Sunteți pe pagina 1din 10

II.

DERECHOS PROTEGIDOS POR EL HABEAS CORPUS


En la actualidad, respecto de nuestra legislación procesal constitucional, ya no solo se
protege el derecho a la libertad física a través de este proceso, sino que ha ido
evolucionando, y actualmente también se busca proteger, con esta garantía
constitucional, a los derechos conexos a la libertad.

Los derechos protegidos por esta garantía constitucional establecida en la constitución


política del Perú de 1993, en su artículo 200 inciso 3, en el cual nos menciona que:

- “Artículo 200°.- Son garantías constitucionales:


1. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad
individual o los derechos constitucionales conexos.”

Lo primero que nos menciona este inciso es que esta garantía protege lo que es la
libertad individual, entonces como primer punto tenemos a la libertad individual.

1. LIBERTAD INDIVUAL
La acción de hábeas corpus, garantía típica de la libertad individual, esta entendida
como libertad personal, física y de libre tránsito, procede ante el hecho u omisión,
perpetuado por cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la
libertad individual.

Unos de los ámbitos específicos que involucra la libertad individual es el derecho a la


libertad personal. Está comprende una libertad física o ambulatoria, que reconoce a toda
persona la facultad de desplazarse libremente, sin otras limitaciones que las impuestas
por el medio en que se pretende actuar y las establecidas por las normas constitucionales
para preservar otros derechos o valores igualmente relevantes.

En consecuencia, el derecho a la libertad personal, en su aspecto de libertad física,


garantiza a su titular el no verse arbitraria o irrazonablemente privado de ésta, ni ser
detenido o sometido a restricciones de la libertad en supuestos distintos a los previstos
por la norma constitucional, la ley o los Pactos Internacionales sobre Derechos
Humanos.

Es válido, entonces, plantear el proceso de hábeas corpus en defensa del derecho del
detenido o recluso a no ser objeto de un tratamiento contrario a su dignidad respecto de
la forma y condiciones en que cumple el mandato de detención o la pena, procurando,
de forma preventiva o reparadora, cesar tratos indebidos a personas detenidas
ilegalmente.

2. DERECHOS CONSTITUCIONALES CONEXOS


Entendiendo que esta garantía protege lo que es la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos, los cuales podrán ser admitidos también dentro de un proceso
constitucional de hábeas corpus siempre y cuando el juez constitucional se pronuncie
sobre una eventual vulneración de un derecho fundamental; pero para ello es necesario
que exista, en cada caso concreto, conexidad entre aquel derecho vulnerado y el derecho
fundamental a la libertad individual.

Los derechos constitucionales conexos que menciona la constitución se encuentran


plasmados en los incisos del 1 al 17 del artículo 25 del Código Procesal Constitucional.

1) “La integridad personal, y el derecho a no ser sometido a tortura o tratos


inhumanos o humillantes, ni violentado para obtener declaraciones.”

Se trata de un atributo indesligablemente vinculado con la dignidad de la persona, y


con los derechos a la vida, a la salud, a la seguridad personal y al libre desarrollo y
bienestar. Se encuentra, adicionalmente en el apartado h) del numeral 23 del artículo
2 de la Constitución; el cual, textualmente, señala que toda persona tiene derecho:
“A la libertad y seguridad personales. En consecuencia: h) Nadie debe ser víctima de
violencia moral, psíquica o física, ni sometido a tortura o a tratos inhumanos o humillantes.
Cualquiera puede pedir de inmediato el examen médico de la persona agraviada o de
aquella imposibilitada de recurrir por sí misma a la autoridad. Carecen de valor las
declaraciones obtenidas por la violencia. Quien la emplea incurre en responsabilidad”.
(STC Exp. Nº 2333-2004-HC/TC, S, párr. 2)

2) “El derecho a no ser obligado a prestar juramento ni compelido a declarar o


reconocer culpabilidad contra sí mismo, contra su cónyuge, o sus parientes
dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.”

La garantía de la no incriminación constituye también un contenido del debido


proceso y está reconocida de manera expresa en instrumentos internacionales de
derechos humanos, como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art.
3.g), y la Convención Americana de los Derechos Humanos (art.8.2.g). Dicha
garantía consiste en el derecho a no declararse culpable ni a ser obligado a declarar
contra sí mismo.

3) “El derecho a no ser exiliado o desterrado o confinado sino por sentencia


firme.”

A partir de este inciso, la ley 23506 empieza a referir una serie de derechos de
libertad de movimiento cuya trasgresión produce la violación de la constitución y
del lugar de la acción de Hábeas Corpus.

