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¿Qué es metafísica y para qué sirve?

Metafísica explica y estudia las cosas que no podemos ver o tocar, lo que está más allá de
la física y esta invisible a nuestros sentidos físico, es lo mental espiritual, lo que no podemos
comprender o explicar, pero que vivimos diariamente con ello.
La metafísica nos ayudará a tener el dominio sobre nuestra persona y sobre el mundo
exterior, a tener la apertura de consciencia que necesitamos para comprender y la verdad
nos da las formas y técnicas a seguir para lograr modificar nuestro alrededor positivamente.

Metafísica

La Metafísica (lat. "metaphysica", del gr. "metá" = “tras, más allá” y "phýsis" = “naturaleza”,
es decir, “lo que viene después de la naturaleza”, "más allá de lo físico") es la ciencia
fundamental de la filosofía. Trata los problemas centrales y más profundos de la filosofía,
tales como los fundamentos (presupuestos, causas y “primeros principios”), las estructuras
más generales (leyes y principios), el sentido y la finalidad de la realidad toda y de todo ser.
Aristóteles es considerado como el padre de la Metafísica.

Aunque cabe alguna discusión al respecto, es un tópico que la palabra "metafísica" fue
empleada por primera vez por Andrónico de Rodas (siglo I ad C). En sus primeras
utilizaciones, "metafísica" era el nombre de los libros de Aristóteles colocados después de
los de física. Esto es, dado que en la antigüedad los tratados se conservaban en legajos
cilíndricos, ocurrió que Aristóteles había titulado todos excepto aquél que trataba de los
asuntos del alma y la personalidad. Cuando acudían sus discípulos a la biblioteca para
consultarlo, dado que no podían pedirlo por su título, decían "el que está al lado de Física"
(meta-physica), puesto que en su colocación en la estantería el legajo se hallaba junto al
otro tratado aristotélico, el de Física.

No obstante, es muy posible que Andrónico utilizara esta palabra sobre la base de una idea
del sentido y contenidos de la obra aristotélica. El Estagirita (como se conoce a Aristóteles
por su origen) sólo empleó las expresiones "filosofía primera" y "teología" para designar el
saber de qué se ocupan esos catorce libros titulados "Metafísica" por Andrónico.

Metafísica es, desde entonces, el nombre del saber más elevado que cabe alcanzar. La
cuestión esencial consiguiente es: ¿y dónde se encuentra ese saber?, es decir, ¿sobre qué
debe versar y cómo se puede alcanzar? Es aquí donde, como es comprensible, comienzan
las interminables discusiones entre los metafísicos.

La Metafísica trata las "cuestiones últimas"; pero, ¿cuáles son esas cuestiones? Hay
muchos modos de presentarlas, y no todos estos enfoques son compatibles entre sí: ¿Por
qué existen las cosas? ¿Por qué es el ser y no más bien la nada? ¿Existe un dios y qué
características poseería en caso de existir? ¿Cuál es la diferencia entre materia y espíritu?
¿La voluntad del hombre es libre? ¿Todo está en permanente cambio o existen cosas o
relaciones que permanecen invariables a pesar del cambio?, etc.

El campo de trabajo de la metafísica comprende los aspectos de la realidad que no se


pueden investigar empíricamente, es decir, aquellos que son inaccesibles a la investigación
científica. Desde Kant (quien, a su vez, se apoya en los empiristas), una afirmación es
metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto (“cuando emite un
juicio sintético sobre un asunto”), que por principio escapa a toda posibilidad de ser
experimentado (por los sentidos) por el ser humano (cfr. trascendencia). Simultáneamente
surge la pregunta: ¿cómo el ser humano, a pesar de sus limitadas capacidades mentales,
podría participar de las verdades metafísicas, que pretende fundamentar con la ayuda de la
filosofía?
En los tratados metafísicos tempranos se consideraba que el núcleo de todas las disciplinas
filosóficas debía estar en la formulación de fundamentos últimos válidos universalmente.

Se dice que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la
calificó de “necesidad inevitable”, Schopenhauer incluso llegó a definir al ser humano como
a un “animal metafísico” es decir, un “ser que se dedica a la metafísica”. Martin Heidegger
ha replanteado todos los asuntos metafísicos introduciendo en ellos una transformación
radical que necesariamente tiene que tomarse en cuenta.

Historia del concepto


El término “metafísica” proviene de una obra de Aristóteles compuesta por 14 libros (rollos
de papiro), independientes entre sí, que se ocupan de diversos temas generales de la
filosofía. Estos libros son de carácter esotérico, es decir, Aristóteles nunca los concibió para
la publicación. Por el contrario, son un conjunto de apuntes o notas personales sobre temas
que pudo haber tratado en clases o en otros libros sistemáticos. El peripatético Andrónico de
Rodas (siglo I a.C.) al sacar la primera edición de las obras de Aristóteles ordenó estos
libros detrás de los 8 libros sobre “Física” (tà metà tà physiká). De allí surgió el concepto de
“metafísica”, que en realidad significa: “aquello que en el estante está después de la física”,
pero que también de manera didáctica significa: aquello que sigue a las explicaciones sobre
la naturaleza” o que desde la perspectiva sistemática científica significa: “lo que viene
después de la física”, entendiendo física en su acepción antigua que se refería al estudio de
la physis, es decir, de la naturaleza y sus fenómenos, no limitados al plano material
necesariamente.

En la Antigüedad la palabra "metafísica" no denotaba una disciplina particular al interior de


la filosofía, sino el compendio de rollos de Aristóteles ya mencionado. Sólo es a partir del
siglo XIII, época en la que el texto del filósofo de Estagira se conoce en el Occidente latino
(gracias al influjo de pensadores árabes como Avicena), que la metafísica pasa a ser una
disciplina filosófica especial que tiene como objeto el 'ente en cuanto ente'.

Es a partir de entonces que la metafísica pasa a ser la más alta disciplina filosófica, y así la
recibe la modernidad. Con el tiempo la palabra 'metafísica' adquirió el significado de 'difícil' o
'sutil' y en algunas circunstancias se utiliza con un carácter peyorativo, pasando a significar
“especulativo - dudoso”, “no científico” o “elucubraciones no basadas en la experiencia”.

Temas de la Metafísica

La metafísica pregunta por los fundamentos últimos del ser y de lo existente, en tanto que
es. Su objetivo es lograr una comprensión teórica de la esencia y de los principios últimos
generales más elementales del ser. Lo que en este caso significa “ser” se entiende de
diferentes maneras, por lo que el ámbito de estudio es amplísimo. Las dos preguntas
fundamentales de la metafísica son:
1. ¿Por qué existe algo, y no más bien nada?
2. ¿En qué consiste la realidad de lo real – qué es ser considerado en sí mismo?
No sólo se pregunta entonces por el origen, sino también por la constitución y la
interrelación de todo lo que es, es decir, de la realidad en su totalidad. Además aspira
encontrar las características más elementales de todo lo que es: la cuestión planteada es, si
hay características tales, que se le puedan atribuir a todo lo que es y si con ello pueden
establecerse ciertas propiedades del ser.

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