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MOQUEGUA – PERÚ
2017
INDICE
ESTABILIDAD DE ACEITES.................................................................................. 17
Practica de Laboratorio 05 ............................................................................................. 22
Practica de Laboratorio 01
El agua es uno de los componentes más abundantes y quizás el más importante y sim- ple, pero
frecuentemente el más olvidado de todas las sustancias alimenticias. Aun cuan- do reconocemos
intuitivamente nuestra dependencia de este líquido vital—por ejemplo, al manifestar la
necesidad biológica de aplacar nuestra sed—no siempre estamos conscientes de su enorme
significación en el sustento de la vida en nuestro planeta.
El agua ejerce una influencia importante en la conservación de los alimentos. Dicha in- fluencia
puede ser tanto positiva como negativa; no obstante, desde el punto de vista de la conservación
importa más los efectos adversos del agua sobre los alimentos. Estos efectos son causados por
microorganismos y reacciones físicas, químicas y enzimáticas degradativas, que requieren del
agua libre o disponible que se encuentran en los alimentos para perjudicar su inocuidad.
Si se restringe esta agua libre a toda la gama de agentes deteriorativos, evitaremos la proliferación
microbiana y la catalización enzimática de dichas reacciones, logrando mejorar las condiciones
de conservación. El concepto que cuantifica el agua libre en un alimento se denomina actividad
de agua. Conocerlo es de gran utilidad para el ingeniero agroindustrial, puesto que le va a
permitir tomar las mejores decisiones en el desarrollo de una tecnología apropiada de
conservación de un determinado alimento. Asimismo, del concepto de actividad de agua (aw) se
deriva la definición de isotermas de sorción, que relacionan el contenido de humedad con la
actividad de agua. Al igual que la actividad de agua, el concepto de isoterma también es importante
para la conservación de los productos alimenticios. Los científicos dedicados al estudio del agua
sostienen que no se debería desarrollar un producto si antes no se ha estudiado su actividad de
agua e isoterma.
• Construir una isoterma de sorción con los datos obtenidos para una determinada
muestra alimenticia.
𝑝
𝑎𝑤 =
𝑝0
Según la forma de la curva y del tipo de alimento, las isotermas pueden adoptar una de cualquiera
de los siguientes tres tipos. Las isotermas de tipo 1 corresponden a sustancias antiaglomerantes,
mientras que las de tipo 2 son típicas de la mayoría de los alimentos, y las de tipo 3, a cristales de
sacarosa.
A cualquier contenido de humedad, la aw de un alimento aumenta al incrementarse la
temperatura del sistema, ya que igualmente lo hace la presión de vapor, según la ecuación de
Clausius—Clapeyron. Dependiendo del alimento, pequeñas fluctuaciones de temperatura pueden
ocasionar grandes modificaciones en la actividad de agua.
La actividad de agua afecta a la estabilidad de los alimentos en varias formas. La siguiente figura
muestra una relación típica entre la actividad de agua del alimento y el contenido de humedad, y
las velocidades relativas de reacciones químicas, enzimáticas y crecimiento microbiano que
deteriora los alimentos.
El agua en la zona I es la más fuertemente sorbida en los sitios polares de los constituyentes de
los alimentos. Esto no permite suficiente movilidad molecular para producir deterioro por
actividad enzimática, reacciones hidrolíticas o crecimiento microbiano. El límite entre las zonas
I y II corresponde al contenido de humedad de la monocapa del alimento, la misma que es el
agua necesaria para formar una capa sobre los grupos altamente polares y accesibles de la materia
seca. El agua de la zona II es más móvil que en la zona I, debido a que sus asociaciones son por
puentes de hidrógeno a los sitios de los constituyentes de los alimentos, a las moléculas de agua
fuertemente asociadas de la zona I y solutos. El agua de las zonas I y II constituye menos del 5%
del agua de un producto alimenticio rico en humedad.
Al agua de la zona III también se le denomina agua de la fase masiva. Esta zona tiene
incrementada sustancialmente la movilidad molecular, la que a su vez, aumenta las velocidades
de las reacciones y el crecimiento microbiano. Esta agua es congelable, tiene capacidad solvente
y es fácilmente utilizable por microorganismos para su actividad biológica.
4.1. MATERIALES
• 03 placas Petri para cada solución saturada a utilizarse.
• 01 campana de desecación por solución saturada a usarse.
• 01 matraz Erlenmeyer de 250 mL por cada solución saturada a usarse.
• 01 espátula.
• Frasco lavador o pisceta.
4.2. EQUIPOS
• Balanza analítica, precisión 0,1 mg.
• Balanza electrónica, precisión 1 mg.
• Estufa.
4.3. REACTIVOS
• Sales: bromuro de litio, cloruro de litio, acetato de potasio, cloruro de
magnesio, carbonato de potasio, nitrato de magnesio, cloruro de estroncio,
cloruro de sodio, sulfato de amonio, cloruro de potasio, cloruro de bario, y sulfato
de potasio.
• Agua destilada.
• Dierita o sílica gel.
• Azida de sodio.
• Acetato de fenilo o tolueno.
• Timol.
• Muestras de alimento
Obtenga los datos de actividad de agua para cada una de las soluciones saturadas
utilizadas, consultando las tablas correspondientes del Anexo 2. Por otro lado, calcule
las humedades de equilibrio (m) finales en base seca.