Esta precisión respecto al exilio no ha sido repetida por la constitución de 1993. “No
quiere decir tampoco que la norma legal haya decaído por cuanto si a una persona se le
destierra sin sentencia firme se le estaría violando el derecho de nullum pena sine imditio y
por ello puede interponerse la Acción Habeas Corpus”. (Zelada Bartra, 2003)

4) “El derecho a no ser expatriado ni separado del lugar de residencia sino por
mandato judicial o por aplicación de la Ley de Extranjería.”

El Estado está facultado total o parcialmente para reglar, controlar y condicionar la


entrada y admisión de extranjeros. Igualmente, el cuerpo político goza del atributo
de la expulsión, que también es un límite a la libertad de tránsito, (…), siempre que se
cumplan algunas condiciones; las restricciones legales están sujetas a su fundamentación
en resguardo de la prevención de infracciones penales de la seguridad nacional, el orden
público, la salud, la moral pública o los derechos y libertades de terceros (DONAYRE
MONTESINOS, CHRISTIAN, 2009); la expulsión de un extranjero no debe
fundarse por su condición extranjera, sino en el hecho de haber ingresado o
permanecer en el territorio nacional con violación de la ley.

5) “El derecho del extranjero, a quien se ha concedido asilo político, de no ser


expulsado al país cuyo gobierno lo persigue, o en ningún caso si peligrase su
libertad o seguridad por el hecho de ser expulsado.”

El derecho al asilo está reconocido por el Estado Peruano en el Art. 108º de la


Constitución Política de 1979 y repetido por el Art. 36º del documento del 93.
Mediante el asilo un estado brinda protección a un individuo extranjero que es
perseguido por diversas razones.
El más común de los asilos y el reconocido por el Estado peruano es el asilo
político, que es “la protección que se concede a un sujeto que es perseguido u hostilizado
en razón de sus ideas o hasta de sus propias creencias políticas”. (Zelada Bartra, 2003)

6) “El derecho de los nacionales o de los extranjeros residentes a ingresar,


transitar o salir del territorio nacional, salvo mandato judicial o aplicación de
la Ley de Extranjería o de Sanidad.”

La facultad de un libre tránsito comporta el ejercicio del atributo de ius movendi et


ambulandi. Es decir, supone la posibilidad de desplazarse autodeterminativamente
en función a las propias necesidades y aspiraciones personales, a lo largo y ancho
del territorio, así como a ingresar o salir de él, cuando así se desee. “Se trata de un
imprescindible derecho individual y de un elemento conformante de la libertad.”. (STC
Exp. Nº 2876-2005-PHC/TC, S, f. j. 11)

El ejercicio de este derecho es fundamental en consideración a la libertad pues es


“una condición indispensable para el libre desarrollo de la persona” cuyo sentido
más elemental radica en la posibilidad de transitar en las vías y los espacios
públicos.

Como se observa, la libertad de tránsito se encuentra relacionada sobre todo con la


capacidad locomotora por parte de los nacionales y extranjeros para transitar dentro
del país.

7) “El derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del Juez, o
por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; o si ha sido detenido,
a ser puesto dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a disposición
del juzgado que corresponda, de acuerdo con el acápite “f” del inciso 24) del
artículo 2 de la Constitución sin perjuicio de las excepciones que en él se
consignan.”

De conformidad con el artículo 2, inciso 24), literal “f” de la Constitución, la


detención de una persona solo procede bajo dos circunstancias: por un lado la
existencia de un mandato judicial escrito y motivado, y, por otro, en el supuesto de
flagrante delito.
El detenido debe ser puesto a disposición del juzgado correspondiente dentro de las
veinticuatro horas o en el término de la distancia. Estos plazos no se aplican a los
casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas. En tales casos, las
autoridades policiales pueden efectuar la detención preventiva de los presuntos
implicados por un término no mayor de quince días naturales. Deben dar cuenta al
Ministerio Público y al juez, quien puede asumir jurisdicción antes de vencido dicho
término.

Esta norma constitucional debe ser interpretada de manera teleológica, vale decir,
como prescripciones garantistas con la finalidad de tutelar el derecho a la libertad
individual; “desde tal perspectiva, resulta inconstitucional la habilitación de cualquier
supuesto no contemplado en los dos anteriores. Asimismo, resultan inconstitucionales
aquellos actos que, (…), restrinjan la libertad de manera ilegal, es decir, al margen o con
inobservancia de las normas establecidas por la ley.” (STC Exp. Nº 0030-2001-HC/TC,
P, f. j. 2)

8) “El derecho a decidir voluntariamente prestar el servicio militar, conforme a la


ley de la materia.”

