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La historia más triste de todos los mares: Aral

Un repaso a la desastrosa gestión de los recursos naturales de la cuenca del Aral por parte de la antigua URSS y
las ex-repúblicas una vez independizadas

Por Mario Alonso López - 8 mayo, 2016

Tal vez pensaste que no asistirías a la desaparición de un mar durante el periodo de nuestra breve existencia
como seres humanos, sobre todo si lo comparamos con la gigantesca escala temporal de nuestro planeta.
Lamento decir que te equivocabas.

Evolución del mar de Aral entre 1989 (izquierda) y 2008 (derecha). Earth Observatory, NASA.

El mar de Aral es un lago endorreico o mar interior situado en Asia Central, entre Kazajistán, al norte, y
Uzbekistán, al sur. Antiguamente, era uno de los cuatro lagos más grandes del mundo, solo por detrás del mar
Caspio, el lago Superior y el lago Victoria. Si bien es cierto que el mar de Aral aún no ha desaparecido por
completo, sí lo ha hecho del modo en el que lo conocíamos.

En la década de 1930, la superficie de este lago endorreico era de 67.000 km2, una masa única y continua. Sin
embargo, en la década de 1980 y de ahí en adelante, el mar se fue secando.

Se separó en dos cuerpos de agua bien diferenciados. El norte, de menor extensión, represado y alimentado por
las aguas del Sir Daria, y el sur, una masa residual abocada a la desaparición, alimentada por el Amu Daria.

¿Qué ha sucedido para que el Mar de Aral desaparezca?


Este mar-oasis ubicado en mitad de las regiones desérticas de Karakalpakistán (Uzbekistán) se sostenía en un
delgado equilibrio entre la evaporación y el aporte hídrico de los ríos Amu Daria y Sir Daria.

La población uzbeca y kazaja que vivía en el entorno del Aral lo hacía en armonía con el motor de su desarrollo
local. Practicaban la pesca o realizaban actividades comerciales relacionadas con el mar o la agricultura de
subsistencia. También, por supuesto, aprovechaban el agua para el autoabastecimiento.
Mapa de la cuenca del Mar de Aral. UNEP Global Environmental Alert Service.

El equilibrio se rompió durante los años 60. El colapso del sistema se originó de la mano de la antigua URSS.
Sucedió cuando Stalin ordenó efectuar obras de canalización para irrigar las llanuras adyacentes al río Sir Daria,
y el delta del río Amu Daria, duplicando así la superficie de cultivo, que pasó de 4 millones de hectáreas a 8
millones.

Dichas obras de canalización resultaron ser ineficientes y una gran cantidad de agua se perdía por el camino.
Por si no fuese suficiente, las especies agrícolas elegidas para la explotación eran en su mayor parte algodón y
arroz. Estos dos tipos de cultivo requieren de una cantidad de agua muy elevada para su producción.

Así se cambió el
curso de los ríos Amu Darya y Syr Darya. Exectutive Committee, International Fund for saving the Aral Sea,
2010.

Ante este escenario, la catástrofe estaba asegurada, y no es de extrañar. Aleksandr Voeikov, considerado el
climatólogo más importante de la historia de Rusia, era citado por las autoridades competentes mediante frases
como “El Mar de Aral es un evaporador inútil, un error de la naturaleza”, con el fin de justificar la expansión
del algodón, económicamente más rentable como materia prima en el sector textil.

Las consecuencias de la tragedia


El desvío de agua de los ríos Amu Daria y Sir Daria supuso en torno al 90% de su caudal anual, y de 1960 al
2008, la población de la cuenca del Aral se duplicó, llegando hasta los 60 millones de personas, como
consecuencia del aumento del regadío.
Esta presión demográfica ha incrementado la gravedad de la situación aún más si cabe, ya que los que se
asientan en el entorno del cadavérico mar, están sufriendo los efectos colaterales.

Unos efectos que se llaman cáncer esofágico, tuberculosis y diversas enfermedades respiratorias. Estas últimas,
consecuencia de las tormentas de sal y polvo que además contienen residuos de los pesticidas que se emplean en
los cultivos río arriba.

Aún hay más: estas enfermedades se han podido ver agravadas por la existencia de un campo de pruebas de
guerra microbiológica en la antigua Isla de Vozrozhdeniya, que hoy en día es una península.

Barcos abandonados en lo que un día fue


el Mar de Aral. Wikipedia.

https://www.geografiainfinita.com/2016/
05/la-historia-mas-triste-de-todos-los-
mares-aral/

La desecación del mar ha provocado que la salinidad del agua pase de 10 g/l a 110 g/l, una barbaridad si
tenemos en cuenta que la densidad media del mar en la Tierra es de 35 g/l. Como es lógico, la población y el
ecosistema de la región sobrevive a duras penas ante la escasez de un recurso vital como es el agua.

