Sunteți pe pagina 1din 3

ALGUNAS CORRIENTES ÉTICAS FUNDAMENTALES

ÉTICA KANTIANA

En esta última etapa, es fundamental la idea filosófica de la dignidad


humana, idea que ha sido especialmente destacada por el filósofo
alemán Kant. Según éste, los seres humanos se merecen un trato
especial y digno que posibilite su desarrollo como personas. En este
sentido, afirma Kant, el hombre es un fin en sí mismo, no un medio para
usos de otros individuos, lo que lo convertiría en una cosa. Los seres
irracionales, como los animales, pueden ser medios para, por ejemplo,
la alimentación, en cambio la existencia de las personas es un valor
absoluto y, por ello, son merecedoras de todo el respeto moral mientras
que la discriminación, la esclavitud, etc. son acciones moralmente
incorrectas, porque atentan contra la dignidad de las personas.

ÉTICA UTILITARISTA

La ética utilitarista es consecuencialista. Eso quiere decir que, desde


el punto de vista de la ética utilitarista, el valor moral de una acción se
mide en función de sus consecuencias. Desde esta perspectiva, las
acciones carecen de un valor moral intrínseco, siendo este extrínseco
o relacional. Las éticas consecuencialistas se diferencian entre sí en el
fin o consecuencia al que deben aspirar las acciones morales. Este es
el componente teleológico que las define como tales. Un ejemplo
clásico de ética consecuencialista es la hedonista, según la cual
nuestras acciones deben llevarnos a la consecución del máximo
placer. De manera más sintética se afirma, que el objetivo último de la
ética utilitarista es que, cuando no se pueda satisfacer a todos por
igual, se debe entonces buscar al mayor bien al mayor número posible
de personas.

ÉTICA DIALÓGICA O DISCURSIVA


Las éticas dialógicas inciden en el estudio de las estrategias de
diálogo entre los individuos porque han llegado a la conclusión que
sólo de este modo se puede construir un mundo moral. Es en una
búsqueda conjunta de todos los miembros de una sociedad como se
puede llegar a valores morales positivos y no indagando en una
naturaleza humana en abstracto, desde la mera investigación en un
gabinete de filosofía. Se trata de llegar a las mejores soluciones a
base de un proceso de diálogo crítico y respetuoso entre todas las
personas involucradas en la misma situación. Karl Otto Apel y Jurgen
Habermas entienden que son todos los afectados quienes han de
comprobar si una norma es universalizable, utilizando la razón
discursiva, es decir, el diálogo racional. La “comunidad ideal de
diálogo” es un espacio de discusión que no admite la represión o la
desigualdad.

ÉTICA DE MAQUIAVELO
Nicolás Maquiavelo pone el acento especialmente en el análisis de las
acciones más allá de los principios morales que rigen los hechos.
Desde su punto de vista, una acción no se realiza de acuerdo a la
virtud de la justicia en el cumplimiento de la norma que ayuda a
diferenciar una buena acción de una acción incorrecta, sino que lo que
otorga el verdadero significado a una acción es la finalidad que se
pretende conseguir con ella y con la intención que motiva dicha
acción. Desde este punto de vista, la ambición por conseguir una meta
es el motor de la voluntad, en el contexto del pensamiento del autor.
Por ejemplo, una acción maquiavélica aplicada en el contexto laboral
actual puede ser practicar la competencia desleal en el ámbito
profesional y querer alcanzar el éxito a costa de perjudicar a un
compañero a partir de un concepto de rivalidad que perjudica al
contrario a partir de acciones que son contrarias al compañerismo y la
honestidad del obrar virtuoso.

ÉTICA ARISTOTÉLICA
En su obra La Ética a Nicómaco comienza Aristóteles afirmando que toda
acción humana se realiza en vistas a un fin, y el fin de la acción es el bien
que se busca. El fin, por lo tanto, se identifica con el bien. Pero muchas de
esas acciones emprendidas por el hombre son un "instrumento" para
conseguir, a su vez, otro fin, otro bien. Por ejemplo, nos alimentamos
adecuadamente para gozar de salud, por lo que la correcta alimentación,
que es un fin, es también un instrumento para conseguir otro fin: la salud.
¿Hay algún fin último? Es decir, ¿Hay algún bien que se persiga por sí
mismo, y no como instrumento para alcanzar otra bien? Aristóteles nos
dice que la felicidad es el bien último al que aspiran todos los hombres por
naturaleza. La naturaleza nos impele a buscar la felicidad, una felicidad
que Aristóteles identifica con la buena vida, con una vida buena. Pero no
todos los hombres tienen la misma concepción de lo que es una vida
buena, de la felicidad: para unos la felicidad consiste en el placer, para
otros en las riquezas, para otros en los honores, etc. ¿Es posible encontrar
algún hilo conductor que permita decidir en qué consiste la felicidad, más
allá de los prejuicios de cada cual? La felicidad consistirá por lo tanto en
actuar en conformidad con la función propia del hombre. Y en la medida
en que esa función se realice, podrá el hombre alcanzar la felicidad. Si
sus actos le conducen a realizar esa función, serán virtuosos; en el caso
contrario serán vicios que le alejarán de su propia naturaleza, de lo que
en ella hay de característico o excelente y, con ello, de la felicidad. Si
queremos resolver el problema de la felicidad, el problema de la
moralidad, hemos de volvernos hacia la naturaleza del hombre, y no
hacia la definición de un hipotético "bien en sí".

S-ar putea să vă placă și