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Exposición: tercera parte

Como se explicó en las clases anteriores, son muchos los caminos que se
pueden seguir para llegar a una exposición correcta. Así mismo, también se dijo
que cuando se habla de exposición correcta (0 en la escala del fotómetro o
exposímetro), se habla meramente de un aspecto lumínico. Es decir, exposición
correcta es cuando el brillo captado por la cámara, representa de forma fiel la
realidad que ha intentado captar.

Para lograr una exposición correcta se puede usar un muy amplio juego de
combinaciones entre los distintos parámetros que afectan la exposición:
diafragma, obturación y sensibilidad.

Supongamos que vamos a tomar una fotografía con estos parámetros:

 ISO 200
 1/125
 F5.6

Con estos parámetros, cuando hacemos la medición de exposición, el


fotómetro o exposímetro nos señala que la imagen se encuentra sub expuesta en
un paso, es decir:

 -1

Entonces, para lograr una exposición correcta de la imagen (llevar el


fotómetro o exposímetro a 0), necesitamos modificar los parámetros. Ya sea la
obturación, la sensibilidad o el diafragma; no importa. Los movimientos serán
equivalentes de una escala a otra.

Debemos tomar en cuenta que cada paso en la escala de los parámetros,


equivale a un tercio en la escala del fotómetro o exposímetro; por tanto, si
queremos exponer correctamente la imagen, podríamos aumentar tres pasos en la
escala de sensibilidad:

 ISO 1600 (Tres pasos más de sensibilidad)


 1/125
 F5.6

O en vez de la sensibilidad, se podría disminuir la velocidad de obturación


en tres pasos:

 ISO 200
 1/15 (Tres pasos de velocidad menos)
 F5.6

E igualmente, se podría abrir el diafragma en tres pasos:

 ISO 200
 1/60
 F2 (Tres pasos más abierto)

Cualquiera de estas combinaciones nos daría el mismo resultado en


términos de exposición; es decir, una exposición correcta de 0.

Pares Equivalentes

Supongamos, entonces, que la exposición correcta de la imagen quedó


definida por los parámetros:

 ISO 200
 1/15
 F5.6

No obstante, podríamos cambiar esos parámetros aumentando un paso la


velocidad de la obturación (menos luz) y abriendo un paso el diafragma (más luz).

 ISO 200
 1/30
 F4

El resultado en términos lumínicos sería exactamente el mismo, pues la


imagen se estaría formando con la misma cantidad de luz. Es decir, el aumento de
la velocidad de obturación en un paso, fue equivalente a la apertura del diafragma
en un paso. A eso se le llama pares equivalentes.

Pares equivalentes, o incluso, tríos equivalentes, son entonces las distintas


combinaciones que nos llevan a una misma exposición. En ese sentido, par
equivalente también podría ser aumentar en un paso el ISO y cerrar en un paso el
diafragma:

 ISO 400
 1/15
 F8
O disminuir en un paso la velocidad de obturación y disminuir en un paso el
ISO:

 ISO 100
 1/8
 F5.6

Cualquiera de estas modificaciones es equivalente y genera la misma


exposición en términos lumínicos. No obstante, cuando hablamos del aspecto
estético de la imagen final, el resultado no será el mismo.

Consecuencias estéticas según el par equivalente

A pesar de que cada combinación equivalente de parámetros, sea par o


trío, otorga el mismo resultado en términos lumínicos (exposición); las
consecuencias estéticas de modificar un parámetro en detrimento de otro será
visible en la fotografía final.

¿Qué queremos decir? Que aunque para lograr una exposición correcta sea
igual modificar el ISO, la obturación o el diafragma; las consecuencias estéticas
serán distintas y relativas al parámetro que decidió modificarse. Es decir, los pares
equivalentes generan la misma exposición, mas no la misma imagen en términos
estéticos.

Modificar la sensibilidad ISO

La escala de la sensibilidad ISO va desde 100 hasta 6400. Crece en sentido


del doble, y decrece en sentido de la mitad.

El 100 es la medida de menor sensibilidad (menor reacción ante la luz); y el


6400 en la medida de mayor sensibilidad (mayor reacción ante la luz). Moverse a
través de esta escala tiene una consecuencia estética particular: el ruido.

El ruido es, en la fotografía digital, lo que en la fotografía analógica era el


grano. Antes, cuando se trabajaba con rollos de película fotográfica, la sensibilidad
de éste venía determinada por su nivel de ASA. Un rollo de película fotográfica de
100 ASA era el de menos sensibilidad, y un rollo de 1600 ASA tenía mucha
sensibilidad. Como estos rollos capturaban la luz mediante haluros de plata, en la
medida que se tenía una medida de ASA de mayor denominación, los haluros de
plata que poseía la película eran más grandes. Esto se traducía en que, cuando se
tomaba una fotografía con una medida de ASA elevada, el resultado final fuese
una fotografía en la cual se percibía una suerte de distorsión en la imagen
conocida como el grano. Es decir, se percibía por separado cada uno de los
haluros de plata que reaccionaban ante la luz, dando la impresión de que la
fotografía estaba granulada. En la fotografía digital pasa lo mismo con el sensor
electrónico, sólo que en este caso, la aparente distorsión de la imagen es
conocida como ruido.

Cuando a un sensor se le establece una medida de sensibilidad alta, éste


generará un conjunto de puntos de distintos colores que distorsionan la fotografía,
evitando que ésta represente fielmente la realidad que intenta capturar. Es a esto
lo que se llama ruido.

Imagen con ruido electrónico


Mientras más alta sea la sensibilidad, mayor será el ruido que se cree en la
imagen; por tanto, aunque en términos de exposición es lo mismo, la
consecuencia estética de aumentar desmedidamente la sensibilidad es negativa.

El ruido se verá particularmente expuesto en los tonos oscuros y las


sombras de la imagen fotográfica creada; por ende, se recomienda que el
aumento desmedido de la sensibilidad sea el último recurso a usar al momento de
compensar la exposición. Y aunque el nivel de ruido que genera un sensor cambia
de un modelo de cámara a otro, no importa cuál cámara uses, las sensibilidades
altas siempre generarán algún nivel de ruido, disminuyendo considerablemente la
calidad de la imagen.

Modificar el diafragma (f)

La escala de la apertura del diafragma va desde una apertura de f/1.4,


hasta una apertura de f/22. Mientas más bajo es el número, más luz entra a la
cámara; y mientras más alto es el número, menos luz entra a la cámara.

La consecuencia estética de usar un diafragma más abierto o más cerrado,


es su repercusión sobre un recurso estético que hasta ahora no se ha trabajado ni
definido: la profundidad de campo.

La profundidad de campo, para lo que nos ocupa en esta clase, podría


definirse simplemente como el espacio específico de la imagen que se encuentra
en foco. Mientras mayor cantidad de la imagen se encuentre en foco (nítida),
mayor profundidad de campo habrá; en cambio, mientras menor cantidad de la
imagen se encuentre en foco (nítida), menor profundidad de campo habrá.
Poca profundidad Mucha profundidad

Diafragma más abierto Diafragma menos abierto

Entonces, cuando se modifica el diafragma, éste afectará la profundidad de


campo. Cuanto más abierto esté el diafragma, menos profundidad de campo
tendrá la imagen. Cuanto menos abierto esté el diafragma, mayor profundidad de
campo tendrá la imagen. Es decir, la apertura del diafragma tiene una relación
inversamente proporcional con la profundidad de campo.

Las consecuencias estéticas de las velocidades de obturación las


estudiaremos en las siguientes clases.

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