Sunteți pe pagina 1din 16

Marco Teórico

En el Perú, como en otras partes del mundo, se viene registrando un incremento en la


longevidad de las personas. Actualmente 3 345 552 de los habitantes del país son personas
adultas mayores, lo que equivale al 10,4% de la población total (INEI,2018). Según las
proyecciones demográficas estimadas, para el año 2020 se espera que la cantidad de
adultos peruanos de más de 60 años aumente a 3 593 054 personas.

Teniendo en cuenta que la expectativa de vida de la población mundial es cada vez mayor,
es necesario conocer el impacto en los sistemas de salud de las enfermedades
degenerativas de la población de la tercera edad, y la demencia es uno de los principales
problemas.

Según el estudio Epidemiológico del Instituto Nacional de Salud Mental en Lima


Metropolitana, el 6,7% de los adultos mayores presentó deterioro cognitivo sospechoso de
demencia, establecida por la presencia de deterioro cognoscitivo y funcional. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la enfermedad de Alzheimer, que es
la causa de demencia más común, acapara entre un 60% y un 70% de los casos por lo que
en la población global cada tres adultos mayores de 80 años uno lo presenta. Es así que
debido al incremento en las tasas de incidencia de DCL asociado a Enfermedad de
Alzheimer, y la no existencia de instrumentos de tamizaje que detecten este déficit
cognoscitivo leve se produjo la creación del MoCA Test Montreal Cognitive Assessment
(MoCA).

El MoCA Test Montreal Cognitive Assessment (MoCA), tiene en su versión original, una
sensibilidad del 100% y una especificidad del 80% para detectar Déficit cognoscitivo leve
a comparación con el MMSE. (Pereira & Manrique, 2013)

El Montreal Cognitive Assessment (MoCA) es un test de tamizaje construido en el año


2004 por los Institutos de Investigación en Salud de Canadá y las Sociedades de la DTA
del mismo país liderados por las universidades de McGill, Montreal, Sherbrooke,
Concordia y UCLA, dirigido a la detección de disfunciones cognoscitivas leves y
síndromes demenciales. Evalúa las siguientes funciones cognoscitivas: Atención, funciones
ejecutivas, memoria, lenguaje, capacidades visoconstructiva, y orientación. Está
compuesto por 11 ítems, el puntaje máximo es de 30 puntos, con un punto de corte de 26,
el tiempo de administración es de diez minutos (Nasreddine, 2004).
Demencia

En su concepto actual, la demencia puede definirse como un síndrome adquirido, de


naturaleza orgánica, que se caracteriza por un deterioro permanente de la memoria y de
otras funciones intelectuales, frecuentemente acompañado de otras manifestaciones
psicopatológicas y del comportamiento, que ocurre sin alteración del nivel de la
conciencia, afectando al funcionamiento social y/o laboral del sujeto. La demencia es un
síndrome clínico de etiología múltiple, por lo general de curso crónico, pero no
necesariamente irreversible ni progresivo.

Según la OMS (2017), la demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria,


el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
Aunque afecta principalmente a las personas mayores, la demencia no constituye una
consecuencia normal del envejecimiento conociéndola como una prioridad de salud
pública.

La demencia que se caracteriza por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la


capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una
consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el
pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el
lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva
suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional,
el comportamiento social o la motivación.

El Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales en su quinta edición


(2014), define demencia como un síndrome que incluye la pérdida de funciones cognitivas
con compromiso de la funcionalidad, es decir pérdida de las actividades de vida diaria para
el funcionamiento laboral, social y familiar, sin mencionar los síntomas psicológicos y
conductuales, que en algunos casos pueden ser las primeras manifestaciones (como
apatía/desinhibición en demencia frontotemporal o depresión como pródromo de la
enfermedad de Alzheimer), cuya frecuencia se incrementa agitación/agresividad, ansiedad,
alucinaciones visuales, delusiones paranoides, entre otros) conforme evoluciona en
severidad el síndrome de demencia.
El deterioro cognoscitivo debe ser objetivado a través de la exploración neuropsicológica,
y corroborado por un informador fiable. La repercusión funcional, social o laboral, debe
valorarse teniendo en cuenta el contexto sociocultural del sujeto. Dado que el diagnóstico
de demencia supone un deterioro intelectual y funcional con respecto a un nivel previo, es
necesario valorar el estado clínico desde una perspectiva biográfica.

