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Suicidio adolescente y otredad: La ballena azul dentro del aula

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Francisco Ceballos-Espinoza

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ENDOGENEIDAD. MODERNIDAD. ESCOLARIDAD
ENDOGENEITY. MODERNITY. SCHOOLING

REPORTE

SUICIDIO ADOLESCENTE Y OTREDAD:


LA BALLENA AZUL DENTRO DEL AULA1
(Rev GPU 2018; 14; 1: 25-34)

Francisco Ceballos-Espinoza2

Durante los últimos años se han registrado cambios sustanciales en el comportamiento estadístico
del fenómeno suicida. Una de estas variaciones tiene relación con el aumento significativo de la
tasa de mortalidad por suicidio adolescente. Aunque no existe una explicación unívoca respecto
de esta tendencia estadística, es innegable la incidencia del desarrollo tecnológico y los factores
contextuales propios de la modernidad. De esta forma, conjuntamente con las características en-
dógenas presentes en esta etapa vital, resulta necesario enfocar la atención al escenario en que los
adolescentes se movilizan en la actualidad. El acceso a internet y la masificación del uso de teléfo-
nos móviles conforman los nuevos espacios de comunicación e interrelación entre los jóvenes y su
entorno. La otredad, en este escenario generacional –aun cuando en ocasiones se instala desde la
incertidumbre y lo desconocido– resulta determinante en el desarrollo adolescente. En esta etapa
de vida algunos elementos –propios del contexto escolar y de la influencia de internet– constituyen
dos de los factores de riesgo de mayor estudio dentro de la literatura científica en esa línea de inves-
tigación; sin embargo, estos elementos resultan insuficientes a la hora de explicar la complejidad
del suicidio adolescente.

1
Adolescent suicide and otherness: The blue whale inside the classroom: ponencia presentada en el VI Congreso Internacional
de Psicología y Educación organizado por Psychology Investigation Corp. Octubre, 2017. Lima, Perú. ISBN: 978-9962-5571-3-5.
2
Detective/Psicólogo Criminalista. Departamento de Estudios Criminológicos, Instituto de Criminología de la Policía de Investi-
gaciones de Chile (PDI). Docente de la Academia Superior de Estudios Policiales. Correspondencia: Avda. José Domingo Cañas
Nº 2025, Ñuñoa, Santiago de Chile. Cod. Postal 7750000. Mail: fceballose@gmail.com

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Suicidio adolescente y otredad: la ballena azul dentro del aula

