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Sociedad Anónima: Las Asambleas

Introducción
Es una persona jurídica, forma adoptada por las grandes empresas, donde
los socios son muchos, y su capital se divide en acciones, todas de igual valor en
dinero, que emite la sociedad, que representan una parte del capital social, y la
responsabilidad del socio se limita a las acciones sociales que posee, sin com-
prometer su patrimonio personal. Es una sociedad de capital, al establecer que el
capital se representa por acciones y que los socios limitan su responsabilidad a la
integración de las partes de capital suscripto.

Consta de un órgano de administración, el directorio; un órgano de go-


bierno, la asamblea y un órgano de contralor organizado ya no a través de la ac-
tuación individual del socio, sino de la sindicatura o del consejo de vigilancia.

Para constituir una sociedad anónima indefectiblemente debe utilizarse un


instrumento público, lo mismo que para modificar el contrato societario. La S.A. no
tiene razón social, funciona bajo una denominación libremente elegida que puede
ser de pura fantasía, adecuada a la naturaleza de la empresa social o consistente,
incluso, en un nombre o conjunto de nombres personales, bien de los socios ac-
tuales, bien de los socios que anteriormente hayan pertenecido a la sociedad. En
todos los casos debe agregarse la expresión de sociedad anónima o la abreviatura
de ella S.A. La violación por omisión del aditamento está sancionada con la res-
ponsabilidad solidaria e ilimitada del firmante y con la sociedad por los actos cele-
brados en esos casos.

Desarrollo
La Asamblea de Accionistas es la reunión de todos los accionistas, convo-
cados por una publicación en el Boletín Oficial y en un diario local, para conocer
su voluntad sobre los asuntos empresariales en cumplimiento de sus objetivos. La
decisión se toma en virtud del voto de la mayoría absoluta del capital de los accio-
nistas presentes en la Asamblea, y no por número de socios, o sea que el control
de las decisiones se basa en quienes poseen mayor capital accionario. Las Asam-
bleas Ordinarias son anuales, y en ellas se tratan temas tales como la designación
de directores y síndicos, la aprobación de balances, acciones a desarrollar, decidir
sobre los aumentos de capital, hasta un quíntuplo, la distribución de ganancias,
pero en casos que requieran decisiones importantes, pueden convocarse Asam-
bleas Extraordinarias, por parte del Directorio. En estas Asambleas se tratan te-
mas tales como la modificación del contrato societario, la reducción del capital so-
cial, o aumentos superiores al quíntuplo, aprobar la fusión, transformación o diso-
lución de la Sociedad Anónima y llevar a cabo el proceso de liquidación.

Etapas para la adopción de decisiones asamblearias


Como órgano colegial, la Asamblea, para la validez de sus deliberaciones
debe cumplir la sociedad con ciertas obligaciones.
La doctrina nacional, según estas observaciones, divide las etapas para la adop-
ción de decisiones asamblearias, en tres:

1) Convocatoria:
Entendida como el arte de invitar a los accionistas para concurrir a la
Asamblea y que se conforma como el requisito indispensable para la válida
constitución de la Asamblea (salvo en la Asamblea Unánime que surge pre-
sunta, por encontrarse presente los dueños de la voluntad social).
a) Quien Convoca:
Tal como lo especifica el art. 236 de la ley 19.550, la convocatoria debe rea-
lizarse por el órgano competente de la sociedad, que es por regla general el
directorio o el órgano de fiscalización, Sindicatura o Consejo de Vigilancia.
(Art. 294 inc. 7, ley 19.550: Son atribuciones y deberes del síndico convocar
a Asamblea Extraordinaria, cuando lo juzgue necesario y a Asambleas Or-
dinarias o Asambleas Especiales, cuando omitiere hacerlo el Directorio).
Del mismo modo, cualquier accionista está habilitado para requerir al Direc-
torio la convocatoria y Asamblea de Accionistas, siempre y cuando el peti-
cionante tuviera una participación accionaria de, cuanto menos, el 4% del
capital social, si los estatutos no fijaran una representación menor.
En este caso, el accionista que convoca debe indicar al Directorio o Sindi-
catura los temas que considera necesario tratar y éste o el síndico procede-
rán a la convocación, debiendo producirse el acto asambleario dentro de los
cuarenta días de recibida la solicitud.
La omisión de la convocatoria en los casos anteriormente descriptos por
parte del Directorio o la Sindicatura, da derecho para que el accionista la
solicite judicial o administrativamente, a través de la autoridad de control,
sin perjuicio de configurar causal suficiente de remoción de los integrantes
de aquellos órganos. (Como lo establece el art. 236 de la ley 19.550).
b) Publicación de la convocatoria:

