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LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LAS VICTIMAS FRENTE A LA

APLICACION DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD EN COLOMBIA

YOLIMA LUNA BOLAÑO

DOLORES PATRICIA ZUBIRIA CELIN

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
PROGRAMA DE DERECHO
BARRANQUILLA
2019

INTRODUCCION
El principio de oportunidad es un mecanismo excepcional reglado por la ley creado con el

fin de evitar el inicio de un proceso penal, siempre y cuando se cumplan ciertos presupuestos

establecidos por la legislación colombiana de manera expresa y clara.

Su regulación debe ser compatible con el principio de legalidad y los derechos de las

víctimas, es precisamente este último punto el eje central del presente trabajo con el que se

pretende analizar hasta que punto las víctimas sienten realmente que sus derechos han sido

reconocidos y resarcidos con la aplicación del principio de oportunidad.

A través del mecanismo en mención la justicia se concentra más en reparar el daño

causado a las personas, en lugar de castigar al delincuente, quien es finalmente uno de los

mayores beneficiados, al no ser privado de la libertad. En la reparación lo que se pretende es

devolver a las víctimas a la situación en la que estaban antes de ocurrir el delito, lo cual es

imposible en la mayoría de los casos, a menos que el bien jurídico verse solo sobre la parte

económica o patrimonial.

Entendiendo por justicia cuando se investigan los delitos y se sancionan a los

responsables, cuando no hay justicia hay impunidad, por tal razón, ¿Desde el punto de vista de

las víctimas cumple el principio de oportunidad la aplicación efectiva de lo que entendemos por

justicia?

Es importante considerar todos los aspectos que involucran la aplicación del principio de

oportunidad, por lo cual en desarrollo del presente documento estaremos revisando en primer

lugar los antecedentes históricos más relevantes que se pueden tomar como las primeras

manifestaciones de este principio, que tienen lugar mucho antes de lo que pensamos, debido a

que en la legislación Colombiana es relativamente nuevo, aunque se si que estaban presentes las
formas anticipadas de terminación de los conflictos. Veremos las ventajas y desventajas de la

aplicación del principio, enfocado mas que todo desde el punto de vista de las víctimas, haremos

un recorrido del marco normativo vigente en la política criminal Colombiana y finalmente se

medirá la percepción de las víctimas, en cuyos casos se aplicó dicho principio, mediante la

realización de una encuesta.

El presente anteproyecto cumple con el Método Analítico de investigación, puesto que se

analizan las partes que conforme la aplicación del principio de oportunidad y se establece el

efecto de su aplicación en las víctimas.

Es oportuno desarrollar el mencionado análisis de este tema debido a que durante los

últimos años, siendo Colombia un País con baja credibilidad Institucional donde a la vista de

todos es poco confiable la aplicación de las leyes vigentes, lo sería mucho más la aplicación de

principios que puedan bien manipular para favorecer de alguna manera a los delincuentes y

vulnerar los derechos de las víctimas, aumentando el fenómeno de la impunidad.


LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LAS VICTIMAS FRENTE A LA

APLICACION DEL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD EN COLOMBIA

CAPITULO I. Análisis de los Antecedentes Doctrinales y Conceptuales del Principio de

Oportunidad.

Etimología, Concepto y Antecedentes Históricos del Principio de Oportunidad.

1.1 Etimología

Con el fin de lograr comprender con mayor amplitud el tema objeto de nuestro análisis, es

decir el Principio de Oportunidad, revisemos la etimología de estas dos importantes palabras,

según el diccionario y desde el punto de vista jurídico, así:0

1.1.1. Principio.

Según el diccionario de la real lengua española, la palabra principio proviene del latín

principium que significa "comienzo", "fundación", está compuesto de prīmus ("primero") y

capiō, capere ("tomar").

Conforme el diccionario virtual obtenido de Google significa también:

 Momento o punto en que algo empieza; comienzo, inicio; primer instante de un ser.

 Supuesto fundamental, base o fundamento sobre los cuales se construye un razonamiento

o un cuerpo de conocimientos.

 Primer momento de la existencia de una cosa.

 Punto de donde parte, nace o surge una cosa. “el principio de la revolución...”.
 Causa primera u origen de una cosa. "el big bang puede ser considerado el principio del

Universo"

 Primer indicio o fase inicial de una cosa que todavía no existe o se manifiesta. "un

principio de acuerdo; hay un principio de estilo barroco que se trasfunde en la tragedia de

la gran época y en la música decadente del siglo V a. C"

 Proposición o idea fundamental en que se basa un razonamiento, una teoría, una doctrina,

una ciencia o una técnica. "principios de aritmética; los principios de la termodinámica"

 Ley o idea fundamental que establece el funcionamiento de una cosa. "el principio de

Arquímedes; el principio de la repetición es esencial en el ritmo"

 Criterio o norma moral que guía la conducta de una persona o una comunidad. "es una

persona sin principios; el principio de igualdad ante la ley"

 Elemento que entra con otro en la composición de un cuerpo o sustancia compuesta.

 Principio inmediato Sustancia orgánica de composición definida que entra en la

constitución de los seres vivos o de algunos de sus órganos.

