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La esperanza es un estado de ánimo optimista en el cual aquello que deseamos o aspiramos nos

parece posible. En este sentido, la esperanza supone tener expectativas positivas relacionadas
con aquello que es favorable y que se corresponde con nuestros deseos.
La esperanza es lo contrario a la desesperanza, y, como tal, muchas veces sirve como asidero
moral para no caer en el desaliento, para no perder la serenidad ni perder de vista aquello que se
anhela alcanzar. De allí que la esperanza alimente positivamente nuestras aspiraciones.
Del mismo modo, la esperanza se puede asociar con la idea vana de lograr cosas o realizar
nuestros deseos, dejándolo todo a la espera y olvidando la acción, como si pudiéramos conseguir
nuestros objetivos sin intervenir para su concreción.

¿Cómo podemos fomentar la esperanza?

Con un poco de fe y paciencia, la esperanza será un valor más fácil de cultivar.


Independientemente de las situaciones que estamos viviendo, es indispensable aprender a ver lo
mejor de cualquier experiencia negativa, de ese modo, aunque no nos conformamos a las
circunstancias, seguro encontraremos nuevas posibilidades y oportunidades para ser mejores
personas.

¿Cómo se relaciona el valor de la esperanza con la fe y la paciencia?

Son hermanas. La fe es el resultado de creer y, la esperanza, el resultado de mantener esa fe


firme y constante. En ese sentido, la paciencia es la alidada perfecta para no desesperase y tomar
decisiones desesperadas y basadas en el orgullo.

La amistad es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las
relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida. La
amistad tiene presencia en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y
trascendencia.
El amor es un sentimiento de afecto universal que se tiene hacia una persona, animal o
cosa. Amor también hace referencia a un sentimiento de atracción emocional que se tiene hacia
una persona con la que se desea tener una relación o convivencia bajo el mismo techo.

La bondad es una de las cualidades humanas que mejor reflejan la esencia humana, pues la
persona bondadosa es buena, benigna y benévola, y a veces se la relaciona con la amabilidad.
Tiene inclinación por hacer el bien a los demás, y lo hace con afecto, comprensión y respeto.

La equidad es tratar a todos por igual, independiente de su clase social, raza, sexo o religión. La
equidad es un valor fundamental para reforzar el respeto a las características particulares de cada
individuo y dar un sentido más profundo a la justicia como derecho fundamental.

La fe es la creencia, confianza o asentimiento de una persona en relación con algo o alguien y,


como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la
verdad de aquello en lo que se cree.

La honestidad es resultado de una elección personal, es una manera de actuar que adoptamos
libremente porque consideramos que es lo mejor. A veces, se trata de una decisión difícil, pues
trae consigo una pérdida o un sacrificio. Ser honesto significa, pues, decidir que vamos a
conducirnos con rectitud, justicia y honradez frente a los desafíos que nos plantea la realidad;
quiere decir que no vamos a mentir, robar, engañar o hacer trampa, aun cuando esto nos pueda
producir algún beneficio.

La humildad es la virtud que consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades y actuar
de acuerdo a tal conocimiento. El término proviene del vocablo latino humilitas. Podría decirse que
la humildad es la ausencia de soberbia.
La lealtad es una devoción de una persona o ciudadano con un estado, gobernante, comunidad,
persona, causa o a sí misma. No existe acuerdo entre los filósofos sobre cosas o ideas a las que
se puede ser leal.

La libertad es un valor que nos ayuda a realizarnos como personas. La libertad individual se
enmarca dentro de lo social. Esta dinámica está íntimamente relacionada con el respeto y la
responsabilidad. Si una sociedad no tiene la libertad como uno de los valores más importantes,
esta se torna represiva y dictatorial limitando la realización personal y social.

Obediencia es la actitud de acatar órdenes, normas, reglas o comportamientos, un valor muy


importante para las buenas relaciones y la convivencia humanas. En sentido
estricto, obediencia se refiere a cumplir y aceptar la voluntad de una autoridad

La paz es la capacidad de los seres humanos de vivir en calma, con una sana convivencia social.
También tiene que ver con un adecuado manejo de los conflictos, para no llegar a situaciones más
problemáticas.
Todos y cada uno de nosotros debemos de entender que para lograr la paz debemos de tomar
decisiones propias. No podemos esperar a que los demás generen la paz para poder nosotros
empezar a generarla y buscarla.

El perdón es uno de los valores más difíciles de llevar a la realidad. Es una decisión personal que
requiere valor y mucho esfuerzo, pues va en contra de los sentimientos de enojo y venganza que
experimentamos cuando alguien nos lastima.

El respeto es la consideración y valoración especial que se le tiene a alguien o a algo, al que se le


reconoce valor social o especial diferencia. También es uno de los valores fundamentales que el
ser humano debe tener siempre presente a la hora de interactuar con personas de su entorno.
La responsabilidad como valor social está ligada al compromiso. La responsabilidad garantiza el
cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas.
Toda responsabilidad está estrechamente unida a la obligación y al deber.

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