INTRODUCCIÓN los adolescentes –junto con los cambios físicos experi-


mentados– tienden a reafirmar su propia identidad, a

L a Organización para la Cooperación y Desarrollo


Económico (OCDE, 2015) reportó cerca de 150 mil
suicidios durante el año 2013 entre los 34 países que
la vez que buscan identificarse y ser aceptados por el
grupo social de referencia. Este sistema de valores –y
los puntos de referencia– cambia de una forma consi-
integran el señalado organismo. Durante el mismo año derable, especialmente en lo referido a la relación con
las tasas más bajas3 se registraron en Turquía (2.6 x 100 la familia y la escuela, espacios en los cuales se esta-
mil habs.), Grecia (4.2 x 100 mil habs.), México (5.0 x blecen nuevas formas de interrelación, comunicación y
100 mil habs.), Italia (6.3 x 100 mil habs.) e Israel (6.4 utilización del tiempo libre y de recreación. Por lo mis-
x 100 mil habs.). En sentido contrario, Corea del Sur mo, este periodo es idóneo para la adopción de hábitos
tuvo la mayor tasa de suicidios (29.1 x 100 mil habs.), y actitudes nocivas como el uso de sustancias adictivas
seguido de Hungría (19.4 x 100 mil habs.), Japón (18.7 y el intento suicida que posteriormente pueden perma-
x 100 mil habs.) y Eslovenia (18.6 x 100 mil habs.). Chile, necer en la adultez (Álvarez-Toste et al., 2018).
por su parte se sitúa en el lugar 17 con 11 muertes por Para la Organización Mundial de la Salud (OMS,
suicidio por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, al 2014) el suicidio ocupa el tercer lugar entre las causas
comparar la variación de las tasas de suicidio durante el de mortalidad durante la adolescencia, en tanto que la
periodo 1995-2009, este país presenta la segunda ma- depresión constituye la primera causa de morbilidad y
yor alza en la tasa de mortalidad por esta causa –en la discapacidad para el mismo rango etario (10-19 años).
población adolescente– entre los Estados miembros de No cabe duda que el suicidio, tanto en la adolescencia
la OCDE. Esta variación estadística, solo es superada por como en la población en general, es una conducta de
Corea del Sur con un aumento que promedia el 54,9% etiología multideterminada y compleja, parte de un
para el periodo en estudio, seguido –en ese orden– por proceso dinámico de carácter biopsicosocial en el que
Japón, México y Portugal (OCDE, 2011). influye una serie de factores de distinta naturaleza. Al
Este indicador no resulta un dato aislado y las cifras respecto, diversas investigaciones han reportado que la
instalan un panorama particularmente preocupante. El depresión (Villalobos-Galvis, 2009), la baja autoestima
aumento de adolescentes que fallecen por causas ex- (Fuentes et al., 2009; Cabra, Infante y Sossa, 2010), un
ternas, tales como homicidio, accidentes de tránsito y historial familiar con antecedentes de suicidio (Vargas
suicidio, representa –en la actualidad– un 60% del total y Saavedra, 2012), la disfuncionalidad familiar (Carva-
de muertes para este grupo etario (Ministerio de Salud jal y Caro, 2011; Pérez, Téllez, Vélez y Ibáñez, 2012) y la
de Chile [MINSAL], 2013); y, en el caso particular de las angustia por sentimientos de rechazo e incomprensión
muertes a causa de suicidio, Chile forma parte de los 5 por parte de los padres como dinámica de relación in-
países con mayor tasa de mortalidad adolescente auto- terpersonal (Córdova, Cubillas y Román, 2011), son las
provocada (rango etario de 15 a 19 años), situándose solo variables que mejor explican la presencia de ideación
por debajo de Rusia, Nueva Zelanda, Irlanda y Finlandia suicida en la población adolescente.
(OCDE, 2011). En consecuencia, este fenómeno crimino- Pese a tales hallazgos, algunos investigadores ad-
lógico se instala como uno de los mayores problemas a vierten que la ideación suicida –por sí sola– no condu-
los que se encuentra expuesta la población adolescente. ce a la planificación o a la tentativa suicida, en tanto,
esta requiere de la vinculación con otras variables para
ADOLESCENCIA Y SUICIDIO suscitar el tránsito del pensamiento hacia la planifi-
cación, la tentativa o el suicidio consumado (Boenin-
La Organización Mundial de la salud define la adoles- ger, Masyn, Feldman y Conger, 2010; Bowers, Banda
cencia como el periodo de crecimiento y desarrollo hu- y Nijman, 2010). Al respecto, Beck, Rush, Shaw y Gary
mano que se produce después de la niñez y antes de la (1983), señalan que la etiología implicada en el intento
edad adulta, entre los 10 y los 19 años4. En esta etapa suicida es un continuo en el que hay que otorgar espe-
cial atención a los deseos y a los planes para cometerlo
(ideación suicida), a los sentimientos de inutilidad, a las
pérdidas recientes, al aislamiento social, a la desespe-
3
En el mismo documento la OCDE señala que el número
de suicidios en ciertos países puede ser inferior al real
ranza y a la incapacidad para pedir ayuda. En esta línea
debido al estigma asociado con el acto o la falta de fiabi- de investigación, Tang et al. (2009) reportaron que el
lidad de datos asociados con los criterios de notificación. sexo femenino, la baja autoestima, el consumo semanal
4
Recuperado de http: //www.who.int/maternal_child_ de alcohol, el consumo de drogas ilícitas, presencia de
adolescent/topics/adolescence/dev/es/ cuadro depresivo, conflictos familiares, el bajo nivel de