Otra de las consecuencias de la desaparición del Mar de Aral es el aumento de la amplitud térmica, en un área
que conformaba un oasis en mitad del desierto y que ahora es paradójicamente más extremo para la vida que el
propio desierto, debido a la toxicidad del suelo.

Medidas paliativas
Es evidente que la gestión de los recursos naturales de la cuenca del Aral ha sido desastrosa, bien por parte de
los dirigentes de la antigua URSS, bien por los máximos responsables de las ex repúblicas soviéticas de
Uzbekistán, Kazajistán, Turkmenistán, Kirguizistán y Tayikistán, que comparten los ríos Amu Daria y Sir Daria
en alguno de sus tramos.

Mapa del Cáucaso y Asia Central, con el mar de Aral situado entre Kazajistán y Uzbekistán. Wikipedia.
Estos 5 países han tenido intereses enfrentados por la gestión del agua de los ríos Daria, y cada uno reclama su
propiedad sobre la misma. Con el fin de solucionar este bloqueo diplomático, los 5 “Stan” crearon en 1992 la
Comisión Interestatal de Coordinación Hidrológica, cuyos principales temas de debate giran en torno a la
propiedad del agua y la responsabilidad de los países del curso alto para con los países del curso bajo.

Hasta la fecha, la única actuación llevada a cabo ha sido el represamiento del Mar de Aral Norte, mediante el
dique Kokaral, que ha obtenido muy buenos resultados durante los primeros años, recuperando el nivel del
agua. Sin embargo, esta decisión beneficia a la parte kazaja del Mar de Aral y condena inexorablemente las
esperanzas de recuperación de la parte sur, en suelo uzbeco, que queda privada de la aportación hídrica del río
Sir Daria.

Afortunadamente, la gravedad de la situación ha generado multitud de propuestas para evitar la extinción del
Mar de Aral Sur. Las más aceptadas son la mejora de la calidad de los canales de irrigación o la imposición de
tasas a los campesinos por el uso del agua de los ríos.

También la introducción de especies de algodón alternativas, cuyo cultivo requiera menor cantidad de agua.
Incluso un canal de trasvase Caspio-Aral, ya que el nivel del Mar Caspio ha estado aumentando constantemente
durante los últimos 20 años y posee cierto excedente.

No obstante, ¿cuál es la medida correcta? ¿Debe sacrificarse el futuro del Mar de Aral Sur en pro del Mar de
Aral Norte, teniendo en cuenta que las mejores previsiones no garantizan la recuperación del Mar tal y como lo
conocimos?

A pesar de todo, ¿existe un interés real de conservar el ecosistema de la Región de Karakalpakistán por parte de
los países implicados? Después de narrar la historia más triste de todos los mares, puede que ya no queden
muchas esperanzas.

El Mar de Aral muere de sed


La reconducción de los ríos que alimentaban al que fue el cuarto lago
más grande del mundo ha provocado una catástrofe ambiental y
sociál mayúscula

Imágenes tomadas por satélite del mar de Aral. A la izquierda en de agosto de 2000, a la derecha, en agosto de 2018.
NASA

María R. Sahuquillo (https://elpais.com/sociedad/2019/03/13/actualidad/1552488306_127329.html )

Moscú 13 MAR 2019 - 18:09 COT

Donde antes había agua, ahora solo queda arena. El llamado Mar de Aral, en Asia Central, antaño el cuarto lago
más grande del mundo, está prácticamente seco. Y ha dejado paso a un enorme desierto. Organizaciones
defensoras del medioambiente y expertos llevan años alertando del que ya se considera uno de los mayores
desastres naturales. Producido, además, por la mano del hombre. El Mar de Aral, entre Uzbekistán y Kazajistán,
que tuvo una superficie de unos 67.300 kilómetros y que suministraba una sexta parte de todo el pescado que se
consumía en la Unión Soviética, fue perdiendo flujo a medida que los ingenieros de la URSS desviaban los ríos
que lo alimentaban para nutrir las secas estepas, con el objetivo de crear enormes campos de arroz y otros
cultivos.

