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Desarrollo de la colección de una biblioteca

Vista parcial de los fondos (colección) de una biblioteca.

La gestión o desarrollo de la colección de una biblioteca «es un proceso que permite


identificar las fortalezas y debilidades de la colección de materiales de una biblioteca con
base en las necesidades de los usuarios y los recursos de la comunidad, y el intento de
corregir las necesidades que se detecten».1 Comprende todo lo relacionado con la
planificación, formación, evaluación y mantenimiento de la colección, constituyendo un
proceso organizativo amplio, que abarca diversas actividades tales como determinar
criterios de selección, evaluar las necesidades, realizar el proceso de adquisición, efectuar
un estudio del uso de la colección, conservar, cooperar compartiendo recursos y expurgar.2
Se debe concretar en un programa escrito, accesible, revisado regularmente y acordado por
la biblioteca de acuerdo a sus fines.

Evolución histórica: Selección y adquisición - Desarrollo de colecciones - Gestión de la


colección[editar]

El término desarrollo o gestión de la colección en una biblioteca es relativamente nuevo en


bibliotecología, y es el sucedáneo directo y evolutivo del proceso de selección que comenzó
a germinar en Estados Unidos de Norteamérica, en la segunda mitad del siglo XIX,
preocupados por obtener un mayor control sobre la composición de la colección. Hasta ese
momento, los criterios y posibilidades de adquisición no estaban fehacientemente
organizados y dependían de las donaciones recibidas, o de criterios no estandarizados. A
partir de la aparición e instalación del término selección, también comenzó a mencionarse
el de expurgo o descarte. Cualquier análisis alrededor del término, incluye el tránsito entre
los conceptos de Selección y adquisición, hasta lo que hoy se conoce como Desarrollo de
colecciones. Las condiciones que propiciaron este tránsito, han tenido como centro la
satisfacción del usuario en medio de un escenario caracterizado por el significativo aumento
en la producción de publicaciones, una aguda crisis económica global que incidió en la
operación de compra/venta de información y sobre todo las nuevas formas de presentación
de la información asociado con el desarrollo vertiginoso de las nuevas tecnologías. La
diferencia fundamental entre el concepto tradicional de selección y adquisicíón y el de
desarrollo de la colección es que en el primero, todas las actividades se centraban alrededor
del libro y su conservación y en el segundo se hace énfasis en las necesidades de la
comunidad para satisfacerlas.3 En cuanto a estas cuestiones referentes a la colección de
materiales, Gabriel4 utiliza la palabra "desarrollo" y afirma: "Desarrollo de la colección es el
proceso de planificar, construir y mantener los recursos de información de una biblioteca de
modo que sea eficiente en su coste y relevante para sus usuarios". El estudio sistemático y
profundo de las colecciones de las bibliotecas, se inicia a principios de la década de los '50,
del pasado siglo XX. Ciertos hitos nos permiten explicar cronológicamente la transición
entre los procesos de Selección y adquisición al de Desarrollo de colecciones:
1960: se crean normas para la selección y adquisición para bibliotecas y comienzan a
contemplarse aspectos cuantitativos, relativos a la satisfacción del usuario que toman
cuerpo a partir de 1970.

1970: en la revista "Library Resources and Technical Services", A.L.A. (American Library
Association) intitulaba "Adquisiciones", término que involucraba todos los aspectos antes
desacritos. En 1974 todo el proceso de selección y adquisición se modificaba a la
denominación de "Recursos".

1975: se desarrollan las normas para biblioteca universitarias norteamericanas, ajustando


la selección sobre la base de la comunidad a la que va a asistir, lo que demuestra claramente
el cambio en el paradigma de las bibliotecas modernas respecto de las tradicionales: la
biblioteca debe adecuarse a su comunidad de usuarios en función de lograr la satisfacción
de las demandas de información.

1977: la A.L.A. publica "Pautas para la formulación de políticas de desarrollo de


colecciones".

1980: finalmente, se universaliza el término "Desarrollo de colecciones" dejándose de lado


el de "Recursos".3

No obstante, a partir de los años '80 del siglo pasado, ciertos autores comienzan a utilizar la
denominación Gestión de la colección a lo que hasta entonces se había denominado
Desarrollo de la colección. Si bien no hay acuerdo sobre el uso de una u otra terminología, y
algunos autores la utilizan indistintamente, existen ciertas diferencias conceptuales entre
ambos. Según Fuentes Romero5 Desarrollo de la colección se referiría a la selección y
adquisición de los materiales para la expansión de la colección, así como a las decisiones
respecto a cuales son los materiales que habría que incluir en la colección, mientras que
Gestión de la colección, comprendería lo anterior y además podría incluir:

La asignación y distribución balanceada del presupuesto entre libros, publicaciones


periódicas y actividades de conservación.

La decisión de adquirir el acceso a los recursos electrónicos y otros medios por la compra o
suscripción.

Las decisiones relativas a la localización de los materiales.

El control y fomento del uso de la colección.

Cuestiones relativas a la conservación y disponibilidad de los materiales en función del


usuario más que de la colección per se.

Objetivos[editar]

En relación a los objetivos del desarrollo de la colección Gómez Hernández,2 recurre a Mesa
y Taladriz y a su estructura de los objetivos. En este sentido sostiene que los mismos deben
definirse en relación a la composición de la colección, a los usuarios y a la institución:

Relativos a la colección: debe promoverse la exhaustividad, una cantidad y tipología


adecuada de materiales, un control del crecimiento (evitando blancos de colección),
expurgo de los materiales de consulta y del fondo bibliográfico en función de su actualidad y
condiciones de conservación, apuntando siempre a mantener material bibliográfico
suficiente y adecuado.