 A principios Expresión que se utiliza para situar un hecho en los primeros días de un

período determinado (semana, mes, año); si se trata de un siglo, sitúa el hecho en los

primeros años del mismo. "a principios de semana; a principios de mayo; a principios de

año; a principios de siglo"

 Dar principio Comenzar o empezar una persona o cosa algo. "dio principio a la reunión

con una frase de bienvenida"

 En principio De modo inicial o en una primera aproximación, sin entrar en detalle. “creo

que, en principio, nos ha podido beneficiar nuestro inmenso esfuerzo en pos de la moda"
Desde el punto de vista jurídico la Corte Constitucional ha dicho referente a los principios:

“a los principios generales del derecho suelen atribuirse diferentes funciones. En algunos

casos se advierte que ellos cumplen una función crítica de los ordenamientos. En este

caso los principios actúan como la imagen de un derecho ideal al que deben apuntar los

ordenamientos históricos. Otra perspectiva señala que los principios generales actúan

como verdaderas normas jurídicas y cumplen por ello una función integradora. En estos

casos, dicha función se activa a falta de ley y, en esa medida, aunque constituyen

verdaderas fuentes, tienen una naturaleza subsidiaria. Suele encontrarse vinculada esta

caracterización con aquella doctrina que asume que los principios generales del derecho

son el resultado de un proceso inductivo que parte de las reglas específicas previstas en

el ordenamiento y arriba a la identificación de enunciados generales que las agrupan a

todas. Finalmente, una tercera postura advierte que la tarea de los principios consiste en

precisar el alcance de las fuentes del derecho, cumpliendo entonces una función

interpretativa. En estos casos se acude a los principios únicamente con el propósito de

aclarar dudas, o superar las ambigüedades y vaguedades propias de los enunciados

jurídicos.”

En cuanto al Principio de Oportunidad en específico dice la Corte Suprema de Justicia:

 “El principio de oportunidad es una institución nuclear del sistema penal de tendencia

acusatoria que consiste en la suspensión, interrupción o renuncia de la persecución

penal, atendiendo diversos factores inmersos en la política criminal del Estado.

Constituye una excepción a la regla general que recae sobre la fiscalía de adelantar el

ejercicio de la acción penal y realizar la investigación de los hechos que revistan


características de un delito, siempre que tercien suficientes motivaciones y circunstancias

fácticas que permitan advertir la existencia del mismo”.

 Como características generales del principio de oportunidad, ha identificado: i) debe ser

aplicado en el marco de la política criminal del Estado; ii) es una figura de aplicación

excepcional y reglada; iii) las causales de aplicación deben establecerse por el legislador

de manera clara, precisa e inequívoca y estar conforme a la Constitución; iv) su

regulación debe ser compatible con la vigencia de un orden justo, el principio de legalidad

y los derechos de las víctimas; v) el fiscal goza de un margen razonable de interpretación

en la aplicación de la ley pero este no es ilimitado; vi) estará sujeto al control de legalidad

por el juez de control de garantías.

1.1.1. Oportunidad

Con respecto a su etimología, la palabra oportunidad según el diccionario de la Real

Lengua Española es originaria del latín opportunitas, formada por op que significa "antes", y

portus que expresa "puerto", es decir, “delante del puerto” y es una frase que explica las diversas

opciones que tiene un marinero o un navegante al momento de llegar a un puerto seguro, de hacer

cosas o actividades, y saber aprovecharlas porque no sabe cuánto tiempo puede durar nuevamente

navegando en el mar.

La oportunidad engloba la conjugación de la posibilidad que se presenta o existe que una

persona realice una acción para conseguir o alcanzar algún tipo de mejora, es por esto que

decimos que es una conspiración entre tiempo y acción para lograr una mejora o un beneficio

gracias al aprovechamiento de ciertas circunstancias en un momento específico.

1.2. Origen
1.2.1. Código Hamurabi

Siendo el principio de oportunidad una disposición relativamente nueva en la legislación

colombiana con recién cumplidos veinte (20) años de haberse establecido, se puede concluir

que no lo es para la historia del derecho, es así que en el Código Hamurabi escrito 1600 años

antes de cristo podemos considerar como los primeros rasgos del mencionado principio cuando

por la comisión de ciertos delitos en lugar de penas privativas de la libertad se imponían penas de

carácter dinerario y con ciertas ventajas para todos, en términos de que no se llevaban a cabo

procesos sino que se actuaba directamente hacia la reposición y en un sentido muy práctico para

la época en que fue escrito, por ejemplo:

 Si un hombre, que había mandado ya a casa de su suegro el regalo de esponsales y

había dado el precio de la novia, se encapricha de otra mujer y le dice a su suegro:

“No tomaré a tu hija por esposa”, el padre de la muchacha se quedará con todo lo

que le había sido llevado ya.

 Si deja tuerto a un individuo común o le rompe un hueso a un individuo común,

pagará 1 mina plata.

 Si un hombre golpea a otro hombre durante una discusión acalorada y le produce

una herida, que ese hombre jure: “Le he golpeado sin intención [de hacer ese

daño]”, y pagará el médico.

1.1.1. Ley de las doce tablas

Con la aparición de la Ley de las doce tablas, el derecho Romano empieza a buscar nuevas

formas de terminar el conflicto, como por ejemplo:


En la primera tabla, entre otros apartes dice... “Durante la exposición, que estén presentes

ambos. Pasado mediodía adjudíquese el litigio a quien esté presente. Si están ambos presentes,

que la caída del sol sea el último momento...”

1.1.2. En Colombia

Observamos en Colombia que los orígenes de lo que podemos llamar el principio de

oportunidad se ven reflejadas en los “mecanismos alternativos en la solución de conflictos” o

“formas anormales o anticipadas” de terminación del proceso, las cuales utilizan mecanismos o

procedimientos como la conciliación procesal o extra-procesal, la reparación integral, la

transacción, el desistimiento, la sentencia anticipada y la audiencia especial. Surge a raíz de la

Constitución 1991 al ser declarado nuestro País un estado social de derecho

1.2.4 En Legislaciones Extranjeras

Demos una breve mirada al principio de oportunidad en otros países, así:

Estados Unidos, se considera que entre un 75% y 90% de los casos penales, son

resueltos bajo criterios de oportunidad a través de los procedimientos “Plea Bargaining”,

y “Plea Guilty”. El procedimiento consiste en que el inculpado se declara culpable

renunciando a su derecho sobre un juicio oral y público, incluso, a la posibilidad de ser

Absuelto.