Prácticamente en todos los países la forma de demencia más frecuente es la enfermedad de


Alzheimer (66%), seguida de las demencias vasculares y la demencia asociada a la
enfermedad de Parkinson, con un 10-14% para cada una. Es posible que la frecuencia de
cada subtipo de demencia varíe con la edad. La incidencia anual global de síndrome
demencial es de 0,085-0,088% para todas las edades, y del 1% para sujetos mayores de 65
años. La incidencia anual también aumenta con la edad, y se duplica cada cinco años a
partir de los 65 años, pasando de menos del 1% en el grupo de 65-70 años al 6-9% en el de
más de 85 años. Por lo que respecta a la distribución por sexos, no parece haber diferencias
en la incidencia anual global de demencia, pero las mujeres parecen tener una incidencia
superior de enfermedad de Alzheimer a edades más avanzadas, mientras que los hombres
presentan una incidencia superior de demencia vascular a edades más tempranas. En
cuanto a los datos referentes a España, los distintos estudios difieren en cuanto a muestra
seleccionada e instrumento de evaluación, por lo que los resultados no son concordantes.
Hay que tener en cuenta que la tasa de institucionalización es relativamente baja en nuestro
país entorno al 9% de la población de edad igual o superior a 65 años por lo que el
considerar o no a esta población en la muestra de estudio no modifica de forma
considerable es resultado final. Según se desprende de los trabajos realizados, la
prevalencia de síndrome demencial en población de edad igual o superior a 65 años se
encuentra entre el 5- 10%. En cuanto a subtipos de demencia, la más frecuente es la
demencia degenerativa primaria tipo Alzheimer (48%), seguida de las demencias
vasculares (21,8%), demencias de múltiple etiología (25,7%) y demencias secundarias
(4,5%).

Deterioro Cognitivo Leve

El término Deterioro cognitivo leve tiene varios sinónimos usados en la literatura científica
como: deterioro cognitivo sin ningún tipo de adjetivos calificativos, alteración cognitiva.
El término deterioro cognitivo leve lo definió por primera vez Flicker (1991) como una
situación de disfunción cognitiva sin alcanzar el grado de demencia en el contexto clínico
inicial de la enfermedad del Alzheimer.

Petersen (1999), publica los criterios y lo define como un déficit cognitivo superior al
esperado por la edad y nivel cultural de la persona, sin que se vean alteradas las actividades
de la vida diaria sin cumplir los criterios de demencia.

Según Albert (2011), supone una distinta condición al deterioro progresivo normal del
envejecimiento considerándose una pérdida similar al de otras personas de la misma edad y
debe cumplir los siguientes criterios:

 Cambio en el estado cognitivo con respecto a su situación previa objetivado por el


paciente, persona conocedora o la observación del clínico.
 Deterioro en al menos una de las áreas de conocimiento (memoria, función
ejecutiva, atención, lenguaje o habilidades visoespaciales) para lo que corresponde
a su edad y nivel educacional.
 Conservación de la función cognitiva general (funciones mentales que intervienen
en el proceso de la toma de decisiones, organización de ideas, pensamiento
abstracto, planificación y realización de planes).
 Actividades de la vida diaria intactas.
 Ausencia de demencia (deterioro de memoria con afectación al menos de otra área
del conocimiento con respecto al nivel previo y que interfiere en las actividades de
la vida diaria).

El Deterioro cognitivo leve ha sido clasificado en (Petersen, 2013):

 Tipo amnésico: afecta de forma característica al área de la memoria, sobre todo la


episódica. Es la más frecuente y la que de forma más habitual evoluciona a
enfermedad de Alzheimer. En ocasiones también pueden alterarse otras áreas
cognitivas: DCL tipo amnésico de múltiples dominios.
 Tipo no amnésico: predomina el deterioro en cualquiera de las otras zonas
cognitivas más que en la memoria, de forma aislada o de varias a la vez. La
evolución puede ser a otras formas de demencia en función del área más afectada:
demencia frontotemporal, afasia progresiva primaria o demencia por cuerpos de
Lewy.
Alzheimer
Carrasco (2002), La enfermedad de Alzheimer es una demencia degenerativa primaria de
inicio insidioso y curso progresivo que se caracteriza clínicamente por la pérdida de
memoria y otras funciones cognoscitivas, así como por una serie de síntomas no
cognoscitivos, entre los que destacan los de tipo depresivo o psicótico, y los trastornos del
comportamiento, y por la presencia de una serie de lesiones a nivel cerebral; alteración de
la proteína tau del citoesqueleto neuronal, que da lugar a los ovillos neurofibrilares,
astrogliosis, y pérdida de sinapsis y muerte neuronal en regiones cerebrales selectivas que,
en su conjunto, son patognomónicas.