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educación materna, familia disfuncional, la escasa co- intensifica el uso que hace de las nuevas tecnologías;
nexión con la escuela, problemas relacionales con en el por ello, la adolescencia puede suponer –en sí misma–
grupo de pares y el abandono escolar son indicadores un factor de riesgo ante el uso de estos nuevos medios,
que se asocian con el intento suicida del adolescente. elemento que los educadores deben identificar y pre-
De cualquier forma, las investigaciones son coin- venir adecuadamente.
cidentes en señalar la relevancia de la familia para Se ha sugerido, en tal sentido, que los medios de
este grupo etario. De acuerdo con Montero (1997), la comunicación –dentro de ellos las redes sociales– po-
familia constituye la primera red de apoyo social que drían tener una actuación determinante y un efecto de
posee el individuo, amortiguadora de las tensiones contagio en la instalación de conductas suicidas de tipo
que engendra la vida cotidiana; sin embargo, advierte imitativo (Cheng, Hawton, Lee y Chen, 2007; Kirkland,
que –de igual forma– podría constituir un elemento 1999; Phillips, 1982; Stack, 1996). Es lo que se ha deno-
generador de estrés en sí mismo. De tal manera que, minado efecto Werthef, también conocido como efecto
así como constituye un factor protector, puede –tam- Copycat, el cual –según algunos estudios realizados– es
bién– representar un factor de riesgo y desempeñar más probable que se produzca cuando el modelo es
una función importante en la aparición de conductas una persona célebre (Cheng, Hawton, Lee y Chen, 2007;
de tipo suicida (Arias et al., 2009; Turecki, Ernst, Jollant, Fu y Chan, 2013; Park et al., 2016; Pirkis y Blood, 2001).
Labonté y Mechawar, 2012; Rajalin, Hirvikoski y Joki- De ahí que Kaplan y Sadock (2000) se refieran a este
nen, 2013). fenómeno como efecto de identificación, según el cual,
Se puede afirmar, por lo tanto, que un clima fami- una conducta suicida puede precipitar otros intentos
liar desfavorable incide negativamente en la conducta en un grupo de adolescentes con características simi-
adolescente, propiciando la aparición de conductas lares, lo que se ha descrito también como suicidio por
disruptivas que visibilizan el conflicto con su entorno; imitación. Para Durkheim (1897) es probable que este
y, como parte de aquellas, surge la posibilidad de con- suicidio por imitación ocurra en cuanto más cercana
cretar actos lesivos que atenten contra sí mismo. Frente sea la víctima de suicidio anterior. El aula se transfor-
a esta carencia familiar, la existencia de redes sociales ma así en un espacio de cuidado, pues la exposición a
de apoyo constituye un elemento fundamental en el conductas suicidas –o intentos suicidas– por parte de
desarrollo adolescente, de tal manera que las redes vin- compañeros aumenta seriamente el riesgo de contagio
culares que se establecen dentro del contexto escolar en el entorno más próximo (Chan et al., 2017; Phillips,
tienen una importancia fundamental; entre otras cosas, 1982; Zimmerman, Rees, Posick y Zimmerman, 2016).
por la gran cantidad de tiempo que el adolescente per- De esta forma, no cabe duda que el contexto es-
manece –durante el día– en ese espacio de convivencia colar –como espacio de conformación adolescente
con sus pares. (al igual que la familia)– puede representar un factor
protector, pero también puede constituir un factor de
LA OTREDAD EN EL CONTEXTO ESCOLAR riesgo. En este lugar el grupo de pares resulta esencial a
la hora de entender los comportamientos individuales.
En la adolescencia, tanto la familia como el entorno so- Aquí, la otredad entendida como “los otros”, el grupo
cial más amplio cumplen un rol fundamental y relevan- de afuera, constituye un elemento clave para la com-
te para la conformación del sujeto (Kidd et al., 2006). prensión de los fenómenos conductuales desplegados
En estos espacios interpersonales la percepción sobre dentro de este espacio escolar (Fossaert, 1983). En este
sí mismo –del esquema corporal y las características fí- lugar el adolescente considera al otro como parte ex-
sicas– junto a la percepción que los demás tienen sobre terna a él, ajeno a su actuar; y por lo mismo, la valora-
él, constituyen los elementos de mayor peso en la con- ción que hace del otro surge de sus propios principios
solidación de su identidad (Di Rico, Paternain, Portillo y y valores (Montero, 2001); y, aunque se exterioriza a
Galarza, 2016). La familia, en este nuevo escenario, deja partir del deseo de convivir con los miembros de su
de ser el eje fundamental de socialización; y los ami- entorno, esto no siempre es tarea sencilla, en tanto los
gos pasan a desempeñar un papel preponderante en roles y percepciones presentes –en el adolescente y el
su constitución como sujeto. De ahí deriva la importan- otro– distorsionan la realidad y la forma de visualizar el
cia de la presión social y del cambio de intereses en la entorno (Flores, 1999).
ocupación del tiempo de ocio en esta etapa de la vida. El contexto escolar se instala, entonces, como un
Para Echeburúa y Requesens (2012), al mismo elemento altamente influyente en el desarrollo ado-
tiempo que el adolescente se desconecta de sus padres lescente; aunque en ocasiones lo excluye, de la misma
exigiendo privacidad y autonomía frente al control, se forma demanda –de él– su adaptación al medio en los

