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Sintaxis del período en latín
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Unión de las proposiciones
Las proposiciones en el período pueden estar unidas por simple vecindad (parataxis), mediante
conjunciones coordinantes (coordinación), o bien mediante conjunciones subordinantes
(subordinación o hipotaxis). En este último caso, las proposiciones se distinguen en principales
(o regentes) y dependientes (o subordinadas).
La coordinación
La coordinación se usa entre proposiciones dela misma especie: o todas principales o todas
dependientes del mismo grado. Según las conjunciones coordinantes, se distinguen cinco especies
de coordinación: copulativas, disyuntivas, adversativas, declarativas, conclusivas.
Nota
1. La unión por asíndeton se usa en la indicación del nombre de los magistrados. Ej.: “Q. Marcio Cn.
Servilio consulibus” (Cic.); sin el prenomen, sin embargo, se dice regularmente Marcio et Servilio
consulibus.
2. Et tiene con frecuencia el valor de también, especialmente delante de pronombres.
Simul et illud cogita (Cic.) = Piensa también en esto.
b) que enclítica une entre sí dos elementos que forman un todo único:
Dies noctesque = día y noche, longe lateque = a lo largo y a lo ancho, terra marique = por tierra
y por mar, a te peto quaesoque = te pido y te suplico, senatus populusque Romanus = el senado
y el pueblo romano, etc.
Atque (ante vocales) y ac (ante consonantes) unen entre sí dos elementos fuertemente unidos y
generalmente resaltan el segundo término con respecto al primero.
Animi parere atque imperare iuxta parati Espíritus igualmente preparados para mandar
(Liv.) y para obedecer.
Vitam parce ac duriter agebat (Ter.). Vida parca y esforzada conducía.
Etiam, quoque, significan “también, aún”. Etiam va antes de la palabra y tiene valor intensivo
o acrecentativo respecto al término precedente; quoque se pospone a la palabra e indica paridad
entre los dos conceptos.
Dic etiam clarus. Habla también más claramente (que antes).
Miror non subsellia quoque esse combusta. Me maravillo que no hayan sido quemados
también las sillas (como las otras cosas).
Copulativas negativas. –La coordinación copulativa negativa se expresa mediante las partículas
neque, nec, et non (ac non).
Neque y nec significan “ni, y no”, y niegan generalmente toda una proposición.
Est adventus Caesaris in exspectatione; La llegada de César es esperada y tú no (=
neque tu ignoras. ni tú) lo ignoras.
Et non, ac non, niegan generalmente un solo término y tienen mayor fuerza que neque y nec.
Laelium cognovimus virum bonum et non Hemos conocido en Lelio un hombre de
illiteratum. bien y no inculto.
Copulativas correlativas.–La coordinación positiva correlativa se expresa con et … et, que
significa “y… y; ya sea…. ya sea; así … como”; si es negativa, se expresa con neque… neque
(nec… nec), que significa “ni… ni”. Existen también otras expresiones: cum… tum (que da
mayor relieve al segundo miembro) que vale “así… como”; modo… modo (“ora… ora”, con
valor temporal); tum… tum (“ya sea… ya sea”). Con sentido adversativo se dice: non modo
(non solum)… sed etiam (no solo… sino también).
Et monere et moneri proprium est verae Es propio de la amistad así amonestar como
amicitiae. ser amonestado.
Fortuna plurimum potest cum in reliquis La fortuna tiene un peso grandísimo no solo
rebus tum praecipue in bello. en las otras cosas, sino también y
especialmente en la guerra.
Non paranda sapientia solum, sed fruenda La sabiduría no solamente se debe adquirir,
etiam est. sino también utilizar.
b) Vero y autem son las dos conjunciones menos intensas, tanto es así que siempre se posponen
a la palabra y marcan, más que un contraste, una diferencia. Corresponden a “luego”.
Parietes urbis modo stant et manent, rem Están en pie y quedan solamente las
vero publicam penitus amisimus (Cic.). murallas de la ciudad, pero el estado lo
hemos perdido completamente.
c) At es la más fuerte de las adversativas y marca un decidido contraste con lo que precede. Se
usa también en la llamada occupatio, o sea cuando se previene una objeción o argumentación de
los adversarios.
Non placet M. Antonio consulatus meus; at No complace a Marco Antonio mi
placuit P. Servilio (Cic.). consulado, pero ha complacido a Publio
Servilio.
d) Atqui (“sin embargo”) está siempre al principio del período y marca una fuerte contraposición,
con un cierto énfasis.
“Magnum narras, vix credibile”. ”Me dices algo extraordinario, apenas
creíble”.
“Atqui sic habet” (Hor.). “Sin embargo, es así”.
Consecutio temporum
en proposiciones que no dependen directamente de la principal
§ 187. Una proposición en subjuntivo puede tener como regente no una proposición principal,
sino una dependiente de primer grado. Los casos posibles son:
a) Dependencia de una proposición en subjuntivo;
b) Dependencia de una proposición infinitiva;
c) Dependencia de un participio, supino, gerundio, y también de un adjetivo o sustantivo en el
cual esté implícita la idea del verbo
a) Una proposición de 2º grado, que depende de una de 1er grado en subjuntivo, regula su verbo,
tanto por lo que respecta al tiempo, cuanto por la contemporaneidad o no de la acción, de la
siguiente manera:
1) el presente de subjuntivo y la conjugación perifrástica activa con sim llevan tiempos
principales.
2) el imperfecto, el perfecto1, el pluscuamperfecto (todos del subjuntivo) y la conjugación
perifrástica activa con essem llevan tiempos históricos.
Exegisti a me ut scriberem (1er grado) Pretendiste de mí que escribiera de qué manera
quemadmodum posset (2º grado) ira leniri se puede mitigar la ira.
(Sén).
A M. Caepario cum quaesissem (2º grado) qui Habiendo pedido a Marco Cepario qué hacías,
ageres (3er grado), dixit te in lecto esse (1er me respondió que estabas en la cama.
grado; Cic).
Canes aluntur in Capitolio, ut significent (1er Se mantienen perros en el Capitolio, para que
grado) si fures venerint (2º grado). den la alarma, si se acercaran ladrones
Ego vero Lycurgo maximam gratiam habeo, Le estoy muy reconocido a Licurgo, que me ha
qui me ea poena multaverit (1er grado), quam condenado a una pena tal, que puedo pagar sin
sine mutuatione possem (2º grado) dissolvere. recurrir a préstamos.
1
El perfecto subjuntivo y también el perfecto de infinitivo son percibidos, dentro de la consecutio, como
tiempos históricos. Pero si dependen de un tiempo principal, la proposición que de ellos depende, en
subjuntivo por atracción modal, tiene el tiempo que tendría si el perfecto subjuntivo o el perfecto de
infinitivo fueran independientes. Ej.: Constat Thebae caput totius Graeciae fuisse, quamdiu Epaminondas
reipublicae praefuerit (y no praefuisset), porque, en construcción independiente, se tendría: Thebae caput
totius Graeciae fuerunt quamdiu Epaminondas reipublicae praefuit. Y así: non dubito quin prudenter
feceris, quod Italiam reliqueris: independiente: prudenter fecisti quod Italiam reliquisti. En cambio se da
regularmente: te arbitror omnia fecisse, quae ad salutem nostram pertinerent, porque en forma
independiente sería: omnia fecisti, quae ad salutem nostram pertinebant.
rajatabla la dependencia de los tiempos históricos (sin importar el verbo de la proposición
principal) si el infinitivo del cual depende es perfecto.
Cupio scire quid agas (Cic.). Deseo saber qué haces.
Constitui ad te venire, ut et viderem te et Decidí ir a tu casa, para verte y visitarte.
viserem (Cic.).
Aristides quaesisse ab eo dicitur quare id Se dice que Arístides le preguntó a él por qué
faceret (Nep.). hacía eso.
c) Una proposición dependiente de un participio, supino, gerundio, adjetivo o sustantivo regula
su tiempo sobre el verbo principal.
Difficile est dictu, quanto in odio simus apud Es difícil decir en cuánta odiosidad estamos
exteras gentes (Cic.). entre los extranjeros.
Cupidus eram audiendi quid gestum esset Estaba deseoso de oír qué se había hecho.
(Cic).
Constitit rex incertus quantum esset hostium El rey se detuvo incierto sobre cuántos eran los
(Liv.). enemigos.
b) con subjuntivo perfecto o pluscuamperfecto, para la idea del futuro anterior, según que en la
regente haya un tiempo principal o un tiempo histórico.
1 2
Con los verba timendi, raramente y siempre con En realidad, el uso de la perifrástica en subjuntivo
fines particulares, la idea del futuro se expresa con se limita casi exclusivamente a las interrogativas
la conjugación perifrástica activa. Ej.: Haec quo indirectas y a las dependientes de las expresiones de
sint eruptura timeo. = Estoy preocupado por cómo duda, como: non dubito quin, nullum dubium est
van a terminar estas cosas. quin, etc.
b) para dar la idea del futuro anterior, tanto activo como pasivo, se recurre al verbo possum o a
un adverbio como mox, brevi, post, con el perfecto o el pluscuamperfecto de subjuntivo con
relación a un tiempo principal o histórico en la regente.
Nota
Los gramáticos, encontrando apenas uno o dos casos en los autores, sugieren recurrir:
1) para la idea del futuro simple a:
futurum sit ut y el presente de subjuntivo con relación a un tiempo principal.
futurum esset ut y el imperfecto de subjuntivo con relación a un tiempo histórico.
Non dubito quin futurum sit ut te paeniteat (te arrepentirás).
Non dubitabam quin futurum esset ut te paeniteret (te arrepentirías).
2) para la idea del futuro anterior a:
futurum sit ut y el perfecto de subjuntivo con relación a un tiempo principal.
futurum esset ut y el pluscuamperfecto de subjuntivo con relación a un tiempo histórico.
Non dubito quin futurum sit ut te iam paenituerit (ya te habrás arrepentido).
Non dubitabam quin futurum esset ut te iam paenituisset (ya te habrías arrenpentido).
La atracción modal
§ 191. A la consecutio temporum en el uso de los tiempos se corresponde, en el uso de los
modos, la atracción modal (o asimilación de los modos), por la cual una proposición que por
su naturaleza debería llevar indicativo (como las relativas, las temporales, etc.), cuando depende
de otra en subjuntivo o en infinitivo, asumiría, ella también, por una especie de atracción, el
modo subjuntivo, siempre que forme parte de la proposición que la rige, y por lo tanto no pueda
ser suprimida sin que el sentido resulte incompleto.
Existimemus eos, qui rem publicam auxerint, Debemos estimar que aquellos, que han
esse immortalem gloriam consecutos (Cic.). engrandecido el estado, han conseguido gloria
inmortal.
Se tiene qui auxerint, porque esta proposición relativa se encuentra dependiendo del infinitivo
consecutos esse, cuyo sentido sería incompleto sin la relativa.
Caesar cohortes, quae in stationibus erant, César mandó a las cohortes, que estaban de
secum proficisci iussit.(Cés.) guardia, que partieran con él.