La versión original del MoCA valora 6 dominios cognitivos:

1. Memoria
Abad (2005), La memoria es la capacidad de retener y de evocar eventos del
pasado, mediante procesos neurobiológicos de almacenamiento y de recuperación
de la información, básica en el aprendizaje y en el pensamiento. En los primeros
años de la vida, la memoria es de carácter sensitivo, guarda sensaciones o
emociones. Más tarde aparece la memoria de las conductas: se ensayan
movimientos, se repiten y, poco a poco, se van grabando. De esa forma, los niños
van reteniendo y aprendiendo experiencias que permiten que progrese y se adapte
al entorno. Finalmente, se desarrolla la memoria del conocimiento, o capacidad de
introducir datos, almacenarlos correctamente y evocarlos cuando sea oportuno. El
sistema de la memoria está integrado por tres procesos básicos: Codificación de la
información que es el proceso en donde se prepara la información para que se
pueda guardar. La información puede codificarse como una imagen, sonidos,
experiencias, acontecimientos o ideas significativas. Las circunstancias que rodean
este momento resultan fundamentales para el éxito o fracaso de la memoria. Es
importante en este proceso inicial, la atención, la concentración y el estado
emocional del sujeto. Almacenamiento de la información en esta etapa se
caracteriza por el ordenamiento, categorización o simple titulación de la
información mientras se desarrolla el proceso en curso (proceso perfuncional). Esto
requiere tanto como de una metodología como de estructuras intelectuales que
ayuden a la persona a clasificar los datos. Una vez que codificada la experiencia y
almacenada por cierto tiempo, esta se presenta de manera automática. El
almacenamiento es un sistema complejo y dinámico que cambia con las
experiencias a las que el sujeto es expuesto. Evocación o recuperación de la
información es el proceso por el cual recuperamos la información. Si ésta ha sido
bien almacenada y clasificada será más fácil localizarla y utilizarla en el momento
en que se solicita.
Sánchez (2008), La memoria es un proceso mental complejo por medio del cual
fijamos, retenemos y reproducimos todo aquello que estuvo una vez en nuestra
conciencia, haciendo uso posterior de nuestra experiencia; es pues, una condición
necesaria para desarrollar una vida independiente y productiva, pero para que la
información sea adecuadamente registrada y evocada es necesario que otras
funciones neuropsicológicas permanezcan indemnes. Los trastornos de la atención,
el lenguaje (afasia), los defectos sensoperceptuales (visuales y auditivos) y la
depresión, son los trastornos que con más frecuencia interfieren con el adecuado
funcionamiento de nuestra memoria, llegando a veces a simular una demencia.
Dentro de esta área, el MoCa toma en cuenta 3 habilidades:
a. Abstracción
Es un proceso que implica reducir los componentes fundamentales de
información de un fenómeno para conservar sus rasgos más relevantes con el
objetivo de formar conceptos. Por ejemplo, abstraer de un sauce el concepto de
árbol, implica retener solamente la información (características, funciones, etc)
del sauce que se pueden aplicar para ser incluido dentro de la categoría general
de los árboles. Según Piaget en este proceso el sujeto extrae información de los
objetos (abstracción simple) o de sus propias acciones sobre los objetos
(abstracción reflexiva)
b. Identificación
Es el proceso de la información a partir de la percepción, el conocimiento
adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la
información. Es definido además como la capacidad que tiene nuestro
cerebro para reconocer los estímulos que hemos percibido con
anterioridad (situaciones, personas, objetos, etc.). El reconocimiento es una
habilidad cognitiva, que nos permite recuperar información almacenada en la
memoria y compararla con la información que se presenta ante nosotros. Esta
función es muy importante puesto que nos permite ser eficientes en nuestro día
a día.
c. Recuerdo diferido
La recuperación o recuerdo consiste en el acceso a la información del pasado
almacenada en nuestra memoria. la duración del intervalo de recuerdo es lo que
caracteriza a el recuerdo diferido y lo diferencia con un recuerdo inmediato, por
lo que pertenece a la memoria de largo plazo