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Suicidio adolescente y otredad: la ballena azul dentro del aula

términos que la modernidad lo impone; de lo contra- para quienes han referido ser intimidados con mayor
rio –no siendo parte de la normalidad impuesta en el frecuencia, independiente de la morbilidad psiquiátri-
aula– presenta un alto riesgo de ser víctima de bullying; ca presente (Skapinakis, et al., 2011). Un claro ejemplo
y, en consecuencia, de externalizar conductas agresi- de los nocivos efectos del acoso escolar lo constituye
vas, de retraimiento y/o tendencias suicidas (Vessey, el hostigamiento hacia la población homosexual ado-
Lulloff, Hernández, Strout y Di Fazio, 2016). Al respec- lescente por parte de compañeros. Investigadores
to, investigadores han identificado que los problemas han reportado que tanto la homosexualidad como las
con los compañeros y el consumo de alcohol constitu- relaciones amorosas entre adolescentes del mismo
yen los principales factores de riesgo suicida (Bousoño sexo no constituyen un factor de riesgo en sí mismo;
et al., 2017). Otros factores de gran influencia en esta sino del adolescente en tanto sujeto víctima de acoso
determinación autolesiva lo constituirían los maltratos (escolar) por tal motivo (Ortega-Barón, Buelga, Cava,
físicos y psicológicos efectuados por los propios padres y Torralba, 2017; Montoro, Thombs y Igartua, 2015;
y la falta de redes de apoyo (Hernández, Eiranova y Ló- Trigueiro, 2015).
pez, 2013). Por el contrario, un mejor funcionamiento López (2016), concentrando sus investigaciones
en las relaciones interpersonales (Morales, et al., 2017), en la figura del acosador concluye que los estudiantes
ser competente socialmente, tener una adecuada agresores han sabido recurrir y aprovechar los actuales
autoestima y sentirse integrado (Dale, Power, Kane, recursos disponibles para abrir nuevas formas de vio-
Stewart y Murray, 2010) han sido identificados como lencia, dando lugar al acoso cibernético mediante la
factores protectores y, por tanto, constituyen variables utilización de las nuevas Tecnologías de la Información
que disminuirían la posibilidad de desplegar conductas y la Comunicación (TIC) con la finalidad de hostigar de
suicidas. Basados en estos presupuestos, Gormley y Mc- manera deliberada a la víctima. El objetivo entre los
Niel (2010) concluyen que los vínculos –dependiendo agresores tiende a ser transversal, la demolición de la
de su calidad– pueden atenuar o potenciar el riesgo imagen del otro, la búsqueda de humillación y el chan-
de presentar prácticas autolesivas; por ello, la ruptura taje afectivo, a partir de los cuales se establece un cir-
de las relaciones interpersonales significativas repre- cuito altamente complejo de mecanismos de roles que
senta uno de los estresores más habituales asociados estallan en actos fácticos de una violencia inusitada
al desencadenamiento de una crisis suicida (Morales, (Rodríguez, 2012). Estas herramientas –disponibles en
Echávarri, Barros, Zuloaga y Taylor, 2016). Esto es aún internet– facilitan la propagación del acoso (mediante
más complejo si se considera que el contexto escolar ridiculizaciones, amenazas, chantajes y discriminacio-
ha sido definido como un espacio propicio para el ena- nes), a la vez que aseguran el anonimato del autor de
moramiento entre pares y la conformación de lazos de modo que las víctimas desconozcan el origen del acoso
tipo afectivo que incluyen –la mayoría de las veces– la y la identidad de su agresor (Hernández y Solano, 2007).
iniciación de la vida sexual dentro de la relación amo-
rosa. Para Cohen (2007) el amor entre pares dentro de ADOLESCENTES EN LA ERA DIGITAL
este rango etario se relaciona con la conformación y
el establecimiento de su imagen narcisista, por tanto, Dentro del espacio escolar el uso de tecnología y pla-
una ruptura en esta etapa del desarrollo constituye un taformas virtuales es cada vez más común y necesario
quiebre y sustracción de ese espejo, devenir adverso para la formación educativa de los estudiantes; sin em-
que puede generar conflictos intrapsíquicos que, entre bargo las redes sociales no están exentas de peligros.
otros problemas, pueden promover la aparición de ten- La mayoría de los alumnos utiliza las redes sociales
dencias suicidas, y, con ello, la manifestación de con- principalmente para divertirse y ponerse en contacto
ductas letales contra sí mismo. con sus amigos, también para conocer a otros e inter-
Otro elemento esencial para entender la enver- cambiar mensajes e imágenes (Ballesta, Lozano, Cerezo
gadura de esta problemática en edad escolar surge y Soriano, 2015). Por otro lado, aunque minoritario, se
de la comprensión de los efectos del entorno en el estima que entre un 3% y un 6% de los adolescentes
adolescente. Investigaciones recientes han reportado hace un uso abusivo de Internet y, en particular, de
una asociación entre acoso escolar e ideación suicida las redes sociales (Echeburúa y Requesens, 2012). Este
(García, Moncada y Quintero, 2013; Kim, Koh, y Le- escenario, sin duda, da cuenta de una generación de
venthal, 2005; Kim y Leventhal, 2008; Roeger, Allison, adolescentes marcada por la tecnología y el uso de dis-
Korossy-Horwood, Eckert y Goldney, 2010; Ybarra, Mit- positivos electrónicos con acceso permanente a inter-
chell, Kosciw y Korchmaros, 2014). Dentro de ella se net. Al respecto, el Observatorio del Instituto Nacional
ha identificado una asociación particularmente fuerte de las Tecnologías de la Información (2010) reportó

