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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE MEDICINA
BIOQUÍMICA CLÍNICA
REALIDAD NACIONAL EN SALUD

GRUPO 4:
INTEGRANTES: AJILA ANDREA, LARA DANIELA, LUNA SAMANTHA, OÑA DANIELA, SORIA
VANESSA, VACA MARÍA FERNANDA

TEMA: EL ACOSO ESCOLAR: UN ENFOQUE PSICOPATOLÓGICO

El bullying es un tipo de abuso del poder, generalmente dado en el ámbito escolar, donde se
puede ver algunos actores. Generalmente, se da cuando un acosador utiliza su fuerza para
someter a una víctima que se muestra como más débil. Este implica una ruptura de la relación
de iguales y conlleva a varios aspectos como los que se exponen a continuación.

El fenómeno del acoso entre alumnos ha tenido una repercusión mediática importante. Su
abordaje se realiza desde una óptica escolar, implicando acciones puntuales de la aplicación del
código disciplinario o medidas como el cambio de centro educativo, que suele ser de parte de la
víctima. Así también, algunos estamentos educativos se han prodigado la tolerancia cero,
aunque estas medidas son dirigidas a atenuar la alarma social a partir de sanciones al supuesto
agresor o agresores.

Es preciso señalar que el acoso escolar, se asimila como violencia escolar; donde las actuaciones
violentas (disruptividad, indisciplina, vandalismo, conductas delictivas, etc.) son llevadas a cabo
por jóvenes tengan relación con el sistema educativo. Por ello es necesario delimitar de qué
conductas estamos hablando y cuáles son sus consecuencias. Según Dan Olweus (1983) el
termino bullying una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno
contra otro, víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a la víctima
en una posición difícil de escapar por sus propios medios; lo que conlleva efectos negativos. En
esto se destacan algunos elementos relevantes como: la repetición de las acciones, la
intencionalidad del agresor, la indefensión de la víctima en relaciones determinadas por abuso
de poder y las graves consecuencias de vivir en un entorno que tolera el maltrato. Por lo tanto,
el bullying se trata de un proceso más complejo que conlleva la ruptura de la simetría que
debería presidir las relaciones entre iguales, y la reestructuración de estas relaciones bajo un
esquema de dominio-sumisión.

El acoso escolar es un fenómeno social que se produce en grupos relativamente estables, donde
la víctima tiene pocas posibilidades de escapar. La reiteración de las conductas de maltrato
supone un riesgo psicosocial tanto para la víctima como para el agresor, pero también se ven
vinculados los compañeros del grupo clase y el entorno. Por esto es preciso nombrar que los
actores principales de este tipo de hechos son:
- El agresor: quien es autor del maltrato. Se presenta dos matices diferentes el
dominante, con un comportamiento antisocial y agresividad progresiva, y el
predominante, que se presenta ansioso, de autoestima baja y agresividad reactiva. Este
último puede llegar a ser un agresor-víctima.
- La víctima: quien sufre el acoso. Puede ser de tres tipos: la victima clásica, que tiene
autoestima baja y es insegura, débil, ansiosa; la víctima que provoca al agresor por falta
de control emocional, puede llegar a convertirse en víctima-agresor; y, finalmente, la
victima inespecífica que caracteriza por ser diferente, lo que la convierte en el objetivo
del acoso.
- Los espectadores: son quienes miran directamente la agresión pero no se involucran
por miedo a ser también afectadas, normalmente prefieren callar aunque existen
algunos que se convierten en defensores de la victima.

Es también importante el clasificar las diversas formas que pueden adoptar las conductas de
maltrato, precisando el señalar la poca atención que se suele prestar al maltrato verbal y la
exclusión social. Estas formas son poco consideradas y pueden gozar de cierta permisividad por
parte de los testigos, que suelen asimilar el maltrato únicamente como violencia física. A largo
plazo, estas conductas tienen un peor pronóstico para la victima abierta. En la mayoría de estos
casos el agresor no da la cara, no se identifica y se mantiene en la sombra, por lo que genera
dudas en la víctima sobre su propia percepción y provoca una introyección y sentimientos de
culpabilidad. Así también existe acoso de otros tipos como el llamado cyberbullying, que
consiste en utilizar las nuevas tecnologías para realizar conductas intimidatorias, lo que puede
aumentar el miedo y la inseguridad de la víctima que se puede sentir acosada incluso en su
hogar. Esto genera un gran sentimiento de vulnerabilidad.

Como conclusión se puede decir que el acoso escolar o bullying es un hecho en que predomina
una relación de sumisión en lugar de la relación de iguales que debería existir en el ambiente
educativo. Este puede traer consecuencias graves en la psiquis de la persona que sufre los
abusos, pero también denota alteraciones en la mentalidad del abusador. Al ser un hecho de
gran importancia, se debe manifestar la necesidad de una intervención que contemple la
promoción de la salud y fomente la resiliencia de los alumnos para el bienestar emocional de
toda la comunidad educativa.

BIBLIOGRAFÍA:
Collell, J. y Escudé, C. (2006). El acoso escolar: un enfoque psicopatológico. Anuario de Psicología
Clínica y de la Salud. 2. Pág. 9-14.

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