2. Habilidades visoconstructiva
La capacidad visoconstructiva es una habilidad compleja, en la cual confluyen otras
de tipo perceptivo, atencional y de toma de decisiones. Consiste en la
decodificación de una imagen u objeto en sus elementos constituyentes para,
posteriormente, realizar una réplica del mismo; esta capacidad está implicada en
tareas que van desde el dibujo, hasta la construcción de modelos y tareas de
ensamblaje de objetos de uso cotidiano (Biesbroek, 2014).
Las habilidades visoconstructiva cambian a medida que avanza la edad, partiendo
de cambios a nivel perceptivo, pasando por cambios a nivel de motricidad fina y
gruesa, que se ven reflejados en dificultades en tareas que involucran estas
habilidades, entre estas la construcción con cubos y la copia de figuras (Ardila,
2012).
3. Funciones Ejecutiva
Se define como constructos independientes, pero naturalmente relacionados, las
funciones ejecutivas no son una entidad simple, sino la combinación de múltiples
capacidades cognitivas que permiten la anticipación y el establecimiento de metas,
la formación de planes, el inicio de las actividades, su autorregulación y la
habilidad para llevarlas a cabo eficientemente. Su concepto se solapa en cierto
modo con el de inteligencia fluida, o la capacidad para adaptar de manera óptima
nuestros recursos cognitivos en función de las demandas cambiantes del entorno,
las funciones ejecutivas son responsables no solo de la regulación de la conducta
manifiesta, sino también de los pensamientos, recuerdos y afectos que promueven
un funcionamiento adaptativo. Y al mismo tiempo, los mecanismos ejecutivos se
coordinan tanto para recuperar información almacenada, como para estimar y
anticipar los posibles resultados de distintas opciones de respuesta en el futuro.
(Verdejo- García, 2010)
Las funciones ejecutivas tienen sus bases neuronales en los lóbulos frontales,
especialmente en el cortex prefrontal (CPF), y su estudio nació de la observación de
los cambios conductuales que mostraban pacientes con lesiones en esta región
cerebral (Orjales, 2000)
Goldberg citado por Lázaro (2012), definió el término como las capacidades que
tiene el individuo para actuar de manera independiente y propositiva, elaborando
conductas adecuadas y autosuficientes, y manteniendo el control volitivo y
afectivo.
4. Atención
La atención es una función neuropsicológica que sirve de mecanismo de activación
y funcionamiento de otros procesos mentales más complejos como la percepción, la
memoria o el lenguaje, mediante operaciones de selección, distribución y
mantenimiento de la actividad psicológica.
William James (1890) señalaba en sus Principios de Psicología que la atención no
es solamente la capacidad mental para captar la mirada en uno o varios aspectos de
la realidad y prescindir de los restantes, es el tomar posesión por parte de la mente,
de forma clara y vívida, de uno de entre los varios posibles objetos de pensamiento
que aparecen simultáneamente. Su esencia está constituida por focalización,
concentración y conciencia. Atención significa dejar ciertas cosas para tratar
efectivamente otras.
La atención también puede ser definida como un mecanismo que pone en marcha
una serie de procesos u operaciones gracias a los cuales, somos más receptivos a
los sucesos relevantes del ambiente y llevamos a cabo una gran cantidad de tareas
de forma más eficaz (García Sevilla, 1997).
En los procesos demenciales la atención no le permite al paciente guardar la
información, por lo tanto, la atención comienza a deteriorarse junto con la memoria
reciente, y en la medida en que la enfermedad avanza, se vuelve más distraído y
con mayor dificultad para mantener la atención en las actividades que realiza. La
capacidad para seleccionar los estímulos adecuados para la realización de cada
tarea, se va alterando progresivamente hasta el ensimismamiento en etapas de
deterioro avanzado.
5. Lenguaje
El lenguaje es una habilidad cognoscitiva que consiste en codificar, decodificar,
estructurar y ordenar elementos simbólicos con la finalidad de transmitirlos y
comprenderlos (Croft & Cruise, 2008)
Es una habilidad que se desarrolla y cambia a lo largo de la vida y, debido a esto,
resulta de gran interés dentro del estudio de la cognición en el envejecimiento.
Desde un punto de vista anatómico el lenguaje tiene una característica muy saliente
de lateralización, es decir, una representación preferente en uno de los hemisferios,
siendo más frecuente en el hemisferio izquierdo. Durante el envejecimiento,
siguiendo el patrón de disminución de la asimetría cerebral (Cabeza, 2002)
No es una habilidad autónoma, lo cual quiere decir que su adecuado uso depende
de la integridad de otras capacidades, como la percepción, la memoria y la
atención. Un ejemplo de ello es el estudio de la relación entre la pérdida auditiva,
fenómeno de alta frecuencia de ocurrencia durante la vejez, y las capacidades
lingüísticas.
Se ha reportado que a partir de los 70 años se presenta una disminución en la
riqueza proposicional y gramatical del lenguaje espontáneo, al igual que
dificultades en los procesos de denominación de objetos. Estos cambios, sin
embargo, únicamente suelen aparecer a partir de este punto y antes de los 70 años
no se presentan cambios o declives importantes en la mayoría de aspectos
lingüísticos, lo cual contrasta con otras capacidades, como las de funcionamiento
ejecutivo y la memoria, en las cuáles la variabilidad suele ser notoria incluso desde
los 60 años (Madhavan, 2014).
6. Orientación
Es la capacidad de distinguir e identificar correcta y secuencialmente el tiempo
pasado, presente y futuro (orientación temporal) y la ubicación en el espacio
(orientación espacial) en relación con nosotros mismos y al contexto situacional. Es
frecuente que el nivel de conciencia se infiera a partir de la orientación de la
persona.
La noción psicológica del tiempo es el conocimiento en «orden» de
acontecimientos, lo que preside el concepto de tiempo práctico. Por eso cuando se
fragua una laguna amnésica, un paréntesis en la sucesión de hechos, borrando toda
una época de recuerdos más o menos amplia, pero de recuerdos recientes, por
ejemplo, en una enfermedad febril con delirio, en una conmoción cerebral, etc., ya
no es posible que el paciente sepa el tiempo que ha transcurrido; ni en la primera
época de recobrar plena conciencia, saber el momento en que se halla.