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
Practica de Laboratorio 02
I. INTRODUCCION
Las propiedades funcionales de las proteínas han sido aprovechadas convenientemente desde
hace mucho tiempo en el procesamiento de productos agroindustriales. Por ejemplo, las
características sensoriales de los productos horneados son en gran medida resultado de las
propiedades viscoelásticas y formadoras de masa del gluten de trigo; las pro- piedades texturales
y suculentas de los productos cárnicos dependen de las características bioquímicas de las
proteínas musculares.
Propiedades como la dispersabilidad, humectabilidad, hinchamiento, solubilidad, viscosidad,
capacidad de retención de agua, gelificación, emulsión y formación de espuma, de- penden de
las interacciones que formen las proteínas con el agua. En efecto, el agua modifica las
propiedades fisicoquímicas de las proteínas, haciéndolas más o menos solubles. La solubilidad
es una propiedad funcional deseable a la hora de utilizarlas en el procesamiento de alimentos.
Por otro lado, ciertas sales de metales pesados, ácidos fuertes y algunos solventes orgánicos,
promueven la interacción proteína-proteína, lo que ocasiona que estas precipiten. La
precipitación es el principio utilizado para aislar proteínas de sus fuentes naturales.
Por los argumentos expuestos, es fácil deducir la importancia que tiene para el ingeniero
agroindustrial, conocer las propiedades fisicoquímicas de las proteínas y su comporta- miento
bajo la influencia de distintos factores. Es además importante saber que estas propiedades están
estrechamente relacionadas con las individualidades de cada aminoácido de las que están
compuestas las proteínas.
Las propiedades funcionales de las proteínas dependen de las propiedades individuales de los
aminoácidos que las conforman. Así, al estudiarlos separadamente, estos aminoácidos presentan
peculiaridades que se proyectan cuando éstos se enlazan a otros aminoácidos para formar los
complejos biopolímeros en que se constituyen las proteínas.
Los aminoácidos, al igual que las proteínas, son moléculas anfotéricas, es decir, que se
comportan como cationes y aniones. Como contienen un grupo carboxílico (ácido) y un grupo
amina (básico), se comportan como ácidos y como bases.
A pH próximos a la neutralidad, tanto el grupo α-amino como el α-carboxilo están ioniza- dos
y la molécula es un ion dipolar o zwitterion. El pH al que el ion dipolar es eléctricamente neutro
se le denomina punto isoeléctrico (pI). Cuando el zwitterion se titula con un ácido, el grupo
COO– se protona. El pH al que las concentraciones de COO– y COOH son iguales se le
conoce como pKa1 (es decir, el logaritmo negativo de la constante de disociación Ka1).
Del mismo modo, cuando se titula el zwitterion con una base, el grupo NH3+ se desprotona.
Como antes, el pH al que la concentración de NH3+ es igual a NH2 se denomina pKa2. Además
de los grupos carboxilo y amino presentes en casi todos los aminoácidos, las cadenas laterales
de Lys, Arg, His, Asp, Glu, Cys y Tyr también contienen grupo ionizables. Efectivamente, al
hidratarse las proteínas, las moléculas de agua se fijan a varios grupos activos en las proteínas.
Entre estos se incluyen los cargados (interacciones ion- dipolo), grupos peptídicos de la cadena
polipeptidica, grupos amida de Asn y Gln, los grupos hidroxilo de los restos de Ser, Thr y Tyr
(interacciones dipolo-dipolo) y los restos apolares (interacciones dipolo-inducido-dipolo,
hidratación hidrofóbica).
Las interacciones que influyen de forma más destacada en las características de solubilidad de
las proteínas son las hidrófobas e iónicas. Las interacciones hidrofóbicas promueven la
asociación proteína-proteína y disminuyen la solubilidad, en tanto que las iónicas promueven
las interacciones proteínas-agua y aumentan la solubilidad.
Un factor que afecta profundamente a la solubilidad de las proteínas es el pH del medio de
solubilización. A valores de pH inferiores o superiores a su punto isoeléctrico, las proteínas
tienen cargas netas positivas o negativas, respectivamente. La repulsión electrostática y la
hidratación de los restos cargados promueven la solubilización de la proteína. Si se representa
gráficamente la solubilidad en función del pH, la mayor parte de las proteínas de los alimentos
exhiben una gráfica en forma de U.
La solubilidad mínima se da a un pH aproximadamente idéntico al isoeléctrico. La mayor parte
de las proteínas de los alimentos son ácidas, es decir, la suma de sus restos Asp y Glu es mayor
que la de los restos Lys, Arg e His. Por tanto, exhiben insolubilidad en las proximidades del
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Guías de Prácticas de Laboratorio de Bioquímica Agroindustrial
4.1. MATERIALES
• 02 matraces Erlenmeyer de 250 ml.
• 02 probetas graduadas.
• 01 embudo de vidrio.
• 01 bagueta.
4.2. EQUIPOS
• Balanza electrónica.
• Centrífuga.
4.3. REACTIVOS
• 250 ml de solución de NaCl al 1%.
• 100 ml de solución de NaCl al 10%.
• Solución saturada de sulfato de amonio (vea Anexo 6 para su
preparación).
• Solución de acetato de plomo al 10%.
• Solución de sulfato de cuproso saturado.
• Solución de ácido tricloroacético al 10%.
• 01 huevo.
• Torta de soya o tarwi.