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que –en España– 8 de cada 10 adolescentes, entre 15 restricciones de algún tipo, fenómeno conocido como
y 16 años de edad, maneja un teléfono móvil personal viralización de contenidos, lo que provoca que informa-
propio, usándolo para tomar imágenes (88%), que se ción de cualquier naturaleza sea difundida de manera
publican en Internet (20,8%) y/o se envían a otras per- simultánea en múltiples regiones, independiente de su
sonas (48,2%); a su vez, indican que 2 de cada 3 perso- cercanía geográfica.
nas de entre 10 y 16 años poseen un teléfono móvil y Para Navarro-Gómez (2017), en este escenario vir-
cerca del 4% de ellas confirman que tiene fotos o videos tual los menores de edad constituyen una población
de carácter provocativo, en tanto que un 8,1% afirma especialmente vulnerable a las posibles consecuencias
que ha recibido información de extraños. negativas de la pérdida de privacidad como consecuen-
Así, hoy en día, frecuentemente se reportan estu- cia del uso indebido de las redes sociales por parte de
dios sobre el acceso a dispositivos electrónicos, el uso y estos usuarios y/o de las políticas de privacidad que
abuso de internet y los efectos del manejo patológico ofrecen tales plataformas de comunicación. El mismo
de ambos elementos. En tal sentido, existe un impor- autor señala que el gran problema surge cuando estos
tante número de investigaciones orientadas a explicar contenidos son vejatorios y atentan contra la integri-
el uso problemático de estos nuevos medios de comu- dad de un sujeto, pues, constituye –en estas circuns-
nicación entre niños y adolescentes (Gabarda, Orellana, tancias– una potencial arma de abuso, cuestión que
Pérez, 2017; Livingstone, 2001; Martínez, et al., 2017). reside principalmente en su posibilidad de anonima-
De hecho, ambos grupos etarios (niños y adolescen- to, al hacer posible el ocultamiento de la identidad de
tes) y sujetos con algún trastorno psiquiátrico presente quien propicia este tipo de conductas; y, por lo mismo,
constituyen una población especialmente vulnerable dificulta las posibilidades de intervención para frenar
al desarrollo de problemas relacionados con el uso de eventos de esta naturaleza.
Internet (Müller et al., 2015; Liberatore, Rosario, Colón, Uno de los fenómenos de mayor viralización
Martínez, 2011). durante el último tiempo responde al nombre de Ba-
Al respecto, Echeburúa y De Corral (2010) señalan llena Azul, un supuesto juego planteado en forma de
que es posible determinar un uso patológico de me- pruebas o desafíos que el adolescente debe cumplir
dios tecnológicos cuando el sujeto presenta un mar- diariamente y que finaliza con el reto de saltar desde
cado descuido de actividades académicas, laborales o un edificio con el objeto de quitarse la vida5. Algunos
domésticas, las que reemplaza por actividades on line medios de comunicación han vinculado el origen de
como las redes sociales, el uso del correo electrónico este fenómeno viral a un artículo sobre suicidios publi-
y/o una participación adictiva en juegos virtuales. En cado el año 2013 en un diario ruso, a partir de un juego
esta misma dirección, otros investigadores apuntan que circulaba en Vkontakte (equivalente a Facebook en
que el uso problemático de internet tiene una base co- Rusia, muy popular entre adolescentes), el cual –meses
mún con el resto de las conductas adictivas (Kormas, después– trascendió a medios anglosajones y, durante
Critselis, Janikian, Kafetzis y Tsitsika, 2011; Montag, el presente año, a los países iberoamericanos.
Kirsch, Sauer, Markett y Reuter, 2012; Prabhakaran, Pese a que no existen datos estadísticos que den
Patel, Ganjiwale, Nimbalkar, 2016; Zhou et al., 2011). sustento a la alarma originada, y que la mayoría de los
Consecuente con estos hallazgos, se ha identificado casos publicados se han desvirtuado tras la investiga-
una asociación directa entre la adicción a internet y ción policial6, la propagación sobre los supuestos da-
la aparición de conductas de tipo suicida (Fernández- ños causados por este fenómeno se ha instalado como
Villa et al., 2015; Kim, 2012; Kim et al., 2016; Shapira, una verdadera leyenda urbana. En Chile, por ejemplo,
Goldsmith, Keck, Khosla y McElroy, 2000; Yoo, Cho, Cha, pese a lo señalado por algunos medios de prensa,
2014), las que difieren –en términos de gravedad (in- fuentes policiales han descartado el registro del algún
tención/letalidad)– en relación con el tipo de activi-
dad desarrollada por el adolescente en internet y/o los
contenidos que revisa en la red (Lin et al., 2014). Estas
actividades se encuentran evidentemente afectadas
5
En internet se ha publicado la supuesta lista de pruebas
que debe cumplir el adolescente. En términos generales
por la masificación de nuevas tecnologías informáticas
se plantean 50 desafíos bajo la imposición de cumplir
y el fácil acceso a nuevos medios de comunicación – diariamente uno de ellos. El nivel de riesgo y de grave-
junto con la expansión masiva de redes sociales como dad autolítica aumenta conforme va superando los desa-
Facebook o WhatsApp– instalando espacios de difu- fíos impuestos.
sión de información en tiempos inmediatos, la mayoría 6
Recuperado de https: //eldiariony.com/2017/04/25/ba-
de las veces sin mecanismos de filtro y/o carente de llena-azul-el-juego-que-incita-al-suicidio-de-jovenes/