Instrucciones
1. Evaluación visuoespacial/ejecutiva
1.1 Vea directamente a la persona, logre su atención, indíquele el lugar correcto en el
formato de MoCA© y dígale:

“Me gustaría que dibuje una línea alternando entre cifras y letras, respetando el orden
numérico y el orden alfabético. Comience aquí (señale el 1) y dibuje una línea hacia la
letra A, y a continuación hacia el 2, etc. Termine aquí (señale la E).”
1.2 Cuando la persona haya terminado el trazo alternado de números y letras, señalando el
dibujo del cubo en el formato de MoCA©, dígale:

“Me gustaría que copie este dibujo de la manera más precisa posible”.
1.3 Cuando la persona haya terminado la copia del dibujo del cubo; señalando el espacio
adecuado en el formato de MoCA© dígale:
“Ahora me gustaría que dibuje un reloj, que incluya todos los números, y que marque
las 11 y 10.”
2. Evaluación de identificación y nominación
A continuación pídale a la persona que nombre cada uno de los animales mostrados en el
formato de MoCA© de izquierda a derecha.
3. Evaluación de memoria
Dígale a la persona lo siguiente:
“Ésta es una prueba de memoria. Le voy a leer una lista de palabras que debe recordar.
Escuche con atención y, cuando yo termine, me gustaría que me diga todas las palabras
que pueda recordar, en el orden que desee”.
Ahora léale a la persona la lista de 5 palabras de la sección de memoria del formato de
MoCA© a un ritmo de una palabra por segundo. Luego de leer la lista de palabras una
primera vez, marque con una cruz (x), en el espacio reservado a dicho efecto, todas las
palabras que la persona logre repetir. Cuando la persona haya terminado (se haya acordado
de todas las palabras) o cuando no pueda acordarse de más palabras, dígale a la persona:
“Ahora le voy a leer la misma lista de palabras una vez más. Intente acordarse del mayor
número posible de palabras, incluyendo las que repitió en la primera ronda”.
Marque con una cruz (x), en el espacio reservado a dicho efecto, todas las palabras que la
persona repita la segunda vez. Al final del segundo intento, infórmele a la persona que
deberá recordar estas palabras, ya que tendrá que repetirlas más tarde (en 5 minutos), al
final de la prueba.
4. Evaluación de atención y concentración
Dígale a la persona lo siguiente:
“Le voy a leer una serie de números, y cuando haya terminado, me gustaría que repita estos
números en el mismo orden en el que yo los he dicho”.
Lea la secuencia de cinco números de la sección de atención del formato de MoCA© a un
ritmo de uno por segundo. Ahora dígale a la persona:
“Le voy a leer una serie de números, y cuando haya terminado, me gustaría que repita los
números en el orden inverso al que yo los he dado”.
A continuación a la persona dígale:
“Voy a leerle una serie de letras. Cada vez que diga la letra ‘A’, dé un golpecito con la
mano. Cuando diga una letra que no sea la A, no dé ningún golpecito”.
Dígale a la persona:
“Ahora me gustaría que calcule 100 menos 7, y así sucesivamente: continúe a la cifra de su
respuesta anterior, hasta que le pida que pare”.