Las Asambleas serán convocadas por publicaciones durante cinco días,


con diez de anticipación por lo menos y no más de treinta en el diario de
publicaciones legales. Además, para las sociedades a las que se refiere el
art. 294, en uno de los diarios de mayor circulación general en la República.
Deberá mencionarse el carácter de la Asamblea, fecha, hora y lugar de
reunión, orden del día y los recaudos especiales exigidos por el estatuto pa-
ras la concurrencia de los accionistas.

La Asamblea en segunda convocatoria por haber fracasado la primera, de-


berá celebrarse dentro de los treinta días siguientes, y las publicaciones se
efectuarán por tres días, con ocho de anticipación como mínimo. El estatuto
puede autorizar ambas convocatorias simultáneamente, excepto para las
sociedades que hacen oferta pública de sus acciones, en las que esta facul-
tad queda limitada a la Asamblea Ordinaria.

En el supuesto de convocatorias simultáneas, si la Asamblea fuere citada


para celebrarse el mismo día, deberá serlo con un intervalo no inferior a una
hora de la fijada para la primera. La Asamblea podrá celebrarse sin publica-
ción de la convocatoria cuando se reúnan accionistas que representen la to-
talidad del capital social y las decisiones se adopten por unanimidad de las
acciones con derecho a voto.
De esta manera el artículo anteriormente citado establece para las dos cla-
ses de Asamblea las formalidades de convocatoria que se conforman como
requisitos de legalidad de las asambleas y encuentran su razón de ser en la
necesidad de los accionistas de tomar conocimiento con la suficiente antici-
pación del lugar, la fecha, hora y temas a tratar para poder ejercer sus de-
rechos políticos en el ente.

En el último párrafo del art. 237 de la ley 19.550, se establece la eximición


de la obligación de publicar convocatoria en los supuestos de Asamblea
Unánime, tomando de esta manera partido en una cuestión sumamente de-
batida.

A fin de facilitar la celebración de las asambleas, el legislador autoriza (en


ambas clases) la convocatoria simultánea aunque para las sociedades que
hacen oferta pública de sus acciones dicha posibilidad se encuentra restrin-
gida, reservándose a las Asambleas Ordinarias.

Tratándose de una sociedad del art. 299, deberá notificarse la convocatoria


al órgano administrativo con la anticipación que establecen las respectivas
reglamentaciones a fin de la debida fiscalización.

1) Reunión de la Asamblea:
a) Requisitos:

El artículo 238 de la ley 19.550, hace referencia a la posibilidad de los ac-


cionistas de probar su calidad de tal a efectos de poder intervenir en la
asamblea. Dicho artículo establece que los accionistas que pretendan parti-
cipar en Asamblea de Accionistas deben comunicar su voluntad de asisten-
cia con no menos de tres días de anticipación a la fecha de la celebración
de la asamblea, de modo fehaciente para su debida inscripción en el libro
de registro de accionistas y asistencia a asambleas.