Zona del
mar de Aral en el distrito Mo'ynoq, Uzbekistan, en junio de 2018. Getty

Hoy, sólo queda un 10% de agua. Se ha perdido una superficie hídrica tan grande como Irlanda. El enorme mar
interior se ha transformado en lagos más pequeños. Cada uno con sus propias posibilidades de salir adelante,
apunta Petr Zavyálov, vicedirector de la Academia de Oceanografía de la Academia Rusa de Ciencias. Además,
el agua que queda tiene una salinidad mucho mayor debido a la evaporación, lo que la ha contaminado. Y
algunas de esas cuencas tienen mucha polución debido a los herbicidas y pesticidas utilizados en las
plantaciones.

Un barco
abandonado en Muynak, al noreste de Uzbekistán, en septiembre de 2018. Getty

El colapso del mar de Aral, del que alerta el último informe del departamento de Medio Ambiente de Naciones
Unidas difundido este miércoles, ha dejado secuelas mayúsculas. No solo es un desastre medioambiental,
también social. Como resultado de la desertificación de las últimas décadas, las que antes fueron ciudades
costeras fueron alejándose del agua; y murieron millones de peces. La antes prolífica industria pesquera
languideció hasta casi desaparecer,. Y eso derivó en un gran éxodo migratorio hacia zonas más prósperas.
Quienes se quedaron, además, sufren problemas de salud no sólo debido al agua contaminada, también a las
tormentas de polvo, que contienen residuos tóxicos, alertan los especialistas.
Los ciudadanos de ese área han experimentado problemas pulmonares y cardiacos, reducción de la fertilidad y
retraso del crecimiento. También se ha detectado un aumento de los casos de cáncer, tal y como revelan varios
estudios, por ejemplo uno hecho sobre el terreno por investigadoras del Instituto de Física de Uzbekistán. Los
pobladores de la zona se quejan, además, de que las autoridades no escucharon sus llamadas de alerta. Durante
años los pescadores locales clavaron palos en el lago para demostrar que el agua estaba disminuyendo. Pero no
se hizo nada. Ahora, imágenes de barcos abandonados, como la estela de un fantasma, dan testimonio de lo que
fue.

Hace ya una década que un proyecto financiado con ayuda internacional trata de devolver la vida al Mar de
Aral. Sin embargo, Zavyálov apunta que eso es casi imposible. Y no solo porque requiere la cooperación de
todos los países por donde transcurren los ríos que lo alimentan --en ciertos casos enfrentados o con mala
relación entre sí-- “En el ahora llamado mar de Aral pequeño, que está al norte, la situación se ha estabilizado,
han regresado peces. En el resto de estanques la situación es mucho peor. Hay que administrar agua dulce al
mar, pero ahora es imposible ya que el agua de los ríos se sigue usando para la agricultura”, avisa. “Además,
está el factor del cambio climático”, añade.

Aral, el mar que secó la Unión Soviética y que ahora


trata de volver a la vida
El desvío de los ríos que lo alimentaban para regar ha reducido el
cuarto mayor lago del mundo a un desierto de sal y ántrax
Seguir Unai Mezcua@UMezcua Actualizado:05/04/2018 21:00h23

Donde antes había peces y barcos hoy solo hay arena, cascos oxidados y esporas tóxicas de ántrax. Dentro de
muy poco del mar de Aral, antaño el cuarto lago más grande del mundo, solo quedará el recuerdo. Desde
1960 este mar interior, fronterizo entre las Kazajistán y Uzbekistán, se ha reducido hasta la mínima expresión,
después de que Stalin y sus sucesores al frente de la Unión Soviética decidieran que cualquier cosa era
sacrificable con tal de convertir los desérticos territorios de Asia Central en un vergel capaz de producir miles y
miles de toneladas de algodón.

Para lograr su meta, las autoridades soviéticas diseñaron y ejecutaron una de las transformaciones más
ambiciosas que se conocen, de una magnitud solo equiparable al daño medioambiental que provocó. En pocos
años se construyeron 45 embalses, más de 80 presas y cerca de 32.000 kilómetros de canales —la mayoría de
factura tan deficiente que pierden casi tanta o incluso más agua de la que transportan—. Semejante
infraestructura desvía de los ríos Amu Darya y Sir Darya la friolera de 48.000 millones de metros cúbicos al
año, dejándo que el lago quede alimentado únicamente por una octava parte del caudal original, cifra que la
elevada evaporación reduce aún más.

El plan funcionó... pero a cambio de un precio altísimo. En la actualidad Kazajstán es uno de los mayores
productores mundiales de algodón, pero la otrora próspera industria pesquera de la zona, que daba trabajo a
cientos de kazajos y uzbecos, está tan seca y muerta como el propio lago, tal y como muestra el documental
«Aral. El mar perdido» que la cineasta Isabel Coixet grabó en 2010.