Puede repetir las instrucciones una vez más si lo considera necesario
5. Evaluación de lenguaje
Dígale lo siguiente a la persona:
“Ahora le voy a leer una frase y me gustaría que la repitiera a continuación: [El gato se
esconde bajo el sofá cuando los perros entran en la sala]”.
“Ahora le voy a leer una segunda frase y usted la va a repetir a continuación: “[Espero que
él le entregue el mensaje una vez que ella se lo pida]”.
A continuación dígale a la persona lo siguiente:
“Me gustaría que me diga el mayor número posible de palabras que comiencen por la letra
que le diga. Puede decir cualquier tipo de palabra, excepto nombres propios, números,
conjugaciones verbales (p. ej. ‘meto’, ‘metes’, ‘mete’) y palabras de la misma familia (p.ej.
‘manzana’, ‘manzano’). Le pediré que pare al minuto. Está preparado? Ahora, diga el
mayor número posible de palabras que comiencen por la letra P”.
6. Evaluación de abstracción.
Como ejemplo, pídale a la persona que le diga en qué se parecen una manzana y una
naranja; si la persona da una respuesta concreta; repítale a la persona sólo una vez más:
“Dígame en qué otro aspecto se parecen una manzana y una naranja”. Si la persona no da
la respuesta adecuada, dígale: “Sí, y también en que las dos son frutas”. No dé otras
instrucciones o explicaciones. Lo anterior fue un ensayo, a continuación exprésele a la
persona lo siguiente:
“Ahora dígame en qué se parecen un tren y una bicicleta”.
No dé instrucciones o pistas suplementarias; cuando la persona haya terminado, dígale:
“Ahora dígame en qué se parecen un reloj y una regla”.

7. Evaluación de recuerdo diferido


Habiendo pasado no más de 5 minutos desde el paso 3 (evaluación de memoria), a
continuación a la persona dígale:
“Antes le leí una serie de palabras y le pedí que las recordase. Dígame ahora todas las
palabras de las que se acuerde”.
Para las palabras de las que la persona no se acuerde espontáneamente, puede
proporcionarle pistas de categoría semántica. Luego, para las palabras de las que la persona
no se acuerda, a pesar de las pistas semánticas, puede ofrecerle una selección de respuestas
posibles, de las cuales la persona debe identificar la palabra adecuada. A continuación se
presentan las pistas para cada una de las palabras:
Palabras Categoría semántica Elección múltiple
Rostro Parte del cuerpo Nariz, rostro, mano
Seda Tela Lana, algodón, seda
Iglesia Edificio Iglesia, escuela, hospital
Clavel Flor Rosa, clavel, tulipán
Rojo Color Rojo, azul, verde

8. Evaluación de orientación.
Ahora dígale a la persona: “Dígame en qué día estamos hoy”.
Si la persona ofrece una respuesta incompleta, dígale: “Dígame el año, el mes, el día del
mes (fecha) y el día de la semana”.
A continuación, pídale a la persona:
“Dígame cómo se llama el lugar donde estamos ahora y en qué localidad nos
encontramos”.
Registre la fecha, el nombre completo, la edad, el sexo y los años de escolaridad de la
persona evaluada.

Validez y confiabilidad

Tiene un alfa de Cronbach de 0.77, considerado bueno, y la fiabilidad fue muy buena p <
0.01.

