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La economía de Venezuela está orientada a las exportaciones de materias primas.

La principal
actividad económica de Venezuela es la explotación y refinación del petróleo para la exportación,
la extracción y refinación está a cargo de la empresa estatal Petróleos de Venezuela.
En la Venezuela de la finales de la segunda década de inicios del siglo XXI, se está dando un
enfrentamiento (descoordinación) entre el Gobierno y los Gremios Empresariales Opositores
(monopolios y/o oligopolios) denominado Guerra Económica, que ha conllevado a la existencia de
una crisis de hiperinflación y una recesión en 2018, que finalmente la ha padecido la Sociedad
Civil, debido a que ambos actores no logran coordinar esfuerzos para encontrar posibles
soluciones a esa situación.
A continuación analizaremos la realidad política y económica venezolana en la actualidad en el
marco de la existencia de la descoordinación social o "Guerra Económica" como la llama el
Gobierno, y los distintos escenarios que se generan como consecuencia de esa problemática,
que tiene sus efecto directos en la sociedad civil por medio de la hiperinflación y la recesión que
se ha desatado en los últimos años, ocasionando pérdidas palpables en la calidad de vida en la
población, al disminuir su capacidad de compra, deterioro de la infraestructura, la fuga de
cerebros, quiebra de empresas, con tendencia a la ingobernabilidad económica y a la implosión
social.
Para tal fin, se tomará la Teoría del Juego como base para comprender las relaciones e
interacciones entre los distintos actores de la sociedad económica nacional, analizar los distintos
escenarios que se dan por los niveles de descoordinación o no cooperación y la propuesta de
acciones necesarias para acabar con esta difícil situación. Finalmente, se propone como mejor
solución para el país el encuentro o cooperación entre el Gobierno (G) y los Gremios
Empresariales Opositores (GEO) como único camino eficiente para para alcanzar una "tregua
económica" como una vía para la paz económica.
Cualquier arreglo institucional para superar las dificultades económica venezolana debe estar en
función de detener la hiperinflación y la recesión por la vía del entendimiento y la cooperación
entre los principales actores, un hecho que es eminentemente político.

En Venezuela, el juego entre el Gobierno y los Gremios Empresariales Privados parece estar
trancado. Pareciera que no hay soluciones en el corto plazo para que las cosas mejoren. Si sigue
la descoordinación entre ambos actores de la sociedad económica la situación empeorará. Hay
que destrancar el juego.
Para destrancarlo el Gobierno debe cooperar con los empresarios privados y viceversa. La
Cooperación es la única alternativa que nos queda como nación antes que llegue el acabose
social. La cooperación se alcanzará cuando ambos se perdonen y se sienten a planificar un mejor
porvenir para el país.
De este enfrentamiento visceral lo que ha quedado es hambre, pérdida de calidad de vida,
deterioro de las infraestructuras de los servicios públicos, ante tanta incertidumbre hasta los
propios funcionarios públicos han pedido la fe y se han vuelto más corruptos. Es como un
sálvense el que pueda. Eso podía explicar también el por qué ha arreciado la corrupción.
Realmente, es un enfrentamiento ideológico entre los capitalistas aliados de las corporaciones
transnacionales y sus productos importados y el Gobierno "revolucionario". Es un antagonismo
visceral para ver quien aguanta más en su escenario de poder: el Gobierno en Miraflores o los
gremios empresariales tradicionales en el mercado. Ambos dominan su propio escenario. Ambos
le infringen daño al otro quitándoles espacio para la maniobra donde el otro domina. El Gobierno
domina el escenario político, sigue ganando elecciones pero no impacta en lo económico, no
domina el mercado capitalista nacional, mandan ellos: los gremios empresariales. Por su parte,
los empresarios siguen mandando en la economía, incluso, se dieron el lujo de montar un Banco
Central paralelo en el exterior, que dirige desde afuera la política cambiaria venezolana:
DólarToday. Y, ese dólar paralelo, que realmente no lo controla el Ejecutivo Nacional, es el que
orienta el comportamiento de los precios de los bienes y servicios que se transan en la Nación.
Entonces, lo que queda en los próximos 6 años de gobierno son dos escenarios posibles: la
cooperación o seguir en la descoordinación.
La cooperación significa para el gobierno ceder en lo ideológico, en su bandera de lucha contra
las corporaciones transnacionales. No necesariamente dejar de hablar de la vía al socialismo.
Pero si ceder en lo económico para el beneficio empresarial aliado de las corporaciones. Para los
empresarios ceder significa ayudar al Gobierno a superar las dificultades macroeconómias, que
sus variables mejoren, que la inflación caiga, que aumente el empleo productivo y que ellos
ganen de esa cesión. Pero la historia económica contemporánea ha demostrado que los
empresarios cuando han cooperado con los gobierno piden prebendas políticas. Pedirán que los
coloquen ministros (agricultura y tierra, de finanzas, presidentes o directivos en el BCV,
presidentes en las industrias básicas y algunos diputados para resguardar sus intereses. Como
vemos, la cesión empresarial tiene altos costos políticos. No obstante, eso no determina que no
sigan conspirando y que quieran acabar con el Gobierno para controlarlo todo.

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