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CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL EN

AGUA, AIRE Y TIERRA.

El agua es uno de los elementos naturales que se encuentra en mayor cantidad en


el planeta Tierra. También es gran responsable de la posibilidad de desarrollo de
las distintas formas de vida: vegetales, animales y el ser humano. Los organismos
de todos los seres vivos están compuestos de agua en una alta proporción, siendo
que ésta es la que compone los músculos, órganos y los diferentes tejidos. Por esto,
sin agua no es posible la vida.

Uno de los mayores problemas mundiales en la actualidad es la falta de acceso de


agua dulce y potable por saneamiento. Si, además, le sumamos el problema de la
contaminación del agua, se empeora el panorama. La contaminación se produce
por los residuos vertidos, los fertilizantes, pesticidas o químicos que desembocan
en las aguas dulces y que acaban por contaminar también el agua salada. Más de
1.000 millones de personas sufrirán en el futuro la escasez de agua a causa de la
contaminación, la superpoblación y el cambio climático, que afectan a las fuentes
de este recurso esencial”.

El agua es necesaria para cultivar y procesar alimentos, también brinda energía a


la industria con el objeto de satisfacer a una población en constante crecimiento. La
gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, industriales y agrícolas,
conlleva a que el agua que beben cientos de millones de personas se vea
peligrosamente contaminada o polucionada químicamente. La contaminación del
agua también provoca que parte de los ecosistemas acuáticos terminen
desapareciendo por la rápida proliferación de algas invasoras que se nutren de
todos los nutrientes que les proporcionan los residuos.

Un aspecto importante es la división del agua según su grado de contaminación. El


primero es la polisaprobia: agua que está fuertemente contaminada con carbono
orgánico, caracterizada por una población de organismos específicos y
normalmente con una concentración muy baja e incluso total ausencia de oxígeno.
El segundo es la mesosaprobiana: los organismos que viven en medios con una
cantidad moderada de materia orgánica y variable cantidad de oxígeno en
disolución, como algunas algas clorofíceas. Por último, se encuentra la
oligosaprobiana: zonas de vertido de aguas residuales a un río, donde las aguas
han alcanzado el aspecto y características de su estado natural.

La contaminación de agua se genera por diferentes tipos de vertidos: aguas de


proceso, aguas fecales y aguas blancas. El primero es un vertido del proceso
productivo, con lo que su carga contaminante va a depender de la actividad
industrial. El segundo es generado en los aseos y asimilables a aguas residuales
domésticas. Y el último, se les suele llamar “aguas crudas” por su carácter previo a
la potabilización. Su importancia está en que son la base de la producción de agua
para el consumo humano masivo.
Se calcula que unas 842.000 personas mueren cada año de diarrea como
consecuencia de la contaminación del agua, de un saneamiento insuficiente o de
una mala higiene de las manos. Esta infección es altamente prevenible, pero sigue
siendo responsable de la muerte de 361.000 niños menores de cinco años, muertes
que se podrían evitar si se abordaran estos factores de riesgo.

En los lugares donde el agua no es fácilmente accesible, las personas pueden


considerar que lavarse las manos no es una prioridad, lo que aumenta la
probabilidad de propagación de la diarrea y otras enfermedades. La diarrea es la
enfermedad más conocida que guarda relación con el consumo de alimentos o de
la contaminación del agua. Sin embargo, hay también otros peligros: casi 240
millones de personas se ven afectadas por esquistosomiasis, una enfermedad
grave y crónica provocada por lombrices parasitarias contraídas por exposición a
agua infestada.

en muchas partes del mundo, los insectos que viven o se crían en el agua son
portadores y transmisores de enfermedades como el dengue. Algunos de estos
insectos, denominados vectores, crecen en el agua limpia, y los contenedores
domésticos de agua para bebida pueden servir como lugares de cría. Tan solo con
cubrir estos contenedores es posible reducir la cría de vectores y reducir también la
contaminación fecal del agua en el ámbito doméstico.

Otra de las causas de la contaminación del agua es la deforestación en las zonas


costeras y la creciente demanda de la construcción de gigantescos edificios. Esto
produce que los suelos en esas zonas se vuelvan vulnerables. A su vez, si le
agregamos que la pavimentación no permite el paso a las filtraciones de aguas
fluviales cuando llueve, el ecosistema se ve seriamente perjudicado. Esto favorece
que las aguas saladas se filtren por debajo contaminando las aguas dulces.