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Suicidio adolescente y otredad: la ballena azul dentro del aula

fallecimiento adolescente vinculado a esta interven- buscar el reconocimiento del otro. En este sentido, pese
ción virtual, así como también han descartado la ocu- a que el suicidio adolescente se presente –mayoritaria y
rrencia de intentos de suicidio que tengan como base aparentemente– como una reacción impulsiva frente a
la práctica de esta dinámica. Lo que sin duda constituye un precipitante, lo cierto es que investigaciones en este
una evidencia es el impacto mediático que ha generado grupo etario han reportado la existencia de un discur-
este fenómeno, instalándose –en su momento– como so suicida manifiesto –y también latente– durante el
uno de los conceptos que registró el mayor número de último tiempo, previo a su muerte (Ceballos-Espinoza,
búsquedas en internet7. Sin embargo, este no ha sido 2013, 2014), discurso que aparece impregnado de afec-
el único viral que ha transitado entre la población más tos –positivos y negativos– principalmente hacia los
joven. Luego que la ballena azul alertó a las autoridades padres y/o la pareja, dando cuenta de las motivaciones
en países de todo el mundo, surgió un nuevo y peligro- tras una determinación tan paradójica como quitarse
so entretenimiento que de igual manera comenzó a la vida por sí mismo, y develando tras el acto la úni-
popularizarse entre la población preadolescente8. Así, ca posibilidad cierta de devenir para un otro, de salir
bajo el nombre del Abecedario del Diablo, se instaló de este no lugar, y abandonar el estatus de objeto no
–principalmente en este rango etario– un juego cuya deseado sin renunciar a su existencia, como una forma
dinámica responde al desafío de recitar el abecedario, particular y drástica de marcar finalmente su presencia
señalando una palabra que empiece con cada letra del dentro de la estructura y encontrar ese lugar imposible
alfabeto mientras el participante ejerce violencia física en el otro.
focalizada contra sí mismo generando el mayor dolor
posible. Este ritual formaría parte de las exigencias que DISCUSIÓN
el prepúber debe cumplir para ingresar a un supuesto
club, desde el cual se continuaría con su manipulación La revisión de la literatura científica reporta una am-
agudizando el patrón de maltrato. No obstante, estas plia lista de factores de riesgo vinculados a la conducta
prácticas no son las únicas: otros actos simbólicos ta- suicida en la población adolescente. Los investigadores
les como el denominado cutting, risuka, o self injury, se son coincidentes en reconocer la existencia de factores
promueven desde la web, definiéndolos como modas y de tipo personal, propios del adolescente (depresión,
tendencia entre la población más joven9. impulsividad, consumo de alcohol, entre otros) como
De todas formas, queda claro que cada día emergen factores interpersonales, relativos al ambiente en el
nuevas dinámicas que propician conductas autolesivas cual se desarrolla (relaciones familiares, historia fami-
en este tipo de población en particular; sin embargo, liar con antecedentes suicidas y/o bullying, por men-
todas ellas operan desde una misma lógica: Para el cionar algunos). Junto a estos agentes, en estudios
adolescente el cuerpo toma el lugar de palabra. En este más recientes se han identificado factores propios de
lugar la destrucción de este cuerpo-signo termina por la modernidad y el avance tecnológico, como el per-
desbordar las coordenadas familiares y el sentido de los feccionismo social prescrito, el contagio social, el uso
marcos sociales como último recurso para transformar problemático de internet y el ciberbullying, entre otros.
la dinámica del sistema (Payá, 2012). El cuerpo –para el Esta complejidad cambiante se instala en el campo
adolescente– deviene escritura, y, como tal, un instru- de lo subjetivo, a la vez que se expresa en el dispositivo
mento y/o medio para expresar aquello que no se pone social. En este espacio la irrupción de nuevas tecnolo-
en palabras, prefiriendo el dolor físico antes que correr gías ha instalado nuevos mecanismos de interrelación,
el riesgo de un sufrimiento psíquico. Desde el psicoa- modificando los procesos tradicionales de comunica-
nálisis es posible interpretar este fenómeno comporta- ción y vinculación afectiva. Junto a ello, la modificación
mental bajo el concepto de acting out, con el cual se del orden simbólico y la desidentificación con valo-
pretende dar cuenta de esta tentativa última dirigida a res y figuras históricamente instaladas en esta etapa
evolutiva, han posibilitado –junto a su reemplazo por
otras figuras representativas– el surgimiento de nue-
vos fenómenos socioconductuales. En este escenario
7
Recuperado de http: //verne.elpais.com/verne/2017/04/
la otredad deviene subsumida en un discurso repre-
28/articulo/1493372590_262666.html
8
Recuperado de http: //www.minutouno.com/notas/1553
sivo y demandante. Los cánones de belleza y valores
622-el-abecedario-del-diablo-el-peligroso-juego-la-ba- vitales impuestos, junto a los efectos colaterales de la
llena-azul masificación de modas juveniles altamente simbóli-
9
Recuperado de http: //periodicoeltiempo.mx/cutting- cas, sitúan a los jóvenes con escasas posibilidades de
en-menores-es-causa-de-alarma/ abstracción y de mantener su individualidad, al mismo