Se tiene quae in stationibus erant, no obstante la dependencia del infinitivo proficisci, porque la
proposición relativa contiene una observación incidental, que podría ser suprimida sin alterar el
sentido de la entera proposición.
Nota
En realidad, el término de atracción modal es inexacto, porque refleja un fenómeno puramente mecánico,
mientras la explicación racional de esto se encuentra en el hecho de que se trata, en la mayor parte de los
casos, de subjuntivos oblicuos, que reflejan el pensamiento indirecto de una persona distinta de la que habla
o escribe, o bien de subjuntivos que denotan eventualidad o posibilidad.
En efecto, cada vez que quien habla o escriba presenta el contenido de estas proposiciones como
pensamiento propio, con la intención de brindar una aclaración al lector, ellas permanecen en indicativo.
Obsérvese al respecto este ejemplo muy elocuente: Apud Hypanim fluvium, qui ab Europae parte in
Pontum influit, Aristoteles ait bestiolas nasci, quae unum diem vivant. Con la primera relativa, Cicerón
da una simple aclaración al lector, informando un dato de hecho; con la segunda: quae unum diem vivant,
aparte del sentido de eventualidad implícito, él quiere referir el pensamiento indirecto de Aristóteles, porque
si hubiera querido referir el contenido como dato objetivo de hecho o unir su propia conformidad, habría
escrito: quae unum diem vivunt. Esta es la explicación lógica del fenómeno.
Pero hay que tener en cuenta que la lengua, además de lógica, es también estilo y armonía, por lo que el
término de atracción modal en algunos casos parece pertinente. Tómese, por ejemplo, este período: Scito
me, postquam in urbem venerim, redisse cum veteribus amicis in gratiam. El subjuntivo venerim, en lugar
del indicativo veni, no se explica ni como subjuntivo oblicuo ni como subjuntivo eventual. Quizás no haya
una explicación lógica: hay sin embargo exigencias de armonía y de ritmo que tienen su propio peso en la
lengua. Solamente en estos casos se puede hablar de atracción modal.
Por lo tanto se puede concluir que cuantas veces el concepto del pensamiento indirecto resulte claro, es un
error no usar el subjuntivo; en los demás casos, el uso del subjuntivo o del indicativo no puede ser
considerado erróneo, por cuanto, para determinar el uso de uno u otro modo, intervienen preferencias de
estilo, analogías con otras construcciones, etc. En definitiva, se trata de una elección subjetiva para la cual
no se puede en ningún modo fijar una regla.
Las proposiciones relativas con valor de perífrasis, correspondientes a un sustantivo en castellano, se
expresan por norma en indicativo. Vedi § 237, obs 1.
Tienen esta función las proposiciones: finales, consecutivas, causales, temporales, hipotéticas,
concesivas, adversativas, comparativas.
3) proposiciones atributivas-apositivas, también llamadas adjetivas, que en el período tienen
la misma función que el adjetivo, el participio atributivo o il sustantivo apositivo: hacen de
atributo o de aposición a un término de la proposición regente. Son estas las proposiciones
relativas propias.
Elogiamos a los niños que estudian. Elogiamos a los niños estudiosos (atributo).
El sol, que es un astro benéfico, da luz y calor. El sol, astro benéfico (aposición), da luz y calor.
Proposiciones complementarias directas
Las proposiciones dependientes complementarias directas con función subjetiva o objetiva1
son de distintas especies:
a) proposiciones complementarias directas con verbo en infinitivo; son las proposiciones
infinitivas.
b) proposiciones complementarias directas, introducidas por quod declarativo; llevan
generalmente verbos en indicativo.
c) proposiciones complementarias directas, introducidas por las conjunciones ut (negación:
ut non), ut (negación ne), ne, quin, quominus, todas con verbo en subjuntivo con estricta
observación de la consecutio.
d) proposiciones complementarias directas, introducidas por pronombres o por adverbios
interrogativos, con el verbo siempre en subjuntivo: son las proposiciones interrogativas
indirectas.
b) después de las expresiones: (huc) accidit, adde quod = (a esto) se agrega que, agrega
que; praetereo, praetermitto, omitto quod = dejo de lado que.
Accedit quod ingeniis excellentibus Se agrega el hecho de que se deleita con
delectatur (Cic.). ingenios excelentes.
Adde hoc quod perferri litterae nullo modo A esto agrega que la carta nunca pudo llegar a
potuerunt (Cic.). destino.
Nota
Después de accedit se puede encontrar ut con subjuntivo, en lugar de quod con indicativo, sin
que haya una diferencia sustancial. Ej.: Ad Appi Claudi senectutem accedebat ut caecus esset =
a la vejez de Apio Claudio se agregaba el hecho de que era ciego.
1
Es oportuno observar que las proposiciones subjetivas y objetivas no llevan todas infinitivo, como se cree
muchas veces, sino que una parte de ellas llevan indicativo y otras subjuntivo, con estricta aplicación de la
consecutio.
2
El quod declarativo puede tener modo subjuntivo solamente si reporta el hecho de manera oblicua. Ej.:
Mitto quod pericula subire paratissimus fueris.
c) para determinar un demostrativo precedente como: hoc, id, illud, ex eo, inde, sic, ita,
etc.
Homines hoc uno plurimum a bestiis differunt, Los hombres sólo en esto difieren de las bestias,
quod rationem habent (Cic.) que gozan de razón.
Nota
Quod con indicativo al principio de un período puede significar “por lo que respecta a…”. Ej.:
Quod scire vis qua quisque in te fide sit et voluntate, difficile est dictu de singulis.
Proposiciones complementarias directas introducidas por ut1 (negación: ut non)
Son proposiciones complementarias directas con valor subjetivo las introducidas por ut
explicativo (= que), por ut non, ut nemo, ut nihil = “que no, que nadie, que nada” y el
subjuntivo después de los verbos que se indican más adelante. Como la circunstancia
determinada por esos verbos solamente puede ser contemporánea (es el caso más frecuente) o
pasada respecto al verbo regente, no se usa nunca la conjugación perifrástica activa con sim o
essem, sino que se usan los cuatro tiempos del subjuntivo.
a) Después de los verbos de acontecimiento, como: fit ut, accidit ut, evenit ut, est ut, (= se
da el caso de que); futurum est ut (= está por ocurrir que); fieri potest ut, fieri non potest
ut (puede ocurrir que, no puede ocurrir que); obtingit, contingit ut (= toca, sucede que).
Accidit Athenis ut una nocte omnes Hermae deicerentur.
Fieri non potest ut mihi verba desint.
Nota
Con estos mismos verbos, como se ha visto, cuando están acompañados por un adverbio como
opportune, commode, etc., se tiene, en lugar de ut, el quod declarativo.
b) Después de los verbos “quedarse, seguir”, como sequitur, restat, superest, relinquitur
ut, reliquum est, proximum est ut (queda por último que)…, etc.
Restat ut in castra Bruti nos conferamus.
c) Después de las expresiones constituidas por un sustantivo o un adjetivo neutro en unión
con una voz del verbo sum, como: lex est, mos est, consuetudo est, tempus est ut... o bien
aequum est, rectum est, par est, integrum mihi est ut (= soy capaz de).
Neque hic locus est ut de moribus maiorum loquamur.
Est rectum ut eos aeque se nosmet ispsos amemus.
Nota
Con los verbos de “permanecer” y de “seguir”, como con las expresiones aequum est, lex est, se
encuentra también el acusativo con infinitivo, lo que prueba que las proposiciones no son
consecutivas. Ej.: Sequitur vitam beatam virtute confici = Resulta en consecuencia que la vida
beata es fruto de la virtud. Verisimile non est odio fuisse parenti filium.
Proposiciones complementarias directas indroducidas por ut2 (negación: ne)
1
Impropiamente, estas proposiciones son tratadas por muchos gramáticos entre las consecutivas; el ut en
estas expresiones tiene el valor de “que” y no de “así que”. Piénsese en el ejemplo: “ocurre un hecho raro”
y aparecerá como evidente lo absurdo de decir que “un hecho raro” sea la consecuencia de “ocurre que” y
no su sujeto.
2
Estas proposiciones suelen confundirse con las finales; en ellas la conjunción ut vale “que” y no “para
que”. Ej.: “Cura ut valeas”. Piénsese en “Cura valetudinem” y se verá claramente el valor objetivo y no
Son las proposiciones complementarias directas introducidas por ut y subjuntivo, con
negación ne (ne quis, ne quid, ne ullus, etc.) que siguen a verbos curandi y postulandi y los
demás que aparecen a continuación. Dado que las proposiciones que se les acompañan son de
naturaleza volitiva, están colocadas (igual que las finales) en una relación de contemporaneidad
con el verbo regente, y tienen por lo tanto el presente y el imperfecto del subjuntivo.
a) “cuidar, proveer, esforzarse, tratar de”…, como: curo, video, facio, efficio, provideo,
operam do, contendo, enitor, etc.
Effice ut valeas.
Videant consules ne quid detrimenti res publica capiat.
b) “rogar, pedir, obtener”, como: oro, exoro, precor, obtestor¸ rogo, peto, quaero, flagito,
obtineo, impetro, etc.
Id ut facias te obtestor atque obsecro.
Ne id facias a te peto.
c) “exhortar, persuadir, inducir, incitar, aconsejar, comandar”: como: hortor, moneo,
admoneo, persuadeo, incito, impello, moveo, indico, praecipio, edico, etc.
Consules Romani Pyrrhum monuerunt a veneno ut caveret.
Ciceronem Caesar hortatur ut pristinam virtutem retineat.
d) existe también el ut explicativo (que se niega con ne), después de: placet ut, interest ut,
necesse est ut, etc.
Observaciones
1. La conjunción “y no” que une una segunda proposición a una primera, se traduce como neu
(o neve) si la primera es negativa, con neque (o también neu o neve), si la primera es
positiva.
Valerius Publicola legem tulit, ne quis magistratus civem Romanum necaret neve
verberaret.
Id ut facias te obsecro neque immortalia speres.
2. En dependencia de los verbos: oro, obsecro, precor, volo, nolo, oportet, necesse est, licet,
fac, cave, etc., la proposición complementaria directa puede encontrarse en subjuntivo sin la
conjunción ut.
Cavete inulti animam amittatis.
Fortem fac animum habeas.
Me velim diligas.
Nota
Facio y efficio en el sentido de “procurar que, esforzarse para que…”, tienen ut, que se niega
con ne; en cambio en el sentido de “hacer de manera que, ser causa de” tienen ut, que se niega
con ut non. Ej.: Fac ne quid aliud cures hoc tempore. Obscuritas rerum facit ut non
intelligatur oratio.
final de la proposición ut valeas. Sin embargo, con algunos verbos como hortor, rogo, oro, la proposición
oscila entre el valor objetivo y el valor final. Prácticamente, esto ocurre con todos aquellos verbos en los
que el “que” es sustituible con “para que”.