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Guías de Prácticas de Laboratorio de Bioquímica Agroindustrial
Prepare una batería de ocho tubos de ensayo y codifíquelos del 1 al 8. En cada uno
de los tubos 1 al 4, adicione 2 ml de solución de clara de huevo previamente
preparada, con ayuda de una pipeta graduada. En los tubos 5 al 8, coloque 2 ml de
globulinas de soya o tarwi.
Luego añada 2 ml de sulfato de amonio en cada uno de los tubos 1 y 2, cuidando que
la adición se haga por las paredes del tubo. En los tubos 3 y 4 adicione 2 ml de
solución de cloruro de sodio al 10%. Repita lo mismo para las proteínas de tarwi o
soya.
Luego mezcle el contenido de cada uno de los tubos (por inversión) y anote los
resultados.
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Prepare la batería de ocho tubos igual que los anteriores. Añada ácido tricloroacético
al 10% y ácido clorhídrico concentrado o algún otro ácido fuerte.
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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Practica de Laboratorio 03
En los experimentos de la guía anterior, hemos enfatizado sobre la importancia que tienen las
proteínas en los sistemas alimentarios. Además de su valor nutricional, es indispensable conocer
su comportamiento bioquímico, puesto que éste está íntimamente relacionado con las capacidades
tecnológicas de las proteínas en la transformación de alimentos.
El conocimiento adquirido hasta aquí estaría incompleto sin la incorporación del concepto de
punto isoeléctrico (pI). Como los aminoácidos presentan dos grupos pasibles de sufrir
protonación, y como consecuencia de ello, pueden cargarse positiva o negativamente, el punto
isoeléctrico se define como aquél valor de pH en el que el número de cargas positivas y negativas
son las mismas. En otras palabras, los aminoácidos adquieren una forma eléctricamente neutra.
En vista de que las proteínas están conformadas de aminoácidos, esta condición de neutralidad en
las cargas se puede extender también a las proteínas, cuyo pI puede ser de- terminado
experimentalmente. La determinación de este valor es importante a la hora de aislar la proteína
de su fuente. Esta práctica consistirá en la determinación del punto isoeléctrico de la caseína de
leche de vaca.
Los aminoácidos, al igual que las proteínas, son moléculas anfotéricas, es decir, que se
comportan como cationes y aniones. Como contienen un grupo carboxílico (ácido) y un grupo
amina (básico), se comportan como ácidos y como bases.
La solubilidad mínima de una proteína se da a un pH aproximadamente idéntico al isoeléctrico.
La mayor parte de las proteínas de los alimentos son ácidas, es decir, la suma de sus restos Asp
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Guías de Prácticas de Laboratorio de Bioquímica Agroindustrial
y Glu es mayor que la de los restos Lys, Arg e His. Por tanto, exhiben insolubilidad en las
proximidades del punto isoeléctrico, y se debe fundamentalmente a la ausencia de repulsión
electrostática, lo que promueve la agregación y precipitación, vía interacciones hidrofóbicas.
A pH próximos a la neutralidad, tanto el grupo α-amino como el α-carboxilo están ioniza- dos
y la molécula es un ion dipolar o zwitterion. El pH al que el ion dipolar es eléctricamente neutro
se le denomina punto isoeléctrico (pI). Cuando el zwitterion se titula con un ácido, el grupo
COO– se protona. El pH al que las concentraciones de COO– y COOH son iguales se le
conoce como pKa1 (es decir, el logaritmo negativo de la constante de disociación Ka1).
Del mismo modo, cuando se titula el zwitterion con una base, el grupo NH3+ se desprotona.
Como antes, el pH al que la concentración de NH3+ es igual a NH2 se denomina pKa2. Además
de los grupos carboxilo y amino, las cadenas laterales de Lys, Arg, His, Asp, Glu, Cys y Tyr
también contienen grupo ionizables.
4.1. MATERIALES
• 01 vaso de precipitados de 250 ml.
• 01 vaso de precipitados de 200 ml.
• 01 vaso de precipitados de 100 ml.
• Probeta de 100 ml.
• Gotero.
• Embudo.
• 09 tubos de ensayo.
• Pipetas.
4.2. EQUIPOS
• pH metro.
• Centrífuga.
• Balanza analítica.
• Baño maría.
• Estufa.
4.3. REACTIVOS
• Solución de ácido acético 2 M.
• Solución de ácido acético 1 M.
• Solución de ácido acético 0,1 M.
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V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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Practica de Laboratorio 04
ESTABILIDAD DE ACEITES
I. INTRODUCCION
Los lípidos constituyen uno de los cuatro componentes básicos de los alimentos, siendo la fuente
más concentrada de energía, además de ser el grupo que tiene mayor influencia en textura,
palatabilidad y contribución al aroma y sabor de los productos alimenticios.
Químicamente, las grasas y aceites están formados por ácidos grasos esterificados a un alcohol,
el glicerol. A la existencia de dobles enlaces en la cadena carbonada de los ácidos grasos, se le
atribuyen propiedades nutricionales y físicas importantes. Debido a estos dobles enlaces, los
aceites también son muy susceptibles de sufrir cambios indeseables. Estos cambios se traducen
en la formación de aromas y sabores objetables a la calidad.
Existen factores que inducen y aceleran el deterioro de los aceites. Esta práctica, por lo tanto,
tiene el objeto de demostrar cuáles son esos factores para que el futuro ingeniero agroindustrial
pueda controlar y desarrollar las técnicas más apropiadas para prolongar la vida útil de alimentos
ricos en grasas.