Alemania, Ley Emminger. 04 Enero de 1924. A través de esta Ley el Ministerio

Público quedó facultado para abstenerse del ejercicio de la acción penal, previa

satisfacción de determinados presupuestos como son: la reparación del daño ocasionado,


el otorgamiento de prestaciones de utilidad pública, y el cumplimiento de determinadas

obligaciones fijadas en cada caso particular.

Italia Pattergimento (proceso abreviado). Se aplica cuando habiendo situaciones

atenuantes y que la pena tipificada por el delito no sea superior a los 4 años de privación

de la libertad, se hace un acuerdo entre el Ministerio Público y el imputado, sobre la

posible pena.

Argentina. Figura de la “suspensión del juicio a prueba”. Consiste en la suspensión de

la acción penal, se fija un periodo de prueba bajos ciertos parámetros que establece el

Ministerio Fiscal. Los presupuestos bajos los cuales se puede aplicar la suspensión del

juicio a prueba, son: el consentimiento del imputado, la reparación del daño, y la

carencia de antecedentes judiciales.

1.2. Concepto Principio de Oportunidad

Refiriéndonos a aquel famoso debate sobre los principio y las normas entre DWORKIN y

HART, Dworkin no hace una definición exacta de Principio sino hace alusión a él observando en

la práctica cuando en sus argumentos en el marco de un litigio los abogados los menciona como

otro tipo de estándares de los cuales se pueden valer los jueces al momento de evaluar sus casos y

que definitivamente no son normas, pero uno se apoya en otro, no siendo ninguno de los dos

suficientes por sí solos.

Conforme con el artículo 1º. Inciso segundo de la Ley 1312 del 2009, se define el principio

de oportunidad como: “La facultad constitucional que le permite a la Fiscalía General de la


Nación, no obstante que existe fundamento para adelantar la persecución penal, suspenderla,

interrumpirla o renunciar a ella, por razones de política criminal, según las causales

taxativamente definidas en la ley, con sujeción a la reglamentación expedida por el Fiscal General

de la Nación y sometido al control de legalidad ante el juez de control de garantías”

No obstante la anterior definición algunos cuestionan su carácter de principio y lo definen

más como una facultad discrecional de la fiscalía o como una regla técnica procesal”, que se

aplica en ciertos casos regulados por la ley, bajo el cumplimiento de parámetros específicos que

supongan según lo podemos analizar la ganancia para todos: a) para el procesado, porque no es

sometido propiamente a la sanción o pena según el código a la luz de un proceso que entre otras

consecuencias conlleva a la privación de la libertad pero en cambio se le imponen otros deberes

como sanciones dinerarias tales como el pago de indemnizaciones, pero que también pueden ser

morales como el prestar servicios a la comunidad b) para el aparato judicial que no debe llevar a

cabo un proceso con todas las etapas e inversión de tiempo, dinero y todo lo que representa para

el estado la activación de la justicia, y c) para la victima una reparación casi siempre dineraria,

pero es aquí donde surge la controversia si para las victimas esto es suficiente o si por el contrario

queda el sentir en muchos de los casos es que no hubo la aplicación de la justicia propiamente

dicha, al fin y al cabo cual es el valor de una vida humana, para el caso de aquellos que han

perdido a seres queridos, puesto que no hay dinero que traiga de vuelta al ser perdido.

Debemos reconocer sin ninguna duda que el principio de oportunidad impulsa la justicia

restaurativa y su el alto valor que supone como mecanismo de reconstrucción del tejido social

para evitar la imposición de penas innecesarias, lograr la colaboración de las personas

involucradas en conductas punibles para lograr la desarticulación de bandas de delincuencia

organizada.
1.2.1. Elementos Comunes del Principio de Oportunidad en Colombia con respect a

Doctrinas Extranjeras

Haciendo una revisión en doctrinas extranjeras se encuentran los siguientes elementos

comunes del principio de oportunidad los cuales son: a) requisitos taxativamente definidos en

la ley b) aplicación en la política criminal c) discrecionalidad de la fiscalía para su aplicación

(en otros países ministerio público).

Entendemos la razón práctica del legislador para conferirle el carácter de principio, pues

resultaba lo más adecuado que un principio pueda ser excepcionado exclusivamente por otro

principio, en consideración al método de ponderación relativa adoptado por la Corte

Constitucional; y a pesar de su carácter de excepcional, dentro de los límites específicos fijados

por la ley, nos lleva a disentir de la posición de quienes lo consideran como “regla técnica

procesal”,

1.4 El Debate alrededor del Principio de Oportunidad

El abogado Yesid Reyes Alvarado en artículo publicado en el periódico El Espectador de

fecha 29 de mayo de 2008 menciona “Que se discute la conveniencia de introducir algunas

modificaciones al principio de oportunidad, convendría pensar en la posibilidad de que su manejo

esté exclusivamente confiado a la Fiscalía, sin intervención alguna de los jueces. Tomar esa

decisión supone admitir de antemano que la responsabilidad por la aplicación del principio de

oportunidad recaería exclusivamente en la Fiscalía, y que su inadecuada utilización supondría

ante todo una responsabilidad de tipo político, es decir, una censura a la concepción y desarrollo

de la política criminal del Estado”.


