuyen la síntesis de anticuer- crioaglutininas es un hecho común e inespecífico que puede
pos, aunque este efecto aparece más tardíamente, tras sema- observarse en personas sanas a título bajo, sin que se de-
nas de tratamiento. muestre hemólisis. Los anticuerpos IgM pueden ser policlo-
Las dosis iniciales de prednisona son de 1-2 mg/kg al día nales, generalmente asociados a una enfermedad vírica, o
hasta que la Hb alcanza un valor superior a 10 g/dl. Si no se monoclonales, derivados de expansiones B clonales. Existen
aprecia este aumento de Hb, la dosis inicial de prednisona dos formas clínicas: aguda transitoria o crónica. Esta última
debe administrarse durante un mínimo de tres semanas antes es la más frecuente y suele aparecer en gente mayor de 70
de considerarla ineficaz. Después, la dosis de corticoides se años. La enfermedad de las crioaglutininas puede aparecer
reduce progresivamente (5-10 mg por semana) dependiendo sin enfermedad de base asociada (idiopática), o ser secunda-
de la gravedad del cuadro al diagnóstico hasta alcanzar la mí- ria a neoplasias linfoides, carcinomas o infecciones.
Fisiopatología6,7. Los autoanticuerpos IgM activan eficien- análogos de la purinas. Se ha utilizado como monoterapia y
temente la vía clásica del complemento. Dichos anticuerpos en combinación con ciclofosfamida. Cuando es preciso rea-
son inactivos a la temperatura visceral de 37 ºC, pero en la lizar tratamiento transfusional, existen grandes dificultades
circulación periférica (manos y pies), donde la temperatura técnicas para la determinación del grupo ABO y la realiza-
es menor, se activan, uniéndose a la membrana eritrocitaria ción de pruebas cruzadas. Todas las determinaciones seroló-
y activando el complemento hasta la fracción C3b e iC3b. gicas deben hacerse a 37 ºC. Para minimizar riesgos se reco-
Posteriormente, los macrófagos hepáticos reconocen dichos mienda una transfusión muy lenta de pequeñas cantidades de
hematíes opsonizados mediante receptores específicos para sangre y transfundir sangre calentada a 37 ºC.
la fracción del complemento C3b, desencadenándose hemó- En el caso de las formas agudas, el carácter autolimitado
lisis extravascular hepática por fagocitosis. Raramente la ac- desaconseja tratamiento alguno. Pero en formas excepciona-
tivación del complemento llega hasta la formación del com- les, especialmente graves, con títulos muy elevados de crio-
plejo de ataque con hemólisis intravascular. aglutininas y anemia intensa puede ensayarse la plasmaféresis.
El tratamiento consiste en la corrección del shock, la insufi- producir una intensa hemólisis. Fármacos típicos son el pa-
ciencia renal y la coagulopatía. Se debe parar la transfusión racetamol, el ácido acetilsalicílico, la quinina, la quinidina o
de forma inmediata, e iniciar fluidoterapia para mantener un la rifampicina.
flujo urinario de 100 ml/hora con una infusión continua de
manitol o furosemida. En caso de coagulopatía, reponer los Mecanismo autoinmune
factores de la coagulación con plasma fresco congelado El fármaco o alguno de sus derivados actúa directamente so-
(PFC) (o complejo protrombínico si se precisa) y plaquetas. bre el sistema inmune, provocando la síntesis de anticuerpos
La incompatibilidad por anticuerpos contra otros grupos dirigidos contra la membrana eritrocitaria, como sucede en
sanguíneos es rara, provoca hemólisis de predominio extra- la AHAI. El mecanismo íntimo por el que el fármaco y el sis-
vascular, sin hemoglobinuria, y la gravedad del cuadro es tema inmune interactúan se desconoce. El fármaco tipo es la
menor. alfa-metil dopa.
