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A efectos de los seres con capacidad fotosintética (vegetales) el CO2 es un nutriente, ya que
cumple las condiciones expuestas para ellos en las entregas 1 y 2 de esta serie: “cualquier ión o
molécula que deba de ser captada, transferida y asimilada”. Además es una molécula que puede
ser manejable tanto en los cultivos bajo cubierta (invernaderos) como en algunos de los
energéticos.
Las plantas, asimilan CO2 (integran metabólicamente), en dos ámbitos morfológicos distintos y
distantes, mediante rutas metabólicas diferentes: en las hojas (siempre) y … en la raíz (a veces). Y
es positivo conocer que ocurre en cada lugar.
El CO2 es un gas que se introduce en las plantas por sus estomas de las hojas (siempre que estén
abiertos). Esta estrategia de captura no es la única. El mundo vegetal acuático (sobre todo de
aguas calientes), debe de ingeniárselas para captarlo del agua, bien en forma gaseosa (a veces no
hay suficiente) y/o disuelta, dada la facilidad del CO2 para formar ión bicarbonato, en ese medio.
Aplicación: Si aceptamos que el CO2/HCO3- funciona en las aguas como un nutriente podíamos
emprender estrategias agroenergéticas de producción de biomasa con algas sumergidas en los
efluentes líquidos de las depuradoras ubicadas en climas cálidos. Primero de forma experimental
en las pequeñas ciudades. Que las plantas son acuáticas, pues bueno, que son plantas con
fotosíntesis C4, ya veremos que es esto…
Sin embargo, la RUBISCO precisa, para funcionar como “carboxilasa”, una provisión de CO2
importante, y a un “ritmo” definido compatible con la cantidad de O2 que la fotosíntesis va
generando. Así la relación CO2/O2 se convierte en un parámetro clave: en términos sencillos,
cuando es >1 se produce la fotofijación de CO2 y cuando es <1 la fotooxidación.
Para conseguir este dominio de la situación las plantas han sufrido un proceso evolutivo que ha
durado muchos milenios. Veamos algunos de los problemas que se han tenido que resolver y que
dada la situación de “cambio climático” es obligado tenerlos en cuenta.
La historia de la evolución de la Tierra, nos indica que la temperatura del agua ha ido
descendiendo y la composición de la atmósfera ha variado muy lentamente perdiendo CO2 y
ganando O2 (en la evolución un milenio no es nada). Además la fotosíntesis tuvo mucho que ver
en el “cambio climático” de entonces.
Desde la Física se nos dice que la temperatura del agua juega un papel fundamental en el
contenido de gases y la Química establece la concentración CO2 y su equilibrio con los iones
bicarbonato y carbonato en el seno de las aguas. Luego, en épocas pretéritas, cuando el proceso
fotosintético se inicia, las plantas tuvieron que ingeniárselas para bioacumular suficiente CO2 en
una “forma adecuada” para que el funcionamiento de la Rubisco fuera eficiente y, con el, todo el
proceso fotosintético (ciclo de Calvin).
Ello justifica una pregunta ¿las plantas acuáticas captan CO2 o bicarbonato?. Cuestión
interesante, dado que en el agua la presencia de gases está limitada, pero no así la de bicarbonato.
Ciertamente la respuesta se asocia a la existencia “en el conjunto fotosintético del plasto” de otro
enzima la “anhidrasa carbónica” que, a una velocidad extraordinariamente alta, es capaz de
transformar al CO2 en bicarbonato y viceversa.
Estableciendo que la Rubisco sólo acepta CO2, parece que se justifica la actuación de la anhidrasa
carbónica como “servidor” del gas que aviva la actividad sintetizadora, pues en el agua, una forma
de acumulación es el ión bicarbonato. Ello justificaría claramente el porqué los humedales y las
aguas marinas poco profundas pueden acumular cantidades enormes de materia orgánica.
¡Pero bueno¡ se me olvidaba que no había introducido este tipo de plantas C4. Y es que hay
plantas, sobre todo en lugares con climatología xérica, que funcionan de una manera especial. Su
descubrimiento, para alegría de JJ Ibañez, se realizó en la década de 1970, y fue presentado como
un gran desafío de tres insignificantes israelíes (Hatch, Slack y Korskak) frente al “pensamiento
único del ciclo de “Calvin-Benson”. Tuvieron la osadía de decir que el citado ciclo no era el único
camino en el procesado de fijación de CO2.
Aceptado el hallazgo, la fotosíntesis bautizada como C4 la realizaban, entre otras las plantas, las
crasuláceas o CAM que se contrapone a la clásica C3 de Calvin. Y la verdad es que estas plantas
CAM, y otras C4, tienen un comportamiento funcional muy curioso. Veamos.