Vale la pena considerar lo escrito por los doctores penalistas Juan Carlos Vásquez Rivera

Carlos Alberto Mojica Araque en su libro “Principio de Oportunidad, Reflexiones Jurídico-

Políticas” ponen de relieve la escasa credibilidad sobre su eficiencia y control respecto de la

violación de los derechos fundamentales, el creciente y nocivo sentimiento de impunidad y, en

general, lo que se ha denominado como la crisis jurisdiccional que, en ciertos sectores sociales,

ha puesto nuevamente en vigencia la auto-tutela como mecanismo de solución, desvirtuando, de

paso, los fines del proceso jurisdiccional. Reflexionan además que Colombia se debate en una

profunda crisis de la legitimidad de sus instituciones y la anomia de su sistema jurídico; crisis

traducida en la incapacidad para la resolución de conflictos, la alta inflación legislativa, la escasa

credibilidad sobre su eficiencia y control respecto de la violación de los derechos fundamentales,

el creciente y nocivo sentimiento de impunidad.

1.5. Conclusión

Es comprensible que un mecanismo nuevo entre nosotros, como el principio de oportunidad,

genere preocupación por la forma en que podría ser aplicado, ya que su inadecuada utilización

puede traducirse en equivocados mensajes a la opinión pública. Sin embargo, esa preocupación

no debe llevar a la desnaturalización de este mecanismo; así que junto a una buena regulación

legal de las hipótesis en las que puede ser aplicado, debe otorgarse a la Fiscalía un amplio margen

de libertad en su utilización. Es hora de abandonar la recurrente idea de que no estamos maduros

para algunas cosas como el control político a los funcionarios del Estado y comenzar a aplicarlo

en casos como el principio de oportunidad; pero para eso es necesario darle a la Fiscalía

suficiente discrecionalidad en su utilización.


CAPITULO II. Ventajas y Desventajas de la Aplicación del Principio de Oportunidad.

En cuanto a las ventajas que representa el principio de oportunidad para el sistema de

justicia se puede citar la posibilidad de obtener una rápida solución al conflicto presentado por las

partes, dado que en la mayoría de los supuestos resulta necesario la previa reparación de la

víctima o garantías suficientes de ello, evitando de este modo el congestionamiento de los

tribunales y aumentando las salidas de calidad del sistema en su conjunto. Sin embargo, se

destaca como desventajoso la poca cantidad de hechos a los que se aplica (4%) derivada en

algunos casos de la carencia de medios económicos del imputado para reparar el daño, o la

imposibilidad de ubicar a la víctima, o inconvenientes para su traslado, así como también por la

poca predisposición de algunos letrados que prefieren mantener la investigación para aumentar

sus honorarios.
Asimismo se destacan las dificultades generadas por una cultura judicial de carácter

inquisitiva que se resiste a este cambio de criterio, las críticas que pueden generarse por parte de

la ciudadanía y la particular situación de que la introducción del principio de oportunidad se dio

en la etapa de transición de la reforma procesal.

2.1. Ventajas de la aplicación del Principio de oportunidad.

Dentro de las razones que justifican la existencia del principio se encuentran las

siguientes:

 La escasa lesión social producida mediante la comisión del delito y la falta de interés

en la persecución penal. El estimulo a la pronta reparación de la víctima. Evitar los

efectos criminógenos de las penas cortas privativas de la libertad.56

 Conseguir la rehabilitación del delincuente mediante su sometimiento voluntario a un

procedimiento de readaptación.

 Desarticulación de bandas de delincuencia organizada. Llegar a un proceso justo en

el que su duración sea adecuada a la gravedad del caso.

 Establecer un tratamiento diferenciado para la criminalidad menor, que permita

aplicar mayores recursos a los delitos más grandes y complejos.

 Dar un tratamiento adecuado desde el punto de vista jurídico penal, en los casos de

delincuencia juvenil. Contribuir al descongestionamiento de las cárceles.

 Permitir procesos más cortos que permitan que los recursos del sistema judicial se

concentren en aquellos casos que no son objeto del principio de oportunidad.

 Evita la estigmatización de quien, por hechos culposos pero sin intención o de menor

gravedad, incurre en hechos prohibidos por la legislación penal.


 Permite resolver delitos de escasa relevancia social y lograr la paz social. Permite

que la víctima o los agraviados reciban una justa reparación civil y en un tiempo

corto. Desde el punto de vista del acusado, quien al ver muy probable la posibilidad

de ser condenado, consigue evitar el juicio evitando en parte los costos del mismo y

comienza antes su rehabilitación, lo que en algunos casos le permite regresar a

disfrutar de todas las ventajas de la libertad con mayor prontitud. Cuando se juzga

simultáneamente a varios responsables de un mismo delito, puede inducir a que

alguno de ellos se acoja al principio de oportunidad revelando información que ayude

a las autoridades a agilizar el proceso de los demás acusados.

2.2. Desventajas frente a la aplicación del Principio de Oportunidad.

Dentro de algunas críticas al principio se encuentran las siguientes:

 El principio y los criterios de oportunidad suponen la desvirtuación del derecho penal

material, por medio del proceso.

 Conduce a una denegación ya que los órganos que están instituidos para ejercer la

administración de justicia se niegan de forma discrecional a ello.

 Conduce a que las decisiones judiciales con transito a cosa juzgada, sean adoptadas

por el ejecutivo y no por una autoridad judicial.

 Supone el reconocimiento institucional de la incapacidad del sistema judicial para

procesar todas las conductas delictivas, desprestigiando de paso a la misma

administración de justicia.
 Pone de presente las incoherencias entre el derecho penal sustantivo y el

procedimental.

 Puede dejar de lado los intereses de las víctimas de la criminalidad menor,

convirtiéndose en factor que inhibe a los ciudadanos a acudir a la jurisdicción al

considerar que no hallaran respuesta a sus peticiones.

 Desconoce los derechos a la igualdad y a la seguridad jurídica.