Se probó la validez discriminativa al adicionar 1 punto si la escolaridad era ≤ 12, y 2


puntos si la escolaridad era ≤ 8 años.
Referencias:
Delgado, C., Araneda, A., & Behrens, M. I. (2017). Validación del instrumento Montreal
Cognitive Assessment en español en adultos mayores de 60 años.
Neurología. doi:10.1016/j.nrl.2017.01.013

Baremos

Diversos estudios refieren la utilización de la versión española del MoCA, creada por los
autores originales del instrumento, mientras que un único instrumento menciona cambios
en la prueba original sustituyendo “cara” por “rostro” en la subprueba de memoria y
“comuna” por “localidad” en la orientación espacial.

El puntaje sugerido en propiedades psicométricas tanto en Chile como en Colombia es:

0 – 25 puntos Probable Deterioro Cognitivo leve.


26 – 30 puntos Se considera normal.

Calificación

La prueba consta de un puntaje máximo de 30, dividiéndose en las siguientes áreas:

Puntuación visoespacial/ejecutiva (máximo 5 puntos):

A. Se otorga 1 punto en el trazo alternado de números y letras si la línea dibujada por


la persona evaluada sigue esta secuencia: 1 – A – 2 – B – 3 – C – 4 – D – 5 – E. Se
asigna 0 si la persona no corrige inmediatamente un error cualquiera que este sea.
B. Se da 1 punto en el dibujo de copia del cubo es correcto, es decir, cumple con todos
los siguientes: el dibujo es tridimensional; todas las líneas están presentes; no se
añaden líneas; las líneas son relativamente paralelas y aproximadamente de la
misma longitud (los prismas rectangulares son aceptables). Se asigna 0 si no se han
respetado todos los criterios anteriores.
C. Se asigna 1 punto por cada uno de los criterios siguientes respecto al dibujo del
reloj:
• Contorno (1 punto): el contorno debe ser un círculo con poca deformación. (p.ej.
una leve deformación al cerrar el círculo)
• Números (1 punto): todos los números deben estar presentes, sin añadir ninguno;
los números deben seguir el orden correcto y estar bien colocados; se aceptarán los
números romanos, así como los números colocados fuera del contorno.
• Manecillas (1 punto): las dos manecillas deben indicar la hora correcta; la
manecilla de las horas debe ser claramente más pequeña que la manecilla de los
minutos. El punto de unión de las manecillas debe estar cerca del centro del reloj.
• No se asignan puntos si no se han respetado los criterios anteriores.
Puntuación de identificación y nominación (máximo 3 puntos): se asigna un punto por la
identificación correcta de cada uno de los dibujos: camello o dromedario, león y
rinoceronte.

Puntuación de atención y concentración (máximo 6 puntos): se asigna 1 punto por cada


una de las secuencias repetidas correctamente (la primera 2-1-8-5-4 y la segunda 2-4-7); se
asigna 1 punto si no se comete más de un error en los golpecitos con cada letra “A”
mencionada; en la resta secuencial de 7 en 7, se asignan 3 puntos por 4-5 restas correcta, 2
puntos por 2-3 restas correctas, 1 punto por 1 resta correcta, 0 puntos si ninguna resta es
correcta; cada resta se valora de forma individual, si la persona comete un error en la resta
y da una cifra errónea, pero resta 7 correctamente de dicha cifra errónea, se asignan puntos,
por ej., 100 - 7 = 92 - 85 - 78 -71 –64. “92” es incorrecto, pero todos los números
siguientes son correctos, dado que se trata de 4 respuestas correctas, el puntaje en este caso
es de tres puntos.

Puntuación de lenguaje (máximo 3 puntos): se asigna 1 punto por cada frase repetida
correctamente, la repetición debe ser exacta, se debe prestar atención a los errores de
omisión, sustitución o adición; se asigna un punto si la persona dice 11 palabras o más en
un minuto, que empiecen con la letra P.

Puntuación de abstracción (máximo 2 puntos): se asigna 1 punto por cada una de las
parejas contestadas correctamente; se aceptan las siguientes respuestas: para tren/bicicleta -
medios de transporte, medios de locomoción, para viajar; regla/reloj - instrumentos de
medición, para medir; respuestas no aceptables: para tren/bicicleta - tienen ruedas, ruedan;
y para regla/reloj: tienen números.

Puntuación de recuerdo diferido (máximo 5 puntos): se asigna 1 punto por cada una de
las palabras recordadas espontáneamente, sin pistas de categorías semánticas ni de
elecciones múltiples.