A partir de la reforma introducida por la ley 22.903 se exime de la obligación


de depositar sus acciones o presentar certificados o constancias a los titula-
res de acciones nominativas o escriturales “cuyo registro sea llevado por la
propia sociedad”, bastando con la comunicación fehaciente para que se los
inscriba en el libro de asistencia. En caso de acciones registradas en una
entidad autorizada que no sea la propia sociedad, por ejemplo, un banco,
se deberá cumplir con el depósito del certificado o constancia respectiva,
emanada de la institución que corresponda. Antes de comenzar el acto
asambleario, los accionistas o sus representantes (que convocan al mismo)
deben firmar el libro de asistencia en el que se dejará constancia de sus
domicilios, documentos de identidad y número de votos que corresponda.
Este registro es de libre consulta para todos los accionistas. La Asamblea
sólo puede sesionar válidamente si se reúne el quórum previsto por la ley y
el estatuto respectivo. El quórum, es el número mínimo de accionistas re-
queridos para sesionar (con cierta representatividad respecto de los intere-
ses sociales). La ley actual establece el quórum por el número de acciones
con derecho a voto, y no por el porcentaje que represente el capital presen-
te. El quórum varía de acuerdo con la clase de asamblea o naturaleza del
asunto a considerar. El legislador intentó favorecer la celebración de las
Asambleas de Accionistas y ha previsto un quórum reducido en una segun-
da convocatoria.

Así las Asambleas Ordinarias que requieren la presencia de accionistas que


representen la mayoría de las acciones con derecho a voto en la primera
convocatoria, pueden celebrarse en segunda convocatoria cualquiera sea el
número de acciones presentes. En las Asambleas Extraordinarias, el quó-
rum es más riguroso: en la primera convocatoria se exige la presencia de
accionistas que representen el 60% de las acciones con derecho a voto, si
el estatuto no exige quórum mayor, y en la segunda convocatoria se requie-
re la concurrencia de accionistas que representen el 30% de las acciones
con derecho a voto, salvo que el estatuto fije quórum distinto.

b) Lugar de reunión:

La asamblea debe reunirse en la sede de la sociedad o por razones espe-


ciales en un lugar a designarse dentro de la localidad que corresponde al
domicilio social. Este punto deberá constar expresamente en la convocato-
ria, tal como lo especifica el art. 233 de la ley 19.550.

c) Quiénes están obligados a asistir:

El art. 240 dispone que los directores, los síndicos y los gerentes generales
tienen derecho y obligación a asistir con voz a todas las asambleas. Sólo
tendrán voto en la medida que les corresponda como accionistas, con las
limitaciones establecidas en esta sección.

d) Quiénes están facultados para asistir:

Los accionistas, para los que es una facultad y no un deber la asistencia,


por lo que no se puede prohibir a ningún accionista (salvo casos excepcio-
nales), su derecho de concurrir a la asamblea, aún cuando se trate de ac-
ciones preferidas sin voto. Los accionistas pueden hacerse representar en
las asambleas, siendo suficiente el otorgamiento del mandato en instrumen-
to privado con la firma certificada en forma judicial, notarial o bancaria, sal-
vo disposición estatutaria en contrario. También resulta válido el poder otor-
gado por accionista en presencia del síndico o del director de la sociedad, o
cuando existiere certeza absoluta de que la firma en el poder pertenece de
puño y letra a él. No pueden ser mandatarios: los directores, síndicos, inte-
grantes del Consejo de Vigilancia, los gerentes y demás empleados de la
sociedad, tal como lo especifica el art. 239 de la Ley de Sociedades Comer-
ciales.

e) Generalidades:

Las deliberaciones deben estar dirigidas por el Presidente de la Asamblea,


que es, salvo disposición estatutaria en contrario, el presidente de la socie-
dad. Si la Asamblea es convocada judicialmente o por autoridad de control,
será presidida por el funcionario designado. La Asamblea puede pasar a
“cuarto intermedio” una sola vez y debe continuar dentro de los treinta días
siguientes; pudiendo participar en la segunda, sólo los que fueron parte de
la primera. Las decisiones son obligatorias y ejecutables por el Directorio.
Las resoluciones adoptadas en la Asamblea deberán ser escritas en un ac-
ta en la que deberá resumirse la deliberación. Tal como lo establece el art.
73 de la ley 19.550:

