de razón a temer los movimientos telúricos, apreciando su intensidad en forma cualitativa con relación a los daños y pánico que estos causan. Un elevado porcentaje de los centenares de miles de víctimas cobradas por los sismos, se debe al derrumbe de construcciones hechas por el hombre; el fenómeno sismo se ha ido transformando así en una amenaza de importancia creciente en la medida en que las áreas urbanas han crecido y se han hecho más densas. Una de las características de finales del presente siglo es la constante migración de las poblaciones de la vida rural y campestre, a otra urbana y bulliciosa, que se concentra en las grandes ciudades, con necesidades cada vez mayores de recursos para cubrir las demandas de alimentación, vivienda, servicios, etc. Esta tendencia obliga a la inversión de grandes capitales en áreas relativamente pequeñas o ciudades muy populosas, que de producirse un sismo intenso, las pérdidas de vidas humanas y recursos económicos pueden ser cuantiosos, con el agravante que esta tendencia tiende a aumentar con el transcurrir de los años venideros. Las soluciones constructivas más duraderas han sido aquellas capaces de resistir las acciones externas y del uso; entre las acciones externas, en vastas extensiones de nuestro planeta, deben incluirse las acciones sísmicas. Hasta hace poco, las soluciones adoptadas para resistir las acciones sísmicas se desarrollaron esencialmente analizando los efectos de los terremotos en las construcciones, sin el apoyo teórico de causas y características de los sismos, ni de información cuantitativa sobre la naturaleza de los movimientos del terreno. Las soluciones constructivas, con muros de 4 y 5 m de grosor, bóvedas de 60 cm de espesor, contrafuertes, columnas de esbeltez reducida, etc., fue el resultado de un proceso de prueba y error durante los siglos XVI, XVII y parte del XVIII. Por esta razón, se hace necesario contar con los instrumentos necesarios que nos ayuden a prevenir, este tipo de eventos , en el supuesto aceptado que las construcciones deben soportar aceptablemente los sismos más severos; y sin mayores daños, los sismos moderados que con más frecuencia deben presentarse durante la vida útil de las edificaciones. Existe por este motivo, una necesidad importante de mitigar los efectos destructivos de los terremotos, mejorando las técnicas adecuadas de diseño y en particular, dando a conocer la importante y cuantiosa información experimental, teórica y práctica existente en medios de investigación de diseño sismorresistente. La Ingeniería sísmica, es una disciplina nueva que involucra la combinación de una serie de disciplinas variadas y complejas, cómo la sismología, la dinámica estructural y de suelos, el análisis estructural, la geología, la mecánica de los materiales, etc; que de manera integrada permiten el diseño de obras capaces de resistir los sismos más severos que puedan presentarse en el futuro de una determinada zona. Es evidente el gran avance de la investigación en Ingeniería sísmica, en los últimos años, sin embargo, a la luz de los sismos recientes, a muchos conocedores del tema, los ha dejado perplejos ante los efectos producidos; construcciones muy similares, y vecinas entre si, resultaron con daños totalmente diferentes ante la acción del mismo sismo. Países llamados del primer mundo, altamente industrializados y tecnificados, como EEUU, y Japón, se han visto impotentes ante eventos sísmicos, cómo el terremoto de Northridge en 1,994 y Kobe en 1,995, respectivamente, que han ocasionado pérdidas de vidas, y económicas por miles de millones de dólares. Una de la características de los terremotos, es su ocurrencia súbita y sorpresiva; como son eventos muchas veces de periodos de retorno largo, el hombre muy rápido se olvida de la ocurrencia, y un nuevo sismo, es prácticamente una nueva tragedia desconocida, con consecuencias impredecibles. La mayoría de los terremotos, se producen alrededor del Océano Pacifico, en el denominado Cinturón de Fuego, que tiene una extensión aprox. de 40,000 Km., en la que el 85% de la energía total liberada, por los terremotos anualmente se producen en dicha área, que comprende América del Norte y del Sur, Alaska, las Aleutianas, Japón, China, Filipinas, Indonesia, y Australia. El restante 15% de la energía, se libera en el Cinturón conformado por la Bahía de Bengala, cruzando el Himalaya, el mar Carpio y el Mediterráneo, hasta el sur de España. Mucho se ha aprendido sobre el comportamiento y diseño de las estructuras, que pueden estar sometidas a violentas sacudimientos, derivados de la acción de un sismo severo. Los edificios de concreto reforzado, al igual que las de acero, tienen sus particularidades, frente a las cargas alternantes de un sismo. En la actualidad, es clara la importancia del