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Figura 1.
Celda fotovoltaica conectada en paralelo: Las celdas se conectan en paralelo para conseguir
una corriente de salida más alta. La corriente que produce una celda de silicio varía según su
tamaño y la intensidad de luz solar a la que está expuesta. Si por ejemplo cada celda produce
una corriente de 1 A, al conectar dos hileras en paralelo tendremos una corriente de salida de
2 A, como se muestra en la figura 2.
Figura 2.
2.1. Partes de un panel o modulo fotovoltaico:
• Marco: realizado generalmente en aluminio anodizado, tiene la función de ensamblar
el resto de los componentes además de dotar al conjunto de rigidez y servir como
elemento de fijación a la estructura soporte.
• Cubierta frontal: es un vidrio templado con un espesor entre 3 y 4 mm que
proporciona la protección de las células frente a la inclemencias atmosféricas e
impactos. Para aprovechar al máximo la radiación solar, se utiliza cristal con bajo
contenido en hierro que tiene una elevada transmisividad (en el rango de longitudes
de onda que producen efecto fotovoltaico, 350 a 1200 nm en caso de células de
silicio), y una baja reflexividad en de la superficie frontal. Es importante también que
ofrezcan un buen deslizamiento para evitar la deposición de polvo y suciedad.
• Encapsulante: El material más utilizado es el etil-vinil-acetato (EVA). Está en
contacto directo con las células fotovoltaicas y su función es dar adhesión entre ellas
para proteger las conexiones de la posible humedad y vibraciones.
• Células fotovoltaicas: Todas las células se disponen sobre un mismo plano y se
conectan entre sí en serie y paralelo
• Cubierta posterior: Se utilizan distintos materiales, aunque el más común es
el fluoruro de polivinilo (PVF), conocido comercialmente como Tedlar. Otros
materiales son el poliéster, EVA o incluso el vidrio en algunos módulos de silicio
amorfo bifacial. su función es la protección frente a la humedad y evitar en la medida
de lo posible el sobrecalentamiento de las células, por ello habitualmente es de color
blanco.
• Caja de conexiones: Es una caja estanca (recomendable IP65) de material plástico
resistente a la intemperie y a las altas temperaturas donde salen los terminales de las
conexiones en serie de las células fotovoltaicas. En esta caja se encuentran los diodos
de protección o bypass encargados de evitar los efectos negativos de bajo rendimiento
provocados por los puntos calientes y sombreados. Del interior de esta caja salen los
cables a través de los prensaestopas con una longitud suficiente para que se pueda
conectar directamente con el módulo de al lado.
• Monocristalino: Los paneles fabricados con células monocristalinas son las que
tienen un mayor rendimiento y son más estables a lo largo del tiempo. Sus celdas se
fabrican mediante un complejo procedimiento de cristalización controlado a altas
temperaturas, cercanas a los 1500 ºC, a partir de un solo germen que consigue un
lingote cilíndrico formando una estructura cristalina única. Esta barra de cristalina se
trocea en finas láminas u obleas de espesores que rondan los 0.3 mm. Las células
tienen un color uniforme, generalmente azul o negro y se consigue un rendimiento
del 19,1% en laboratorio y entre un 10 % y un 15% en producción.
Tabla 1
3. Inversores.
El inversor es un dispositivo que convierte la corriente continua que suplen los paneles
solares o las baterías en corriente alterna.
Después de los paneles solares, los inversores son el componente más importante de un
sistema fotovoltaico. Un inversor está construido con tecnología de semiconductores de
estado sólido y de electrónica de potencia.
4. Regulador de carga.
El regulador de carga es un dispositivo necesario en la instalación solar ya que se encarga de
controlar la entrada a las baterías de la energía generada en los paneles solares. El regulador
permite, por un lado, alargar la vida de la batería y por el otro, obtener información y
parámetros del funcionamiento de la instalación.
Funciones principales de un regulador de carga:
• Monitorear constantemente el estado de carga de las baterías y cargar las baterías.
Cuando las baterías están completamente cargadas reduce o detiene el flujo de
corriente desde los paneles solares hacia las baterías.
• Proteger las baterías de ser sobre cargadas.
• Proteger las baterías de ser sobre descargadas.
Existen dos tipos de reguladores y dependerá de la clase de placa que usemos, tenemos:
• PWM: Un regulador PWM utiliza simplemente el voltaje que necesita la batería o el
grupo de baterías para su carga o descarga. Es decir, por mucho que un módulo
fotovoltaico esté en un determinado momento produciendo 16 voltios de energía
solar, si la tensión de la batería es de 14 voltios para su carga el regulador suministrará
esa cantidad, y los 2 voltios de diferencia serían desechados y no se aprovecharía en
su totalidad el rendimiento.
• MPPT: Los reguladores MPPT utilizan toda la intensidad que produzca el panel solar
independientemente del voltaje. En el anterior caso, el regulador MPPT utilizaría los
14 voltios para el suministro y los otros 2 para la carga de la batería mediante la
regulación de la intensidad que se utiliza para cada objetivo.
Esto permite reducir las pérdidas comparadas con un regulador PWM en un 30%.