Puntuación de orientación (máximo 6 puntos): se asigna 1 punto por cada una de las
respuestas correctas; la persona debe decir la fecha exacta y el lugar exacto (hospital,
clinica, oficina, centro comunitario, etc.); no se asigna ningún punto si la persona se
equivoca por un día en el día del mes y de la semana.
Referencias

Abad-Mas, L. (2005). Memoria de trabajo en los procesos básicos de aprendizaje. Revista de


neurología, 40(1), 79-83.
Albert, M., DeKosky, S., Dickson, D., Dubois, B., Feldman, H., Phelps, C. (2011). The
diagnosis of mild cognitive impairment due to Alzheimer's disease: Recommendations
from the National Institute on Aging-Alzheimer's Association workgroups on diagnostic
guidelines for Alzheimer's disease. Alzheimer's and Dementia, 7(3), 270-
279. https://doi.org/10.1016/j.jalz.2011.03.008

Ardila, A. (2010). La detección temprana de las demencias desde la perspectiva


neuropsicológica. clínica, 11, 12.

Cabeza, R. (2002) Hemispheric asymmetry reduction in older adults: the HAROLD model.
Psychology & Aging, 17(1):85-100.
Carrasco, M. & Ballesteros Rodríguez, J (2002). Sobrecarga del cuidador de pacientes con
enfermedad de Alzheimer y distrés psíquico. Una asociación relegada en la valoración
de las demencias. Actas Españolas de psiquiatría.
Delgado, C., Araneda, A., & Behrens, M. I. (2017). Validación del instrumento Montreal
Cognitive Assessment en español en adultos mayores de 60 años.
Neurología. doi:10.1016/j.nrl.2017.01.013

Duarte Pedroza, Liliana Katerine (2017) Lenguaje, memoria y habilidades visoconstructiva


en el envejecimiento normal: Datos normativos con la Batería Neuronorma
Colombia. (tesis de maestría), Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá.
http://www.bdigital.unal.edu.co/56804/

Fiorentini, L (2015). Alteración de la formación de conceptos y el razonamiento


conceptual en pacientes con Esclerosis Múltiple. Revista Neuropsicología
Latinoamericana, 7(1), 2075-9479.

García Sevilla, J. (1997). Psicología de la atención. Madrid: Síntesis

Inei (2018). Situación de la población adulta mayor. Recuperado de


https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/01-informetecnico
n02_adulto_ene-feb_mar2018.pdf
Jacubovich, S. (2006). Modelos actuales de procesamiento del número y el cálculo. Revista
Argentina de Neuropsicología, 7, 21-31.

James, W. (1890). Atención. Los principios de la psicología 1, 402-458.

Lázaro, J. C. F., & Solís, F. O. (2008). Neuropsicología de lóbulos frontales, funciones


ejecutivas y conducta humana. Revista neuropsicología, neuropsiquiatría y
neurociencias, 8(1), 47-58.

Madhavan, K. M. (2014). Fascículo longitudinal superior y funcionamiento del lenguaje


en un envejecimiento saludable. Brain Research, 1562: 11-22.
Orjales, I. (2000). Déficit de atención con hiperactividad: el modelo híbrido de las
funciones ejecutivas de Barkley. Revista complutense de educación, 11(1), 71.

Petersen, R. C., Aisen, P., Boeve, B. F., Geda, Y. E., Ivnik, R. J., Knopman, D. S., Jack, C.
R. (2013). Criteria for mild cognitive impairment due to alzheimer’s disease in the
community. Annals of Neurology,. doi:10.1002/ana.23931

Pereira, F., & Manrique, M. (2013). Confiabilidad y Validez del test Montreal. Revista
Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias. 2(4), 200-231.
Sanchez, A (2011). Atención selectiva como mecanismo de regulación emocional y factor
de vulnerabilidad a la depresión. Revista Neuropsicología Latinoamericana, 1110(7),
695-798.

Sánchez Gil, I. Y., & Pérez Martínez, V. T. (2008). El funcionamiento cognitivo en la


vejez: atención y percepción en el adulto mayor. Revista cubana de medicina general
integral, 24(2), 0-0.

Sánchez-Rodríguez J.L (2011) Revisión del constructo deterioro cognitivo leve. Revista
Neuropsicologica. 52(5), 300-305.
Verdejo-García, A. (2012). Procesamiento emocional, intercepción y funciones ejecutivas
en poli consumidores de drogas en tratamiento. Trastornos adictivos, 14(1), 10-20.

S-ar putea să vă placă și