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Alrededor del 50% de estos pacientes son menores de 5 años, con una media de
edad de 32 meses. La causa más importante son las escaldaduras, y una de sus
causas es el uso del microondas para calentar líquidos.
La causa principal de quemaduras en niños de 5-14 años son las lesiones por
llamas.
Entre los niños de 5-10 años suelen deberse a jugar con cerillas, mientras que en
los de más edad suele ser debido a ignición de gasolina.
Los incendios siguen siendo la etiología principal de la mortalidad y provocan hasta
el 34% de las lesiones mortales en los menores de 16 años.
Las escaldaduras suponen el 85% de las lesiones totales y predominan en niños
menores de 4 años.
La inhalación de vapores usada como remedio casero para tratar las infecciones
respiratorias es otra posible causa de quemaduras.
Las quemaduras por llama suponen el 13%, el resto son eléctricas y químicas.
Cerca del 18% de las quemaduras se produce como consecuencia de malos tratos a
menores (normalmente escaldaduras), lo que hace que sea importante valorar el
patrón y el lugar de la quemadura y su congruencia con la historia del paciente.
Las quemaduras que afectan a más del 10% de la SC, las que se asocian a inhalación de
humo, las causadas por corrientes eléctricas de alta tensión (voltaje) y cuando se sospeche
malos tratos, deben atenderse con carácter urgente y con su ingreso correspondiente.
Las quemaduras de segundo grado afectan a toda la epidermis y a una porción variable de
la dermis (la formación de vesículas y ampollas es característica de estas quemaduras).
Una quemadura de segundo grado superficial es muy dolorosa porque quedan expuestas
numerosas terminaciones nerviosas viables. Estas quemaduras superficiales de segundo
grado curan en 7-14 días, a medida que se regenera el epitelio en ausencia de infección.
Las quemaduras de segundo grado intermedias o profundas, cicatrizan de forma
espontánea si las lesiones se mantienen limpias y sin infección. El dolor es menor que en
las quemaduras más superficiales, porque hay pocas terminaciones nerviosas que sigan
siendo viables. La pérdida de líquidos y los efectos metabólicos de las quemaduras
dérmicas profundas (de segundo grado) son esencialmente iguales que en las de tercer
grado.
Cálculo del área de superficie corporal de una quemadura Para calcular el área de SC afectada por una
quemadura se deben utilizar las gráficas de quemaduras adecuadas correspondientes a los distintos grupos de edad de los
niños. El volumen de líquido necesario para la reanimación se calcula una vez determinadas la extensión y la profundidad
de la quemadura a tasa de crecimiento variable de la cabeza y los miembros durante la infancia obliga a utilizar gráficas
específicas de SC, como la gráfica modificada de Lund y Brower o la gráfica del Shriners Hospital for Children de Boston
(fig. 75-3). La regla de los nueves usada en adultos puede utilizarse sólo en niños mayores de 14 años, o como cálculo
aproximado para iniciar el tratamiento antes de trasladar al paciente a un centro de quemados. En las quemaduras
pequeñas que afectan a menos del 10% de SC se puede emplear la regla de la palma, sobre todo en los pacientes tratados
en régimen ambulatorio. En los niños, la superficie comprendida entre el borde de la muñeca y la base de los dedos (la
palma de la mano) corresponde al 1% de SC.
Tto de urgencia
Revisar rápidamente el estado cardiovascular y pulmonar, y documentar las
patologías preexistentes (asma, cardiopatía congénita, enfermedad hepática o
renal).
Asegurar y mantener una vía aérea adecuada y proporcionar oxígeno humidificado
mediante mascarilla o intubación endotraqueal, en niños con quemaduras faciales
o con quemaduras sufridas en un espacio cerrado, antes de que aparezca edema
facial o faríngeo.
Si se sospecha hipoxia o intoxicación por monóxido de carbono, debe utilizarse
oxígeno al 100%.
Los niños con quemaduras que afectan a más del 15% de SC requieren
reanimación con líquidos intravenosos para mantener una perfusión adecuada. No
deben recibir líquidos orales (al principio) porque pueden desarrollar distensión
gástrica, es necesaria la inserción de una sonda nasogástrica para prevenir
aspiración.
En todas las lesiones por inhalación, al margen de la SC afectada, debe canalizarse
una vena para controlar la administración de líquidos.
Todas las lesiones eléctricas y las causadas por voltajes de alta tensión exigen
también un acceso venoso para forzar una diuresis alcalina cuando existen lesiones
musculares, con el fin de evitar una lesión renal por mioglobinuria.
Evaluar las lesiones asociadas, frecuentes en los pacientes con antecedentes de
quemaduras por corrientes de alta tensión, en especial si la víctima sufrió una
caída desde una altura, puede haber lesiones de la columna vertebral, de otros
huesos o de órganos intratorácicos o intraabdominales
Todas las lesiones deben cubrirse con paños estériles hasta que se adopte la
decisión de tratar al paciente en régimen ambulatorio o enviarlo a un centro de
tratamiento especializado.
Debe revisarse el estado vacunal del niño: en las quemaduras de más del 10% de
SC. Para la profilaxis antitetánica en niños menores de 11 años se administrará la
DTPa (difteria, toxoide tetánico y tos ferina acelular) y en los mayores de 11 años
Tdpa (tétanos, difteria y tos ferina).
Resultan de la obstrucción de uno o varios conductos galactóforos, secundario a irritación o
abrasión del pezón, o la presencia de celulitis en la pared torácica. Se presenta como una masa
tensa o fluctuante, lisa, firme, móvil, eritematosa e hipersensible. La etiología en la mayoría de las
series es de Staphylococcus aureus. El tratamiento inicial es de administración de antibióticos por
vía oral (en ausencia de síntomas generales) y aspiración con aguja delgada o incisión subareolar y
drenaje con el objetivo de debridar adecuadamente la infección. A largo plazo la secuela es el
desarrollo anormal de la glándula mamaria.