Este derecho persigue la tutela de cualquier privación del derecho a la libertad


personal que se pretenda, mellando su libre ejercicio. Específicamente se busca
preservar el derecho de toda persona de, en total libertad, decidir si presta o no
servicio militar.

Debe tenerse en cuenta que en nuestro Estado, el servicio militar no es obligatorio


de conformidad con lo dispuesto en la norma que lo regula, Ley Nº 27178, que en su
artículo 6 señala que:

- “Queda prohibido el reclutamiento forzoso como procedimiento de captación de


personal para ser incorporado al servicio en el activo”.
9) “El derecho a no ser detenido por deudas.”

El Tribunal Constitucional considera que cuando el literal “c”, del inciso 24), del
artículo 2 de la Constitución prohíbe la prisión por deudas, con ello se garantiza que
las personas no sufran restricción de su libertad locomotora por el incumplimiento
de obligaciones cuyo origen se encuentra en relaciones de orden civil.
La única excepción a dicha regla se da como el propio dispositivo constitucional
señala, en el caso del incumplimiento de deberes alimentarios, toda vez que están de
por medio los derechos a la vida, salud y a la integridad del alimentista, en cuyo
caso el juez competente puede ordenar la restricción de la libertad individual del
obligado. (Eto Cruz, 2008)

10) “El derecho a no ser privado del documento nacional de identidad, así como de
obtener el pasaporte o su renovación dentro o fuera de la República.”

Tanto el Documento Nacional de Identidad, así como el pasaporte constituyen


documentos necesarios para poder salir al exterior con total libertad. Y es que el
pasaporte no será emitido sin la presentación del DNI previamente, como requisito
para su obtención. Independientemente de ello, la Norma Fundamental no ha
establecido expresamente el derecho a no ser privado del Documento Nacional de
Identidad, sino solo del pasaporte. Así, ha establecido en el numeral 21 del artículo
2 que ningún sujeto:

“puede ser privado del derecho de obtener o de renovar su pasaporte dentro o


fuera del territorio de la República”.

En consecuencia, si a una persona la privan del Documento Nacional de Identidad


(DNI), entonces se le priva también de su derecho a salir del país.

11) “El derecho a no ser incomunicado sino en los casos establecidos por el literal
“g” del inciso 24) del artículo 2 de la Constitución.”

Nadie puede ser incomunicado sino en el caso indispensable para el esclarecimiento


de un delito, en la forma y por el tiempo previstos por la ley. La autoridad está
obligada bajo responsabilidad a señalar, sin dilación y por escrito, el lugar donde se
halla la persona detenida.

La única persona que puede disponer la incomunicación de un detenido es el Juez,


ningún otro funcionario que esté investigando cualesquier delito que fuere, puede
arrogarse esta facultad y su trasgresión da lugar a la presentación de Hábeas Corpus.

El Tribunal Constitucional considera que cuando la Constitución alude a la


existencia de un “caso indispensable”, con ello exige la presencia de una razón
objetiva y razonable que la justifique. Pero, “a su vez, sea cual fuere esa base objetiva y
razonable, tal incomunicación no puede practicarse para otros fines que no sean el
esclarecimiento de un delito, en la forma y plazo que la ley establezca.” (STC Exp. N°
00010-2002-AI/TC, P, f. j. 172)

12) “El derecho a ser asistido por un abogado defensor libremente elegido desde
que se es citado o detenido por la autoridad policial u otra, sin excepción.”

La Constitución Política del Perú, en su artículo 139, inciso 14), reconoce el derecho
de defensa. El Tribunal Constitucional considera que el principio de no ser privado
del derecho de defensa en ningún estado del proceso, constituye una de las
condiciones indispensables para que un proceso judicial sea realizado con arreglo al
debido proceso.

Se menciona que nadie puede ser privado del derecho de defensa en ningún estado
del proceso. Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la causa
o razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con un
defensor de su elección y a ser asesorada por este desde que es citada o detenida por
cualquier autoridad.

13) “El derecho a retirar la vigilancia del domicilio y a suspender el seguimiento


policial, cuando resulten arbitrarios o injustificados.”

Una forma de molestia a la libertad individual pasible de protección mediante


proceso de hábeas corpus la constituye los actos de indebido registro y seguimiento.
Este supuesto se concreta cuando “La presencia de agentes policiales en las
inmediaciones de un domicilio o el seguimiento que estos puedan realizar de las personas,
supondrá necesariamente afectar el libre desenvolvimiento de las personas, en tanto
supondrá una suerte de amedrentamiento o de control de sus actividades. La presencia de
terceros en el desarrollo de las actividades normales de las personas cohíbe y limita el
ejercicio libre de las mencionadas actividades”. (DONAYRE MONTESINOS,
CHRISTIAN, 2009)

14) “El derecho a la excarcelación de un procesado o condenado, cuya libertad


haya sido declarada por el juez. 11 Código Procesal Constitucional.”

