Sunteți pe pagina 1din 4

Saludos y bienvenidas.

Paz a ustedes queridos hermanos.


Una vez más les doy la más cordial bienvenida al curso de
adoctrinamiento, hoy retomamos nuestro estudio con el punto de fe
No. 3, sin duda será de mucha bendición este tiempo como lo han sido
los 2 momentos anteriores, así que les invito a que dispongan su ser
para entrar en este tiempo de estudio y reflexión.
La clase pasado quedamos sin mencionar sobre el amor de Dios y
dijimos que Cristo Jesús es la más grande manifestación de amor de
parte de Dios para la humanidad por eso hoy retomamos ese tema
con éste punto de fe: El hijo de Dios, sin más, adentrémonos pues al
estudio y reflexión de este maravilloso tema, ¡iniciemos!.
Introducción
Iniciamos como lo hemos viniendo haciendo hasta ahora, con la
declaración del punto de fe No. 3 “El Hijo de Dios”, lo que la iglesia de
Dios cree y proclama sobre El Hijo de Dios es lo siguiente: Jesús es
el Unigénito Hijo de Dios. Siendo Dios y participando de la gloria
eterna de su Padre se hizo hombre como el Mesías prometido,
revelando al Padre bueno. Es el Salvador del mundo por su vida
sin pecado, su muerte y resurrección; y hoy vive glorificado como
Señor, dando el poder de ser hechos hijos de Dios a todos los
que creen en Él e intercediendo por ellos.
Idea 1.
“Jesús es el Unigénito Hijo de Dios y es Dios”. Con estas dos
afirmaciones abre nuestro punto de fe, ambas nos hablan de su
naturaleza divina de Jesús, la primera apunta hacia la relación que
existe entre Dios y él, esta relación es una relación de amor, de
esencia, en pocas palabras es una relación filial. En los inicios del
cristianismo surgieron muchas ideas sobre la condición y naturaleza
de Cristo Jesús, algunos decían que solo era un profeta, otros que se
trataba de un semi-dios al estilo griego, y algunos más que solo era
una apariencia de Dios, fue necesario definir con toda claridad que
lugar guardaba Jesús en referencia a Dios, por eso la afirmación de
que él es el unigénito hijo, hace mención que no se trata de alguien
separado del Padre sino que es la muestra más real y patente de Dios
y que cuenta con todo su amor, favor y respaldo, ya que cuenta no
solo con su venía sino que comparte su ser y su relación es tan directa
como la de un Padre a su hijo. Y que no hay otro ser en el universo
con esa condición y cualidades como Cristo Jesús. La segunda
afirmación: “es Dios” apunta hacia su tarea salvadora, se dice que si
Jesús no compartiera la divinidad con el Padre, entonces quien murió
en la cruz por nuestro pecado, fue una criatura más, fue hombre, semi-
dios, oh alguna otra cosa, y en tal caso, nuestra salvación no tendría
sentido y no serviría de nada, saber que quien muere en la cruz es
Dios o comparte la esencia con Él, nos permite saber que entonces
esa salvación es eficiente y poderosa, no solo para los que creyeron
en aquel tiempo, sino para todos los que han creído a lo largo de la
historia y los que aún creerán, ya que esta salvación se obro en la
eternidad fuera de la temporalidad y eso significa que no tiene fecha
de caducidad y que se renueva siempre en los tiempos, y ya que quien
muere por nosotros es Dios, sabemos que ni la muerte, ni el pecado,
ni Satanás tienen ya el poder sobre nuestras vidas, sino ahora y para
siempre le pertenecen a nuestro Salvador, quien ya obro y sigue
obrando Salvación en la vida de las personas.
Idea 2
“participando de la gloria eterna de su Padre se hizo hombre
como el Mesías prometido”. Dos aspectos que nuestro punto de fe
señala también, es la pre-existencia del Hijo de Dios y su encarnación,
con la afirmación que se hizo hombre. Lo primero sobre su pre-
existencia nos refiere al hecho que no es una creatura, ya que no fue
creado, sino como señalamos anteriormente engendrado tal como lo
afirma el dogma cristológico de los primeros siglos, manifestando que
no tiene principio ni fin, que no está sujeto a las realidades temporales
de las creaturas; así como también ésta afirmación apunta al hecho
que todas las cosas en él tienen su origen tal como lo dice el
evangelio, su presencia ya en la eternidad nos muestra su labor
intercesora que desde antes de los tiempos ya existía, por eso todas
las cosas en él y solo en él conocerán su plenitud y que todo apunta
hacía el, dándonos por entendido que no solo la vida de la humanidad
sino que la del universo entero y de todas los seres vivos que existen