Cuando las briofitas empiezan a colonizar la Tierra y tienen que evitar otro problema (la falta de
agua) las estructuras de intercambio de gases de aquellas colonizadoras optaron por mantener
cerrados sus estomas durante el día, y abrirlos durante la noche. Además, generaron tejidos
engrosados, que permitieran acumular agua, para evitar la desecación. Además generaron un
mecanismo de acumulación de CO2 en un ámbito morfológico definido (células del mesófilo), con
el objeto de poder disponer de unos niveles mínimos de CO2 disponible, pero en forma orgánica
(ya que a partir a partir de un ácido C-3 PEP o fosfoenolpirúvico y bicarbonato se forma ácido
oxalacético, succínico y/o ácido málico). Esta reserva de CO2, convenientemente transferida a
otro lugar morfológico (el tejido perivascular o vaina del haz vascular) o área tisular, (esisten
diversas formas evolutivas de fotosíntesis C-4) permite “satisfacer la capacidad de asimilación de
CO2” de la RUBISCO de forma suficiente y constante, . Así, las dos partes del proceso pueden
presentar una separación temporal, la fijación inicial del CO2 (nocturna), y la fotosíntesis (diurna).
Sin embargo apareció un nuevo problema logístico: si la planta consiguió compartimentar los
procesos de captura e integración del CO2, ¿cómo llegan estos nuevos ácidos hasta donde se ubica
la Rubisco para cederla el CO2?. La verdad es que atravesar libremente una membrana biológica
no se da o la célula está muerta.
De manera similar a lo que ocurre con los tricoblastos y su captura de nutrientes inorgánicos,
ahora, para que una molécula orgánica pueda atravesar un sistema separador de dos tejidos
vegetales de la misma hoja, se precisa de un sistema de transferencia que la reconozca (ahora lo
llamamos sistema de lanzadera). Y la evolución ha permitido la existencia de plantas que
reconocen expresamente el paso de ácido succínico, oxalacético y aspártico (producto de la
transaminación del ácido oxálacético), pero no de málico. Estos sistemas de lanzadera tienen
como contrapartida el retorno (para mantener estable la carga electronegativa de cada recinto) de
distintas formas del ácido C-3, resultante de la “descarga” del CO2 y en su caso del grupo amino
portado, en el área metabólica donde actúa la Rubisco. En compensación retornan ácido pirúvico o
PEP al punto de origen.
Este tipo de metabolismo es ventajoso en habitats áridos, con condiciones hídricas desfavorables,
en climas muy cálidos. Asegura la supervivencia de las plantas, pero no un gran crecimiento del
cuerpo vegetativo (Mauseth 1991). Este mecanismo fotosintético se encuentra también en
numerosas plantas epífitas.
Como me encuentro comprometido con los que pretenden una agricultura energética diré para
quienes estén interesados, que este tipo de metabolismo CAM (metabolismo ácido de
Crasuláceas) se encontró en especies de Crassulaceae pero aparece en especies de Agavaceae,
Aizoaceae, Asclepiadaceae, Bromeliaceae, Cactaceae, Compositae, Cucurbitaceae, Euphorbiaceae,
Geraniaceae, Labiatae, Liliaceae, Orchidaceae, Oxalidaceae, Piperaceae, Portulacaceae y Vitaceae,
también en la Gimnosperma Welwitschia y en las Pteridofitas en Isoetes y algunas Polypodiaceae.
Entre las dicotiledóneas, con fotosíntesis C4 y con un tipo de anatomía especial (Kranz) aparecen
componentes de familias tales como Amaranthaceae, Aizoaceae, Compositae, Chenopodiaceae,
Euphorbiaceae, Nyctaginaceae, Portulacaceae, Zygophyllaceae. Además, recientemente se están
encontrado especies de Chenopodiaceae con fotosíntesis C4 pero sin anatomía Kranz, como
Borszczowia aralocaspica y Bienertia cycloptera (Voznesenskaya et al. 2001 y 2002).
Si este conjunto de nombres puede servir para ingenieros agrónomos, estudiantes y agricultores
reconocerán algunas Cyperaceae muy utilizadas como el maíz (Zea mays), la caña de azúcar
(Saccharum officinarum), el sorgo y malezas muy agresivas como la grama (Cynodon dactylon) el
Paspalum y otras del género Cyperus y de otros géneros como Echinochloa y Rottboellia
(Poáceas).
Conocer la historia tiene también su interés, dados los problemas actuales de acumulación de CO2
en la atmósfera. Al parecer, antes del Mioceno (hace 15 millones de años), las plantas C4 eran casi
inexistentes. De ahí que se piense que la disminución de CO2 en el Mioceno, causada quizás por
una mayor meteorización ligada a la emersión del Tibet, pueda haber originado el desarrollo de las
plantas C4, y que el avance de las hierbas tropicales, que suelen ser de tipo C4, favoreció la
evolución de los mamíferos. Rebuscar en nuestros orígenes puede tener su interés.
Si la Rubisco y el ciclo de Calvin son hitos importantes en la vida de la planta con respecto al CO2
sin embargo no son los únicos procesos en los que interviene esta gas..
