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El cráneo está muy completo, con todos los dientes de la mandíbula superior.
"Nuestra investigación indica que el individuo puede representar un Homo
sapiens arcaico o un espécimen de transición con una relación muy próxima a la
humanidad moderna", afirman los investigadores.
Pero la historia evolutiva del Homo sapiens no está ni mucho menos definida
aún. El hombre actual podría haber surgido hace unos 40.000 años y ocupado
el resto del mundo en movimientos migratorios relativamente recientes, según
especialistas.
"El Homo sapiens arcaico y tardío y los primeros humanos modernos pudieron
coexistir hace bastante más tiempo del que se ha creído hasta ahora", escriben
en Nature Brauer, Mbua y sus colegas.
Antes del Homo sapiens, el Homo erectus, que se origina en África, había vivido
desde hace 1,8 millones de años, hasta hace unos 100.000, aunque el año
pasado se dieron a conocer evidencias de que esa especie habría sobrevivido
en Asia hasta hace tan poco como 27.000 a 53.000 años. El Homo erectus fue la
primera especie humana que salió del continente africano, en el que surgieron
los homínidos hace más de cuatro millones de años.
Los restos fosilizados de diferentes individuos hallados en 1997 cerca del
poblado de Herto, en Etiopía, atestiguan que, hace unos 160.000 años, ya
existían en África seres humanos muy parecidos a nosotros. Según los datos
que manejan los científicos, el Homo sapiens, la subespecie a la que todos
pertenecemos, habría aparecido hace entre 200.000 y 160.000 años. Y lo hizo
con certeza en las mismas regiones en las que los homínidos habían adoptado
la marcha bípeda hace más de 4 millones de años, y donde, por primera vez,
una especie de apariencia humana aprendió a fabricar herramientas, hace 2,5
millones de años.
Herramientas y utensilios
Las herramientas del Paleolítico Superior, en este sentido, fueron hechas
principalmente de piedra, aunque en este período se fabricaron mediante
técnicas más avanzadas y con fines más precisos que en el pasado. También
se registró, por otra parte, un incremento de instrumentos fabricados con los
huesos, las astas y el marfil de los animales cazados. Todos estos utensilios,
una vez más, han servido a los investigadores de la prehistoria como guía
imprescindible para poder clasificar numerosas culturas que, en este caso,
gracias al radiocarbono, es posible incluir en un esquema cronológico mucho
más detallado y completo que el correspondiente a los episodios, más antiguos
y escasos, del Paleolítico Inferior.
Primeros asentamientos
Los asentamientos, como la economía, también tendieron a diversificarse,
aunque nunca perdieron su naturaleza temporal derivada del modo de vida
nómade. Así, junto al tradicional uso de cuevas y abrigos naturales en la región
mediterránea, los cazadores de renos de la Dordoña francesa, al igual que las
comunidades humanas de Europa central y oriental, construyeron con las
pieles tiendas circulares, semi-enterradas o a ras del suelo, que les permitían
armar y desarmar rápidamente sus campamentos en función del movimiento de
las manadas.
Cronología
Periodo Inicial
40.000 – 26.000 a, C. Complejo Auriñacense. Además de los útiles líticos -
sobre todo hojas-, aparecen herramientas de hueso -azagayas- y de asta de
reno. Desde Ucrania hasta la península Ibérica.
31,000 – 20.000 a. C. Complejo Gravetiense. Sucede poco a poco al anterior.
Destacan las puntas de tipo laminar con aristas retocadas y las de hueso o
marfil. Arco y flechas. Estatuillas femeninas y relieves.
Período medio
20.000 -15.000 a. C. Complejo Solutrense. Presente en Francia y en España.
Coincide con las fases más frías de Würm. Útiles de gran acabado, como las
puntas de superficie retocada. Losas grabadas.
Período tardío
20.000 -10.000 a. C. Complejo Epigravetiense. Continuador de la tradición
gravetiense en Italia, los Balcanes y Europa oriental. Primeras agujas de hueso
perforadas.
20.000 -10,000 a. C. Complejo Epigravetiense itálico. Una de las divisiones
regionales del anterior, con influjos del Magdaleniense. Estatuillas y «bastones
de mando”. Roturas y grabados rupestres.
18.000 -10.000 a. C. Complejo Magdaleniense Difundido en el oeste y el
centro de Europa. Arpones de hueso, dardos, flechas, agujas de coser y
anzuelos. Grandes obras de arte rupestre -Lascaux y Altamira, por ejemplo-.
10.000 a. C. Fin de la glaciación de Würm y del Paleolítico. Inicio del período
de transición al Neolítico, llamado Epipaleolítico o Mesolítico.
El más antiguo de los humanos modernos vivió en lo que hoy es
Etiopía hace unos 195.000 años. Sus restos fueron descubiertos en
1967 por el paleontólogo Richard Leakey y su equipo en las riberas
del río Omo y las dataciones de la época apuntaron a una antigüedad
de 130.000 años. Más de treinta años después, científicos
australianos y estadounidenses han reabierto la investigación y han
concluido que el hombre conocido como Omo I es mucho más viejo:
tiene casi 200.000 años.
«Es una buena noticia, porque demuestra que las predicciones de la
genética y los hallazgos paleontológicos van acomodándose»,
destacaba ayer José María Bermúdez de Castro, codirector de las
excavaciones de Atapuerca. Según la genética, nuestra especie tuvo
que aparecer hace entre 200.000 y 150.000 años, abanico temporal
en el que encajan perfectamente los restos de Omo I, que se
presentan hoy en la revista 'Nature' como los del más antiguo 'Homo
sapiens'.