Proposiciones complementarias directas introducidas por quin1 (= que no, de no)
(Non dubito quin = no dudo de que)
La conjunción quin (= ut non) = “que no, de no”, se une al subjuntivo y puede usarse solamente
en dependencia de una proposición negativa o interrogativa retórica con sentido negativo. El
quin introduce una proposición complementaria directa después de las expresiones:
a) Non dubito quin, nemo dubitat quin, non est dubium quin, suspicio non abest quin = no
falta la sospecha de que…, o bien: quis dubitat quin? (sentido = nemo dubitat quin); quis
dubitare potest quin? (sentido = nemo dubitare potest quin). La circunstancia, qu esigue
a estas expresiones, puede ser contemporánea, pasada o futura con respecto al verbo
regente y por lo tanto la consecutio se aplica en pleno.
Non dubito quin vobis satisfecerim.
Non abest suspicium quin ipse sibi mortem consciverit.
b) Facere non possum quin = no puedo dejar de…; fieri non potest quin = no se puede dejar
de…; non multum (paulum) abest quin = no falta mucho (poco) que; praeterire non
possum quin = no puedo dejar de… ; silentio praeterire non possum quin = no puedo
pasar en silencio que… ; non moror, nullam interpono moram quin = no interpongo
ninguna demora en…; non (nihil) praetermitto quin = no dejo de…; vix (aegre) abstineo,
me contineo quin = no puedo abstenerme de…, etc. La circunstancia, que sigue a estas
expresiones, está puesta en una relación de contemporaneidad con el verbo regente y se
usan por lo tanto el presente y el imperfecto de subjuntivo.
Facere non possum quin cotidie ad te mittam litteras.
Paulum aufuit quin Varum interficeret Fabius.
Germani retineri non poterant quin in nostros tela conicerent.
Notas
1. El quin da a la proposición que sigue un sentido positivo; si se quiere que esta tenga sentido
negativo, hay que agregarle otra negación (por ej., non). Ej.: Non dubito quin verum dixeris
= no dudo de que hayas dicho la verdad = estoy seguro de que has dicho la verdad. Entonces:
Non dubito quin verum non dixeris = no dudo de que no hayas dicho la verdad = estoy
seguro de que no has dicho la verdad.
2. Non dubito (o también el simple dubito) en el sentido de “no temo, no esito” lleva tras de sí
el infinitivo. Ej.: Pro patria qui bonus dubitet mortem oppetere?
1
Quin, en su origen quine, resulta formada por el ablativo neutro arcaico qui (= quo, en qué modo) y por
la partícula negativa ne, por lo que la frase: Quin rides? vale propiamente “¿en qué modo no (ne) ríes?” y
por lo tanto: “¿por qué no ríes?”. En estas proposiciones complementarias directas en subjuntivo, el quin
introduce un tipo de subjuntivo potencial. Por ejemplo, la expresión: Non dubito quin tibi id molestum sit,
en origen en forma paratáctica: (= independiente) debía ser: Non dubito: quin tibi id molestum sit? “No
dudo, ¿en qué modo a ti esto no podría serte molesto?” Sucesivamente, en la evolución de la lengua, el
sentido negativo de quin se fue perdiendo, por lo cual, en la forma dependiente, la expresión ciceroniana
antedicha vale: “No dudo de que esto te sea molesto.”
a) ne1 (= temo que), cuando se teme que ocurra algo que no se desea
b) ut o ne non (= temo que no), cuando se teme que no ocurra algo que se desea.
Vereor ne molestus sim vobis.
Omnes labores te suspicere video, timeo ut (o ne non) sustineas.
Notas
1. Si el verbo o la expresión de temor están precedidas por una negación, como: non timeo, non
vereor, no se puede usar ut, sino solamente ne non.
Non timeo ne non impetrem.
Non timeo ne vincar.
2. Vereor e timeo tienen el infinitivo en lugar del subjuntivo cuando significan “dudar, esitar”.
Caesar timebat tantae magnitudini fluminis exercitum obicere.
Prop. complementarias directas con los verba impediendi y recusandi (ne, quominus, quin)
Son por último proposiciones complementarias directas las que se usan dependiendo de
verba impediendi, es decir, de verbos que indican impedimento como: impedio, deterreo,
retineo, detineo; de verbos que contienen en sí la idea de “oponerse”, de “resistir”, de
“rechazar”, como: obsto, obsisto, resisto, officio (me opongo), recuso, prohibeo, interdico, y
también de expresiones del tipo: per me stat o fit quominus (= depende de mí que no…). La
circunstancia, que sigue a estas expresiones, en latín está siempre en relación de
contemporaneidad con el verbo regente; ellas tienen presente o imperfecto de subjuntivo.
a) con ne o quominus2 (= ut eo minus), si es positiva la proposición regente.
Plura ne scribam dolore impedior.
b) con quominus o quin (y no ne) si la regente es negativa.
Epaminondas non recusavit quominus legis poenam subiret.
Teneri non potui quin tibi apertius illud declararem.
Non stat per me quominus intelligas.
Nota
Impedio, recuso, a veces y, casi constantemente, prohibeo, pueden construirse con infinitivo.
Ej.: Me impedit pudor haec esquirere. El pudor me impide investigar estas cosas.
Proposiciones interrogativas
Las proposiciones interrogativas se dividen en:
1
Sobre por qué con los verba timendi se usa ne, cuando en la dependiente en castellano no figura la
negación (= temo que) y viceversa se usa ut (o ne non) cuando en castellano figura la negación (= temo
que no), se dan diversas explicaciones. La más común y persuasiva nos parece esta: cuando por la forma
originaria independiente (= parataxis) se pasó a la dependiente (= hipotaxis), sobre el concepto del temor
prevaleció el del deseo. Originalmente, entonces, la expresión: Timeo ne hostes veniant equivalía a timeo:
ne hostes veniant! (Tengo miedo: ¡que los enemigos no vengan!), de la cual se obtuvo, en la expresión
subordinada: “Tengo miedo de que los enemigos vengan”. La otra: Timeo ut convalescat equivalía a timeo:
ut (utinam) convalescat! (Tengo miedo: ¡ojalá que él se recupere!), de donde surgió, por la misma razón,
la forma dependiente: “Tengo miedo de que él no se recupere”.
2
Quominus resulta formado por el ablativo neutro arcaico quo y por minus, equivalente a non. Como con
quin, el subjuntivo es del tipo potencial. Por ej., la frase: Naves vento tenebantur quominus in portum venire
possent = Las naves eran frenadas por el viento; por lo cual no (minus) podrían entrar en el puerto. De aquí,
en la forma dependiente, se formó: Las naves estaban impedidas por el viento de entrar en el puerto.
1) directas, si son independientes, es decir, proposiciones principales que no dependen de
ningún verbo; su modo es el indicativo.
Ej.: ¿Qué hora es? Quota hora est?
Nota
Se exceptúan las interrogativas, que expresan duda o posibilidad, que tienen el subjuntivo
dubitativo o potencial. Ej.: Quid dicam? = ¿Qué debería decir?
2) indirectas, si son dependientes, o sea, subordinadas, regidas por un verbo de “preguntar,
demandar, interrogar, saber, pensar”, etc. En latín, su modo es el subjuntivo.
Ej.: Dime qué hora es. Dic mihi quota hora sit.
A su vez las interrogativas, directas e indirectas, se dividen en:
a) simples, si la interrogación está destinada a saber una sola cosa.
Ej.: ¿Es tuyo este libro? (directa simple)
Dime si es tuyo este libro (indirecta simple)
b) disyuntivas, si la interrogación está destinada a saber cuál de dos o más cosas, que se
excluyen mutuamente mediante la partícula disyuntiva “o”, es la verdadera.
¿Vienes conmigo o vas solo? (directa disyuntiva)
Dime si vienes conmigo o si vas solo. (indirecta disyuntiva)
Nota
En realidad solamente la interrogativa indirecta es una proposición subordinada
complementaria directa. Pero por comodidad didáctica se agrupan ambas formas.
Proposiciones interrogativas directas
Proposiciones interrogativas directas simples
Las proposiciones interrogativas directas simples tienen el verbo en indicativo y pueden ser
introducidas:
a) por pronombres, adjetivos o adverbios interrogativos, como: quis, qui (= cuál),
quisnam, uter, qualis, quantus, quot, ubi, quomodo (= cómo), quando, cur, quare, quam
ob rem, quin (= cur non), etc.
Cur taces?
Ubi est dominus?
Quando te aspiciam?
Nota
En las interrogativas, directas o indirectas, el “cuándo” castellano se vuelca en latín como
quando y no con cum; “por qué”, con cur, quare, quam ob rem y no con quia, quod; “cómo”
con quomodo, mejor que con ut.
b) por partículas interrogativas especiales, que es necesario usar en caso que no haya un
pronombre o un adverbio interrogativo. Ellas son:
1. -ne1 (enclítica, que se apoya en la palabra sobre la que converge la interrogación); se
usa en las interrogaciones propiamente dichas, o sea cuando se pregunta algo que se
ignora.
Estne frater tuus intus?
2. nonne2 (¿no es acaso cierto que? ¿no acaso?), que introduce una interrogación retórica,
de la que se espera una respuesta afirmativa.
Canis nonne similis est lupo?
3) num (= quizás), que introduce una pregunta retórica, de la cual se espera una respuesta
negativa.
Num eloquentia Platonem superare possumus?
Notas
1. A menudo se encuentra el ne usado con el valor de num o de nonne, especialmente en las
expresiones videsne, videtisne, videmusne, potestne y semejantes. Ej.: Videtisne (= nonne
videtis) ut apud Homerum saepissime Nestor de virtutibus suis predicet? Potestne (= num
potest) virtus servire?
2. Con una serie de preguntas continuadas, ne no se repite; en lugar de nonne se repite
comúnmente non, pero también se encuentra nonne repetido. Ej.: Egone illum non fleam?
ego non fleam talem adulescentem? Nonne hunc in vincla duci, non ad mortem rapi, non
summo supplicio mactari imperabis?
3. A veces la pregunta latina se expresa simplemente a través del tono de la voz; esto sucede
particularmente para indicar disgusto o maravilla. Ej.: Pugnantia te loqui non vides?
1
Ne es propiamente la forma debilitada de la antigua negación ne. Esta debilitación de negación hace que
esta sea la partícula interrogativa indeterminada por excelencia, por lo cual se aplica sin propensión para
el sentido positivo o negativo.
2
Nonne está formada por la negación non reforzada por la enclítica –ne, antigua negación debilitada. Se
explica por eso como, en una serie continuada, la negación se hace con el simple non.
3
Utrum era en su origen el neutro del pronombre uter. La frase debía sonar probablemente de este modo:
Utrum? servus es an liber? = ¿Cuál de las dos cosas? ¿Eres un esclavo o un hombre libre? El sentido
pronominal se fue perdiendo y utrum se volvió una simple partícula interrogativa, usada también cuando
los términos introducidos por an eran más de dos.
Pater eius reddit, an non?