Si para las bases pirimídicas se plantean problemas, que de alguna manera se asemejan a los de la
Rubisco, en cuanto a la necesidad de CO2 gas y ser el “cabeza de proceso”, en la formación de las
bases púricas el problema es distinto, ya que el CO2 es trasportado por un “portador” la biotina y
el uso de “ligasas” (enzimas de gran edad).
Brevemente diré que el CO2 también actúa (pero de una manera absolutamente diferente) en otra
área metabólica: la síntesis de ácidos grasos. Y hago esta apreciación porque ahora, cuando la
relación CO2/O2 es elevada, se activa (en las mitocondrias) un conjunto enzimático llamado
“ACP” (acyl carrier protein) en presencia de un exceso de acetil CoA forma malonilCoA que
actúa como impulsor de la síntesis de ácidos grasos.
Esta activación presenta dos puntos de gran interés productivo. Por un lado la capacidad para
impulsar el crecimiento de los vegetales, ya que todas las membranas celulares precisan de
fosfolípidos (en los vegetales estos son muy variados pero abundan los fosfoinositósidos, ricos en
ésteres de fosfato). Por otro lado, cuando se impulsa el proceso de formación y relleno de la
semilla, siempre que su forma de reserva sean los triglicéridos (caso de las oleaginosas).
Es evidente que lo que pretendo con estas disgresiones bioquímicas (siento que puede aburrir) es
indicar “apartados” que el agricultor o el técnico puede “manejar” de forma directa (modificando
la relación CO2/O2 de la atmósfera de producción, o bien manejando adecuadamente las
soluciones nutritivas, cuando emplee sistemas de fertigación o fertirrigación.
Decía al comienzo, que a veces el CO2 se capta por las raíces, pero no de todas las plantas. Ahora
el proceso de asimilación del CO2 lo asociamos a la fijación biológica de N2. Puestos a hablar de
gases importantes para la biología…
Antes decía que a veces… Claro que debemos de buscar esta intervención, cuando la planta actúe
de forma simbiótica con el fijador de N2. Bueno, la planta o la asociación biológica en la cual
intervenga un fijador de N2 como es el caso de las costras biológicas en suelos desérticos.
Así, un ácido C-3 (fosfoenolpirúvico) se asocia al CO2 para formar ácido málico y oxalacético, el
cual, dando saltos metabólicos (para no aburrirles) permite una generación extra de ácido
glutámico, auténtico receptor del ión amonio, resultante de la reducción del N2 por la nitrogenasa
(habitualmente el ácido glutámico se genera a costa del consumo de sacarosa cuya reserva se
acumula en el tallo o en el rizoma).
Saludos cordiales
Etiquetas:
Curso Avanzado de Bioquímica del Suelo, Los Suelos las Plantas y la Vegetación, Suelos y
Cambio Climático
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Comentarios
Comentario by Nelson R Ortiz el 26 abril 2007 @ 15:02
n mi finca qye esta situada a 2300 m.s.n.m se encuentra una planta del genero Sedum y la cual
pertenece a la familia de las Crasulaceae.Yo la utilizo como planta de cobertura dentro de cultivos
como la mora para proteger el suelo , control de malezas y mantenimiento de la humedad. Que
beneficios a los cultivos respecto a la fijacion del CO2. Gracias. Nelson Ortiz.
Dada la direfente altura del Sedum y del cultivo de la mora no tienes ningun problema de
competencia foliar respecto a la disponibilidad el CO2 atmósférico.
Sin embargo en el suelo, la acción tiene que ser de sinergia y muy interesante, dado los diferentes
comportamientos de ambas a efectos de actividad.
Saludos.
Salvador
Eel autor de esta contribución no se encuentra ahora trabajando con nostros (otras ocupaciones).
Lo lamento pero no podrá contestarte.
Juanjo Ibáñez
Comentario by PAUL ALZATE el 10 mayo 2009 @ 20:03
hola, requiero ayuda. hay forma de recolectar el co2 en un estacionamiento cerrado, para
descontaminar y luego reutilizarlo. que tipo de dispositivo sería y si es posible hacerlo?. gracias.
Para empezar me parece muy interesante el trabajo que realiza y el interés que pone al tratar de
solucionar las dudas que nos van surgiendo.
Yo trabajo en una finca que se dedica al cultivo de cítricos y hemos pensado ralizar un proyecto en
el que podamos comprobar qué tasa de consumo de O2 y asimilación de CO2 tenemos en nuestra
plantación.
Estaría muy agradecida si me pudiera orientar a cerca de cómo estudiar estos parámetros y qué
bibliografía me recomendaría.
Un saludo, Magdalena.
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Doctor en Ciencias Biológicas e Investigador del Consejo Superior de Investigaciones científicas
(CSIC). Ha representado durante muchos años a España en el Buro Europeo de Suelos y la
Agencia Europea de Medio Ambiente. También colabora asiduamente con la FAO en materia de
suelos. Sus campos de especialización son la ecología del paisaje, edafodiversidad y la aplicación
de ciencias de la complejidad a la edafología. Ahora también la divulgación científica.
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