CAPITULO III. Marco Normativo y la Aplicación del Principio de Oportunidad en la


Política Criminal Colombiana

3. Fundamentos Legales del Principio de Oportunidad

3.1. En el Ordenamiento Jurídico de Colombia

Para hablar de fundamentos legales, fue necesario hacer una revisión de las distintas

leyes, resoluciones, lo establecido en la Constitución, entre otros; que se han expedido en

Colombia o adoptados por ésta, con respecto a la aplicabilidad del Principio de Oportunidad en el

Proceso Penal.

El ordenamiento legal colombiano tiene como base la Constitución Política, la cual en su

artículo primero establece que Colombia es un Estado Social de Derecho organizado en forma de

república unitaria con respeto a la dignidad humana y donde prevalece el interés general; así

mismo se funda en unos fines esenciales establecidos en el artículo segundo los cuales deben

mantener un orden justo.


Por otra parte, es deber y obligación de todas las personas nacionales e internacionales

respetar y acatar lo dispuesto por la Constitución; y si existe algún caso de incompatibilidad entre

lo establecido por ésta con una ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones

constitucionales, al tenor del artículo cuarto. Es decir, solo se podrá ser juzgado a partir de las

leyes existentes, las cuales deben garantizar y no contrariar los derechos sustanciales reconocidos

constitucionalmente.

Con la norma de normas se hace un reconocimiento y clasificación de los derechos

humanos; uno de estos es el derecho a la igualdad, que establece que toda persona debe ser

tratada en igualdad de condiciones ante la ley, recibir el mismo trato, gozar de derechos,

libertades y oportunidades sin discriminación alguna. Abriéndose con este artículo, la ventana al

acceso de herramientas que favorezcan a los individuos en el desarrollo de su vida, como lo es el

Principio de Oportunidad. (Constitución Política de 1991, arts. 1, 2, 4 y 13).

Otra de las garantías en material procesal que encontramos en la Constitución, es el

artículo veintinueve donde se detalla el cumplimiento de ejercer un debido proceso a cada

individuo conforme a las leyes preexistentes creadas por el legislador; en materia penal este se

puede dar al aplicar la ley más favorable o permisiva, al conservar la presunción de inocencia

mientras no sea declarado judicialmente culpable y al llevar a cabo la defensa durante la

investigación y juzgamiento. (Constitución Política de Colombia, 1991).

Por otra parte, y siguiendo con la línea que nos compete que es el procedimiento penal

colombiano, podría decirse que con la Ley 100 de 1892, conocida como Código Judicial, se

consideró la aplicación de principio de oportunidad de manera tácita y legal para solucionar por

vía judicial las peticiones alegadas dentro de un proceso penal. Regulándose todo lo relativo a la
organización judicial, los enjuiciamientos en materia civil y penal; sin embargo, el principio de

oportunidad no fue reglamentado antes de 2004.

Según Villanueva (2011), en la Ley 95 de 1936 se concibe el principio de oportunidad por

vía positiva, coincidiendo demasiado con las características del principio de legalidad, desde el

momento mismo en que se establece el Estado soberano y las correspondientes leyes penales,

tanto la sustantiva como la adjetiva. Con la tipificación de las conductas punibles se abre para el

ente jurídico, la posibilidad de intervenir y dar solución al conflicto penal; lo que se conocería,

entonces, como el principio de oportunidad por vía positiva.

Con el Decreto 050 de 1987 Código de Procedimiento Penal establece la “oportunidad e

irrectractabilidad” contemplando el desistimiento en cualquier estado del proceso antes de

proferir sentencia de primera o única instancia.

Se consideró que el sistema procesal con la Ley 600 de 2000, según las estadísticas, era

fatal debido al nivel acumulado de denuncias y noticias criminales que para los años 2000 a 2002,

se habían acumulado 500 mil; a pesar de los esfuerzos por la fiscalía cada año iba en aumento la

inefectividad. Es por ello, que se veía la necesidad de crear el principio de oportunidad sin verlo

en un sentido de conveniencia, sino como mecanismo de celeridad con la implementación del

Nuevo Sistema Penal Acusatorio, ya que muchas de las conductas investigadas no tienen la

misma connotación, ni impacto social permitiendo la aplicación del principio, respetando a su vez

el principio de legalidad. (López, Pérez, & Valencia, 2017).

En el campo del derecho penal es relevante destacar los estudios que se han manejado a

través de la expedición de la ley 906 de 2004, de los cuales tiene parte la Fiscalía General de la

Nación como ente acusador elegido por parte del Estado en el Nuevo Sistema Penal Acusatorio.

Con respecto al principio de oportunidad los lineamientos para estudiar el trámite de cada caso

deben establecerse por parte de la Fiscalía, el juez y la defensa es el siguiente:


 Recolectar información del caso particular en conjunto con los materiales de prueba

allegados

 Verificar la procedencia de la aplicación del principio de manera jurídica, fáctica, y

probatoria

 Conocer del caso adecuadamente a partir de información legalmente obtenida y

elementos materiales probatorios

 Identificar si se puede configurar la aplicación del principio de oportunidad a partir de

estudios jurídicos, facticos y probatorios

 Precisar la modalidad en que va a ser aplicado el principio de oportunidad (renuncia,

suspensión o interrupción)

 Proteger los derechos de la víctima y participar en el proceso de aplicación del

principio de oportunidad

 Verificar si la Fiscalía es competente para darle aplicación y tramite al principio de

oportunidad

 Adelantar el trámite de aplicación al principio de oportunidad por el competente

 Agotar el trámite ante equipo de principio de oportunidad

 Solicitar y participar en audiencia ante el juez en función de control de garantías.