Nota
Si el segundo miembro no expresa una contraposición absoluta al primero, sino que es una
explicación o corrección de este, se traduce como aut (o vel) y no con an. Ej.: Voluptas
melioremne efficit aut laudabiliorem virum? Para expresar la contraposición habría que decir:
melioremne efficit an peiorem virum?
Uso de la partícula an en proposiciones interrogativas directas aparentemente simples
A veces se encuentra la partícula an sola al principio de una proposición interrogativa directa,
constituida por un solo miembro. Esto ocurre cuando el primer miembro se puede sobreentender
fácilmente, de manera que la interrogación es simple solo en apariencia. Esto ocurre
habitualmente:
a) cuando se quiere convalidar, en tono irónico o maravillado, un concepto precedente,
mostrando insostenible la afirmación opuesta; en tal caso an, equivalente
aproximadamente a num, se traduce al castellano como “acaso”.
Oratorem irasci minime decet: an tibi irasci tum videmur, cum in causis acrius et
vehementius dicimus?
Nota
Un caso particular del uso de an = num, aparece cuando se quiere poner de relieve una fuerte
contraposición entre dos términos. Ej.: An Scythes Anacharsis potuit pro nihilo pecuniam
ducere, nostrates philosophi non poterunt?
b) cuando a una pregunta de carácter general sigue otra precedida por an, que de alguna
manera la determina y la define. An, equivalente aproximadamente a nonne, se traduce
como “¿no será quizás?”
Quid ad me venitis? an speculandi causa?
Proposiciones interrogativas indirectas
Proposiciones interrogativas indirectas simples
Las interrogativas indirectas son proposiciones subordinadas complementarias directas que
dependen de verbos de “pedir, interrogar, demandar, pensar”, etc. Las interrogativas indirectas,
tanto simples cuanto disyuntivas, llevan siempre modo subjuntivo.
Las proposiciones interrogativas indirectas simples, como las directas, pueden estar
encabezadas:
a) por pronombres, adjetivos o adverbios interrogativos, como por ejemplo:
quis (= quién), qui (= cuál), uter, ubi, quando, quantus, cur. El verbo está siempre en subjuntivo
según las leyes de la consecutio temporum.
Quis sim cognosces.
Quaesierat ex me Scipio quidnam sentirem de hoc.
Incredibile est quanta multitudo fuerit Syracusis.
Notas
1. Las locuciones: nescio quis = no sé quién; nescio quid = no sé qué; nescio quomodo, quo
pacto = no sé cómo, de qué manera, forman una expresión con valor de nombre o adverbio y
no tienen ningún poder sobre el modo del verbo que acompañan. Ej.: Hoc, nescio quis, dixit
= Lo dijo, no sé quién. Nescio quo pacto, a proposito erravit oratio = No sé cómo, el
discurso se alejó del tema.
2. No hay que confundir la proposición interrogativa indirecta con la relativa: dicam quid
sentiam = diré lo que pienso (= cuál es mi opinión); dicam quod sentio (= mi pensamiento).
Con la interrogativa se evidencia la cualidad; con la relativa, el objeto.
b) por las partículas interrogativas –ne, num, nonne, que es necesario usar en el caso que
falte el pronombre o el adverbio interrogativo, y precisamente:
1) por –ne o por num (= si) indiferentemente, tanto si se espera una respuesta incierta,
como si se espera una respuesta negativa.
Disputabatur num interire virtus in homine possit.
Xenophon Socratem consuluit sequereturne Cyrum.
2) por nonne (= si no), si se propende por el “sí”, especialmente dependiendo de quaero;
con los otros verbos, nonne se sustituye generalmente por ne.
Quaero ex te nonne oppressam rem publicam putes.
Observación
Los verba dubitandi. Después de los verbos y de las expresiones que significan duda, incerteza,
como nescio, haud scio, dubito, dubium est, incertum est, etc., se usan las partículas:
an (= si no), cuando quien duda propende por el sí;
an non (= si), cuando quien duda se inclina por el no;
ne o num (= si) cuando la duda es absoluta.
Dubito an Venusiam tendam. Estoy incierto si no debo ir a Venosa (creo que sí)
Haud scio an non possis No sé si puedes (creo que no)
Dubito num tibi idem suadere debeam Estoy incierto si debo aconsejarte lo mismo (duda absoluta).
Nota
Con los verbos que significan “tentar, esperar, ver”, como conor, tento, experior, exspecto,
video, etc., en lugar de num o de –ne se usa más correctamente si. Ej.: Exspectabam, si quid ad
me scriberes.
Proposiciones interrogativas indirectas disyuntivas
Las proposiciones interrogativas indirectas disyuntivas tienen subjuntivo, tanto si son regidas
por verbos de pedir o interrogar (quaero, rogo, etc.), cuanto si son regidas por verbos de duda
(dubito, incertum est, rogo, etc.). Son encabezadas por las mismas partículas de las
proposiciones directas, según el siguiente esquema:
utrum…………………an
ne……………………..an
…………………………an
………………………...-ne
Ej.: Te pregunto si eres un esclavo o un hombre libre.
Ex te quaero utrum servus sis an liber.
Ex te quaero servusne sis an liber.
Ex te quaero servus sis an liber.
Ex te quaero servus sis liberne.
Nota
Cuando el segundo miembro está introducido por “o no” se traduce generalmente como necne.
Sitne malum dolere necne, viderint Stoici.
La respuesta a una pregunta puede ser positiva, correspondiente a nuestro “sí”, o negativa,
correspondiente a nuestro “no”.
a) Respuesta afirmativa. En latín, para responder afirmativamente a una pregunta:
1) o se repite la palabra más importante sobre la cual converge la pregunta:
Estne frater intus? Est.
2) o bien se usa uno de los adverbios afirmativos, como: ita, ita est, sane, sane quidem,
omnino, certe.
Visne sermoni reliquo demus operam? Sane quidem.
b) Respuesta negativa. En latín, para responder negativamente a una pregunta:
1) o se repite la palabra más importante, haciéndola preceder por la negación non.
Estne frater tuus intus? Non est.
2) o se usa uno de los adverbios negativos, como: non ita, minime vero, etc.
An tu hoc non credis? Minime vero.
1
Ut (arcaico uti) tiene en su origen valor de adverbio indefinido (= de alguna manera) y el de adverbio
interrogativo (= cómo). Cuando con valor de indefinido fue usado junto con el modo subjuntivo de tipo
volitivo o desiderativo, fue reforzado por el sufijo –nam y se volvió utinam (cfr.: Ut illum di perduint (Plaut.)
= ¡que los dioses lo arruinen!). Una proposición final del tipo: Id facio ut mihi utile sit, en la forma
paratáctica (= coordinativa) originaria era concebida así: id facio: ut (= utinam) mihi utile sit! –hago esto:
¡que me sea útil!, a partir de la cual es evidente el pasaje a la forma hipotáctica (= subordinativa) –hago
esto para que me sea útil.
2
En su origen la forma entera era ut ne que, si bien raramente, era usada por los clásicos. En el uso, luego,
se terminó por omitir ut, y ne, con el valor original de simple negación, adquirió el de conjunción negativa
propiamente dicha.
traduce con neque (o neve, neu) si la primera es positiva, siempre con neu o neve, si la primera
es negativa.
Dyonisius tyrannus ne tonsori collum commiteret, tondere suas filias docuit. (Cic.)
El tirano Dionisio, para no confiar su cuello al barbero, enseño a sus hijas a afeitar.
Nostri constiterunt, ut procul tela conicerent neque propius accederent.
Los nuestros se detuvieron, para lanzar dardos desde lejos y no acercarse demasiado.
Nostri constiterunt, ne propius accederent neve telis obruerentur.
Los nuestros se detuvieron, para no acercarse demasiado y no ser oprimidos por los dardos.
Observación
Hay que recordar que en las proposiciones finales la negación está siempre en la conjunción:
para que ninguno (= nadie, pronombre) ne quis
para que ninguno (adjetivo) ne ullus
para que nada ne quid
para que nunca ne umquam
para que en ningún lugar ne usquam
Defugiunt, ne quid incommodi accipiant. Huyen para no sufrir ningún daño.
1
Quod deriva del acusativo singular del pronombre relativo, usado con valor de complemento de
relación. En el uso de subjuntivo causal, este viene del quod declarativo. Para comprender los desarrollos
de su significado, se debe reflexionar sobre una frase del tipo: Quod bene fecisti laetor = me alegro por lo
que has hecho bien (valor relativo); me alegro por el hecho que (= que) has hecho bien (valor
declarativo); me alegro porque has hecho bien (valor causal).
Quia es neutro plural arcaico del pronombre quis, formado por el tema qui + a (desinencia del neutro
plural).
Quoniam resulta formado por el arcaico quom (del cual, en la época de Augusto se desarrollará cum) +
iam. En su origen tenía pues el valor temporal de “cuando ya”, como es fácil de reconocer en la frase de
Cicerón: “Quoniam de genere belli dixi, nunc de magnitudine pauca dicam = Cuando ya he hablado del
carácter de la guerra, ahora hablaré algo de su grandeza”. Por lo demás, el valor causal-temporal de quoniam
también está presente en nuestro “puesto que”.
2) Tienen subjuntivo en las causales oblicuas en las que presentan la causa como
pensamiento de persona distinta de quien escribe o habla, generalmente el sujeto de la
proposición regente.
Laudat Africanum Panaetius, quod fuerit abstinens. (Cic.)
Panecio elogia al Africano, porque fue desinteresado.
Noctu ambulabat in publico Themistocles, quod somnum capere non posset. (Cic.)
Temístocles paseaba de noche en público, porque no podía consiliar el sueño.
c) Quandoquidem (quando) = “desde el momento que, puesto que” y siquidem (= si
quidem) = “si es verdad que, puesto que”, expresan por lo general una causa objetiva y,
en consecuencia, tienen comúnmente el indicativo.
Siquidem Homerus fuit et Hesiodus ante Romam conditam, serius poetae cogniti vel
recepti sunt. (Cic.)
Si es verdad que (= puesto que) Homero y Hesíodo vivieron antes de la fundación de Roma,
un poco tarde su poesía fue conocida y recibida.
Id omitto, quando vobis ita placet. (Cic.)
Omito esto, del momento que a vosotros os gusta así.
Observaciones
1. Quod con valor declarativo-causal. Se usa quod (nunca quin) con valor que oscila entre lo
declarativo y lo causal:
a) después de los verba affectuum: gaudeo, queror, doleo1, etc.
b) después de los verbos que significan “insultar, elogiar, acusar, condenar” como: accuso,
reprehendo, insimulo, etc;
c) después de los verbos: gratulor, gratias ago.
Después de quod se usa el indicativo o el subjuntivo según la distinción precedente.
Tibi gratias ago, quod me omni molestiā liberas. (Cic.)
Te agradezco, porque me libras de toda molestia.
Milites indignabantur, quod conspectum suum hostes perferre possent.
Los soldados estaban indignados, porque los enemigos podían sostener su presencia
(pensamiento de los soldados, no del escritor).
2. Non quo, non quod (= no porque); non quo non, non quod non, non quin (= no porque
no)… sed quia (= sino porque).