La privación de la libertad como consecuencia de una pena o de un juzgamiento no


puede ir más allá del momento en que concluyó esta por cualesquiera de las causas
precisadas en la ley y que son repetidas por el texto de este inciso, la Acción de
Hábeas Corpus para hacer cesar este estado y volver a la normalidad Constitucional.

15) “El derecho a que se observe el trámite correspondiente cuando se trate del
procedimiento o detención de las personas, a que se refiere el artículo 99 de la
Constitución.”

El antejuicio es una prerrogativa funcional de la que gozan determinados


funcionarios, con el propósito de que no puedan ser procesados ante la judicatura
penal por los delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones, sin que medie un
procedimiento con las debidas garantías procesales ante el Congreso de la República
y la consecuente acusación del propio Legislativo.

El procedimiento de acusación constitucional contra los funcionarios enumerados en


el artículo 99 de la Constitución, por los supuestos delitos cometidos en el ejercicio
de sus funciones (antejuicio), se encuentra regulado en el artículo 89 del
Reglamento del Congreso. Queda ello meridianamente claro cuando dicho artículo,
ab initio, establece que “[...] mediante el procedimiento de acusación constitucional se
realiza el antejuicio político, al que tienen derecho los altos funcionarios del Estado
comprendidos en el artículo 99 de la Constitución Política”. (STC Exp. Nº 006-2003-
AI/TC, P, ff. jj. 3 y 4)

16) “El derecho a no ser objeto de una desaparición forzada.”

La desaparición forzada de personas es un delito pluriofensivo, por cuanto afecta la


libertad física, el debido proceso, el derecho a la integridad personal, el
reconocimiento de la personalidad jurídica y el derecho a la tutela judicial efectiva.
La vigencia de estos derechos es absoluta, por lo que su protección se encuentra
regulada en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho
Internacional Humanitario. En efecto, la desaparición forzada de personas supone
generar una cruel sensación de incertidumbre tanto para la persona desaparecida
como para sus familiares, los mismos que pasan a ser víctimas directas de este grave
hecho. Por ello, el Derecho Internacional reconoce a la desaparición forzada como
una de las modalidades más graves de violaciones de los derechos humanos y por lo
cual tiene mucha conexión con la afectación a la libertad individual.
17) “El derecho del detenido o recluso a no ser objeto de un tratamiento carente de
razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la forma y condiciones en que
cumple el mandato de detención o la pena.”

Este derecho se encuentra vinculado con lo dispuesto en el numeral 21 del artículo


139 de la Constitución, que establece que los reclusos y los sentenciados deben
ocupar establecimientos penitenciarios adecuados; además de ello, en el numeral 22
del mismo dispositivo constitucional se señalan cuáles son los fines del régimen
penitenciario: la reeducación, la rehabilitación y la reincorporación en la sociedad
del penado.

El hábeas corpus procede ante actos u omisiones que violen o amenacen el derecho
a la vida, a la salud, a la integridad física y, de manera muy significativa, el derecho
al trato digno y a no ser objeto de penas o tratos inhumanos o degradantes, y del derecho a
la visita familiar de los reclusos cuando se ha determinado cumplir un mandato de
detención o de pena. (Eto Cruz, 2008)

RESUMEN

- El Habeas Corpus según el ordenamiento jurídico peruano protege determinados


derechos, siendo estos los que van a garantizar que se pueda efectivizar una
correcta garantía constitucional; la normatividad vigente señala que, para que se
pueda hacer efectiva un Habeas Corpus se debe de vulnerar o amenazar la
libertad individual o los derechos constitucionales conexos (inc.1 art.200 C).

CONCLUSION:

- El Habeas Corpus como garantía constitucional protege de manera amplia no


solo la libertad individual, sino también a los derechos constitucionales conexos
siempre y cuando tengan conexión entre estos derechos y el derecho
fundamental de libertad individual, o también, que la afectación del derecho
constitucional conexo incida negativamente o afecte la libertad individual.
Bibliografía
DONAYRE MONTESINOS, CHRISTIAN. (2009). Estudios y jurisprudencia del
Código Procesal Constitucional. Lima: Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.

Eto Cruz, G. (2008). El desarrollo del Derecho Procesal Constitucional a partir de la


jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano. Lima: Editorial Gráfica
CARVIL S.A.C.

Zelada Bartra, J. (2003). EL HABEAS CORPUS Y LAS RESOLUCIONES DEL


TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Lima.

S-ar putea să vă placă și