El mar de Aral, en 2005 - REUTERS


Los muelles, las plantas de procesamiento, almacenes e incluso pueblos y ciudades enteras que vivían de la
pesca languidecen abandonadas, pudriéndose al sol del desierto. La vida sólo sobrevive en en la zona norte,
donde una presa construida en 2005 gracias a una donación de trescientos millones de dólares del Banco
Mundial mantiene estancada una mínima parte de lo que hasta hace pocas décadas fue una extensión de agua
del tamaño de Irlanda.

Sin embargo, la industria pesquera no fue la única víctima de la desecación del lago. El gran perjudicado fue
el ecosistema de la zona, ya que han desaparecido 20 de las 24 especies de peces existentes y con ellas, otras
tantas tantas de aves que dependían de ellos y de la flora del lugar, que también se ha visto severamente
afectada. Un daño provocado con conocimiento de causa: según denunció el hidrólogo Aleksandr Asarin,
empleado en el proyecto, al diario norteamericano «The New York Times», la cúpula soviética tenía previsto el
secado del Mar de Aral en apenas cinco años.

Esporal de ántrax

También el clima de la región se ha visto afectado de forma irrecuperable. Las tormentas de polvo son
habituales y lo peor es que no arrastran solo arena, sino también esporas tóxicas de ántrax procedentes la
antigua base secreta de investigación biológica de Vozrozhdeniye, abandonada tras la caída del muro de Berlín
en 1989.

Cuando fue construida por los soviéticos, en 1948, la base presentaba una ubicación inmejorable en plena isla
Renacimiento, asilada en el centro del lago. Sin embargo, la desecación de las aguas convirtió la isla primero
en una península y, poco a poco, en una parte indistinguible del desolado desierto que ahora ocupa la mayor
parte de la cuenca del lago, que ha pasado aser conocido como Desierto de Aralkum.

Antes de abandonarla, no obstante, los oficiales del Ejército Rojo trataron de eliminar las esporas
sumergiéndolas en lejía y enterrándolas profundamente en la arena. Sin embargo, una exporación realizada en
1997 por científicos norteamericanos encontró esporas todavía activas en seis de las once áreas donde habían
sido enterradas.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos se comprometió a financiar la limpieza del
ántrax para evitar que fuera utilizado por grupos terroristas, aunque poco se podía hacer para eliminar las
esporas que ya se habían filtrado a la superficie y que durante décadas el viento difuminó sin ningún control.
Aún hoy, la tasa de mortalidad infantil es del 10%, la bronquitis crónica ha aumentado un 3000%, la artritis un
6000% y los alrededores del moribundo lago tienen el triste honor de ostentar la mayor tasa de cáncer de
esófago del planeta, hasta catorce veces superior a la media del entorno.

La esperanza, en el norte

En la actualidad, los esfuerzos de la comunidad internacional se centran en recuperar la pequeña parte norte,
delimitada por el muro construído con el dinero del Banco Mundial. Las últimas imágenes de la NASA, de
2017, muestran la mejoría en la zona. No obstante, prácticamente no queda ninguna esperanza para la zona sur,
que según las estimaciones de los científicos se secará totalmente antes de 2020.

Estado del mar de Aral en agosto de 2017


Mar de Aral
Mar de Aral

(Арал Теңізі • Orol dengizi • Аральскοе мοре • Дарёчаи


Хоразм • ‫)خوارزم دری اچ ه‬

Vistas de satélite de 1989 y 2014

Ubicación geográfica y administrativa

Continente Asia

Región Asia Central

Cuenca hidrográfica endorreica con diversos canales

Kazajistán
País(es)
Uzbekistán

Aktobé
Kyzylorda
División(es)
República Autónoma de
Karakalpakia (UZB)

Cuerpo de agua

Ciudades costeras Aral y Moynaq

Afluentes Ríos Amu Daria (S) y Sir Daria (N)

Efluentes Evaporación

Dimensiones

Longitud km

Anchura máxima km
6800 km² (2008, 2 lagos)
17 160 km² (2004, 4 lagos)
Superficie
28 687 km² (1998, 2 lagos)
68 000 km² (1960, 1 lago)

Superficie de la cuenca 690 000 km²

Volumen 27 km³ (2007)

Media: 8,7 m (lago Norte, 2007)


14-15 m (lago Sur, 2005)
Profundidad
Máxima: 42 m (lago Norte, 2008)
37-40 m (lago Sur, 2005)

42 m (lago Norte, 2007)


Altitud
29 m (lago Sur, 2007)

Características del embalse

Área drenada 1 549 000 km²

Otros datos

Otros países de la Afganistán, Turkmenistan y


cuenca Tajikistan

Mapa(s) de localización

Mar de Aral

Ubicación (Kazajistán).
Animación del estado del mar de Aral

45°N 60°ECoordenadas:
Coordenadas
45°N 60°E (mapa)