En las expresiones constituidas por dos proposiciones del tipo: “Los púgiles al agitar los
cestos gimen, no porque sientan dolor, sino porque al emitir la voz todo el cuerpo se tiende”,
con la primera causal se introduce una causa no real, sino supuesta, con la segunda se
expresa el motivo propiamente dicho de la acción de la principal. Se tendrá por lo tanto
subjuntivo en la primera, en la segunda el indicativo. Ej.: Pugiles in iactandis caestibus
ingemiscunt, non quod doleant, sed quia profundenda voce omne corpus intenditur (Cic.)
N. B. La segunda proposición puede ser también una final introducida por ut (ne).
3. Causales introducidas por qui, quae, quod (relativas de naturaleza causal). Como para las
finales y consecutivas, así también para las causales, se puede tener, en lugar de las
1
Los verba affectuum se pueden construir también con el acusativo y el infinitivo; lo que hace pensar que
la proposición que depende de ellos es más complementaria directa que causal: de aquí la exclusión de
quia, que puede introducir solamente una proposición causal.
conjunciones habituales, el pronombre relativo qui, quae, quod reforzado con frecuencia por
quippe, utpote, siempre que este se pueda referir a un término de la proposición regente.
Me et de via fessum et qui ad multam Un sueño más profundo de lo habitual me
noctem vigilassem, somnus artior quam tomó cansado del viaje y porque había
solebat complexus est. (Cic.) velado toda la noche.
Tribunorum plebis potestas mihi quidem A mí realmente la autoridad de los tribunos
pestífera videtur, quippe quae in seditione de la plebe me parece odiosa, porque (=
nata sit. (Cic.) como la que) nació en una sedición.
Proposiciones temporales
Las proposiciones temporales determinan el contenido de la regente según una circunstancia
de tiempo, que puede ser contemporánea, anterior o posterior a la de la regente.
Están encabezadas por las conjunciones:
a) Cum, dum, quod, donec, antequam, priusquam, que exigen a veces el indicativo, a veces
el subjuntivo; y precisamente el indicativo cuando indican la circunstancia de tiempo pura
y simple, el subjuntivo cuando su contenido está presentado como eventual,esperado, o con
sentido consecutivo-final.
b) Ut, ut primum, ubi, ubi primum, simul ac (atque), statim ut, postquam, que exigen
siempre el indicativo (salvo cuando caen en la atracción modal, o bien en el pensamiento
oblicuo).
e) Cum iterativo, en el significado de “cada vez que”, indica una acción repetida. En tal
sentido, en cuanto a los tiempos, el cum observa la ley de la anterioridad. Se tienen entonces: el
perfecto con relación a un presente en la regente; el pluscuamperfecto en relación con un
imperfecto; el futuro anterior en relación con un futuro simple.
Omnia sunt incerta, cum a iure discessum Todas las cosas se vuelven inciertas, cuando
est. (Cic.) (= cada vez que) uno se aleja de la ley.
Sextius Calvinius, cum remiserant dolores Sestio Calvinio, cuando (= todas las veces
pedum, non deerat in causis. que) se calmaban los dolores de los pies, no
faltaba a las causas.
Observación
Cuando indican acción repetida, se construyen como cum iterativo también las conjunciones ut,
cum primum, ut primum, ubi primum, simul ac, statim ut = apenas que y quotiens,
quotienscumque = todas las veces que.
Cum con subjuntivo
Cum narrativo. Se usa el cum con todos los tiempos del subjuntivo, cuando, más que dar valor
a las circunstancias de tiempo, se quiere expresar el sucederse y la concatenación de los
acontecimientos mismos.
Se aplica preferentemente en las narraciones (cum historicum o narrativum) y corresponde
generalmente al gerundio castellano. Su significado es cercano al del cum causal y se funde a
menudo con este.
Lysander, cum vellet Lycurgi leges Queriendo Lisandro cambiar las leyes de
commutare, Apollinis Delphici prohibitus Licurgo, fue impedido de hacerlo por el
est religione (Cic.) respeto religioso de Apolo de Delfos.
Nota
Después de las expresiones: est, fuit, erit tempus cum, o simplemente: est, fuit, erit cum = “hay,
hubo, habrá un tiempo en el que..”, se puede tener el indicativo o el subjuntivo. Con el
indicativo prevale la simple idea temporal y se expresa puramente la constatación de un hecho;
con el subjuntivo, a la idea temporal se une también la de la posibilidad y consecuencialidad de
un hecho. Ej.: Fuit quoddam tempus, cum in agris homines passim bestiarum more
vagabantur. (Cic.) = Hubo un tiempo en el que los hombres aquí y allá vagaban por los campos
como bestias. –Illucescet aliquando ille dies, cum tu amicissimi hominis benevolentiam
desideres. = Vendrá de una buena vez un día, en el que tu desees (= puedas desear) la
benevolencia de un hombre amicísimo.
Dum, quod, donec, quamdiu
1) Dum con presente de indicativo. La conjunción dum, en el significado de “mientras”, “al
mismo tiempo que”, cuando hay contemporaneidad de acción entre el verbo de la regente y
el de la dependiente, tiene en latín el presente histórico, en lugar del imperfecto castellano.
Dum haec in Venetis geruntur, Q. Titurius
in fines Venellorum pervēnit. (Cés.)
Mientras sucedían estas cosas entre los
vénetos, Quinto Titurio llegó al territorio de
los venelos.
2) Dum, así como quoad, donec y también quamdiu, en el significado “por todo el tiempo
que”, “hasta que”, es decir, cuando más que la contemporaneidad se quiere poner en
evidencia la igualdad de duración entre la acción de la proposición regente y la de la
temporal, se usan con todos los tiempos del indicativo según su uso lógico.
Haec feci, dum licuit; intermisi, quoad Hice estas cosas durante todo el tiempo que
non licuit. (Cic.) fue posible; las interrumpí, durante el tiempo
en que no fue posible.
Quoad potero, perferam. Soportaré todo el tiempo que pueda.
3) Quoad, donec y dum, en el sentido de “hasta el momento que no”, “hasta que no” (nótese el
“no” pleonástico, que no podría usarse de ningún modo con el “hasta que” del número
anterior), cuando determinan no la concomitancia, sino la sucesión inmediata de la acción:
a) tienen perfecto (o presente) de indicativo, con relación a un tiempo histórico de la
principal, y el futuro anterior con relación a un futuro simple si expresan un dato de
hecho en su realidad.
Epaminondas ferrum in corpore retinuit, Epaminondas retuvo en su cuerpo el hierro,
quoad renuntiatum est vicisse Boeotios. hasta que no le fue anunciado que
(Nep.) habían vencido a los beocios.
No cesaré, hasta que no haya terminado
Haud desinam, donec perfecero hoc. (Tác.)
esto.
b) tienen presente, imperfecto, pluscuamperfecto de subjuntivo, según el uso habitual de
estos tiempos, cuando el hecho está dado como una intención, una expectativa, un fin.
Ego hic cogito commorari, quoad me Pienso detenerme aquí, hasta tanto que no
reficiam. (Cic.) me restablezca.
Ipse, quoad munita hiberna cognovisset, in Él decidió permanecer en la Galia, hasta
Gallia morari constituit. (Cés.) que no hubiera visto fortificado el
campamento invernal.
Nota
Con exspecto, por el significado mismo del verbo, se usa siempre el subjuntivo. Ej.: Non
exspectavi, dum mihi litterae redderentur (Cic.) = No esperé, hasta que no me fuese entregada
la carta.
Priusquam, antequam
Con priusquam, antequam, conjunciones temporales que se pueden encontrar también
descompuestas en sus elementos morfológicos “prius… quam, ante… quam”, se expresa la
determinación temporal de simple sucesión y se usan los siguientes tiempos:
a) si el verbo introducido por ellas expresa acción presente o futura (futuro simple):
1) tienen presente indicativo o subjuntivo con esta diferencia: con indicativo la
proposición temporal anuncia un hecho, considerado real y seguro por el sujeto; con
el subjuntivo el sujeto acentúa la idea de la posibilidad.
En castellano a estas conjunciones corresponden “antes de que” y el subjuntivo
presente, o “antes de” y el infinitivo presente.
Antequam pro C. Murena dicere instituo, Antes de que comience (= antes de
pro me ipse pauca dicam (Cic.) comenzar) a hablar a favor de Murena, diré
pocas cosas en mi propia defensa
Ante videmus fulgurationem quam sonum
audiamus. (Sén.) Vemos el relámpago antes de que oigamos
(de que podamos oir) el sonido (del trueno).
2) tienen futuro anterior (y no perfecto de subjuntivo como en castellano), si el verbo
introducido por ellas expresa una acción ya cumplida en el futuro, con relación a un
futuro simple en la proposición regente. Los encabezadores en castellano son “antes de
que” y perfecto de subjuntivo y “antes de” e infinitivo pasado.
In Carthagine non ante vereri desinam, No dejaré de temer a Cartago antes de
quam illam excisam esse cognovero. haberla sabido (antes de que la haya sabido)
destruida
b) si el verbo que introducen expresa una acción pasada:
1) tienen perfecto indicativo, si se quiere destacar solamente la circunstancia de tiempo
en la que se produce la acción que se concibe como realmente ocurrida (y siempre
como regla cuando la regente es negativa):
Germani non prius fugere destiterunt, Los germanos no dejaron de huir, antes de
quam ad flumen Rhenum pervenerunt llegar (antes de que llegaran) al Rin.
(Cés.)
2) tienen, como el cum iterativo y como quotiens y quotienscumque, los distintos tiempos
del indicativo según la ley de la anterioridad, si indican una circunstancia habitual o
repetida.
Polypi, ubi quid tetigerunt, tenent.
(Plaut.)
Alcibiades, simul ac se remiserat, Los pulpos apenas (= toda vez que)
dissolutus, intemperans reperiebatur. tocan algo, lo tienen firmemente.
(Nep.) Alcibíades, cada vez que se dejaba
estar, resultaba disoluto e
intemperante.
b) Postquam = “después de que”, determina una sucesión de tiempo entre la acción de la
proposición temporal y la de la regente.
1) tiene el perfecto indicativo (a veces el presente histórico) en relación con un tiempo
histórico en la regente, cuando la sucesión de tiempo es inmediata.
Hamilcar, postquam in Hispaniam venit, Amílcar, después de haber llegado a España,
magnas res secundā gessit fortunā. (Nep.) cumplió grandes empresas con el favor de la
fortuna.
2) tiene el pluscuamperfecto indicativo, quando se quiere resaltar que, entre la acción de la
regente (en perfecto) y la de la temporal, transcurre un cierto lapso, especialmente si es
determinado.
Anno octavo postquam in Hispaniam venerat, Gneo Scipione fue asesinado en el octavo
Cn.Scipio est interfectus (Liv.) año después de haber llegado a España.
Notas
1. Postquam, en el sentido de “desde que, desde cuando”, si indica una acción que perdura en el
presente, se construye con presente indicativo. Ej.: Relegatus mihi videor, postquam in
Formiano sum. (Cic.) = me parece estar relegado, desde que estoy en la villa de Formia.