comportamiento inelástico de las estructuras frente a la acción de las cargas sísmicas, ya que estas corresponden a un estado dinámico que introduce fuerzas de inercia que estimulan deformaciones en cualquier dirección, de allí que el sistema resistente resulte operando de manera tridimensional. Por esta razón, la dinámica de estructuras se convierte en una ciencia fundamental dentro de la Ingeniería sísmica, adicionalmente debe conocerse conceptos básicos de ciencias físicas, matemáticas, análisis estructural, geotecnia, etc. Según datos sismotectónicos, cualquier zona del Circulo Circun-Pacifico ó del Circulo Andino, está expuesta a sismos. La zona de Lima tuvo una terrible experiencia con el terremoto del 28 de Oct. de 1746, cuándo fue casi totalmente destruida y el Callao arrasado por Tsunamis; la intensidad probable de este sismo se dice que fue entre X y XI MM, de 3000 casas existentes sólo quedaron 25, perecieron 1141 personas de un total de 60,000; el puerto del Callao quedo totalmente destruido, el mar irrumpió sobre la población ahogando a gran parte de ella, se dice que el mar avanzo 5.5 Km. tierra adentro, de 4,000 habitantes sólo sobrevivieron 200. Después del terremoto el Cabildo de Lima, eligió al Sr. De los Milagros como patrono de la ciudad; la devoción a la imagen pintada por un artista de raza negra de Angola se había iniciado a mediados del siglo XVII, cuando el inmueble se derrumbo por un terremoto excepto la pared donde estaba pintada la figura de Cristo, este hecho fue considerado un milagro, levantándose una Capilla, que posteriormente se transformo en Iglesia; que se destruyo a causa de este terremoto, quedando nuevamente en pié el muro con la imagen de Cristo. En zonas dónde las construcciones son débiles, sismos de pequeña magnitud y muy localizados pueden causar numerosas muertes; cómo el sismo de Sihuas-Ancash, dónde aldeas enteras quedaron completamente destruidas. El terremoto de Agadir en Marruecos, es un caso que debe tratarse de evitar en el futuro; según creencias de sus pobladores en ésta zona nunca había ocurrido sismos y tampoco había peligro potencial para el futuro, sin embargo éste Balneario, ubicado en las Costas Atlánticas del Norte de Africa, en sólo 15 segundos quedo reducido a escombros, por un sismo que ocurrió en la noche del 29 de Febrero de 1960; muriendo más de 12,000 personas de un total de 30,000 habitantes. El alto porcentaje de muertos da una idea de lo que ocurrió en esa Ciudad, constituida por un buen número de construcciones de apariencia moderna, pero no diseñadas sismicamente. Los riesgos impuestos por los terremotos, son únicos en muchos aspectos y, consecuentemente, la adecuada planeación conducente a reducir los riesgos de sismos requieren de un enfoque especial desde el punto de vista de la Ingeniería. El Ingeniero debe prever los efectos que un sismo puede producir en una estructura, en ocasiones puede permitirse daños ligeros en estructuras simples y con poco riesgo para la vida, por el contrario hay estructuras en los cuáles los daños deben ser casi imperceptibles, pues no solamente el colapso de una estructura es riesgosa, sino también el efecto psicológico que en una multitud puede causar al advertir daños que, si bien estructuralmente no sean de consideración, si causan impacto emotivo en las personas, y pueden generar pánico colectivo, éste es el caso de Estadios, Sala de Espectáculos, Templos .. etc. Falla de la estructura. El riesgo sísmico implica un problema único de Ingeniería de Diseño, ya que un sismo intenso constituye la carga más severa a que la mayoría de las estructuras pueden estar sujetas, pero una vez que esto haya sido tomado en cuenta, la probabilidad de que cualquier estructura pueda ser afectada por un sismo importante será mínima. El enfoque óptimo frente a ésta combinación de condiciones, desde el punto de vista de la Ingeniería, es diseñar la estructura de tal manera que se evite el colapso ante el sismo más severo posible, asegurando con ello la vida humana; pero aceptando la posibilidad de daño sobre la base de que es menos caro, reparar o reemplazar las estructuras afectadas por un sismo fuerte, que construir cada una de ellas lo suficientemente resistentes para evitar daños. Obviamente este concepto de diseño enfrenta al Ingeniero estructural con un verdadero desafío: lograr un diseño económico que sea susceptible al daño sísmico, pero que al mismo tiempo no llegue al colapso total, aún ante el sismo más severo posible. [ Equipo arquitectura y construcción de ARQHYS.com ]. Para citar este articulo en formato APA: Revista ARQHYS. 2012, 12. Analisis sismico en los edificios. Equipo de colaboradores y profesionales de la revista ARQHYS.com. Obtenido 11, 2019, de https://www.arqhys.com/contenidos/analisis-sismico- edificios.html.