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La homosexualidad como delito castigado con pena de muerte: Una mirada a lo largo

del proceso de criminalización en África y Asia frente a los avances y los retos para una
igualdad real.

La homosexualidad es uno de los grandes desafíos que ha tomado mucha relevancia


en nuestra sociedad actual generando mucha controversia, más aún cuando se habla de su
criminalización y castigo con la pena de muerte. Dentro de esta problemática y discrepando
lo anterior toma mucha fuerza el proceso de equiparación de derechos de la comunidad
LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales), esto a pesar de que muchos
sectores se oponen.
El presente ensayo pretende ofrecer una mirada a esas grades oposiciones, donde por
un lado en muchos lugares la homosexualidad sigue siendo castigada ya que se considera un
crimen o pecado, mientras que en otros se reconoce abiertamente y se les da protección y
reconocimiento a los homosexuales. De esta forma el objetivo es analizar la evolución de la
acepción de la homosexualidad a través del tiempo, contrastando su proceso de
criminalización como un delito castigado con pena de muerte en países de África y Asia,
frente a un conjunto de cambios o pasos positivos en muchas otras regiones del mundo a
favor de una igualdad real.
Como punto de partida es necesario tener en claro dos conceptos centrales. Uno de
estos es la orientación sexual, la cual hace referencia a aquella atracción y afinidad profunda
tanto afectiva como sexual, amorosa, emocional y psicológica de una persona hacia otra. Las
tres grandes tipologías de la orientación sexual son: heterosexual, bisexual y homosexual. El
segundo concepto por abordar es el homosexualismo, el cual corresponde al tema central en
este trabajo. Este término hace referencia a la preferencia por personas del mismo sexo.
Socialmente se le ha visto como un modo de vida controversial, rechazado por la
sociedad que, en buena parte, la ve como una desviación, una enfermedad mental , una
aberración, algo antinatural e inmoral, entro otros calificativos que ofrecen una imagen
inexacta y plagada de rechazo hacia la comunidad.
Ese odio se le conoce como homofobia, la cual niega la igualdad de derechos, la
dignidad humana hacia las personas homosexuales y todo lo que esta forma de vida conlleva,
provocando opiniones y puntos de vista que muchas veces generan o promueven la violencia
e incluso la muerte, razón por la cual, este tema se convierte en uno de los mayores desafíos
por enfrentarse.
Pero: ¿De dónde, cómo y por qué surge esta práctica de exclusión y restricción (no
justificada a nuestro parecer) que tiene por objetivo anular lo derechos y libertades de esta
comunidad?
Precisamente ese es el siguiente paso por abordar, siendo necesario conocer los
argumentos por las cuales la homosexualidad se ha considerado un delito condenado con
pena de muerte en países y territorios de África y Asia, así como los criterios de los grupos
de personas que lo apoyan.
No podemos iniciar este apartado sin expresar que mucho de esta problemática es
causada debido a que se le califica como un comportamiento que van en contra de lo que
proponen las doctrinas religiosas a lo largo del mundo, las cuales atendiendo a sus libros
sagrados no la aceptan y rechazan abiertamente, visualizándola como un castigo de Dios,
siendo contraproducente que si bien las religiones tienen un gran poder para mover masas y
generar armonía y paz, también de fomentar odio e incluso la muerte.
Otro de los aspectos que contribuyen a esto es la gran cantidad de acepciones desde
diversos puntos de vista como el científico, antropológico, ético, religioso y jurídico, mismos
que hacen que sea un tema de mucho debate en la sociedad actual.
Existe una gran cantidad de errores de concepto en nuestra sociedad que influyen en
crear una visualización equivocada de la homosexualidad, las cuales favorecen a su
criminalización.
El principal problema que se da es que ha sido catalogado además de pecado
como una enfermedad o una desviación. Diversos aportes científicos han hecho ver que esta
no se debe a algún problema mental o emocional, sino que tiene causas biológicas y
genéticas, siendo considerada como una forma de expresión de la vida sexual natural y sana,
aunque esto no se acepte por parte de diversos sectores y no sea permitida en muchos lugares
del mundo, los cuales dan su propia conclusión aduciendo que la ciencia dice de la gente no
nace gay, sino que se hace ya sea por una decisión o elección personal o por una experiencia
sexual y que por lo tanto también se trasmite, por lo cual se oponen grandemente.
En este punto debemos delimitar el tema a Asia y África ya que si bien la
homosexualidad es ilegal y se criminaliza en muchas partes del mundo, es en territorios de
estos dos continentes donde se castiga con la muerte.
Para el 2017 un total de 72 Estados consideran ilegal el homosexualismo, contando
con leyes que lo criminalizan, de los cuales 8 países lo castigan con pena de muerte.
De los 8 que aplican la pena de muerte cuatro Estados soberanos, Arabia Saudí, Irán,
Yemen y Sudán, la aplican en todo el territorio de forma efectiva bajo la ley islámica.
También bajo esta ley dos Estados, Nigeria y Somalia, la aplican en ciertas jurisdicciones o
provincias de su territorio y un grupo no estatal extremista denominado Estado Islámico (EI)
la aplican en dos Estados más (Irak y Siria). En cuanto a Afganistán, Qatar, Pakistán,
Mauritania y los Emiratos Árabes Unidos, la tienen codificada en ley pero no suele ser
aplicada.
Como primer punto es claro que la ley islámica o la Sharia y sus normas legales que
