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Carl Sagan, considerado como uno de los mejores divulgadores de la historia, decía
que «cuando estás enamorado, quieres contárselo al mundo». Ése era su leit
motiv para explicar la ciencia en Cosmos, darla a conocer entre el gran público.
Porque él, ante todo, era un verdadero apasionado de la investigación.
La ciencia no sólo mejora nuestra vida. También es capaz de sorprendernos, de
hacernos soñar con un futuro mejor. Es capaz de divertirnos entendiendo qué es
eso del magnetismo. Y especialmente, de dejarnos con la boca abierta con
espectaculares experimentos de química:
La serpiente del faraón
¿Quién nos iba a decir que una reacción química podría brindarnos una curiosa
serpiente como la de los faraones del antiguo Egipto? El responsable es
el tiocianato de mercurio (Hg(SCN)2), un compuesto inorgánico en forma de polvo
blanco. Al calentarlo se produce una reacción exotérmica (que desprende calor),
utilizada en el pasado en pirotecnica. Y es que el resultado es increíble:
En 1821, el científico Wöhler descubre este curioso experimento. Si
calentamos tiocianato de mercurio, provocamos su descomposición en una masa
sólida, insoluble en agua, compuesta principalmente por nitruro de carbono (C 3N4).
La reacción, sin embargo, también produce gases tóxicos peligrosos (como dióxido
de azufre), por lo que no debemos repetirla en casa.
La reacción del camaleón
El camaleón es un reptil conocido por sus espectaculares técnicas de camuflaje
mediante cambios de color. En nuestro recopilatorio de experimentos de química,
no podía faltar una reacción que, en cierta manera, mimetiza el comportamiento de
este ser vivo.
El increíble volcán
Que sepamos los elefantes no se cepillan los dientes. Sin embargo, los
experimentos de química nos brindan la oportunidad de fabricarles una pasta
dentífrica especial. ¿Cómo? La descomposición del peróxido de hidrógeno (más
conocido como agua oxigenada), gracias a la acción del catalizador yoduro
potásico, nos permite recrear el dentífrico que usaría cualquier elefante.
En la mezcla usamos también detergente, que servirá para atrapar el oxígeno que
se forma y crear grandes cantidades de espuma. La descomposición del agua
oxigenada ocurre muy rápidamente, dando lugar a oxígeno y agua. El experimento
que vemos también es exotérmico, por lo que la espuma resultante estará a
elevadas temperaturas.
A pesar de que todavía queda tiempo para que llegue Halloween, podemos
amenizar la espera probando una reacción química cuanto menos llamativa. Si
preparamos una calabaza como las clásicas de esa fiesta, podemos rociarla con
desinfectante de manos (que siempre contiene algún tipo de alcohol, como
isopropílico, etílico o propílico) para conseguir una llamarada azul.
¿Y si quisiéramos cambiar de color? La propia calabaza tiene sodio, por lo que no
es extraño que veamos también una llama amarilla al arder. Utilizando la química
podemos incluso lograr una llama verde (mediante ácido bórico), naranja (con
cloruro cálcico) o roja (al mezclar nitrato de estroncio con nitrato potásico o
perclorato potásico), como explica la química Anne Helmenstine.
Los experimentos de química son, sin duda, espectaculares. Ver las diferentes
reacciones que ocurren nos sirven, como diría Sagan, para enamorarnos de la
ciencia y fomentar su divulgación. No debemos olvidar, sin embargo, que algunas
de estas reacciones son peligrosas, por lo que no deben repetirse en casa.