El mar de Aral (en kazajo, Арал Теңізі, Aral Tengizi; en uzbeko, Orol dengizi; en ruso, Аральскοе мοре,
Aralskoye more; en tayiko, Дарёчаи Хоразм, Darëchai Jorazm; en persa: ahcoyraD ,‫دری اچه خوارزم‬-i Khorazm ,
lago Khuarazm) es un lago endorreico, o mar interior, situado en Asia Central, entre Kazajistán, al norte, y
Uzbekistán, al sur. Si bien es denominado «mar», Kazajistán y Uzbekistán son considerados estados sin litoral.
Antiguamente, era uno de los cuatro lagos más grandes del mundo, con una superficie de 68 000 km². En la
actualidad, el mar de Aral se ha reducido a menos del 10 % de su tamaño original, hecho que se ha calificado
como uno de los mayores desastres medioambientales ocurridos en la historia reciente.

Tras los trasvases de agua realizados por la Unión Soviética en los años 1960, de los ríos Amu Daria y Sir Daria
que en él confluyen, el lago se redujo de manera drástica aunque oscilante. Se pretendía desviar agua para regar
cultivos, principalmente de algodón, en Uzbekistán y Kazajistán. Tras la caída de la URSS, la falta de
entendimiento debida al enfrentamiento entre los países que antes formaban parte de la desaparecida Unión
Soviética, ha impedido que se detuviese esta reducción constante; pues Kazajistán y Uzbekistán, que se reparten
lo que queda del mar de Aral, están enfrentadas con Kirguizistán y Tayikistán, repúblicas por donde fluyen los
ríos que alimentaban el otrora gran mar interior.1

Además, como resultado de pruebas armamentísticas, proyectos industriales y vertidos de residuos de


fertilizantes durante todo el siglo XX, el mar tiene un alto índice de contaminación.

Toponimia
Se sabe que los antiguos geógrafos árabes y persas lo denominaron Khuarazm o Kharezm, debido a la vecina
región de Corasmia. Su nombre actual, que en español significa aproximadamente ‘mar de islas’,2 se debe a los
más de 1500 pequeños islotes mayores de una hectárea de extensión emergidos dentro del lago, la mayoría de
los cuales han desaparecido debido a los problemas ambientales que tiene el lago actualmente.

Formación
Durante el Cenozoico estuvo conectado, entre otros, con el mar Negro 3 y, posteriormente después de su
separación, se convirtió en una depresión en medio del desierto de Asia Central; esta fue llenada de manera
simultánea por los ríos Amu Daria y Sir Daria hace 10 o 20 mil años (esto es, durante el Pleistoceno),
convirtiéndola en una zona de oasis y, posteriormente, en un lago.4 Sin embargo, los trasvases de agua de dichos
ríos para el regadío de cultivos como el algodón redujeron de manera considerable el volumen del mar de Aral
desde la década de 1960. Esto ha aumentado la desertificación de la región, provocando una catástrofe
ecológica irreversible considerada como una de las peores del planeta.56789

Primeros usos humanos y navegación

Primeros botes rusos en el mar de Aral. Dibujo de Tarás Shevchenko en 1848.

La presencia militar rusa en el mar de Aral comenzó en 1847 con la fundación de Raimsk, que pronto pasó a
llamarse Aralsk, cerca de la desembocadura del Sir Daria. Después, la Marina Imperial Rusa empezó a
desplegar sus buques en el mar. Debido a que la cuenca del Aral no está conectada a otros cuerpos de agua, los
buques debieron ser desmontados en Oremburgo, junto al Ural, enviados por tierra a Aralsk (presumiblemente
por una caravana de camellos), y luego reensamblados. Las dos primeras embarcaciones en ser botadas al lago
fueron dos goletas de dos mástiles, llamadas Nikolai y Mikhail. La primera era un buque de guerra, y la
segunda, un buque mercante para servir a los establecimientos pesqueros del lago. En 1848, ambas
embarcaciones estudiaron la porción septentrional del lago y, en ese mismo año, fue ensamblado el Constantine,
un buque de guerra. Comandado por Alekséi Butakov, el Constantine exploró por completo el mar de Aral en
los dos años siguientes.10 El poeta y pintor ucraniano Tarás Shevchenko formó parte de la expedición, en la cual
hizo varios dibujos de la costa del Aral.11

Para la navegación en 1851, tres vapores suecos de nueva construcción llegaron en camello desde Oremburgo.
Sin embargo, dado que las expediciones geológicas previas no habían logrado encontrar depósitos de carbón en
la zona, Vasili Perovsky ordenó "un abastecimiento tan grande como fuera posible" de saksaul, un arbusto del
desierto similar a la gobernadora, que sería llevada a Aralsk y luego usada en los vapores. Desafortunadamente,
esta madera no fue un combustible muy adecuado, y la flotilla finalmente fue abastecida con carbón de
Donéts.10

Problemas ecológicos

Mapa del mar de Aral de 1853.