Las grasas y los aceites son el grupo de sustancias alimenticias conocido como lípidos; y son las
que poseen mayor concentración calórica por unidad de masa. Además, desde el punto de vista
del procesamiento de alimentos, las grasas imparten propiedades sensoriales y tecnofuncionales
importantes, tales como untuosidad, suavidad, etc.
Las grasas o lípidos se clasifican en forma general en saturados y no saturados. Las grasas
saturadas son generalmente de origen animal, mientras que las no saturadas son
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Guías de Prácticas de Laboratorio de Bioquímica Agroindustrial
mayoritariamente de origen vegetal y marino. Por ejemplo, el aceite de oliva y el de bacalao son
claros ejemplos de aceites no saturados. En algunos casos presentan tantas insaturaciones que a
estos se les denomina como aceites poliinsaturados.
Al margen de los beneficios que trae la ingestión regular de lípidos insaturados, éstos sin
embargo, son susceptibles a la rancidez oxidativa. La razón es que en las posiciones in-
saturadas de los ácidos grasos, tiende a unirse un oxígeno, provocando que las grasas se
enrancien más rápidamente que sus equivalentes saturadas.
La rancidez oxidativa es uno de los problemas que afecta a los alimentos grasos o aquéllos que
tienen un alto tenor graso. Es, por otro lado, una preocupación constante en el desarrollo de
alimentos ricos en grasas.
La lipólisis es uno de los mecanismos de deterioro de alimentos grasos y ricos en grasas. Se
denomina lipólisis a la hidrólisis de los enlaces éster de los lípidos, la misma que se realiza por
acción enzimática o por calentamiento en presencia de agua (fritura), y tiene por consecuencia
la liberación de ácidos grasos.
La liberación de ácidos grasos de cadena corta es la responsable de la aparición de sabores a
rancio (rancidez hidrolítica) en leche cruda. Algunos sabores típicos de los quesos se debe a la
adición intencionada de lipasas microbianas y lácteas que ayudan a dicha hidrólisis.
Otra reacción degradativa de las grasas es la autooxidación. Ésta produce sabores y olo- res
anómalos (rancio) productos del enranciamiento oxidativo. Además, cambia el color del aceite
y su textura, reduciendo la aceptación del consumidor y generando pérdidas económicas
cuantiosas a la industria.
La oxidación de los aceites se acelera durante el freído (160ºC a 180ºC). Un indicativo de ello
es que se producen olores oxidativos en el tiempo, ya que la hidrólisis produce ácidos grasos
libres, por tanto espuma.
Durante la fritura, se libera continuamente agua que migra del alimento al aceite caliente,
produciéndose un efecto de arrastre en corriente de vapor de los productos volátiles de la
oxidación del aceite. El agua liberada agita, además, el aceite y acelera la hidrólisis. La capa de
vapor de agua formada sobre la superficie del aceite tiende a reducir la cantidad de oxígeno
disponible para la oxidación.
Los ácidos grasos insaturados son mucho más susceptibles a la oxidación que sus análogos
saturados. A temperaturas elevadas, su descomposición oxidativa es muy rápida. Se han
observado ciertas diferencias entre las oxidaciones a altas y bajas temperaturas, pero los datos
acumulados indican que las rutas importantes son iguales en ambos casos. Parece que la
formación y descomposición de los hidroperóxidos intermedios, predecibles según la
localización de los dobles enlaces, puede tener lugar en un amplio rango de temperaturas. De
las grasas sometidas a tratamientos térmicos, se han aislado numerosos productos de
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4.1. MATERIALES
• 04 tubos de ensayo.
• 04 pipetas graduadas de 10 ml.
• 02 cuentagotas.
• 15 matraces Erlenmeyer de 250 ml.
• Fiola de 100 ml.
• Bureta de 50 ml.
• Probeta.
• Gradilla.
• Recipiente de metal.
• Cocina de gas.
4.2. EQUIPOS
• Baño maría.
• Balanza electrónica.
• Bomba para pecera.
• Estufa.
• Refrigeradora.
4.3. REACTIVOS
• Solución de éter etílico y etanol 95% en proporción de 2:1.
• Solución de NaOH 0,1 M.
• Solución de almidón 1% .
• Solución de lugol (como fuente de yodo).
• Solución indicadora de fenolftaleína.
• Aceite de soya.
• Mantequilla derretida.
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Adicione 100 ml de aceite de soya a cada uno de cinco matraces Erlenmeyer. Tape
el primer matraz y expóngalo a condiciones de temperatura ambiente y luz. Tape el
segundo matraz y guárdelo en condiciones ambientales en un recinto oscuro. Puede
crear condiciones de oscuridad, envolviendo el matraz con papel aluminio, de manera
que la muestra de aceite no reciba luz. Tape el tercer matraz y colóquelo en una estufa
a 70ºC. Tape el cuarto matraz de manera que ingrese aire a través de una manguerilla
conectada a una bomba para pecera, tratando de que la provisión de oxígeno al aceite
sea constante. Coloque el quinto matraz en un lugar bastante aireado, con harta luz
natural y a temperatura ambiente; o, alternativamente, vierta el recipiente del quinto
matraz en uno de mayor área expuesta al oxígeno. El tiempo que permanecerán
estos matraces con sus correspondientes muestras será de dos semanas.