rigen las vidas de sus fieles son incompatibles con el homosexualismo, ya que es considerada
como una ofensa a su dios Alá y un acto contra la naturaleza.
Para esta ley y para sus seguidores lo escrito en el Corán ha sido prescripto por su
dios y encierra una gran sabiduría que está por encima de todo, ordenando y prohibiendo una
serie de preceptos que enmarcan el rumbo de un camino recto.
Las ramas más extremas de esta religión creen este tipo de prácticas debe ser
castigado con la pena máxima, mientras las más liberales la aceptan y la consideran como
algo natural, considerando su criminalización y la muerte de los homosexuales como una
práctica obsoleta e injusta en la sociedad actual, alegando que el Corán si establece
lineamientos en contra de la lujuria homosexual, pero no dice nada sobre el amor
homosexual.
Lo anterior deja en claro una vez más que muchas veces la religión la cual debe unir
y dar un mensaje de amor, sea la que más persigue a los homosexuales, evidenciando como
su mensaje se interpreta de acuerdo a los intereses y al contexto de cada territorio.
Los métodos utilizados para castigar la homosexualidad en estos territorios
gobernados por la ley islámica o en aquellos controlados por grupos extremistas
fundamentalistas, van desde multas a castigos inhumados, terminando en muchas ocasiones
con la muerte que por lo general se aplica de una manera brutal por medio de la lapidación.
Estas injusticias están o se buscan institucionalizar en estos lugares y se conoce como
homofobia política o de Estado, dándose actos como la persecución legal, las multas, la
prisión que incluso va de 15 años a cadena perpetua, además de castigos inhumanos como la
tortura, el sometimiento a brutales palizas, electrocución, privación del sueño y
humillaciones sistemáticamente e incluso la muerte, mismas aceptadas por gran parte de la
población de estos lugares.
También se comenta y ha acaparado muchos noticieros los campos de concentración
para homosexuales en Chechenia en Rusia donde han aumentan las denuncias sobre una
brutal limpieza gay utilizándose prisiones secretas donde personas de la comunidad
homosexual han sido detenidas y sufren de golpizas, torturadas, hasta la muerte y
desaparición.
Muchos de estos territorios anteriormente mencionados no cuentan con una
legislación penal codificada en cuanto a la pena de muerte, sino que se aplica la ley islámica,
como es el caso de Arabia Saudita, mientras que otros como Irán, Yemen y Sudán si la
contemplan en el Código Penal. En Sudán por ejemplo se establece que una primera vez se
castiga con latigazos, la segunda con prisión y la tercera con la muerte.
En conclusión es muy claro que estamos frente a un tema que genera grandes
discusiones y por el cual la sociedad se encuentra claramente dividida.
Actualmente 124 Estados no consideran ilegal el homosexualismo pero solo nueve de
estos contemplan en sus leyes o constituciones la no discriminación por orientación sexual,
o sea, muchos de los países del mundo no cuentan con normativas que tutelen los derechos
de esta comunidad, asimismo si bien no se da una persecución en estos lugares, el rechazo
social y la discriminación también son formas de violencia.
Sumado a esto fuertes cambios positivos y logros políticos, económicos y sociales se
han dado en los últimos años como es el caso de la India que despenalizó la homosexualidad
en el 2018 y la aprobación del matrimonio gay en diferentes países, siendo evidente que los
esfuerzos son significativos e importantes pero que la lucha debe continuar, ya que también
existen retrocesos y retos, siendo necesario que se abra hoy en día aún más el debate sobre
la discriminación en base a la expresión y orientación de género, contribuyendo a traer abajo
el tabú sobre el tema así como la imagen falsa, estereotipada y llena de odio hacia la
comunidad LGBTI y sobre todo el luchar por la eliminación de la pena de muerte en todo el
mundo, a manera de que se logre conseguir una amplia y verdadera aceptación de la
homosexualidad como une alternativa tan válida como la heterosexualidad y una conciencia
colectiva sobre el respeto de los derechos e igualdad real en cuanto al tema de la orientación
sexual.
La derogación de las leyes que tipifican como crimen las relaciones homosexuales
incluso con pena de muerte es el paso más grande por enfrentar, seguido por acciones como
la creación de leyes contra la discriminación, una educación que genera conciencia y se
legisle contra el acoso escolar y la discriminación de estudiantes LGBTI, la prohibición de
las llamadas terapias de conversión, legislación contra los crímenes de odio, entre otras
acciones de protección y reconocimiento de derechos para la comunidad.
Finalmente consideramos importante aclarar que nuestro pensamiento es que no se
elige ser homosexuales y que la orientación sexual no suele ser ni modificable ni se transmite,
asimismo se considera que sea por decisión personal o debido a que se nace de esta forma, el
derecho a la vida es inviolable y si bien diversos tratados y leyes a nivel mundial prohíben
la discriminación por motivos de orientación sexual, más aún el tema de la pena de muerte
debe ser algo inaceptable en cualquier país del mundo.
Del mismo modo entendemos que muchos de los que se oponen al homosexualismo
puntualizan en la necesidad de conservar la familia y el matrimonio, apegados a los mandatos
de sus religiones y ven esta lucha como simples caprichos de esta comunidad. Es obvio que
aquí no se trata de simples caprichos, sino de derechos, necesidades, son personas que buscan
igualdad y el respeto de su vida.

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