 Deberá labrarse en libro especial el acta de las deliberaciones


de los órganos colegiados.
 Las actas de las asambleas de las sociedades deberán ser
confeccionadas y firmadas dentro de los cinco días, por el
presidente y los socios designados al efecto.
 El acto no es requisito de la celebración de la asamblea, pero
es el medio de prueba idóneo de la misma.
 El acta hace fe hasta tanto no sea declarada judicialmente in-
válida.
2) Deliberación y voto:
En el acto asambleario, todos los accionistas gozan del derecho a voz, in-
cluso los titulares de acciones preferidas sin derecho a voto. Igual derecho
tienen los directores no accionistas, los síndicos y miembros del Consejo de
Vigilancia y los gerentes generales (aunque éstos, en caso de la aprobación
de su gestión o su remoción con causa o responsabilidad, no pueden emitir
su voto). De igual manera, los accionistas o sus representantes que en de-
terminados temas tengan interés contrario a la sociedad deben abstenerse
de votar en los acuerdos relativos a ellos.
La Asamblea de Accionistas no puede apartarse de las materias incluidas
en el orden del día, exceptuándose la decisión unánime cuando se encuen-
tra representado todo el capital con derecho a voto. El orden del día debe
ser claro, preciso y concreto. La prohibición de tratar asuntos no estableci-
dos expresamente en el orden del día tiene excepciones, establecidas en
los distintos supuestos del art. 246 de la ley 19.550:
 Si estuviese presente la totalidad del capital y la decisión se
adopte por unanimidad de las acciones con derecho a voto.
 Las excepciones que se autorizan expresamente en ese título.
 La elección de los encargados de suscribir el acta.
De esta manera, el orden del día cumple con una doble función: informativa
y de garantía para los accionistas ya que no pueden ser sorprendidos con la
introducción de temas distintos a los previamente informados.

Mayorías

Los acuerdos asamblearios, para ser válidos, deben reunir las mayorías
previstas legalmente. Cualquier tema de una asamblea debe ser resuelto por la
mayoría absoluta de los votos presentes que puedan emitirse en la respectiva de-
cisión, es decir, aquéllos que puedan emitirse para la resolución de un tema espe-
cífico. El régimen de mayorías es idéntico para la celebración de asambleas, tanto
ordinarias como extraordinarias, en primera y segunda convocatoria.

Efectos de las decisiones asamblearias


El art. 233 de la ley 19.550, establece el principio según el cual, las decisio-
nes asamblearias son obligatorias para todos los accionistas y deben ser
cumplidas por el Directorio. Pero existen dos excepciones:

a) Si un accionista ejerce el derecho de receso, de acuerdo con el art. 45 de la


Ley de Sociedades Comerciales, y que consiste en un derecho de cada ac-
cionista que votó en contra o estuvo ausente del acto asambleario o que
modificó substancialmente las bases del contrato de sociedad.
b) Cuando las decisiones de la Asamblea fueran contrarias a la ley o el regla-
mento o adoptadas con el fin de perjudicar a un grupo de accionistas.

En ambos casos, los accionistas que no contribuyeron a formar la voluntad


social, pueden ejercer la Acción de Impugnación de acuerdos sociales (art.
251 de la ley 19.550). Dicha acción debe ser promovida dentro de los tres
meses de ser clausurada la Asamblea.

Conclusión
La Ley recoge una abundante y progresiva elaboración doctrinaria y jurisprudencial
relativa a los derechos esenciales y límites necesarios de cada socio, cuya voluntad ex-
presada a través de la Asamblea deben encuadrarse dentro de los márgenes del orden
público propiciando la debida tutela al interés social e individual de cada integrante de la
sociedad.

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