Determine el índice de acidez inicial de la muestra del aceite utilizado, por triplicado
y obtenga los valores con el método de determinación de índice de acidez que se
empleará en la siguiente sección de esta práctica. Repita la determinación al final de
la primera semana, y luego al completar las dos semanas.
Repita todo el procedimiento anterior con margarina fundida en lugar del aceite. En
el caso de la oxigenación con bomba para pecera, someta el matraz correspondiente a
una temperatura de 45ºC para que la mantequilla permanezca en estado líquido,
facilitando una buena oxigenación.
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V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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Practica de Laboratorio 05
Los carbohidratos son componentes comunes en los alimentos naturales y elaborados. El uso
de carbohidratos está muy extendido, tanto por las cantidades que se consumen como por la
variedad de productos en los que se encuentran. Poseen muchas estructuras moleculares
diferentes, tamaños y formas, y exhiben una gran variedad de propiedades físicas y químicas.
Por otra parte, son susceptibles de modificación química y bioquímica, y ambos tipos de
modificaciones se utilizan comercialmente para mejorar sus propiedades y para ampliar su uso
en el procesamiento agroindustrial.
La estructura química de los carbohidratos determina su funcionalidad y características, las
mismas que repercuten de diferente manera en los alimentos, principalmente en el sabor, la
viscosidad, la estructura y el color. Es decir, las propiedades de los alimentos, tanto naturales
como procesados, dependen del tipo de carbohidrato que contienen y de las reacciones en que
éstos intervienen.
Esta práctica, por lo tanto, pretende mostrar la naturaleza de los carbohidratos y las reacciones que
se dan para reconocer la presencia de dichos compuestos, lo que ayudará en la identificación de
éstos en un alimento.
Si observamos con más detenimiento las moléculas de los carbohidratos simples, veremos que
algunos poseen un grupo –OH (hidroxilo) libre en el carbono 1 de sus moléculas, mientras que
otros no.
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A partir de esta observación, se deduce que los azúcares que presentan un hidroxilo libre en el
carbono 1 son buenos agentes reductores. Por ese motivo, el extremo que contiene el hidroxilo
pasa a llamarse extremo reductor, y el azúcar, azúcar reductor.
Este tipo de azúcares tiene la propiedad de oxidarse en presencia de agentes oxidantes suaves
como el ion Fe3+ o Cu2+. Esta característica radica en la presencia de un grupo carbonilo libre,
el cual es oxidado y genera un grupo carboxilo.
Existen varias reacciones químicas que permiten determinar si se está en presencia de un azúcar
reductor o no. La prueba de Benedict es una de ellas y se basa principalmente en la reacción o no
de un azúcar con el ion Cu2+. El reactivo de Benedict contiene soluciones de carbonato de sodio,
sulfato de cobre, y citrato de sodio. El Na2CO3 confiere a la solución un pH alcalino necesario
para que la reacción pueda llevarse a cabo, el citrato de sodio mantiene al ion Cu2+ en solución
ya que tiene la propiedad de formar complejos coloreados poco ionizados con algunos de los
metales pesados; por ejemplo, con el cobre produce un complejo de color azul. Si se le agrega al
reactivo una solución de azúcar reductor y se calienta hasta llevar la mezcla a ebullición, el azúcar
en solución alcalina a elevadas temperaturas se convertirá en D-gluconato y su enediol,
rompiéndose luego en dos fragmentos altamente reductores, los cuales con sus electrones
4.1. MATERIALES
• 10 tubos de ensayo.
• Gradilla.
• Pipetas de 5 y 10 ml.
4.2. EQUIPOS
• Equipo de baño maría.
4.3. REACTIVOS
• Solución de almidón 1%.
• Solución de glucosa 1%.
• Solución de glucosa 2%.
• Solución de sacarosa 1%.
• Solución de fructosa 1%.
• Reactivo de Benedict.
• Solución de NaOH 6 N.
• Ácido sulfúrico concentrado.
• Solución de lugol.
• Solución de NaOH 1 M.
• Solución de HCl 1 M.
• Agua destilada.
Primera parte
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Segunda parte
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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Practica de Laboratorio 06
I. INTRODUCCION
Los almidones son los polisacáridos vegetales más abundantes e importantes desde el punto de
vista comercial. La función nutricional de los almidones es muy importante por- que constituye,
después de la hidrólisis digestiva en glucosa, la principal fuente de calo- rías de la alimentación
humana. Químicamente es una mezcla de dos polisacáridos muy similares; la amilosa y la
amilopectina.
Los almidones presentan una gran versatilidad a la hora de utilizarlos para fines de transformación
de alimentos. Muchas modificaciones se pueden introducir en estas moléculas a fin de mejorar
sus propiedades tecnofuncionales. Sin embargo, para lograr las modificaciones requeridas para
una aplicación en particular, es necesario conocer la naturaleza química de las moléculas que se
están modificando. Por lo tanto, el objetivo de esta práctica es mostrar dicha naturaleza, que
permitirá al ingeniero agroindustrial, conocer las características químicas de los distintos tipos
de almidón
El almidón consta de dos tipos de polímeros de glucosa: la amilosa, que es esencialmente lineal,
y la amilopectina, que es un polímero muy ramificado. La amilosa está formada por largas
cadenas de restos de α-D-glucopiranosilo unidos, como en la maltosa, por en- laces 1– y 4—.