2. Postquam tiene imperfecto indicativo para indicar una acción pasada que se desarrolla
contemporáneamente a la acción de la regente también pasada, con sentido estrictamente
causal. Ej.: Labienus, postquam neque aggeres neque fosase vim hostium sustinere poterant,
Caesarem fecit certiorem (Cés.) = Labieno, puesto que ni los terraplenes, ni las fosas podían
aguantar el asedio de los enemigos, informó a César.
Proposiciones condicionales
El período hipotético
Se llama período hipotético el que está formado por dos proposiciones por lo menos, de las
cuales una, la prótasis, introducida por las partículas condicionales si, nisi, si non, contiene la
condición o hipótesis; la otra, la apódosis, expresa la consecuencia de cuanto se ha supuesto en
la prótasis. En el período, la apódosis constituye la proposición principal o regente; la prótasis
es la secundaria o dependiente.
Si callas (prótasis), eres culpable (apódosis)
Según las distintas maneras en que quien habla o escribe presenta la prótasis, hay tres formas o
tipos de período hipotético:
a) primer tipo o de la objetividad;
b) segundo tipo o de la posibilidad;
c) tercer tipo o de la irrealidad
El período hipotético se dice independiente, cuando su apódosis no depende de ningún verbo;
se dice, en cambio, dependiente, si la apódosis depende de un verbo, que puede exigir después
de sí el infinitivo o el subjuntivo.
Período hipotético con apódosis independiente
Primer tipo, o de la objetividad
El primer tipo, o de la objetividad, es aquel en el que quien escribe o habla no expresa ningún
juicio sobre la condición expresada en la prótasis, sino que la pone como un dato objetivo de
hecho, y afirma que cuanto está contenido en la apódosis es su consecuencia necesaria.
El latín tiene en la prótasis los tiempos de indicativo según su uso lógico, en la apódosis todos
los modos de las proposiciones principales.
Si spiritum ducit, vivit (Cic.) Si respira, está vivo.
Naturam si sequemur ducem, numquam Si seguimos a la naturaleza como guía,
aberrabimus. nunca nos equivocaremos.
Si dormis, exspergiscere. Si duermes, despiértate.
Decernatur, si placet. Delibérese pues, si así place.
Ne vivam, si scio. Que no viva, si lo sé.
Segundo tipo, o de la posibilidad
El segundo tipo o de la posibilidad, es aquel en el que quien habla o escribe presenta la
condición como posible de verificarse o de haberse verificado, o bien como pura suposición; de
aquí su uso frecuentísimo en los exempla ficta.
En castellano el segundo tipo se expresa con “si” y el imperfecto subjuntivo en la prótasis, con
el potencial simple en la apódosis.
En latín tenemos:
a) el presente subjuntivo para la posibilidad referida al presente o al futuro;
b) el perfecto subjuntivo para la posibilidad referida al pasado. Habitualmente, el perfecto
solamente se usa en la prótasis.
Si quis vos interroget; quid respondeatis? (Liv.)
Sapiens si quaesitum ex eo sit stellarum numerus par an impar sit, nescire se dicat (Cic.)
Si alguien os preguntara (es algo posible), ¿qué responderíais?
El sabio, si le fuese preguntado si el número de las estrellas es par o impar, respondería que no
lo sabe (podría serle preguntado).
Notas
1. En la apódosis, en lugar del presente subjuntivo se puede encontrar el presente indicativo, cuando en
castellano estén el potencial simple de los verbos “poder” y “deber”, o expresiones que indican oportunidad
y conveniencia (opportet, necesse est, iustum est, etc.) que se traducen en latín con indicativo. Ej.: Id ego
si postulem, tu restituas necesse est. (Cic.) = Si yo te lo solicitara, sería necesario que tú me lo restituyeras.
–Si velim, nonne possum? (Cic.) = Si quisiera, ¿no es verdad que podría?; pero también se encuentra con
frecuencia: Si velim, possim (Cic.)
2. El segundo tipo es usado con frecuencia por los escritores en los exempla ficta, es decir aquellos
ejemplos imaginarios, que se traen para convalidar un argumento o una afirmación. Ej.: Si is, qui apud te
pecuniam deposuerit, bellum inferat patriae, reddasne depositum? (Cic.) = Si uno que te hubiera dejado
dinero en depósito, hiciese guerra a la patria, ¿le devolverías el depósito?
Pero son correctas, y no raras, otras expresiones como: Quid facere potuissem, nisi eum vitae cursum
tenuissem? (Cic.) = ¿Qué habría podido hacer, si no hubiera tenido ese sistema de vida?
2) con la conjugación perifrástica pasiva.
Si unum diem morati essemus, omnibus Si nos hubiéramos atrasado un solo día, nos
moriendum fuit. (Liv.) habríamos debido morir.
3) con la conjugación perifrástica activa en lugar del subjuntivo.
Relicturi agros erant (= agros reliquissent), nisi Habrían dejado los campos, si Metelo no hubiese
Metellus litteras misisset. (Cic.) enviado una carta.
Nota
De todo lo dicho, es evidente que la distinción entre el 2º y el 3er tipo es una cuestión subjetiva, es decir
que depende de la percepción que el escribe o habla tiene sobre el contenido de la prótasis. Por ejemplo, en
un período como: “Si tu dijeras esto, te equivocarías”, considerar si tú puedes o no decirlo, depende
exclusivamente de quien habla o escribe.
Pero no deja de ser verdad que también en castellano hay casos en los que la distinción es clara por sí misma.
Por ejemplo, si se trata de un texto, a menudo la distinción resulta clara por lo que se ha dicho
precedentemente. Además, ciertas hipótesis son decididamente irreales porque chocan con el desarrollo de
los hechos naturales o históricos, de modo que expresiones como estas: “Si el hombre no estuviera dotado
de razón (¡pero el hombre está dotado de razón!); si César no hubiera muerto en los Idus de marzo (¡pero
César murió en los Idus de marzo!); si las aves no tuvieran alas (¡pero las aves tienen alas!)” no podrían
ser sino prótasis de un período hipotético de la irrealidad.
1
Por qué después de erravisse se usa aquí dixeris temporum. Lo mismo vale para credideris usado
y no dixisses, se explica en la nota a la consecutio después de erraveris.
§ 223. Segundo tipo o de la posibilidad.
En un período hipotético de segundo tipo dependiente de un verbo que rige la construcción del
acusativo e infinitivo:
a) la apódosis toma siempre la forma –urum ese;
b) la prótasis va en subjuntivo, siguiendo las leyes de la consecutio temporum.
2º tipo: apódosis independiente 2º tipo: apódosis dependiente
Si hoc dicas, erres. Puto te erraturum esse, si hoc dicas.
Se dijeras esto, te equivocarías. Putabam te erraturum esse, si hoc diceres
Caesar nisi impeditus esset, sententiam Caesar dixit (dicit) sententiam se dicturum
dixisset. fuisse, nisi impeditus esset.
Si César no hubiese estado impedido, habría
dicho su parecer.
Notas
1. Cuando al verbo castellano de la apódosis corresponde en latín un verbo que no tenga participio futuro
o que fuera pasivo, se recurre a la perífrasis futurum fuisse ut con subjuntivo imperfecto. Ej.:Credo nisi
aegrotus fuisses, futurum fuisse ut hanc disciplinam disceres. = Creo que si tú no hubieses estado enfermo,
habrías aprendido esta disciplina. –Nisi eo tempore nuntii de Caesaris victoria essent allāti, existimabant
plerique futurum fuisse ut oppidum amitteretur (Ces.) = Si en ese tiempo no hubiese sido portado el
anuncio de la victoria de César, los más estimaban que la ciudad hubiera estado perdida.
2. En la apódosis en infinitivo, los potenciales simples: “podría, debería, querría, sería necesario, sería
fácil, se debería morir…”, se traducen con los infinitivos presentes: posse, debere, velle, oportere, facile
esse, moriendum esse; los potenciales compuestos: “habría podido, habría debido, habría querido, habría
sido necesario, habría sido fácil, se habría debido morir…”, con los infinitivos perfectos: potuisse, debuisse,
voluisse, oportuisse, facile fuisse, moriendum fuisse. Ej.: Credo nisi Caesar impediretur, sententiam
nobis suam dicere posse = Creo que si César no fuese impedido, podría decirnos su parecer. –Credo nisi
Caesar impeditus esset, sententiam nobis suam dicere potuisse = Creo que si César no hubiese estado
impedido, habría podido decirnos su parecer.
Período hipotético con apódosis en subjuntivo
§ 225. Primero y segundo tipo, de la objetividad y de la posibilidad.
Los períodos hipotéticos de primero y segundo tipo dependientes de un verbo que rija
subjuntivo, llegan a tener los mismos tiempos: se podrá diferenciarlos por su sentido. La apódosis
y la prótasis de ambos estarán en subjuntivo con los tiempos requeridos por la consecutio
temporum.
1er tipo: apódosis independiente 1er tipo: apódosis dependiente
Si hoc credis (credidisti), erras. Non dubito quin, si hoc credas (credideris)
erres.
Si crees (has creído) esto, te equivocas. Non dubitabam quin, si hoc crederes
(credidisses), errares.
Si hoc credidisti, erravisti. Non dubito quin erraveris, si hoc credideris.
Si has creído esto, te has equivocado. Non dubitabam quin erravisses, si hoc
credidisses.
Nota
Hay que tener presente que si la apódosis contiene la idea del futuro, como en las interrogativas indirectas
o después de non dubito quin, se tiene la conjugación perifrástica activa con sim o essem. Es.: Te pregunto
que harás, si llegaras a ser censor = Ex te quaero quid facturus sis, si censor fias. –Ex te quaerebam, quid
facturus esses, si censor fieres.
2º tipo: apódosis independiente 2º tipo: apódosis dependiente
Si hoc credas (credideris), erres.
Non dubito quin, si hoc credas (credideris),
Si tu creyeras (hubieras creído) esto, te erres.
equivocarías. Non dubitabam quin, si hoc crederes
(credidisses), errares.
Nota
Algunos gramáticos (por simetría con la forma –urum esse de la dependencia infinitiva) sugieren para la
apódosis del segundo tipo respectivamente las formas: erraturus sim, erraturus essem. Pero como de los
ejemplos que se tienen no es posible deducir la regla con seguridad, se prefiere mantener la vieja dicción,
porque además, tratándose de subjuntivo, y además potencial, no parece necesario recurrir a la perifrástica.
2. Del mismo modo, en la apódosis, los potenciales compuestos: “habría podido, habría debido, habría sido
fácil, se habría debido morir…”, se expresan, comúnmente, no con el pluscuamperfecto, sino con los
perfectos: potuerim, debuerim, facile fuerit, moriendum fuerit.
Haud dubium fuit quin, nisi ea mora intervenisset, No hubo duda de que, si no se hubiese producido
castra Punica eo die capi potuerint (Liv.) esa interrupción, el campamento cartaginés habría
podido ser tomado ese mismo día.
b) Si non = “si no” (en el sentido de “en el caso que no”) niega una sola palabra de la
proposición, ya sea el predicado, ya sea un complemento.