lar. Las patologías más frecuentes son la anemia aplásica asociadas a GPI). Es frecuente la existencia de ferropenia y
(AA) (la HPN se desarrolla en un 28-45% de las aplasias tra- se puede demostrar la pérdida de Hb por la orina mediante
tadas con inmunosupresión), los síndromes mielodisplásicos la tinción de Perls en el sedimento urinario. El aspirado de
(SMD) (más de un 15% de los SMD pueden presentar po- médula ósea presenta hiperplasia de serie eritroide, salvo
blaciones HPN) o mielofibrosis16. asociación con otra patología (AA o SMD) o evolución a in-
3. HPN subclínica. Se detectan células HPN pero sin suficiencia medular.
evidencia clínica no analítica de hemólisis. Tradicionalmente, el diagnóstico se realizaba mediante
una prueba de hemólisis en medio ácido o prueba de Ham y
Manifestaciones clínicas la prueba de la sacarosa. Actualmente estas técnicas están en
La clínica de HPN se basa en anemia hemolítica intravascular aso- desuso por su complejidad y escasa sensibilidad. El diagnósti-
ciada a trombosis12,13. Se produce un síndrome hemolítico cró- co de certeza se realiza mediante citometría de flujo17. Mediante
nico que puede permanecer estable largos períodos de tiem- esta técnica se puede demostrar la deficiencia total o parcial
po o bien presentar crisis de agudización paroxística. Las de las proteínas asociadas a GPI en las distintas poblaciones
crisis pueden aparecer durante la noche o tras situaciones de- celulares (fig. 1). Se debe demostrar la pérdida de, al menos,
sencadenantes como ingesta alcohólica, esfuerzos físicos, in- dos proteínas asociadas a GPI (CD55, CD59, CD14, CD87,
fecciones, intervenciones quirúrgicas, vacunaciones, mens- CD16, CD66, CD24, CD52), analizando como mínimo los
truación o ingesta de fármacos. Estas crisis suponen un hematíes y los granulocitos, porque hasta el 5% de los pa-
notable empeoramiento de la anemia habitual, con malestar cientes tienen sólo la clona patológica en granulocitos y por-
general, fiebre, dolor abdominal y/o lumbar y orinas oscuras que en hemólisis graves la frecuencia de hematíes deficientes
(hemoglobinuria). La hemoglobinuria es un fenómeno cons- puede ser casi indetectable13. Cada población celular tiene
tante en la HPN; evidente durante las crisis pero también una o más proteínas especialmente sensibles para el análisis
presente en las formas crónicas, puede demostrarse a través (por ejemplo: CD14/CD55 en monocitos, CD16/CD24/
de la presencia de hemosiderinuria en las células de desca- CD66/CD55 en granulocitos, CD59 en hematíes)18. Por ci-
mación epitelial del sedimento urinario. Esta pérdida cróni- tometría de flujo, además, se pueden clasificar las células en
ca de Hb por orina produce típicamente ferropenia. El de- tipo II o tipo III, así como cuantificar el tamaño de la clona
pósito de hierro en el parénquima renal acaba produciendo en hematíes (implicado en el riesgo de hemólisis y el efecto
insuficiencia renal crónica. La intensidad de la hemólisis de- del tratamiento) y en granulocitos (riesgo de trombosis). La
pende del tamaño de la clona HPN en los hematíes: la ex- técnica de FLAER (fluorescently labeled aerolysin) se basa en la
presión parcial de CD59 (células HPN tipo II) es suficiente unión de la proteína bacteriana aerolisina con las proteínas
para evitar la hemólisis espontánea, aunque se producirá he- GPI y permite estudiar los leucocitos, especialmente el ta-
mólisis franca en las situaciones desencadenantes ya descri- maño de la clona, pero no los hematíes.
tas14. Los pacientes con más de un 60% de hematíes HPN
tipo III presentan hemoglobinuria a diario. Tratamiento
La trombosis venosa es una complicación grave que ocurre La mayor parte de los pacientes con HPN pueden ser trata-
hasta en el 50% de los pacientes con HPN y causa la muer- dos de forma conservadora, con transfusión de concentrados
te en un tercio de los casos, siendo la principal causa de mor- de hematíes lavados cuando la cifra de Hb desciende por de-
bimortalidad. El mecanismo exacto se desconoce, pero pue- bajo de 9 g/dl o existen episodios agudos de hemoglobinuria.