No se sabe con seguridad la longitud de las cadenas, pero se cree que contienen muchos miles
de unidades de glucosa, de manera que su peso molecular pro- medio típico está entre 2 x 105
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y 2 x 106. Cada vez parece más claro que las cadenas de amilosa no son completamente lineales
sino que contienen algunas ramificaciones del tipo característico de la amilopectina.
La amilopectina es una molécula mucho más grande, que consta de alrededor de 106 unidades
de glucosa por molécula. Como en la amilosa, las uniones entre las moléculas de glucosa son
enlaces glicosídicos α 1—> 4, pero alrededor del 4—5% de las unidades de glucosa están
implicadas también en enlaces α 1 —> 6, generando puntos de ramificación.
A partir de los almidones se obtienen distintos derivados, como la glucosa, las dextrinas y los
almidones modificados; todos ellos ampliamente usados en la elaboración de un gran número
de alimentos, e incluso en muchas otras industrias de productos no comestibles. La glucosa se
fabrica por hidrólisis completa del almidón, con ácidos y enzimas amilolíticas.
Las moléculas de almidón, como todas las de los demás polisacáridos, se despolimerizan por
acción de ácidos en caliente. La hidrólisis de los enlaces glicosídicos se verifica de forma más
o menos al azar para producir, inicialmente, fragmentos de gran tamaño. Industrialmente, se
añade ácido clorhídrico a los almidones bien mezclados, o bien se trata el almidón húmedo en
agitación con gas de cloruro de hidrógeno; la mezcla se calienta entonces hasta que se obtiene
el grado deseado de despolimerización. El ácido se neutraliza y se recupera el producto, tras
lavado y desecación. Los productos son toda- vía granulares, pero se disgregan fácilmente.
Estos almidones se denominan modificados por ácidos o bien de cocción rápida, y el proceso
está relacionado con la pérdida de viscosidad del almidón. A pesar de que sólo unos pocos
enlaces glicosídicos han sido hidrolizados, los gránulos de almidón se desintegran mucho más
fácilmente por calentamiento en agua.
4.1. MATERIALES
• 04 tubos de ensayo.
• Gradilla.
• Pipetas de 5 y 10 ml.
4.2. EQUIPOS
• Baño maría.
• Balanza analítica.
4.3. REACTIVOS
• Solución de almidón al 1%.
• HCl concentrado.
• Solución de lugol.
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• Reactivo de Benedict.
• NaOH 0,4 M
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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Practica de Laboratorio 07
Las reacciones enzimáticas son muy importantes en los alimentos y diversos productos
agroindustriales, pudiendo ser tanto benéficas como perjudiciales. Por ejemplo, el
ablandamiento de la carne, promovido por la bromelina de la piña, es un buen ejemplo de los
efectos interesantes de esas macromoléculas. No se puede decir lo mismo cuando tratamos el
oscurecimiento de las frutas como el plátano o manzana, cuando sus tejidos son expuestos al
aire. Ese oscurecimiento enzimático es causado por la polifenoloxidasa y también puede ser
observado en papas y otros vegetales de pulpa clara como el yacón.
Los factores que catalizan una reacción enzimática de pardeamiento están asociados con la
presencia de oxígeno y cobre. Por ello es necesario conocer aquellas condiciones que retardan
la reacción. Las técnicas aplicadas en el procesamiento deberán impedir la acción de estos
factores y evitar las reacciones indeseadas en los procesos.
En el sector agroindustrial, el interés actual de la aplicación de enzimas en procesos— tecnología
enzimática se enfoca en la conservación de alimentos o de sus componentes, en el uso de
materias prima y en el mejoramiento de la calidad sensorial de los alimentos (textura y sabor).
Pero para lograr dichas aplicaciones enzimáticas en determinados procesos de transformación
agroindustrial, debemos conocer su naturaleza química. Este es el tema de la presente práctica
Una enzima es una proteína que actúa como catalizador biológico, llevando a cabo reacciones
bioquímicas a muy altas velocidades, no se consume durante la reacción y en general presenta
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4.1. MATERIALES
• 08 tubos de ensayo.
• Gradilla.
• Gotero.
• Pipetas.
• Cuchillo.
• Tablero para picar.
• Licuadora.
• Embudo.
• Matraz de 500 ml.
• Matraz de 250 ml,
• Gasa o papel filtro.
4.2. EQUIPOS
• Baño maría o calentador.
4.3. REACTIVOS
• Solución de guayacol 0,5%.
• Solución de catecol 0,1 M.
• Solución de ácido ascórbico 0,02 M.
• Solución de sulfato de cobre (CuSO4) a 1%.
• Agua oxigenada.
• Agua destilada.
• 01 manzana de tamaño medio.
• 01 papa de tamaño medio.
• 01 banana.
Lave y pele una manzana de tamaño medio. Trócela y luego licúela en una
licuadora con 250 ml de agua destilada. Filtre a través de una gasa o papel filtro
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Lave y pele una papa de tamaño medio. Luego córtela en 6 cubos y haga
pequeños huecos al medio, de manera que se formen pequeños pocitos. Someta
los cubos a los siguientes tratamientos: al primer cubo manténgalo a
temperatura ambiente; al segundo, hiérvalo por 1 min; al tercer cubo, hiérvalo
por 2 min; el cuarto cubo, hiérvalo durante 3 min; al quinto, durante 4 min; y al
sexto, durante 5 min.
En cada uno de los cubos haga gotear igualmente una solución de catecol 0,1 M.
Observe los resultados y haga sus conclusiones de acuerdo a las reacciones
observadas.
