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HIMNO DE SAN MARTÍN por tu virtud, reciben pan y

DE PORRES verdad, los pobres de tu amor hoy


como ayer, para tu gloria viven
CORO bendícelos y ampara su dolor.
¡Gloria inmortal a tu bendito
nombre
sol de amor de los pobres, San
Martín ERA UN NEGRITO
astro divino del Perú de América,
de la Iglesia invencible paladín! Érase un negrito, que de pequeñito
Son tus hermanos de ideal y patria ya solía rezar
los que hoy llegan fervientes a tu y cuando veía hombres que sufrían
altar; ya sabía llorar.
danos la luz que iluminó tu mente,
danos la fe que te enseñó a Martín, se llamaba Martín,
triunfar. negrito chiquitito, con alma de
marfil.
ESTROFA
¡Radiante flor del suelo americano Gatos y ratones, en el mismo plato,
que diste olor de augusta santidad; hacía comer
gala y blasón del pueblo peruano; y el odio en los hombres, con su
que en ti encendió la antorcha de alegre escoba, lograba barrer.
piedad!
Martín, se llamaba Martín,
Protégenos, tu caridad sagrada negrito chiquitito, con alma de
todo el Perú marfil
ardiente en su emoción;
si viene a él tu excelsa llamarada
de un pueblo hará tan sólo un Si a ti Martín, blanco de nieve, te
corazón. hizo Dios
hasta el cielo azul, lleva a los
CORO hombres, con ese amor.
Te dio el solar de Rosa, la divina
cuna de ardor para tu noble afán; Martín, se llamaba Martín,
Tu fe sin par, su alma peregrina; negrito chiquitito, con alma de
pasión de Dios, Domingo de Guzmán marfil
hoy como ayer,
CON SU ESCOBA MILAGROSA

CORO
Con su escoba milagrosa, San Martín,
de los cuerpos va quitando el dolor,
y a la vista de su humilde tez morena
van las almas otra vez pensando en Dios.
I
Es la historia de este santo singular
la que ahora se las voy a relatar,
y aunque negro, y de origen natural,
San Martín, llega así a la santidad.
II
Del convento, las campanas al tocar,
a los frailes van llamando a cantar;
por los claustros, con su escoba sin cesar,
en silencio él no deja de rezar.
III
Cierto día, que en grave necesidad
en demanda, sale el prior a la ciudad San Martín,
se le ofrece y es verdad como esclavo,
alguien me puede comprar
IV
Es a un perro y es a un gato y un ratón
que le dice San Martín con gran bondad
no se admiren, de su buena amistad
todo puede, cuando reina el amor.
V
Por los pobres, en su triste padecer
dulce y bueno, fue su amigo San Martín
todos saben, donde pueden recurrir
siempre es cierto que él los sabe socorrer.
VI
Para enfermos sin consuelo en su dolor
su esperanza es sólo verlo aparecer
cuando sienten el milagro de su amor
es un santo gritan todos por doquier.
VII
Del convento las campanas al doblar
a sus puertas gimen, lloran la ciudad
es Martín que se acaba de marchar
lo ha llamado su buen Dios a descansar.
Más el Santo con nosotros se quedó
para ayuda de nuestra necesidad

San Martín, San Martín


¡No te olvides de los que estamos aquí!

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