Relativos a los usuarios: la colección debe ser rápida y fácilmente accesible y disponible.
Debe ser adecuada a la demanda, tener una alta usabilidad, ser pertinente y adecuada a la
demanda.

Relativos a la institución: la colección debe contribuir a la concreción de los objetivos


institucionales.

Elementos o factores[editar]

La gestión o desarrollo de la colección es un conjunto de procesos basados en las


necesidades de información de la comunidad de usuarios, que, a partir del diseño de
políticas que aseguren un análisis continuo de fortalezas, debilidades (entorno interno),
oportunidades y amenazas (entorno externo) y tomando en consideración las posibilidades
de cooperación que pueda obtener, se enfoca hacia el logro de la satisfacción de la
demanda.1En ese análisis continuo del entorno interno y externo de la organización, es
posible distinguir tanto elementos estructurales como elementos dinámicos. Los primeros
se corresponden al entorno interno de la organización, siendo indispensables para llevar
adelante un plan o programa de desarrollo de colecciones. En cambio, los elementos o
factores dinámicos se configuran a partir de la estrecha relación de la organización con la
comunidad a la que asiste, en constante cambio.

Factores estructurales[editar]

Misión de la biblioteca: las tres preguntas básicas a las que debe responder toda declaración
de misión son: ¿Quienes somos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es nuestro negocio?

Varía de acuerdo al tipo de Unidad de Información.

Responsables de la Unidad de Información: son los recursos humanos, el personal de la


biblioteca.

Estándares: normativas o pautas internacionales establecidas de acuerdo a cada Unidad de


Información.

Presupuesto asignado al DC: es la versión monetaria del plan de acción. "El presupuesto
'correcto' producirá el óptimo conjunto de límites a ser elegidos que reflejará las metas y las
prioridades de la colección de la biblioteca, y proveerá un mecanismo para el seguimiento
de los esfuerzos de la biblioteca para alcanzar dichas metas." Weimers 1991.6
Políticas de desarrollo de colecciones: conjunto de decisiones previas a todo plan. Son las
reglas generales para la toma de decisiones que orientarán cada acción para el desarrollo
del proceso.

Factores dinámicos[editar]

Estudio de la comunidad: permite identificar a los usuarios -reales y potenciales- y sus


necesidades de información.

Evaluación de la colección: es un análisis profundo del fondo bibliográfico. Es un conjunto


de estudios y operaciones que la biblioteca desarrolla para comprobar hasta que punto la
colección responde a las necesidades de sus principales grupos de usuarios.

Este análisis puede hacerse a través de métodos cualitativos y/o cuantitativos.

Selección y Adquisición: comprenden una serie de decisiones y procesos administrativos. La


selección es un proceso de análisis intelectual, basado en principios tradicionales
convertidos en políticas y procedimientos internos de cada Unidad de Información. La
adquisición constituye un proceso por el cual la biblioteca incrementa su colección por
medio de diversas modalidades como la compra, el canje o las donaciones, entre otras.

Cooperación bibliotecaria: es la combinación de esfuerzos entre varias instituciones hacia


un fin del que todos los participantes esperan un beneficio. El objetivo primordial es
compartir recursos y servicios, ante el desmedido crecimiento de la producción de
información.

Ejemplos[editar]

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO Argentina)Biblioteca de Ciencias


Sociales “Enzo Faletto”

Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas (INIBI)

Universidad Carlos III de Madrid

Mercadotecnia de servicios bibliotecarios

Mercadotecnia de servicios bibliotecarios es aquel que puede definirse como una


aproximación sistemática para identificar las necesidades específicas de nuestros usuarios
proveyéndoles de servicios. Es por lo tanto un proceso que se anticipa a sus necesidades.1

Características[editar]
La promoción juega un papel fundamental en la difusión de los servicios y en la relación con
los usuarios. No sólo sirve para dar a conocer las nuevas tendencias en materia de servicios
a los usuarios reales, sino que también constituye una herramienta para atraer a nuevos
usuarios a la biblioteca.2

El marketing de servicios de información se entiende también como la aplicación de los


elementos del marketing a la función propia de las bibliotecas.

En el marco de esta disciplina, la biblioteca puede diseñar servicios a la medida de las


necesidades de información de cada grupo de usuarios, mejorar los canales de distribución,
direccionar estratégicamente la promoción, crear valor agregado, incentivar la demanda,
mejorar la imagen de la biblioteca y dinamizarla como proveedora de recursos y servicios
diseñados para satisfacer las más diversas y exigentes necesidades de información. Todas
estas son actividades estratégicas que pueden ser aplicadas en la biblioteca universitaria
con importantes resultados en el incremento del uso de sus recursos y servicios de
información.3

La biblioteca está situada actualmente en el centro de la organización de la enseñanza, por


su utilidad en la gestión de las informaciones requeridas, y todo esto conlleva realizar un
plan de marketing y aplicar herramientas del marketing a canales de comunicación
tradicionales y digitales.4

Es en la comunidad universitaria donde los flujos informativos presentan una mayor


complejidad desde diversos puntos de vista:multitud de servicios, distintas categorías de
usuarios y por tanto distintas necesidades informativas. En este contexto, las bibliotecas
universitarias recurren cada vez más al marketing para comunicar sus productos y
servicios, y ofrecer a los usuarios la opción de conocer mejor las posibilidades informativas
de las que disponemos, y que pueden satisfacer mejor sus necesidades.5

La promoción en una biblioteca se puede desarrollar a través de distintas actividades, entre


las más frecuentes se destacan las relaciones públicas, la publicidad en el lugar de venta
(PLV), los materiales publicitarios escritos, el ambiente, las páginas Web, las redes sociales y
la formación de usuarios.6

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