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V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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Practica de Laboratorio 08
REACCIÓN DE MAILLARD
I. INTRODUCCION
Una serie de reacciones relacionadas con los azúcares y en la que están implicados los
compuestos amino se conoce como reacción de Maillard. Esa reacción se ve favorecida por
concentraciones bajas de agua, es decir, por una elevada concentración de reaccionantes, por lo
que se encuentra claramente implicada en el pardeamiento de la corteza del pan y en el desarrollo
de colores tostados de carnes a la parrilla. Esta reacción es de tal importancia que muchas
publicaciones han dedicado sus páginas exclusivamente a tratar este tema.
Las condiciones en la producción de colores parduzcos por reacciones de pardeamiento no
enzimático, se deben a la interacción de azúcares reductores como la glucosa, fructosa y otros,
con radicales amino provenientes de las proteínas, especialmente aminoácidos como la lisina. La
reacción de Maillard es una reacción muy compleja y su estudio y entendimiento es necesario
para lograr la calidad sensorial que se requiere en la transformación de ciertos productos.
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4.1. MATERIALES
• Rodillos laminadores.
• Cuchillos o discos cortadores de 40 a 60 mm.
• Bandejas de acero para hornear.
4.2. EQUIPOS
• Balanza electrónica.
• Batidora eléctrica.
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• Amasadora o cremadora.
• Horno.
4.3. REACTIVOS
• 225 g de harina de trigo.
• 64 g de grasa vegetal hidrogenada.
• 130 g de sacarosa.
• 2,1 g de sal.
• 2,5 g de bicarbonato de sodio.
• 32,8 de solución de dextrosa (8,9 g de dextrosa en 150 ml de agua destilada).
• 15 ml de agua destilada.
• Glucosa.
• Fructosa.
Para producir las galletas, acondicione el laboratorio con los equipos necesarios para
llevar a cabo el horneado.
Mezcle la grasa hidrogenada, la sacarosa, la sal y el bicarbonato de sodio en una
amasadora o cremadora de banco a baja velocidad, con pausas a cada minuto para el
raspado de las paredes del recipiente de la cremadora. A continuación, adicione la
solución de dextrosa y el agua destilada y mezcle durante un minuto a baja velocidad,
aumentando luego la velocidad, con pausas de un minuto para raspar las paredes del
recipiente de mezclado. Una vez mezclado adecuadamente, añada la harina y vuelva a
mezclar con pausas para lograr un amasado uniforme.
A continuación, saque la masa de la cremadora y coloque sobre la mesa para laminarla
a un espesor de 12 mm y cortarla con cuchillo o matrices circulares de 40 a 60 mm de
diámetro. Paralelamente, prepare las bandejas untándolas con grasa. Disponga las
galletas de forma ordenada sobre las bandejas.
Repita el procedimiento para cada uno de los dos edulcorantes: fructosa y glucosa,
en vez de sacarosa. La preparación de masas de galleta con distintos edulcorantes puede
hacerse paralelamente.
Hornee las galletas a 204ºC durante 10 a 12 min, para lo cual, sobre una misma bandeja,
disponga el mismo número de galletas preparadas con sacarosa, fructosa y glucosa.
Busque una forma de identificarlos para poder distinguirlos después del horneado.
Una vez enfriadas las galletas, observe los cambios asociados al procesamiento, y
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V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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Practica de Laboratorio 09
PIGMENTOS
I. INTRODUCCION
El color y la apariencia son quizá los atributos de calidad más importantes de los alimentos.
Debido a nuestra capacidad y facilidad para percibir estas características, son las primeras
evaluadas por el consumidor al adquirir los alimentos. Se pueden ofrecer al consumidor los
alimentos más nutritivos, sanos y económicos, pero si no son atractivos, no tendrá mayor
demanda. De ahí su rol fundamental. Por ello está claro, que el color de los alimentos tiene
múltiples efectos sobre el consumidor y es erróneo considerar el color como algo puramente
estético. Su visualización es el primer contacto que existe entre el consumidor y el alimento,
por lo que cualquier cambio de éste producido en alimentos procesados es adversa para su
aceptación. Para restaurar en alguna medida el color perdido durante el procesamiento, es
necesario utilizar colorantes, sean éstos de origen natural o artificial.
Sin embargo el uso de colorantes sintéticos en la agroindustria representa un motivo de
preocupación en las legislaciones y códigos alimentarios, ya que hay dudas respecto a la total
inocuidad de algunos de ellos, existiendo evidencias de causar daño a la salud del hombre,
debido a los efectos mutagénicos y cancerígenos. Por lo tanto, la utilización de colorantes
naturales es lo más conveniente y seguro, aunque éstos presentan una serie de inconvenientes
que limitan su utilización en determinados tipos de productos; es decir, la inestabilidad frente a
una serie de factores tales como el pH, luz, temperatura, oxígeno, entre otros.
Por estas razones, la presente práctica tiene la finalidad de determinar las propiedades de los
colorantes provenientes de fuentes naturales; así como evaluar su estabilidad a distintas
condiciones de pH y tratamiento térmico
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Los pigmentos de origen natural son inestables durante el procesamiento y almacena- miento
de los alimentos. Prevenir esos cambios es difícil, a veces hasta imposible. De- pendiendo del
pigmento, su estabilidad se verá alterada por factores como la presencia de luz, oxígeno,
metales pesados y agentes oxidantes o reductores, la temperatura, la actividad de agua y el pH.