Debemos tener en cuenta que los MPPT tienen un precio mayor, aunque ofrecen mucho
mejor rendimiento cuanto mayor es la producción de los paneles solares. Están indicados
para instalaciones que necesitan grandes cantidades de potencia y no podemos permitir
muchas pérdidas.
5. Baterías Fotovoltaicas.
Las baterías en un sistema de energía solar fotovoltaica es la de acumular la energía
producida por los paneles fotovoltaicos durante las horas de Sol para poderla utilizar durante
la noche o en días nublados.
En el momento en que los paneles fotovoltaicos pueden generar más electricidad que la
demandada por el sistema eléctrico toda la energía demandada es suministrada por los
paneles y la sobrante se utiliza para cargar las baterías.
5.1. Clase de baterías solares:
Hay dos tipos de baterías según su ciclo:
5.1.1. Baterías de ciclo bajo:
Las baterías de ciclo bajo están diseñadas para suplir una cantidad de corriente por un corto
período de tiempo y soportar pequeñas sobrecargas sin perder electrolitos, como en el caso
de las de automóviles.
Sin embargo, estas baterías no soportan descargas profundas. Si son descargadas
repetidamente por debajo del 20%, se acorta su vida útil considerablemente. Por lo tanto,
estas baterías no son una buena elección para sistemas solares fotovoltaicos.
5.1.2. Baterías de ciclo profundo:
Están diseñadas para ser descargadas repetidamente hasta un 80% de su capacidad. Esta
característica las convierte en la mejor opción para sistemas de energía solar.
A la hora de escoger una batería se debe tomar en cuenta características como su capacidad,
eficiencia y auto descarga.
5.2. Tipo de baterías
Las baterías se clasifican según el tipo de tecnología de fabricación, así como de los
electrolitos utilizados.
Las baterías más utilizadas en instalaciones solares son las ácido-plomo, por la relación de
precio por energía disponible. Su eficiencia está entre un 85-95%, mientras que las alcalinas
en un 65%.
Seguramente las mejores baterías serían las de litio, pero no son viables económicamente.
Comparado con las de plomo-ácido, son bastante más caras ya que su capacidad de descarga
puede llegar hasta casi un 100% (95%-99%). Y su vida útil también suele ser mayor (15-20
años).
Los tipos de baterías de plomo-ácido más utilizadas en instalaciones solares son:
• Batería líquida: Este tipo de batería tienen una capacidad de almacenamiento mayor.
Se les llama baterías líquidas porque funcionan a altas temperaturas para que el
electrolito y electrodos permanezcan en estado líquido, son necesarios alrededor de
500°C para propiciar esta situación. Además de ser muy económicas, presentan
menos problemas cuando se sobrecargan y tiene mayor durabilidad. Hay dos tipos de
baterías líquidas: de forma abierta, con tapas que permiten el cambio del agua. De
forma sellada, que son cerradas, pero con válvulas que permiten las salidas de los
posibles gases durante cargas excesivas.
• Baterías de gel: El ácido que contiene está en forma de gel, lo que impide que se
pierda líquido. Otras ventajas de este tipo de batería son: funcionan en cualquier
posición, se reduce la corrosión, son resistente a temperaturas bajas y su vida útil es
mayor que en las baterías líquidas. Entre algunas de las desventajas de este tipo de
batería está que son muy delicadas para cargar y su alto precio.
• Baterías AGM: Cuentan con una malla de fibra de vidrio entre las placas de la
batería, que sirve para contener el electrolito. Este tipo de batería son muy resistentes
a bajas temperaturas, su eficiencia es de 95%, puede funcionar a alta corriente y en
general tiene una buena relación costo por vida útil.
➢ Mantenimiento del panel solar.
La termografía es una herramienta indispensable para el análisis del funcionamiento y
eficiencia de los diferentes elementos que componen la instalación: módulos fotovoltaicos,
conexiones, transformadores, inversores, etc.
Las condiciones más favorables para la detección de puntos calientes y células defectuosas
serán aquellas en las que el panel proporcione la máxima potencia, normalmente al mediodía
en un día despejado. Dependiendo de la estructura del panel fotovoltaico y dado que las
celdas se conectan en serie para lograr la tensión más adecuada para el inversor utilizado, un
fallo en una de las células podría dar lugar a una pérdida total o parcial de potencia de un
panel fotovoltaico. En cualquiera de los casos, este tipo de problema supone una disminución
del rendimiento del panel, lo cual se traducirá en un mayor tiempo para lograr el retorno de
la inversión. Adicionalmente, los problemas asociados a una sobre temperatura pueden dar
lugar a que las celdas adyacentes disminuyan su eficiencia o que incluso lleguen a averiarse,
expandiéndose el problema por el panel.
Los paneles solares también es necesario darles mantenimiento contra el polvo o suciedad
que cae encima de ellos ya que disminuyen la eficiencia e incluso pueden averiar el circuito
interno del módulo especialmente el de tipo monocristalino. Para esto es necesario lavar la
cubierta frontal del panel con agua y con una esponja especial y un escurridor como los que
se utiliza para lavar los vidrios del carro.