Se denomina contaminación ambiental a la presencia en el ambiente de cualquier


agente (físico, químico o biológico) o bien de una combinación de varios agentes en
lugares, formas y concentraciones tales que sean o puedan ser nocivos para la
salud, la seguridad o para el bienestar de la población, o bien, que puedan ser
perjudiciales para la vida vegetal o animal, o impidan el uso normal de las
propiedades y lugares de recreación y goce de los mismos. La contaminación
ambiental es también la incorporación a los cuerpos receptores de sustancias
sólidas, liquidas o gaseosas, o mezclas de ellas, siempre que alteren
desfavorablemente las condiciones naturales del mismo, o que puedan afectar la
salud, la higiene o el bienestar del público.
La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para
la salud. De esto depende si la salud cardiovascular y respiratoria de la población
sea buena o mala, tanto a corto como a largo plazo.
se considera contaminación del aire a cualquier sustancia, introducida en la
atmósfera por las personas, que tenga un efecto perjudicial sobre los seres vivos
y el medio ambiente. Entonces, hablamos de una mezcla de partículas sólidas y
gases en el aire, por ejemplo, el ozono que es un gas fundamental de la
contaminación del aire en las ciudades y que se denomina smog. A su vez,
mediante la disminución de los niveles de contaminación del aire los países
pueden reducir la carga de morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares,
cáncer de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma.
Las grandes ciudades son las que contribuyen al calentamiento global con las
emisiones de los automóviles, los compuestos químicos de las fábricas, el polvo,
el polen y las esporas de moho que pueden estar suspendidas como partículas.
Según un artículo de Crónica ONU, los combustibles fósiles comprenden el 80%
de la demanda actual de energía primaria a nivel mundial y el sistema energético
es la fuente de aproximadamente dos tercios de las emisiones globales de CO2.
A su vez, si la proporción actual de combustibles fósiles se mantiene y la demanda
energética casi se duplica para 2050, las emisiones superarán la cantidad de
carbono emitido. Esto traerá el aumento medio de temperatura a nivel mundial, el
cual será de 2 grados centígrados con consecuencias climáticas desastrosas para
el planeta. El uso de combustibles fósiles como la gasolina y el gas natural son
causantes de la contaminación del aire. En los últimos años, el ser humano envió
a la atmósfera una cantidad de dióxido de carbono suficiente para aumentar los
niveles de éste por encima del promedio habitual.
Por el incremento del dióxido de carbono, la temperatura media de la superficie
terrestre se incrementó a lo largo del siglo XX. Además, en el siglo XXI, se prevé
que la temperatura global se incremente entre 1 y 5 grados centígrados, y el nivel
del mar subirá entre 9 y 88 centímetros, dependiendo de los escenarios de
emisiones considerados.
A su vez, esto provocará el desplazamiento de las especies hacia altitudes o
latitudes más frías, buscando los climas a los que están habituados. Aquellas
especies que no sean capaces de adaptarse ni desplazarse se extinguirán y, por
supuesto, también habrá aumento en frecuencia e intensidad de los fenómenos
meteorológicos.

Según la Organización Mundial de la Salud, en 2014, el 92% de la población vivía


en lugares donde no se respetaban las Directrices de la OMS sobre la calidad del
aire. A su vez, los efectos respiratorios por la contaminación del aire son: tos,
respiración sibilante, flema, falta de aire y opresión en el pecho. Además, existe
aumento de enfermedades y muerte prematura causado por: asma, bronquitis,
enfisema y neumonía.
Otra causa que genera problemas de contaminación del aire es el dióxido de
azufre que es uno de los componentes de la niebla tóxica. Una de las
características principales del dióxido de azufre y de otros productos químicos
íntimamente relacionados es que son los causantes de la lluvia ácida. Ésta daña,
mata la vegetación, acidifica lagos, corrientes de agua, suelos y puede retardar
el crecimiento de los bosques.
Las centrales térmicas son causantes de la precipitación ácida que tiene su causa
en la emisión de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno. Estos interactúan con
la luz del sol y la humedad de la atmósfera, produciendo ácidos sulfúrico y nítrico,
que son transportados por la circulación atmosférica.
La contaminación del suelo supone la alteración de la superficie terrestre con
sustancias químicas que resultan perjudiciales para la vida en distinta medida,
poniendo en peligro los ecosistemas y también nuestra salud. Esta alteración de la
calidad de la tierra puede obedecer a muy diferentes causas, y del mismo modo sus
consecuencias provocan serios problemas de salubridad que afectan gravemente a
la flora, fauna o a la salud humana a lo largo del tiempo.
Lo hacen, por ejemplo, a través de la agricultura o afectando al equilibrio del
ecosistema, polucionando el agua potable o el agua de riego, ya sea por entrar en
contacto con estos lugares o por el simple hecho de que proceda de ellos.
Lamentablemente, no siempre puede solucionarse el problema, y en ocasiones solo
se recupera parcialmente, con la consiguiente degradación del área.
El contacto con el área polucionada no siempre es directo. Es lo que ocurre cuando
se entierran sustancias tóxicas bajo el suelo y estas acaban contaminando aguas
subterráneas que luego se utilizan para regar, para beber o acaban intoxicándonos
a través de la cadena alimentaria o trófica, al comer pescado, aves o cualquier otro
animal contaminado.
El almacenamiento incorrecto de residuos, su vertido intencionado o accidental,
la acumulación de basuras en su superficie o el enterramiento de los mismos, así
como fugas en tanques superficiales o subterráneos por averías o infraestructuras
deficientes son algunas de sus principales causas.
Sin embargo, la lista es mucho más larga. Podemos citar otras causas no menos
importantes, como las fugas radiactivas, el uso intensivo de pesticidas o abonos
químicos, la minería, las actividades de la industria química, los metales pesados
que salen del tubo de escape del tráfico rodado y las chimeneas de la industria, los
materiales de construcción, sobre todo por la escorrentía del agua que disemina los
productos nocivos, el alcantarillado antiguo en mal estado o, sin ir más lejos, la
misma lluvia ácida.
La pérdida de calidad del terreno supone una serie de consecuencias negativas que
van desde su desvalorización hasta la imposibilidad de uso para construir, cultivar
o, simple y llanamente, para albergar un ecosistema sano.
Las consecuencias pueden sufrirse de forma silenciosa, provocando un constante
goteo de víctimas, ya sean humanas o de especies animales y vegetales, como
manifiesta. En este segundo caso, se trata de una contaminación abrupta que causa
auténticas catástrofes ambientales y muchas víctimas.

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