En 1959, la Unión Soviética decidió desviar parte del agua de los dos grandes ríos de Asia Central, el Amu
Daria en el sur y el Sir Daria en el noreste, para poder desarrollar cultivos de regadío en el desierto de Asia
Central.7 De esta manera, el Asia Central soviética comenzó a producir arroz, melones, cereales y, muy en
especial, algodón. La Unión Soviética pretendía convertirse en uno de los principales productores mundiales de
algodón, y lo consiguió; en la actualidad, Uzbekistán es uno de los mayores productores exportadores de
algodón en el mundo.12

Los canales de irrigación comenzaron a construirse a gran escala en los años 1930. La calidad de la
construcción de muchos de estos canales era ínfima, lo cual dejaba que parte del agua se filtrara o se evaporara.
En el caso del canal de Kara Kum, el mayor de Asia Central, se desaprovechaba probablemente hasta un 70%
del agua. Aun hoy solo el 12% de la longitud total de canales de irrigación de Uzbekistán está
impermeabilizado.8

Antes de 1960, se estima que ya se desviaban a la tierra entre 20 y 70 kilómetros cúbicos de agua. Así, la mayor
parte del suministro de agua del mar de Aral se había desviado y en la década del 60, el mar comenzó a
menguar. Entre 1961 y 1970, el nivel del mar de Aral descendió a un ritmo medio de 20 cm al año. En los años
70, el ritmo de descenso del nivel casi se triplicó, hasta alcanzar entre 50 y 60 cm anuales. En los años 80, el
nivel del mar se reducía una media de entre 80 y 90 cm cada año. Y a pesar de esto, el volumen de agua
utilizada para la irrigación continuó en aumento. La cantidad de agua extraída de los ríos se duplicó entre 1960
y 1980.8 Mientras tanto, la producción de algodón casi se duplicó en el mismo periodo.

La progresiva desaparición del gran lago no sorprendía a los soviéticos. Ya lo habían esperado. Aparentemente,
en la URSS se consideraba que el Aral era un «error de la naturaleza», y un ingeniero soviético habría dicho en
1968 que «es evidente para todo el mundo que la desaparición del mar de Aral es inevitable».13

Situación actual

El mar de Aral visto desde el espacio en 1985.

Momento en que la isla Renacimiento, originalmente en el centro del Aral, se convierte en una península (finales de
2000-comienzos de 2001).

Comparación entre el estado del mar de Aral en 1989 y el 12 de agosto de 2003. (origen de la imagen: NASA)

Barco abandonado cerca de la ciudad de Aral (Kazajistán).


La superficie del mar de Aral se ha reducido actualmente en un 60 %, y su volumen en casi un 80 %. En 1960,
el mar de Aral era el cuarto mayor lago del mundo, con un área aproximada de 68 042 km², y un volumen de
1100 km³. En 1998, ya había descendido hasta 28 687 km², el octavo lago del mundo. Durante el mismo
intervalo de tiempo, la salinidad del mar ha aumentado desde alrededor de 10 g/l hasta unos 45 g/l.

En 1987 la disminución progresiva del nivel de las aguas acabó dividiendo el lago en dos volúmenes de agua
separados, el mar de Aral Norte y el mar de Aral Sur, este último dividido a su vez en la porción central y la
porción occidental.8 Aunque se construyó un canal artificial para conectar la parte norte y la parte sur, la
conexión se había perdido ya en 1999, debido al cada vez más acusado descenso de las aguas.

El ecosistema original del mar de Aral se considera actualmente colapsado (CO) según los criterios de la Lista
Roja de Ecosistemas de la UICN.14

Mar de Aral Norte y expectativas de recuperación en 2010

Se llevaron a cabo trabajos para preservar el mar de Aral Norte, incluida la construcción de presas que
garanticen la preservación de un flujo constante de agua dulce. En octubre de 2003, el Gobierno de Kazajistán
dio a conocer un plan para construir una presa de hormigón, el llamado dique Kokaral, para separar las dos
partes del mar de Aral, de modo que se pueda elevar el nivel del agua en ese trozo del mar original y reducir los
niveles de salinidad. El objetivo se logró en 2007.15 Durante 2010 a 2012 se ha llevado una faraónica labor de
recuperación del mar de Aral, además de la construcción del dique Kokaral antes mencionado, se están
mejorando los sistemas de riego, e incluso se está planteando el trasvase de agua de algún río de Siberia.