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Francisco Ceballos-Espinoza

tiempo que aumenta el desarraigo familiar, de tal ma- la maquinaria digital, surge la posibilidad de construir
nera que el adolescente actual padece no solo de los una identidad virtual y, junto con ello, espacios para
sufrimientos propios de la etapa de desarrollo en la conformar entidades digitalizadas que propicien con-
cual se encuentra, sino de que además sobrelleva una ductas de riesgo como el phishing, ciberbullyng, sexting,
gran desorientación, acompañada de síntomas, com- grooming, powerleveling, entre otras; y, que –de igual
portamientos y posiciones subjetivos que lo mantienen forma– pueden desencadenar actos autolesivos de ca-
en constante conflicto consigo mismo y con su entor- rácter letal.
no. En este lugar el objeto tecnológico cumple un rol Las investigaciones revisadas en el presente ar-
fundamental para el adolescente, constituyendo una tículo han confirmado una asociación robusta entre
herramienta que puede, de igual forma, aislarle como estos fenómenos digitales y la conducta suicida; sin
vincularle socialmente. embargo el suicidio es un acto multideterminado y, por
Generaciones anteriores gozaban de un círculo lo mismo, extremadamente abstruso y complejo en su
social que se reducía a los compañeros de aula. Hoy génesis, desarrollo y desenlace, por lo que difícilmen-
las nuevas formas de comunicación y de interrelación, te podría ser explicado a partir de un hecho unívoco
como las redes sociales, extienden el campo de lo so- como lo es el uso de internet. Pese a ello, los medios de
cial de manera inaudita y, en algunos casos, de manera comunicación y las redes sociales han insistido en ins-
conflictiva. Las investigaciones respecto del uso pro- talar fenómenos como la Ballena Azul para dar cuenta
blemático de internet y su impacto en los adolescen- de una supuesta masificación de conductas suicidas en
tes han reportado resultados ambivalentes; y por lo la población adolescente; sin embargo, no existe evi-
mismo, constituyen un elemento difícil de evaluar. Ello, dencia que respalde este aumento de suicidios como
por cuanto el uso de internet puede confinar al adoles- consecuencia de tal fenómeno viral, así como tampoco
cente con el objeto técnico como único partenaire; pero se ha cuantificado el impacto de este elemento en la
también puede facilitar la producción de espacios de determinación suicida. No obstante, parece ser una ex-
socialización e interrelación, donde –junto con mante- plicación que resulta cómoda, que exculpa al entorno
ner las relaciones entre compañeros– se abren posibili- y que permite, convenientemente, formular respuestas
dades de encuentro con otros sujetos. El gran asunto a simplistas y causales frente a un fenómeno antagónica-
discutir, en este aspecto, ha sido la calidad del vínculo mente complejo y paradojal.
y la tolerancia hacia un otro diferente, del cual disiente, En contraposición a la exposición mediática de
pues, a partir de un click, el sujeto tiene la posibilidad posturas ingenuas que intentan difundir la idea del sui-