de estar mediada por la activación plaquetaria por la Hb libre Pueden usarse andrógenos en dosis elevadas (oximetolona
o por el complemento. El síndrome de Budd-Chiari es una 10-15 mg al día o fluoximesterona 20-30 mg al día) o corti-
trombosis difusa del sistema venoso intrahepático (secunda- coides en dosis de 1 mg/kg al día. En cuanto al tratamiento
rio y terciario), se caracteriza por la aparición brusca de do- de la ferropenia, hay que advertir que la administración de
lor abdominal, hepatomegalia blanda, ascitis y alteración de hierro debe hacerse con precaución, ya que el aumento de eri-
las pruebas hepáticas, tiene tendencia a recurrir y acaba pro- trocitos circulantes puede incrementar la hemólisis. La eritro-
duciendo cirrosis hepática15. El riesgo de trombosis es mayor poyetina es raramente beneficiosa, pero sí se recomienda el
en pacientes con alta proporción (más del 50%) de neutrófi- tratamiento con ácido fólico.
los HPN tipo III, sin embargo las trombosis aparecen con Deben evitarse aquellas situaciones favorecedoras del
clonas menores de un 10%. riesgo trombótico, como la ingesta de anticonceptivos orales
La evolución es heterogénea, estando descritas remisio- o el embarazo. En el caso de la trombosis venosa ya instau-
nes espontáneas hasta en el 15% de los casos. Los pacientes rada, el tratamiento se basa en anticoagulantes, los cuales de-
con HPN presentan pancitopenia de forma progresiva y has- ben mantenerse a largo plazo.
ta un 15% de ellos desarrollan una AA durante la evolución. El trasplante alogénico, único tratamiento curativo, debe
La incidencia de leucemia aguda y SMD es de un 5 y 9% res- ser considerado en aquellos casos con donante HLA compa-
pectivamente. tible y fallo medular.
Recientemente se ha aprobado el tratamiento de la HPN con
Diagnóstico eculizumab, anticuerpo IgG humanizado contra la fracción C5
Las pruebas de laboratorio demuestran anemia hemolítica del complemento18. Dicho fármaco, administrado quincenal-
regenerativa (salvo insuficiencia medular asociada) con PAD mente de forma intravenosa, ha demostrado tener utilidad
negativa. Las fosfatasas alcalinas granulocitarias (FAG) y la disminuyendo la hemólisis, los requerimientos transfusiona-
acetil-colinesterasa están muy disminuidas (por ser proteínas les y los episodios trombóticos, mejorando la calidad de vida
Hematíes Monocitos
100 101 102 103 104 100 101 102 103 104 100 101 102 103 104 100 101 102 103 104
CD 59 FITC -> CD59 FITC -> CD14 PE -> CD14 PE ->
753221.007 062972.007 753221.001 062972.001
Linfocitos Granulocitos
100 101 102 103 104 100 101 102 103 104 100 101 102 103 104 100 101 102 103 104
CD59 FITC -> CD59 FITC -> CD59 FITC -> CD59 FITC ->
753221.004 062972.004 753221.004 062972.004
Granulocitos Granulocitos
100 101 102 103 104 100 101 102 103 104 100 101 102 103 104 100 101 102 103 104
CD66 FITC -> CD66 FITC -> CD55 PE -> CD55 PE ->
753221.005 062972.005 753221.003 062972.003
Fig. 1. Estudio mediante citometría de flujo de células de hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN). Mediante esta técnica se puede demostrar la deficiencia total
o parcial de las proteínas asociadas a glucosil-fosfatidil-inositol (GPI) en las distintas poblaciones celulares. Se aprecia una deficiencia de CD59 en la membrana eri-
trocitaria en el primero de los casos, déficit de CD14 en la membrana de los monocitos en el segundo, déficit de CD59 en linfocitos y granulocitos en el tercer y cuar-
to casos, o déficit de CD66 y CD55 en granulocitos en los ejemplos quinto y sexto. Se debe demostrar la pérdida de, al menos, dos proteínas asociadas a GPI, anali-
zando como mínimo los hematíes y los granulocitos.