En otoño del año 2015 la orilla del mar de Aral Norte se había acercado ya hasta 20 km. de la ciudad de
Aralsk,16 cuando hace una década estaba a 100 km. Entre 2005 y 2006, el dique propició que el nivel del agua
subiera a un ritmo inesperado. Pero desde entonces la mejoría parece haberse estancado. Hoy, el Aral Norte
cubre 800 km cuadrados más que hace 4 años. Para los científicos de la NASA, la velocidad de recuperación
incluso supera las expectativas, aunque el dique eliminó la posibilidad de recuperar la parte sur, situada en
Uzbekistán.

El Gobierno kazajo y el Banco Mundial están intentando desarrollar una segunda fase de su proyecto, que
podría dar al mar otro empujón hacia Aralsk. Esto implicará grandes inversiones para mejorar los sistemas de
riego de la región, por los que se escapan cantidades enormes de agua actualmente. Pero el plan todavía no es
una realidad. Pese a ello, los resultados ya están ahí: el mar ha vuelto, la pesca se ha recuperado
significativamente, las plantas de procesamiento de pescado están trabajando y los productos se exportan a
Europa.

Estos logros y la confianza en que el mar volverá han resucitado el sector pesquero. Hace un decenio, no había
pescadores en Aralsk. Hoy, 600 hombres agrupados en cooperativas han vuelto a faenar y capturan unas 1.000
toneladas de platija cada año. Detrás de este éxito, se encuentra la ONG local Aral Tenizy. Esta organización,
en colaboración con científicos de la Sociedad Danesa para un Océano Vivo, ha orientado a los habitantes de la
región de Aralsk que deseaban retomar las artes de pesca abandonadas durante años.

Mar de Aral Sur

Por razones económicas, el mar de Aral Sur ha sido abandonado a su suerte. En su agonía, está dejando enormes
llanuras de sal, que producen tormentas de arena,817 que llegan a sitios lejanos como Pakistán y el Ártico,18 y
que hacen los inviernos más fríos y los veranos más cálidos.81518 Uno de los intentos de mitigar estos efectos
consiste en la plantación de vegetación en el antiguo fondo del mar, ahora tierra firme.19

En el verano de 2003, el mar de Aral Sur estaba desapareciendo más rápido de lo que se había previsto.19 La
superficie está ahora a tan solo 30,5 metros sobre el nivel del mar (3,5 metros más baja de lo que se había
previsto a principios de los años 90), y el agua tiene una salinidad 2,4 veces mayor que la del océano. En las
partes más profundas del mar, las aguas más bajas tienen mayor concentración de sal que las superficiales,
conformando dos tipos de agua que no se mezclan entre sí.19 Por esto, solo la parte superficial del mar se
calienta en verano, y esta se evapora a mayor velocidad de lo que cabría esperar. Según estimaciones basadas en
datos recientes, la parte occidental del mar de Aral Sur habrá desaparecido en (2011),19 mientras que la parte
oriental podría mantenerse, de forma precaria, indefinidamente.

El ecosistema del mar de Aral y de los deltas de los ríos que confluyen en él está prácticamente destruido, en
gran medida por la altísima salinidad. Además, la tierra en torno al mar está muy contaminada, y las personas
que viven en la región sufren de escasez de agua dulce, unida a problemas de salud diversos.6720 La contracción
del mar ha dejado extensas llanuras cubiertas de sal y de productos tóxicos,7 que son arrastrados por el viento a
las zonas habitadas.8 La población cercana al mar de Aral presenta una incidencia elevada de ciertas formas de
cáncer y enfermedades pulmonares, entre otras patologías, posiblemente debidas a cambios en el ADN.21 Los
cultivos tradicionales también están siendo destruidos por la sal que se deposita en la tierra. La ciudad de
Moynaq, en Uzbekistán, tuvo en el pasado un puerto bullicioso y una industria pesquera que daba empleo a
unas 60.000 personas. Actualmente, la ciudad dista muchos kilómetros de la nueva costa. Los barcos pesqueros
se encuentran varados en tierra sobre las llanuras que una vez fueron fondo del mar. Muchos de esos barcos
llevan más de 20 años abandonados. La única empresa pesquera que queda en la zona se encarga de importar
pescado desde el océano Pacífico,17 a miles de kilómetros.