Dolorem si non potuero frangere, occultabo. Esconderé mi dolor en caso de que no pueda
(Cic.) vencerlo.
Este es un gran orador, si no grandísimo.
Hic magnus orator est, si non maximus. (Cic.)
Notas
1. Se encuentra con frecuencia nisi con valor de si non; nunca si non con valor de nisi.
2. Si una hipótesis afirmativa se repite con el mismo verbo en forma negativa, se usa si non. Ej.: O miserum
te si intelligis, miseriorem si non intelligis. (Cic.) = Mísero tú si comprendes, todavía más mísero si no
comprendes.
Notas
1. Sin, si autem, sin autem = “pero si, si al contrario, si en cambio”, se usan para introducir una segunda
hipótesis en contraposición con una precedente. Ej.: Hunc mihi timorem eripe: si verus est, ne opprimar,
sin falsus, ut tandem aliquando timere desinam. (Cic.) = Quítame este temor: si es verdadero, para no
estar oprimido; si por el contrario es falso, para dejar de temer de una buena vez.
1
Las interrogativas indirectas, dependientes de un tiempo histórico, en la conjugación perifrástica activa,
en lugar de fuerim, pueden también llevar fuissem. Ej.: Apparuit quantam excitatura molem vera fuisset
(o bien: excitatura fuerit) clades, cum vanus rumor tantas procellas excitavisset (Liv.) = Resultó claro cuán
gran desastre habría causado una verdadera derrota, cuando una falsa voz había provocado un desorden tan
grande.
2. Nisi vero, nisi forte = “salvo que, a menos que ”, dan con frecuencia sentido irónico a la expresión.
Es.: Nemo saltat sobrius, nisi forte insanit (Cic.) = Nadie que esté sobrio se pone a bailar, a menos
que no se haya vuelto loco.
c) Licet = “si bien”; tiene siempre subjuntivo y, conforme a su valor de presente del verbo
licere, se construye solamente con presente o con perfecto subjuntivo.
Licet undique pericula impendeant omnia, Aunque por todas partes amenacen peligros de
subibo. (Cic.) todo tipo, los afrontaré.
d) Ut = “si bien, aunque” (con negación ut non). Se construye con subjuntivo.
Ut non efficias quod vis, tamen mors ut Aunque no obtengas lo que deseas, obtendrás
malum non sit efficies. (Cic.) sin embargo que la muerte no sea un mal.
Ut desint vires, tamen est laudanda voluntas. Aunque falten las fuerzas, sin embargo hay
(Ov.) que elogiar la voluntad.
e) Etiamsi (etiam si) = “aun si”. Tiene valor hipotético y se construye generalmente con
subjuntivo; sin embargo también se encuentra usado con indicativo.
Utilitas efflorescit ex amicitia, etiamsi tu eam De la amistad surge la utilidad, aun si tu no la
minus secutus sis. (Cic.) has buscado.
Etiamsi quid scribas non habebis, scribito Aunque no tengas qué escribirme, escríbeme
tamen. (Cic.) igualmente.
f) Cum = “por más que, si bien”; lleva siempre subjuntivo.
Socrates, cum facile posset educi e custodia, Sócrates, aun cuando podía ser sacado
noluit. (Cic.) fácilmente de la cárcel, no quiso (hacerlo).
Observación
Relativas de naturaleza concesiva. En lugar de cum, puede introducir una proposición concesiva el
pronombre relativo qui, quae, quod (= cum is, ea, id), acompañado por el subjuntivo.
Egomet, qui sero ac leviter Graecas litteras Yo, si bien demasiado tarde y superficialmente me
attigissem, tamen complures Athenis dies he acercado a la literatura griega, sin embargo
commoratus sum. (Cic.) estuve unos cuantos días en Atenas.
Proposiciones comparativas
§ 231. En las comparaciones de superioridad, de inferioridad y de igualdad, puede funcionar
como segundo término (además de un sustantivo, un pronombre o un adjetivo) también toda una
proposición (proposición comparativa). Existen dos tipos de proposiciones comparativas:
a) comparativas reales se dicen aquellas que plantean una comparación entre dos hechos reales;
tienen su verbo en modo indicativo.
b) comparativas hipotéticas son aquellas en las que la comparación está planteada bajo la forma
de una hipótesis (= “como si”). Su verbo está siempre en subjuntivo.
§ 232. Comparativas reales (con verbo en indicativo).
Proposiciones comparativas de superioridad o de inferioridad.
En las comparaciones de superioridad o de inferioridad, la proposición, que constituye el
segundo término de comparación, está introducida por quam (= que, que no, de lo que) seguido,
de un verbo en el modo de la proposición que constituye el primer término.
Plura dixi quam ratio postulabat (Cic.) Hablé más de lo que la razón pidiera.
Alcibiades timebatur non minus quam Alcibíades era temido no menos de lo que era
diligebatur. (Nep.) amado.
Observación
Con magis quam (= más que) y potius (melius) quam (= más bien que), el verbo de la
proposición comparativa se expresa con el mismo tiempo y con el mismo modo que el verbo usado
en la proposición regente.
Di magis distulere quam prohibuere Los dioses, más que alejar, defirieron el
imminentem pestem. (Liv.) inminente desastre.
Promissum potius non faciendum No se debía mantener la promesa más bien
(sobreentendido fuit), quam tam taetrum que cometer un delito tan terrible.
facinus admittendum fuit (Cic.)
Notas
1. Con potius (melius) quam se encuentra usado el subjuntivo, quando se quiere indicar que,
en la alternativa entre dos acciones, se escoge o fue escogida la primera. Ej.: Zeno perpessus
es omnia, potius quam conscios delendae tyrannidis indicaret (Cic.) = Zenón sufrió todo
tormento antes que delatar a sus cómplices en el abatimiento de la tiranía.
2. Las comparativas que denotan una desproporción del tipo “demasiado grande para” se
traducen con: maior quam ut…, quam qui, quae, quod y el subjuntivo.
Proposiciones comparativas de igualdad
Las proposiciones comparativas de igualdad no difieren para nada, en el uso de los modos y de
los tiempos, del castellano. Llevan indicativo y pueden:
a) ser introducidas por las correlativas:
Ut magistratibus leges, ita populo praesunt Como las leyes presiden a los magistrados, así
magistratus. (Cic.) los magistrados al pueblo.
Quemadmodum senectus adulescentiam Del mismo modo que la vejez sigue a la
sequitur, ita mors senectutem adolescencia, así la muerte a la vejez.
Nota
Ut y velut, cuando no tienen la correlativa sic en la regente, asumen varios significados. Pueden tener:
1º) valor ejemplificativo, en el sentido de “como, por ejemplo”. Ej.: Nonnullae aves, ut perdices, humi
nidificant = Algunas aves, como las perdices, hacen sus nidos en la tierra;
2º) valor declarativo-causal, en el sentido de “dado que, como es de esperarse de”. Ej.: Diogenes, ut
Cinicus, proici se iussit inhumatum (Cic.) = Diógenes, como cínico que era, ordenó ser dejado insepulto.
3º) valor limitativo, en el sentido de “respecto a, limitadamente a”. Ej.: Multae erant in Q. Fabio, ut in
homine Romano, litterae (Cic.) = Quinto Fabio tenía mucha cultura para un hombre romano.
b) pueden ser introducidas por ac o atque.
Después de los adjetivos y adverbios que indican semejanza, igualdad y sus contrarios,
como: similis, dissimilis, aequus, par, idem, alius, contrarius, o bien: similiter, pariter,
perinde, aeque, aliter, secus (diversamente), contra, etc., el verbo de la proposición, que
constituye el segundo término de comparación, se traduce con atque o con ac y el indicativo.
Par desiderium sui relīquit apud populum Labieno dejó en el pueblo romano una
Romanum Labienus ac T. Gracchus nostalgia semejante a la que había dejado
reliquerat. (Cic.) Tiberio Graco.
Cave simili fortuna utāre (=utāris) atque Cuidate de tener la misma suerte que yo.
ego usus sum. (Cic.) Actúo de manera diferente de cómo había
Aliter atque ostenderam facio. (Cic.) mostrado.
Notas
1. En expresiones del tipo: “No pienso sino en esta cosa”, “no hablo sino de esta cosa”, el
“sino” se traduce con nisi o con quam de la manera siguiente: Nihil aliud cogito nisi (o
quam) de hac re; Nihil aliud loquor nisi de hac re.
2. Expresiones del tipo: “No hicieron sino referir la cosa”, “no hago sino defenderte”, se
traducen con nisi seguido por el verbo en el mismo tiempo y en el mismo modo usados en la
proposición regente: Nihil aliud fecerunt, nisi rem detulerunt (Cic.); Nihil aliud ago, nisi te
defendo.
3. Con idem, el segundo miembro, además de con ac, atque, se encuentra con frecuencia con
el pronombre relativo qui, quae, quod en el caso deseado.
Servi eisdem moribus ese solent, quibus (o Los siervos suelen tener las mismas
ac) domini. costumbres que los patrones.
Proposiciones relativas
§ 236. Se dicen proposiciones relativas las que están unidas a la regente por medio de
pronombres o de adverbios relativos como: qui, quicumque, quisquis, etc.; ubi, ubicumque, etc.
Tales proposiciones son de tres especies:
1) relativas atributivas o apositivas (llamadas también adjetivas o propias), construidas
comúnmente con el verbo en indicativo.
2) relativas complementarias indirectas (o impropias): son aquellas de naturaleza final,
consecutiva, etc., construidas con verbos en subjuntivo.
Observación
La proposición relativa es de este tipo y está construida por eso con el modo indicativo:
1) cuando tiene valor de perífrasis y encuentra su correspondiente en un sustantivo castellano, como: ii qui
audiunt, qui legunt, qui spectant = los oyentes, los lectores, los espectadores; id quod sentio = mi opinión;
res eae, quae gignuntur e terra = los productos del suelo; res eae, quae exportantur = las exportaciones;
ea, quae sequuntur = las consecuencias; ea, quae nuntiantur = las noticias, etc.
Dicam plane quod sentio (Cic.). Diré abiertamente lo que pienso.
2) cuando tiene el valor de proposición incidental del tipo: “prudente como eres, valiente como eres…”.
Quā prudentiā es (o bien: quae tua prudentia est), Prudente como eres, no se te escapará nada.
nihil te fugiet (Dec. Br.).
Nota
Esta especie de proposiciones relativas, como las precedentes con valor de perífrasis, no están sujetas por
lo común a la atracción modal, es decir que tienen indicativo, aun si dependen de una proposición en
subjuntivo o en infinitivo, en cuanto su carácter incidental y aclaración directa impide que caigan en el
pensamiento oblicuo. Dirás por lo tanto: Cupio plane dicere quod sentio. – Credo, quā prudentiā es, nihil
te fugĕre.