➢ Dispositivos de medición.
Para poder tener un control sobre nuestra instalación debemos instalar dispositivos de medida
para tener un sistema de monitoreo que nos facilite evaluar el desempeño del sistema.
Es posible instalar una estación climatológica, la cual monitorea la radiación, la temperatura
y la velocidad del viento, a la que los paneles se están viendo sometidos.
• Medidor de irradiancia: Nos proporciona información directa sobre la cantidad de
luz que está incidiendo sobre un generador fotovoltaico y sobre la energía eléctrica
que éste puede producir. De este modo, sabremos a qué se deben las oscilaciones en
la producción, las cuales pueden venir determinadas por condiciones naturales o por
errores del sistema.
• Sensor de temperatura: Se instala para observar las condiciones de trabajo de los
paneles ya que la temperatura determina el rendimiento de las células fotovoltaicas.
Cuando tenemos temperaturas elevadas el rendimiento tiende a disminuir.
• Anemómetro: Se utiliza para medir la velocidad del viento, y, en algunos casos,
también su dirección. Es un parámetro que viene directamente relacionado con la
temperatura, ya que ayuda a refrigerar los módulos, por lo que afecta en el
rendimiento de un generador fotovoltaico, por esta razón es conveniente tenerlo
controlado.
• Medidores de energía: Se suele colocar a la salida del inversor, en el lado de
corriente alterna, para medir la energía inyectada a red (en kWh). Algunos demás,
llevan protección incorporada. La instalación de este aparato es interesante sobre todo
para comparar el dato que arroja con el que ofrece el inversor, ya que éste último
suele llevar incorporado un medidor de potencia propio, pero a veces los datos pueden
no coincidir si existen pérdidas en las conexiones.
Figura 3.
Tabla 2.
➢ Proyectos futuros
Según datos de la ASEP, el país cuenta con un potencial fotovoltaico en desarrollo de más
720MW, y de igual forma la provincia de Coclé lidera en el potencial fotovoltaico
identificado, 49.2% con respecto al potencial nacional en desarrollo. En la actualidad se
cuenta con 54 proyectos identificados, de los cuales se han otorgado 16 licencias para la
construcción y explotación de este recurso.
Tabla 3.
Según la ASEP se tienen 38 Licencias Provisionales para la explotación de la energía
fotovoltaica. Un total de 33 empresas dispuestas a invertir en dicho sector de generación. La
totalidad de los proyectos identificados suman 472.90 MW, siendo la provincia de Coclé la
que cuenta con el mayor potencial de energía solar, con 16 proyectos identificados.
Tabla 4.
➢ Nuevas tecnologías.
2. Paneles Bifaciales.
Los módulos fotovoltaicos bifaciales se han convertido en una de las grandes promesas de la
industria. A través de sus dos caras puede generar más energía eléctrica por unidad de
superficie, en comparación de las tecnologías actuales de módulos que generan energía sólo
por una de sus caras.
Los resultados preliminares de las mediciones permiten ver que la producción de los módulos
bifaciales genera sobre un 25% más de energía diaria por metro cuadrado que los de silicio
policristalino y capa fina, lo que nos indica que estamos frente a una tecnología muy
prometedora al analizar la densidad de energía por unidad de superficie de los módulos, lo
que se traduce directamente en mayores ingresos por unidad de superficie.
Estos paneles aprovechan la radiación directa, difusa y también la reflejada, ya que tienen
dos caras por las cuales pueden recibir radiación.
Su rendimiento mejora aún más si se instala sobre superficies reflectantes como los techos
metálicos planos. Productos innovadores como éstos permiten diversificar la oferta del
mercado local, siempre con un alto grado de eficiencia y óptima calidad.
3. Sistemas espaciales fotovoltaicos.
Se trata de un estudio que esta realizando la Nasa de las posibilidades de enviar satélites con
paneles solares para aprovechar al máximo la radiación solar.
Estos paneles solares espaciales entrarían en la órbita terrestre, recogerían la energía solar y
la enviarían a la Tierra de forma inalámbrica.
De todas las fuentes de energía disponibles en la Tierra, el sol es una de la más potentes (y
menos utilizadas) hoy en día. El problema reside en que no siempre está disponible (de noche
o en días nublados) y, además, las centrales de generación de energía (fotovoltaicas o
térmicas), necesitan a veces mucho espacio, Pero, si pusiéramos los mismos paneles solares
en el espacio, por encima de la atmósfera, no habría meteorología con la que lidiar y los
paneles dispondrían de luz casi continuamente. Además, la luz que los alcanza sería un 27%
más brillante, ya que no traspasarían ningún filtro atmosférico.
Estos paneles utilizarían microondas para enviar la energía a los receptores en la Tierra. El
sistema estaría diseñado para no sobrepasar las densidades de potencia seguras.
Esto abre la posibilidad de enviar electricidad a las aldeas de los países en desarrollo o a las
zonas afectadas por desastres naturales.
Además, dado que la luz del sol sería esencialmente continua, la energía solar basada en el
espacio no requiere el desarrollo de baterías grandes para almacenar la energía, algo que
retiene la energía solar basada en tierra.