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Consignas del Trabajo Práctico Nº4

1. Desarrolla un texto argumentativo de aprox. 400 palabras de extensión en el que


presentes una reconstrucción de las concepciones de Maurette
en relación con:
a) la comprensión del tacto como “grado cero” de la
sensibilidad,
b) el concepto de “lo háptico” y
c) su relevancia para la reflexión estética.
2. Selecciona una de las fotografías de Witkin y elabora un texto de crítica de arte de
aprox. 400 palabras de extensión en el que identifiques los aspectos sensibles que
permiten considerar a dicha fotografía como una “imagen táctil”.

Video
El sentido olvidado “el tacto”.

El sentido del tacto en el renacimiento y como en el Renacimiento te da un redescubrimiento y


una redescubricion de un sentido tradicionalmente considerado sucio, etimológicamente
irrelevante.

“el tacto no es un sentido, sino un conjunto de sentidos”

Cuando pensamos en tacto pensamos en el contacto superficial entre la piel y el mundo


exterior (objeto-personas-animales)

Tacto interior del cuerpo intraseccion (cuando uno siente dolor)

Sensación de equilibrio (automatizado) sensibilidad táctil, movimiento y percepción táctil de


una parte, una con las otras.

Introduce el término de lo “háptico”, abre el campo conceptual, incluye a todas estas otras
variedades de la experiencia táctil y sirve conceptualmente como herramienta, y una última
facultad que incluye dentro de la

variedad que es lo háptico es la afectividad que lleva a la estética, a la lectura de texto


literarios y artísticos. Cuando un texto, un cuadro, una pieza musical, una estatua, algo, cuando
nos afecta, la sensación es táctil, cuando se nos estruje el estómago, nos emociona, cuando es
profundamente conmovido por algo, es táctil, es la afectividad. Son muchos sentidos
englobados en este concepto de lo háptico.

El sentido del tacto no le corresponde a la filosofía porque es una sensación, le corresponde a


la estética, porque tiene el enfoque más rico para adoptar, la filosofía se entromete.
1) El presente trabajo propone desarrollar una reconstrucción de las
concepciones de Maurette en relación con: el concepto de “lo háptico”, la
comprensión del tacto como “grado cero” de la sensibilidad, y su relevancia
para la reflexión estética teniendo en cuenta la bibliografía aportada por la
cátedra.
Pablo Maurette, introduce el término de lo “háptico”, ya que el afirma
que abre el campo conceptual, incluye a todas estas otras variedades de la
experiencia táctil y sirve conceptualmente como herramienta, y una última
facultad que incluye dentro de la variedad que es lo háptico es la afectividad
que lleva a la estética, a la lectura de texto literarios y artísticos. Cuando un
texto, un cuadro, una pieza musical, una estatua, algo, cuando nos afecta, la
sensación es táctil, cuando se nos estruje el estómago, nos emociona, cuando
es profundamente conmovido por algo, es táctil es la afectividad. Son muchos
sentidos englobados en este concepto de lo háptico.
El sentido del tacto no le corresponde a la filosofía porque es una
sensación, le corresponde a la estética, porque tiene el enfoque más rico para
adoptar, la filosofía se entromete.
En “el sentido olvidado” Lo háptico posee tres grandes virtudes: en
primer lugar es un concepto lo suficientemente artificioso como para producir
extrañamiento y exigir atención. En segundo lugar, su relativa novedad
garantiza cierta impermeabilidad respecto de las inexorables mutaciones
semánticas que hacen a la historia de toda lengua. Por último, se trata de una
noción elástica, que a lo largo de su corta historia, ha tendido a expandirse en
vez de circunscribirse, ello ha permitido la inclusión de un gran número de
variantes de la experiencia táctil. Lo háptico, incluye el tacto, entendido en
sentido literal y metaforico, y no puede sino pensarse junto a él, pero su
artificialidad, su impermeabilidad y su elasticidad lo tornas un instrumento de
navegación invalorable para quien se lance a explotar las profundidades del
continente de lo tangible, de que la piel no es más que la superficie.
En Riegl y en Deleuze la superación de la dualidad “vista-tacto” es
reemplazada por la dualidad “visión óptica-visión háptica” y lo haptico engendra
una nueva dualidad: lizo-estriado. Lo háptico surge entonces para dar cuenta
de un cierto tipo de sinestesia que se da entre los sentidos de la vista y el tacto,
mediante la cual, gracias a un banco de datos que recolectamos desde que
nacemos, podemos anticipar la textura de las cosas sin tocarlas. Esta es la
memoria háptica. En los últimos años la noción de lo háptico se ha expandido
para incluir otras formas de la sensibilidad que trascienden la mera
exterocepción, o contacto epidérmico superficial, y la relación entre el contacto
y la vista.
El concepto de lo háptico abre un camino que conduce desde las
entrañas protosensibles de la efectividad originaria hasta la multiplicidad de
manifestaciones de lo efectivo y de lo táctil, pasando por instancias intermedias,
sensibles pero imperceptibles, como la propiocepción y la cinestesia.
Lo háptico es excepcional respecto de los otros sentidos. Es el primer
sentido que se activa en el instante cuasi-mítico en que el embrión se siente
así mismo por primera vez y se experimenta como forma de vida palpitante. La
piel, el órgano del tacto, se forma alrededor de la octava semana de gestación
e inaugura así la exterocepción. Lo háptico es, la piedra fundamental de la
experiencia humana en el mundo. Además, es la única forma de sentir que el
ser humano no puede perder. Incluso, lo háptico es la única variedad del sentir
que no está localizada en un punto u órgano específico del cuerpo. Tambien,
es el único sentido que se desdoba. Cuando nos tocamos estamos a la vez
tocando y siendo tocados. Por último, lo háptico no requiere de medio alguno,
sino que se da en más pura inmediatez.
Cuando una imagen, un sonido o un aroma nos conmueven, nos
espanta, nos repugna, nos aterroriza, la sensación es háptica.
La afectividad no es simplemente una variedad más del fenómeno
háptico sino su plataforma originaria, su grado cero. Afección es el
movimiento. Ser y percibirse como ser vivo, como cuerpo enclavado en el
mundo, es afectividad.

No se trata ni de saber, ni de pensar sino de sentir, y lo háptico sea un


tema para la estética, no para la filosofía.
La apreciación estética es, al fin y al cabo, un fenómeno afectivo que
se manifiesta de manera háptica. Así como hay imágenes que se ingresan por
la vista y melodías que entran por el oído y nos afectan profundamente, algunas
páginas, versos, palabras, producen algo que será absurdo no reconocer como
háptico.

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