La tragedia de la costa del Aral fue narrada en la película Psy (Псы, "Perros"), de Dmitri Svetozarov (URSS,
1989). La película fue filmada en una de las ciudades fantasma de la costa, entre edificios y barcos
abandonados.

Los cambios que ha sufrido esta zona en los últimos 14 años fueron documentados a través de imágenes
satelitales de la Nasa, que evidencian que el lago se ha ido secando y que las condiciones secas del 2014
causaron que el lóbulo oriental del Mar de Aral Sur se secara por completo.

"La pérdida de agua hizo inviernos más fríos y veranos más cálidos y secos. El daño alcanzó su punto máximo
este año, cuando el lóbulo oriental del mar de Aral Sur – que en realidad era el centro del lago original – se secó
completamente", informa la Nasa.

Además de ser considerado como uno de los peores desastres naturales, comunidades de la región que antes se
dedicaban a la pesca y a la agricultura ya no pueden ejercer esta actividad elevando el desempleo y problemas
económicos. También se advirtió que la población cercana al Mar de Aral presenta una incidencia elevada de
enfermedades pulmonares y otras patologías.

“A medida que el lago se secó, la pesca y las comunidades que dependen de ellos se derrumbaron. El agua cada
vez más salada se contaminó con fertilizantes y pesticidas. El polvo que sopla desde el lecho del lago expuesto,
contaminado con productos químicos agrícolas, se convirtió en un peligro para la salud pública”, registró la
Nasa.

Entre los años 2009 y 2014 se alternaron temporadas secas y húmedas. Los niveles de agua fluctuaron
anualmente. Las condiciones secas en 2014 causaron que el lóbulo oriental del mar del sur se seque por
completo por primera vez en los tiempos modernos.

Soluciones posibles

Se han propuesto diferentes soluciones a los problemas ocasionados por la pérdida de agua del mar de Aral, en
diversos grados de viabilidad y coste económico. Entre estas se incluyen:

 Mejora de la calidad de los canales de irrigación.


 Instalación de plantas de desalinización.
 Imposición de tasas a los campesinos por el uso del agua de los ríos.
 Introducción de especies de algodón alternativas, cuyo cultivo requiera menor cantidad de agua.
 Trasvase de agua de los glaciares de Siberia para reemplazar el agua perdida en el Aral.1522
 Utilización de menos productos químicos en el proceso del algodón.

En enero de 1994, los países de Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán y Kirguistán firmaron un
acuerdo por el que se comprometían a destinar un 1% de sus presupuestos a contribuir a la recuperación del
mar. Sin embargo, la cooperación entre estos países ha sido mínima.6

Actualmente, la porción norte del mar de Aral se está recuperando, debido al dique Kokaral que el Gobierno de
Kazajistán construyó para impedir que las aguas fluyeran hacia el lado izquierdo del mar.61523

En agosto de 2008 se creó la primera ONG ecologista uzbeca, el Movimiento Ecologista de Uzbekistán, que
pretende, entre otros objetivos, recuperar el mar de Aral.24

Instalaciones de armas biológicas en la isla de Vozrozhdeniya


Artículo principal: Isla Vozrozhdeniya

En 1948 se construyó un laboratorio soviético secreto de armas biológicas que formaba parte de las 18
instituciones de la agencia de guerra biológica Biopreparat en la isla situada en mitad del mar de Aral,925 en la
isla Vozrozhdeniya (Renacimiento); que actualmente es una península, y es territorio en disputa entre
Kazajistán y Uzbekistán. Los detalles concretos sobre la historia, las funciones y la situación actual de estas
instalaciones no han sido revelados aún. La base fue abandonada en 1992 tras la desintegración del ejército
soviético.2526 Diversas expediciones científicas demostraron que ese lugar se había utilizado para la producción,
pruebas y también el desecho de armas biológicas.2728 Estos fueron limpiados, gracias a un proyecto
internacional conjunto para limpiar los vertederos, en particular los de carbunco,2729

Desarrollo económico
El mar de Aral es en gran parte desconocido, pero posee un montón de promesas en términos de búsqueda de
petróleo y gas. Existe riesgo, por supuesto, pero creemos en el éxito de este proyecto único.

Ergas Shoismatov, vice-Primer Ministro de Uzbekistán, anunció el 30 de agosto de 2006 que el Gobierno de
Uzbekistán, y un consorcio internacional compuesto por Uzbekneftegaz, LUKoil, Petronas, Korea National Oil
Corporation y China National Petroleum Corporation firmaron un acuerdo de participación y producción para
explorar y desarrollar yacimientos de gas y petróleo en el mar de Aral. El consorcio fue creado en septiembre de
2005.30

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