(Fiscalía General de la Nación, 2012)

El Principio de Oportunidad fue incluido en el ordenamiento jurídico procesal

colombiano a partir de la vigencia del acto legislativo 03 de 2002 y la Ley 906 de 2004. Aunque

existían reparos sobre la manera como la Fiscalía General de la Nación podría hacer uso de la
posibilidad de renunciar, suspender o interrumpir el ejercicio de la acción penal, finalmente se

incluyó el Principio de Oportunidad como una importante herramienta para lograr la solución

alternativa de conflictos derivados de conductas punibles de poca monta, impulsar la justicia

restaurativa como mecanismo de reconstrucción del tejido social, evitar la imposición de penas

innecesarias, lograr la colaboración de personas involucradas en conductas punibles para lograr la

desarticulación de bandas de delincuencia organizada, entre otros fines.

Sin embargo, después de la entrada en vigencia del sistema acusatorio en Colombia, el

Principio de Oportunidad no ha tenido la aplicación esperada, por lo que no se ha convertido aún

en la “válvula de escape” del proceso penal. Por ello, uno de los fundamentos de la Ley 1312 de

2009 fue precisamente impulsar la aplicación y fomentar el desarrollo de dicha figura jurídica. La

labor de monitoreo realizada por la Fiscalía General de la Nación en todo el país permitió

detectar un buen número de problemas frente a la aplicación del Principio de Oportunidad, que

abarcan desde el desconocimiento de las figuras dogmáticas que sirven de fundamento a algunas

causales, hasta la complejidad del trámite regulado al interior de la Fiscalía General de la Nación.

(Bedoya, Guzmán, & Vanegas, 2010, pág. 23)

Con la Resolución 3884 de 2009, se establecen los pasos que deben seguirse, para la

aplicación del Principio de Oportunidad, de acuerdo con el siguiente orden:

 Conocer adecuadamente el caso a partir de los elementos materiales probatorios y la

información legalmente obtenida;

 Establecer la procedencia de alguna de las causales de aplicación del Principio de

Oportunidad (jurídica, fáctica y probatoriamente);


 Precisar la modalidad de aplicación del Principio de Oportunidad (renuncia, suspensión o

interrupción);

 Velar por la protección de los derechos de la víctima y garantizar su participación en el

proceso de aplicación del Principio de Oportunidad;

 Determinar la competencia al interior de la Fiscalía General de la Nación para la

aplicación del Principio de Oportunidad;

 Adelantar el trámite regulado al interior de la Fiscalía General de la Nación, bien cuando

el fiscal del caso puede aplicar directamente el Principio de Oportunidad o cuando dicha

decisión debe ser tomada por el Fiscal General de la Nación o su delegado especial;

 Agotar el trámite ante el Equipo de Principio de Oportunidad.

De lo anterior, podría afirmarse que la aplicación del Principio de Oportunidad constituye

una decisión determinante en el deber del Estado de brindar una respuesta adecuada a las

diferentes expresiones de la criminalidad. Por tratarse de una decisión esencialmente reglada, la

aplicación de dicho instituto está determinada por el cumplimiento de requisitos específicos, de

acuerdo con las exigencias de cada causal.

Por otra parte, el debate sobre la procedencia de la suspensión, interrupción o renuncia al

ejercicio de la acción penal no se limita a aspectos meramente jurídicos. Pues, en cada caso es

fundamental establecer si los presupuestos fácticos de las diferentes normas que resulten

aplicables están suficientemente acreditados, como por ejemplo el nivel de daño causado, el

perjuicio físico o moral sufrido por el sujeto activo y las circunstancias que atenúan el juicio de

reproche de culpabilidad, entre otros. Elementos fundamentales para aplicar el principio de

oportunidad en materia penal.


Si se parte del presupuesto de que el fiscal no tuvo conocimiento directo de los hechos,

sino que se aproxima a los mismos a partir de las evidencias recopiladas, es necesario que se

preste la suficiente atención a este aspecto, para cerrar el campo a las especulaciones o simples

ejercicios intuitivos y, en cambio, constatar la razonabilidad de las conclusiones relacionadas con

los hechos a partir de un análisis detallado de los elementos materiales probatorios y demás

información allegada. Aunque, como es apenas lógico, para la aplicación del Principio de

Oportunidad no se exija un nivel de conocimiento tan amplio como el requerido para proferir una

condena, sí es necesario que existan bases suficientes para concluir que ha ocurrido una conducta

punible y que una o varias personas en particular son autoras o partícipes. (Bedoya et al, 2010).

Lo anterior, se puede ejemplificar de la siguiente manera, no basta con establecer que

ocurrió un accidente de tránsito y que a raíz del mismo una persona resultó muerta o lesionada; es

necesario precisar si hubo un comportamiento imprudente atribuible a una persona determinada,

si existe relación causal entre dicha imprudencia y el resultado, entre otros. La determinación de

la ocurrencia de una conducta punible a partir de los medios de conocimiento allegados es

presupuesto necesario pero no suficiente para la aplicación del Principio de Oportunidad; ya que

también se requiere que los elementos materiales probatorios o información legalmente obtenida

sustenten los presupuestos fácticos de cada causal.

Es decir, que las falencias en el conocimiento de los hechos a partir de las evidencias

recopiladas limitan significativamente la motivación de las decisiones en materia de Principio de

Oportunidad. En todo caso debe tenerse en cuenta que las exigencias consagradas en la parte final

del Artículo 327 de la Ley 906 de 2004, Código de Procedimiento Penal, en torno a la existencia

de un mínimo de prueba que permita inferir la autoría o participación en la conducta o su

tipicidad están relacionadas con aspectos constitucionalmente importantes, como los siguientes:

I. Constituye un mecanismo de protección de la presunción de inocencia, porque aunque se

trate de una decisión en principio favorable al implicado, no tiene el mismo alcance de


una preclusión o de un archivo, pues mientras en estos eventos generalmente se parte de

que no hubo conducta punible, en el primero se asume que el ciudadano ha actuado al

margen de la ley.