Debido a la inestabilidad de los pigmentos, muchas veces se prefiere añadir colorantes
artificiales a los alimentos.
Las pérdidas de color asociadas con tratamientos térmicos durante el procesado de alimentos
se presentan de distintas maneras, debido a la naturaleza heterogénea de los pigmentos naturales
presentes en ellos. Por ejemplo, la pérdida del color verde de las hortalizas procesadas
térmicamente es consecuencia de la formación de feofitina y pirofeofitina. El escaldado y la
esterilización comercial pueden reducir el contenido de clorofila hasta en un 80% a 100%.
En el caso de los carotenoides, el escaldado influye en el nivel de carotenoides. A menudo, los
productos procedentes de plantas escaldadas exhiben un aparente aumento del contenido de
carotenoides con relación a los tejidos crudos. Esto se debe a la inactivación de la
lipooxigenasa, que cataliza la descomposición oxidativa de los carotenoides.
La estabilidad de las antocianinas en los alimentos se ve notablemente afectada por la
temperatura. En las velocidades de degradación también influyen la presencia o ausencia de
oxígeno y el pH y la conformación estructural. Las antocianidinas altamente hidrolizadas son
menos estables que las metiladas, glicosiladas o acetiladas.
En condiciones alcalinas suaves, la betanina se degrada a ácido betalámico (BA) y ciclo- dopa-
5-glucósido (CDG). Estos dos productos de degradación también se forman durante el
calentamiento de disoluciones ácidas de betanina o durante el procesamiento térmico de
productos que contengan remolacha roja, pero más lentamente. Sin embargo, la degradación de
betanina a BA y CDG es reversible, y por tanto, después de calentar ocurre la regeneración
parcial del pigmento.
La degradación de la clorofila en tejidos vegetales calentados se ve afectada por el pH del
tejido. En medio básico (pH 9,0) es muy estable al calor, en tanto que en medio ácido (pH 3,0)
es inestable. El descenso de una unidad de pH puede producirse durante el ca- lentamiento de
tejido vegetal por liberación de ácidos, lo que tiene un importante efecto pernicioso sobre la
velocidad de degradación de la clorofila.
La betanina de remolacha o betarraga se degrada a BA y CDG. La reacción depende del pH y
muestra la máxima estabilidad en el intervalo de pH de 4,5 a 5,0. Hay que tomar en cuenta que
la reacción requiere agua; si no se dispone de este líquido o éste es muy limitado, la betanina es
muy estable. De esto se deduce que un descenso de la actividad de agua causaría un descenso
de la velocidad de degradación de la betanina roja.
En soluciones acuosas, inclusive los alimentos, las antocianinas pueden existir en cuatro formas
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estructurales, dependiendo del pH: la base quinoidal azul, el catión flavilio rojo (AH+), la base
pseudocarbinol incolora, y la chalcona incolora. La intensidad de la absorción de luz de las
antocianinas desciende cuando el pH aumenta, puesto que los cambios de pH son los principales
causantes de los cambios de color. Las antocianinas muestran su fuerza tintórea más intensa
aproximadamente a pH 1,0, cuando las moléculas del pigmento están principalmente en la forma
no ionizada. A pH 4,5, las antocianinas de los zumos de frutas son casi incoloras (ligeramente
azuladas) sino están presentes flavonoides amarillos. En el caso de que estén presentes, como
es frecuente en las frutas, el zumo será verde
4.1. MATERIALES
• Licuadora.
• Cuchillos y tableros para picar.
• Papel filtro.
• Embudos.
• Matraz Erlenmeyer.
• Tubos de ensayo.
• Vasos de precipitados.
• Pipetas.
• Cuentas gotas.
• Gradillas.
• Baguetas
4.2. EQUIPOS
• Baño maría.
• Balanza electrónica.
4.3. REACTIVOS
• Solución tamponada a distintos pH.
• Solución de cloruro férrico, FeCl3 0,1 N.
• Solución de sulfato de cobre, CuSO4 0,1 N.
• Solución de sulfato de magnesio, MgSO4 N.
• Agua destilada.
• Solvente orgánico (acetona o éter para solubilizar pigmentos de tomate,
zanahoria y pimiento).
• Beterraga.
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• Zanahoria.
• Espinaca.
• Pimiento.
• Tomate.
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFIA
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REFERENCIAS BIOBLIOGRAFICAS
• Badui Dergal S (2006) Química de los alimentos. 4 ed. Edit. Pearson Educación,
México. 716 p.
• Barbosa-Cánovas GV, Fontana Jr. AJ, Schmidt SJ, Labuza TP (Ed.) (2007) Water
activity in foods. Edit. Blackwell Publishing, Iowa, USA. 435 p.
• Diosady LL, Rizvi SSH, Cai W, Jagdeo DJ (1996) Moisture sorption isotherms of
canola meals, and applications to packaging. J Food Science, 61(1): 204—208.
• Ditchfield C (2000) Estudo dos métodos para a medida da atividade de agua. Tesis
Magistral, Escola Politécnica de la Universidade de São Paulo, SP, Brasil.
• Fennema OR (2000) Química de los alimentos. 3 ed. Edit. Acribia, Zaragoza, Espa- ña.
1258 p.
• Sablani SS, Rahman MS, Labuza TP (2001) Measurement of water activity using
isopiestic method. Current Protocols in Food Analytical Chemistry, Unit A2.3:
A2.3.1—A2.3.10.
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