de eliminar de manera instantánea al otro diferente, al cidio como acto monocausal y reactivo, existe evidencia
disidente, a quien opina distinto, a quien molesta con empírica que sostiene que el suicidio no constituye un
su punto de vista discrepante. En tal sentido, internet acto reflejo ni mucho menos una respuesta instintiva.
tiene la posibilidad de crear la ilusión de que el sujeto Por lo mismo, no responde al proyecto de un mundo
cuenta con un número importante de lazos de amistad. basado en leyes causales, que intenta reducir la natu-
De esta forma, inserto en una cultura exhibicio- raleza de una conducta tan paradójica como el suicidio
nista, bajo una lógica de mercado, el adolescente cree a criterios funcionales, pragmáticos y utilitarios –desde
contar con cientos de amigos, basado en el número de el punto de vista psicológico– bajo una lógica de causa/
likes que recibe frente a una publicación. En consecuen- efecto. De esta manera, es factible concluir que la Balle-
cia, las nociones de interacción y amistad son altamen- na Azul no es causa del suicidio adolescente ni mucho
te complejas cuando se instalan en este espacio virtual. menos puede constituir la explicación al aumento de
En este lugar, se construye una especie de no relación, la tasa de suicidio adolescente, así como tampoco lo
donde lo relevante es el Yo, caracterizado por un narci- es el Abecedario del Diablo, ni cualquier otra dinámica
sismo encerrado en sí mismo, en su incapacidad para que se encuentre instalada en las redes sociales. Por lo
mirar más allá del Yo y en la imposibilidad de estable- mismo, es necesario asumir que el acto suicida es el re-
cer un vínculo con el otro, darle un lugar y reconocerlo sultado final de un proceso dinámico, por tanto, refiere
como distinto. Esta diferencia se pierde en las redes a un continuo de conductas que incluyen una serie de
sociales, pues tras cada like se esconde la necesidad de aspectos cognitivos, como ideas suicidas y su planifica-
aprobación y de homogenizar al otro; he ahí el compo- ción, además de aspectos conductuales como el intento
nente narcisista, en tanto que esta igualdad hace desa- de suicidio y el suicidio consumado (Mosquera, 2016).
parecer al otro y, con él, la experiencia de alteridad, de En esta misma línea, la evidencia demuestra que el dis-
reconocer a ese otro que lo contempla y le da sentido. curso suicida adolescente presente en las notas de des-
Así, dentro de este espacio, de relación mediada por pedida refiere a elementos de vulnerabilidad propios

PSIQUIATRÍA UNIVERSITARIA | 31
Suicidio adolescente y otredad: la ballena azul dentro del aula

de esta edad: problemas interpersonales, conflictos o como una salida a determinados problemas, evitando
con sus figuras significativas y familias disfuncionales con ello nuevos suicidios por deslizamiento o imitación.
que no le otorgan un espacio dentro de la estructura.
De esta forma, apoyado en esta evidencia y tomando
la Teoría de Augé (1992), Ceballos-Espinoza (2015), se- REFERENCIAS
ñala que el adolescente suicida deviene en un no lugar,
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