Notas
1. Esta última especie de relativa está sujeta a la llamada atracción modal, es decir tiene el subjuntivo en
dependencia de una infinitiva o de preposición que ya está en subjuntivo, cuando se refiere el pensamiento
en forma oblicua. Cfr. § 191, nota. Por eso en el ejemplo precedente, en forma dependiente se tendría: Aiunt,
ubicumque hoc factum sit, improbe factum esse.
2. Las circunlocuciones castellanas del tipo: “yo fui el único que, fui el primero que, fui aquel que”, se
traducen ordinariamente suprimiendo la proposición relativa. Ej.: Sicilia fue la primera que los Romanos
redujeron en forma de provincia = Sicilia primera los Romanos redujeron en forma de provincia = Siciliam
primam Romani in provinciae formam redegĕrunt (Cic.).
b) por la llamada atracción modal, cuando, en dependencia de 2º grado, estén ligadas a una
proposición en subjuntivo o en infinitivo y sean integrantes de esta parte, o sea que son necesarias
para completar el sentido.
Obsérvense los dos ejemplos siguientes:
1) Titus Livius auctor est (= atestigua) Hannibalem tempus, quod gerendis rebus superesset,
quieti dare solitum esse.
2) Caesar auctor est Belgas proximos esse Germanis, qui trans Rhenum incŏlunt.
a) Las relativas de naturaleza final, que denotan el fin para el cual una cosa se hace o a la que
está destinada.
Caesar equitatum, qui (= ut is) sustinēret César envió a la caballería que soportase (=
hostium impĕtum , misit (Cés.). para soportar) el asalto de los enemigos.
b) Las relativas de naturaleza consecutiva, precedidas en la regente por: talis, is, tam, tantus,
eiusmŏdi, etc., que denotan una consecuencia.
Innocentia est affectio talis animi, quae (= ut La inocencia es un estado tal del espíritu, que
ea) noceăt nemini (Cic.). no daña a nadie.
Comúnmente se dice que pertenecen al grupo de las relativas-consecutivas las preposiciones que
se acompañan:
1) a las expresiones negativas e interrogativas retóricas: nemo (nullus) est qui = no hay nadie que;
nemo invenitur, reperitur qui = no se encuentra a alguien que; nihil est quod, nihil habeo quod =
no hay nada que, no tengo nada que; quis est qui? = ¿quién es el que…? (sentido: “ninguno”);
quid est quod? = ¿qué cosa hay que? (sentido:“ninguna”).
Nemo est orator, qui se Demosthĕnis similem No hay ningún orador, que no querría ser
esse nolit (Cic.). semejante a Demóstenes.
Quis est, qui Tarquinium non odĕrit? (Cic.). ¿Quién es el que no odia a Tarquinio?
2) a las expresiones indeterminadas: non dessunt qui, existunt (inveniuntur, reperiuntur) qui =
existen, hay, se encuentran algunos que…; ego sum qui, unus qui = yo soy aquel que (= el único
que), con las cuales se indica una consecuencia posible.
Sunt qui censeant unā animum et corpus Hay de aquellos que creen que el espíritu y el
occidere (Cic.). cuerpo perecen juntos.
Notas
1. En expresiones de sentido afirmativo, con un sujeto mayormente determinado, del cual se afirma algo
cierto, se puede tener indicativo. Ej.: Sunt bestiae quaedam, in quibus inest aliquid simile virtutis (Cic.) =
Hay algunas bestias, en las cuales hay algo semejante a la virtud.
2. Se atribuye, en verdad no muy apropiadamente, sentido consecutivo a las proposiciones relativas en
subjuntivo que siguen a dignus y a indignus. Ej.: Dignus erat Marius, qui illa pateretur (Sén.) = Mario era
digno de sufrir esos padecimientos.
c) las relativas de naturaleza causal, que denotan una causa.
Maluĭmus iter facĕre pedĭbus qui (= cum o Preferimos hacer el camino a pie, nosotros que
quod) incommodissime navigavissemus (Cic.). (porque) habíamos navegado con gran
incomodidad.
d) las relativas de naturaleza concesiva, que tienen sentido concesivo y también adversativo.
Quae (= quamvis ea) Genăbi oriente sole gesta Si bien estas cosas habían sido cumplidas en
essent, ante primam vigiliam in finibus Génabo (Orleáns) al amanecer, fueron
Arvernorum audita sunt (Cés.). conocidas en el territorio de los Arvernios
antes de la primera vigilia.
e) las relativas de naturaleza hipotética, que tienen valor hipotético, correspondientes a prótasis
de un período de 2º o de 3er tipo.
Qui (= Si quis) haec videat, nonne cogatur Quien (= Si alguien) viera estas cosas, ¿no
confitĕri deos esse? (Cic.). estaría obligado a admitir la existencia de los
dioses?
f) Las relativas con sentido limitativo, con las cuales se restringe o se atempera la idea expresada
en la proposición regente. El pronombre relativo, en tal caso, está generalmente acompañado por
quidem o por modo. Estas proposiciones y las de la nota siguiente, están, como ya se ha dicho
(vedi § 188, c) desvinculadas de la consecutio.
Antiquissimi sunt, quorum quidem scripta Los más antiguos, por lo menos aquellos de los
constent, Perĭcles atque Alcibiădes (Cic.). cuales los escritos son considerados genuinos,
son Pericles y Alcibíades.
Notas
1. Sentido limitativo tienen también las expresiones: quod sciam = que yo sepa; quod meminĕrim = que
yo recuerde.
2. Se usa siempre el indicativo en las expresiones: quantum possum = por lo que puedo; quantum in me, in
te est = por cuanto está en mí, en ti; quod ad me attĭnet = por lo que a mí respecta. Ej.: Quantum possum
voce contendam, ut populus Romanus haec audiat = Me esforzaré todo lo que pueda con la voz, para que
el pueblo Romano oiga estas cosas.
Discurso indirecto
(oratio obliqua)
§ 240. En latín, como en castellano, las palabras pronunciadas por una persona pueden ser
referidas:
a) en forma directa, reportando textualmente las palabras tal como fueron pronunciadas. Se tiene
entonces el discurso directo (oratio recta), introducido en latín por los verbos inquam o aio;
b) en forma indirecta, haciendo depender el discurso de un verbo de “decir, responder, anunciar”,
etc. (dico, respondeo, negó, etc.) que a menudo puede ser sobreentendido. Se tiene entonces el
discurso indirecto (oratio obliqua).
El discurso, pasando de la forma directa a la indirecta, sufre modificaciones que se refieren:
–al uso de los modos y de los tiempos;
–al uso de los pronombres personales;
–al uso de los adverbios.
Para que las modificaciones resulten más claras, distinguimos las proposiciones principales de
las secundarias, teniendo presente que los modos del discurso indirecto son los mismos sque se
encuentran en toda proposición indirecta, o sea el infinitivo y el subjuntivo.
1) Proposiciones principales enunciativas son aquellas con las que se da una simple afirmación
o un juicio o bien se expone la narración de un hecho; estas, en el discurso directo tienen el
indicativo, en el discurso indirecto se vuelven infinitivas y se construyen regularmente con
acusativo e infinitivo.
2) Proposiciones principales volitivas son aquellas que expresan una exhortación, una orden, una
ruego, un deseo. Estas, en el discurso directo, tienen el imperativo o los subjuntivos exhortativo,
optativo y concesivo. En el discurso indirecto estas tienen el subjuntivo en el tiempo requerido
por la consecutio temporum:
sin ut si son positivas;
con ne si son negativas.
Paulisper, milites –inquit Caesar– intermittĭte Caesar milites certiores facit (= les avisó):
proelium, tantumŏdo tela missa excipĭte –Por paulisper intermitterent proelium ac
un poco, oh soldados –dijo César– interrumpid tantummŏdo tela missa exciperent (Cés.).
la batalla y reparaos solamente de los dardos
lanzados. Ne ea quae accidĕrunt –inquit Caesar milites cohortatus est: ne ea, quae
Caesar– graviter tulerĭtis, neve his rebus accidissent, graviter ferrent, neve his rebus
terrĭti sitis = No os preocupéis demasiado – terrerentur (Cés.).
dijo César– por las cosas sucedidas y no os
atemoricéis por la situación presente.
a) interrogativas propias, aquellas con las cuales se pregunta una cosa que verdaderamente se
ignora. En el discurso indirecto ellas llevan el modo subjuntivo y mantienen la entonación
interrogativa, mientras las interrogativas indirectas con subordinación sintáctica la pierden, vedi
§ 204 y § 205.
Quid ad me venĭtis? –¿Por qué razón venís a Ariovistus conclamavit: quid ad se venirent?
verme? (Cés.). = Ariovisto gritó: ¿Por qué razón iban a
verlo?
b) interrogativas retóricas, aquellas que son interrogativas en la forma, pero equivalentes en la
sustancia a proposiciones enunciativas o volitivas. En el discurso indirecto, tienen infinitivo las
correspondientes a una proposición enunciativa, el subjuntivo, las correspondientes a una
proposición volitiva.
Observación
Las interrogativas, expresadas bajo la forma de subjuntivo dubitativo o potencial, mantienen en el discurso
indirecto la entonación interrogativa y tienen el subjuntivo regulado por las leyes de la consecutio.
Cur –inquit Caesar– vulnerari patiar optime de me Caesar secum ipse cogitabat (cogitat): cur
merĭtos milĭtes? Cur denique fortunam periclĭter? vulnerari pateretur (patiatur) optime de se meritos
= ¿Por qué –dijo César–, debería perimitir que sean milites? Cur denique fortunam periclitaretur
heridos soldados que han sido meritorios para mí? (periclitetur)? (Cés.).
¿Por qué debería finalmente tentar una vez más la
suerte?
Los subjuntivos dubitativos y potenciales, referidos al pasado, siguen estando en imperfecto aun en
dependencia de un tiempo principal, como cuando tenían la dependencia sintáctica. Vedi § 188, b.
Quid facĕrem? Quo me vertĕrem? Titurius ad suos conversus hanc orationem habet:
= ¿Qué habría debido hacer? ¿Adónde dirigirme? quid facĕret? Quo se verteret?
Ej.: Q. Marcius respondit: si quid ab senatu petĕre vellent, ab armis discedant (reg. discedĕrent),
Romam proficiscantur (reg. proficiscerentur; Sal.)
Nota
Si ego, inquit Ariovistus, populo Romano non Ariovistus respondit: si ipse popŭlo Romano
praescribo quemadmŏdum suo iure utatur, non non praescribĕret quemadmŏdum suo iure
oportet me a populo Romano in meo iure uteretur, non oportĕre se a populo Romano in
impediri. suo iure impediri (Cés.).
b) Los pronombres de segunda persona (tu, vos) se cambian en ille o en is; los posesivos tuus,
vester se transforman en los genitivos illius, illorum, eius, eorum, a menos que en el pasaje del
discurso directo al indirecto no adquieran valor reflexivo, en cuyo caso se traducen regularmente
con sui, sibi, se y con suus, –a, –um. Así también los demostrativos hic, iste se mudan en ille.