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Historia
Los inicios de la perfumería se remontan a la Edad de Piedra, cuando los
hombres quemaban maderas aromáticas para complacer con humo a sus
divinidades. Pueblos como el egipcio, los mesopotámicos y los griegos
convertían en auténticos rituales el hecho mismo de perfumarse. Faraones,
monarcas e incluso reconocidos pensadores dedicaron buena parte de su
tiempo a este menester quedando incluso atestiguado en la Biblia. En estas
antiguas civilizaciones los «perfumes» no existían como tales. Flores, plantas
aromáticas y resinas eran ante todo materias primas que se dedicaban a realzar
el culto de los dioses.
El Imperio Romano fue fundamental para la difusión del uso del perfume por los
vastos territorios que dominaba, en los que impuso sus costumbres. Más tarde,
en el mundo islámico, en las cortes de califas y príncipes, merced al comercio
caravanero, se propagan las nuevas esencias por el ámbito mediterráneo,
alcanzando la Península Ibérica.
Fue durante la Edad Media cuando los Cruzados trajeron de Oriente materias
primas y las primeras técnicas de perfumería. Ya en el Renacimiento llegados de
España, y sobre todo de Italia con los Médicis, los perfumistas extranjeros se
instalan en París y los guantes perfumados invaden Francia y otros países. En la
época dorada de la corte de Louis XV, bautizada como «la corte perfumada», el
uso de un perfume por día se pone de moda. Montpellier y Grasse compiten por
el cultivo de las hierbas medicinales y de las flores (clavel, violeta, lavanda,
jazmín, rosa o tuberosa), y mejoran las técnicas de extracción y de destilación.
En Colonia, Jean-Antoine Farina lanza la primera agua de Colonia. El comercio
del lujo se desarrolla por doquier y la perfumería se define poco a poco como un
verdadero arte. La química de síntesis con sus notas inéditas provoca una
revolución olfativa. Ha nacido la perfumería moderna.
Tipos de Perfumes
1. Florales: agrupa todos los aromas de flores como ramos de rosas, flor de
azahar y los ramos verdes aldehídos, también el jazmín, la gardenia y el
clavel. Este estilo de perfume puede tener una sola esencia de una flor o
mezclar varias.
2. Acaramelados: son fragancias dulces como la vainilla y el chocolate y
frutales como el durazno, manzana, pera o mango. Son aromas muy
refrescantes.
3. Orientales: este tipo de aroma es una mezcla exótica de notas cálidas
como el almizcle, la vainilla o la canela con notas de maderas y florales.
4. Especiados: son aromas secos, más amaderados y de tierra, como el
musgo de roble o bergamota y que se mezclan perfectamente con notas
frutales y florales. También incluye el roble, el sándalo, el tabaco y la
canela.
5. Cítricos: en estos perfumes resaltan aromas del limón, la naranja, el
pomelo la bergamota.