Por esta razón, el artículo 327 dispone expresamente que la aplicación del Principio de

Oportunidad y los preacuerdos de los posibles imputados y la Fiscalía no podrán

comprometer la presunción de inocencia y sólo procederán si hay un mínimo de prueba

que permita inferir la autoría o participación en la conducta y su tipicidad.

II. La aplicación del Principio de Oportunidad generalmente conlleva la no realización del

juicio oral, es posible que su aplicación comprometa el derecho de las víctimas a conocer

la verdad. Por lo tanto, resulta fundamental que para la aplicación de dicho instituto se

logre un conocimiento razonable de los hechos, en pro de que las víctimas tengan acceso

a lo que la Corte Constitucional ha denominado un principio de verdad, que permita un

adecuado equilibrio entre los derechos de los afectados con la conducta punible y los

importantes fines que pueden lograrse con la aplicación del Principio de Oportunidad.

(Bedoya et al, 2010, pág. 29)

En el ordenamiento jurídico colombiano, están consagradas 17 causales de Principio de

Oportunidad. Cada causal tiene una finalidad diferente frente al desarrollo del instrumento

jurídico, pues algunas se centran en la indemnización integral a las víctimas de delitos menores;

otras se orientan a evitar que se impongan penas desproporcionadas o innecesarias; otras a lograr

la colaboración de personas incursas en delitos en pro de la desarticulación de bandas, entre otras.

Cada fiscal debe tener suficiente conocimiento de los presupuestos jurídicos y de las

diversas posibilidades de aplicación del Principio de Oportunidad, pues sólo así podrá establecer

si los mismos se cumplen frente a un caso concreto. Desde esta perspectiva, el fiscal debe

establecer si los hechos del caso se enmarcan en los presupuestos fácticos de la causal que resulte
aplicable. Por ejemplo, si se opta por la causal sexta, deberá tener claro que se trata de una

conducta culposa, que el imputado sufrió un daño físico o moral grave que haga que la pena

resulte desproporcionada o violatoria del principio de humanización.

Según el informe otorgado por la Fiscalía General de la Nación (Bedoya et al, 2010, pág.

33), se da la explicación de cada una de las causales y se indica de manera específica la

protección de los derechos de las víctimas, pues aunque existen algunas pautas generales, el

tratamiento es diverso de acuerdo con los requisitos de cada uno de los numerales del Artículo

324 de la Ley 906 de 2004. Es necesario recordar que al decidir sobre la aplicación del Principio

de Oportunidad, el fiscal deberá considerar los siguientes aspectos:

1. ¿Quién o quiénes son las víctimas y de dónde se deriva tal calidad?

2. La posibilidad de que las víctimas participen en el proceso de aplicación del Principio de

Oportunidad o, por lo menos, se les garantice dicha participación. Ello de conformidad

con lo dispuesto en los Artículos: 250 de la Constitución Política; 11 literales f y g del

Código de Procedimiento Penal; y 11 de la Resolución 6657 de 2004.

3. Velar por los derechos de las víctimas. Así lo dispone la normativa relacionada en el

literal anterior, además que este aspecto fue resaltado por la Corte Constitucional en la

Sentencia C-095 de 2007, donde se concluyó que los derechos del afectado deben ser

considerados cuando se aplique cualquiera de las causales de Principio de Oportunidad y

no sólo en aquellas en que la indemnización a la víctima es consagrada como requisito,

cabe insistir en que la labor investigativa debe orientarse a la verificación de los perjuicios

causados y el monto de los mismos.

4. La armonización de los derechos de las víctimas y los fines inherentes a la aplicación del

Principio de Oportunidad.
3.2. Principio de Oportunidad en Organismos Internacionales

Revisando un poco los antecedentes de dicho principio en el resto del mundo, se puede

decir que desde la extinción de la venganza privada como forma de justicia en la Europa

medieval, el Estado entró a sustentar el derecho y a ejercer la tarea de juzgar las conductas

punibles, razones por las cuales los Estados establecieron un sistema jurídico que permitió

establecer como se castigaría la conducta punible y la persecución de los delitos. Pero la cuestión

acerca de la definición de las conductas punibles que debían ser castigados fue resuelta de manera

distinta, según en el sistema jurídico en el cual se aplicó. El antecedente jurídico continental

europeo instauró el principio de Legalidad, según el cual todo hecho que surja como delictivo

debe ser investigado y sus autores acusados y juzgados penalmente, por lo que una vez iniciada la

persecución penal, no puede suspenderse, interrumpirse o hacer cesar. (Arévalo, 2017).

Con el sistema jurídico anglosajón, se estableció que el principio de Oportunidad podía

ejercerse cuando el ejercicio de la acción penal se pone a disposición del criterio del ente estatal,

toda vez que es el encargado de realizar la persecución penal en consideración al mejor interés de

la justicia y la conveniencia o utilidad del ejercicio de dicha acción (Berrio, Montoya, & Prieto,

2013; citado en Arévalo, 2017).

Es importante analizar un poco el sistema penal de los Estados Unidos, ya que el Fiscal puede

elevar la acción penal o no puede hacerlo. Inclusive, puede adelantar negociaciones con el

sindicado, negociaciones las cuales se conocen como plea bargaining; donde al Juez le

corresponde decidir la aceptación o no de lo negociado. Por otro lado existe la figura de guilty

plea, este último es de gran importancia, toda vez que en la práctica, más del 90% de las
condenas proferidas en los Estados Unidos se basan en este sistema de negociación, que evita el

proceso penal y el juicio oral frente al Juez o el jurado. Este sistema implica la renuncia a los

derechos de no autoincriminación, a contrainterrogar testigos de cargo y a ser juzgado por el juez

o un jurado (Forero, 2003; citado en Árevalo, 2017).