esperan con ansia su manifestación y junto con ello su glorificación
junto con aquel que les ha dado sentido y propósito de ser a cada una
de sus creaturas. El segundo aspecto sobre su encarnación y
mesianismo, apuntan hacía el aspecto histórico y concreto de la vida
de Jesús durante su paso en la tierra, su contexto histórico en el que
nació y creció; así como la fe que profeso toda su vida y sobre todo su
ministerio de sanidad y salvación para con las personas. La
encarnación del Hijo de Dios es quizá uno de los más grandes
misterios ya que es muy difícil por no decir imposible de explicar, este
milagro de que Dios se humanara y que en este acto no perdiera su
esencia de Dios, para la cultura del tiempo de Jesús (la helénica) esto
era un absurdo e imposible y para la religión Judía del tiempo de
Jesús esto era blasfemia e improcedente; por eso es que es un
milagro ya que sin dejar de ser Dios, tomo la condición humana y pudo
ser enteramente Dios y también enteramente hombre, ya que solo de
esta forma nos enseñaría el camino al padre, desde su condición de
hombre, peleando las mismas luchas que todo hombre y resistiendo
todas las tentaciones propias de la humanidad y así darnos ejemplo y
ser el primero en mostrar a todos los demás seres humanos que sí se
puede llegar a Dios y hacer su voluntad en nuestras vidas. El
mesianismo de Jesús también nos enseña la continuidad del plan de
Dios para la humanidad, la idea de un mesías viene del ámbito judío,
lo vemos plasmado ya en algunos libros del A.T., significando que el
proyecto que Dios inicio con el pueblo de Israel lo continúa en la vida
de Jesús como el verdadero y más grande Mesías.
Idea 3
Es el Salvador del mundo por su vida sin pecado, su muerte y
resurrección; dando el poder de ser hechos hijos de Dios a todos
los que creen en Él. Por último mencionamos su labor salvadora, así
como la acción de intermediación y adopción que él hace en los
creyentes. La salvación entendida en un aspecto más amplio no solo
se refiere a la salvación del alma como la creencia popular dice,
tampoco se refiere a una salvación futura en la eternidad, esto es una
forma reduccionista de comprender la salvación que el Hijo de Dios
trajo a la humanidad. La salvación en el sentido bíblico se entiende
primeramente como un acto de sanidad, cuando Jesús caminaba por
las calles y lugares de su tiempo una de las muchas cosas que hizo
fue sanar a muchos enfermo, no solo de cuestiones físicas, sino
también espirituales, emocionales; en este sentido la salvación no es
solo un regalo que se viva hasta ese allá, sino que inicia aquí y ahora;
para muchos de los que fueron sanados su vida fue transformada
radicalmente en su forma de pensar y actuar, ya nunca vivieron mas
como lo hacían antes del encuentro de Jesús, simplemente no
volvieron a ser los mismos, como el ejemplo de Zaqueo; como vemos
la Salvación no solo empieza en el preciso momento que nos
encontramos con Jesús, sino que es él es la salvación que cuando él
entra en nuestra vida de manera plena y total, ya nada se desea ni se
anhela tanto como su presencia y que entonces el futuro ya no es una
inquietud, ya que desde ese momento se recibe la promesa que el
ladrón crucificado al lado de Jesús recibió, desde este momento ya
estarás conmigo en el paraíso, lo más importante es sabernos que
estamos con él en donde él esta y ya nada podrá separarnos de él,
como dice el apóstol Pablo. Además de todo esto como ya lo
mencionamos el nos hace hijos de Dios nos enseño el camino para
ser hijos como él es hijo, cambiando desde ese momento y para
siempre nuestra historia, en otro tiempo éramos enemigos de Dios, en
pocas palabras no teníamos forma alguna de entablar algún tipo de
relación, ya que nuestra condición de pecado es contraria a lo que
Dios es, de esta manera no existía posibilidad de acercarnos, por eso
la adopción que ahora se obra por medio la fe en Jesús es un regalo
inmerecedero porque de ser enemigos ahora somos hijos de Dios.
Aplicación.
Queridos hermanos tenemos el más maravilloso milagro y el más
grande regalo que la humanidad haya recibido: Cristo Jesús nuestro
salvador. Les invito a que agradezcamos a Dios por su hijo, dando
muestras en nuestras vidas de que ya hemos recibido la Salvación y
no dejemos de vivir como salvos desde el aquí y ahora y para la
eternidad.
Gracia y paz.
¡Hasta el siguiente punto de fe!

S-ar putea să vă placă și