Introducción

El lenguaje por ser una de las características esenciales de los seres humanos ha sido
estudiado por diversas disciplinas tales como la antropología, la sociología, la lingüística
o la psicología quienes abordaron su estudio desde diferentes perspectivas. Se podría
definir el lenguaje como un sistema de signos que comunica pensamientos, emociones
e intenciones.

Vigotsky demostró que el niño en su primera infancia construye en su interacción con

el medio físico esquemas representativos, y en su interacción con el medio social,
esquemas comunicativos. El lenguaje propiamente dicho resulta de la fusión de estas
dos líneas de desarrollo, y en el proceso de interiorización, el lenguaje toma el control de
las facultades mentales del hombre para convertirse en pensamiento.

El desarrollo lingüístico del niño debe ser visto como un proceso continuo que transcurre
en cada individuo de manera diferente.

Según el modo de adquisición de la segunda lengua, se diferencia entre adquisición

natural y escolar; según la sucesión, entre simultánea y consecutiva; según la edad,
entre adquisición temprana o tardía. Además, se ha hecho común la diferenciación entre
adquisición dirigida y no dirigida.
La adquisición del lenguaje en los niños
Apenas nace un bebé se inicia un proceso que por natural y universal se da por hecho:
el desarrollo de la comunicación y del lenguaje. Se ha preguntado alguna vez cuál es ese
proceso, cómo se aprende a estructurar las palabras y las frases y cuál es el papel de
los adultos en el desarrollo de esa habilidad; en definitiva, se ha preguntado alguna vez
qué es lo que hace hablar. El lenguaje es una de las funciones más cercanas y familiares;
cotidianamente se usa para la comunicación con los demás y con uno mismo, ayuda a
reflexionar y solucionar problemas de la vida. Aunque se usa de manera muy
espontánea, no se percibe la complejidad de los procesos que se está realizando al mismo
tiempo que se usa. El lenguaje por ser una de las características esenciales de los seres
humanos ha sido estudiado por diversas disciplinas tales como la antropología, la
sociología, la lingüística o la psicología quienes abordaron su estudio desde diferentes
perspectivas. Se podría definir el lenguaje como un sistema de signos que comunica
pensamientos, emociones e intenciones.
La adquisición de la lengua materna
El desarrollo lingüístico del niño debe ser visto como un proceso continuo que transcurre
en cada individuo de manera diferente. No obstante, se pueden diferenciar dos fases,
especialmente para la época que va hasta el ingreso a la escuela:
a) La ontogenia lingüística (desde 0 a 4 o 5 años). Abarca el desarrollo de los primeros
procesos de fonemización y simbolización hasta la formación de diferentes tipos de frases
y el dominio de una serie de reglas para la interacción.

b) Los procesos primarios de ampliación (de 4 a 6 o 7 años). Aquí actúan de manera

creciente influencias del medio ambiente sobre la ampliación de repertorio idiomático y
de la competencia de interacción (por ejemplo, compañeros de juegos, jardín de infantes,
etc). no sólo el dominio cognitivo del medio ambiente, sino también su dominio social
alcanza mayores progresos que en la etapa anterior.
ía.