Durante los años 80 y 90 una corriente modificadora se propagó por América Latina, en

pro de la consecución de un juicio oral y el ingreso de un sistema acusatorio que se acomodara a

los nuevos entornos políticos de estos países, ya que numerosas instituciones jurídicas propias del

sistema anglosajón fueron tenidas en cuenta a la hora de elaborar los nuevos Códigos de

procedimiento penal, entre ellas, las congruentes con el principio de Oportunidad y

sucesivamente, se ha ido acogiendo en las legislaciones del continente, habitualmente como

excepción al principio de Legalidad. (Árevalo, 2017).

Por otro lado, en la esfera internacional se ha reconocido el derecho a la verdad: de manera

individual y colectiva. Opera de manera individual, cuando se tiene derecho a conocerla; mientras

que se hace referencia a la colectiva, cuando se habla del derecho inalienable a recordar la

verdad. Es obligación del Estado garantizar a través de medidas judiciales y extrajudiciales y la

creación de la comisión de la verdad. Sobre esto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos

señala que el derecho a la verdad es esencial y es obligatorio para los Estados, esclarecer los

hechos y juzgar a los responsables, conforme la Convención Americana de Derechos Humanos

(art, 8 y 25).

Otra garantía que otorga el Estado es en la esfera de justicia transicional, el cual tiene la

obligación de investigar, juzgar y condenar con las penas proporcionales para evitar la

impunidad. En el campo de la legitimación de la normatividad internacional, tenemos como

fundamento constitucional en el tema:


 Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos

 Convención contra la Tortura y otros tratos o Penas Crueles, Inhumanos y

Degradantes

 Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura

 Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas

 Declaración Americana de Derechos Humanos Declaración Universal de Derechos

Humanos

 Obligaciones del Estado donde deben crear: Mecanismos para descubrir la verdad y

penas; deber de investigar violación derechos humanos; garantizar derechos de

víctimas mediante recursos judiciales; y garantizar debido proceso.

Por otra parte, en el campo internacional; se protege el principio general de derecho de ser

responsable de los daños ocasionados por vulneración de los derechos humanos, y estos deben ser

obligatoriamente compensados con el pago de una justa indemnización. En el ordenamiento

jurídico Colombiano, esto tiene como fundamento constitucional:

 Convención contra la Tortura y otros tratos o Penas Crueles, Inhumanos y

Degradantes,

 Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura Estatuto de Roma

 Convención Americana de Derechos Humanos

 Corte Interamericana de Derechos Humanos


Durante el proceso penal, es necesaria la participación efectiva y constante de las

víctimas, puesto que tratados internacionales como el Pacto Internacional de derechos Civiles y

Políticos establecen la obligación de los Estados de adoptar medidas para garantizar la

efectividad de los derechos reconocidos en esa Convención (arts. 2 y 3) y, de manera particular, la

igualdad ante los tribunales y Cortes de Justicia (art. 14), fundamentando así la importancia del

papel de las víctimas en el proceso.

Asimismo, la Convención Americana de Derechos Humanos ha previsto la obligación de

los Estados de respetar y garantizar los derechos y libertades reconocidos en ella (art. 1), el

derecho de toda persona a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por

un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley,

para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier

otro carácter (art. 8.1), el derecho a la igualdad ante la ley (art. 24) y el derecho a un recurso

judicial efectivo (art. 25). Conforme a ello, destaca la Corte, el fundamento de la protección de

las víctimas no se agota en el ordenamiento interno sino que, adicionalmente, se fundamenta en

normas internacionales que se integran al bloque de constitucionalidad. (Sentencia C-471 de

2016).
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Peces Barba, G. (1986). Los Valores Superiores. Madrid: Tecnos.

Resolución 3884 (Fiscalia General de la Nación 27 de Julio de 2009).

Anexos

Anexo A. Encuesta aplicada a un grupo de víctimas en cuyos casos se resolvió la situación

jurídica de su victimario aplicando el principio de oportunidad.

Objetivo: Analizar la percepción de las víctimas en la aplicación del principio de

oportunidad en Colombia.

1. ¿Ha escuchado hablar de la terminación anticipada del proceso penal?

Si ____ No ____

2. ¿Pueden considerarse los instrumentos de terminación anticipada del proceso como


herramientas eficaces o como generadoras de injusticia e impunidad?

Herramienta eficaz ___ Herramienta generadora de injusticia e impunidad ___

3. ¿Sabe usted en qué consiste el principio de oportunidad en el derecho penal colombiano?

Si ____ No ____

4. ¿Considera usted que la aplicación de instrumentos como el del principio de oportunidad


motivan a la inoperancia de la justicia colombiana?

Si ____ No ____
5. El proceso judicial en el que usted es reconocido como víctima ¿le han permitido que
usted participe o aporte material probatorio?

Si ____ No ____

6. ¿Se le ha cumplido durante el proceso con su derecho de atención y asistencia?

Si ____ No ____

7. ¿Considera que su derecho a la justicia, reparación y verdad son vulnerados al aplicar el


principio de oportunidad?

Si ____ No ____

8. Para usted, con la aplicación del principio de oportunidad en los procesos penales ¿priman
los derechos del indiciado o de las víctimas?

Derechos del indiciado ____ Derechos de las víctimas ____

9. ¿Considera que la gestión de la Fiscalía General de la Nación ha sido?

Excelente ___ Buena ___ Regular ___ Pésima ___

10. ¿Piensa que las herramientas que brinda el Estado para garantizar los derechos de las
víctimas son?

Suficientes ____ Insuficientes ____

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